[Radiador] No.0

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Fanzine Digital de Literatura

Fabián Treides Yareli Baas Yaxkin Melchy Lauri García Dueñas Víktor Ibarra Calavera David Meza Gerardo Grande



No.0

- Fanzine mensual de publicaci贸n digital Para mayor informaci贸n visita: M O L I N O D E C U E N T O . B L O G S P O T. C O M


No. 0 Septiembre de 2011

DIRECTORIO °Editor Daniel Malpica

°Director Visual Manuel Menéndez

°Selección y Prólogo

Emmanuel Vizcaya

°Diseño Gráfico y Editorial del Número

M O L I N O D E C U E N T O . B L O G S P O T. C O M

Daniel Malpica

*Los textos aquí publicados son propiedad

intelectual de los autores, así como la responsabilidad de su contenido.

ÍNDICE (Colaboradores*)

David Meza Yaxkin Melchy Yareli Baas Gerardo Grande Lauri García Dueñas Víktor Ibarra Calavera Fabián Treides

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[04] [05] [08] [10] [11] [12] [15]


EDITORIAL

Los poemas - terremoto

L

a experiencia poética se torna trepidante, arrebatada, incendiaria, vertiginosa y estridente. Los poemas terremoto hacen lo propio, sacudir la entraña. Cimbrar el cuerpo y la percepción de un mundo vibratorio. Percibir el vértigo de los objetos que caen y que golpean el tambor cardíaco. Instrumentos sismográficos midiendo el pulso de los versos. Instrumentos explotando, partiéndose en pedazos. Poemas terremoto removiendo telarañas. Destruyendo el canon. Activando las alarmas. La manifestación poética encuentra varias rutas. Experimenta. Hace posible el temblor de un cuerpo al transmitir en él toda su descarga. Poemas terremoto transformando los paisajes. Construyendo la propia geografía. Poemas que surgen del motor interno de las venas. No negaremos esta posibilidad de acción. [Radiador], manipulando las temperaturas a través del fluir de la poesía, presenta una breve selección de textos en este número inaugural. Poesía energética y salvaje. Poesía de la velocidad y del asalto. Del choque y del espasmo. Del vértigo y la rabia. Del desenfreno y del incendio. Una fuerza inevitable hace brotar de la inconciencia el pulso del asfalto y lo quebranta. Poemas terremoto. Impredecibles. No aptos para personas con problemas de corazón o sin él. Poemas terremoto como un fenómeno de geología y de psicodelia. Poemas terremoto desde [Radiador] y otros epicentros Emmanuel Vizcaya


Luis (o El Principio de la Singularidad) David Meza

(Ciudad de México, 1990)

[Fragmento] No poder escribir. No poder respirar. No poder sentir esos caballos que te salen del cuerpo. No poder tirarse a la orilla de un río. No poder beber de la tinta de los sueños. No poder dibujar la estructura de un potro. No poder reescribir la reescritura de un niño muerto en el centro de una pirámide. No poder abrirse el cuerpo con un cuchillo y ver que dentro hay un yo más viejo y dentro del yo más viejo hay un yo muerto con una espada entre las manos. Tomar la espada multicolor y entender que la poesía es un asunto de vida o muerte. No podemos hacerles caso a los ángeles fotografiados del periódico. No se puede hablar de una exigencia estética de contexto, sino de una necesidad estética de contexto. Déjenos la escritura, sus soles negros, sus soles rojos, sus soles verdes, sus soles de aluminio a nosotros, los que de verdad necesitamos de ella. Y no nos digan qué hacer. Tratar de darle forma de soneto a un poema que se escribe entre los empujones del metro es imposible. Tratar de darle forma de lo que ustedes quieran es imposible. Uno llega muy cansado como para contar los versos, los adjetivos, las sílabas; o seguir a pie de cañón las instrucciones de Baudelaire. Este es un nuevo siglo. La poesía ya no es un lujo más de los poderososeruditos, la poesía es una necesidad, es un grito, es un atentado con sueños, con lápices y esa sangre que se queda pegada a la ropa. Este es un nuevo siglo, y el No poder se nos muestra como un acto del pasado. Este es un nuevo siglo. En todo caso No al poder. No al poder que te da vender los sueños en un tianguis literario. No al poder que te da arrancarte las uñas y agachar la cabeza. No al poder que te dan por escribir con un diccionario en las piernas. No al poder que te da diseccionar un poema que murió hace 400 años. No al poder que se otorga a los que renunciaron al vandalismo de los arco iris. No al poder de los que leen libros como sumando puntos. No al poder de los que envejecieron a los 20 años y empezaron a llorar pintura. No al poder de los poetas para los que la vida y la obra son una cosa distinta. No a los que sustituyeron la palabra disección por la palabra vivisección de un texto. Estamos cansados. Los poderosos nos han quitado todo. Fedro dijo “Nunca es fiel la asociación con los pudientes”, así, en español, porque Fedro no es un autor latino, sino un autor mexicano que gana tres veces el salario mínimo y contempla el vuelo de las aves. Y así, también entonces, le digo que este es un nuevo siglo, y no estamos en tiempos de cambiar el mundo, sino de crear de nuevo el mundo, y he ahí la belleza de la palabra recreo; este es un nuevo siglo, y en nuestros labios aún está la narración del mundo

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Rayos UV

Yaxkin Melchy

(Ciudad de México, 1985)

… Quién soy yo te digo descalabrado con la inocencia de un ángel que se quema en la altura Quién soy yo papelito estrella Dónde está mi amigo víctor Veo sólo pegasos miro mis rodillas y están llenas de aceite Por lo lejos vienen tanques conducidos por zombis aficionados Por lo lejos un arco iris con pantalones de fuego Caen desde rosas del cielo rosas del cielo Caen ángeles desde los puntos cardinales que cuelgan como piñatas La mente es un quién soy? Y el poder es una costra en mi pierna derecha Si quito la costra grito Del poder sale un chorro de sangre con figuras de suásticas negras de soles negros copulando con mi piel Soy un eclipse te digo pero ya no estás y mis ojos se hunden y mis hombros se hunden El cielo digital toca una cuerda Existe un amigo que está hablando burbujas desde otra dimensión pero no le hacemos caso porque en este sueño yo te estoy buscando pero Quién soy Y no sé quién soy La lluvia es una película para los fantasmas y nosotros somos fantasmas te digo pero solo tú eres fantasma y arrojas un manojo de pasto Esta es la más horrenda fantasía me dices Es una pesadilla te digo Estamos en el libro de los muertos me dices Estamos en el reloj de CO2-Paz Estamos en el Ozono de las letras Aquella aurora es un dragón y el dragón es una fuente de escupitajos Se acercan los zombis tocando tambores cliché que vieron en películas No estamos en ninguna parte o quizá en el vientre del Arcoiris con pantalones de fuego O estamos en una calle inundada y a lo lejos se acerca el Sol pero el Sol está estriado como un espagueti es la vida quántica me dices Y de repente lo tenemos sobre nosotros como un arco de carcajadas con garras de acero Y nos desgarran con sus brazos y nos parten en pedacitos Donde estás Víctor te preguntan mis pedacitos Quién soy te pregunto pero me apago Quién soy te pregunto pero me veo solo como una vocal en el alfabeto de agua una consonante en el alfabeto de un mar tropical Paraíso Tropical es tu libro Qué hermoso el abecedario que se ha partido Que se parte Que se derrite desapareciendo en las olas Las olas zombi que llevan un barco en una bandera del mar Qué barco es el mar que entra a una obra! Qué barco es la muerte del personaje! Qué es una máscara? De cuántos huesos se compone el esqueleto de un caballo del arco iris Qué tan azul podría arrodillarme como una ola Qué tanto y rojo tengo los recuerdos a través de la piel Camino hacia una orilla que es mi dorso Esta cama de estrellas cae Éxtasis remolino Tormenta y pequeñas tempestades de eclipses copulando en los muslos Qué tanto mar que no termina la escritura de corrompernos Se corrompen las escrituras y los libros en las olas se estrellan y se vuelven los bucles infinitos de los rumbos Qué tanto puedo callar y dejar que todas las palabras vomiten! Qué tanto puedo agarrarme a mí mismo y aventarme hacia el cielo y el Amor se descifra de una concha marina y La piel de un libro se pierde en el agua negra

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Cuánto caminarás por los subsuelos hasta llegar al centro de la tierra y esta piel llenándose de escamas haciéndose escamas Cayendo como la luz en la hoja de las palmas Y esta seca piel que no es la mía sino la que vendrá Y catorce dedos y catorce siglas de oro para escribir versos Y catorce candados de oro para llevar en la frente las orejas y los párpados como una jaula de oro Y estas aureolas como los anillos de Saturno y Estos seres simpáticos terroríficos bronceados que parecían de cartón Y cada libro que habla de ello Yo que cada día me saco la lengua para escribir los nombres Este torno Este enrollamiento De asfixia en asfixia se arrodilla el horizonte muerto Y cuanto frío siento devorado por mis dientes Recostado podría decirlo como un barco pirata que ya no viaja sino que hace transitar espacios He estado escribiendo como tocando un piano como amarrando mis dedos a las palabras V

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van cayendo mis dedos van callando los vivos en vaivenes como espantando la escritura como espantando las moscas de la lengua muerta Van cayendo hacia la luna o hacia Neptuno van hundiéndose en la marea se los van llevando vientos volantes vibraciones Ah Vacilar Venderse Vaciar lo vivo qué se encierra en todo esto te pregunto querido - Vendré por ti Mañana que busques la verdad y el video se deshaga el video el video lo que viste -Vendré por ti mañana vienen por ti las visiones trayendo el espíritu de los espacios y no me habré ido y no te habrás ido Ví mi corazón gozando el Vacío se acercan mis dedos valdrá la vida el viaje

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viajarĂĄ la vida en el viaje ven dice la vocal ven dice el vestido ven dice el viaje vĂłrtice vĂŠrtigo vĂĄndalo el viento viene con los cables de las auroras viene con los cables de las estrellas viene con los cables volĂĄtiles viento vivir y revivir victoria y muerte victoria y muerte no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida no cierres la vida vĂ­ctor ivarra calavera

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Tres

Yareli Baas I Tus ojos apenas se acostumbraban al sueño y sin darte cuenta estás en una habitación vacía salvo por una cama esquinada que da a un ventanal. La atmosfera es selvática, respiras con cierta dificultad y te preguntas si has dejado de ser tú, si es real, así como todo lo que te rodea. Todo ha cambiado, nada ha cambiado. Tocas las paredes y sientes como se desmoronan entre los dedos, caen de tu mano como un montón de pinceladas impresionistas. La luz que entra del ventanal se parece a la memoria. De pronto ya no recuerdas tu nombre, tu casa o a que te dedicas, no piensas. Silencio. Cierras los ojos hasta que una lengua fría te delinea el rostro, pero te encuentras solo. No. Te acuestas en la cama donde un niño duerme, lo pegas a tu regazo con la certeza de que es tuyo desde siempre. Duermes y cuando abres los ojos, él te mira, sus largas pestañas abanican el resto de ti. Ahora, eres tú el que se desmorona como pinceladas entre sus dedos. II Apresurado, corres en medio de lo que bien podría ser el China town de cualquier lugar. Quizá en el de la Ciudad de México, pero es imposible saberlo. En el cielo danzan dragones de papiro lanzando fuego de papel maché mientras al ras del suelo también la gente baila, sudan, los pechos se te embarran de una espalda a otra, la multitud en danza loca se entrega al rito de la celebración del año nuevo. También sudas con ellos en busca de un baño; el dolor en el vientre anuncia lo inevitable. Caminas dando empujones levantando de vez en vez la cabeza para tomar un poco de aire fresco, pero es imposible, pareciera que todos formaran parte de un caldo en ebullición, aromático y colorido. Al fin logras entrar en un café, los clientes no te miran, salvo el anciano de la mesa al fondo, desdentado se pasa la lengua entre las encías y babea. Subes las escaleras y entras en el cubículo, te sientas en el retrete que sientes pegajoso al contacto con tus nalgas, la blusa pegada a tu talle escurre, te inflamas y sabes que nacerá, en cualquier momento. Muerdes tus labios con tanta fuerza que te has hecho sangrar. Y sale, cubierto de ti, lo recibes pero sus ojos de pescado miran fijamente al techo y lo devuelves al agua, desprendiéndote de él a mordidas. Sales, detrás de ti la puerta del baño cruje sólo una vez. III El baño estaba enmierdado a reventar. Pensaste que la necesidad siempre era más podero-

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sa que el asco, hasta que tus manos deben lidiar con ello. Aún podías aguantar un poco, tal vez suficiente para que dejaras la taza limpia. Procuras tocar lo menos posible valiéndote únicamente de un cepillo, pero al final tus manos quedan marrón. De pronto lo importante no es utilizar el baño sino dejarlo resplandeciente. De algún modo debías pagar lo que habías hecho, lo sabes. Y está bien, piensas. Tu corazón sigue bombeando, uno, dos, tres

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Gerardo Grande

(Ciudad de México, 1990)

Te miro partida en los 6 espejos retrovisores de mi vespa tu rostro pintado de gatita se pierde entre la luz de los pocos faroles que hay en la carretera muevo un retrovisor hacia abajo para mirar tus zapatillas azules que dejas caer mientras acelero Ahora sólo te cubren los pies las mallas blancas que compraste en la última tienda antes de salir de la ciudad El cielo me está tomando fotografías dices cuando pienso en edificios derrumbándose en cabezas de hombres estallando por seguir al sol No es que las estrellas sean miles de flashes son miles de ojos apuntándome para registrar mis labios en la memoria del universo La carretera se extiende hasta donde alcanza mi vista Saco un cigarrillo sin filtro y por un momento suelto el volante para buscar el encendedor pero no lo encuentro Tu mano izquierda se apoya en mi muslo izquierdo te levantas un poco para sacar el encendedor de tu chaqueta y cuando ya tengo mis manos en el volante me abrazas con suavidad y enciendes el cigarrillo Entonces dime más Pero tú ya estás pensando en dónde nos hospedaremos y cuánto tiempo vamos a andar en la vespa No lo sé pero si quieres parar un momento sólo dime okey? Truenas los labios como si mandaras un beso forzado Doy una calada y suelto despacio el humo aprietas tu cabeza contra mi espalda Katy la ciudad se está derrumbando el mundo está incendiándose mírate nunca nos detendremos en algún pueblo en otra ciudad Aceleraré antes de consumirnos mientras te miro partida en los 6 espejos retrovisores de mi vespa

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El

Sism贸grafo


C

uántas veces avanzamos sobre el asfalto de los símbolos percibiendo la vida de la humanidad, la nuestra misma, en un quiebre constante. Y en el cruce de la historia, es imposible no deducir la inminente disolución de los límites, de todo aquello que se constituye por medio de una arbitraria partida o punto de comienzo. Quizá los elementos que definan en un futuro esta temporalidad estén predeterminados a perder el auge tarde o temprano, con las tendencias solubles que toda época apremia; sin embargo, claro está que existen fragmentos de aquellos derrumbes que se incrustan en lo más profundo del espíritu de las sociedades, ya sea reiterando o contribuyendo, como eje de lo que podemos nombrar “cultura de los pueblos”. Determinar qué perdurará y qué no del trabajo literario y artístico del nuevo milenio es algo que, ahora, tal vez no nos concierne; pues cada momento de la historia siempre tendrá los sismos de sus generaciones subsiguientes para desmoronar y reconstruir los tropiezos y los logros de dichos pasados. Aun así, lo que nos pertenece, y en esto no se pretende instaurar una retórica de lo que el arte “debe”, radica en la transgresión de un mundo que levanta un sinónimo de cataclismo; en la voluntad de plantear nuevas formas de concebir nuestra relación con el entorno; o en el retomar los discursos valiosos que han quedado a la sombra del equívoco. Lo que también es claro, es que frente a la absurda tendencia anquilosada de la tolerancia nuestros valores éticos seguirán sacudiendo las estructuras del infortunio y de aquellos grados Richter en las letras de este tiempo haremos scimas en la linealidad de la sevicia flores cardiacas sismografías en nuestros pasos hermanos sobre este abismo. poesía D.M.


Terremoto de Valparaíso, Chile (1906)

“Un día te levantarás y no amanecerá (...) / Oirás a la distancia un ruido de ascensores, / los aplausos de un teatro / y la palabra adiós se quedará / pegada a tu memoria como una cosa muerta” Osvaldo “Gitano” Rodríguez


“La muerte no existe. La vida es espíritu, y el espíritu no puede morir. El cuerpo muere y se transforma, se disuelve en un fermento químico que se funde para cristalizarse en una nueva (...) que también acabará por diluirse (...) ¿Qué seré yo cuando vuelva a vivir? Quién sabe. Quién sabe...” Jack London


Terremoto de San Fransisco, Estados Unidos (1906)


Terremoto de la Ciudad de México (1985)

“Terminó mi pasado. Las ruinas se desploman en mi interior. Siempre hay más, siempre hay más. La caída no toca fondo” José Emilio Pacheco


Cascada de Lushan El sol enciende la punta que exhala un vapor violáceo Una cascada lejos cuelga de la montaña En un vuelo que se desboca ruedan mil pies en descenso ¿Estará la Vía Láctea cayendo desde lo alto?

Terremoto de Tangshan, China (1976)

Li Bai


Terremoto de Lisboa, Portugal (1844)

“Reconocer la realidad como una forma de ilusión, y la ilusión como una forma de realidad, es igualmente necesario e igualmente inútil. (…) Cada cosa, según se considere, es un prodigio o es un estorbo, un todo o una nada, un camino o una preocupación” Bernardo Soares


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Lauri García Dueñas (San Salvador, 1980)

el tiempo es una estructura el hilo conductor de todos estos sentimientos acumulados en las horas los vidrios las ventanas: párpados conceptuales intentos de escritura voz en el fondo del estertor de mi pecho ayer ocurrieron cuatro explosiones en mí mientras en islandia un volcán subrepticio llenaba de humo europa ah los países están explotando les dije pero la gente no se da cuenta y pisa los peces que corren invisibles en las banquetas de esta ciudad lacustre el tiempo no existe (creo) con paciencia me doy cuenta de la imposibilidad del destino de herirme porque soy dueña de mi voluntad absoluta sueño que soy la realidad y detrás de mí corre una horda de zombis vegetarianos que se ponen los zapatos de su mamá para ir a bailar sueño que soy un átomo o una mitocondria alrededor de mí los libros se sacuden el polvo por sí mismos el ventilador de mi cuarto es un calamar negro para mientras o mientras tanto afuera el mundo nos sigue contaminando soy huraña tengo alergia al mundo a veces no me gusta el mundo sobre todo porque vos decidiste ser parte del mundo que me hacía daño pero yo sé defenderme soy hija de un comunista nieta de un comunista hermana de un trotskista tía de unos anarquistas que manchan las paredes de san salvador con grafiti tengo la capacidad de fabricar cuatrocientos cuatro mundos en mi cabeza para ponerlos al revés no creo en las armas pero un día agarré una pluma y me dije ‘esto es lo único que tengo’ nunca voy a soltar mi pluma nunca voy a soltar mi pluma nunca voy a soltar mi pluma voy a morirme escribiendo a la orilla de un mar luminoso de anémonas fui y seré siempre sonámbula porque la gente que sueña y resiste nunca está perdida insisto voy caminando descalza sobre el pavimento no tengo miedo no tengo miedo no tengo miedo porque mi mayor miedo era perderte y ya te perdí toda mi angustia fue quemada en una hoguera de arena y ahora tranquila tomaré el camino más luminoso que me lleve a luna nueva ahí voy a recostarme en sus curvas descansaré mi alma agrietada de años y le gritaré a la humanidad que todo ha valido la pena

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Ruidos Estelares

Víktor Ibarra Calavera*** (Ciudad de México, 1988)

como títulos falsos de obras erróneas , como soles plagiarios y novedosos, como extrema fosforescencia alienígena, como equinoccios perpetuos de la locura, como delincuentes de nausea, como chubascos ficticios, como rejillas de traslación, como frascos de mermelada putrefacta, como silos de carcoma enmohecidos, como silabarios de arcángeles en llamas, como colisión de motocicletas, como suéteres negros en los colmillos, como cabezas rapadas estallando, como gravedad de abejas sombrías, como antorchas de rock cavernoso, como sulfuros de cabello largo, como garrapatas subliminales, como constelación de cabezas sin cuerpo, como sangre estampada en otra sangre, como hora final de las explosiones, como cementerios lunares errabundos, como pesadillas aritméticas, como hierros de trepanación, como sombreros urinales, como pedradas también como pedradas, como fosos de guerra, como amuletos desbocados, como goteras de aliento, como laringes de muerte, como primates blancos y relativos, como caras de brujas, como descalabros magnéticos, como caballos de poemas inconclusos, como entrañas de felpa, como blasfematorios, como teorías salvajes de la involución, como gárgaras negras de mujeres caníbales, como cuchillos ronroneando, como jesucristos fulminantes en la escena del crimen, como vitral de horrores contenidos, como espuma de cuerpos, como pulsos intoxicados de perfume barato, como espadas de tristeza, como excitación intravenosa, como calor de estrías, como volcaduras del alma a media noche, como plantas carnívoras en las hendiduras del cráneo, como repetición nublada de los genitales, como cumbres del delirio, como exageración de tormenta, como atmósfera de ojos en blanco, como cargamentos de furia atravesando la primavera, como reptiles apagados y descocidos, como puños de electricidad, como cáscaras de bandera, como golpes de vértigo en la clausura del mundo, como animales pestíferos arrancados del cielo, como tiempo de calumnias, como actitud extranjera, como núcleos de ogredad, como grafitis volcánicos, días perseverantes que nadie recordará, islas de sentido profético, catacumbas de espejos rotos entre el sol y la tierra, asunción de arañas crepusculares, tiranosaurios de la brevedad, ocultamiento de equilibrios, formas equivocadas del enamoramiento, animitas subversivas cerrando el paso, oleoductos bíblicos pero ahí, plafón de cosas rotas, libros negros, dínamos del engaño como dínamos del engaño, como discursos imperceptibles sobre la pacificación, como joyería de turbias intenciones, como pornografía de nombres paradisíacos, como sedimentos de la periferia, como indios astrales chupando murciélagos, como godzilas de luz neón, como jeroglíficos de penicilina, como naufragios atardeciendo, como derrotas florales, como esplendor pesticida, como cámaras de gas en celo, como niños extraviados, como paquidermos explo-

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sivos de la derrota, como generaciones sin argumentos, como sagrada desfloración de las habitaciones acústicas, como guillotina de puentes, como hipotermia, como ballenas de cáncer, como vasca de termostato, como esporas de peligro descompuesto, como pretiles fatigados, como aullidos imparables impertinentes, como cadáver tifón, como prohibir el mar, como detener el tren de la vida con los dientes, como ahogar los excesos de ternura, como arruinar el mundo y no detenerme jamás

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Se me ocurren caballos ***

SE ME OCURREN CABALLOS caballos desorbitados gritándose a sí mismos que no están muertos que no están muertos que no están muertos que no están muertos ojos bosques de ojos bosques ojos de bosques bosques de ojos y de bosques bosques de ojos y de bosques en los ojos bosques de bosques y ojos de ojos en los ojos ojos sin párpados soles y ojos y ojos de fuego en los ojos de los soles bosques de fuego en los ojos de fuego de los ojos de fuego también caballos abiertos de la cabeza mirando a través de los ojos de fuego de aquellos ojos caballos ensombrecidos aullando que no están muertos que no están muertos que no lo están despellejados tal vez despellejados el hocico los labios la lengua qué lengua qué hocico ejércitos chispeantes uniformes negros uñas negras dientes negros arco iris negros estallando fantasmas negros atravesando las negras líneas de las balas bunkers de masticación cementerios de saliva y relámpagos fotografías negras de punk rock y de poemas negros con banderas piratas tigres negros con punzones en la ortografía no héroes naufragios tal vez incendios y huesos y barcos y bosques de ojos y etcéteras y desastres infinitos en lugar de patas con cara de susto l e j o s d e s u l u g a r como si llegaran los bárbaros el terror la furia el odio caballo multitudes de ningún lugar estallando de repente encendidas imágenes del final de los tiempos se me ocurre el final y está dios temblando aullando naciendo llorando disparando [ leyéndome se me ocurren botargas robots microbios con forma de caballos se me ocurren bisagras monumentos napoleones acaballados en la erosión del centro del universo se me ocurren títulos estrellas caballos estelares mirando el cielo se me ocurren cifras cráneos se me ocurre escribir caballos al principio en medio al final se me ocurre no detenerme

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1era Resurrección: [incendios sintácticos y angelitos de ántrax] Fabián Treides.

(Ciudad de México, 1990)­­

Aparta las “raíces” de tu vista De los árboles genealógicos de preferencia Recicla tu destino Enamórate Despídete de las mariposas y en su lugar deja que estallen coches-bomba en tu vientre Desgasta tus pulmones con gas lacrimógeno y cigarrillos Estrena tu kit de maquillaje Tus superpoderes Tus escenas sin censura Tu traje de mascota condecorada Muérete Muérete las veces que sean necesarias Muérete de hambre De todas las formas y colores que imagines Y si lo deseas resucita en el inodoro o en la misma caseta policiaca Quiébrate las piernas en senderos sin fin o en algún periodo infestado de utopías Y Celebra Celebra hasta que el mundo se asemeje de nuevo a su nombre Hasta que el cielo derrame su escritura por tus ojos Aparta turostro de esos espejos que en nombre de la gramática se sacrifican Aleja las cenizas de tu boca La ensalada de dioses Los ídolos con aspecto de plastilina La relación amoy-esclavo como un vejestorio de colección Orínate en los heliotropos y en las redenciones Acaba con los botiquines y los utensilios de cocina Que importa si hoy amaneces muerto debajo de un puente Mañana serás una Oppenheimer del lenguaje Un slogan de astronautas Un Stalin desechable en la poesía Mañana brillaras como un pista de baile Tendrás tantas mujeres como ladillas a tu lado Serás la envidia de los vecinos y de las naciones Con tu facha de delincuente y tus vestidos de ocasión Con tus labios de alambre y tus trajes de gala Tus monos amaestrados Tus guardaespaldas Tus medicamentos Tus frases de parlamento Tus encendedores Tus clases de necromancia Tus dinosaurios imitando la sombra de nuestros padres Con tus mandíbulas incineradas Tus maquinarias Tus paradojas Tus píldoras anticonceptivas Dándole de azotes a los niños que sueñan con ser un cortejo de luciérnagas o ser pólvora en las entrañas de un ave Cabalgando sin huesos Sin neuronas Arrojando granadas a los palacios que acarician los ciegos Causándole terror a los que abren la boca en las asambleas ciudadanas Con los espejos que no dejan de besarte las manos Tus mandrágoras y tus monstruos que habitan debajo de las camas Con tus zapatillas de cristal Tus axiomas Tus alientos continentales Disparando contra la época Disparando contra la boca de tu madre Amedrentando las pirámides alimentarias y los cursos de nutriología (por producir sujetos con cuerpos eficientes y funcionales para el ámbito laboral) Hace tiempo dejaron de crecer volcanes en tu pecho Y no mostraste la cara por miedo a que te remedaran los ángeles Te definiste a ti mismo como materia radioactiva Como material inflamable Y por ello has sido señalado como el objetivo de las higienes publicas Naciste bajo el signo del barro en un hospital sucio y con el vientre lleno de navajas Naciste en un día de hoteles junkies y muñecas abrazados al nuevo siglo Nacerás en una fecha de la

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cual todos tendremos el recuerdo Te darán bautismo con una corona de agua y un eclipse atado a tu apellido Te masturbarán Te enseñarán las privaciones sexuales del castigo Las aves cargarán con un continente debajo de las alas Te amamantarán Te entregarán tu profesión de terrorista y tu pizza-hut a domicilio Te convertirán en símbolo sexual del público infantil y de las cortesanas Te robarán -Vértigo Explosión y Delirio- Serás seducido por un bosque de espejos empalados y una cajetilla de cigarros con faltas ortográficas Te domesticarán como a un cachorro de raza pura De raza pura De raza pura De raza pura De raza pura De raza pura De raza pura Con pedigrí y sangre pura Lucirás tus zapatos lustrados y tu colonia barata Fantaseando Llorando con anuncios de lencería relámpagos y revólveres apuntándote a la cara...

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“Al llegar te entregaré este viaje de sorpresas, / equilibrio perfecto de mi vuelo astronómico; / tú estarás esperándome en el / manicomio de la tarde, / así, desvanecida de distancias, / acaso lloras sobre la palabra de otoño / (...) / Reglamenta el Gobierno los colores del día, / puertos tropicales / del Atlántico, / azules litorales / del jardín oceanográfico, / (...) / Soledad apretada contra el pecho infinito. / De este lado del tiempo, / sostengo el pulso de mi canto; / tu recuerdo se agranda como un remordimiento, / y el pasaje entreabierto se me cae de las manos.” MANUEL MAPLES ARCE

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