VOCES Cintia Smith Profesora de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tec de Monterrey
La larga lucha por la paridad de género
E
n los últimos años, en México se ha dado un avance importante con respecto a la representación femenina en la política. Después de un largo proceso, en las elecciones de 2018 se logró conformar el primer Poder Legislativo con paridad de género, tanto a nivel federal como local. La historia de la paridad representa un largo proceso. En 1946, la Cámara de Diputados aprobó una iniciativa que adicionó el artículo 115 constitucional; éste entró en vigor en 1947, reconociendo a las mexicanas el derecho a votar y ser votadas. Pero fue hasta 1953 cuando entró en vigor la reforma al artículo 34, que reconoce su ciudadanía y su participación de ejercicio del voto en el ámbito federal. Posteriormente hubo un periodo de 40 años en los que no se produjeron mejoras. Hasta 1993 se promovió la imagen de la mujer en la política; en 2002 se estableció una cuota de representación de ⅓ obligatorio de mujeres y en 2014 se confirmó la paridad. Ya con un Congreso paritario, en 2019 se aprobaron reformas a la Constitución para incorporar la “paridad en todo”. Esto representa la exigencia de que las mujeres tengan participación igualitaria en las funciones legislativas, en las ejecutivas y en las judiciales. La paridad se considera un indicador de la calidad democrática. Busca garantizar la representación igualitaria de mujeres y hombres en espacios del poder político y amplía las bases para su participación en la toma de decisiones públicas en todos los niveles. Pese a los avances, la lucha sigue. Todos estos avances formales no necesariamente se han traducido en una distribución equitativa del poder y de la toma de decisiones. En el ámbito legislativo, las mujeres no tienen liderazgos equitativos en comisiones o fracciones parlamentarias. Esta fotografía se agiganta en los ámbitos estatales y locales. La paridad en todo considera que se requiere también igualdad en los puestos de los poderes Ejecutivo y Judicial. Basta una somera observación para llegar a la conclusión de que la cantidad de gobernadoras se cuentan con los dedos de una mano. Lo mismo sucede con Estos avances secretarias, alcaldesas, juezas y magistradas. no se han No es cuestión de capacidades. Cuando la diversificación en traducido en la toma de decisiones no existe, es probable que los intereses que se traducen en políticas representen sólo a un grupo deteruna distribución minado de personas en desmedro de otras (ONU Mujeres, 2019). equitativa La experiencia ha mostrado que la participación de mujeres en del poder espacios donde se decide la agenda política contribuye a sumar temas que repercuten en beneficio de toda la sociedad.
csmith@tec.mx
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TEC REVIEW
MAYO / JUNIO 2021
ILUSTRACIÓN: ALBERTO CAUDILLO
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4/28/21 12:57 PM