La Edición del Archivo

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Personal EDITORA EJECUTIVA Ellie Borst JEFA DE REDACCIÓN Itzia Crespo GERENTES DE EDICIÓN Sam Ellefson Kiera Riley EDITORA DE DISEÑO Rubyanne Moley ESCRITORES Anusha Natarajan Joycelyn Cabrera Aidan Gamiz ILUSTRADORES Bronson Soza Nick Devor FOTÓGRAFOS Kevin Hurley Hyeon Jung Yun EDITORA DE COPIA Brenda Munoz Murguia TRADUCTORA Yamileth Cabrera PORTADA POR NICK DEVOR

Contenido

Letra de la editora

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A ser de Tejas

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Las colecciones de archivos de ASU destacan historias latinas y chicanas

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El idioma de pertenencia

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El mundo entero

En esta edición, la final del semestre, encontrarán historias sobre lo que significa preservar archivos en la comunidad hispana de ASU y como una familia tejana pasa sus historias de generación en generación. Encontrarán un perfil sobre una profesora que lucha por historias de lugar y conocimiento. Cada reportaje contiene todo un mundo, lo cual, para algunos, era solamente un callejón sin salida

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Reportaje

A ser de Tejas: La cultura única y las dificultades que vienen con el nombre Tejano Hay generaciones de Tejanos que nunca cruzan una frontera - la cual se ha movido por años y años, y que todavía impacta a mi familia hoy por Joycelyn Cabrera Ilustraciones por Bronson Soza

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esús se secó el sudor de la frente mientras pateaba su caballo robado. Es el año 1905 y están a punto de cruzar el Río Grande. Los bandidos que dejó atrás probablemente ya se están dando cuenta de que algo anda mal, pero él está horas por delante de ellos, y una vez que cruce el río, nunca lo encontrarán. Tomó aire, sintió que el caballo debajo de él se tensaba, y en un momento de verdad, un último salto de fe, escuchó el rugido del río detrás de ellos. La seguridad. Jesús creció en un pueblo en algún lugar de Tamaulipas, México. Disminuyendo la velocidad, mirando hacia atrás a la vida que dejó, le indicó a su caballo que siguiera ad-

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elante. A los quince años, tenía el resto de su vida por delante. En 1905, mi bisabuelo fundó un rancho en lo que hoy se considera Beeville, Texas. Se reunió con el ranchero que accedió a albergar y dejarlo trabajar para su cena, a cambio del caballo. Más tarde, Jesús se casaría con la hija del ranchero, se mudaría a Brownsville y formaría una familia. Se esforzaron por lograr el Sueño Americano y al mismo tiempo se mantendrían en contacto con sus raíces. Jesús vivió hasta los 101 años. Ahora, olvídate de Jesús. Hablemos del ranchero, mi tatarabuelo. Este rancho estaba bien establecido y había pertenecido a la familia durante al

menos una generación. Mi tatarabuelo lo heredó de su padre, lo que sitúa a la estancia en su punto más joven, con 115 años. Este hombre, y su familia entera, nunca se fueron de ese lugar hasta donde sabemos hoy. Esto significa que nunca cruzó ninguna frontera, a diferencia de Jesus. Para mis ancestros rancheros, la frontera se movía alrededor de ellos. Siempre eran Tejanos. Los Tejanos son descendientes de los Españoles y los Mexicanos, una gente que siempre anduvieron en la misma área de NorteAmérica por generaciones. Desde Mexicanos Nativos, hasta los orgullosos Tejanos, hasta cuidanderos de los Estados Unidos, Tejanos tienen su única subcultura debajo de la sombrilla Hispana.


Eran vaqueros, y con su ocupación vino una mezcla de música, comida y valores. Nuestra música cuenta con un acordeón en lugar de un tuba, y nuestra cantante legendaria era Selena Quintanilla en lugar del amor de Mexico, Vicente Fernandez. La comida de los Tejanos, Tex-Mex, es conocida por el uso de grandes porciones de carne y queso en comparación con las comidas típicas mexicanas, con productos de vacas el más común (barbacoa, carne asada, fajitas, etc.). La profesora Irasema Coronado es una experta en derechos humanos en la frontera de México y los Estados Unidos. Coronado es actualmente la directora y profesora de la School of Transborder Studies de asu. “Los Tejanos tienen su propia música y baile, su propia historia, cultura, y lenguaje,” dijo Coronado. “Es una cultura que es bien vieja, y enraizada en este lugar de Texas.” Ahora, poner un número definido a los Tejanos que viven en Texas es difícil, porque los Tejanos se definen como residentes de Texas, que son de ascendencia mexicana. En los datos del censo se dan muchas estadísticas de Hispanos y Latinos de Texas, pero no hay estadísticas específicamente de Tejanos. Profesor Carlos Vélez-Ibañez, corrientemente profesor de regente para la School of Transborder Studies y la School of Human Evolution and Social Change de asu, dijo que la historia del sur de Texas es complicada por las generaciones de revoluciones, el acaparamiento de tierras y innumerables grupos de inmigrantes viniendo al estado de las fronteras este y sur. Según Vélez-Ibañez, no más requiere una generación para ser Tejano. “Puedes estar seguro que Hispanos y Latinos de Texas son muy probables de ser Tejanos,” dijo. Hispanos constituyen el 83,3% de la población en el sur de Texas, según el censo poblacional estimado del estado de 2019. No todos los Tejanos se describen a sí mismos, y no todos los Tejanos saben de su ascendencia y línea generacional adjunto a Texas, debido a violencia, racismo sistémico y generaciones de conflictos y contradicciones. Pero la gente está ahí, la cultura está ahí, y las luchas todavía están ahí. Algunos de ellos no siguen en Texas, pero sus raíces

todavía son Tejano. “Hay un paquete entero cultural que viene con ser Tejano,” dijo Coronado. “No todos tienen la misma experiencia, pero es muy importante que saben que hay una cultura única y especial en el sur de Texas - su historia, su música, y su cuentos … es un lugar especial.” La primera característica que yo mire con mi familia Tejana, y en mí mismo, es orgullo implacable y terquedad por sus valores. Para mi familia, ser Tejano es una fuente de orgullo, y los Tejanos viviendo en Texas hoy, en el mismo lugar que vivieron por generaciones, siguen fortaleciendo sus identidades. Muchos Tejanos viviendo en Texas durante la década de 1800 nunca cruzaron una frontera, igual que mi tatarabuelo. En cambio, la frontera se movió alrededor de ellos con el tiempo.

Texas era parte de México hasta que Texas declaró su independencia en la década de 1830. Texas fue anexado por los Estados Unidos en 1845, una anexión que fue reconocida por México sólo después de la conclusión de la guerra mexicano-estadounidense, tres años después con el tratado de Guadalupe-Hidalgo. Y luego, en la década de 1860, Texas declaró su secesión por los Estados Unidos para unirse a la confederación. Incluso con esta línea de tiempo, la frontera texas-mexicana siempre fue complicada. “El valle siempre fue un centro de conflicto,” dijo Vélez-Ibáñez. “El sur de Texas ha sido un

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mural de conflicto.” Los dos, Coronado y Vélez-Ibáñez habló de los infame siglo 19 Vigilantes de Texas, quienes eran conocidos por su trato violento y brutal de Hispanos y Latinos en el sur de Texas. Vélez-Ibáñez relató la historia de la frontera Texas-México, o la falta de, calificándola de “insignificante” durante muchas décadas. De un río, a una línea amarilla, a una carretera, a una cerca de tela metálica, Vélez-Ibáñez dijo que casi no había diferencia entre lugares como Nogales, Arizona y Nogales, Sonora. En el sur de Texas, las diferencias fueron

tatarabuelo, el ranchero que lo acogió, dijera que era de Texas. La estricta seguridad fronteriza a la que los estadounidenses están acostumbrados en el presente es considerablemente nueva. Ahora, cuando la gente pregunta a los miembros de mi familia de dónde somos, surge la siguiente conversación: “¿De dónde eres?” “Texas.” “No, pero, de donde es tu familia?” “Texas.” “Pero antes de Texas?” “Somos de Texas.” Desde que tengo memoria, he escuchado historias de mi familia. Desde mi tatarabue-

varonil". Uno de los mayores reveses de la cultura machista es el desánimo de los hombres a sentir sus propias emociones o buscar ayuda para problemas de salud mental y física. Su suerte siguió cayendo. De repente, mi familia se encontró viviendo en los proyectos, y la mía no es la única. Remontándose a principios del siglo 19, Coronado dijo que los anglos en el área pudieron aprovecharse de los mexicanos con impuestos a la propiedad y nuevas prácticas comerciales que sin saberlo les impusieron, lo que les hizo

aún menores. Además, la Patrulla Fronteriza, tal como la conocemos hoy, se estableció recién a principios de la década de 1920 como resultado de la Ley de Inmigración de 1917, la segunda ley después de la Ley de Exclusión de Chinos de 1882 para restringir el ingreso de inmigrantes a los Estados Unidos a lo largo de la frontera con México. La ley de 1882 fue la primera vez que un tipo de inmigrante estadounidense fue considerado “ilegal”. En última instancia, no era inusual que Jesús cruzara al país de la forma en que lo hizo, y era aún más común que hombres como mi

lo siempre estando aquí, mi bisabuelo creando una vida en Brownsville, hasta mi abuelo sirviendo en Vietnam y ganando un Corazón Púrpura. Mi familia ha sido parte de la historia de este país desde muy posiblemente el principio. Y, sin embargo, mi familia ha luchado hasta el día de hoy. Después de regresar de Vietnam, Jesus Jr. no pudo obtener asistencia para su trastorno de estrés postraumático, dada la falta de un VA en el sur de Texas hasta 2009. El machismo que acompañó a los Tejanos tampoco lo ayudó a ser diagnosticado. La cultura machista es un patrón entre los hombres hispanos y latinos que exhiben una masculinidad exagerada, a menudo enorgulleciéndose del ideal obsoleto de "ser

perder inversiones. “Comenzaron a perder ranchos y activos y recursos que tenían, y luego nos convertimos en una clase baja”, dijo Coronado. Hoy, la opresión sistémica en la región se remonta a las raíces de una población en constante conflicto. “Bajos ingresos, sin seguro médico, muy pocos recursos, muy pocas instituciones de educación superior, por lo que las oportunidades de movilidad ascendente son limitadas”, dijo Coronado. Miles de Tejanos experimentan una lucha particular en los Estados Unidos, con prejuicios, patriotismo, machismo, orgullo y una


obstinación implacable. Los Tejanos han enfrentado desafíos para alcanzar el Sueño Americano, aunque muchos de ellos han sido estadounidenses durante generaciones. “Nosotros los llamamos “projects” porque son viviendas gubernamentales. Pero son literalmente un proyecto de vivienda, un proyecto para mantener alejadas a las personas de bajos ingresos”, dijo una vez mi papa. “Cuando vivía allí, todo mi día lo consumía pensando: ‘¿Cómo salgo de aquí?’”. Aproximadamente 23% de los residentes hispanos de Tex-

as viven por debajo del umbral de la pobreza, y los residentes hispanos representan aproximadamente 38,2% de la población del estado. Los condados que cubren el sur de Texas se encuentran entre los condados más pobres del estado, con una alta población hispana. “Cualquier oportunidad de movilidad ascendente es limitada porque tienes que irte de donde eres si vas a obtener un título o alguna forma de experiencia educativa superior”, dijo Coronado. “No transmites la riqueza generacional porque no la tienes”. Pero salir de la pobreza no ayudó a mi papá a evitar los prejuicios. Más de una vez, llegaba a casa exhausto del trabajo, hablando por teléfono con un amigo o colega, desahogándome sobre cómo escuchó la temida frase ese día, “Oh, aunque tú no. No eres como ellos.” Está muy lejos de "Vuelve a tu país", pero sigue lleno de odio. Somos mexicanos, somos Tejanos y este es nuestro país. Nosotros, junto con una multitud desconocida de Tejanos, siempre hemos estado aquí. “México nunca se fue”, dijo Vélez-Ibáñez. “Simplemente empezó a hablar inglés”.

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Reportaje

Las colecciones de archivos de ASU destacan historias latinas y chicanas ASU ha estado tomando medidas para mostrar voces históricamente marginadas de las comunidades de Latinos y Chicanos por Anusha Natarajan Ilustraciones por Bronson Soza

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uando Seonaid Valiant, curador de estudios Latinoamericanos de asu Library, comenzó en asu, la colección solo tenía un manuscrito. Ahora, hay libros sobre magia, biología, arte, política, esclavitud y dictaduras con idiomas que abarcan el español, el portugués y las lenguas indígenas, como el guaraní. asu Library ha creado colecciones sobre la historia de Latinoamérica y las historias orales de los inmigrantes latinos que viven en los Estados Unidos. El resultado es un retrato dinámico y conmovedor de la comunidad hispana. Las colecciones sirven como una manera de mostrar y celebrar las contribuciones de las generaciones pasadas y de ver la historia de estas comunidades. La colección Latinoamericana combina historias pasadas e historias modernas para que la comunidad de asu más grande aprenda sobre Latinoamerica, España y Portugal. Los archivos reflejan una audiencia en auge a medida que la comunidad hispana de

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asu continúa creciendo. Desde el otoño de 2016 hasta el otoño de 2020, la inscripción de hispanos en asu para estudiantes tanto en el campus como en línea ha aumentado en un 51%. Mientras Valiant dijo que la colección provee recursos para que la facultad de asu y los estudiantes lleven a cabo investigaciones, la colección también está destinada a servir a la comunidad más grande de Phoenix para aprender más sobre las muchas experiencias vividas de comunidades en Latinoamérica. La culminación de las obras a menudo requiere viajes. A menudo recupera los materiales en persona, asistiendo a ferias del libro en Latinoamérica para conocer a los autores. "Si no hacemos ese esfuerzo para adquirir esos materiales, entonces no estamos permitiendo que la gente nos cuente sus historias de primera mano. Y luego no tenemos ninguna información real", dijo Valiant. Valiant recientemente adquirió los papeles de crianza de David William para la colección. Foster, que falleció en junio de 2020,

fue profesor en la Escuela de Letras y Culturas Internacionales y desempeñó un papel importante en la construcción de los programas de español y portugués de la escuela. "Fue uno de los primeros profesores en comenzar a enseñar sobre género, en comenzar a enseñar sobre temas de lesbianas y gays", dijo Valiant. Durante su mandato en asu, Foster enseñó clases y escribió extensamente sobre la teoría lgbtq+, las artes y los estudios de género. Algunas de sus obras están incluidas en la colección, como Lesbigay Publishing en España y Gay Caballeros y otros Nobles Héroes. Zaellotius Wilson, un estudiante de doctorado que estudia diseño, entornos y artes, utilizó la colección para estudiar arte brasileño y más tarde asumió un papel en la catalogación de la colección de arte. El semestre pasado, Wilson también desempeñó un papel clave en la creación de un folleto en la exhibición de Shoebring Productions para honrar al difunto David


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"Puedes tocarlo, y eso es algo que la mayoría de la gente olvida", agregó. "Puedes volver a la historia". – Zaellotius Wilson

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William Foster. La exposición muestra libros de artistas y grabados en madera para contar historias sobre la vida del Brasil moderno. Anatomía, uno de los libros que se muestran en la colección, cubre la anatomía humana. El artista creó folletos que suturaron nombres en sus páginas antes de ser cubiertos con polvo rojo parecido a la sangre, dijo Wilson. "Puedes tocarlo, y eso es algo que la mayoría de la gente olvida", agregó. "Puedes volver a la historia". Czarina Lagarda López, estudiante de doctorado que estudia español, dijo que la colección ayudó a estudiar inmigración europea a Latinoamérica durante el siglo 19th, como la migración italiana a Argentina. El tema llega a casa para Lagarda López, nativa

de Hermosillo, Sonora, México. La fotografía ayudó a los inmigrantes a comunicarse con sus familias en Europa en ese momento, dijo. "Querían decir que eran buenos, que eran ricos". Detalló su conexión personal con el estudio de estas colecciones; siendo mexicana, Lagarda López y su familia experimentaron el racismo y el colorismo de primera mano. Con su conexión personal con los archivos, Lagarda López destaca el surgimiento y evolución del racismo en Latinoamérica y cómo contribuye a las experiencias vividas de las diferentes comunidades de la región. Hay otras colecciones importantes que destacan la historia latina e hispana, que incluyen Chicano/a Research Collection y los Community-Driven Archives Initiative.

La Chicano/a Research Collection fue establecida por primera vez en 1970 por Christine Marin para preservar y proteger la historia de los latinos en Arizona y el suroeste americano, dijo Nancy Godoy, una archivista asociada de la colección y líder de la Community-Driven Archives Initiative. La colección contiene materiales que datan de finales de 1800s. Marin, ex estudiante de historia en asu, vio que no había cursos que enseñaran historia local chicana o latina en ese momento. Godoy dijo que Marin también trabajó en la Hayden Library que la obligó a iniciar una colección de recursos primarios que documentan la historia de la comunidad local. “Ella iría a una protesta y sacaría un vo-

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lante de la pared. Ella recolectaba entrevistas orales de historia con la gente y trabajaría con las organizaciones locales para donar sus archivos, ya sea las actas de la reunión o las agendas o correspondencia”, dijo Godoy. “Lo hizo durante 40 años.” Marin se retiró en 2010, y la misión de Godoy desde entonces ha sido continuar el legado de Marin a lo largo de su tiempo en asu. Cuando Godoy comenzó en 2012, una encuesta estatal salió para entender cómo las comunidades marginadas han sido representadas en los archivos. Los resultados muestran que las comunidades subrepresentadas constituyen más del 42% de la población de Arizona, pero sólo estuvieron representadas en el 0-2% de los archivos conocidos en el estado. “El 98% de las colecciones en los repositorios de archivos locales representan a Arizona blanca, por lo que hay una gran discrepancia y enormes brechas en la memoria de Arizona”, dijo Godoy, “verdaderamente no tendríamos historia latina documentada si no fuera por el Dr. Marin”. Chicano/a Research Collection incluye documentos de las Familias Franco y Francesa, fotografías de Los Mineros y registros Chicanos por La Causa, a los que también se puede acceder en línea. asu es una de las primeras instituciones en proporcionar materiales y guías de archivo de traducciones en inglés y español para acompañar los archivos. Godoy dijo que uno de los temas cubier-

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"Gran parte del trabajo que estamos tratando de hacer es simplemente mostrarle a la gente que 'oye, estás haciendo algo muy increíble. No te olvides de guardar algunos volantes'". – Nancy Godoy tos en la colección incluye la relación de Arizona con los trabajadores mexicanos. "Arizona fue uno de los primeros estados en tratar de sindicalizar a las personas indocumentadas, los hispanohablantes y los trabajadores latinos mexicanos que nacieron aquí en los Estados Unidos", dijo Godoy. También hay archivos sobre familias latinas estadounidenses y mexicanas que residían en Arizona antes de que se convirtiera en un estado. Las colecciones de archivos son "historia en ciernes", dijo Godoy. "Los miembros de la comunidad podrían estar haciendo algo, protestando por algo. Eso es historia viva". Godoy también lidera los Community-Driven Archives Initiative, que se originaron en 2017. Posee colecciones de archivo en varias comunidades de color y comunidades subrepresentadas, como la comunidad lgbtq en Arizona. Godoy quería comenzar esta colección para representar voces no escuchadas en la comunidad de Arizona. La colección de archivos no solo ofrece la oportunidad de aprender sobre las experiencias de las comunidades marginadas en Arizona, sino que también tiene experiencia práctica en el aprendizaje de cómo preservar los archivos.

"Gran parte de lo que estamos tratando de hacer es simplemente mostrarle a la gente que 'oye, estás haciendo algo muy increíble'", dijo Godoy. "'No te olvides de guardar algunos volantes'". El auge de la tecnología también ha hecho que sea más accesible y más fácil recuperar y ver los archivos y colecciones. Lagarda López dijo que la tecnología ha acercado los archivos a la gente. "La gente solo piensa en los archivos como una habitación llena de cajas con documentación, ¿verdad? Pero ahora los lugares de los archivos son diferentes", dijo Lagarda López. asu ha estado a la vanguardia del avance de la cultura e historia hispana y latina a través de estas diferentes colecciones de archivo. El 31,7% de la población de Arizona se identifica como hispana, lo que la hace cada vez más crucial para compartir las voces de la comunidad latina. Godoy enfatiza el poder que tienen los archivos para educar al público sobre los desafíos que las comunidades subrepresentadas enfrentaron en el pasado y continúan enfrentando en el presente. "La falta de archivos y la falta de memoria colectiva realmente lleva a que las comunidades se deshumanicen", dijo Godoy.


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Artículo de Fondo

pertenenci

El idioma de 13


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Vanessa Fonseca-Chávez refleja sobre su vida, trabajo y un proyecto que destaca el tesoro de experiencias dentro de la diáspora de Nuevo México por Sam Ellefson Fotos por Millicent Rogers Museum, Taos, NM Retrados por Kevin Hurley

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uando Vanessa Fonseca-Chávez tomó su primer trabajo de enseñanza en University of Wyoming en el 2013, un encuentro inesperado impulsó un proyecto dedicado a documentar historias familiares a través de entrevistas grabadas que crecería en los años por venir. “Me encontré con una mujer en la ferretería ace en Laramie, Wyoming, que se parecía a mi tía, como si pudiera ser mi tía”, recordó. “Me encontré con esta mujer y ella mencionó que era de Nuevo México, y luego comencé a preguntarme cuántas otras personas en Wyoming son de Nuevo México . Y hay un montón”. Profesora asociada de inglés y decana asociada de diversidad, equidad e inclusión, el trabajo académico de Fonseca-Chávez está moldeado por su propia vida y deseo de construir una comunidad en espacios históricamente inaccesibles para las identidades marginadas. A mediados del siglo 19, una franja de pastores de ovejas de Nuevo México se mudó a Wyoming. Fonseca-Chávez compiló listas de expatriados de Nuevo México que conoció en Laramie antes de conectarse con Levi Romero, el Poeta de Nuevo México Laureate de 2020. En el 2007, Romero realizó una serie de entrevistas con gente de Nuevo México que habían emigrado a Wyoming. Cuando Fon-

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seca-Chávez indagó sobre el estado de su proyecto y lo instó a “retomarlo”. En el 2015, Fonseca-Chávez y Romero se convirtieron en codirectores del proyecto Following the Manito Trail. Con el tiempo, otros investigadores se unieron al proyecto, y Romero y la académica Trisha Venisa-Alicia Ramírez de University of Nuevo México-Taos lo expandieron al amado estado natal de Fonseca-Chávez. El proyecto mostró a Fonseca-Chávez y sus colegas que la diáspora de Nuevo México es omnipresente. Manito se deriva de las palabras españolas hermano y hermana y tiende a ser un término cariñoso en el centro y el norte de Nuevo México. El español como idioma de género y la presencia de otra terminología comunitaria complica el uso del término. “Creo que realmente tiene la intención de encarnar un tipo de migración y cultura más que un conjunto particular de personas que se identifican con ese término”, dijo Fonseca-Chávez. Otros ven manito como un término despectivo que la gente blanca usarían como arma contra los trabajadores hispanos. La complejidad del término presenta nuevas preguntas y conversaciones para que Fonseca-Chávez y sus compañeros consideren mientras continúan su trabajo en el proyecto. “Hay todos estos bolsillos diferentes, y seguimos aprendiendo más y más sobre ellos”, dijo sobre las familias de Nuevo México repartidas por todo el país. El proyecto ha tenido numerosas exhibiciones en galerías a lo largo de los años, con depósitos de archivo para el proyecto esparcidos por instituciones en varios estados. El 26 de marzo, el proyecto tuvo una exhibición inaugural en el Millicent Rogers Museum en Taos, Nuevo México. Fonseca-Chávez dijo que un objetivo parcial de esta exhibición reciente era “perturbar la blancura de ese museo”. Las familias hispanas del pueblo del desierto alto rara vez se veían reflejadas en los espacios de los museos. “Es como Sedona, pero en Nuevo México”, dijo. “Mucha gente blanca, mucha arte blanca… Hay mucha cultura hispana y cultura indígena que se coloca en los museos, pero principalmente con fines de obser-

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vación turística”. Nueve familias del condado de Taos se exhibieron en la exhibición. Mathew Sandoval, profesor titular de Barrett, fue incluido en la exhibición junto a su familia. Se mudaron del condado de Taos a McGill, Nevada, para convertirse en pastores de ovejas antes de trabajar en la minería del cobre. Fonseca-Chávez recordó que Sandoval trajo el rifle de su abuelo para incorporarlo a la parte de la exhibición de su familia. Otros miembros de la familia hicieron Facetime con sus parientes, moviendo sus teléfonos por la exhibición. “Podías escuchar sollozos, podías escuchar a la gente decir: ‘Oh, Dios mío, no puedo creer que abuelo está en la pared'”, dijo. “Veías a mamá y papá parados junto a su hija y simplemente se abrazaban, leyendo sus historias en la pared”. Un amado estado natal

Fonseca-Chávez se sienta en su oficina ubicada en el corazón del campus politécnico, las paredes adornadas con proyectos de arte de los estudiantes. Lomos de libros coloridos se elevan sobre su escritorio mientras habla de su pasado, su trabajo y su comunidad. El camino que ha atravesado para llegar a donde está hoy ha sido largo y sinuoso, pero sus raíces continúan informando su trabajo todos los días. Al crecer en la comunidad rural de Grants, Nuevo México, en la parte noroeste del estado, Fonseca-Chávez recuerda cómo su futuro académico se parecía opaco. “Es un pueblo con muchas industrias extractivas ecologistas: prisiones, minería de carbón, minería de uranio”, dijo Fonseca-Chávez. Estos tipos limitados de oportunidades de empleo son “difíciles de manejar para las comunidades pequeñas”. Mientras estos trabajos eran algunas de las únicas fuentes de empleo para los residentes de pueblos pequeños, dijo que “van y vienen con el tiempo”. Fonseca-Chávez no creció en una familia a la que le gustaba leerles a sus hijos, por lo que su pasión por la literatura nunca fue clara para ella mientras crecía.

Se matriculó en University of Nuevo México para sus años de pregrado, inicialmente con la esperanza de convertirse en farmacéutica porque un compañero de la escuela secundaria le dijo que era una buena carrera para las mujeres que querían familias. La estabilidad era un punto de importancia para ella. En su segundo año de universidad, quedó embarazada a los 19 años. “No dejé de ir a la escuela, pero definitivamente me dio una perspectiva diferente de por qué necesitaba hacer algo mejor”, dijo. Fue durante este tiempo que comenzó a reconocer su pasión por los cursos de español y inglés. Fonseca-Chávez cambió su especialización a español con una especialización en administración de empresas. Recordó haber querido dedicarse a las relaciones humanas “porque me gustaba mucho la idea de contratar y despedir gente”. Luego, “algunos encuentros y situaciones casuales me llevaron a solicitar un programa de maestría en estudios del suroeste hispano”, dijo. Acababa de tomar un curso sobre el Camino Real, una ruta comercial histórica que serpenteaba a través de México y se detenía en Santa Fe, Nuevo México, y era la primera vez que estaba rodeada de compañeros que provenían de Nuevo México y tenían intereses similares. “Finalmente encontré una comunidad con la que me relacionaba y que me abrió los ojos en términos de quién quería ser y qué quería hacer con mi vida”. Cuando su hijo tenía cinco años, ella comenzó un programa doctorado de estudios culturales españoles en asu. “Él estaba comenzando su viaje escolar, yo estaba comenzando mi viaje doctorado”, dijo. Viajaba entre Tempe y Albuquerque, Nuevo México cada dos fines de semana y tenía llamadas telefónicas nocturnas con su hijo todo el tiempo. Con un “amor intransigente por Nuevo México”, dijo que nunca quiso dejar el estado. “Sabía que yo era mamá y que era una buena mamá, pero también tenía este otro lado de mí que realmente quería explorar”. Sus experiencias estudiando en asu influyeron parcialmente en cómo aborda su trabajo ahora. Las “tendencias de género dentro de las co-


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munidades chicanas” se replicaron en algunas estructuras familiares íntimas, incluida la de Fonseca-Chávez. Ella dijo que "recibió muchas críticas" al principio por dejar a su hijo en otro estado para buscar oportunidades económicas, lo cual fue impulsado por crecer sin mucho dinero. “No quería que ese tipo de pobreza generacional continuara en mi familia. Quiero decir, estábamos bien. Nunca estuvimos sin hogar”. En el fondo de su mente estaba la idea de que estaba mejorando su propia educación para su hijo. Parte de obtener su Ph.D. era explorar su relación con el español. Al crecer como un aprendiz de herencia, "alguien que sus abuelos hablaban español, que sus padres pueden tener diferentes niveles de dominio del español, pero nuestra generación no hablaba español", Fonseca-Chávez recuerda una desconexión en la comprensión del español pero respondiendo en inglés. “Éramos bilingües recíprocos, lo que significaba que nos hablaban español y respondíamos en inglés”, dijo. Esto crea una brecha generacional para muchas familias, ya que los abuelos y los nietos no pueden comunicarse con un idioma común. “Históricamente, eso está relacionado con los procesos de americanización”, explicó Fonseca-Chávez. “El español se convirtió en un idioma privado y el inglés se convirtió en un idioma público”.

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La generación de sus abuelos fue castigada en la escuela por hablar español, y ese trauma se lo transmitió a la generación de sus padres, “donde ellos eran muy conscientes de lo que significaba hablar español en público. “Mi viaje para obtener una licenciatura y una maestría y un doctorado en español fue realmente impulsado por mi deseo de

bro de un solo autor. “Colonial Legacies in Chicano/a Literature and Culture: Looking through the Kaleidoscope”, explora el suroeste como un paisaje colonial y “se trata de rastrear nuestros legados y herencias. “Tienes pueblos indígenos que han vivido varios períodos coloniales, y luego tienes a los chicanos que fueron parte, porque tienen este tipo de herencia de raza mixta, están vinculados a la colonización española”, dijo. Su visión de las historias culturales como caleidoscopios destila cómo nunca son estáticas. “Se supone que siempre debes seguir pensando de manera diferente sobre, ya sabes, los legados, la historia y el patrimonio, e incluso tu propia familia”, dijo. Siempre están ocurriendo reconfiguraciones de cómo vemos nuestras historias y familias, dijo. La integración de nuevas revelaciones o perspectivas en la visión que uno tiene de su herencia es fundamental para evitar caer en ideologías potencialmente dañinas. La comunidad en ASU

reconectarme con mi idioma, mi comunidad y mi cultura”, dijo. Esto se vuelve crítico en el estudio de la literatura chicana cuando surge una conversación sobre "¿Quién es un chicano real?". Su proyecto de tesis se convirtió en un li-

La literatura chicana, el enfoque académico de Fonseca-Chávez, es una recopilación de las experiencias colectivas de las personas. “Lo que a menudo ves es que las personas son realmente experimentales acerca de sus experiencias. Así que tendrás, ya sabes, ensayos personales con erudición con recetas con, cómo, dichos — todas estas cosas se fusionaron”. En la literatura occidentalizada y canon-


EL ARTE izquierdo: Frances Varos Graves,

The Good Shepherd - El Buen Pastor, 1979, tejido de colcha, lana, acrílicos derecho: Frances Varos Graves, San Pascual, 1979, tejido de colcha, lana, algodón

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izada, la literatura chicana a menudo se presenta como algo que acaba de surgir, dijo. Pero no fue así, y parte del trabajo académico de Fonseca-Chávez se preocupa por explorar el desarrollo histórico de lo que llamamos literatura chicana, que se remonta a los años 1500, 1600 y 1700. Fonseca-Chávez enseña un par de cursos básicos en la Universidad, incluyendo la literatura chicana transfronteriza y la literatura indígena, la primera de las cuales "siempre hace un altar del Día de los Muertos en el campus politécnico". Ahora, como decana asociada, dijo que está enseñando menos clases. Ella dijo que se esfuerza por crear una comunidad en todas las facetas de su trabajo. “Quiero que nuestros estudiantes marginados se sientan bienvenidos en el salón de clases. Quiero que sientan que sus voces están siendo elevadas. Los animo a menudo a hablar sobre sus propias historias porque no hay muchos lugares donde puedan hacer eso. Y no hay muchos lugares que valoren esas historias que traen a la mesa”. Ella dijo que aunque asu hace un "buen trabajo" cuando se trata de la inclusión de comunidades marginadas, algunos estudiantes han expresado que no están "siendo fundamentalmente atendidos". Fonse-

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ca-Chávez trabaja para cambiar eso. Trabajando en el campus politécnico, los cursos de Fonseca-Chávez están llenos de estudiantes que no están estudiando temas de humanidades, y constantemente busca formas de aprovechar los talentos de sus estudiantes. “La clase que estoy enseñando en este momento es literatura y cine del suroeste de Estados Unidos y estamos hablando de este concepto llamado querencia”, dijo, señalando que el título de una colección editada en la que trabajó lleva el mismo nombre. “Es esta idea de, ¿cómo sentimos un sentido de lugar o un apego al lugar, y cómo navegamos por los aspectos complicados del hogar y la comunidad y todos estos entornos diferentes en los que vivimos? Cuando pensamos en los lugares y espacios, y no me refiero solo al sentido físico, eso nos ayuda a ser más auténticos”. Parte de la colección analiza cómo y por qué uno entiende que un espacio está destinado a ellos. “Hablamos mucho sobre ¿cómo cultivamos la comunidad? ¿Cómo entendemos la comunidad y los diferentes tipos de formas en que funciona? Fonseca-Chávez, que anteriormente se desempeñó como presidenta del Faculty Women of Color Caucus, asumió su cargo actual como decana asociada de diversidad, equi-

dad e inclusión “muy al azar”. Uno de los cuatro decanos asociados de la College of Integrative Arts and Sciences, Fonseca-Chávez analiza lo que está haciendo la universidad para "mejorar el sentido de pertenencia de las personas" y "la forma en que se sienten incluidos o excluidos en las conversaciones". Fonseca-Chávez describió el estatuto de asu como una “Estrella del Norte o una aspiración”, dijo que su trabajo se preocupa por preguntarse cuál es la responsabilidad fundamental de la Universidad. Asegurarse de que la Universidad esté sirviendo adecuadamente es parte de eso. “Eso significa que estás representando resiliencia, capacidad intergeneracional, estás pensando en la reciprocidad, lo que significa que reconocemos que hay que hacer el trabajo”, dijo. La eliminación de las jerarquías intrínsecas es fundamental para su función como decana asociada, aunque reconoce que algunas estructuras están institucionalizadas en un grado severo. “Obviamente quiero cambiar el mundo, pero estoy tomando pequeños pasos”, se rió. “Quiero que todos se presenten a trabajar todos los días sintiendo que este es un lugar al que pertenecen”.


Reportero Aidan Gamiz, comparte cómo su crianza como guatemalteco estadounidense de primera generación dio formó a su visión del mundo Historia y fotos por Aidan Gamiz

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Narrativa Personal

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l mundo no era más grande que el callejón en el que vivía hasta que fui a la escuela primaria en Mesa. Antes de mi octavo cumpleaños, la economía colapsó en la crisis de vivienda de 2008. No lo sabía en ese entonces, por supuesto, pero mi madre tuvo la suerte de haberse mudado a Mesa justo antes de la quiebra. Supe desde una edad temprana que yo era diferente porque era uno de los pocos niños hispanos en mi escuela. Quería ser como los niños blancos. Busqué cualquier cosa que tuviéramos en común.

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Mi familia era solo una de las muchas familias hispanas en Mesa en ese momento. Según el censo de 2010, la población de Mesa era 26.4% hispana. Hasta pensé que era mormón porque todos los demás en la escuela lo eran. Cuando mis compañeros de clase hablaron sobre una reunión de boy scouts que tuvieron la noche anterior, me imaginé entre ellos. Comencé a notar pequeñas cosas que otros niños hicieron, como pronunciar “tortilla” incorrectamente o llamar a su abuela “grandma” en lugar de “abuelita”. Fueron a fiestas de cumpleaños donde no había una piñata.

Muchas veces me molestaba escuchar a los otros pocos niños que se parecían a mí decir palabras en español como “tía” o “tío” porque pensaba que estaban tratando de que otras personas supieran que eran hispanos. Parecía que estaban actuando para los niños blancos. Sólo tenía 6 años y me hicieron ver mi herencia como una actuación. Siempre preguntaban “¿Qué significa eso?” Lo que llevaría al otro chico a decir: “¿No se llama a su tía ‘tía’?” Y obviamente, una persona blanca no llamaría a su tía “tía”. Parecía que estaban tratando de mostrar lo diferentes que eran.


"Estoy muy contento de que mi actitud haya cambiado y empecé a notar esas cosas que me hicieron diferente a mí y a mis compañeros, porque ahora acepto esas diferencias."

Pero una vez, una nueva niña comenzó en mi escuela. Ella estaba en mi clase, pero no hablaba mucho inglés. La maestra pensó que era una buena idea emparejarla con alguien que habla español. La maestra preguntó a la clase si alguien hablaba español y se sentiría cómodo hablando con ella en español. Algunos niños blancos levantaron la mano y algo hizo clic. Me senté ahí pensando: “¿Qué demonios piensan que están haciendo? ¡Soy mexicano! Y mi español ni siquiera es tan bueno, pero no hay manera de que estos niños de Mesa que ni siquiera pronuncian tortilla correctamente puedan hablar español”. Así que levanté mi mano. Tal

vez mi maestra estaba pensando lo mismo que yo o tal vez fue mi entusiasmo lo que la llevó a elegirme. A partir de entonces, los maestros me preguntaron que le explicara las cosas en español y me sentí tan chévere. Recuerdo que uno de los niños hispanos en mi grado me hablaba español. Fue durante el recreo cuando estábamos jugando kickball. Me dijo que no le gustaba el chico que estaba lanzando y me reí. De repente me di cuenta de que podíamos comunicarnos en español para que supiera sabría lo que estábamos diciendo. Me sentí como si fuera parte de mi propio pequeño club. No necesitaba tener cosas en común con los niños blancos porque tenía cosas en común con otros niños. Estoy muy contento de que mi actitud haya cambiado y empecé a notar esas cosas que me hicieron diferente a mí y a mis compañeros, porque ahora acepto esas diferencias. La diversidad es lo que hace que los seres humanos sean tan extraordinarios y me

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encanta poder llevar la diversidad a una habitación, ya sea porque soy hispano o porque vivo en un rango tributario diferente al de otras personas. Ir a Costco y obtener "solo lo esencial" era normal en mi familia. Solo recientemente mi madre se convirtió oficialmente en clase media. En la escuela secundaria, ir a comunidades cerradas y tener que pedir a mis amigos el código de puerta era algo que nunca había experimentado. La primera vez que tuve que poner un código de puerta entré en pánico tratando de encontrar el código en mi teléfono porque me olvidé de que lo necesitaba. Incluso en mis años adolescentes, las diferencias que noté en la escuela primaria tomaron una forma diferente. Había niños que conseguían coches para sus cumpleaños cuando yo todavía llamaba al coche que mi mamá compró hace 4 años “nuevo”. El agradecimiento era su propio mano-me-abajo. Pensaría en mi abuelo que tuvo que tomar el primer trabajo que le ofrecieron cuando vino a los Estados Unidos. Nunca tomó un día libre. Debido a eso, puedo ir a la universidad y hacer que mi escritura sea publicada. También tengo una pasantía que espero me conduzca a un trabajo en el futuro. Mamá y Papá

Me encanta poder vivir la razón por la que mis abue-

los vinieron a los Estados Unidos, pero mi historia estaría incompleta sin hablar de mis padres. Creo que uno de los mayores placeres de la vida es aprender sobre una persona; dónde crecieron, cómo crecieron, dónde fueron a la escuela, cómo eran y cómo han cambiado. Trato de reconstruir mi propia calle sin salida con sus recuerdos. Por esa razón, tengo la suerte de tener a los padres que tengo, porque cada vez que me cuentan una historia de su infancia o de cuando estaban en la universidad, siento que me están dando un poco de su propia vida. Me hace sentir orgulloso no solo por lo que ambos han pasado, sino porque cuanto más sé sobre sus vidas, más fácil es contar su historia. Mi madre, por ejemplo, emigró de Guatemala con mis abuelos cuando tenía sólo cuatro años. Llegar aquí fue fácil para mi familia, pero alojarse aquí fue una historia diferente. Mi abuelo estaba en el ejército guatemalteco y era un tambor y trompetista, pero cuando vino a los Estados Unidos, encontró trabajo como un hombre de basura en San Francisco. Todo esto estaba sucediendo durante un gran cambio en la inmigración de los Estados Unidos, donde las personas de latinoamérica se estaban separando de sus países de origen. En 1960, la inmigración de los Estados Unidos estaba dominada por personas de Europa y Canadá que representaban el 84% de los inmigrantes. En 1970 ese número cayó al 68% y volvió a caer al 42% en 1980. Mis abuelos fueron parte de un aumento de la inmigración latinoamericana a los Estados Unidos con la esperanza de dar a mis padres oportunidades que de otra manera no estarían disponibles para ellos en Guatemala o México. Mis padres tuvieron la suerte de ser estudiantes universitarios de primera generación, pero ambos tuvieron que dejar de lado cuando mi madre quedó embarazada con mi her-

mano mayor. Ambos eventualmente fueron de vuelta a la escuela y completaron sus grados. Era muy especial para ambos. Mi madre pudo graduarse summa cum laude con un gpa de 3.97. Mi tía estaba tan orgullosa que lloró. De repente, todos los sacrificios que hicieron mis abuelos valieron la pena porque mi madre era graduada de la universidad. Podría conseguir un empleo en un momento en que la tasa de desempleo se disparó del 5% a finales de 2007 al 10% en 2008 gracias a la crisis de la vivienda. Ella podría ganar dinero para apoyar a sus tres hijos. Ella podría romper el ciclo de pobreza en su familia. Mi padre pudo comenzar su propio negocio gracias a los sacrificios de sus padres. Fue de un camión de comida a un restaurante que tenía una ubicación en Glendale antes de que se viera obligado a cerrar la tienda debido a la pandemia. Legado familiar

Mis padres son un ejemplo de lo que yo algún día quiero convertirme. Quiero poder aprovechar las oportunidades que me presentan mis abuelos. Quiero poder hacerlos sentirse orgullosos y continuar su legado. La gente asume que soy un estudiante universitario de primera generación y siento que eso es casi insultar a mis padres. Mi situación casi puede ser un arma de doble filo a veces, especialmente cuando menciono que mis padres tuvieron que abandonar la universidad. Pudieron volver a la escuela y encontrar el éxito más allá de eso. Me inspiran todos los días no solo a hacer lo que hicieron, sino a hacerlo mejor, al tiempo que reconocen a mis abuelos que lo hicieron todo posible. Voy a la universidad, obteniendo una educación superior. Tengo dos trabajos. Estoy contando su historia.

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DE LA EDITORA

Comencé esta revista en español porque parecía el siguiente paso claro en la expansión de la accesibilidad dentro de State Press Magazine. El grupo demográfico "hispano/latino" de asu representa un poco más del 20% del alumnado, tanto de pregrado como de posgrado. Pero al entrar en las redacciones estudiantiles que cubren la Universidad, no vi un reflejo de esos números. Decir que este es un problema que existe en un vacío sería incorrecto. Esto es parte de una conversación más amplia que los periodistas de color están comenzando a abordar: la noción de que el periodismo estadounidense existe para reportar sobre los problemas de la clase media blanca. Este es un problema continuo que existe fuera del espacio universitario. Había leído historias de artículos en el Valle de Phoenix que estaban reportando sobre el impacto económico de la creciente población hispana, o el hecho de que esta población demográfica ahora constituye la mayoría en la ciudad de Phoenix. Pero frecuentemente se insta a los reporteros que sintetizen esta información —para organizar pulcramente las experiencias de un conjunto diverso de comunidades atadas por varios dialectos del español— e informen sobre sus efectos en la ciudad. Pero nuestra existencia no es numérica, es una parte móvil de esta máquina americana. Quería ver la documentación y la preservación de estas experiencias como un medio para nutrirlas, para proteger estos relatos de ser malinterpretados como ocurre a menudo con historias de comuni-

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dades marginadas. Necesitamos estas páginas para nosotros y para aquellos que quieren escucharnos. Así que hice espacio para ello en una publicación en la que confío con la ayuda de creativos curiosos ansiosos por escuchar y ayudar a contar estas historias. Insto a cualquiera que este en búsqueda de un espacio para sus experiencias a crear uno, a hacer pequeñas celebraciones de los bolsillos ordinarios de la vida que te rodean. Te insto a que cuentes y mantengas un registro del mundo alrededor tuyo, para encontrar las palabras que encapsulan tus experiencias y llenar los vacíos con arte donde las palabras no encajan. No me sentí equipada con los recursos y el conocimiento adecuado para abordar este proyecto en sus principios, pero nunca me faltó ayuda. Mis compañeros estuvieron a mi lado en lo que yo era pionera en esta iniciativa. Incluso mi madre se convirtió en una pseudo editora mientras yo buscaba las mejores formas de traducir significados multiculturales, pasando noches en la mesa de cena debatiendo contra las sugerencias de traducción en línea vistos en la pantalla de mi computadora portátil. Me gustaría agradecer a The State Press por confiar en mí con la expansión de la revista, al equipo de liderazgo y a los editores de la revista por trabajar doblemente para que este proyecto se hiciera realidad. A Brenda Muñoz Murguía y Yamileth Cabrera de La Prensa y al primer traductor de spm, Aidan Gamiz, quienes han mejorado nuestra sala de redacción y crecerán para nutrir a otras por igual, iluminando el futuro del periodismo. Gracias por leer esta revista y por creer en algo tan cercano a nuestros corazones. Con amor,

Itzia Crespo Editora Ejecutiva


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