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INTELIGENCIA EMOCIONAL EN LA DOCENCIA
Lic. Elizabeth Camacho Peña
Subdirectora Administrativa del Centro de Actualización del Magisterio de Cd. Guzmán, Jal.
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Con el nuevo modelo educativo la inteligencia emocional de los niños, niñas y adolescentes se ha convertido en una tarea imprescindible en el área educativa y la mayoría de los docentes considera importante el dominio de estas habilidades para el desarrollo evolutivo y socioemocional de los alumnos. Sin embargo, no debemos dejar de lado que el desarrollo de estas habilidades también puede ser prioridad en la comunidad educativa.
Contar con habilidades de inteligencia emocional detona importantes efectos armónicos para los docentes incluso a nivel preventivo. Pues los docentes llegan hacer capaces de razonar sus propias emociones, percibirlas y entenderlas ya que implica el desarrollo de procesos de regulación emocional que ayudan a moderar y prevenir los efectos negativos del estrés. En la actualidad es mucho el trabajo administrativo y académico que existe en el profesorado no estaría demás potencializar estas habilidades para tener una mejor calidad de vida atendiendo a la profesión.
Tener control de las emociones propias, así como ser conscientes de las ajenas, atraerá buer relaciones y velará por mantenerlas.
Y esto aplica a las relaciones interpersonales con compañeros del área educativa, padres de familia, tutores y alumnos.
Los docentes son un modelo para los alumnos. Su práctica no se limita a transmitir conocimiento debería implicar actividades propias como: estimulación afectiva, expresión regulada del sentimientos negativos y afectivos, actividades para el desarrollo de la empatía, etc. Si queremc que los alumnos desarrollen su inteligencia emocional necesitamos educadores con este tipo de habilidades fortaleciéndolas.