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CARIOCA ENERGY It dazzles travelers with sparkling beaches, wild parks, the flavors of its cuisine and a great cultural scene. The cheerful rhythm of its people does the rest.
RIO DE JANEIRO: ENERGÍA CARIOCA DESLUMBRA AL VIAJERO CON SUS PLAYAS EFERVESCENTES, SUS PARQUES NATURALES, LOS SABORES DE SU COCINA Y UNA GRAN OFERTA CULTURAL. EL RITMO ALEGRE DE SU GENTE HACE EL RESTO.
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S u s a n a P a r e ja s
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rena y mar se funden en una especie de cordón vital de esta Cidade Maravilhosa. La vida de los cariocas transcurre allí. La playa es bar, es gimnasio, potrero, spa. Es todo. Tudo bem. Cada una con su idiosincrasia, cada una con su color, con su geografía humana particular. En la parte sur palpita la energía playera, desde Flamengo a la escondida Praia Vermelha, que se abre como un mordisco al pie del Pan de Azúcar; de Leme a la popular de arenas amarillas –y siempre concurrida– Copacabana, unida por la punta del Arpoador a las
The sand and the sea merge into a kind of vital cord of this Cidade Maravilhosa. The lives of cariocas take place here. The beach is the bar, the gym, the playground, and a spa. It’s everything. Tudo bem. Each of them with their own idiosyncrasy, each with their own color, and with their particular human geography. In the southern area of the city, beach energy is king: from Flamengo to the hidden Praia Vermelha (at the foot of the Sugar Loaf, on a bay that looks as if someone had taken a bite out of the land), from Leme to the popular, yellow-sand, always busy Copacabana, linked by the tip of the Arpoador to the white sands of Ipanema and the famous Coqueirao (the highest palm tree) in the cool Posto 9 (the ninth of the numbered lifeguard posts, distributed along the beaches); and further along, the aristocratic and family-oriented Leblon. In all of them, the cheerful and
El Cristo está en el barrio de Cosme Velho. Se puede subir en el tren del Corcovado y en temporada alta el valor del ticket es de R$68. The Christ is at the Cosme Velho neighborhood. You can go up on the Corcovado train; in the high season, the ticket costs R$ 68.
ESCALERA DE SELARÓN SELARON LADDER
COPACABANA
Copacabana es la playa más famosa de la ciudad. Sus 3 kilómetros de longitud, en forma de media luna, se extienden hasta el Fuerte de Copacabana. Se encuentra a lo largo de la avenida Atlántica, con sus famosas veredas del paseo marítimo (llamado calçadão), donde se distribuyen una gran cantidad de kioscos que ofrecen todo tipo de alimentos y bebidas.
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It’s the most famous beach in the city. It spreads over 3 kilometers (1.9 miles) in a crescent shape, and ends at the Copacabana Fort. It’s located next to the Atlantic Avenue, and across its famous promenade sidewalks (calçadao) there are many kiosks offering all kinds of food and drinks.
arenas blancas de Ipanema con el famoso Coqueirão, la palmera más alta, en la zona cool del Posto 9 (los puestos de salvavidas numerados que se distribuyen en las playas) y más allá la familiera y aristocrática Leblon. Y, por supuesto, a los cariocas, alegres y amables, se suman los turistas. En Río, si el sol bendice la ciudad, el día arranca en la playa y termina en alguno de los tantos puestitos que se desparraman por el calçadão (paseo marítimo), tomando una rica caipirinha, o agua de coco, o chope gelado: cerveza, que siempre está bien fría, por unos 5 o 7 reales. Y, lo mejor, disfrutar de la cultura playera de los brasileños, que provoca no llevar nada: con solo caminar por la costanera ya compiten las distintas barracas (los puestitos desmontables) para alquilarle a uno la sombrilla (guarda sol), la reposera (espreguiçadeira) o silla (cadeira). Si un playero las ofrece a R$10, el otro dirá 8; o 15 por las dos. Por la tarde, personal trainers organizan sus circuitos de entre-
friendly cariocas are joined by tourists. In Rio, if the sun blesses the city, the day starts at the beach and ends at one of the many posts scattered throughout the calçadao (promenade), sipping a tasty caipirinha, coconut water, or chope gelado: beer, always very cold, for 5 to 7 Brazilian real (R$). In between, the best is to enjoy the local beach culture. You don’t have to carry anything: just walk along the waterfront, and the various competing barracas (temporary stands) will race to offer their sombrillas (parasols), espreguiçadeiras (beach canvas chairs), and cadeiras (chairs) for rent. If one offers them at R$ 10, the other will say R$ 8 (or R$ 15 for two). In the afternoon, personal trainers organize their exercise circuits, and later you can see them in beach courts (which multiply in the sand) playing futevolei. It’s a kind of volleyball in which the ball is never touched with the hands: only with feet, chest and the head.
La Escalera de Selarón, en Lapa, es un homenaje que el chileno Jorge Selarón rindió a la ciudad. El artista pobló de azulejos de todo el mundo los 215 escalones más famosos de Río.
The Selaron Ladder, in Lapa, is a tribute to the city from Chilean painter and ceramist Jorge Selaron. He populated the most famous 215 steps in Rio with colorful tiles from all over the world.
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namientos, y luego se los ve jugando en las canchas, que pululan en la arena, al futevolei. Un voleibol en el que no se toca la pelota con las manos: sólo pie, pecho y cabeza. Adrenalina pura. Por las noches, los picaditos se juegan aun bajo una garúa intensa. Hay escolas de fútbol, de stand up paddle (pararse arriba de una tabla y hacer equilibrio con un remo), de surf. Más el color del desfile de los vendedores ambulantes. Bikinis, pareos, hamacas, lentes, bebidas, helados, jugos naturales, camarones, queso asado, milho (choclo), la lista es interminable, pero ante un “no, gracias”, siguen su camino, sin insistir. Bordeando este universo, delimitado por la clásica vereda negra y blanca con ondas que representa el mar en Copacabana, y formas redondeadas más geométricas en Ipanema, está la ciclovía que recorre la costa. Los domingos se cierra una mano al tránsito y el
PAN DE AZÚCAR SUGAR LOAF
El teleférico al Pan de Azúcar ofrece vistas panorámicas de las costas. Sale de Urca y cuesta R$71. En lo alto hay un parque y lugares para comer. The cable car to Sugar Loaf offers panoramic views of the coast. It leaves from Urca and costs R$ 71. At the top there is a park and spots to grab a bite.
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Pure adrenaline. At night, matches are played even under heavy drizzle. There are soccer, stand up paddleboarding, and surfing escolas (schools). And a colorful parade of street vendors: they offer bikinis, pareos (beach wraps), hammocks, sunglasses, drinks, ice cream, natural juices, shrimp, grilled cheese, milho (corn); the list is endless, but they understand a “No, Thank you,” and move on without insisting. Bordering this universe bounded by the classic black and white sidewalk with waves representing the sea in Copacabana and with rounded geometric shapes in Ipanema, is the coast bike path. On Sundays, one hand is closed to traffic and the calçadao becomes vibrant and fun. ‘Joy is Brazilian,’ the saying goes. Muito mais. This great metropolis, which last year celebrated its 450th anniversary and this 2016 will host the Olympics, is much more than a beach postcard. Beyond the most iconic tourist spots (like Christ the Redeemer at the Corcovado, the Sugar Loaf, or the Botanical Gardens, all scattered across the south), there’s plenty more to see. An overcast day is an ideal
DEPORTES EXTREMOS EXTREME SPORTS
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Los amantes de los deportes extremos tienen circuitos de escalada para llegar a la cima del Pan de Azúcar, el Morro da Urca, o el Babilonia, que separa las playas de Copacabana y Botafogo. Desde la Floresta de Tijuca se realizan vuelos de ala delta y parapente, que comienzan en la rampa de la Pedra Bonita, un pico con vistas privilegiadas.
Adventure lovers can opt for climbing circuits to reach the summit of the Sugar Loaf, through the Urca or Babilonia morros (hills), which separate the Copacabana and Botafogo beaches. From the Tijuca Forest there’s also hang-gliding and paragliding, which take off from the Pedra Bonita ramp, a peak with spectacular views.
AV I S O
MUSEO DE
ARTE MODERNO
CATEDRAL DE SAN SEBASTÁN SAN SEBASTIAN CATHEDRAL
calçadão se vuelve efervescente y alegre. Después de todo, dicen que la alegría es brasileña. Muito mais. Pero, esta gran metrópoli, que el año pasado cumplió 450 años y que en este 2016 es sede de los Juegos Olímpicos, es mucho más que una postal playera. A sus ya íconos turísticos, como el Cristo Redentor enclavado en el Corcovado, el Pan de Azúcar o el Jardín Botánico, todos desparramados por la zona sur, se suman muchos puntos para ver. Si el día amanece sin sol, es ideal alejarse por un rato de la costa y descubrir la zona del centro, donde la ciudad emerge, bulliciosa, con toda su energía carioca y su historia bicentenaria. Se puede ir en subte (R$3,70) o bien tomarse un ônibus (R$3,40). Al salir de la estación Cinelandia, uno se topa con el hermoso edificio de la Biblioteca Nacional (en plena restauración), o con el centenario Teatro Municipal, inspirado en el de la Ópera de París, con sus imponentes cúpulas verdes con detalles dorados. Bajarse en Carioca es descubrir los altos edificios de la city financiera, detrás del de Petrobras. Allí, casi como una pirámide maya, está la Catedral, y también la estación de tren desde donde parte el bondinho, el simpático tranvía amarillo que lleva al barrio de Santa Teresa.
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La Catedral de San Sebastián, llamada así en honor al patrono de la ciudad, está ubicada en el centro financiero. Su arquitectura en forma de cono, con una altura de 75 metros de altura, hace única esta construcción en cuyo interior se distribuyen cuatro coloridos vitrales. También hay un Museo de Arte Sacro. Tiene capacidad para 20.000 personas de pie.
The Metropolitan Cathedral of Saint Sebastian, named after the patron saint of the city, is located in the financial area. Its cone-shaped, 75 metershigh structure makes this building unique. Inside, it has four colorful stained glass compositions and a Museum of Sacred Art. It has capacity for 20,000 people standing.
El Museo de Arte Moderno (MAM) está en el Parque do Flamengo, levantado en los 50 por Alfonso Reidy. Además de los espacios de exposiciones, posee una completa filmoteca de películas de América Latina. Martes a viernes de 12 a 18, sábados, domingos y feriados, abre a las 11. La boletería cierra a las 17.30. Público general: R$14.
MODE R N AR T MU S E U M
The Museum of Modern Art (MAM, according to its initials in Portuguese) is at Parque do Flamengo, and was built in the 1950s by Alfonso Reidy. Apart from exhibition spaces, it has a thorough Latin American cinema film collection. It’s open Tuesdays to Fridays from midday to 6 pm, and on Saturdays, Sundays and holidays it opens earlier, at 11 am. The ticket office closes at 5.30 pm. Admission is R$ 14.
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opportunity to get away from the coast for a while and discover the downtown area, where the city emerges, loudly, with all its energy and bicentennial history. You can go by subway (R$ 3.70) or take the onibus (bus, R$ 3.40). Leaving the Cinelandia station, one encounters the beautiful National Library building (which is under restoration), or the centenary Municipal Theater, inspired by the Paris Opera with towering green domes with golden details. Getting off at Carioca station is to discover the tallest skyscrapers of the financial city, behind the Petrobras building. There, almost like a Mayan pyramid, stands the Cathedral, and the train station from where the bondinho departs (a cute yellow tram that gets you to the Santa Teresa neighborhood). It was shut down for a few years, but it reopened last August. And it’s free. It runs 11 am to 4 pm and carries 32 passengers. It passes over the Lapa Arches and goes up to Santa Teresa,
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Luego de estar cerrado unos años, desde agosto comenzó a funcionar. Y es gratis. Hace su recorrido de de 11 a 16 horas y puede llevar 32 pasajeros. Pasa por arriba de los Arcos de Lapa y sube hasta Santa Teresa, donde hay muchos atelieres de artistas, tiendas de artesanías y restós de comidas típicas. Allí también se puede visitar el Centro Cultural Parque Das Ruinas, de acceso gratuito (salvo algunos espectáculos), que abre de martes a domingos de 10 a 20. Además de recorrer su galería de exposiciones, sus terrazas ofrecen panorámicas muy bonitas de la ciudad. Después de tanto caminar se vuelve a Copacabana, a reponer fuerzas. Si se quiere comer bueno y barato, hay dos lugares tradicionales que vale la pena visitar. En el Pavão Azul, (Rua Hilário de Gouveia, 71) pedir las pataniscas de bacalao, especialidades de la casa. Y en el Galeto Sat´s (R. Barata Ribeiro, 7 – D), pequeño e informal, se come el mejor galeto (pollo joven) de Río, por R$24. Además, tiene la mejor carta de cachaças. Cuando el avión está por partir, ya se empieza a sentir saudade por esta ciudad que siempre espera con los brazos abiertos, tal como su Cristo Redentor.
¿ C ÓM O L L E G AR? HOW TO GET THERE
XX vuelos semanales desde / XX weekly flights from: Aeropuerto Internacional de Ezeiza Ministro Pistarini. I N FORM AC I ÓN Y RE SE RVAS E N INFORM ATION AND RESERVATIONS:
08 10.222(VOLAR)(86527)
aerolineas.com.ar
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Al ponerse el sol, la Praia Vermelha adquiere un tono rojizo, gracias a los cristales rojos y rosas que contiene la arena. A eso debe su nombre. At sunset, the Praia Vermelha takes on a reddish hue, thanks to the red and pink crystals in the sand. That’s the origin of its name (which means ‘red beach’) where there are many artists’ ateliers, craft shops and local food restaurants. There, you can also visit the Parque Das Ruinas Cultural Center, which is free (except for some shows). It’s open Tuesdays to Sundays from 10 am to 8 pm. On top of its exhibition gallery, it has terraces from which you can appreciate very nice views of the city. After this much walking, it’s time to go back to Copacabana to recharge batteries. If you want to eat good and cheap, there are two traditional places worth visiting. At Pavao Azul (Rua Hilario de Gouveia 71) get the pataniscas de bacalao (cod fritters): it’s the house specialty. And at Galeto Sat’s (Rua Barata Ribeiro 7-D), tiny and casual, order the best galeto (young chicken) in Rio: it’s only R$ 24. A plus: the latter also has the best cachaças menu. When the plane is about to take off, you will already begin to feel saudade (nostalgia) for this city, which is always waiting with the same open arms of its Christ the Redeemer.
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