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REPORTAJE / Las cuevas
Pareja de renos ascendiendo por una visera de la cueva.
Las Monedas
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Nuevas dataciones confirman el tránsito humano con fines simbólicos durante la Alta Edad Media en la cueva de Las Monedas.
La cueva de Las Monedas es una de las seis cuevas con arte rupestre paleolítico en Monte Castillo (Puente Viesgo). Esta fue incluida en la Lista de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2008, junto a otras 16 cuevas de Asturias (5), Cantabria (8) y País Vasco (3), como ampliación a la declaración de la cueva de Altamira en 1985.
La cavidad destaca por su conjunto rupestre paleolítico, descubierto en 1952. En su interior, se encontraron numerosos esqueletos de oso, visibles sobre la superficie de la cueva, que indican su uso como espacio de hibernación. De hecho, la cueva fue denominada en un primer momento como “la cueva de Los Osos”. Además, se han identificado varias herramientas líticas depositadas en los huecos de las paredes, asociadas a la frecuentación de Neandertales en el interior de la cueva.
A diferencia de otras cuevas como El Castillo, La Pasiega o La Garma, la cueva de Las Monedas contiene un pequeño conjunto de pinturas, situado -casi en su totalidad- en una pequeña galería cercana a la entrada actual de la cueva. En este espacio, se representaron a carboncillo, al menos, catorce caballos, cinco cabras, cuatro renos, dos ciervas, dos bóvidos, un bisonte, un oso de las cavernas, un posible mustélido, un pez y dos animales indeterminados. Destacan los animales de clima frío como los caballos de Przewalski, el bisonte, el oso de las cavernas o los cuatro renos. Estos últimos, escasamente representados en el arte rupestre paleolítico de la Cornisa Cantábrica, y apenas documentado en la actividad cinegética de las poblaciones prehistóricas contemporáneas a las pinturas, siendo más habitual la grafía y la caza del ciervo.
En su conjunto, existe un claro interés en la representación detallada de su anatomía interior, a través de las líneas ejecutadas en el interior del cuerpo. La línea de la crin en los caballos, la boca, el ojo, el pelaje o la línea ventral en forma de “M”, típica en las pinturas asignadas al Magdalenense superior-final, que marca la tonalidad y la largura del pelaje entre el dorso y el vientre de dos renos y un caballo. Todos ellos carecen de colores internos, a diferencia de los bisontes de Altamira, limitándose al dibujado con carbón vegetal de su contorno y anatomía interior, lo que ha permitido la datación de las pinturas.
Posible representacion humana esquematizada en la Galería de las Pinturas.
Otros en cambio, han sido esbozados en la roca, representando parte o la totalidad del contorno del animal como la cabeza, el cuerpo o las patas, según el caso, sin prestar mayor atención a la anatomía interior. En todos ellos, es clara la utilización del volumen y las grietas de la roca donde fueron representados, delimitando la línea del cuello, la cabeza o el volumen del vientre, el cuello, el dorso o las extremidades, según el caso. Llama la atención la disposición de algunos animales. Uno de los renos tiene la cabeza elevada en actitud de brama y otros dos renos ascienden por la cornisa donde fueron representados, siendo la línea
Cabra representada en la cueva de Las Monedas.
del suelo el pliegue que hay debajo de estos. Por otra parte, el oso, el pez y el posible mustélido son ejemplos raros en el arte paleolítico, por la escasez de representaciones de este tipo de animales.
Aparte de las figuras descritas, existen diversas líneas negras, realizadas con carboncillo, identificadas no solo en esta galería, sino en toda la cavidad. Tradicionalmente, tanto los animales como los trazos negros localizados en esta galería, han sido asignados al Paleolítico superior, mientras que el resto de trazos negros documentados en diversas salas y galerías de la cueva, han sido atribuidos a la Prehistoria reciente o a época histórica, sin haber consenso al respecto. La existencia de una posible representación humana esquematizada en la Galería de las Pinturas podría ser indicativo de una segunda
Reno con la cabeza ligeramente elevada en actitud de brama, y cabra datada por AMS en 12.000 años BP.
fase decorativa en esta zona de la cueva durante la Edad del Bronce.
Pese a los trabajos de excavación y protección realizados hasta la fecha en la cueva, no se tiene constancia de suelos de habitación asociados al Magdaleniense superior-final, siendo la cueva de El Castillo el yacimiento más cercano con suelos de habitación contemporáneos a las pinturas paleolíticas de Las Monedas. En cambio, se tiene constancia de suelos de habitación poco intensos o puntuales de la Edad del Bronce, junto a fragmentos de cerámica tosca, un hacha de basalto pulida, otro de bronce y una lezna que testifican la frecuentación de la cueva en esta época (2.000-1.200 a.C)
Los trazos negros distribuidos por toda la cavidad, un total de 50 agrupaciones, han sido atribuidos al
Caballo datado por AMS en 12 000 años BP. Destaca por su linea en M ventral, y el detalle de los rasgos anatómicos.
roce involuntario o el golpeo intencionado de las antorchas sobre la pared para el reavivado de la llama. Un estudio más pormenorizado sobre la ubicación, disposición y concentración de este tipo de trazos, muestra una planificación previa en la ejecución de dichas líneas, refiriéndose a ellas como marcas “topográficas”, que señalan un lugar relevante de la cueva o el sentido de la marcha.
La representación de los renos permitió la asignación de las pinturas figurativas en un momento avanzado del Paleolítico superior, entre el Magdaleniense medio y superior, en los primeros estudios realizados en la cueva. A finales de los años 90, la datación de un reno y una cabra por AMS en 11.950 ± 120 BP y 12.170 ± 110 BP, respectivamente, permitió la asignación cronológica de las pinturas figurativas
Lote de 20 monedas de época de los Reyes Católicos.
al Magdaleniense superior-final en su conjunto. En cambio, no había dataciones directas por AMS de los trazos negros documentados en la cueva, al haberse priorizado el estudio de las pinturas pertenecientes al Paleolítico superior. En este sentido, la revista Oxford
Journal of Archaeology ha publicado recientemente cuatro fechas por AMS, correspondientes -dos de ellas- a un carbón recogido en el suelo de la cueva, y un trazo negro existente en la pared. Las muestras fueron recogidas en 1971 por Louis de Seille, médico belga entusiasta del arte prehistórico. Las muestras se dataron en 1986, quedando inéditas hasta la fecha. En 2014, dentro del proyecto de investigación: “Estudio del arte esquemático-abstracto de la Cueva de Las Monedas (Puente Viesgo)”, dirigido por Peter Smith y Emilio Muñoz, se tomó una segunda muestra de un trazo negro situado fuera de la Galería de las Pinturas.
El carbón recogido del suelo es de inicios del siglo V, mientras que las dos muestras extraídas en
Hacha de basalto pulida encontrada en la cueva de Las Monedas.
Destacan los animales de clima frío como los caballos de Przewalski, el bisonte, el oso de las cavernas o los cuatro renos
En 2014, se extrajo un trozo de carbón, perteneciente a una linea negra dibujada en la cueva, para su datacion por AMS.
Plano y distribucion de algunos trazos negros de época medieval en el interior de la cueva. dos trazos diferentes de la pared, corresponden a finales del siglo X el primero, y entre finales del siglo VIII y finales del siglo X el segundo. Es decir, el carbón del suelo es de finales de época romana, y los dos trazos de las paredes de finales de la Alta Edad Media. La existencia de este tipo de “marcas” o trazos negros en la Galería de la Pinturas, abre la posibilidad de que no todas las pinturas de esta Galería sean prehistóricas, y las pinturas paleolíticas fueran contempladas durante la Alta Edad Media.
Además, el hallazgo de un lote de 20 monedas del siglo XV, que da nombre a la cueva, nos permite conocer una nueva frecuentación por el interior de la cueva, entre finales de la Baja Edad Media e inicios de la Edad Moderna, siendo la cueva de Las Monedas un lugar transitado desde el Paleolítico medio hasta inicios del siglo XV, que sigue siendo visitado en la
Detalle de una sala de la cueva.
actualidad, por quienes diariamente se acercan a esta cueva atraídos por su geología, su historia y sus pinturas rupestres.
La cueva de Las Monedas está abierta al público y sus pinturas rupestres fueron incluidas en la lista de Patrimonio Mundial por la UNESCO en 2008.
Aparte de sus pinturas rupestres, la cueva contiene formaciones geológicas de gran belleza.
La cueva recibe su nombre por un lote de 20 monedas, de época de los Reyes Católicos. Estas fueron encontradas junto a una profunda sima de la cueva, al poco de ser descubiertas las pinturas.
Las pinturas rupestres corresponden al Magdaleniense superior-final y fueron datadas por AMS en 12.000 años de antigüedad. Durante la Alta Edad Media, la cueva fue frecuentada, habiéndose localizado más de 50 grupos de trazos negros por toda la cavidad. Artículo: García-Diez, M.; Smith, P.; Muñoz, E.; Garrido, D.; et alii. (2021): Visiting Palaeolithic Art – Explorations and Archaeological implications in cueva de Las Monedas, Spain. Oxford Journal of Archaeology. Volume 40, Issue 3: 309-322.
Daniel Garrido Pimentel
Doctor en Prehistoria y Coordinador de las cuevas prehistóricas de Cantabria