Fazine alter | nativo número cinco

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Fa an nz ziin ne e F

o v i t a n | r n e | t l r a e a lt

PUBLICACIÓN INDEPENDIENTE

AÑO CERO | 005 | ENERO 2019 | ALEMANIA

Literatura, arte y fotografía.


F a n z in e a l t e r | n a t iv o n o . 5 2

l m" " Ma r c o z e d E d i to r : n á n A . He r Ma r c o M arcolm, arte y diseño: dez Valdés er n án Edición Colaboradores: onio H t n A o s ti l l o a Ma r c C z e h Sán c E r n es t o

Pinturas J. del Carmen González L. "Cheché"

Ilustraciones Adalberto Cuba Calderón Daniel Andrés Albán Silva

Fotografía Fidel Gómez-Sánchez Ernesto Sánchez Castillo

Difusión: Daniela Romina Steffany Serrano Rubio Adalberto Cuba Calderón Imagen de portada "Nostalgia" J. del Carmen González L. "Cheché"

Poesía Carlos Ramírez Chavarría Federico Leguizamón Miguel Mejía Segura Marco A. Hernández "Marcolm"

Efraín Retana Andrea Lagos Microcuento Franziska Schlemmer Mei Morán Microensayo Diana Leguizamón


www.winqen.com/fanzine-alter-nativo/

Aroma pag. 19; - Al son del vapor pag. 19.

Buda, pag. 8; - Munyo, pag. 10; Sein, pag. 25. Imagen pag. 15

La guerra contra el planeta tierra, pag. 7. Tulum, ciudad amurallada, pag. 29 Refugiados pag. 6; - LAS CALLES DE ABREN, pag. 9 blanco río corre por las paredes y los techos, pag. 18 sábado sábado, pag. 19 Esperanza pag. 22 déjenme a solas..., pag. 12; Me harta vivir aquí..., pag. 15; Fé de acto de presencia..., pag. 16 El canto del fuego pag. 24 Lunas -17; - poema del vacío pag. 17 La vengnza de los libros no amados pag. 26 Un lugar en las sombras pag. 10; - Vacíos llenos pag. 11 Estamos llamados a la contracultura pag. 30 3


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F a n z in e

o v i t a n | r e t l a

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Refugiados Carlos Ramírez Chavarría

Cigarra escondida en los matorrales miedo que se desvanece en cada paso valentía con huellas de esperanzas Amarradas en sandalias ensangrentadas de ocasos El frío demacrando los rostros, en ellos se dibuja la ruta de éxodos vertidos de lágrimas ríos de incertidumbre mejillas abiertas e impolutas Allá en la lejana montaña donde no está el dios, Ni la plegaria, ni la bendición. donde ni ella viene y donde nadie llegas.

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La guerra contra el planeta Tierra Fidel Gรณmez-Sรกnchez


Buda Adalberto Cuba Calderรณn

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LAS CALLES SE ABREN Carlos Ramírez Chavarría

LAS CALLES SE ABREN en medio de la lluvia separan mi dolor y develan el nuevo camino destruyen mis fantasmas resucitan mis horizontes hermosos claros de sol bañan los edificios, mojan con su fulgor mi alma confundida guardan en sus viejas paredes gritos de salvajes marineros que abrieron con sus remos nuevos mundos, construyeron en sus calles llantos, guerras, risas y reinos calles ahora pobladas por pasos de hielos. maíz, trigo y cebada donde los camellos de oriente caminan a lado de los caballos de occidente

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Un lugar en las sombras Mei Morán

A Delia le gustaba mucho morirse. Lo hacía a diario. La enterraran o no se dirigía sin pereza al Panteón Civil de Dolores en México. A veces con comitiva, acompañada de plañideras que al final casi nunca tenían ni tiempo de llorarla lo suficiente porque en lo más inesperado empezaba la fiesta. Siempre de noche, rasgando las tinieblas; antes de liarse con el jolgorio dejaban que de día, con la luz, vinieran las viudas a lamentar la pérdida de sus coroneles. Nada más llegar el crepúsculo salían los eternos de sus mausoleos, colocaban sus sillas en el umbral y con jaranas, ukeleles, viandas imperecederas y eau de vie desafiaban la ley de la gravedad de las cosas. Se abandonaban a los juegos con astrágalos, ofrecían a los que se extraviaban en el camposanto oráculos de huesos, bisutería de cuerno y uñas, talleres para hacer mezcal con alacrán. Un lunes húmedo y gris se le pasó la hora del retorno, abandonada a los placeres del más Munyo Adalberto Cuba Calderón

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allá, enzarzada en una partida de tabas. No le dio importancia y pernoctó en un caja de madera de cedro que estaba medio abierta, al lado de un ingeniero de buen ver. Decidió que, como nadie la esperaba no era necesario volver y se quedó para siempre. Así, sin notar apenas el paso a otro estado.

Vacíos llenos Mei Morán

A Olvido ya la frecuentaban desde hacía tiempo los descuidos y las omisiones. Pero tenía una manera poética de vivirlos. Confundía a menudo la laca con el ambientador. Utilizaba el aerosol con olor a frutos del bosque para fijar así los tres pelos que le quedaban; antes de poder atusarse, una nube de efluvios almibarados se desparramaban por su cuero cabelludo y se extraviaban en los rincones de la casa. Unos gnomos, escapados del bote ocupaban el sofá mientras devoraban las galletas de coco de la alacena. Otras veces cocía la sopa hasta convertirla en carbón. Los diablillos de los fuegos fatuos cercanos, acostumbrados a lo incandescente echaban chispas. La cocina: un festival de fuegos artificiales. Se dejaba abierto el grifo de la bañera durante horas. De unas cascadas suaves, que se formaban en el comedor, emergían los tritones, atraídos por el sonido mojado y chapoteaban felices en los rápidos. El agua bajaba a chorros por las escaleras del sótano. En un último despiste, perdonable, pero irreversible, abrió la ventana para dejar la leche en un estante de niebla y, de paso, encaminarse hacia el empedrado de cumulonimbos que se extendía hasta el horizonte.

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déjenme a solas Marco Antonio Hernández Valdés

déjenme a solas ha llegado la hora de mi epifánico monólogo quiero romper ventanas convocar ruidos decadentes incendios ladinos tractores estridentes y volquear mis neuronas porque amo las estridencias que revuelcan lo mustio lo albergado en mi oído pido me dejen a solas para escarbar en mi oído la mustia soledad mustia de trasplante de ojeroso día mustio ininterrumpible plausible ceremonioso momento en que me fundo en el brío de mis palabras en las del mundo en este miserable instante de la discordia y la melancolía neuronas

sienes

palpo las palabras las quiebro les platico durante horas en espera de una respuesta

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las injurio fornico y cierro su ciclo cohabito con los gusanos su reducido espacio donde detono recuerdos amurallo huesos masacro la dialéctica de los pájaros —escuchen pájaros-monos aviéntenme lejos ¡aviéntenme a las azoteas desoladas! (oh pájaros aleatorios que se instalan en su danza) lugar lleno del aire que azota a la ropa en los tendederos al mundo lo rige un orden un sistema que hace que todo parezca perfecto la misma cara que rondó ayer los basureros frente a mi casa hoy volverá a husmearlos en busca de comida o en busca de propaganda cristiana algo que promueva un mundo después de la muerte la misma rata matutina volverá a dejarnos ese mal sabor en nuestros alimentos ¿volverá a insertar ancestros del mito moribundos de la analogía féretros del jamás adioses en esta anestesiada realidad? me rasco la barba

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me rasco en busca de pulgas víctimas del desorden pero no hallo cordura ni aún cerca de los sueños pordioseros y ¡qué maravilla! a mi introspección acuden los monaguillos del descalabro los cito a contemplar el macabro dínamo de los edificios y coronamos el sacudido lomo de los puercos asediados durante la dolorosa mañana dolorosa mañana de asesinatos de puercos asediados y profanamos sus aullidos: muere puerco! ¡criatura de Dios! ¡criatura de Nadie! proferimos insultos antropomórficos para ver salir su pleno espíritu pleno porque pensamos que todo espíritu pleno habita el cuerpo del animal

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me harta vivir aquí cerca del matadero de cerdos diariamente enloquezco: alaridos alaridos ¡maldiciones eructadas! muerte redonda abrazada a sus vísceras a sus ojos vestida para acariciar su cerebro baboso lista para acomodarlos en una mesa hambre hambre hambre hambre hambre hambre por eso déjenme solo con mi monólogo atorado en mi tórax déjenme escupir el espejo hasta devorar mis insultos con la garganta

con los dedos

bendito sacrilegio simulacros… ¡escuchen! a punto está de pasar el camión de la basura

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fe de acto de presencia Yo conjuran a mi favor un gato subjetivista promotor de las corrientes que anuncian la reivindicación mediante una religión agazapada y un perro precursor de Jung que gusta interpretar mis sueños mi perro adoptó un paso chapliniano con la intención de provocar el alboroto desordenado de otros perros menos cultos sin embargo su precariedad sale a relucir en medio de suicidas adjetivos sin sentido mi perro el gato y los marranos fusionan sus alegatos al unísono para crear una sinfonía capaz de sacar de quicio a cualquier mamón que pide lo dejen a solas con su monólogo. (del libro “danzas paganas”).

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Lunas Andrea Lagos

Con la esperanza de que algo pueda cambiar Con la absurda creencia en los milagros (Porque sí Más allá de la muerte, del tiempo y de lo inmanente ¡Existen los milagros!) Con una frágil brisa que me alcanza para respirar Te espero Pero hay días como hoy Y tengo que llorarte A pesar de los milagros y nuestros rocíos y tus ojos de luna Tengo que llorarte Y no puedo separarme de ellos Pero me hacen llorar Miro en una dirección hacia el horizonte En la que probablemente no estás Y te llamo Y me repito que yo creo en los milagros

Poema del vacío Andrea Lagos

Una imagen Una que ahora solo puede Morir Una que parecía Un dulce sueño Hecho verdad Un fuerte abrazo Al vacío

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BLANCO RIO CORRE POR LAS PAREDES Y LOS TECHOS Federico Leguizamón

BLANCO RIO CORRE POR LAS PAREDES Y LOS TECHOS

Y viene el sol caballo Qué son, ¿ángeles? ¿Por qué vienen? ¿Por qué son así? Arriba arriba De debajo abajo La boca del lobo, de los poetas, del lobo norte, del lobo sur De lo que canta canta y dice la canción Esta rumbita Fidel decime, guillen, decime. Cómo son, cuáles son, tu amor escondido Cómo voy, dónde voy suena el canto y sigo Yo ya sé una canción y otra canción Repetida amigo O el techo por los techos Azules de las casas Cómo son, cuáles son los colores del ruido Si me voy, si no estoy, de la guerra al suicidio Cuando el fuego fuego negro Y en mi boca el rio sueño del rio Rio es fuego diablo y veo Otros cantos, canto alado O los cantos de amanecer Viejo canta, canta, entona y dice que la historia no leyó Tiroteando al silencio, apasionado que vio Ahora la nada Ni lo que dio . Aire y fuego aire aire Aire fuego fuego aire aire

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sábado sábado Federico Leguizamón

sábado sábado voces confusas paredes del amor canto que se pierde, cables al cielo altares de fuego en la celebración la copla de los vecinos improvisan las fuerzas los caballos cruzan y está ardiendo la voz una china mentira entre las alabanzas al telo transforma la realidad la luz y el sol entran por la ventana los autos se manifiestan se alzan clarines y fuegos artificiales bombas, cuál es? el lenguaje de esa alegría dios, cuál es dios? dios es el hombre de las amistades que hablan niki va a estar en ultramar pete va a estar en un convoy los días son cien luceros son dados vueltas y que sé yo de qué forma ni qué sé yo un cantor gesticulando por las mesas en el cine quemadas las lenguas y sus dueñas arderán arderán la ciudad limpia de espadas y de soledades soledad soledad oh mantra de la ciudad ardiendo ardiendo en qué ritmo, de qué fuego la sirena choca con los bloques una piña dada en el más vil de los equipos 19


otro libro más que te puede sacar del piso otro día más y van otro día más y son trece trece siete y once once doce uno dos me duelen los pies de no haberte conocido me salgo otra vez para ver de durar más silente la belleza se me viene por la espalda estoy pensando mucho no me puedo aguantar el frio en guatemala es tan lejano que veo los días pasar y que ya no te veo más me estoy perdiendo un gran amor en estos días sin vos y quiero cantar para los desterrados a los que yo saludo con mucha devoción virgencita sagrada camino de killcana virgencita sabrosa no digas que fui yo show en croacia show en rumani por la playa del xibi xibi la lavandera se mea celeste el cielo se seca por la ramirez te deja ya desojé mi rosario y brilla el alma en esas calles frio en la noche y al sol

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Aroma José del Carmen González "Cheché"

Al son del vapor J. del Carmen González "Cheché"

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Esperanza Miguel Mejía Segura

Esperanza Le pusieron marcos de cadenas. Le extirparon los tumores sin dejar sanar las cicatrices que tornaron a gangrena. Le versaron maliciosas maldades encontradas, le acusaron de odio odiándola. Le sirvieron un té de cicuta con pastitas de almendras amargas. Se le obligó a tragar aceite de ricino que le hizo excretar hasta el silencio. Le despojaron de sus despojos. Fue clavada en un madero, para dar un oficioso servicio a las risas de la ignorancia. A su agonía se le prendió fuego y ni los troncos crujían al ocaso del día. Se le cantó su réquiem sin sus voces sinfónicas. Ella no pudo ni decir adiós, ocultada por las columnas de oscuras de cenizas. El ininteligible murmullo asistente, se marchó hacia los sótanos babilónicos del ego. Cada uno al suyo. A los tres días, una niña, la encontró casi calcinada, con los ojos entreabiertos, y la boca buscando el aire 22


con los brazos apuntando al cielo, y en cada mano el mismo texto. Esperanza trepó y tomó un pergamino: “La poesía nace para ofrecer armadura y cobijo contra el ruido, y sosiego contra el miedo. La poesía es verbo que suena a nota musical entrelazada en un infinigrama por jilgueros. La poesía da alzas al al sustantivo que no crece, La poesía nace en un alma, como una pequeña lasca luminiscente, y que en otras se acuna, crece y se propaga eternamente. La poesía eres tú, una Esperanza. Tómala como un regalo.” Con amor “La libertad de Expresión”

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El canto del fuego Efraín Retana

yo que he visto en mi vientre forjarse la vida y luego, entre mis venas de fuego fundirse al sol la muerte. Yo… íntima esencia de las cosas, prístina luz que en tu ventana vierte, color de sangre y de rosas, ardor de astros ardientes. Yo que he marcado el paso mismo de los tiempos y he visto surgir al hombre de entre cenizas y ascuas. Y he visto en los montes tus manos de hierro, de la fértil tierra rasgar sus entrañas, y beber a grandes sorbos y a carcajadas luego la sabia que nutre las viejas montanas. Yo que te he dado el fuego y la inmensa hoguera en que crepitan tus sabios. Escucha la voz que en mis retumbos suena , y la ardiente palabra que surge de mis labios.

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Recoge tu cántaro viejo, llévalo a tu espalda y anda… y llénalo de aguas vivas, esas que de noche cantan! Y nutre la tierra seca y entres sus largas grietas, planta. Para que la vida alargue y te nutra y se expanda!

Sein Adalberto Cuba Calderón

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La venganza de los libros no amados Franziska Schlemmer

En la vieja biblioteca un manto de polvo, tenue como blonda, se había posado sobre los libros en las estanterías, sobre el sillón de orejas bien usado, sobre la lámpara para lectura, la mesa auxiliar: sobre todo. El anciano caballero, quien había estado achacoso desde hace mucho tiempo, se enfermó y durante todo el año pasado, no pudo visitar sus amados libros. Antes disfrutaba seleccionando uno de sus libros preferidos, sentándose en su sillón de orejas y leyendo un pasaje interesante mientras tomaba un vaso de vino. Después devolvía el libro con esmero en su lugar. Aquí el libro se acomodaba y charlaba con sus vecinos. Todos los libros sabían su propio sitio y tenían amistades cercanas con sus allegados. El caballero murió la noche pasada y ahora se esperaba al joven heredero. Los libros se alegraban de antemano de compartir sus conocimientos y su sabiduría otra vez con un ser humano. -¿Quién piensas que será nuestro nuevo dueño? - preguntó un tomo de Bill Bryson. -No lo sé, pero espero que sea la nieta de Don Carlos, es una verdadera devora-libros. Ha leído mis seiscientas páginas en un día - respondió una novela de J. K. Rowling. De repente la biblioteca fue iluminada por una luz brillante, un hombre joven se pavoneó en la habitación seguido del humo de un habano carísimo. Los libros empezaron a toser. - ¡Que tumba más desoladora!- dijo el heredero. -Voy a convertir este cuchitril en una oficina elegante. Se dice que los libros son valiosos, pues los dejaré para impresionar a mis socios comerciales. Pero es imprescindible sacar la basura restante. -Vaya, no es un devora-libros –pensaron los libros tristemente. Los obreros entraron en la biblioteca, sacaron los libros de las estanterías y los echaron sin menor cuidado en cajas. Las estanterías y el revestimiento de madera fueron derribados de las paredes, las cortinas arrastradas de las barras y junto con el sillón, la lámpara y la mesa, ex26


pulsados de la biblioteca. Los pintores vinieron para pintar las paredes de color blanco deslumbrante, nuevas estanterías carísimas fueron levantadas, cortinas doradas enmarcaron las ventanas y un escritorio fanfarrón rodeado de lujosos sillones de cuero ocupó el centro de la antigua biblioteca. Los libros fueron repartidos en las estanterías sin orden ni concierto. Eran muy infelices, algunos fueron dañados, muchos habían perdido a sus amigos y todos odiaron el olor de las nuevas estanterías. El joven negociante entró en su nueva oficina, admiró su maravilloso escritorio y acarició con afecto su nuevo sillón de cuero. -No me gusta cómo están colocados los libros, voy a ordenarlos por orden alfabético- comentó el heredero. Pasó la tarde organizando los libros según el orden alfabético de los títulos. Después de marcharse los libros intercambiaron conocimientos con sus vecinos pero las conversaciones eran muy formales. A la mañana siguiente el hombre de negocios volvió, pero el orden de los libros todavía no le convencía, entonces se puso a colocarlos según el orden alfabético del autor. Los libros empezaron a refunfuñar, pero el hombre no los entendió. Se respaldó en su confortable sillón detrás de su ostentoso escritorio y se encargó de sus negocios. Los libros pasaron una noche intranquila. Algunos trataron de entablar en una conversación con sus vecinos, pero por un lado se mostraron problemas lingüísticos, por ejemplo el libro alemán no entendió a sus vecinos ingleses, franceses o españoles, por otro lado se relevaron también problemas de temática, por ejemplo el libreto de Gauss quería discutir fórmulas matemáticas mientras su vecino quería narrar el descubrimiento de las Islas Galápagos. Cuando el comerciante pisó la biblioteca la mañana siguiente no le apeteció que los colores de algunos libros no armonizaran, entonces los reorganizó antes de ganar más dinero. Los libros se quejaron fuertemente, pero el hombre no les escuchó. Otra vez el negociante ingresó en su magnífica oficina y esta vez le molestó que libros de tamaños diferentes estuvieran uno al lado de otro. Empezó organizarlos según su tamaño.

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Sin embargo, los libros estaban hasta la coronilla de tantas alteraciones. Una fornida enciclopedia empezó la sublevación. Saltó del anaquel y fulminó al hombre en la cara. El negociante perdió el equilibrio, trató de coger la estantería, sin embargo, ésta se separó de la pared y todos los libros se despeñaron sobre el comerciante. Se dio con la cabeza en el canto de su estupendo escritorio, se cayó en el suelo y los libros le sepultaron. Por fin la tranquilidad reinaba otra vez en la biblioteca. Los libros abrieron sus páginas y revelaron su verdadero valor.

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Tulum, ciudad amurallada Ernesto Sรกnchez Castillo

Tulum, ciudad amurallada Ernesto Sรกnchez Castillo

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Estamos llamados a la contracultura Diana Leguizamón

La historia de la humanidad está llena de ejemplos complejos y maravillosos que son el fiel retrato de la idea de que “toda victoria de luz fue una batalla de sombras”. Los movimientos de contracultura de los años 60s, por ejemplo, nos recuerdan la potencia de las luchas por los derechos civiles con un activismo y una coherencia política tal, que no hay lugar en el mundo que no haya sido tocado por la ola emancipatoria de aquellos tiempos. Muhammad Ali, por ejemplo, subía al ring transmitiendo con su práctica el orgullo por su raza; cuando lo van a mandar a Vietnam él dice: “primero, a mí ningún VietCong me ha llamado negro” -pues con esa palabra los discriminaban-, “y segundo, esta es una guerra en la que los blancos mandan a los negros a matar amarillos para quedarse con la tierra que les robaron a los rojos”. En la actualidad, eventos como las medidas de Trump frente a la migración y los asuntos sociales, las grandes oleadas de refugiados en Europa y una creciente y silenciosa derecha que se opone; los crecientes desplazamientos y muertes de personas en el oriente medio, el desplazamiento interno y violencia política en países latinoamericanos como Colombia, Venezuela o Nicaragua, nos llevan a preguntarnos: ¿Hemos retrocedido en todo lo que consiguieron movimientos por los derechos civiles y antiguerra en décadas anteriores? La respuesta es: No. En 1815, cuando derrotan a Napoleón, se hace la Santa Alianza. Todo lo que tiene que ver con la Revolución Francesa, con la autodeterminación de los pueblos, con los derechos del hombre y la ilustración parecen quedar esfumados. En 1815 pareciera que todo estaba perdido y resulta que esa generación es la que va a hacer el movimiento del romanticismo, uno de los más importantes y liberadores de Europa. Después de la Segunda Guerra Mundial se perdió todo el discurso de Occidente y fue necesario hacer reivindicaciones: hacer la declaración universal de los derechos humanos y volver a la civilización porque todo quedó pisoteado por el proyecto del nazismo. Entonces los derechos son un ideal vuelto práctica, que hay que defender permanentemente. Esta es una época en la que toca recordar todo esto. Cuando se nace en una generación en donde se piensa que todo retrocedió, esa 30


es la generación que comienza los cambios; por eso Sartre decía: “nunca fuimos más libres que durante la dominación alemana, porque solo bajo los nazis entendimos el verdadero valor de la libertad”. Fue de las frases más polémicas que lanzó, pero lo que decía era que,como humanidad, teníamos que pasar una prueba como esa para entender que la libertad era indispensable. Ante las actuales crisis sociales, ambientales, económicas, de legitimidad de estado y de soberanía en Occidente, se van a poner a prueba todos los valores una vez más. Cuando los mínimos vitales para la convivencia y vida se encuentran amenazados, es necesario recordar las grandes movilizaciones que nos llevaron a ver hoy con “ojos de sentido común” que los derechos que nos permiten vivir en libertad ydignidad se lograron a través de unas movilizaciones increíbles. Movilizaciones que sólo son posibles reconocer a través de una apreciación crítica de nuestra historia. ¿Cómo vamos a repetir, qué podemos hacer? Todo esto hay que saberlo para no volver a incurrir. Y si ocurre, tenemos que estar preparados para decir: eso ya pasó y no lleva a ningún lugar constructivo para la sociedad.

Diana Carolina Leguizamón Martínez Psicóloga PUJ, Magíster en Intervención en Sistemas Humanos Colombia leguizamond@hotmail.com @CaroLeguiMar

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Todo el material incluido en este fanzine es original y pertenece a cada uno de los autores de esta edición. Convocatoria ¿Eres originari@ de algun pais de habla hispana, vives en Alemania, escribes, haces fotografia, pintas, ilustras, etc., y quieres compartir tu sentir? El equipo editorial de Fanzine alter | nativo te invita a sumarte a sus colaboradores. Envíanos tu material a: fanzinealternativo@gmail.com

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