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Santa Puglia

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El aroma de Ibiza

El aroma de Ibiza

por LAURA LEONELLI

en Puglia hay una casa que siempre ha estado abierta a todos. Un hogar proyectado por una pareja y sus cuatro hijos que pronto se convirtió en un refugio para otros invitados. Desde el siglo XVI –aunque sus orígenes se remontan mucho tiempo atrás–, la Masseria Torre Coccaro, un hotel de cinco estrellas en Savelletri di Fasano, cuenta la misma historia: la de una comunidad que ha encontrado la forma perfecta de estar cerca de la tierra y el mar. En otra época, los cruzados se reunían en la torre antes de emprender el viaje a Tierra Santa, encendiendo hogueras para calentarse. Más tarde se asentaron aquí campesinos de la zona, que construyeron un granero junto a esa misma torre, amén de otros edificios y muros de protección. Finalmente, hace veinte años, llegó la familia Muolo, que hoy encarna la histórica hospitalidad apulense. "Buscábamos una casa familiar y mi padre y yo fuimos a ver la masía. La atracción fue instantánea, pero no terminábamos de vernos viviendo ahí. Así que le miré y le dije: '¿y si hacemos un pequeño

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La gran piscina es un oasis de frescor entre olivares y vegetación casi tropical. En la otra página, la iglesia del siglo XVIII de la Masseria, donde todavía se celebran misas de Pascua y Navidad. Abajo, uno de los porches que reflejan el ambiente de la casa, acogedor y cálido, entre muebles antiguos y artesanía de Puglia.

LAS PLAYAS DEL ADRIÁTICO, LA ARTESANÍA Y LOS OLIVARES MARIDAN PERFECTAMENTE CON EL ENCANTO ITALIANO DE LA VIDA AL AIRE LIBRE.

Arriba, la entrada a la torre del siglo XVI, construida como guarnición militar para defender la costa. A la dcha., el comedor cuenta con una gran chimenea donde calentarse en invierno. En la otra página, una noche de magia y luces en el patio de la Masseria Torre Coccaro. Abajo, en la pared, lámpara de cerámica y toba con la flecha, el símbolo característico de los trulli. Todas las habitaciones están decoradas con obras de arte y colecciones como la de la Sala de Música. hotel?'", recuerda Rossana Muolo, responsable de comunicación y propietaria, junto a sus hermanos, de Masseria Torre Coccaro. Al final se lanzaron a la aventura y comenzaron unas obras enfocadas a la recuperación de los ambientes y materiales, tanto antiguos como locales. A las treinta habitaciones pronto se añadieron nuevos espacios –aunque al verlos una piense que siempre han estado ahí–. La luz configura la arquitectura y la diseña a lo largo del día, convirtiendo esta casa en algo muy especial. No olvidemos que estamos en Puglia, donde las playas del Adriático están a menos de un kilómetro, aunque, si te refugias en la pequeña iglesia roja junto a la torre (en la que los pescadores solían ir a rezar), podrías pensar que te encuentras en algún rincón de México o de la Polinesia, y casi puedes ver a las mujeres de los cuadros de Gauguin descansando bajo los árboles. También aquí la sombra es rosa y morada. Los días fluyen con arte en Torre Coccaro. Cada noviembre, la familia Muolo invita a personalidades como los actores Willem Dafoe o Daryl Hannah a pasar un mes de retiro artístico. "Hemos tenido el placer de acoger nombres que con el tiempo se han convertido en grandes artistas, como

Valentina Vetturi, Silvia Giambrone, Roberto Paci Dalò, Daniele González o la promesa de la performance Thomas De Falco". Este año vuelve la irlandesa Beatrice MacMahon, que creará una instalación dedicada a los olivos. Y no solo por tratarse de un árbol típico de la zona, sino porque los Muolo se han comprometido a salvar los ejemplares afectados por la bacteria xylella. "Nuestros olivos están sanos, y precisamente por eso quisimos trasplantar a nuestra tierra los ejemplares centenarios que han sufrido en otros lugares", dice Rossana. Tras el ritual doloroso y regenerador de la poda, toca esperar; tardarán en volver a crecer. Afortunadamente, en Torre Coccaro hay un clima cálido y fragante, tan fresco como el pan, como la pasta hecha en casa, como las verduras recogidas del jardín, como la brisa del anochecer. Solo es

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