Ă“ptimo
Óptimo Se desarrolla en el marco de la iniciativa "Faber", proyecto financiado por el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, ámbito regional de financiamiento, línea de creación Artes Visuales: Concurso Regional convocatoria 2012.
Óptimo Modelos de contemplación divergente para una estética de lo casual.
Para definir la naturaleza y objetivos de ésta publicación, tal vez sea pertinente comenzar aclarando aquello que no es. En primer lugar, Óptimo no es un trabajo de fotografía. Tampoco es un texto teórico, si bien se sirve modestamente de ambos campos. No es un estudio acabado sobre espacios públicos, ni un análisis de patrimonio cultural. Óptimo toma forma en el sencillo ejercicio de montarse sobre una bicicleta y recorrer con cámara en mano la ciudad de Valdivia, en busca de objetos tan banales como valiosos. Óptimo es un ejercicio de captura, y recolección de pequeñas y grandes situaciones conformadas por objetos y espacios que rompen el orden previsible. Su objeto de estudio son situaciones o conformaciones que sin ser obras de arte cargan en sí un fuerte sentido estéticocrítico: visibiliza pequeñas estéticas minúsculas y casuales pasadas por alto constantemente. En los rasgos de nuestro entorno vulgar, rastrea accidentes imprevistos que exijan al espectador otras maneras de contemplar.Invita a fundar una mirada nueva, abriendo nuestra percepción a un entorno ordinario colmado de valor: propone vivir la experiencia estética más allá del muro en blanco de la galería.
También es una estrategia para torcer las relaciones dadas en un mundo predeterminado, donde las cosas parecen tener un lugar inamovible. Busca levantar sentidos nuevos en lugares donde todo ha sido dicho y hecho. En éste sentido, nuestra capacidad de imaginar otras realidades posibles en nuestro diario vivir se convierte en un arv ma con la cual podemos escribir sub-versiones del constructo al que llamamos realidad. Se trata entonces de esbozar los primeros lineamientos para lo que podría concebirse como una estética de lo casual. En las páginas que presento a continuación, intento ensamblar un relato continuo entre cada fotografía, abordando características contextuales, formales o bien ignorando ambas para desplazar significados y categorías con el fin de exponer aspectos hasta entonces invisibles.
Javier Soto Aparicio Autor
Ésta fue la primera imagen que capturé. Me llamó la atención la botellita de coca cola colgando de su cuello, con un chupete en la boquilla y un contenido sospechoso. Según su presunto dueño, el perro llevaba cerveza en ella. Curiosa performance que ilustra algunos aspectos divergentes de las relaciones de domesticación, en éste caso con una dudosa finalidad.
En las ferias se intercalan una enorme variedad de productos, donde cada puesto cuenta con su sistema de montaje para la mercancía. Además de los bajos precios, resulta muy estimulante contemplar este verdadero collage de comida, ropa y un sinfín de objetos curiosos, como éste descontextualizado buzón de lata.
Hay un preciado ingenio en el arte de reciclar restos para construir estructuras y solucionar problemas (parte importante del arte consiste en ello). Ésta casa de perro se sitúa en un estrecho espacio al costado de una vereda. Ignoro hasta la fecha si algún perro callejero la utilizará, pero más allá de su utilidad rescato por sobretodo la nobleza desinteresada del ejercicio de construirla.
“WC (la wena caca) baño seco, donde su caca es bienvenida” reza la letrina en uno de sus costados. Es parte de un hermoso proyecto que hasta hace poco tuvo lugar en el patio de la parroquia San Francisco, conocido como el jardín agroecológico. Allí se llevaron a cabo diversas actividades, no obstante los propietarios del espacio decidieron no continuar con la iniciativa para hacer algo más lucrativo en su lugar. Pronto se convertirá en un estacionamiento.
En el sector de El bosque, un paradero funciona como soporte de varios graffitis, como si algo particular en él hubiese atraído a los amateurs de la disciplina callejera a vaciar todos sus Tags encima. En otros sectores sería un elemento más del paisaje, no obstante allí contrasta con el cuidado aseo y orden característico del lugar.
Hay dos cosas llamativas en las modalidades de construcción en Valdivia. Una es la proliferación de estacionamientos principalmente en la zona céntrica, donde antiguas casonas son demolidas y su valiosa ubicación es utilizada para precarios propósitos. Lo segundo se refiere a la proliferación de departamentos y condominios. Ambos tienden a ser cuestionables en sus formas y pertinencia; consecuencia de la especulación inmobiliaria y un plano regulador ineficiente, entre otros.
A varias cuadras de distancia, se erigió frente a la costanera un edificio cuya construcción nunca finalizó. Allí se da la situación inversa, pues la estructura abandonada es utilizada por los graffiteros más intrépidos para imprimir su marca en las alturas, en un sector de alta visibilidad. De cierto modo, poner tu firma en un muro es apropiarte de él y territorializarlo, como una suerte de privatización informal en un sitio accesible (al menos visualmente) por cualquiera. Al menos en éste caso, es una práctica positiva de apropiación.
El sueño de la casa propia / el horror de la reproducción impersonal. Los medidores azules repitiéndose idénticamente en perspectiva parecieran indicar que esos escasos metros cuadrados no fueron pensados para que en ellos habitaran personas, sino sujetos uniformes. No hay identidad, no hay diferencia, no hay nada propio. Sólo colores llamativos, voladeros de luces que recuerdan precariamente los barrios pop de “el hombre manos de tijeras”.
Otra vez, la misma promesa construida en una miseria de metros cuadrados proyectados idĂŠnticamente. Es algo sublime, tan bello en su simetrĂa y perspectiva como horroroso por cuanto a la forma de concebir una vivienda y sus nefastas consecuencias en las maneras de vivir, ocupar el espacio y comunicarnos .
Resulta llamativo el método utilizado para tapiar parcialmente las antiguas puertas de una vieja construcción. Ignoro la finalidad de dicho procedimiento o el propósito futuro del edificio, no obstante el resultado tiene algo “pictórico” en su superficie y la manera de conjugarse con sus rasgos originales (me recuerdan a las pinturas de Mark Rothko).
El diseño aplicado puede reflejar valores de base propios de una época, pues evocan tradiciones, costumbres y otros diversos aspectos del quehacer humano. Cuando los delicados detalles de éste portón sobrevivieron a los embates del tiempo, tanto su uso como sentido se modificaron drásticamente. Antes símbolo de status, ahora la valiosa reja es secundada por planchas de madera aglomerada, esperando el fin de las obras que allí tienen lugar.
Se presume que la flecha negra esquinada tiene por objetivo indicar la orientaci贸n de la calle que la precede, probablemente para guiar a los camiones que trabajan en la construcci贸n que tiene lugar en lo que antes era una bella plaza con vista al r铆o. Es preocupante la p茅rdida progresiva del acceso presencial y visual al borde costero Valdiviano.
Esta hermosa conjunción casual tomó forma al costado de una cancha de fútbol convertida en vertedero, donde algunos hacen fogatas y otros revuelven la basura buscando desechos rescatables; según los vecinos allí se construirá un nuevo centro Teletón. Quizás su extrañeza se deba a sus rasgos paisajísticos. A los ojos de un niño, sería un castillo al pie de las montañas.
Costanera de Valdivia, cerca del helipuerto. Las palabras estรกn de mรกs, deja bastante que desear.
Como contraparte, la siguiente escena es un ejemplo de reutilización de elementos desechados para la solución de un problema. Es notable la precariedad del sistema para sostener el refrigerador viejo con un palo, algo muy característico “del chileno”, no obstante parece funcionar bastante bien.
Los fieles agradecen a “Bertita” por el favor concedido en una animita levantada al costado de un supermercado. Varias placas de mármol adheridas en los costados son muestras de su creciente popularidad. De cierta forma tiene el carácter monumental de la escultura (conmemora una muerte trágica) y el sentido apropiacionista del arte público (reinscribe sentido en un lugar común).
No queda claro si este arreglo busca proteger una cañería expuesta u oculta un medidor, pero es una solución ingeniosa. Me gusta toparme con este tipo de eventos, pues parecen criaturas con un carisma propio; de algún modo se comunican contigo y te cuentan su historia.
Ésta escalera se encontraba en la costanera Valdiviana. Tiene algo simbólico pero es mera casualidad. Parece una pieza de utilería teatral, pero su uso mas probable debe ser para subir pasajeros a las embarcaciones del lugar. Sin embargo fuera de contexto adquiere nuevas posibilidades de sentido.
“Solo x hoy 2 kilos x 500” anuncia la caja de cartón que en algún momento funcionó de pancarta; sin embargo el lugar no era sitio de feria ni nada semejante. Hay códigos, signos y claves valiosas presentes en instancias de comercio popular, donde la competencia y el compadrazgo se entremezclan con la oferta de última hora, el regateo insistente, el juicio exhaustivo.
Las señales de violencia propia de los accidentes automovilísticos resultan especialmente atractivas pese a su carga trágica. Maravilla contemplar el desastre de piezas deformadas por una fuerza tremenda, capaz de destrozar a un hombre. En lo profundo se escribe una estética destructiva allí donde las cosas son arrasadas y vuelan en pedazos.
No hay nada muy peculiar en ésta imagen, pero me hizo pensar sobre la forma en que el automóvil toma posesión de un espacio transitable. Ésta pieza evoca al vehículo mediante su ausencia y simbólicamente toma forma de refugio, de manera similar a las casas colindantes. Los vehículos y las prácticas que se dan en ellos configuran nuestra noción espacial como experiencia de tránsito frecuente.
Un Vehículo puede funcionar como herramienta de trabajo, puesto comercial e incluso refugio. La escena capta los motivos que señalan la finalidad laboral del pequeño furgón, propiedad de un jardinero que ofrecía sus servicios en los alrededores. Es otro modesto ejercicio de subsistencia móvil.
“Leche de campo natural” se lee en la parte posterior del carro anexado a la bicicleta. Existe una enorme variedad de servicios “nómades” que utilizan estrategias similares referidas al comercio móvil. Es necesario destacar que iniciativas de ésta naturaleza nacen estrictamente de un contexto de necesidad y subsistencia, donde a menudo surgen las mejores ideas.
Transitando en las afueras de la ciudad de Osorno me topé con una caseta peculiar, con dos ruedas para ser remolcada y rodeada de vacas. En su interior pude observar una silla y otros implementos, por lo que deduje que se trataría de la caseta de un nochero con una pequeña ventana para vigilar y lo suficientemente estrecha como para no poder tenderse a dormir. Es más estético que ético.
Otro ejercicio de reutilización inteligente con fines lúdicos. En sectores como San Luis, Yañez Zavala o San Pedro uno puede distinguir otra manera de ocupar los espacios y configurar usos determinados. Proliferan las carretas, perros y rastros de su pasado Rural, como si otra enorme Valdivia mas real y popular se levantara bajo la sombra de la imagen estereotípica sacada de una postal turística.
Detrás de la fachada no hay ninguna casa; es sólo un parapeto que oculta un invernadero a unos cuantos metros, detrás la ciudad se acaba y comienza el bosque. Es una frontera precaria que dibuja el fin del espacio “civilizado” para dar lugar a la naturaleza salvaje. En realidad, existe una segunda colonización natural en las plantaciones de bosques y el tendido eléctrico que disecciona el paisaje.
La pertinencia al momento de reutilizar un objeto es una cuesti贸n de gusto, juicio e imaginaci贸n. Es un movimiento mucho m谩s delicado de lo que parece pese a que sus rasgos en ocasiones indiquen lo contrario, pues en ellos hay ingenio y dedicaci贸n.
A unos cuantos metros más allá del paradero hay un pequeño basural, desde donde presumiblemente alguien sacó el sofá para utilizarlo. Los paraderos son refugios valiosos en la noche, sobretodo en los inviernos lluviosos. La conjunción parece algo ilógica en un primer momento pero tiene mucho sentido si pensamos en las prácticas que allí tienen lugar.
En ciertos objetos y situaciones persiste un preciado valor estético cuando sus usos originales se pierden. Algunos adquieren usos nuevos mientras otros permanecen incompletos, como una suerte de negación. El “no-asiento” enseña signos emblemáticos en los costados de sus patas que guardan cierto ánimo patriótico-epocal; al perder el respaldo se convierte en una suerte de memorial del uso imposible.
Hay que tener determinación para decidir cortar literalmente tu casa por la mitad, independientemente de las razones que te lleven a hacerlo. Pese a no haber finalidades estético críticas, bien podría ser una obra de arte contemporáneo digna de una Bienal. Ello plantea varias preguntas, ¿Qué es lo que convierte a un artista en tal? ¿Puede haber arte sin artistas? ¿Qué es lo que se constituye como obra?
No es muy común que se edifique la casa de Dios con latas de zinc como si se tratase de un galpón posmoderno; según gente del sector es consecuencia del siniestro que años atrás tuvo lugar allí. La precariedad asociada a dicho material contrasta con las usuales fachadas fastuosas propias de la cultura católica, donde se pretende ilustrar la gloria divina por medio de la arquitectura. Pese a ello es una situación atractiva que causa bastante extrañeza.
“Oye sácale una foto a éstos dos que parecen monos!” gritaron desde el segundo piso de una casa. Efectivamente, un par de disparos rápidos bastaron para captar a dos trabajadores que aparentemente lijaban paredes. Si bien los motivos de ésta recolección son principalmente objetos y espacios, la situación ilustra una significativa dimensión performática de muchas labores de desempeño técnico.
Antes mencionaba que algunos objetos dispuestos de cierta manera parecieran comportarse como criaturas. Señalan el curso de su pequeña historia, explican visualmente su función y sentido, o bien la falta de éste. Quien logra abrir su campo perceptivo y abandonar la predeterminación de la mala educación visual, puede desarrollar una mirada completamente nueva obre las cosas que le rodean.
Hay una carga poética en ésta imagen, si bien el concepto puede prestarse para ambigüedades y confusiones. Es mejor decir que tras la eficiencia mecánica de una grúa, se esconden relaciones sintácticas cuyo contexto puede ser desplazado, y dar lugar a nuevas interpretaciones. Algo tan pesado se encuentra suspendido en el aire con total ligereza, indiferente al peso del resto de las cosas.
En una protesta de pescadores, una pequeña barricada ardiendo toma posición en medio de la calle; no obstante los autos la esquivan con facilidad y siguen su curso habitual. Tal vez su finalidad ya no es bloquear el tránsito, sino proyectar públicamente los signos de una violencia que tizna, provoca y nos recuerda que siempre estará en nosotros la posibilidad de rebelarnos contra lo establecido.
Para respetar y transgredir: apuntes de utilidad pública Sobre FABER: Faber pretende profundizar las relaciones de uso y
una instancia de estudio e investigación imprescindible
sentido presente en objetos y espacios, considerándolos
para la posterior producción de obras.
unidades básicas de toda experiencia estética y
La finalidad de Faber es profundizar los procesos
perceptiva. Los formatos de trabajo incluyen tanto
mediante
ésta publicación como intervenciones de espacios
interacción y tránsito constante, y como esas relaciones
públicos, acciones de arte y una exposición. En todos
comunicativas se predeterminan y transforman en
ellos se busca trabajar el delicado límite entre los
sistemas de valoración. Así se distingue por ejemplo
objetos ordinarios y aquellos que denominamos
un sitio rural de uno urbano, o un barrio acomodado
“obras de arte”, bordeando las situaciones cotidianas
de uno marginal: por naturaleza categorizamos las
o accidentales y las operaciones plásticas de finalidad
cosas de acuerdo a sus rasgos distintivos. Por lo tanto,
crítica. Es un margen complejo, propenso a inclinarse
se emplaza al espectador a replantear su juicio frente
hacia uno u otro lado y a menudo difícil de distinguir.
a situaciones cotidianas para situar la experiencia
En las intervenciones propuestas se tuercen levemente
perceptiva como vehículo primordial, pues sólo
algunos rasgos característicos de objetos presentes
cuestionando las cosas se adquiere una conciencia
en nuestra vida cotidiana, para determinar hasta qué
plena y el goce contemplativo. Por lo tanto, es una
punto puede alterarse el sentido de determinadas
invitación a liberarse de las convenciones culturales
situaciones modificando su uso común. Óptimo es un
y situar nuevamente a la experiencia humana en el
análisis crítico de nuestro entorno cultural, pero también
centro de la actividad artística.
los
cuales
construimos
sentido
en
"A" y "a". La dimensión crítica de ésta propuesta supone también un cuestionamiento a los mecanismos que determinan e invisten a ciertos objetos y lugares con el estatus "Arte". Pues ¿que sistemas de valores definen tal distinción? La academia bien puede dar cuenta de un amplio campo de estudio que en su perspectiva histórica genera nutridos y variados conceptos, sustentando tanto los sistemas de producción de arte como su juicio estético. Pero la realidad contingente nos señala algo muy distinto: el arte como sistema es alienante y elitista; prueba de ello son el uso en sus análisis de un lenguaje complejo y de abundantes tecnicismos dominados por una estrecha minoría (a modo de ejemplo repase las primeras líneas de éste párrafo) o las estrategias convencionales de difusión y circulación de obras. Durante las últimas décadas el coleccionismo ha disparado los valores de obras actuales y consagradas, atrayendo a multimillonarios que juegan una suerte de póker mercantil adquiriendo y revendiendo piezas que año a año aumentan su valor ostensiblemente. Por lo visto el valor plástico, estético o crítico ya no pesa tanto como el nombre del autor, la galería auspiciadora o el propietario.
Parece ser que es la instancia la que hace a la obra, como si las galerías y museos fuesen los jueces que definen lo que es arte y lo que no. Pero si se alteran esas condiciones de exhibición y sus formatos, pueden fisurarse las pesadas convenciones que nos imponen un modo determinado de mirar y analizar. Más de alguien debe sentir una extraña sensación al entrar a esos salones blancos e inmaculados, llenos de observadores incautos y respetuosos que intentan, con gestos y posturas predeterminadas, sacar algo en limpio de aquello que observan. El denso manto del conocimiento nos impide dejarnos llevar por una contemplación pura; de hecho parte importante del arte funciona principalmente en base a citas y referencias puntuales para muchos difíciles de rastrear. Para enfrentar el arte, es necesario des-aprender lo aprendido y formular sus propias interrogantes. Incluso el graffiti cuenta con formatos más o menos estables que permiten reconocerlos como obras de arte. Hay que convenir entonces que todo arte, en cuanto es una imagen visible a un público, ocupa un espacio físico o virtual, y al hacerlo inscribe un sentido nuevo en un lugar
que ya carga con sus propias unidades de sentido. Al
En un periodo histórico marcado por la industrialización
hacer de ese espacio algo propio el artista lo clausura
y el crecimiento exponencial de las sociedades y el
parcialmente, aún si el espectador se identifica con su
conocimiento humano, es importante detenerse a pensar
contenido. Sin desmerecer el enorme valor patrimonial y
un momento en el funcionamiento de todo aquello que
cultural del grafitti, pareciera ser que las divisiones entre
concebimos como cultura: es decir toda producción
lo propio y lo ajeno se propagan en una dinámica en la
humana. El teclado sobre el cual escribo, el ordenador que
que el graffitero busca el reconocimiento y prestigio de
procesa datos, la interfaz que los vuelve comprensibles, las
otros. En el caso del arte público puede ser controversial
casas colindantes, el pavimento, el alumbrado público… en
esa pequeña territorialización simbólica, al menos
todas las cosas presentes de nuestro imaginario urbano
en forma visual. En Óptimo también se pensó en la
objetivo hubo un ser humano pensando, ingeniando y
naturaleza profunda del acto de inscribir un sentido
diseñando, desde los grandes edificios hasta los botones
nuevo en instancias públicas, donde el significado se
de nuestra ropa. La inmensidad del universo cultural es
escribe colectivamente. Es un proceso que se extiende
incalculable; paradójicamente nuestra capacidad de crear
muchísimo más allá de la ley y el orden institucional que
e imaginar es inconcebible.
pretende regular y administrar esos lugares comunes, tratándolos como mera propiedad.
Técnica, cultura, media. Por lo tanto es difícil, sino imposible, trazar un límite
En suma, ésta iniciativa considera que antes de determinar
entre los objetos comunes y corrientes y aquellos de
aquello que define al arte como tal, primero es necesario
culto, destinados a ser contemplados. Después de todo,
revelar los procesos de construcción de sentido presentes
parte importante de las disciplinas artísticas fueron en
en nuestro entorno (como aprehendemos e incorporamos
algún momento labores técnicas que cumplían un rol
las cosas al interactuar con ellas), descubriendo así
práctico o una función social. La litografía y otras técnicas
nuevas maneras de relacionarnos con los lugares, objetos
del grabado eran utilizadas para ilustrar publicaciones
y seres vivos que nos rodean.
escritas; la escultura tenía una finalidad conmemorativa:
por medio de los monumentos se inscribía un sentido
respecto para remediar tal situación; las quejas y
público relacionado a hechos importantes de la historia
reclamos son a menudo una forma cómoda de resignarse
colectiva. La pintura fue durante gran parte de su historia
y no actuar al respecto. En éste contexto fragmentario y
una actividad cortesana destinada a representar el status
desvalido las primeras preguntas debieran ser ¿Dónde
de familias nobles, monarcas, etc. Pareciera no haber una
comenzar a hacer cultura? ¿Cómo consolidarla a largo
distinción tan marcada entre función y sentido hasta
plazo? ¿De qué modo pueden generarse las condiciones
entrada la modernidad.
propicias?
Actualmente podría distinguirse una cultura “técnica”
La ciudadanía ha delegado progresivamente ciertas
relacionada principalmente a la (re)producción masiva de
necesidades de distinto tipo a las instituciones: salud,
objetos por medio de procesos industriales, y una cultura
seguridad, soberanía, educación, vivienda, etc., bajo
“popular” que abarca labores tradicionales, manufacturas,
contratos sociales de diversa índole, mientras los
ceremonias y celebraciones, iniciativas
colectivas de
sistemas democráticos han garantizado de manera más
intercambio, etc. Pero parece ser que en Chile lo popular
o menos eficiente algunas de esas necesidades bajo la
se encuentra disperso y fragmentado bajo el peso de las
figura de un Estado benefactor. Y como la cultura no es
instituciones históricas: difícilmente puede distinguirse
una excepción a la regla, también se ha sometido a la
un germen cultural que permita emprender modelos
misma dependencia institucional. Siglos atrás la actividad
propios, autónomos y ampliamente representativos. Lo
artística era patrocinada principalmente por la aristocracia,
autóctono ha sido arrasado una y otra vez mientras se
la iglesia, la corte o la Burguesía, a mi parecer por dos
incorporan elementos prevenientes de culturas foráneas
razones de peso. La primera era porque mediante tales
que poco tienen que ver con la realidad nacional. En la
prácticas se difundían sus valores de base, promoviendo
llamada escena local abundan las críticas por la condición
una tradición de obediencia y poder que garantiza el
actual del arte nacional y la ausencia de una tradición
orden social. Lo segundo tiene que ver con el valor que
cultural consolidada, pero es muy poco lo que se hace al
la experiencia estética tenía antes de la aparición de los
mass media, particularmente la experiencia de éxtasis
El panorama de la posmodernidad dibujado ya desde
y catarsis alcanzables por medio de la contemplación.
los años 60 nos sitúa en un punto muerto: más allá de
Cuando sus capitales simbólicos y culturales ya no fueron
la multiculturalidad, el fenómeno de la globalización,
reflejados en el arte el Estado y otras organizaciones
la caída de los grandes discursos y la creciente falta de
tomaron el rol de auspiciador, lo cual supuso un cambio
sentido en la sociedad humana, parece ser que todo deja
importante en el eje de intereses y por lo tanto en las
un ánimo de conformismo y resignación. En ese contexto
formas de hacer arte. La cultura es la fuerza que mantiene
es palpable también la empobrecida capacidad de
unida a todo pueblo: sus valores los hacen sentir parte de
generar contenidos, en desmedro de la enorme cantidad
un todo, los mantiene cohesionados y les permite generar
de información que nos rodea y atraviesa. Se reproduce
sentido colectivamente. Por ello sin cultura una Sociedad
mas de lo que se crea precisamente porque la capacidad
no puede prosperar.
de percibir y pensar autónomamente ha sido mermada. en
De pronto una oleada mediático-informacional se apoderó
sistemas sociales civilizados y el predominio del
de las cosas concretas. En un encuentro internacional de
pensamiento racional nos distingue como sujetos
intelectuales en Bilbao, Alfredo Jaar afirmó que la cultura
individuales separándonos tajantemente del entorno, el
puede cambiar el mundo, citando como ejemplo la elección
cual es concebido de manera objetiva. La conciencia de
de Barack Obama como presidente de los EEUU. La idea
sujeto-objeto instrumentaliza las relaciones humanas,
de un presidente negro fue proyectada desde hace años
perfilándolas como meros coeficientes de bienestar y
en series de televisión y películas, como una suerte de
conveniencia. Así el ser humano transita por el mundo
profecía autocumplida. Semanas después un horroroso
buscando un sitio más o menos confortable, ignorando
atentado homicida tuvo lugar en un cine de Denver,
el lazo indisoluble que lo ata a la red de todo lo vivo. La
reproduciendo una escena de gangsters que aparecía
destrucción exponencial de ésta cadena vital también lo
precisamente en el trailer previo al Film proyectado.
degrada y arrastra hacia la desaparición.
Unos meses antes se reportaron “ataques Zombies” en
Somos
seres
culturales:
vivimos
organizados
diversos lugares, llevados a cabo por sujetos desnudos bajo efecto de drogas. ¿Qué tan reales son estos eventos? La frontera entre la realidad y la ficción se erosiona a toda velocidad, siendo casi imposible descubrir la materia del artificio. No podría decirse si el acto de crear se ha degradado en un mundo virtual y alienado, o si la creatividad en sí misma abandonó el campo de construcción individual para transformarse en un fenómeno colectivo-mediático de posibilidades insospechadas. Pero mas allá de su naturaleza, hoy mas que nunca se vuelve necesario poner en duda las bases del constructo al que llamamos realidad; fundar una nueva mirada libre del peso de la domesticación cultural y desarrollar un pensamiento autónomo que permita formular nuestras propias preguntas para descubrir los enigmas que se esconden bajo todas las cosas.
Javier Soto Aparicio Artista visual