CUESTIONES DE LENGUA INTRODUCCIÓN Es principalmente en los informes de la Comisión elaborados por Isabel Velázquez y Pilar Ciprés/Juan Santos, donde se han planteado determinados problemas lingüísticos, que también han sido señalados de forma menos sistemática en el de Joaquín Gorrochategui y, muy puntualmente, en el de Julio Núñez. Los principales problemas, serían: • • • •
La presencia de nombres que presentan una forma aparentemente “castellana”. La utilización de nominativos con terminación en –o, en nombres que, siguiendo los cánones del latín clásico, debieran haber sido en –us. Mal uso de las declinaciones. La existencia de erratas, esto es, de palabras con alguna letra equivocada. Queremos comenzar señalando cómo, a nuestro juicio, en el estudio de los
aspectos lingüísticos relativos a los grafitos, se han perdido de vista algunas cuestiones básicas que hubieran podido servir de explicación para las aparentes anomalías (algunas ni siquiera creemos que lo sean, como ya veremos) que, al parecer, muestran algunos de los grafitos de Iruña-Veleia, en opinión de los miembros de la comisión que han tratado los aspectos relativos a la lengua. Así, algunas de esas cuestiones que consideramos que no han sido tenidas en cuenta en los informes de la comisión sobre el tema, serían: •
Que nos encontramos ante una manifestación epigráfica de carácter doméstico.
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Que como tal, debería haberse admitido la posibilidad de que lo que realmente estén reflejando los grafitos sea el latín vulgar, esto es, el latín que se estaba hablando en aquel momento en la ciudad romana de Veleia1. Posibilidad contemplada por todos inicialmente, pero despues desechada de cara a invalidar la posible adscripción cronológica de los grafitos a época romana. De hecho, en el informe de Velázquez se concluye sobre el nivel de vulgarismos que muestran los grafitos, que mostrarían que estaríamos “no ya ante una lengua
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El latín vulgar era el latín que se hablaba en la calle, en constante evolución y que, según las distintas zonas del Imperio y dependiendo también de las clases sociales, variaba de tal forma que incluso hay quien habla de una “dialectización del latín”. Sin embargo el latín clásico era el lenguaje escrito culto que se reflejaba en la epigrafía pública, en la literatura, en la administración.
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