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REPORTAJE / Alfonso Borragán

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Es bien sabido que el ser humano no aprecia lo que tiene hasta que lo pierde, y es entonces cuando comienza a echarlo de menos. Cualquier problema relacionado con la salud puede acogerse perfectamente a esta máxima, y algo tan utilizado como la voz habría que situarlo en los primeros lugares. Enseguida notamos cuando algo no va bien, pero pocas veces le damos la importancia que tiene y acudimos al especialista adecuado. Los remedios caseros o consejos de la abuela están a la orden del día sin darnos cuenta de que el problema puede ir a peor.

En este sentido los profesionales de la voz, los que trabajan con ella, actores, cantantes o locutores, nos han dado una lección y son los que han descubierto la necesidad de ponernos en mano del foniatra, experto en tratar esta dolencia.

El doctor Alfonso Borragán, médico foniatra que estudió la especialidad en Italia, es considerado por toda la profesión como uno de los mejores y más innovadores especialistas en los trastornos de la voz y tiene consulta abierta en Santander.

Se considera un afortunado porque pudo acceder a una beca de la Fundación Botín allá por los años ochenta, gracias a la mediación de Andrés Santiago, a quien con posterioridad pudo devolver el favor en forma de tratamiento. El karma, que todo lo rige. En un momento dado su mentor tuvo un problema en la laringe, se la quitaron, se quedó sin voz, y como era muscularmente dispráxico, costó que la recuperara, pero consiguieron que llegara de nuevo a hablar de forma perfecta. Andrés Santiago se convirtió así en uno de sus primeros pacientes.

El viajar a Italia no fue fácil, ya que por aquel entonces el montante económico de las becas era escaso y él se fue con la familia al completo, esposa e hijo, pero lo consiguió. Previamente había estudiado Me-

dicina y Cirugía y se había formado en una ayudantía de otorrino durante tres años. Fue el doctor Díaz Gómez quien le convenció para que se decantara por la foniatría en el mejor lugar posible para hacerlo, Padua, así que otro nombre propio más que añadir a su lista de agradecimientos.

Según el doctor Borragán lo complicado siempre es llegar a establecer la causa del problema para

Su consulta es todo un centro de investigación en coordinación con otros colegas incluso del extranjero

poder proporcionar un tratamiento. En la actualidad comenta que se puede decir que “la Ciencia puede hacer hablar a un mudo”, porque para casi todo hay solución, aunque dependiendo del origen del problema se actúa de una forma u otra.

ESTRECHA COLABORACIÓN CON LOGOPEDAS El médico foniatra es un fisiopatólogo de la comunicación, y en su consulta, que conforman un equipo de nueve personas, trabaja con varios logopedas para ejecutar programas, hacer investigación y que las cosas funcionen; estos últimos son los que se dedican a la rehabilitación. La relación foniatra/ logopeda es como la que existe entre un médico y un fisioterapeuta, uno diagnostica y el otro ejecuta el tratamiento.

Según nos explica, el origen de los problemas de la voz en la mayoría de ocasiones va vinculado a que las cuerdas vocales están inflamadas. Si esto es así, no se puede hablar y hacemos un esfuerzo extra, cuando lo que se debería es revisar esas cuerdas. Pero la inflamación puede venir de la nariz, del estómago, de hernia de hiato, del intestino o por alguna intolerancia. Y es que curiosamente para el profano, el intestino y la garganta son del mismo tejido, la cubierta es de linfocitos en ambos casos. Por eso toda la garganta está llena de amígdalas, de ganglios, que son tejido linfático. Si se inflama, pue-

Cuando regresó de Italia, en donde permaneció desde 1984 a 1987, le ofrecieron instalarse en una gran ciudad como Madrid o Barcelona, pero prefirió quedarse en el lugar de donde había salido y en Santander se quedó. Médico de reconocido prestigio internacional, tiene que acudir constantemente a congresos y simposios en cualquier ciudad del mundo, aunque él prefiere de largo quedarse en su finca familiar de Roiz, levantada por él mismo a lo largo de siete años, donde consigue desconectar, lo mismo que admirando los fósiles u observando insectos. Así podemos ver al doctor Borragán cualquier día de asueto.

de producirse una ronquera, si bien esta también pudiera obedecer a otras causas como el tiroides, problemas de movilidad de las cuerdas vocales, aunque con una sola cuerda se puede llegar a hablar, compensándolo con rehabilitación o cirugía.

Muchos de sus pacientes son cantantes con grandes problemas en su voz

LEJOS DE GUARDAR REPOSO, HAY QUE COMENZAR A REHABILITAR CUANTO ANTES Es un investigador brillante, siempre innovando junto a su equipo, promoviendo ideas que puedan funcionar e intercambiando puntos de vista con sus cole-

gas del extranjero, especialmente de Italia. Se muestra francamente ilusionado con que el próximo congreso PEVOC (PanEuropean Voice Conference), a celebrar en 2024, tenga lugar precisamente en Santander. Aquí ha tratado a personajes famosos, sobre todo cantantes, a los que se empieza a rehabilitar enseguida, lejos de la antigua creencia de que había que guardar reposo.

Igualmente acuden niños que no hablan bien, que no leen bien, personas que sufren afasia, a todos pone tratamiento inmediato. Un capítulo curioso en los problemas de la voz es el de los transexuales, que desean modificarla después de un cambio de sexo; o gente afectada por un ictus con merma importante de su lenguaje, a los que ayuda a conseguir una buena comunicación. A veces han logrado unos resultados tan positivos, que incluso a los propios trabajadores de su consulta les ha sorprendido.

El centro del doctor Alfonso Borragán se ha convertido en todo un referente para la profesión e intercambia y compara datos con otros colegas de diversos puntos del mundo. A pesar de la calidad y los resultados que ofrece, quiere desterrar la idea de que la medicina privada, la que él ejerce, está al alcance de pocos bolsillos, pues sus honorarios están a la altura de cualquier otro profesional.

“El colectivo de los tartamudos sufre mucho y tiende a esconderse. Aunque la tartamudez no se cura por completo, sí mejora mucho con el tratamiento”.

Como curiosidad diremos que acude mucha gente de Valencia, porque es cuna de grandes y afamados cantantes, y otro colectivo entre los que más sufren, los tartamudos. Son estos un grupo que tiende a hacerse poco visibles a nivel social porque lo pasan francamente mal hablando en público. Hay que decir que la tartamudez no desaparece por completo, no se cura, porque es una desorganización cerebral, pero sí que mejora mucho con el tratamiento. Y cuanto más joven es el paciente, más fácil resulta encontrar una solución.

Con respecto a los sordomudos, actualmente el problema de la sordera ha quedado reducido al mínimo, ya que cuando se descubre una sordera muy profunda, incluso con niños recién nacidos, se le puede poner un implante coclear, que es un pequeño dispositivo electrónico que, una vez implantado quirúrgicamente debajo de la piel, estimula las terminaciones nerviosas de la cóclea para proporcionar la sensación de sonido. Y empiezan poco a poco mediante rehabilitación, a oír cada vez un poco más. Con ello el problema del habla en un niño sordo puede quedar muy reducido. Algo prodi-

gioso. El implante coclear es siempre el último paso, ya que antes hay que probar los audífonos y estos normalmente no ofrecen tanta resolución auditiva como un implante coclear. Este hay que adaptarlo a cada paciente y resulta muy caro. Pueden costar entre 30.000 hasta 90.000 euros que, eso sí, lo suele sufragar el sistema sanitario, pero no para todo el mundo, sino tan solo para casos indicados.

No obstante al doctor Borragán no le gusta hacer distinción entre Medicina pública o privada, sino buena o mala Medicina y buenos o malos médicos. Tiene nuestro protagonista tres hijos, el mayor de los cuales, de igual nombre que él, casi le ha superado en fama; reside en Londres y se dedica al arte, aunque su padre lo define como “un pensador” por su pensamiento y obra analítica y divergente de cuyo cerebro y manos salen trabajos extraordinarios. La segunda es antropóloga y maestra y la más joven se convirtió en una investigadora que trabaja con él como neurocientífica y logopeda.

Resulta difícil concretar de qué tema habla Alfonso con más pasión, porque está claro que trabajo y familia conforman en él un tándem cuyo equilibrio se vería claramente comprometido si le fallara cualquiera de ellos.

“Lo fundamental es conocer de dónde arranca el problema foniátrico, de la comunicación”

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