APAISADO - Informe "El Futuro de las Ciudades"

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HACIA UN

FUTURO INTELIGENTE 5 CLAVES PARA DISEÑAR LAS SMART CITIES

www.tecnalia.com


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EL FUTURO SON LAS

CIUDADES

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—En 2007, por primera vez en la historia de la humanidad, la mayoría de la población mundial pasó a ser urbana. Para 2050 se espera que la población mundial se duplique, absorbiendo las ciudades el 70% de este crecimiento. En este contexto, las ciudades constituyen una importante amenaza para el ecosistema del planeta, pero al mismo tiempo, al tratarse de los mayores polos de concentración de talento, conocimiento y capacidad de innovación, suponen una oportunidad para contribuir a nuestra calidad de vida y bienestar social a partir de la conversión de ciudades en Smart Cities o ciudades inteligentes.

En TECNALIA entendemos este concepto como un instrumento al servicio de una visión de futuro: un proyecto inteligente de ciudad al servicio de una estrategia de transformación que impulsa la sostenibilidad social (cohesiónciudadanía-participación), económica (desarrollo local) y medioambiental (cambio climático, eco-eficiencia). Un proyecto apoyado en la reflexión de futuro de la ciudad y en aquellas fortalezas sobre las que enfocar iniciativas estratégicas tractoras. Identificamos, seleccionamos e integramos las soluciones urbanas y tecnologías idóneas para contribuir a un proyecto de ciudad inteligente que asegure la sostenibilidad y regeneración de la ciudad, su desarrollo socioeconómico y el impulso de una economía más verde y sostenible.

UN PROYECTO DE SMART CITY GENERA VENTAJAS SOSTENIBLES VINCULADAS A LAS CIUDADES Y AL TERRITORIO, PRODUCIENDO PROGRESO Y BIENESTAR PARA LOS CIUDADANOS.


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CLAVES

PARA DISEÑAR LAS SMART CITIES

—BY TECNALIA—


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INNOVACIÓN TECNOLÓGICA

INNOVACIÓN SOCIAL

SINERGIAS ENTRE INSTITUCIONES REDES COLABORATIVAS ABIERTAS AL MUNDO

MODELOS DE GOBERNANZA INTEGRADOS

SECTOR PRIVADO

PARTICIPACIÓN CIUDADANA

ECO-TECNOLOGÍA

CONCENTRACIÓN DE TALENTO Y CONOCIMIENTO

PLATAFORMAS DE INNOVACIÓN Y CLUSTERS COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA

NUEVA ACTIVIDAD ECONÓMICA

COMPRA PÚBLICA INNOVADORA

CO-FINANCIACIÓN REGENERACIÓN URBANA INTEGRAL

SOSTENIBILIDAD ECONÓMICA VISIÓN DE FUTURO

DISEÑO Y DESARROLLO TERRITORIAL Y URBANO

CLAVES PARA DISEÑAR LAS

SMART CITIES

BY TECNALIA —Un territorio que apueste por convertirse en motor de desarrollo económico y social en el futuro debe desarrollar estas 5 claves, tal como lo testimonian las ciudades y territorios con mejores indicadores de un progreso eficaz, sostenible y responsable.

SMART INNOVATION & TECHNOLOGY

SMART STRUCTURE

SMART PROJECT

SMART FINANCING ARCHITECTURE

SMART ECONOMY

—Los proyectos de base territorial y urbana tienen un potencial extraordinario como “living labs” donde desarrollar soluciones eco-tecnológicas, como espacios de experimentación y demostración al servicio de la innovación.

—Un proyecto de ciudad inteligente requiere una estructura inteligente de liderazgo, impulso y gestión. Estos procesos demandan un esquema de gobernanza inclusiva y abierta a la colaboración de una diversidad de actores.

—La apuesta por un territorio inteligente hay que entenderla como un instrumento al servicio de una visión de futuro y una estrategia de transformación que impulse la sostenibilidad social, económica y medioambiental.

—La transformación de una ciudad en Smart City requiere de un esquema de financiación inteligente combinando múltiples fuentes, instrumentos y fórmulas de partenariado y co financiación.

—Las ciudades son polos de concentración de talento y conocimiento que impulsan la creación de nuevas actividades empresariales basadas en el conocimiento y la innovación.


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SMART PROJECT

Desde la antigüedad hasta nuestros días la humanidad ha ido asentándose en torno a las ciudades, que se organizan y planifican con el propósito de mejorar el bienestar, la prosperidad y la seguridad de los que en ella habitan. Progresivamente el mundo deja de ser rural para convertirse en urbano, hasta tal punto que, en este inicio de milenio, la mayoría de la población mundial ya ha pasado a ser urbana y para 2050 se espera que el 70% de la población del planeta viva en ciudades. Este movimiento de urbanización, plantea un desafío de primer orden a toda la humanidad y constituye uno de los principales factores del cambio económico, demográfico, social y ambiental de las próximas décadas. El cómo se vaya produciendo este desarrollo afectará críticamente a los modos de vida de todo el mundo, al medioambiente y a la economía local y global, por lo que resulta fundamental comprender y evaluar con rigor e imaginación qué queremos y necesitamos para las ciudades del futuro.

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La paradoja urbana nos remite al hecho de que la amplitud de este crecimiento urbano constituye al mismo tiempo la mayor amenaza para el ecosistema global del planeta o ecosfera y una de las condiciones necesarias para su preservación. Las necesidades de creación, renovación y mantenimiento de infraestructuras y servicios que este crecimiento va a generar se pueden terminar convirtiendo en una extraordinaria fuerza destructiva para el planeta si no se abordan desde un diseño urbano inteligente combinado con la aplicación sensata de tecnologías limpias. Ya hoy en día, las ciudades protagonizan el crecimiento económico en el escenario global pero, al mismo tiempo, consumen una parte desproporcionada de los recursos naturales mundiales y son responsables del 80% de las emisiones de CO2. Este ritmo es insostenible, pero podemos hacer a las ciudades parte de la solución si combinamos nuevos modos de vida y hábitos de consumo, con un diseño urbano inteligente y con la aplicación de tecnologías limpias para una nueva generación de infraestructuras y servicios.

Hoy, estos retos nos remiten al desafío principal del desarrollo sostenible, entendido como un proceso permanente de creación, mantenimiento y mejora de las condiciones de vida y estructuras básicas a fin de posibilitar a todos los seres humanos su bienestar dentro de los límites de los ecosistemas (Cumbre del Desarrollo Sostenible, Madrid 2006). La sostenibilidad es el vector para orientar nuestras respuestas a este reto urbano global de crear, renovar y mantener las infraestructuras urbanas, reduciendo al mismo tiempo la huella ecológica del entorno construido. Si bien el objetivo final es alcanzar la “ciudad sostenible”, una ciudad cuyas componentes económicas, sociales y ecológicas están armoniosamente asociadas, la ciudad inteligente (Smart City) es considerada como la primera etapa de una transición necesaria hacia conceptos más elevados. Frente a la complejidad y diversidad de problemáticas (cambio climático, calidad de vida, desarrollo económico inclusivo, cohesión social, etc.) que afectan a todos los aspectos relativos a la vida urbana (urbanismo, planificación, transportes, seguridad, salud, servicios, alojamiento, etc.), la Smart City propone un enfoque amplio e integrado donde la tecnología mejora la eficiencia de las operaciones de la ciudad, la calidad de vida de sus ciudadanos y el crecimiento de la economía local.

Se trata de convertir el proyecto de ciudad inteligente en una oportunidad para: • Los ciudadanos, facilitando acceso a nuevos servicios y soluciones que hagan más fácil y confortable nuestra vida en la ciudad para desplazarnos con mayor agilidad, para comunicarnos y para proporcionarnos más seguridad. •

Las empresas, dándoles una plataforma en la que desplegar una amplia variedad de productos y servicios en ámbitos como la movilidad eléctrica, la valorización de residuos, la eficiencia energética y la gestión inteligente de la energía, la captación y tratamiento de datos, la interactividad móvil, … Hablamos de oportunidades empresariales en el mundo del transporte, la industria, la energía, nuevas tecnologías, construcción, nuevos materiales, …

La administración, que puede prestar sus servicios con mayor eficacia y a menor coste, poniendo a disposición de los ciudadanos nuevos servicios y más opciones de comunicación y participación social.

La actual coyuntura económica refuerza la importancia de la apuesta, pero obliga a hacerla con sensatez. La apuesta por la ciudad inteligente adquiere sentido en la medida en la que sirve a un proyecto de futuro. Hoy los retos de competitividad económica se abordan a escala de las ciudades y de las políticas urbanas. Facilitar y promover el desarrollo económico local es una prioridad a la que la ciudad inteligente ha de contribuir.

En definitiva, la escala urbana resulta idónea para impulsar un sector de soluciones urbanas ecotecnológicas como cluster transversal, haciendo confluir la iniciativa privada con la pública, promoviendo proyectos piloto de desarrollo territorial y de rehabilitación urbana, combinando un diseño urbano inteligente con la aplicación sensata de tecnologías limpias.

—LA APUESTA POR LA CIUDAD INTELIGENTE ADQUIERE SENTIDO EN LA MEDIDA EN LA QUE SIRVE A UN PROYECTO DE FUTURO. Hoy los retos de competitividad económica se abordan a escala de las ciudades y de las políticas urbanas. Facilitar y promover el desarrollo económico local es una prioridad a la que la ciudad inteligente ha de contribuir. La Smart City propone un enfoque amplio e integrado donde la tecnología mejora la eficiencia de las operaciones de la ciudad, la calidad de vida de sus ciudadanos y el crecimiento de la economía local. •


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SMART STRUCTURE

Smart City es un concepto complejo, dinámico, multidimensional, con múltiples actores y niveles, difuso, sujeto a diversas interpretaciones, que hace referencia a un proceso de transformación de la ciudad en el que los objetivos no suelen estar claramente delimitados e incluso pueden ir cambiando a lo largo del proceso. El concepto de Smart City no sugiere una idea normativa exclusiva de lo que es una ciudad inteligente sino más bien de cómo se podría lograr dicha ciudad. Los proyectos Smart City, de desarrollo y transformación de ciudad, son procesos complejos que responden a una estrategia singular para generar ventajas sostenibles vinculadas al territorio y producir progreso y bienestar para los ciudadanos. Estos procesos tienen carácter deliberativo, requiriendo tanto la colaboración e interacción de una diversidad de agentes como la creación y mantenimiento de espacios de diálogo para compartir información, experiencias y perspectivas y generar visiones compartidas. Son procesos de innovación, que incorporan altas dosis de experimentación y de construcción abierta y colaborativa de las propuestas para la ciudad.

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La gestión de esta transformación demanda un esquema de gobernanza que reemplace los modos de hacer política unidireccionalmente, de arriba abajo, por formas de gobernanza inclusivas y abiertas a la colaboración de una diversidad de actores. La participación de los ciudadanos y de las partes interesadas (empresas, universidades, centros de I+D, instituciones y organismos públicos, …) es fundamental para el éxito de la Smart City y, en este contexto, la gobernanza puede ser vista como la responsabilidad compartida de la administración pública, el sector privado y la ciudadanía al tratar los problemas de la ciudad. Por otra parte, el desafío de las ciudades que prevén aplicar enfoques Smart consiste en lograr una transición de los sistemas funcionales actuales hacia sistemas más sostenibles e inteligentes. Los proyectos y actuaciones promovidos para alcanzar la visión propuesta, se benefician de los avances tecnológicos –especialmente TICs–, pero suponen una expansión creciente de las infraestructuras y servicios urbanos que exigen, a su vez, el desarrollo y optimización de la correspondiente arquitectura financiera.

Llevar adelante un proyecto de ciudad con el alcance y planteamiento aquí propuesto requiere una estructura inteligente de liderazgo, impulso y gestión. El liderazgo a escala local es cada vez más relevante para el crecimiento de ecosistemas de innovación territoriales, abiertos y colaborativos, que faciliten, fomenten e impulsen las infraestructuras físicas y de conocimiento que lo constituyen como territorio inteligente, eficaz y atractivo, y marquen la diferencia de la ciudad como lugar propicio para la inversión y el desarrollo de actividades económicas innovadoras.

Una sociedad sensible a los criterios de sostenibilidad y eficiencia ha de constituir también un elemento de impulso extraordinario para el desarrollo local de una economía de la eco-eficiencia. Las políticas de promoción de comunidades dinámicas, innovadoras y eco-sensibles juegan aquí un papel crucial, desde las iniciativas que fomentan la compra pública con criterios de eco-diseño hasta aquellas otras orientadas a promover pautas de consumo responsable o a impulsar nuevas actividades emprendedoras en el ámbito de la economía verde.

Las estructuras compartimentadas habituales en las administraciones locales tradicionales tienen dificultades importantes para abordar estrategias que implican intervenir, de modo integrado y participativo, en ámbitos de gestión diversos (urbanismo, transporte, medio ambiente, promoción económica…), y/o que impliquen concertar actuaciones entre administraciones a diferentes niveles, como, por ejemplo, en el caso del alineamiento entre los planes de desarrollo urbano y los planes regionales de especialización promovidos por Europa. Un enfoque inteligente desarrolla modelos de gobernanza integrados que facilitan la coordinación tanto a nivel interdepartamental como a nivel interinstitucional (multigobernanza).

Las opciones por las que han optado ciudades de referencia para impulsar y gestionar este tipo de proyectos estratégicos son múltiples. En algunos casos se delega esta función en agencias de desarrollo separadas de la estructura municipal, con mayor o menor capacidad de actuación y dotación de recursos. En cualquier caso, la relación fluida y acción coordinada con los departamentos municipales es un factor clave para el buen desempeño. Singapur está utilizando su agencia de desarrollo, Sinbridge, como instrumento para promover proyectos de desarrollo urbano en Asia y Latinoamérica, llevando de la mano un potente ecosistema de empresas y ayudado por el fondo soberano que le permite entrar en estructuras de financiación en partenariado con agentes locales.

En otros casos, desde el liderazgo público local se han constituido clusters y plataformas de innovación para impulsar el proyecto local al mismo tiempo que promover el desarrollo de nuevas soluciones y productos por parte de las empresas. Copenhague constituyó un importante Cleantech Copenhagen Cluster y una serie de plataformas de innovación en ámbitos como las “smart grids” y la eficiencia energética, con la participación de la industria local, empresas tractoras internacionales, universidades y centros tecnológicos. Un instrumento que está adquiriendo una importancia creciente son las incubadoras y aceleradoras.

La actividad emprendedora está muy ligada a lo que sucede localmente. Los emprendedores valoran, crecientemente, las conexiones y los encuentros físicos, el acceso a redes de contactos “cara a cara” en las que apoyarse para obtener y contrastar ideas. El reto está en cómo capitalizar la tendencia hacia la “urbanización del emprendizaje” para revitalizar partes de la ciudad y hacerlo en un contexto de escasez de recursos.

—UN PROYECTO DE CIUDAD REQUIERE UNA ESTRUCTURA INTELIGENTE DE LIDERAZGO, IMPULSO Y GESTIÓN. Las opciones por las que han optado ciudades de referencia para impulsar y gestionar este tipo de proyectos estratégicos son múltiples. En algunos casos se delega esta función en agencias de desarrollo separadas de la estructura municipal mientras que, en otros, se han constituido clusters y plataformas de innovación para impulsar el proyecto local y promover el desarrollo de nuevas soluciones y productos. Un instrumento que está adquiriendo una importancia creciente son las incubadoras y aceleradoras. •


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SMART INNOVATION & TECHNOLOGY

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Una ciudad Inteligente integra aspectos muy diversos relacionados con el medioambiente, los recursos, las infraestructuras, los servicios, los comportamientos sociales y políticos etc.; al objeto de progresar en su sostenibilidad social, económica y medioambiental con el recurso a la tecnología (TICs) para mejorar la eficiencia de las operaciones de la ciudad,

la calidad de vida de sus ciudadanos y el crecimiento de la economía local. Así lo ha recogido la Sociedad Europea para la Innovación en Ciudades y Comunidades Inteligentes en su Plan de implantación estratégica:

MOBILIDAD URBANA SOSTENIBLE

DECISIONES

DISTRITOS SOSTENIBLES Y MEDIO AMBIENTE CONSTRUIDO

INFRAESTRUCTURAS Y PROCESOS INTEGRADOS

ATENCIÓN A LOS CIUDADANOS

CÓMO INCLUIR A LOS CIUDADANOS EN EL PROCESO COMO ACTOR INTEGRAL PARA LA TRANSFORMACIÓN.

POLÍTICA Y REGULACIÓN

CREACIÓN DE UN ENTORNO PROPICIO PARA ACELERAR LAS MEJORAS.

PLANIFICACIÓN INTEGRADA

CÓMO TRABAJAMOS, LÍMITES ADMINISTRATIVOS, Y CÓMO GESTIONAMOS METAS TEMPORALES.

TRANSFERENCIA DE CONOCIMIENTO

CÓMO ACELERAR LA TRANSFERENCIA DE EXPERIENCIAS PARA LOGRAR DESARROLLAR LA CAPACIDAD DE INNOVAR Y COMPARTIR DICHO CONOCIMIENTO.

MÉTRICAS E INDICADORES

QUE PERMITAN A LAS CIUDADES DEMOSTRAR MEJORAS EN EL RENDIMIENTO DE UNA MANERA EMPÍRICA.

OPEN DATA

ENTENDER CÓMO SACAR PARTIDO DE LAS CADA VEZ MÁS COMUNES BASES DE DATOS; HACIÉNDOLAS ACCESIBLES-PERO SIEMPRE RESPETANDO LA PRIVACIDAD DE LAS MISMAS.

PERSPECTIVAS

NORMAS

FONDOS

MODELOS DE NEGOCIO, APROVISIONAMIENTO Y SOLUCIONES FINANCIERAS

QUE PROPORCIONAN UN MARCO PARA DAR CONSISTENCIA, FAMILIARIDAD Y HABITUALIDAD; SIN INHIBIR LA INNOVACIÓN.

LOCALES TANTO DENTRO DEL ÁMBITO DE LA UE COMO DE MERCADOS MÁS GLOBALES.

Energías alternativas, transporte público, logísticas eficientes, planificación.

Mejorar la eficiencia energética de los edificios y de los distritos, aumentar la proporción de fuentes de energía renovables utilizadas y la habitabilidad de nuestras comunidades.

— Áreas prioritarias (European Innovation Partnership on Smart Cities and Communities: Strategic Implementation Plan; http://ec.europa.eu/eip/smartcities/files/sip_final_en.pdf)

Energía, TIC, Transporte - conectar los activos de infraestructuras para mejorar la eficiencia y la sostenibilidad de las ciudades.

Llevar a la práctica este planteamiento requiere identificar, escoger e integrar las soluciones y tecnologías idóneas con criterio sensato e independiente, poniéndolas al servicio de un proyecto inteligente de ciudad. Requiere también atender a un segundo factor de relevancia vinculado al tecnológico: el modelo económico y de negocio. Nos encontramos a las puertas del despliegue de una amplia variedad de productos y servicios de fuerte base tecnológica para los que la velocidad y éxito de su despliegue va a depender en gran medida de la idoneidad y aceptación social de los modelos económicos y de negocio con los que se presenten al mercado. El trinomio tecnología-mercado-modelo de negocio constituye el núcleo básico de actuación para el despliegue de las innovaciones de base tecnológica. La tecnología no es solo una herramienta para resolver problemas. Juega, también, un papel muy relevante como palanca para crear nuevos negocios, facilitando la generación de una industria renovada basada en el conocimiento y la innovación. Ahora bien, esta función creadora de negocio requiere hibridar la tecnología con otras clases de conocimiento e innovación, haciendo esencial la colaboración entre múltiples actores.

En la actualidad estamos asistiendo a la emergencia de una nueva naturaleza de la innovación, siguiendo el paradigma de la innovación abierta descrito por Henry Chesbrough hace ya más de una década, donde el modo colaborativo de crear negocio incorporando ideas, conocimiento y activos externos está cobrando cada vez mayor relevancia y los partenariados, las redes de colaboración y las relaciones en círculos diversos y niveles regionales y globales adquieren un protagonismo sin precedentes. Como señalaba Amar Bhidé, destacado experto en dinámicas de creación económica de base tecnológica (y miembro del Scientific Advisory Committee de TECNALIA), el diálogo fluido con proveedores, clientes y usuarios es un mecanismo esencial de coordinación en una economía descentralizada basada en la innovación. Un diálogo que fluye solo cuando se da un contexto de relaciones sostenidas y de confianza, de ahí la relevancia de disponer de un marco relacional estable, como el que ofrecen los “living labs”, con una variedad de agentes tanto empresariales o institucionales como los usuarios finales, para construir oportunidades de negocio en esta nueva economía de la colaboración.

En efecto, los “living labs” urbanos constituyen ecosistemas locales donde la colaboración entre industria, organizaciones gubernamentales y ciudadanos para el logro de objetivos específicos locales, genera la densidad relacional y de interacción necesaria para el desarrollo de la nueva economía creativa y se convierten, así, en espacios donde la innovación tecnológica es también innovación social. Los proyectos de base territorial y urbana tienen un potencial extraordinario como “living labs” donde desarrollar soluciones eco-tecnológicas, como espacios de experimentación y demostración al servicio de la innovación. Los ejemplos de ciudades como Copenhague o Boston resultan paradigmáticos por haber hecho de sus proyectos “living labs” donde experimentar y demostrar innovaciones tecnológicas, nuevos productos, servicios avanzados y modelos de negocio. Una vez que un territorio cuenta con una mínima infraestructura de conocimiento y tecnológica ha de ser capaz de utilizar, también, su propio mercado interior como laboratorio de experimentación para ensayar distintos modelos de negocio, apoyando así el desarrollo de nuevas soluciones, productos y servicios avanzados por parte de la industria. La existencia de un mercado interior de carácter innovador en sus comportamientos de compra es un factor clave para el desarrollo de una industria

local innovadora, comenzando por la propia administración como comprador público. De ahí la relevancia de promover y articular, entre otros, procesos de compra pública innovadora en los proyectos estratégicos de desarrollo territorial y urbano. La adopción de las innovaciones por parte de los mercados requerirá, además, nuevos modelos de negocio que concilien los intereses del municipio, de la empresa y del ciudadano. Por una parte, las limitaciones presupuestarias y la magnitud de las inversiones requeridas empujan a las ciudades a buscar nuevos modos de financiación y desarrollar estrategias de cooperación público-privada sostenibles y orientadas a mercado. Por otra, el concurso de las empresas que aportan no solo su dominio tecnológico sino también su capacidad financiera, requiere ensayar nuevos modelos de partenariado, menos costosos y mejor adaptados a los desafíos abordados, compartiendo riesgos y beneficios. La innovación es la única estrategia que asegura la sostenibilidad a largo plazo, respondiendo a los retos del desarrollo socioeconómico en la escala del territorio e impulsando una economía más verde y sostenible. En este escenario “smart” caracterizado por la necesidad de innovación y tecnología, existe un espacio de oportunidad abierto a nuevas maneras de entender la ciudad y el territorio y de intervenir en ellos, promoviendo proyectos piloto a escala real, demostrativos de tecnologías orientadas a conseguir entornos

urbanos “low carbon”. Es esencial para el futuro de las ciudades hacer confluir estos conceptos de Inteligencia Urbana y EcoTecnología, generando propuestas integradas en el campo de las Soluciones Urbanas, para responder a los retos de la ciudad del siglo XXI, en los que se necesitarán nuevos modelos, estructuras e instrumentos, como las redes colaborativas, plataformas de innovación, “living labs” y partenariados, que van adquiriendo un mayor protagonismo como palancas de desarrollo de oportunidades económicas basadas en la innovación y la tecnología.

—LOS LIVING LABS URBANOS SON CATALIZADORES DE NUEVAS SOLUCIONES EN ESPACIOS DONDE LA INNOVACIÓN TECNOLÓGICA ES TAMBIÉN INNOVACIÓN SOCIAL. Los “living labs” urbanos constituyen ecosistemas locales donde la colaboración entre industria, organizaciones gubernamentales y ciudadanos para el logro de objetivos específicos locales, genera la densidad relacional y de interacción necesaria para el desarrollo de nueva economía creativa y se convierten, así, en espacios donde la innovación tecnológica es también innovación social. •


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SMART FINANCING ARCHITECTURE

Hoy, muchas ciudades buscan su camino para transformarse en ciudades inteligentes, impulsando los denominados proyectos Smart City. La transformación de una ciudad en Smart City requiere, no obstante, una financiación considerable. Si bien una parte del proyecto puede ser financiado gracias a mecanismos tradicionales de contratación, las restricciones presupuestarias y la magnitud de las inversiones requeridas empujan a las ciudades a buscar nuevos modos complementarios de financiación. El contexto en Europa es positivo. En 2012, la Comisión Europea (CE) puso en marcha una nueva iniciativa, “European Innovation Partnerships on Smart City and Communities” que tiene como objetivo poner en común recursos europeos para desarrollo de Smart Cities con el fin de apoyar proyectos urbanos de demostración en energía, transporte y TICs. Europa va a promover proyectos de demostración a gran escala (“lighthouse projects”) con soluciones urbanas integradas (energía, transporte, TICs, ...) como instrumento para avanzar hacia los objetivos 20/20/20 de sostenibilidad. Ahora bien, se va a requerir de las ciudades que cuenten con estructuras de partenariado y de co-financiación adaptadas a la complejidad de los proyectos.

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Obviamente, existen diferentes modelos de financiación, desde la totalmente pública a la financiación privada pero, en particular, la contratación mediante fórmulas de Colaboración Público Privada (CPP) resulta de especial interés para los proyectos de Smart City ya que permite compartir riesgos y beneficios. La CPP es un concepto que engloba diferentes tipos de cooperación entre el Sector Público y el Sector Privado en lo relativo a la contratación de infraestructuras y servicios para mantener la actividad y fomentar la innovación en las empresas tecnológicas a la vez que se mejoran y evolucionan los servicios públicos garantizando la sostenibilidad presupuestaria. Los contratos CPP tienen un potencial de aplicación muy amplio y son una herramienta que garantiza la ejecución y explotación de los proyectos al tiempo que asegura al sector privado implicado en los mismos un retorno económico competitivo.

No obstante, las ventajas de una fórmula de contratación CPP van más allá del ámbito presupuestario ya que favorecen la innovación y permiten acelerar el desarrollo de nuevos servicios, de más calidad y con un mayor impacto social. En la mayoría de los casos, los contratos CPP comprometen unos recursos muy elevados, lo que conlleva la necesidad de acudir a fuentes de financiación ajenas a las que son propias de los promotores de los proyectos. Entre las diferentes fuentes de financiación pública, la Unión Europea (UE) –como principal impulsor de los proyectos de Smart City– es la que dispone de un mayor potencial financiador. El presupuesto UE 2014 – 2020 abre importantes oportunidades a las ciudades. El Fondo de Desarrollo Regional, FEDER, exige que un mínimo del 5% de los fondos se destinen a acciones integradas para el desarrollo urbano sostenible (16.000 millones de Euros), ejecutables potencialmente a través de la herramienta ITI.

La Inversión Territorial Integrada (ITI) es una herramienta que permite a los Estados Miembros implementar Programas operativos de una forma transversal y recurrir a la financiación de varios ejes de prioridad, de uno o más Programas operativos, para garantizar la ejecución de una estrategia integrada en un territorio. ITI es un instrumento que fomenta el uso integrado de fondos (incluyendo FEDER, FSE, FC) a fin de provocar un mejor resultado con la misma cantidad de inversión pública, asegura la implicación de los agentes locales y ofrece una mayor seguridad con respecto a la financiación a los promotores. Además de los fondos para el desarrollo urbano citados, los proyectos de Smart City pueden beneficiarse de otros fondos procedentes de la UE, tales como el Programa Marco para la Investigación y la Innovación H2020, el Programa para la Competitividad de las Empresas COSME, los fondos de Desarrollo Rural EAFRD o el programa LIFE para el medioambiente y cambio climático, principalmente.

Por otra parte, están los instrumentos financieros que catalizan recursos públicos y privados para lograr un efecto multiplicador de la inversión en proyectos de alto valor socioeconómico que son financieramente sostenibles pero que no resultan atractivos para los fondos privados por su perfil de riesgo o plazo de maduración. Citaremos por su importancia la iniciativa de la Comisión Europea desarrollada conjuntamente con el Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco de Desarrollo del Consejo de Europa (CEB), JESSICA (Joint European Support for Sustainable Investment in City Areas) mediante la cual se financian proyectos integrados y sostenibles de desarrollo urbano. Otros instrumentos relevantes: RSFF (Risk Sharing Finance Facility) o ELENA (European Local ENergy Assistence). En fin, no quisiéramos concluir sin una breve referencia a la compra pública innovadora (CPI) que si bien no es un instrumento de financiación propiamente dicho, sí es un mecanismo eficaz para fomentar la innovación empresarial y que, en definitiva, financia la I+D que necesita una empresa para acudir a una licitación pública. Se trata de la adquisición, por parte de los entes públicos, de bienes y servicios novedosos, que se introducen por primera vez en el mercado.

Tanto la UE como España disponen de mecanismos de financiación de la CPI. La UE apoya a través de Horizon 2020 tanto la creación de redes para el fomento de la CPI e intercambio de buenas prácticas, como la realización de compras conjuntas transfronterizas a ser realizadas por compradores públicos de al menos tres Estados Miembros o Asociados. En España, además de los proyectos de co-financiación a través de los fondos europeos, existen otras dos vías. Una de ellas es a través del programa INNODEMANDA, gestionado por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI), mediante el que las empresas que concurran en los procesos de licitación de CPI podrán recibir financiación de CDTI para las actividades de I+D a través de un procedimiento de evaluación/ concesión acelerado. Con INNOCOMPRA se apoyan las actuaciones en CPI en CC.AA. con fondos tecnológicos FEDER. Es un sistema de apoyo del Ministerio de Economía y Competitividad a organismos y entes públicos de las comunidades autónomas para apoyar proyectos de I+D+i susceptibles de recibir ayudas del Estado, siempre que una parte sustancial de esos programas conlleven contratos denominados de Compra Pública Innovadora.

—LAS FÓRMULAS DE COLABORACIÓN PÚBLICO PRIVADA (CPP) RESULTAN DE ESPECIAL INTERÉS PARA LOS PROYECTOS DE SMART CITY YA QUE PERMITEN COMPARTIR RIESGOS Y BENEFICIOS. Los contratos CPP son una herramienta que garantiza la ejecución y explotación de los proyectos al tiempo que asegura al sector privado implicado en los mismos un retorno económico competitivo. Además, favorecen la innovación y permiten acelerar el desarrollo de nuevos servicios, de más calidad y con un mayor impacto social. •


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SMART ECONOMY

Según las proyecciones de la ONU, la explosión demográfica del siglo XXI se caracteriza por la concentración de la población en las ciudades, modesta en los países desarrollados, pero espectacular en el resto del mundo. Hoy, lo que vemos es un mundo cada vez más urbano, se está construyendo más ciudad que nunca. Solo China está construyendo más tejido urbano que en cualquier época anterior. El mundo no es plano sino policéntrico. Y sus centros son las ciudades y, cada vez más, las ciudades-región que se postulan como realidades emergentes en los últimos tiempos. Esta dinámica tiene su lectura en el plano económico: las 30 mayores ciudades van a protagonizar el 20% del crecimiento económico global entre 2010 y 2020 (The Global Cleantech Report 2012). La dinámica de creación de riqueza, indisociable de la concentración de la innovación y del talento, se da ante todo y antes que nada en las metrópolis, que juegan un rol crucial en la transición hacia la economía del conocimiento ya que albergan una parte cada vez mayor de la población mejor formada, más creativa y emprendedora. Las ciudades (y ciudadesregión) son polos de concentración de talento y conocimiento en las que se gestará, cada vez más, el futuro del crecimiento económico. Su desarrollo reconfigura las economías, concentrando un poder económico y político cada vez más importante, hasta alzarlas al nivel de los Estados e, incluso, superándolos.

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Sin embargo, conviene considerar (J. Haëntjens, Futuribles, nº 398, 2014) que si en 1991 Saskia Sassen describía una economía mundial liderada por una quincena de ‘ciudades globales’, hoy en día la consultora McKinsey cita que los dos tercios del crecimiento del próximo decenio estarán protagonizados por 600 grandes ciudades. Igualmente estima que el mayor crecimiento lo realizarán las ciudades de talla intermedia (entre uno y tres millones de habitantes) y no las grandes locomotoras como Nueva York, Londres, Paris o Tokio. La mayor volatilidad de las empresas y sus colaboradores, y el desplazamiento hacia el este y el sur del centro de gravedad económico del planeta, impiden asegurar la posición dominante de las antiguas ciudades globales. Uno de los principales desafíos económicos de este crecimiento será la financiación de infraestructuras, en particular las redes –de transporte de personas y mercancías, de fluidos, de energía, de información, de desechos, etc.– cuyos costes de construcción y mantenimiento se van a disparar a medida que se extienda el conglomerado urbano. Estas infraestructuras básicas son, no obstante, una condición esencial para el buen funcionamiento de las ciudades del futuro.

La expansión metropolitana, a su vez, cuestiona el tradicional concepto de ‘ciudad’ eliminando los límites de la misma, absorbiendo el espacio periurbano en beneficio de su extensión en grandes zonas urbanas, entrelazando múltiples zonas funcionales (alojamiento, actividades, comercio, ocio, etc.) y ramificando sus actividades en territorios inmensos. Un cada vez mayor número de economistas proponen que es tiempo de “repensar la economía a través de los territorios”. La entrega, en 2008, del premio Nobel de economía a Paul Krugman, uno de los fundadores de la nueva economía territorial, refuerza su credibilidad. Esta economía territorial se basa en la idea de que las riquezas y las competencias tienden a polarizarse en algunos puntos del planeta, pero no en cualquiera, sino más bien en torno a las metrópolis, que ofrecen “costos y facilidades de intermediación” especialmente competitivos. Las grandes ciudades están, generalmente, en el núcleo de ciudades más pequeñas que les aportan grandes ventajas competitivas.

Lo urbano es un potente creador de riqueza. Es el lugar privilegiado que concentra talentos, capitales, comercios y materias primas para la creación de riqueza en la ciudad y, también, fuera de ella. Esta capacidad de transformar recursos en riquezas se mide mediante el concepto de atractividad. La atractividad económica se convierte en el elemento determinante de la actividad, de las ventajas comparativas, de la excelencia, del desarrollo de mercados y, en fin, del empleo. Pero no es suficiente. Además, hace falta captar los recursos financieros y, sobre todo, intelectuales y humanos necesarios a la creación de nueva actividad económica de alto valor, basada en la innovación y la tecnología. Como ha argumentado Daniel Innerarity, la economía creativa tiende a territorializarse, a elegir espacios propicios para la relación de red y el intercambio. En particular, la densidad relacional que caracteriza al entorno urbano lo convierte en un lugar idóneo para el desarrollo de esta nueva economía creativa y del conocimiento.

Los espacios urbanos híbridos y favorecedores de diversidad e interacción pueden ser auténticos centros de innovación y creación económica. También Richard Florida, conocido por su desarrollo del concepto de “clase creativa” en torno a la regla de las tres T: “Talento, Tecnología, Tolerancia”, ha señalado las ventajas diferenciales que tiene el territorio urbano para emprender nuevas actividades empresariales de carácter innovador. Los productos de base tecnológica y servicios innovadores son cada vez más multidisciplinares, requieren de una diversidad de conocimientos y se benefician de la colaboración transversal con usuarios y adoptadores tempranos. En esta línea, hoy en día es ampliamente aceptado que la creación de nueva actividad económica basada en la innovación y la tecnología responde a un modelo abierto –requiere diversidad de actores, disciplinas y aproximaciones–, es transversal –sucede en los cruces entre ámbitos o sectores establecidos– y emergente –no es fácilmente pronosticable a priori–.

Estamos asistiendo a movimientos importantes de ciudades como es el caso de Singapur que presenta los mejores indicadores de sostenibilidad en Asia. Es un territorio completamente urbano, una ciudad-estado, de pequeño tamaño, intensamente industrializado y económicamente muy avanzado. Ha planteado las soluciones urbanas como prioridad económica para los próximos años utilizando la ciudad como escenario para el desarrollo de proyectos experimentales a escala real. Es un buen ejemplo de cómo utilizar la experiencia adquirida y la excelencia de sus proyectos estratégicos para impulsar un sector empresarial local que, hoy, está detrás de muchos de los proyectos de nuevas ciudades en Asia.

—LAS CIUDADES SON POLOS DE CONCENTRACIÓN DE TALENTO Y CONOCIMIENTO EN LAS QUE SE GESTARÁ, CADA VEZ MÁS, EL FUTURO DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO. La dinámica de creación de riqueza, indisociable de la concentración de la innovación y del talento, se da ante todo y antes que nada en las metrópolis, que juegan un rol crucial en la transición hacia la economía del conocimiento ya que albergan una parte cada vez mayor de la población mejor formada, más creativa y emprendedora. •


EL FU T U RO DE LA S CIU DA DES BY T EC NA L I A

CREEMOS EN LAS CIUDADES, EN SU POTENCIAL DE PROGRESO, EN SU ROL CATALIZADOR DE INNOVACIÓN Y EN SU CAPACIDAD PARA CONSTITUIRSE EN MOTORES DE DESARROLLO ECONÓMICO.

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Este es uno de los grandes desafíos por los que TECNALIA apuesta en los próximos años, aportando soluciones innovadoras y tecnológicas capaces de crear ciudades inteligentes y sostenibles que generen oportunidades de negocio.

AUTORES Fernando Espiga Director División Emergentes TECNALIA Dr. Gotzon Azkarate Garai-Olaun División Estrategias de Innovación TECNALIA


HACIA UN

FUTURO INTELIGENTE 5 CLAVES PARA DISEÑAR LAS SMART CITIES

DESCARGUE NUESTRO INFORME EL FUTURO DE LAS CIUDADES: www.tecnalia.com/images/stories/Eventos/Informe_Futuro_Ciudades_TECNALIA.pdf

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