PARA UN AUTISTA Y SU FAMILIA EL DÍA DE LA CONCIENTIZACIÓN DEL AUTISMO ES TODOS LOS DÍAS

En diciembre del 2007 la Asamblea General de las Naciones Unidas designó el 2 de abril como día mundial de concientización sobre el autismo.

Año con año en esta fecha vemos imágenes por doquier de lugares iluminados de azul, algunas piezas sueltas de rompecabezas y otros tantos portando el colorido infinito de la neurodiversidad, realizando activas campañas en redes sociales y movilizaciones para difundir y promover la importancia de obtener un diagnóstico certero que permita una intervención precisa y oportuna para quienes se encuentran dentro del trastorno del espectro autista (TEA).

La educación es una tarea que compete a todas y todos los integrantes de la sociedad, docentes, padres, tutores, abuelos, tíos, familiares que constituyen las agencias de socialización de los niños, niñas, adolescentes y jóvenes en edad formativa. Todos educamos y somos educados con y de los otros, pues somos seres sociales y como tales en lo más profundo de nuestras conciencias sabemos que se requiere de la solidaridad, la empatía y la responsabilidad compartida, de la resiliencia de la educación y la formación de las nuevas generaciones bajo estándares más abiertos, más integrales y desde luego más inclusivos.

La agenda de educación 2030 promueve la equidad y la inclusión como la punta de lanza en la movilización contra toda forma de exclusión y marginación para el desarrollo sostenible y destaca la importancia de no dejar a nadie atrás, por ello es de suma importancia conocer y apropiarse de todo lo que sabemos a la fecha sobre el espectro autista como una condición diversa, no lineal con matices tan ilimitados como los del infinito que lo representa. Hablando con una amiga diseñadora, un día me dice: “Para mí el Autismo es muy personal, viviéndolo día con día con mi pequeño me he dado cuenta que se trata del Pantone de las capacidades del ser humano, que van desde las mínimas y más limitadas, hasta los más increíbles super poderes disfrazados de capacidades sobresalientes”. Y hasta el día de hoy no he recibido una definición más humana y consiente viniendo de una madre que vive el autismo a través de su hijo.

Al día de hoy seguimos sin conocer las causas, pero los cercanos a quienes viven el espectro conocemos algunos efectos, no sabemos a dónde vamos, pero sí sabemos que tenemos que ir juntos, en el TEA no se es autista solo el 2 de abril, por eso se necesita nuestra consciencia, humanidad, empatía y compromiso los 365 días del año.