Revista Tamasma Cultural nº 18

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pintura - literatura danza - folclore teatro - cine etnografía fotografía música

Revista cultural canaria 30 de abril de 2021 - Número 18


Índice Portada: Saro Armas Pintora

Editorial: Luisa Chico Directora de Tamasma Cultural

Secciones

INVITADOS Paletas y pinceles Saro Armas

La fuente de los poetas Carmen Paloma Martínez

Música en Canarias Cira Rodríguez Autores canarios Texy Cruz

Café y canela Luisa Chico El nido de la graja Eva Castillo El rincón de Tehonón Félix Díaz Las cosas que me pasan José Lantigua El Taller de los sabores Matale Arozena Letras y colores Juan Francisco Santana Desde mi alpende Eusebio Cabrera Tinta de drago Felicidad Batista

Hablando de amigos: Luis Alberto Serrano Secretas analogías Isabel Expósito Herencia del legado cultural y patrimonial de Canarias Cristobal Navarro Las retahilas de Candi Cándida Medina El pejeverde Raquel Reyes El Club de la Eco y logia Albertine Orleans


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Luisa Chico

Editorial Abril está considerado el mes de los libros y de la danza. Los libros los celebramos el 23, Día internacional del libro y de los derechos de autor, y la danza el día 29, Día internacional de la Danza. El día del libro es una conmemoración celebrada a nivel mundial con el objetivo de fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual por medio del derecho de autor. Se trata de un día simbólico para la literatura mundial, ya que ese día, en 1616, fallecieron: Cervantes, Shakespeare e Inca Garcilaso de la Vega. La fecha también coincide con el nacimiento o la muerte de otros autores prominentes, como Maurice Druon, Haldor K.Laxness, Vladimir Nabokov, En situación normal en este mes se celebrarían en la isla Ferias y encuentros en torno a la literatura. Por segundo año consecutivo no será posible celebrarlo este año como sería de desear, por lo que seguiremos contentándonos con celebraciones virtuales y algún acto que pudiera surgir, con las restricciones necesarias, aquí y allá. Desde esta revista queremos rendir homenaje a todas esas personas que siguen escribiendo y publicando conscientes de la importancia de la cultura literaria, en este último año todos nos hemos dado cuenta de que un buen libro resulta imprescindible para llenar los momentos vacíos, incluso los de aquellos que hasta ahora nunca fueron amantes de la lectura.


Y casi a final de mes, nos encontramos celebrando el Día internacional de la Danza que se estableció por iniciativa del Comité Internacional de Danza, en 1982, siendo proclamado por la UNESCO. La fecha escogida corresponde al natalicio del bailarín y coreógrafo Jean-Georges Noverre. El objetivo del Día Internacional de la Danza es reunir a todos los que han elegido esta forma de expresión para superar todo tipo de barreras culturales, políticas y éticas y celebrar la danza y su diversidad. A través de movimientos corporales, los seres humanos se han expresado y comunicado desde tiempos ancestrales. La danza es, entonces, una expresión corporal que viene generalmente acompañada de un ritmo acústico. A nivel personal es la disciplina artística con la que más me identifico, no en vano dediqué décadas de mi vida a la práctica y enseñanza de los bailes tradicionales canarios en todas las islas, en la península y en el extranjero. Poder transmitir un legado que nos ha sido cedido por nuestros ancestros como raíz de un pueblo lleva la danza un paso más allá de ser un simple entretenimiento. Los bailes folclóricos son quizá los "hermanos pobres" de todos los géneros dancísticos y los menos valorados profesionalmente, sin ser conscientes de la importancia de la transmisión histórica de los mismos. Por lo que me van a permitir que mi homenaje de este año vaya directamente a los bailadores, sin menospreciar para nada el trabajo de los bailarines de las múltiples disciplinas de danza mundiales. ¿Entienden ahora el motivo por el que abril es para mi un mes mágico? En él se unen mis dos grandes pasiones: Literatura y Danza. ¡Felices Días Internacionales del Libro y de la Danza amigos! Nunca dejen de leer y de bailar, son dos de los grandes tesoros de la vida.

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PALETAS Y PINCELES Invitada

Saro Armas Saro Armas Estévez nace en Las Palmas de Gran Canaria. Estudia B.U.P., se especializa en telecomunicaciones, haciendo de ello su profesión. Desde pequeña le llama mucho la atención todo lo relacionado con el dibujo y la pintura. Hace que ese sueño sea su verdadera y amada profesión a principios del 2006. La pintura se convierte en su sentido de vida, con su imaginación y creatividad quiere expresar alma, sentimientos en cada de una de sus obras, intentando en sus proyectos dar a conocer todas esas inquietudes llenas de colores al mundo. Su estilo impresionista y su admiración por grandes Pintores de todos los tiempos hacen de sus obras una mezcla con estilo propio.

En sus propias palabras… Mi recorrido artístico como pintora plástica en estos últimos años ha sido desde exposiciones individuales y colectivas, en museos y salas de artes. Realizaciones de portadas para literatos de las Islas. Actualmente doy clases y talleres de artes plásticas con diversas técnicas como dibujo artístico, carboncillo, acrílico y pintura en telas, en varias asociaciones como en la sede de la AECC (Asociación española contra el Cáncer), Casa de la Orden del Cachorro Canaria y anteriormente en la asociación Mujer canaria del siglo XXL en el Centro de juventud San Antonio del Cabildo, en Vegueta.


EXPOSICIONES: Su primera exposición individual, la realiza en 2007, en Alambique, Las Palmas. Continúa en 2012, con la exposición colectiva, “Gritos de mujer” en el Museo Casa Colón y la individual titulada “Odisea de un sueño”, en la Villa de Agaete.

En 2013. Museo Poeta Domingo Rivero de Las Palmas, con la colectiva “3 miradas 3”. Exposición "Aura", en el Festival de otoño en Triana Café Gallery, Las Palmas. Colectiva "Entre 3c" en la Galería de Arte del centro comercial el muelle. Año 2014. Exposición de la serie "Éxtasis" en la casa de Museo de Colón. En abril con sus obras y su cuadro Gritos del Alma, incluyendo una pintura corporal de dos grandes Artistas Universales representando el arte en la gala de la revista Pasarela de Asfalto en la Terraza Tao club Garden. En mayo, colaboración en el cc Las Ramblas con sus obras pictóricas en Stand diseños pictóricos en vestidos y maquillaje corporal en colaboración para la gala del Día de Canarias. En julio, presentación de diseños Pictóricos en vestidos en el certamen y gala de M&M, moda y música Gran Canaria-diseñadores nóveles. En agosto, presentación de sus diseños pictóricos en vestidos y stand con sus obras en el C.C. Comercial las Arenas de Las Palmas de Gran Canaria.

Febrero 2015. Finalista de concurso II Premio de Arte Ginefiv. En mayo, exposición de obras para la Revista Arte y Cultura del Ateneo ciudad Galdós. En junio, exposición viva de sus obras y vestidos pintados en el CC Las Ramblas. En septiembre, exposición colectiva "Ciclos Vitales" en la sala del CC El Muelle. En diciembre 2015, exposición colectiva " Experiencias y Visiones" CC.El Muelle. Enero 2017. Exposición de sus obras Trilogía de las musas, en la Sede cultural de Mar de Plata en Argentina. En junio, exposición de su Taller de pintura artística en el museo Poeta Domingo Rivero. En diciembre, exposición del taller de pintura en La Casa de la Orden Del Cachorro Canario. Julio-Agosto 2018. Exposición colectiva "Je Vole" compuesta por la fusión de varias disciplinas artísticas como la fotografía, plástica, collage. En septiembre, exposición "Schamann se viste de arte" en la sala polivalente de la Concejalía del Distrito de Ciudad Alta. Diciembre 2019. Exposición con los alumn@s de la AECC titulada Guerrer@s “Ave Fenix”, en la sala del Ámbito Cultural de El Corte Inglés. En diciembre exposición individual "El por mí, yo por él" dedicada en un homenaje póstumo al que fue su maestro Javier Escudero Cuervas Mons, en la sala del Hotel Fataga. Marzo 2021, exposición "Resiliencia" en el Teatro Juan Ramón Jiménez de la Ciudad de Telde.

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Algunas pinceladas de

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su obra pictórica

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Café y canela AUTORA:

Luisa Chico Bailes tradicionales del Siglo XIX El Siote y el Pasacatre También los bailes que arraigaron en el pueblo canario en el transcurso del siglo XIX tuvieron su cuna en Europa, pero esta vez la influencia europea trascendió más allá de las fronteras españolas o portuguesas; tal es el caso de los siotes, pasacatres, mazurcas, berlinas, polcas, pasodobles y valses. Poseen estos bailes el sello común de unas coreografías totalmente cortesanas que nos indican su origen en las cortes europeas, existiendo además gran similitud en la mayor parte de sus figuras. Comenzaremos conociendo El SIOTE, también llamado chotis o schottis, llegó a las islas hacia la mitad del siglo XIX. Es una especie de polca alemana que puede considerarse una variante entre polca y berlina cuyos orígenes no están nada claros. De hecho, algunos autores apuntan a una procedencia inicial escocesa. Su coreografía llena de reverencias, pasos menudos y movimientos galantes, indica su origen cortesano. En Canarias arraigó en Fuerteventura, donde continúa interpretándose principalmente, como pieza instrumental, y se recuerdan al menos dos formas diferentes de bailar el siote; y en La Palma, siendo en la que se le añadieron letras amorosas o picarescas, que se popularizaron rápidamente, y el acompañamiento del acordeón de botones. En ésta última isla se le considera una habanera conocida en Tazacorte, que tuvo su mayor auge en las primeras décadas del siglo XX.


El PASACATRE o paso de cuatro, también conocido como pasacate o pajecuatro, es un baile llegado a Canarias, procedente de Francia, como tema instrumental, en la segunda mitad del siglo XIX. Constituye la única aportación conocida de las cortes francesas a nuestro folclore. En sus orígenes fue un baile practicado por las clases altas, que se popularizó al añadírsele letra y la moda del baile “agarrado” que por entonces comenzaba a extenderse por las islas. Se ejecutaba en los bailes de algunas zonas de Tenerife y Gran Canaria.

Fragmento y foto del libro "Nuestros bailes paso a paso" de Luisa Chico y Diego Felipe 30 -

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El nido de la graja AUTORA:

Eva Castillo Jóvenes voces canarias que atraviesan la literatura A Aida González Rossi la vi por primera vez en una actividad organizada por el Ateneo de La Laguna, que había sufrido la reciente desgracia de un incendio, y la Escuela Literaria de La Laguna, en la que se reflexionaba sobre las débiles fronteras (o no), entre los diferentes géneros literarios. Me picó allí la curiosidad por leer algunos versos suyos, pero pasaron meses y una pandemia hasta que llegó a mis ojos su libro Pueblo y Yo (Libero Editorial), que me dejó pegada a la silla, como cuando de niña mis descomunales muslos se empeñaban en verano en convertirse en un único continente y, sudorosos, parecían hacer ventosa con la madera (con el plástico ya era una tragedia). A Andrea Abreu nunca la he visto en carne y hueso, pero he oído su nombre tanto que, cuando tuve en mi poder Panza de burro (Editorial Barret), decidí guardarlo en un cajón el tiempo suficiente para olvidarme de las reseñas literarias y del boca a boca. Me suele pasar con buena parte de los productos culturales que aparecen de pronto en todas partes, que me agoto y me da miedo no abordarlos con ojos limpios. Las expectativas, sin embargo, quedaron satisfechas con fundamento, pan y chocolate y un tiempo pesado, en el que se ansía el mar como el único oxígeno limpio posible. Pero vayamos por partes, y detengámonos en quiénes son estas voces tan jóvenes, que ya son el presente de nuestra literatura. No en vano, la revista GRANTA, una publicación nacida en la Universidad de Cambridge, acaba de hacer pública la lista de los mejores 25 autores jóvenes en lengua española y en ella ha incluido a Andrea Abreu, un hecho que, sin duda, le abrirá las puertas del mercado literario anglosajón.


Las dos autoras, que descubro por el prólogo de Pueblo y Yo son amigas, desacralizan la infancia, cambian ese aura de santidad e inocencia con el que solemos velar la ansiedad de nuevos descubrimientos y las insatisfacciones infantiles, por sentimientos a flor de piel, menstruaciones, deposiciones, suciedad y agua fresca, sudor y la relación inevitable con el océano de una isla.

El cuerpo placentero y culpable En Pueblo y Yo, Aída González Rossi, que nació en 1995, visibiliza el cuerpo de niña y adolescente, y el pueblo que la mece pero también la hiere. No es una obra de lectura fácil, porque nunca es condescendiente con los cuerpos ni con las costumbres y el paisaje de su pueblo, del nuestro, del de todos. Hace justicia González Rossi con sus formas físicas y mentales, con la niña que sufre porque le encanta comer, pero no corresponde con los estereotipos sociales. Coloca palabras simples, una detrás de otras, en un verso casi interminable, que se lanzan como dardos a los recuerdos del lector, a su propio cuerpo, a las incomprensiones propias y ajenas, a la compañía de los lagartos en los días de calor pesado, a la sal en el pelo que reseca, a las dentelladas de las etiquetas que en los pueblos se ciñen como sambenitos a quienes son diferentes. También el cuerpo, con sus olores y sus sabores, es protagonista de Panza de burro y Andrea Abreu se atreve a decirnos a la cara que de niñas también sentimos. No hay nada arrebatador y romántico en el descubrimiento de la sensualidad y la sexualidad en las protagonistas de esta novela, la primera de una joven autora que era más conocida por su poesía hasta ahora. En cambio, hay mucha vida y honestidad en ese enamoramiento de la amiga que se idealiza, que se envidia y admira a un tiempo, que se odia pero sin la que no se puede vivir. La infancia de las protagonistas es también una denuncia social de un asunto que es increíble que no sea objeto de reflexión frecuente en nuestras islas, las diferentes percepciones de isleños y visitantes sobre su realidad, el trabajo que desloma a los habitantes del Norte tinerfeño que se desplazan cada día al Sur de la isla, dejándose la vida detrás, en


forma de niña que soporta la panza de burro de pueblos como Icod de los Vinos, con el mar en el horizonte pero la playa tan inalcanzable que el calor pegajoso genera angustia. Andrea Abreu, que también nació en 1995 como Aida González Rossi, de la que me separa una distancia temporal de 18 años, muestra una infancia que, como la mía, estaba trufada de cuentos de brujas y lecturas de males de ojo, de expectativas imposibles de cumplir, de ansiedad por comerse el mundo y encontrar la independencia y el amor, el jeito, la salida, el cariño y el mar. Quizás lo único que nos diferencie sea que ellas, Andrea y Aida, poseen en su imaginario una relación más enraizada con las nuevas tecnologías, pero me temo que las represiones que se liberan en Pueblo y Yo y en Panza de Burro son las mismas, casi dos décadas después. Ojalá el presente, que ya es de ellas, se traduzca en un futuro en el que no sea motivo de escándalo colocar la palabra menstruación en un verso, explicar cómo se convive con flujos, necesidades, placeres, suciedades, descubrimientos, sudores, legañas y barro o reconocer que sí, que las niñas sienten deseo.

Cuando el lenguaje se rebela contra la norma Ni Aida González Rossi ni Andrea Abreu se reprimen a la hora de utilizar un idioma que no sólo es rico en cuanto a su escritura, sino también en su diversidad y tradición oral. Aida en sus versos coloca las palabras a su ritmo, sin el esquema sincopado que aportaría una puntuación al uso, sino inspirando una musicalidad propia al lector o lectora. Me temo que a Andrea Abreu le han caído más críticas por su uso de expresiones, por su escritura de palabras tal como las pronunciamos los canarios, por los localismos sin glosario. Pero es ese ataque contra las normas, que no es nuevo, pero que sí ha conseguido romper los estereotipos (creo que por primera vez, al menos con tanto éxito) de la literatura hecha en Canarias, es el que ha atraído tantos ojos ávidos a leer Panza de Burro. Es cierto que me resulta imposible ponerme en el lugar de una persona que no haya nacido o vivido en nuestra tierra a la hora de leer esta historia. No tengo ni la menor idea de cuál será su percepción del libro, porque en mi caso la lectura está cargada de complicidades, asentimientos de cabeza y sonrisas.


Estoy de acuerdo con Andrea Abreu y Sabina Urraca (profesora de taller literario de esta joven autora, escritora y editora de Panza de Burro) en no incluir un diccionario de términos. Quizás sea porque antes de leer este libro venía de engullir Salvar el Fuego, del escritor mexicano Guillermo Arriaga, Premio Alfaguara 2020 y volumen del que no entendí la mitad de las páginas, pero que sentí en las entrañas. Creo que no nos viene mal disfrutar de los localismos, de la riqueza lingüística no normalizada ni institucionalizada de tantos pueblos con los que compartimos el idioma español. Creo que Aida González Rossi y Andrea Abreu tienen la valentía de usar un lenguaje que se rebela contra la norma. Autores jóvenes como ellas, que triunfan de esta forma, me producen una extraña calma, esa en la que te das cuenta que sí, que no todo está perdido, que para disipar la niebla de la negatividad de tus cuarenta y tantos, cuando la mochila empieza ya a pesar tanto y te crees que nada merece la pena, está la juventud, como siempre lo ha estado, expectante, para lanzarse a la conquista de su espacio y poner patas arriba tu mundo.

Ilustración de Verónica García Gómez 30 -

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El rincón de Tehonón AUTOR:

Félix Díaz Magufadas (3ª parte) En el anterior artículo hablé de una pseudociencia, la homeopatía. Pero igualmente podría haber usado otras pseudociencias como ejemplo. La cuestión es por qué las pseudociencias parecen calar entre el gran público, y no ocurre lo mismo con el mensaje científico. Para empezar, existe la idea de que la ciencia es algo complejo y difícil. Bien, es cierto que para trabajar en cualquier disciplina científica hay que ir a la Universidad y estudiar unos cuantos años. Y que hay materias difíciles, cierto. Lo sé porque yo hice Química. Y más tarde añadí Tecnología de Alimentos a mi currículo. Y claro que tuve que estudiar mucho. Pero hay algo que se llama divulgación, que es lo que yo intento con algunos de estos

artículos: no hace falta ser químico para tener algunas ideas de química, como por ejemplo que si tenemos un papel y le arrimamos un fósforo encendido aparece fuego y se convierte en carbón. Eso es química simple y llanamente. Lo mismo puede hacerse con otras ciencias: explicar en términos simples las cosas para que las entienda cualquiera. Yo podría dar una disertación acerca de los procesos implicados en la reacción entre la celulosa del papel y el aire y bla bla bla. Pero eso solo interesa a los estudiantes de química, no a usted, querido lector. También podría explicar por qué el papel arde sin tener que recurrir a palabras específicas… pero no lo voy a hacer. Al menos en este artículo.


La cuestión es que se suele pensar que el lenguaje científico es farragoso y solo lo entienden los iniciados. Lo peor es que el propio método científico hace que nadie pueda hacer afirmaciones rotundas. Las cosas “pueden ser” según lo prevé una teoría determinada. Pero podría no ser así, y entonces habrá que revisar la teoría. Ningún científico puede hacer una afirmación rotunda. Incluso algo como que el sol saldrá mañana no es del todo seguro… yo sugiero que esperemos a ver si sale, como viene saliendo todos estos años. Yo espero que salga, pero no estoy completamente seguro de ello. Pues bien, las pseudociencias sí ofrecen esas afirmaciones certeras. Dicen que “es así” y punto, porque así lo pone el libro. Y mucha gente quiere oír esas afirmaciones. Sobre todo si se trata de enfermos incurables, y la ciencia oficial no da ninguna seguridad de curación, por las razones que expuse más arriba. Pero llega alguien que asegura

que con la Terapia Magnetogravitaroria Cuántica China hay curación asegurada, y muchos pican. (Esa pseudociencia no existe, al menos que yo sepa; me la acabo de inventar). Y mucho mejor sin contiene las palabras mágicas “cuántica” y “china”. Lo cuántico está de moda en las pseudociencias, por los mismos motivos que en el siglo 19 se hablaba del electromagnetismo, porque es algo científico muy complicado, que como nadie lo entiende pues suena más esotérico. Yo estudié algo de mecánica cuántica, de la de verdad, y nunca vi que sirviera para hacer tratamientos. Volviendo al principio, las pseudociencias ofrecen agua o aire a los enfermos, y les aseguran que con eso se curan. Aunque el médico luego diga que no es posible. Pero es justo lo que desean oír las personas desesperadas. Tenga usted un familiar enfermo de cáncer, por poner un ejemplo. La ciencia le dice que tal vez pueda curarse, con una probabilidad dada, pero no le da


certeza por completo. Más aún, el tratamiento suele ser largo y doloroso, con efectos secundarios muy desagradables. Y ahora aparece un señor que le asegura que con su terapia supercalifragilísticaespialidosa seguro que se curará. Y si usted no confía en el médico, tal vez se crea lo de este señor. Lo triste es que con la medicina larga y puede que dolorosa, es muy probable que su familiar se cure. Mientras que con el engañabobos solo perderá dinero… y al familiar, pues no se curará. Todo es una estafa. Así pues, mi consejo: siga las indicaciones de la ciencia, que seguro funcionan. Comprobado.

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Las cosas que me pasan AUTOR:

José Lantigua Las papas quineguas En Arucas teníamos unas fincas con plataneras y unos cachillos de tierra donde plantábamos papas. Cuando tocaba la recogida era toda una fiesta. Allí estábamos todos, tíos, primos… ¡toda la familia lueguito a trabajar! Lo mejor venía después: ¡el sancocho!, ¡y con papas nuevas! Bueno, pues un día, después del trabajo, la comida y la sobremesa, ya se había ido toda la familia y quedábamos mi padre y yo. Él se estaba bañando, y yo esperando en el patio delante de los sacos de papas, cansado como un perro. En eso que se me ocurre, pensando que iba a darle una lección de cultura a mi padre (y de mi dominio del inglés), preguntarle que qué papas era las que habíamos recogido La conversación se desarrolló de la siguiente manera: - Papá, ¿qué papas son éstas? - Son quineguas hijo - ¿Por qué sabes que son quineguas? - Porque lo pone en el saco, ¡tolete! Efectivamente, en los sacos ponía King Edward. No volví a abrir la boca 30 -

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El taller de los sabores AUTORA:

Matale Arozena Torrijas noveleras Pueden considerarse las reinas de la cocina de aprovechamiento, pues todo ese pan que sobraba en casa no se tiraba ni se daba a las gallinas mojado en agua; se convertía en una delicia que ayudaba a endulzar las penas. Se convirtió en el postre por excelencia de la época de pascua, una vez pasado el ayuno y la abstinencia de la Semana de Pasión. Ahora es un postre que sabe a Semana Santa con lo que lleva consigo. Para unos tiempo de reflexión y para otros de descanso, viajes y playa. Estas torrijas que les presento hoy (saben que me gusta ponerle nombre y apellido a mis recetas), son muy noveleras pues las hice con toda la alegría del mundo para reunirme con unos pocos amigos después de mucho tiempo que no lo hacíamos. No sabia que llevar como obsequio y cuando estaba en la cocina devanándome los sesos, y mirando a mi alrededores se me plantó delante un pan sobrante del día anterior, gritándome: “yo, yo soy tu solución, tengo ganas de fiesta”. Pues no me lo pensé y así lo hice, me puse manos a la obra y me salió esta gloria de postre.


Ingredientes: • 1 pan del día anterior (250 grs.)

• 3-4 huevos

• 1 litro de leche entera • 1 palo de canela • La piel de medio limón • 3 cucharadas soperas de azúcar • 100 grs. de azúcar (6 cucharadas soperas colmadas) • Aceite de oliva suave • Un poco de canela molida • 1 cucharada de postre de esencia de vainilla

Modo de hacerlo: En primer lugar pongo la leche al fuego con la cascara de limón, cortada fina para evitar la parte blanca que amarga, el palo de canela y la cucharada de esencia de vainilla. Dejo al fuego hasta que este caliente, casi a punto de hervir. Aparto la leche y dejo entibiar. Ese pan que antes me gritaba, ahora me sonríe cuando le hago cosquillas, al cortarlo con el cuchillo de forma sesgada, para que resulten más grandes, en rodajas de 2cms. de ancho. Cuando ya la leche está tibia, voy mojando con cuidado las rodajas para que se empapen y no se deshagan y coloco en una fuente. A continuación bato tres huevos y voy pasando las rodajas por el huevo y echando en una sartén grande con abundante aceite caliente a temperatura media a fuerte. Cuando estén doradas, coloco en una fuente con papel absorbente para retirar todo el aceite posible no sin antes envolver en la mezcla que he hecho con el azúcar y la canela. Están muy ricas con una bola de helado de vainilla y quizás acompañadas con una manzana al vino, si se trata de postre. Si no, con los dedos acompañando un buen desayuno. Debo decir que nuestra ayuda, de pequeños, solo consistía en envolverlas de azúcar y canela. Los niños cuanto más lejos del fuego, mejor. Algunas desaparecían en ese momento de envolverlas. Así las hacíamos en casa, aunque mi abuela, a veces, en vez de azúcar y canela hacía un almíbar con miel y agua que quedaba igual de rico. ¡Disfrútenlas como lo he hecho yo! 30 -

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Letras y colores AUTOR:

Juan Francisco Santana De prepotencia y humildad Estos días en los que tanto se habla de la pandemia, de las nuevas cepas que están surgiendo, de las tristes tragedias de muchísimas familias en todo el planeta, de la deshumanización y el alejamiento de la clase política (de esos a los que llamo bien tratados por la crisis y por otros problemas que aquejan al resto de la sociedad y que ven tan de lejos, mostrándonos un alejamiento avasallador que cuasi les endiosa) he hablado con amigos del valor que conlleva la humildad, tan defenestrada por los adoradores de la prepotencia que al ostracismo conduce pero es por ello que quiero detenerme en manifestar lo solos que se encuentran aquellos que por delante de cualquier argumento sólo se escuchan a sí mismos pero no voy a nombrar a nadie que así se comporte, por lo que pueden estar tranquilos, pero sí que este escrito, si alguno de ellos lo lee, pudiera hacerles reflexionar al respecto pues el que sólo le gusta escucharse a sí mismo está perdiendo muchísimas oportunidades para mejorar como ser humano y como profesional aunque lo sea, pues de lo que se trata es de ir mejorando cada día. Lo cierto es que nos encontramos, no tan a menudo pero sí de vez en cuando, ese tipo de personas que no dejan que intervengamos en su monólogo, ajenos a la circunstancia que están en lo que podría ser un diálogo en el que todas las partes se beneficiaran. Por todo ello recordé el haber leído una frase de Marcel Aymé, el escritor francés, autor, entre otros, de Clérambard, obra teatral del año 1950, en la que decía:


“La humildad es la antecámara de todas la perfecciones.” No puedo estar más de acuerdo con Aymé porque así he pensado desde que era un adolescente aprendiz de docente y así sigo pensando porque entre otras razones se es capaz, con ese valor como acompañante de aventuras, de escuchar y de aprender cada día de los otros. Me entristece, me apena enormemente, aquellos que con su falsa actitud paternalista se declaran seres comprensivos, que no lo dudo que lo sean, pero que no escuchan a los otros y además les tratan de diferente manera según sea la intensidad de la relación que les ciega y ante los méritos de los que se lo han ganado a pulso con su trabajo, aunque no estén en su círculo de amistades; lo cierto es que no se puede estar ciego, aunque sea por puro interés, pues el éxito de cualquier ser humano nos beneficia como colectivo y como seres individuales.

La humildad es la antecámara de todas la perfecciones.

Decía Agatha Christie, que por cierto estuvo enamorada de la isla en la que vivo, Gran Canaria: “Cuando no hay humildad las personas se degradan”. Eso no lo puede permitir un ser humano, que como tal tiene el don de ser inteligente, pues hacerlo es perder la oportunidad de seguir formándose y, por ende, creciendo. Les he de decir que he conocido a una persona, a la que he tenido y tengo una gran estima, que cuando me llamaba empezaba a sudar pues si cogía el teléfono significaba que tenía que abandonarme a los abrazos del tiempo.


Comenzaba con un tema, que para nada me interesaba y no es que fuera descortés, sino que me suponía un aburrimiento innecesario, por ejemplo pudiera poner el caso del fútbol o la zarzuela, obligándose a los que no les agradan a presenciarlos a la fuerza, he de decir que me gusta ver un partido de fútbol y me encanta la zarzuela, y seguía con otro y con otro, incluso repitiéndolos, pues se olvidaba que ya los había compartido. Buscaba un instante, como si se tratara de una tabla salvadora a la que me aferraba con todas mis fuerzas, pero no me permitía que llegara a ella y seguía, cuasi extenuado, nadando en un mar que deseaba tragarme, y lo seguía intentando, sólo consiguiéndolo cuando se encontraba con su garganta seca, momento que aprovechaba, como agua de mayo, para despedirme, eso sí, por primera vez, pues pasaban muchos otros momentos para que lo lograra. Cuando colgaba el teléfono me dolía la cabeza y tenía necesidad de vomitar, y no se rían pues no es ninguna broma. Gracias que este tipo de seres humanos no son muy frecuentes, se podría decir que están en peligro de extinción pues la gente cada día tiene menos tiempo en esta sociedad en la que el tiempo, precisamente, es de lo más buscado.

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Desde mi alpende AUTOR:

Eusebio Cabrera Coplas A la orilla de la mar iba contando mis penas y al preguntarme que cuántas te señalé las arenas.

Con el fondo de la mar voy a dejar mis pesares. Ya no quiero recordar como ocultaste tus males.

Tengo el mundo en las pupilas y mi reflejo en tus ojos, como agua cristalina que cura crueles enojos.

Eres mi luz y mi guía mi faro en la lontananza, eres por quien moriría cuando pierda la esperanza.

Me diste la mano un día cuando aprendí a caminar, sabiendo que yo lo haría con mis hijos al llegar.

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Tinta de drago AUTORA:

Felicidad Batista Memorias y autobiografías Si hay un género pobre, por no decir casi inexistente en la literatura española en general y en la canaria en particular, es el de las memorias y autobiografías. Hay una cierta casuística que encumbra a la novela, prestigia a la poesía, admite el relato como un mal menor y la minificción como una palabra fugaz y, sin embargo, destina indiferencia al origen de todos ellos que no es otro que la memoria propia y la biografías personales y emocionales. El punto exacto en el que se genera toda la literatura y con ella el conjunto de sus géneros. Ni siquiera la crítica literaria, tan parca también por estos lares, se ocupa de este género, matriz de todo e ingente biblioteca para cualquier creador, lector o interesado en indagar sobre la vida y sus recovecos. Las memorias se definen según el crítico literario francés Georges May como «el relato de lo que se ha visto y entendido, hecho o dicho. La autobiografía, en cambio, es el relato de lo que se ha sido». Más allá de la complejidad de buscar una definición exacta, parece claro que las memorias se refieren a acontecimientos y hechos vividos y la autobiografía entra en el plano más personal e intimista. En una conceptualización simple, diríamos que uno describe, cuenta, y el otro expresa y tamiza lo vivido desde las emociones. Uno, por tanto, es más narrativo y otro más poético. En las memorias caben la sucesión de los hechos cronológicamente e, incluso, con saltos en el tiempo.


La relación pormenorizada o general de sucesos que además de aportar datos sustanciales, las enmarcan en un contexto histórico de infinitas posibilidades creativas y de estudio. En la autobiografía nos movemos en la escala de las emociones, de los sentimientos con todo lo de cercano que tiene. Se rescata del olvido algo más que hechos, la hondura y los matices de los sentimientos. Un terreno prolífico y muy bien abonado para que se manifiesten y rebelen secretos y confesiones íntimas. No resulta fácil, en muchas ocasiones, deslindar memorias y autobiografías. Ya que hay puntos en las que se solapan, se entrecruzan o se mezclan. No se entendería a Simone de Beauvoir y su influencia trascendental en los movimientos feministas sin sus memorias que, a su vez, se convirtieron en material filosófico. “Memoria de una joven formal”, “Plenitud de la vida”, “Una muerte muy dulce”, entre otras, alumbran un tiempo, una mirada diferente, un mundo transitado y por construir. Stefan Zweig fue gran novelista y escritor de biografías y memorias. Destaca su libro “El Mundo de ayer. Memorias de un europeo”, donde la Europa que amó se enfrenta a la guerra, cae en las garras del nazismo, la intolerancia, el exterminio. Un mundo que se le vuelve extraño, desconocido, trágico.

El escritor estadounidense Philip Roth en “Patrimonio. Una historia verdadera”. Recoge las vivencias de su padre, emigrante judío que llegó a Estados Unidos a finales del siglo XIX. Un recorrido por la historia y la sociedad reciente de América del Norte.


“Yo sé por qué canta el pájaro enjaulado” es una autobiografía de la poeta estadounidense Maya Angelou. Narra su dura infancia en Arkansas. La violencia sexual a los ocho años y la racial a lo largo de su vida, pero también la mirada vivaz de la infancia. La literatura canaria no es pródiga en el género de memorias y autobiografías. Pero la escasez de publicaciones en este género, nos permite apreciar y disfrutar con mayor deleite aquellas que se han escrito. Es el caso de Amparo Walls Hernández. Una autora que comenzó a escribir a los 92 años y nos dejó “Mariposas de papel” y “Párrafos de la memoria”. No solo estamos ante una cuidada y deliciosa prosa, sino que además nos adentramos en el Santa Cruz de los años 20 y 30. Un legado que nos llega envuelto en aromas, sensaciones, sonidos, calles, lugares, formas y modos, sentimientos, recuerdos que pasan a ser historia vivida y legada. Alicia

Contreras

García

ganó

el

premio

Amparo Walls Hernández de Memorias de ACTE-Canarias en 2019 con el magnifico texto “Espejismos en rosa y amarillo”. Aquí la inteligente forma de narrar de la autora nos introduce en una casa del norte de Tenerife. Una niña que nos guía por una escalera que reparte

pasos,

acontecimientos

familiares,

habitaciones que se asoman al cielo, a la vida, que

envuelven

recuerdos,

describen

mobiliarios. Se escucha el bullicio, la radio y el reloj del tiempo. Una incursión a su infancia y a la historia de las emociones en su prosa delicada y con trazos de humor. Balbina Rivero publicó recientemente “Mis yoes” en Escritura entre las Nubes . Un recorrido por su biografía personal y literaria que nos lleva a un siglo XX marcado en esa la lucha incansable por el vuelo alto y libre de sus sueños. Un periplo desde su nacimiento, en una Navidad de los años cuarenta, hasta fraguarse como escritora. Como ella misma afirma nunca ha dejado de escribir su autobiografía en sus libros de ficción.


Pero si cabe, en estas memorias la vida adquiere un tono de documento personal. Literario en la prosa, visual en las fotografías que ilustran sus vivencias. Tuve el inmenso honor de trabajar a pie de campo y literariamente en un proyecto que culminó

en

el

libro

“Historias

de

Chío:

mujeres que cuentan”. Mujeres de Chío, Guía de

Isora,

que

narraron

sus

historias

personales, familiares, de la emigración y la espera, de la vida rural y doméstica. De sus usos y costumbres. De telares y calados. De campo abierto y agua escasa. De gastronomía y repostería. De baúles que viajaron a Cuba, Venezuela o Estados Unidos. De ventas, donde la vida era un acontecimiento; de cafés donde se bebían esperanzas sueños y viajes por tierra, mar y aire. Memorias que palpitan, viven y quedan para siempre en un libro para saber, conocer y comprender que el futuro no es posible single recuerdo. Ojalá

nuestra

literatura

canaria

abra

mares

de

memorias

y

autobiografías. Viajes que nos llevarían lejos en el conocimiento y la preservación de nuestro patrimonio emocional, social y literario.

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Hablando de amigos... AUTOR:

Luis Alberto Serrano … Minientrevista a VESNA PopArt (Pintora) Me enganché a sus cuadros desde la primera vez que los vi. Quizás porque me evocan un arte que tengo grabado en mi retina desde la niñez y porque me parecen de una originalidad que hay que mantener viva. Y si, además, le tomas el cariño que le he tomado, pues todo fluye a mejor, siempre.


ENTREVISTA LUIS: Me gusta llamar a tu estilo “Popchentero” porque me recuerda mucho a mi admirada Movida Madrileña de comienzo de los años 80. ¿Tú como lo defines? VESNA: Me encanta que le hayas puesto ese nombre, yo no sería quien soy si no hubiera existido la revolución artística de los 80, mi estilo es Pop hasta sin querer, lo tengo tan interiorizado que sale por todos mis poros, pero es cierto que después de tantos años ya va saliendo mi estilo propio y digo yo, que habrá que ponerle un nombre, ¿te atreves? LUIS: Pues te regalo ese para que lo uses cuando quieras. Por supuesto. Mucha de tus referencias son el cine. Me encantan tu princesa Leia, tu Marilyn y todo tu “universo” Almódovar. ¿Qué significa, para ti, el cine? VESNA: El cine y la música van tan unidos para mí, que de la misma manera que me pongo música para pintar, también pongo películas. La música y el cine me hacen crear y soñar a partes iguales. Mi preferido, por los siglos de los siglos, siempre será mi adorado Pedro Almodóvar. Ya sabes que hice una serie completa de “Mujeres al borde de un ataque de nervios”. Es la única serie que tengo entera (menos el cuadro que regalaron a Antonio Banderas unos amigos de él para su cumpleaños), ya que algún día me gustaría moverla en Madrid. LUIS: Alucino cuando te veo pintar con las dos manos a la misma velocidad. Yo que no soy capaz de pasar una página de un libro si estoy comiendo con una cuchara. ¿Eso se entrena? VESNA: Pues sinceramente creo que absolutamente todo se puede entrenar. Saldrá mejor o peor, ¡pero con disciplina todo se puede! Lo mío es por puro placer, soy ambidiestra y disfruto mucho haciéndolo. Es como si me descargase al final del día si lo hago, me libera muchísima tensión pintar y escribir a dos manos.


LUIS: La foto que aparece aquí fue en tu exposición de sobre la “Deconstucción del Guernika”. ¿Por qué ese cuadro? VESNA: Adoro a Pablo Picasso y el Guernica me gustó desde que, siendo pequeñita, mi madre me compró una camiseta que la imagen era el Guernica. Te juro que me lo sé de memoria. Podría dibujarlo entero sin tener que mirar ninguna foto. Pablo son uno de esos artistas que tendrían que haber clonado... jejejje LUIS: Y en tus redes, siempre te vemos “algo más” que en forma. ¿También lo entrenas o es constitución? VESNA: Fui deportista federada desde los 12 años. Hacía trampolín “cama elástica” y eso me hizo la persona tan disciplinada que soy. Cuando haces deporte a ese nivel, te centras en un objetivo y no paras hasta que lo consigues. Así soy yo tenaz y muy trabajadora, como lo era con el deporte. Pude traer a lo largo de mi carrera deportiva seis medallas de bronce de los campeonatos de España y ser campeona de Canarias durante todos los años que participé, y ¡sí! Sigo haciendo deporte porque me gusta y porque me evita tener dolores de espalda, cuello, etc. ¡El deporte cura y rehabilita! LUIS: Pues reiterando mi admiración a tu obra y a tu persona, porque siempre lo hago a la gente que lucha, que se esfuerza por mejorar, a la que cree que hay que implicarse en ser bueno en algo; te agradezco que siempre me transmitas la paz y la buena onda que tú llevas dentro. Mil gracias, y hasta el siguiente abracito.

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Secretas analogías AUTORA:

Isabel Expósito AVÍO de luz trasluz sobre agua multiplicada en horizontes de azul sobre la noche Chorro de pájaro místico inaccesible Agualuz en la humareda que galopa ahuyentada por la música oscura de un palacio fúnebre Reloj que detiene su episodio.

Poema de Isla Absoluta (Irexco-Poesía 2005) que encuentra reflejo en la pintura de Vincent Van Gogh Noche estrellada sobre el Ródano

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Herencia del legado cultural y patrimonial de Canarias AUTOR:

Cristóbal Navarro Algunas costumbres que nos unían en comunidad

Tal vez no sea descabellado decir que nuestra sociedad canaria ha cambiado más rápidamente en treinta años que en doscientos. Es cierto que el Covid-19 ha sido un condicionante muy potente ante la imposibilidad de que los miembros de una comunidad no puedan compartir espacios y tiempos simultáneamente. No obstante, salvando las distancia, es preciso tener en cuenta que los cambios ya estaban en marcha de manera muy avanzada. En épocas relativamente recientes, cada pueblo se reunía para celebrar ciertos acontecimientos sociales en los que el vecino y la vecina tenían un papel fundamental que servía para mantener vínculos unidos o para crearlos. Uno de esos casos ha sido siempre la elaboración de las casas del vecino colaborando entre toda la comunidad y familia. Hasta hace unos cuarenta años aún se congregaban los vecinos y familiares para “echar el techo” de aquellos que fundaban una nueva familia y preparaban su hogar. Ello era motivo de encuentro y de relativa confraternización. Allí se trataban temas familiares, se mostraban afectos con hechos y quizás menos con palabras pues se tenía más en cuenta del “gesto”. Tal es así que el respeto por quien colaboraba permanecía en aquellas familias que recibían la ayuda desinteresada. Naturalmente el festejo final era una comida humilde, pero con lo mejor que se podía dar. Todo ello reforzaba los lazos entre los participantes.


Otro ejemplo lo podemos encontrar en la recogida de la cosecha, hecho en el que la importancia de brazos era crucial para la obtención del alimento natural dado que los tractores sólo eran lujos de grandes explotaciones y muy poco frecuentes. La sacada de papas, posiblemente, sea la más entrañable y destacada de estas recogidas, así como la recogida de uvas entre vecinos y familiares. Quizás también algo de recogida de racimos de plátanos en algunos lugares en los que la familia y vecinos se ayudaban puntualmente, aunque no se consideraría de igual manera esa cosecha como tampoco la zafra por parte de asalariados de caña de azúcar, tomates... pues los condicionantes son otros a los mencionados anteriormente. Posiblemente la recogida de trigo cebada… sean una misma cosa a la anteriormente citada. También podemos apreciar el encuentro familiar o vecinal con motivo de una “matanza” en las fiestas del lugar o para preparar la carne y guardarla ahumada o salada, e incluso preparar el chorizo y las morcillas que tanto ayudaban a pasar los malos tiempos. La trasquilada de ovejas era también otro de esos encuentro pastoriles en los que el logro de la lana como bien permitía aligerar y refrescar a los animales preparándolos para el verano y con el bien obtenido elaborar mantas, alguna prenda y quizá la venta para obtener “unas perras”. Todo ello sin identificar las fiestas de cada pago, pueblo e incluso vecindad, pues es conocido de todos que las distintas advocaciones llevan a la peregrinación de cada persona a su pueblo natal con motivo de la efemérides y del santoral correspondiente. Este sentido de retorno de la pardela migratoria, ya sea hacia otro municipio dentro de la misma isla o en otra isla, incluso fuera de Canarias, genera una nostalgia en cada canario. El sentido de pertenencia es tan hondo, tan marcado y tan fuerte que fácilmente nos paramos a recordar momentos de la infancia y la juventud con un cariño muy tierno.


Cómo no recordar los otros puntos de encuentro señalados en los que también la “chiquillería” se reunía revoloteando alrededor de los padres y madres. Por ejemplo en las acequias, mientras las madres lavaban las ropas de toda la familia y se trataban problemas, discusiones, encuentros y desencuentros del pueblo, la ingenuidad de la infancia distraída de estas cosas, acostumbraban a hacer bulla y recorrer con aire festivo el caudal de agua remojando las sonrisas y la niñez de los que hoy añoramos aquellos momentos. Las fuentes o “chorro” al que se acudía hasta hace muy poco también sincronizaba relojes biológicos con la naturaleza, con el orden de la vida de otro tiempo que requería de una disciplina y de un rigor necesario para que la comunidad no se vea perjudicada, no se incomode, no se provoquen conflictos. Todo estaba escrito en unas tablas invisibles, leídas por todos, conocidas por todas, pasadas de generación en generación de madres y padres a su descendencia. Eran leyes, unas normas de convivencia que no necesitaban aclaración ni mejoras. Todos sabían sus consecuencias y beneficios, posiblemente he ahí el porqué de ese otro orden cercano al mundo de la mar y del campo. El reloj sol marcaba los tiempo, las carreras, las pausas, los silencios y la bulla, el encuentro y la soledad, la actividad y el sosiego, el trabajo y el pensamiento, en definitiva: la vida cotidiana. Hoy vivimos con es decir, nos centramos en la parcela en la que vivimos abriendo la puerta del garaje al salir por la mañana al trabajo y a la llegada por la tarde despidiéndonos del mundo a medida que baja lenta y silenciosamente esa blanca cortina que nos distancia de realidades y de experiencias para conducirnos a la individualidad, al yo, a las aficiones... Si miramos alrededor no encontramos AAVV con una actividad frenética, tampoco a colectivos culturales con mucho dinamismo... No hay sentido de pertenencia. Antes cualquier vecino conocía hasta el último habitante de su pago, hoy apenas al de al lado.


¿El canario canta solo o tiene que oír a otro canario? Lamentablemente es una realidad la necesidad que tenemos los canarios y canarias del encuentro, está en nuestro código genético y no lo debemos negar, puesto que quizás llegue el día en el que alcancemos un punto de no retorno. Esta reivindicación empapada de anhelo, cargada de imágenes que el propio lector habrá experimentado personal e individualmente, debería servir para apoderarnos de nuestro quehacer y retomar nuestra esencia e identidad. Todos hemos vivido la llamada de nuestros y nuestras mayores del pueblo que nos solicitaba con cariño y ternura como nuestro propio padre o madre, aún siendo vecino nuestro la mirada denotaba pertenencia. “Ahí va uno de los míos”, ése es de mi pueblo, estudiamos juntos en el colegio... frases llenas de orgullo ante el paisano. ¿En qué punto estamos hoy? ¿Queda algo de antaño que nos recuerde en nuestras vidas la pertenencia a nuestro pueblo? ¿Hacia dónde va nuestra sociedad y nuestros hijos anónimos? Éstas y otras preguntas deben ser reflexionadas por cada uno de nosotros y nosotras y e las respuestas encontraremos qué hacer cada día para no negar nuestra esencia como legado a nuestros hijos e hijas del presente y transmitir ese legado al futuro. Ese legado no es nuestro, les pertenece a ellos. ¿Somos nosotros los que no lo hemos sabido conservar ni transmitir?

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El Club de la Eco y Logia AUTORA:

Albertine Orleans Seguimos avanzando en el conocimiento de la ecología en esta entrega con dos nuevos temas. Objetivos de la ecología. Los ecólogos, en sus distintas especializaciones posibles, intentan dar explicación científica a: 1-Los procesos vitales de interacción, adaptación y supervivencia en un ambiente determinado. 2El flujo de la materia y la energía en el marco de una comunidad biótica determinada. 3-El desarrollo y sucesión de los distintos ecosistemas que existen. 4-La diversidad, abundancia y distribución de los organismos vivientes en los diversos medios ambientales. Destacamos el flujo de energía y materia. Una de las figuras comunes de la ecología es la cadena trófica, es decir, la cadena alimentaria, en torno a la cual se organizan las distintas formas de vida existentes. Esta cadena supone un balance en el flujo de la materia y la energía entre ellas, que opera de manera balanceada, equitativa e interdependiente entre las especies, que se vinculan entre sí de la siguiente manera: Depredadores. Se alimentan de los demás seres vivos, sean herbívoros, detritívoros u otros depredadores más pequeños. Al hacerlo, dejan material orgánico a los procesos de descomposición, a los cuales se sumará eventualmente al morir. Herbívoros. Aquellos seres vivos que se alimentan de los vegetales y plantas, y que transmiten la energía y la materia al ser depredados. Descomponedores. Los detritívoros o descomponedores son aquellos que ayudan a descomponer la materia orgánica y reiniciar el ciclo vital, permitiendo

que

los

nutrientes

de

desecho

o

residuales

sean

aprovechados y puedan ser absorbidos por el suelo, de donde vuelven a las plantas y vegetales.


PESTICIDAS Y ABONOS QUÍMICOS Ni siquiera entonces decidieron ser honestos: rasgaron las pieles y sacudieron la textura de las hortalizas, de las frutas, del millo, del trigo, del centeno o de la soja, para producir toneladas de comidita contaminada legalmente, que llega a la boca de las gentes que ignoran el juego sucio al que se someten, pagando por esos alimentos sonrientes y sin rechistar, encantados de no encontrar un insecto en su comida esterilizada con venenos. En nuestros cuerpos, se instala la enfermedad mientras se consumen y se digieren, y se evacúan hacia los mares y las tierras. Parece que nada importa cuando se perfilan expectativas inmediatas, que esconden el derecho al legado del futuro y que matan las justas sublevaciones.

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Las retahílas de Candi AUTORA:

Cándida Medina El ejpertador Guenos días tengan todos cristianos... Vengo a darles muy guenas noticias, estoy privadita ende que me lo vinieron a contar antes de ejpuntar el día, no les tengo más en ascuas y voy a principiar por el

principio, por la noticia más guena, Dis’ quel presidente Rajoy se mandó a mudar, que no jallan ni pelo ni jumo del por nenguna parte de España, que

los políticos se fueron tras del (cómo era el jefe de la manada de canchanchanes de este país...) Que los reyes jartos de tanta injusticia y avergonzados por lo mal repartido que está el mundo, decidieron que

cogiera el mando Felipe, único que cobrará por sus servicios a la patria

(bien aconsejado por una obrera, su mujer Leticia, a quien debemos los españoles que salieran en estampida todos los curas encochinados, que no quieren como reina a quien dos veces se jaiga casado).

En Canarias ha nacido una nueva isla la llamaremos san Borondón, y

como hay que construir el pueblo y todas esas cosas del carajo, en nuestras islas estamos contentos poj’ pa’ construirla ya tenemos todos trabajo.

¿Qué quién va a habitar esta nueva isla...? Me cuentan que vivirán en

chalecitos desos arrejuntados, todos los sin techo, gente humilde, los que

cruzan nuestras fronteras, los desahuciados, no habrán ni pobres ni ricos.

Suena el ejpertador. ¡Chos, coño!! ¡Jodío ejpertador del carajo, los demonios se lo coman!

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El pejeverde AUTORA:

Raquel Reyes ACERTIJOS MATEMÁTICOS 1.- Halla el número

2.- ¿Qué figura complementa la imagen?


Hoy en El pejeverde vamos a aprender cómo hacer una lámpara de lava. Es una manualidad muy sencilla que puedes hacer en casa. ¿Te animas? ¡Adelante!

LÁMPARA DE LAVA Necesitaremos: -Una copa grande de cristal -Un vaso con agua -Colorante alimenticio -Un vasito con aceite -1 pastilla efervescente -Una cucharilla

Soluciones a los acertijos 1.- 105 2.- B

Servimos el agua en la copa. Puede valer otro recipiente de cristal. Añadimos unas gotas de colorante. Aquí se ha usado el color azul.

Una vez que el agua y el colorante se hayan mezclado bien, vertemos el aceite. El agua con el colorante quedaría en la parte inferior de la copa. Añadimos la pastilla efervescente y… prepárate para ver burbujas como si fueran lava.

Explicación: Al contacto con el agua la pastilla libera dióxido de carbono, y suelta burbujas que suben a la superficie.


LECTURA: El bosque encantado Había una vez un bosque muy hermoso. Tenía árboles de todos los tamaños, con hojas que desprendían un agradable aroma, y flores que alegraban la vista a todos los niños que jugaban allí. Todo era paz y tranquilidad. Pero un día la tierra comenzó a temblar y en el bosque apareció un ogro. Era un ser malvado, que odiaba la Naturaleza y no soportaba que nadie fuera feliz. Cuando escuchó la risa de los niños y el canto de los pájaros en este lugar se enfureció. Puso su mano sobre uno de los árboles y este dejó caer sus hojas y a perder su color. Hizo lo mismo con los otros árboles y la hierba, y el hermoso color verde del bosque fue palideciendo hasta desaparecer. Luego quitó el color a las flores, a los animales e incluso a los niños. Después de esta terrible maldad, se fue riendo mientras repetía: — ¡Nadie tendrá vida mientras yo viva! Pasaron varios años y nadie se atrevió a pisar ese espantoso lugar, hasta que una paloma llegó volando alegremente. Se asombró muchísimo al ver el bosque convertido en un lugar oscuro y tenebroso. —¿Qué pasó aquí? —se preguntó—. Parece que todo ha perdido su color, como si fuera de noche. Tengo que hacer algo para que este bosque cobre vida. La paloma se posó en la rama seca de un árbol para poder pensar y, como por arte de magia, las ramas comenzaron a recobrar su color y a moverse lentamente. Después se apoyó en el lomo de un conejo y sus suaves orejitas se movieron, notándose su color blanco sonrosado. Y así fue como a todos los habitantes del bosque les fueron devueltos el color y la vida. Los niños regresaron para jugar y divertirse, y los animalitos dieron las gracias a la palomita. Todo volvió a ser feliz como antes. Y después de este momento vino el viento ¡y se llevó al ogro y al cuento!

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FUENTE DE POETAS Invitada

Carmen Paloma Martínez Nacída en Madrid, pasó buena parte de su infancia en Andalucía y otras ciudades españolas. A los 20 años residiría también por un tiempo en Santiago de Chile. Profesionalmente ha estado ligada, siempre, al sector turístico. Con una experiencia vital de casi 15 años (1989 – 2003)

en La

Habana, actualmente reside, desde 2005, en Tenerife. Le encanta viajar, conocer otras culturas, idiosincrasias, otros lugares. Se autodefine como una “eterna viajera”. Autora de los poemarios

Salitre, Voz de Mujeres y de Líneas,

compendio de artículos de opinión. Poemas y relatos forman parte de antologías tales como: Mujeres en la Historia – La Ilustración, con el relato “Mary Wollstonecraft en el siglo XXI”, Mujeres 88 – Antología de poetas canarias, Mujeres que escriben, entre otros. Es miembro de la Junta Directiva de ACTE, Asociación Cultural Canaria de Escritores/as. Forma parte, desde su creación en 2015, del grupo poético Voces desde la intimidad, y participa de forma activa en recitales de poesía, presentaciones de libros, jornadas literarias y clubs de lectura, entre otros.


Conozcamos algunos de sus poemas... POEMAS para TAMASMA CULTURAL – De mi próximo poemario Resuena mi cuerpo en bucles de luz

Apago mi discurso. Mi alma empieza a orbitar en ti.

Agoniza mi rebelión. Me derramo convaleciente y parto. Me ausento

recordando el aroma de nuestros días.

Aunque sé que venimos y nos vamos solos, no sueltes mi mano. --Mi cuerpo

una línea atravesada de desierto, solo el relieve recostado en el margen más árido. Muerto de hambre. Amputada la lengua. Desvirgado el vientre.

Y todo el espacio saturado de mis criaturas familiares. Errante y desposeída me asfixio. El perímetro de mi corazón un cerco glacial. Y toda una vida repleta de maletas. --El paisaje – circundante – un museo dormido. Y en medio: Tú

- también - dormido. Sin retorno.

Pervivo helada en el núcleo del abismo.


La ley oculta la sagrada geometría del cambio. Un cuerpo agujereado, diezmado, taladrado en la dimensión de lo no nato. Perdido en el limbo. Respiro en el vacío de la campana del patio. Tejo y destejo tus huesos a bocados, a salvajes dentelladas. Me invento rastros de tu sangre y quiero escuchar tu latido una vez más. Ensayo un amago de aproximación. Convulsionada y vehemente tiento tu cuerpo durmiente, rozo tu torso y acaricio el dorado de tus embalsamadas pupilas. Mas mi cuerpo ya casi una reliquia. Su moldura, una sonora y petulante soledad. Soledad madura como las uvas en agosto. Deambulo. No hallo brújula ni voces que me guíen. Yo, una calamidad para coser calor a tus ingrávidas venas.

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MÚSICA EN CANARIAS Invitada

Cira Rodríguez Cira Rodríguez inicia sus estudios musicales compaginando los estudios de piano en el Conservatorio Superior de Música de Las Palmas de Gran Canaria, con los de arpa paraguaya. Cursa Magisterio Musical e Historia y Ciencias de la Música, por la Universidad Complutense de Madrid, junto a un Master en Gestión Cultural. Ha formado parte de distintas formaciones corales, destacando el Coro de la Orquesta Filarmónica de Las Palmas de Gran Canaria. Ejecuta la gira «Canarias del alma«, un repertorio de canciones tradicionales canarias, auspiciado por “Canarias Crea”. Actúa también en el madrileño café-concierto La Cueva del Bolero. Para la asociación Promuscan ha realizado tareas de edición del archivo Víctor Doreste, además de su interpretación en concierto. En el casting del programa La Voz Antena 3 resulta finalista. En el campo escénico ha participado en diversas zarzuelas como “El huésped del sevillano” y “La montería”. En el Festival de Teatro Clásico de Mérida es seleccionada para participar en su programación en off en “Medea”. En conjunto con la escritora Patricia Rojas interpreta con arpa y voz una propuesta de microrrelatos, en el ciclo “Diálogos con letra y música” en San Martín Centro de la Cultura Contemporánea.


En la escuela de interpretación de Guacimara Correa recibe formación y participa en las obras «A la cacatúa verde» y como figurante en «Don Juan Tenorio» en las fiestas fundacionales de su ciudad natal. Realiza distintas colaboraciones con interpretación de números de musicales, como “El fantasma de la ópera” o «Los miserables». En el musical “Polizón” de José Buceta, interpreta a la sirvienta Rosario. Participa en el espectáculo de burlesque-cabaret como cierre del Big Bang Vintage Festival en el Teatro Guiniguada bajo la dirección de Nati Vera. Ejecuta uno de los papeles principales del musical «Mírame de frente«. Diseña e interpreta «Noche de musicales«, un espectáculo que contiene las piezas más destacas de los musicales de Broadway, con caracterización de los distintos personajes. En el mundo de las princesas Disney, elabora un proyecto que derriba los estereotipos de género. También interpreta el papel de Bella en el concierto «Navidad Disney» invitada por la Banda Sol y Arena. Junto a esta formación desarrolla como cantante solista el concierto «Go to Broadway» con títulos populares de esta meca del musical. Actualmente pertenece al elenco principal de la compañía de teatro musical Habemus Teatro. En el campo escénico ha participado en diversas zarzuelas como “El huésped del sevillano” y “La montería”. En el Festival de Teatro Clásico de Mérida es seleccionada para participar en su programación en off en “Medea”.


Como activista y artista solidaria participa en encuentros y galas benéficas a favor instituciones como la Fundación Alejandro da Silva, la Fundación Vicente Ferrer con la iniciativa 1km1vida, o la Fundación Yrichen, en la que compartió cartel junto a Arístides Moreno y Efecto pasillo. Su proyecto más personal es el espectáculo «Bolero: Historia de un amor«, en el que está al frente de la creación, interpretación narrativa y ejecución vocal. Una propuesta de concierto y performance, una historia de amor ubicada en Cuba con el sello inconfundible del romanticismo y del bolero.

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Escaparate literario Novedades

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Autores canarios Nuevo libro de Texy Cruz "Retales y pinceladas de inspiración " Los sentimientos viajan sin parar, no pretendo que suban en una montaña rusa sin final. La intención, es subir y bajar en este viaje del alma y que cada uno sienta como acabar. Como bien a captado el escritor Pedro de la Rosa, que ha realizado un precioso prólogo para este libro, este no posee una estructura que se deba seguir estrictamente, la idea es que el lector vuele. Estoy convencida de que la Poesía en sí, expresa emociones que dependen del corazón de los lectores al recibirla. Algo parecido a una forma de autoyuda. Como es la vida misma, subir y bajar escalones para continuar nuestro viaje en ella. Plasmo en este trabajo, poemas y textos que dejo a la libre imaginación. Con la sencillez de la palabra, con lo hermoso del amor o del dolor de una pesadilla. Pasando de la derrota del narrante enamorado a la esperanza del guerrero.

Retales y pinceladas de inspiración Sentido y escrito por Texy Cruz, editado por Algani Editorial. Ya puedes solicitarlo en librerías de cualquier isla del archipiélago o allende los mares. Algani Editorial - www.atlantidadistribuciones.com 30 -

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