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Guadalupe Castro Manzano

Es orgullosamente nativa de El Triunfo. Desde muy joven, teje el cogollo de la palma —materia que consigue en Todos Santos— para crear diversos productos de cestería, para algunos tipos de cestos se apoya con alambre.

Su mentora fue Juana Estrada, una persona mayor nativa de El Triunfo, quien la introdujo en el arte del tejido con apenas tenía 10 años, al compartirle sus enseñanzas en la escuela primaria a la que asistía. Le enseñó a trenzar y bordar tapetes, mecatitos y sobrecamas.

Con el tiempo, Guadalupe perfeccionó tanto su técnica, que, esta artesanía —reconocida como Patrimonio Cultural Inmaterial (PCI) de Baja California Sur— se convirtió en su emprendimiento. Incluso, llegó a impartir cursos de cestería en diferentes partes de Baja California Sur, incluyendo zonas aledañas en comunidades de la sierra, El Rosario y Santiago, entre otros.

Tiene una personalidad alegre, carismática y divertida. Con una sonrisa, recibe a los visitantes que, guiados por la curiosidad, visitan su hogar para apreciar y comprar cestos.

Todavía conserva el gran deseo de seguir trabajando en, lo que ella considera, una técnica ancestral. Con gracia comenta que, una vez que comienza a tejer, no puede parar hasta terminar.

Una acción que la apasiona es el hecho de aportar un oficio a los jóvenes y, de alguna manera, contribuir para que esta artesanía continue. Así fue nuestra conversación con Guadalupe, en quien conocimos las manos expertas de una artesana.

This individual is a proud native of El Triunfo and has been weaving the heart of palm since childhood. She sources this material from Todos Santos and uses it to create a variety of basketry products, sometimes incorporating wire into certain types of baskets.

When she was only ten years old, her mentor Juana Estrada, a senior citizen from El Triunfo, taught her the art of weaving and embroidery. Juana shared her knowledge with her at the primary school and taught her how to create rugs, mecatitos (twine), and sobrecamas (bedspreads).

Guadalupe has become a skilled artisan in the traditional craft of basket weaving, which has been recognized as the Intangible Cultural Heritage (ICH) in Baja California Sur. She has turned her passion into a successful business and has even taught basketry courses in various parts of the region, including highland communities such as El Rosario and Santiago.

With her cheerful, charismatic, and fun personality, she warmly greets visitors who visit her home to admire and purchase her baskets. Her smile is contagious and invites curiosity.

Guadalupe has a strong desire to continue working with what she considers an ancestral technique. When she starts weaving, she graciously comments that she cannot stop until she finishes.

Our conversation with Guadalupe revealed her passion for passing down her craft to young people and contributing to its continuation. We discovered the expert hands of a skilled craftswoman through our conversation. She is dedicated to preserving and promoting her craft.

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