03.Poder

Page 1

03

JUNIO

Poder


Junio 2015

NÚMERO 3 | 2015

Poder

El poder de la naturaleza está en cambio constante, por lo tanto el mundo en que vivimos se gesta y se moldea muy cerca del poder. Cuando alguien detenta la capacidad de transformar lo que está a su alrededor, por mínimo que el cambio sea, tiene ante sí una porción del movimiento Ilustración: incesante que gobierna esta realidad. Así de seductora puede Inés de Antuñano ser la idea como para explicar el afán de las personas por Editora del número: ejercerla, ya sea por medio del dinero o a través del cuerpo. Judith Hermosillo Del poder de la información al dominio de un espacio, en esta edición de territorio vemos cómo el entorno se convierte a partir de un ejercicio natural y a la vez transgresor.

59

COLUMNA

Antes perro que político Por Víctor Rivas

OPINIÓN

Porque pueden

COMUNIDAD

Por Judith Hermosillo

En dónde reside el poder

La comunidad china en Guadalajara tiene el poder de llegar, hacer, vender, rechazar, estar y vivir en la ciudad.

04

50

56

OTROS ÁMBITOS, OTRAS VOCES

Altata is yours Por Javier Angulo Culiacán se apoderó de una playa y armó una fiesta que trascendió varias generaciones. En Semana Santa, la capital de Sinaloa se llama Altata.

EDITORIAL

03

El poder de tener el poder PERSONAS

Historias de fuerza y ambición El esfuerzo físico en este deporte es tan sólo una parte de la batalla

REFLEXIÓN

60

El descentramiento de lo político Por J. Igor González A.

FOTOGALERÍA

La moda, mecanismo de poder y de inclusión Por Romeo Martín y Claudia Melgoza

06 COLUMNA

El poder de la imagen Por Abraham Pérez REDACCIÓN

07

Matar el tiempo

FONDO

El fin de siglo en Guadalajara

ENCUENTRO

44

Anúk Guerrero Por Javier Angulo

Las escenas violentas y provocadoras que Anúk recrea en carne propia, no son aptas para mentes susceptibles ni para una sociedad aplastada por la rutina.

Por Angel Melgoza y Luis Sánchez Barbosa Poderes públicos y privados en la prensa de los años noventa.

Por Javier Angulo

14

62

22

ENSAYO

El poder de la apatía Por Judith Hermosillo Los ciudadanos que eligen darle la vuelta al sistema y no combatirlo directamente se organizan en los asuntos que realmente les interesan.

08

La revista territorio es una publicación mensual para pensar las ciudades. Edición publicada en junio de 2015. Editor responsable: Luis Sánchez Barbosa. www.revistaterritorio.mx Domicilio: Av. D 715-A col. Seattle. C.P. 45150, Zapopan, Jalisco, México. Teléfono: (33) 1816.885. nosotros@revistaterritorio.mx © 2015. REVISTA TERRITORIO.

2


Junio 2015

EDITORIAL

EL PODER DE TENER EL PODER H

ablar de poder siempre puede sonar escandaloso, intrépido o altanero. Hemos aprendido a desconfiar de él y de quien lo posee, porque lo asociamos con facultades represivas o de autosatisfacción inconmensurable y, por ello, innobles aunque deseables. Todos quisiéramos tener poder para esto o para aquello pero es mal visto que alguien por ahí vaya diciéndolo. Es malo quien lo tiene y siempre será cómodo denunciarlo en el otro, en el adversario, como justificación para cualquiera de sus manías o de sus fallas. Pareciera ser una sombra negra que se cierne en torno a aquél que ha cambiado desde que “llegó al poder”, como si fuese un sitio al cual se llega. Sin embargo, Michael Foucault, el francés que desde un manicomio entendió la forma en que el poder necesita de regímenes de verdad para sostenerse, ciertamente atina al decir que si el poder fuera únicamente represivo, si sólo dijera que no, jamás se le obedecería. En cambio el poder es aceptado porque también induce al placer, forma saberes y discursos, circula en todo el aparato social del que somos parte y es más productivo de lo que pueda imaginarse. Querámoslo o no, hacemos cosas con el poder, lo tenemos, lo utilizamos y deseamos más. Existe un combate constante en la ciudad por producir verdades y con ello, poderes. No la verdad como algo único a descubrir o aceptar, sino como el cúmulo de reglas que han de distinguir lo falso de lo verdadero y lo deseable de lo indeseable. Estas formas de verdad son, en el fondo, formas de poder. En este número de territorio nos preguntamos acerca de quiénes emprenden qué tácticas para filtrarse en los hoyuelos del poder en la ciudad. Desde los diarios que replantearon las posibilidades de la libertad de expresión, hasta los hombres y mujeres que hacen de sus cuerpos un discurso vivo de poder y perfección a través del fisiculturismo; pasando por comunidades que llegan a la ciudad y prosperan económicamente sin hablar el idioma local, porque pueden. O los apáticos que no irán a votar durante la próxima jornada electoral porque simplemente pueden no hacerlo a pesar de las súplicas y propuestas de que se ven rodeados, y qué decir de los que todos los días le enseñan al mundo que se puede vivir fuera de la heteronormatividad universal. Porque se puede desear tener o detener al poder y éste seguirá haciendo de las suyas para inducirnos a aceptar, a corregir, a diferenciarnos y hasta eliminarnos en una articulación de tiempos y voces, pero de los tiempos y voces de quienes vivimos en esta ciudad.

3


COMUNIDAD

NÚMERO 3. Junio 2015

¿En dónde r el poder

El poder es tan difícil de asir que es más c concentrado; el truco que utilizamos par preguntar por él José María Muriá Historiador

Manuel Falcón Monero

Esta es una ciudad, quizá sea bueno, en que no hay grupos verdaderamente poderosos. El poder está pulverizado en grupos de poca calidad. La Iglesia ha perdido poder. El empresariado está bastante dividido y tiene poco poder. El poder tampoco lo están ejerciendo grupos comprometidos con el desarrollo social; no hay partidos políticos que tengan realmente poder. La academia no tiene ninguna fuerza, tiene fuerza la Universidad [de Guadalajara], ése sí es un grupo político poderoso, y probablemente sea el mejor organizado. El mundo académico no tiene poder porque tiene poca experiencia vital y poco roce con la sociedad. Yo creo que lo que le hace falta a Guadalajara es una clase media poderosa.

Un único poder no hay. Hay poderes fácticos y poderes oficiales. En Guadalajara el poder está en los transexenales, los que no se mueven aunque pasen los sexenios. Hay grandes caciques en los sindicatos, en la CROC, en la CTM, los taxistas, los de los camiones; La UdeG, Raúl Padilla. Muchos de esos poderes fácticos unificados, negocian con el gobierno.

4

Fotografía: ABRAHAM PÉREZ

Antonio Ortuño Escritor

Luis Miguel González Periodista

Guadalajara me parece que es una ciudad que siempre se ha movido al son del dinero. En Guadalajara, en donde estaba el dinero siempre ha estado el poder. Además es una ciudad con un racismo inveterado. No han habido contrapesos efectivos, y siempre quien tiene el dinero tiene las puertas abiertas para la política, el comercio, y para todas las posibilidades que ofrece la ciudad. Creo que es una ciudad absolutamente monetarizada, en donde las ideas importan muy poco. Guadalajara rinde pleitesía completa y absoluta al dinero.

Mi impresión es que Guadalajara es una ciudad en que la que el proyecto de la élite económica fracasó. Guadalajara es una ciudad donde hay muchos poderes coexistiendo y ninguno es lo suficientemente grande para imponerse. Es una ciudad donde la Iglesia es poderosa, pero no tanto para ser la ciudad mocha; la gente es rica, pero no tan rica para tener un núcleo de ricos como ocurre en Monterrey; es una ciudad creativa, pero que tampoco ha sido capaz de convertirse en un ecosistema reconocido mundialmente. Ninguno es suficientemente poderoso para imponerse en la ciudad, ni para ser una referencia internacional indiscutible. Aunque esas característica hace que sea más fácil hacer las cosas.


COMUNIDAD Junio 2015

reside r?

conveniente percibirlo ra hacerlo visible fue

Pedro Mellado Periodista En la sociedad. Y lo digo por una razón, porque la clase política está muy desprestigiada, y la gente no le cree a los políticos; ni a los que manejan poderes con intereses muy particulares. La actitud natural de la gente respecto a los poderes formales o fácticos, es de duda y desconfianza, y la gente trata cada vez más de procesar información por canales menos formales o institucionales.

Gerardo Ismael Cuevas Fisicoculturista

Miguel Galán Político

Diego Petersen Periodista

Para mí el poder está en los gimnasios, porque para mí la fuerza, el poder, toda mi molestia, coraje o ira, la saco aquí, en vez de ir y pelear con alguien. Es mi punto de vista, para mí el gimnasio de un tiempo para acá y no sé hasta cuándo, creo que hasta que deje de vivir, es mi fuente de poder.

La Iglesia católica sigue siendo un jugador importante en la ciudad que te puede inclinar balanzas sociales y políticas. Y lo hace todos los días desde el púlpito. En la política hay un poder importante, pero no le pertenece a los políticos, aunque les gusta creerlo y pavonearse de ello, en realidad el mayor poder lo tienen los grandes empresarios. Aunque los empresarios pueden ser manipulados por la Iglesia, y ahí te das cuenta que la Iglesia trae los sartenes por los mangos.

Yo creo que Guadalajara es una ciudad que tiene el poder bastante repartido, no hay un solo grupo que detente el poder. Y eso la hace más o menos sana. A diferencia de la Ciudad de México, donde se siente el peso de la presidencia o Monterrey donde siente la influencia de los empresarios. La gran virtud que tiene Guadalajara es que el poder está bastante repartido. Hay poderes constituidos como el grupo universidad, la Iglesia [Católica], los empresarios y algunos grupos de la sociedad civil que si tienen un peso muy importante en temas específicos, pero es un poder muy atomizado.

5


COLUMNA

NÚMERO 3. Junio 2015

El poder de la imagen La idea de la belleza reduce la experiencia humana y mutila las infinitas posibilidades estéticas y expresivas que existen en lo feo, lo grotesco, lo aterrador. Por ABRAHAM PÉREZ Fotografía: ABRAHAM PÉREZ

Y

a sea mediante pinturas, dibujos o fotografías, las imágenes son sin duda la forma de lenguaje más extendida que tenemos. Cada dos minutos se toman tantas fotografías como se tomaron en todo el siglo XIX. Un estimado indica que hoy existen alrededor de 2,500 millones de dispositivos con cámaras digitales en todo el mundo, convirtiendo casi a cualquier persona en un potencial hacedor de imágenes. Estamos ante una verdadera era de la imagen, pero poco reflexionamos sobre el poder y el legado que hay en el acto de crearlas. Un acto que inició casi al mismo tiempo que se hicieron las primeras pinturas rupestres, y que nos ha acompañado desde entonces de una u otra manera. A diferencia de hoy, los creadores de imágenes del pasado eran poseedores de saberes alquímicos heredados de maestros a alumnos en talleres perpetrados por

6

generaciones; eran una suerte de sabios casi siempre al servicio de una élite al poder. Pese a ello, por medio de su obra se fue decodificando y complejizando durante siglos nuestro entendimiento de la comunicación simbólica; gracias a ellos descubrimos, por ejemplo, la influencia que tiene el color o la forma sobre nuestra percepción o sobre nuestros estados de ánimo. Pero no sólo se trata de la forma y el color, sino también de la estética. En nuestra cultura visual comenzamos tratando de encontrar un ideal en la belleza, porque nadie nos enseña a dudar de ella. La tiranía de lo bello, de lo sublime y de lo reconfortante nos aleja de lo que nadie quiere ver. La idea de la belleza reduce la experiencia humana y mutila las infinitas posibilidades estéticas y expresivas que existen en lo feo, lo grotesco, lo aterrador. Como todo lenguaje, el de las imágenes evoluciona según nuestra necesidad de comunicarnos. Esto desde luego no es nada nuevo, Rembrandt y Goya trascendieron

esa autocensura de manera magistral, al dar un fin utilitario a la representación de su propia oscuridad. Sin ir tan lejos, recuerdo muy bien una historia que me contó el crítico cinematográfico Emilio García Riera hace más de 15 años: “durante un rodaje en los años 50’s el gran fotógrafo Gabriel Figueroa llegó temprano a la locación elegida por el director y al inspeccionarla observó que al sureste tenía el imponente paisaje de los volcanes nevados de la Ciudad de México por un lado, y al otro, un deprimente tiradero de basura y un edificio en obra negra. Figueroa acomodó su equipo para comenzar a filmar mirando el hermoso paisaje hasta la llegada del Director (Luis Buñuel) quien en tono autoritario ordenó filmar hacia el norte recordándole – ¡Gabriel!, la película se llama Los Olvidados.-“ La revolución digital traerá consigo una era dorada de creadores de imágenes como nunca en la historia. La masificación de la fotografía es mucho más que un alud de selfies y fotos de gatos, pues cada vez más personas encuentran en ella un medio masivo de denuncia o un medio de expresión más allá de las frontera de lo que se conoce como bello. El poder es de la imagen.


Junio 2015

REDACCIÓN

JAVIER ANGULO Cuando hicimos la pregunta a los entrevistados, “¿dónde reside el poder?”, varias veces nos dijeron que en el gobierno. Tal vez sea por el concepto de los tres poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) o por la manera en que viven los políticos, que nos acostumbramos a verlos como gente poderosa en lugar de meros administradores. En ese sentido, yo pienso en los narcotraficantes, no tanto por el dinero, más bien porque creo que este país no aguantaría un día sin cocaína. Pero el poder da libertad y no sólo depende de cuestiones económicas. Conocí a una persona que se deshizo de la obligación de comportarse bajo los lineamientos de lo que se considera normal, para deconstruir lo que la religión y la sociedad imponen como roles de género. Y a otras personas que no es que tengan superpoderes, pero aguantan pruebas físicas muy extremas en aras de saborear el placer y la satisfacción que les da el triunfo. Eso también es poder.

ANGEL MELGOZA El poder generalmente es atribuido a los grandes cacicazgos, a las fuerzas económicas o las irremediables y viles voluntades. No niego que existan, pero yo también encuentro poder en la rutina, en el hábito. En la elaboración

sino porque el centro está en las relaciones de poder, no en las de sentido. En los enfrentamientos cotidianos de los que la ciudad es escenario, en las estrategias que tiene lo marginal para permanecer frente a un régimen normalizado. En lo que hacemos y dejamos de hacer porque podemos, habita la ciudad misma.

ABRAHAM PÉREZ

Matar el tiempo El tiempo es un hábito muy poderoso cuando se hace una revista. Por eso matar el tiempo es también poder. En lo que hacemos y dejamos de hacer, radica el resultado de nuestro trabajo. de este número descubrí la capacidad de algunas personas de hacer las cosas, a partir de la repetición, y otras, a partir del pragmatismo.

no siempre es tan malo. Nosotros observamos, preguntamos, apostamos, fracasamos, hacemos, que son otras maneras de llamarle al poder.

Desde el proceso para adquirir fuerza física y musculatura, como para aventurarse a crear un periódico, o transmitir un mensaje mediante el performance, el poder está en la información. Al menos esa es la percepción que me dió realizar la fotografía para este tercer número de la revista. Mejor información empodera a quien la posee y ésta debería ser la meta para una sociedad más sana.

MARCE GÁMEZ LUIS SÁNCHEZ

JUDITH HERMOSILLO

La elaboración de la revista siempre es un lienzo blanco. Los puntos de vista que se plasman buscan resolver un estado de extrañamiento constante frente a la ciudad. Guadalajara es una ciudad que no le gusta contarse a sí misma y disfruta que sea contada por los demás. Su poder radica en que el resultado

La apuesta de este número era sin lugar a dudas ambiciosa. Desnudar al poder en algunas de sus formas y reconocernos en ellas no es una aventura menor. Fue necesario retomar la apuesta que hiciera Michael Foucault hace algunos años al decir que la historia no tiene sentido, no porque sea absurda o incoherente,

Si tuviera que responder en dónde reside el poder, sin duda respondería que en la vida cotidiana; en nuevas e inimaginadas formas de hacer las cosas. En hacer, pero también, en imaginar, en organizarnos, en construir, y sobre todo en enfrentar al poder. Reinventarse, pues. La revista territorio es un ejercicio cotidiano de poder hacer.

7


ENSAYO

NÚMERO 3. Junio 2015

El poder de la apatía El sujeto político que no cree en la política El desencanto generalizado de la sociedad frente al sistema político gubernamental es evidente. Mientras hace años se otorgaba al voto el poder supremo para la transformación social, hoy los ciudadanos han dado media vuelta y se han llevado su capital político a otros planos. ¿Dónde está? Por JUDITH HERMOSILLO Fotografía: ABRAHAM PÉREZ

A

demás de las disputas entre partidos políticos, en un periodo electoral como el de este año escucharemos dos millones 358, 720 spots de instituciones como el Instituto Nacional Electoral (INE) o la Fiscalía Especializada en Delitos Electorales, que nos repetirán una sola consigna: vayan a votar. En el fondo lo que las instituciones nos dicen es que esta es nuestra oportunidad para transformar al país (de una vez por todas, ahora sí) y hacer valer legítimamente nuestros intereses. Parecieran decirnos que si no la tomamos, si no cumplimos con ese mínimo requisito ciudadano, después no nos estemos quejando.

8

Pero a pesar del derroche económico y del discurso casi suplicante para asistir a las urnas, el propio consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova Vianello, ha reconocido que el abstencionismo y la falta de confianza de los electores son los mayores retos a vencer el próximo 7 de junio. No sólo porque cualquier proceso electoral intermedio siempre registra menos participación, sino porque la crisis de confianza en las instituciones políticas que ha ido en aumento en los últimos años se ha recrudecido durante el actual gobierno federal. Pero ¿asistir o no a las urnas es el único síntoma de que a los ciudadanos les importa la política? En otras palabras ¿es acaso el momento electoral el único en que puede quedar de manifiesto lo político de quienes vivimos en este país y en una ciudad como la nuestra?


ENSAYO Junio 2015

Para responder una pregunta así habría que partir al menos de dos ideas: La credibilidad que depositan los ciudadanos en la política burocrática y formal va en declive. Este fenómeno no es exclusivo de México, en realidad está inscrito en una ola que recorre muchos países del mundo y que probablemente tiene que ver con el cuestionamiento que se hace al modelo de desarrollo actual. Si bien el discurso de las instituciones insiste en que el comportamiento político de un sujeto deba estar asociado de un modo u otro con el aparato gubernamental (partidos políticos, asociaciones, etc.), ya sea como partidario o como disidente frente a él, la configuración actual de los modos de vida apunta a que lo más importante para las personas se encuentra en su ámbito privado, lo que lejos de significar un

distanciamiento de la política, apuntaría a nuevos lugares desde los que se construyen posturas y significados públicos. Como ejemplo del primer punto basta echar un vistazo a la Encuesta Nacional sobre Cultura Política y Prácticas Ciudadanas que realiza la Secretaría de Gobernación y cuya última edición fue en el año 2012. Más del 70% de los encuestados dijo estar de acuerdo o muy de acuerdo con la frase: a los políticos no les importa lo que piense una persona como yo. Además de que el 65% declaró abiertamente tener poco interés en la política. Más allá de los datos, cruzar un par de palabras con más de alguno permitirá saber que ideas como “todos los políticos son iguales”, están enquistadas en el ideario colectivo. Para otros, por el contrario, ahí está el verdadero asunto: cada país tiene el gobierno

que se merece, si no votas no te quejes y qué inculto aquél que no conoce el distrito en que vive o a su diputado, suelen ser las respuestas de quienes se ubican, al menos discursivamente, del otro lado. Pero estas dos posturas implican seguir pensando que la política efectivamente se remite a una dimensión formalmente instituida. A organizaciones y nombres de partidos políticos, disputas electorales y temas de cámara del Congreso. Desde esa forma de ver el asunto resultaría que en efecto una inmensa mayoría de ciudadanos somos apáticos e ignorantes. No todos saben cuántos diputados federales existen ni qué hacen, ni la diferencia entre éstos y los locales ni muchas cosas más. Y no parece importarles. Además de ser los malos hijos de la democracia, para algunos estos apáticos son también los

9


Junio 2015 responsables, o cuando menos los cómplices del mal gobierno. Hay quien defiende la idea de que un gobierno sin ciudadanos involucrados, que participen y se interesen, no va a hacer bien su trabajo, o no tiene por qué hacerlo. Esta postura que se preocupa en demasía por el aspecto normativo de lo que hemos dado en llamar democracia, corre el riesgo de perder de vista lo que ocurre entre una jornada electoral y otra. Peor aún, reduce al ciudadano a su facultad electorera y pierde de vista los sitios en que están ubicados sus intereses y, con ellos, sus potencialidades. ¿Cómo hablar de un país apático cuando los ciudadanos permanentemente se organizan para desarrollar actividades que son de su interés? ¿Cómo hablar de sujetos no políticos cuando la sola expresión es una contradicción en sí misma? En tanto hombres, somos animales políticos, lo decía Aristóteles, en una dimensión que contempla la forma en que nos relacionamos unos con otros en el espacio público, lo que trasciende a la mera forma en que reproducimos el sistema político en que vivimos. Esta apuesta es un doble desplazamiento: por un lado, es evidente que en las últimas décadas han ido perdiendo fuerza las grandes ideologías. Lo decía ya en 1970 Daniel Bell, al augurar que nos encontrábamos frente al fin de ellas. Desde luego no es posible que mueran las ideas mientras exista el género humano, a lo que se refería el futurólogo es a la pérdida de poder movilizador que sufrirían los grandes conceptos que antes inspiraban la búsqueda y organización, como el socialismo o la misma democracia. Poco a poco los grupos humanos irían organizándose en torno a problemáticas más locales, focalizadas, privilegiando las transformaciones inmediatas en lugar de las luchas de largo aliento. Si bien el acuerdo implícitamente generalizado en el mundo fue optar

10

“Detenerse, hacer algo propio, ser pragmático, ser apático y con ello por excelencia, ser político”. por la democracia como régimen que permitiría a las sociedades garantizar la libertad e igualdad de sus integrantes, no podríamos ya escribirla con mayúscula. La concentración de lo político ya no está propiamente en el plano real de elecciones y partidos, sino en uno mucho más simbólico, tangencial y cambiante que incluiría espacios como la ludicidad, la sexualidad y el cuerpo. Lo político no quedaría entonces sólo evidenciado en una papeleta depositada en alguna urna cada tres o seis años, sino en la forma en que construimos nuestra idea del mundo, nos relacionamos con otros y adoptamos posturas frente a los temas que nos importan. El filósofo norteamericano Richard Rorty resume esta forma de relación en un asunto pragmático cuando dice que la democracia no necesita ya fundamentación racional o verdad, sino el compromiso con aquellos de sus valores que pueden llevarnos a mejorar la vida, a disminuir la crueldad y las desigualdades intolerables, a reducir el abismo entre nuestros ideales y nuestras realidades. De ahí que las búsquedas reformistas, la idea de cambiar el estatus actual por uno mejor en el futuro que han abanderado cualquier tipo de revolución o movimiento social histórico, hoy no se plantean precisamente en términos de lo completamente otro.

Parece que sólo los partidos políticos siguen pensando que después de cambiar las siglas de una institución o el nombre de un responsable, los ciudadanos y los gobernantes despertarán con una idea del mundo, aspiraciones y costumbres completamente renovadas. Como si fuera posible cambiar sistemas completos a partir de una coyuntura. Lo que tenemos en cambio de forma cotidiana es una ebullición política constante. Aún distantes del transcurso que siguen las campañas políticas, de una forma altamente politizada, los ciudadanos se mueven, se detienen, eligen sus prioridades y actúan para solucionar sus problemas o para ejecutar sus intereses. Ejemplos sobran en una ciudad como Guadalajara. Desde las mujeres que han popularizado un movimiento de bazares que compra y vende ropa y enseres domésticos usados y se reúne todos los sábados en distintos espacios públicos de la ciudad. Estas mujeres de todas las edades, aunque con fuerte presencia de madres, promueven sus productos en redes sociales, los cuales pueden ir desde ropa usada suya o de sus hijos, zapatos, muebles, juguetes y prácticamente cualquier artículo que se tenga en el hogar, contactan clientes, acuerdan precios, horas y sitios y se reúnen para hacer las entregas. Se distinguen entre


ENSAYO Junio 2015

ellas porque nombran sus bazares y acuden el día del encuentro con distintivos, gaffetes o carteles, tal como en un aeropuerto. Los sábados a partir de las tres de la tarde se les puede ver ofertando sus productos al tiempo que convierten el día en un pequeño picnic o aprovechan para, después de haber vendido, ir a comprar algo para ellas. Generan un ingreso extra en una actividad que pueden realizar desde casa a través de una red social que cada vez las tiene más como usuarias principales, se conocen, ocupan un espacio público, se divierten, hacen política. Bien podría cualquiera decir que este ejemplo tiene como propósito principal el consumo, la venta, la generación de un bien económico, y ello no puede negarse. Hagamos dos

aclaraciones para salvar el punto: el sujeto político, el que hace cosas para situarse en el mundo y, según Rorty, con ello disminuir la crueldad de su entorno, no está separado del sistema económico, sino que lo utiliza también como mecanismo pragmático para lograr sus fines. Además, al recorrer la vista entre lo que ocurre en la ciudad nos encontramos con ejemplos aún más diversos. Tal es el caso de Alan y Arnulfo, dos jóvenes ingenieros cuya afición a los juegos de mesa les ha llevado a organizar cada quince días festivales para promoverlos. Los juegos que comparten y enseñan a utilizar se encuentran entre los llamados juegos de rol o de estrategia cuyas modalidades son más variadas que las propuestas comerciales.

Para ellos la cultura de los juegos de mesa tiene muchas ventajas implícitas, la principal es convertir la ludicidad en un pretexto para convivir con otros, incluso aunque sean desconocidos como suele ocurrir en los eventos que organizan en distintos restaurantes y cafés de la ciudad. Hasta ahí llegan hombres, mujeres, niños que atraídos por la propuesta se sientan a jugar con quienes probablemente nunca habían visto. Entre las variaciones existen juegos en los que, por ejemplo, todos los jugadores deben coordinarse para vencer al juego, otros en que es preciso imaginar o simplemente seguir estrategias lógico matemáticas. Compartir la mesa una tarde de domingo con amigos o desconocidos en búsqueda de un tipo de diversión que ya no es tan popularmente socorrida, es asumir, por ejemplo, que la ludicidad puede ser colectiva, no tiene que estar mediada por el consumo, no debe depender necesariamente de la tecnología y es un camino para conectarnos con otros. A través de El Reino de los Juegos, Alan y Arnulfo están construyendo una pequeña comunidad que tiene formas propias de entender el mundo. No se trata sólo de divertirse, el pragmatismo político de Rorty hace hincapié en la utilidad que tiene para el ciudadano adoptar ciertas posturas y la forma en que éste las utiliza estratégicamente para resolver problemas. Un problema cotidiano es el de quienes se trasladan de un estado a otro para ingresar en la universidad, para realizar algún trabajo o resolver cualquier asunto personal. Para conseguirlo de forma práctica y económica, los usuarios de redes sociales le han brindado un lugar especial a la confianza entre quienes, lo único que podrían tener en común, es un traslado entre dos ciudades el mismo día y a la misma hora.

11


Junio 2015 Con nombres como Ride GdlColima o Ride Gdl- Zamora, cientos de personas se coordinan para darse un aventón en los trayectos entre estas ciudades. Alguien con automóvil que va a realizar el recorrido avisa por la red social la hora de su partida y el número de lugares disponibles en su vehículo para que los interesados acuerden con él puntos de llegada y salida y viajen juntos. Algunas veces hay que cooperar para la gasolina o las casetas, otras no es necesario. Lo realmente sorprendente es que en medio de un ambiente hostil donde con frecuencia se nos invita a desconfiar de los extraños, estas personas, en su mayoría jóvenes, invitan a desconocidos a subirse en sus vehículos o ellos mismos se suben en vehículos ajenos, con la plena confianza de que el propósito a cumplir es compartir un trayecto, ahorrar dinero, ser ecológicos o hacer un favor que después ellos podrían necesitar. Como opción para obtener un ingreso extra, por diversión, por utilidad, por sentido de pertenencia, para defender alguna idea, son incontables los motivos por los que las personas nos relacionamos con otros, compartimos espacios, hacemos cosas, intercambiamos tiempo, confiamos a pesar de las circunstancias, hacemos política. No una de colores o partidos, no una que se transmita por televisión o que se preocupe por los resultados de las encuestas, por pegar calcomanías en un crucero o repartir banderines con el rostro de alguien impreso, sino la que implica ponerse de acuerdo con el vecino para saber cómo serán ocupados los espacios del estacionamiento o quién es el responsable de cuidar el camellón, la que implica organizarse para pintar una ciclovía o solicitar que sea instalada una nueva parada de camión. Allí donde volteemos, con la mirada aguzada, podremos ver a los sujetos políticos en plena acción. Hay algo que, no obstante, es

12

cierto. Hasta ahora estas formas de organización no legislan, no elaboran políticas públicas, no hacen leyes ni distribuyen equitativamente los cargos de tomas de decisión. Aunque no significa que no debieran existir formas alternativas, el sistema actual apunta a que la coyuntura electoral sigue siendo un espacio de decisión con gran importancia. Entonces ¿dónde queda el poder de la apatía en un contexto donde todo es político? La opción que permitiría captar la diversidad de posicionamientos es la convicción. Ir a votar, preocuparse por las tendencias políticas o replegarse a la vida privada y preferir los formatos

organizativos pequeños y en los que puede detectarse una utilidad, es y será una decisión personal. El secreto está en que efectivamente lo sea. El poder en su manifestación foucaultiana radicaría en la combinación entre saber y poder. Saber las consecuencias de no ir a votar, estar convencido de ellas y no hacerlo, es una posición altamente digna y politizada. Lo mismo que ir a votar, o acudir a la urna sólo para anular la planilla. O hacer cualquiera de las anteriores y además decidir organizarse con otros para buscar propósitos específicos. Cualquier decisión que haya pasado por un proceso de reflexividad en el sujeto,


ENSAYO Junio 2015

dejará su huella en la conformación de nuestra democracia. Sin aspiraciones revolucionarias, cada acción colectiva, aún cuando parezca fragmentaria, modesta y experimental, ofrece un boleto de primera fila para observar el escenario democrático que vivimos. Si en lugar de preguntarles a los ciudadanos cuál es su diputado o el nombre de su distrito, les preguntáramos a los actores políticos cuáles son las necesidades específicas o los intereses de las personas que representan, seguramente el escenario sería el mismo. Con la diferencia de que hay grupos de población que ya entendieron que el enfrentamiento

directo al sistema no sirve para nada y, en cambio, derivan su descrédito en acciones que los benefician, en las que creen y por las que están dispuestos a apostar, aún desde su subjetividad. Mientras que el sistema político insiste en darle cuerda a un modelo tradicional de campañas políticas que recicla frases, ideas y propuestas para convencer a uno que otro de trazar con una equis su nombre el día de la elección, los ciudadanos cada vez confían menos y probablemente hacen más. Se han detenido, siguen menos el andar del andamiaje institucional y prefieren, por practicidad o desencanto, construir sus propios proyectos

políticos o, en el mejor de los escenarios, construirse a sí mismos como proyecto político. Elegir una posición más que suscribir una teoría política y transformarse con apacibilidad en las opciones que el sistema no brinda. No correr ciegamente tras el discurso de ir a votar porque es la primera de las obligaciones ciudadanas y probablemente la única en la que seremos tomados en cuenta, ni combatir frontalmente a un sistema que está demostrando dar de sí, sino detenerse, hacer algo propio, ser pragmático, olvidarse de las grandes transformaciones y elegir la de hoy. Ser apático y con ello por excelencia, ser político.

13


PERSONAS

14

NÚMERO 3. Junio 2015


PERSONAS Junio 2015

Historias de fuerza y ambición: lo que hay detrás de un cuerpo poderoso

Cualquiera que haya visto una competencia de fisiculturismo podría pensar que todo ahí se reduce a una práctica superficial donde lo único que importa es estar mamado. Sin embargo, pocos adivinarían las pruebas extremas de resistencia, los golpes emocionales y las envidias que enfrentan los competidores para ganarse el derecho de sonreír y posar con esos músculos bronceados en el escenario; estas son las historias de cuatro atletas con una sed de triunfo mucho más fuerte que su amor por el gimnasio. Por JAVIER ANGULO Fotografía: ABRAHAM PÉREZ

C

uando se presionan ciertos botones, el cuerpo tiene el poder de dar resultados que no creeríamos posibles. Como dice Alberto Sánchez, uno de los fisiculturistas más conocidos en Guadalajara, al principio es la vanidad lo que por lo general mueve a las personas a dejarse el alma en el ejercicio. Ver la transformación gradual del físico mediante un trabajo diario puede abrir el apetito y generar las ganas de ir cada vez por más: nada mejor que la evidencia tangible de

que se va por buen camino. La idea estética de un cuerpo saludable siempre está en movimiento, y hay quienes se vuelven tan conscientes de ello que deciden convertirse en una máquina para enfocar todas sus energías en ir sólo hacia adelante. “Si tú te pones límites, vas a llegar hasta ahí”, afirma alguien que ganó el tercer lugar en la competencia Mr. México el año pasado. La carrera por verse bien ya no es la misma una vez que entra en juego el sabor de la victoria, el sacrificio se vuelve más intenso y los factores externos de un ambiente como el del fisiculturismo en México son más desafiantes. Es otro entorno donde sólo sobreviven, literalmente, los más poderosos.

15


Junio 2015

Adrián y Melissa Adrián Castro y Melissa Lara comparten, además de sus vidas, la determinación de ponerse cada vez más fuertes. Adrián empezó en el fisiculturismo hace seis años, pero estar en los gimnasios y fabricar músculo es algo que le viene de sangre: su mamá fue campeona estatal en Jalisco durante los noventas. Ella ha sido su principal motivación. “Mi mamá me llevaba a los gimnasios cuando yo estaba muy pequeño, tenía siete u ocho años, veía esos grandes hombres musculosos y decía, algún día quiero verme así como ellos”, recuerda. Cuando no está en entrenamiento, Adrián trabaja como preparador físico: “me dedico a preparar gente, ayudar gente y también a hacer campeones”. Además vende complementos alimenticios, vitaminas, quemadores y proteínas. Su vida transcurre casi toda dentro del gimnasio. Ha ganado un par de competencias estatales, y en 2012 se llevó el primer lugar en el Campeonato Nacional Selectivo, donde le dieron el pase para competir a nivel internacional en Estados Unidos. Sin embargo, el nacimiento de su hijo ese mismo año le impidió realizar el viaje. Melissa inició en este deporte hace tres años, justo después de que el bebé llegó a su vida. Al igual que a Adrián, la actividad física es algo que ha tenido muy presente desde niña. Lleva 25 años de bailar jazz y hip hop, y desde hace ocho es maestra de danza. Al fisiculturismo se metió porque vio a su esposo competir y le encantó, decidió prepararse y en cuatro meses se subió por primera vez a la tarima para competir en esta disciplina. Desde esa ocasión, en el evento Mister y Miss Jaguar 2013, Melissa participa en la categoría bikini clasificado, a la cual por lo general entran mujeres con más experiencia de la que ella tenía en ese momento. “Hay chicas que van empezando y se meten en principiantes o novatas, pero yo quise tirarle a lo grande”, asegura. Ese año se llevó el segundo lugar. Melissa se pone los audífonos mientras hace ejercicio. Escucha electrónica, reggaetón, música movida que le inspire energía, a todo volumen para no distraerse con nada de lo que ocurra a su alrededor. Para ella, el ejercicio es una manera de olvidarse de los problemas y eliminar el

16

“Siempre es muy difíci te diga que te ves muy de este medio, obviam ser el núm


il que otro competidor y bien... pero es parte mente todos queremos mero uno”.

PERSONAS Junio 2015 estrés. Dice que el gimnasio es su segunda casa. Pero si el entrenamiento se interpusiera en su vida de mamá, dejaría todo por su hijo. “Quiero que él sea una persona activa, no me gustaría que fuera sedentario, tiene mucha pila, sin embargo no lo forzaría a que tomara el área de las pesas, primero dejaría que él poco a poco fuera descubriendo lo que le gusta hacer”. Tanto Melissa como Adrián hablan del sedentarismo como quien tiene muy bien identificado el concepto de lo que no quiere en su vida. Adrián dice: “hay gente que tú la ves normal y en realidad es muy sedentaria, están enfermos por dentro, en cambio si llevas tu alimentación saludable con una buena actividad física mejora tu vida por completo”. A sus 29 años, Melissa se ha llevado tres segundos lugares y tres primeros. Ha participado en competencias como Miss Lion’s 2013, Miss Jalisco 2014, Miss Mexico 2014, Miss Ferrocarrilero 2014 y Mister Acero 2014. Subir a la tarima para que los jueces califiquen el resultado de toda una preparación que implica meses de trabajo y sacrificios, no siempre puede ser la experiencia más satisfactoria. Como en todo, México no se salva de la corrupción y los malos manejos. En cierta competencia, a Melissa se le negó el primer lugar porque los jueces creyeron que tenía implantes en los glúteos. “Me bajaron del escenario cuando yo iba preparada al cien, iba muy emocionada, sabía que traía todo para ganar el primer lugar, y fue muy desmotivante que una juez fuera y me checara en el baño”, recuerda. “Después comprobó que no eran implantes, me dijo que iba a hablar con toda la federación de jueces, pero me desmoralizó y me desmoronó por un momento, salí muy mal de esa competencia”. Adrián, por su parte, considera que en todos los ámbitos hay egoísmos y corajes. La rivalidad en el fisicoculturismo se empieza a sentir cuando el cuerpo se pone grande y el competidor se vuelve profesional. “Siempre es muy difícil que otro competidor te diga que te ves muy bien y acepte el trabajo que uno ha hecho durante meses y años de entrenamiento pero es parte de este medio, obviamente todos queremos ser el número uno”. Adrián y Melissa decidieron dejar de competir en México. Este año se encuentran en preparación para competir en Las Vegas. La infinita sed de victoria que se adquiere durante el proceso de construir un físico cada vez más poderoso, los llevará a medirse con otros atletas a nivel internacional.

17


Junio 2015

Alberto Sánchez “Chayanne” A Alberto Sánchez lo conocen como Chayanne en el ambiente del fisiculturismo, al igual que el otro Chayanne que se dedica a cantar. Cuando tenía 21 años se lastimó la rodilla y le recetaron hacer ejercicios de rehabilitación, por lo cual se inscribió en el Bull Gym que está en la colonia Miravalle, una zona que alguna vez perteneció a la periferia de Guadalajara y que fue famosa por sus altos índices de inseguridad. Hoy a sus 41 años sigue acudiendo al mismo gimnasio, y su cuerpo dista mucho de ser el de un joven delgado que disfrutaba de ver competencias de fisiculturismo en la tele. La enorme masa muscular que ganó después de dos décadas de entrenamiento constante, le hace lucir un cuerpo imponente que ha decorado con un tatuaje tribal en el brazo izquierdo. Desde que decidió meterse de lleno a este deporte ha tenido claro que lo suyo es ir cada

18

rendimiento. “Año con año descubres cómo tu cuerpo cambia su capacidad de llegar a un límite de músculo que casi pareces radiografía, se te ven los músculos totalmente y de repente ves unos que no pensabas que existían”. El momento más difícil que recuerda en su trayectoria tiene que ver con la ocasión en que se rompió una clavícula justo un mes antes de competir. Ocho meses de preparación tirados a la basura. A pesar de que se vio obligado a esperar todo un año para volver a participar, Alberto no se desmotivó. Algo que lo alienta es que la gente trate de desanimarlo. Así vence los obstáculos con más ganas. “Nomás me acuerdo de cosas que alguna vez me detuvieron en la vida, o malos momentos que viví, cosas que me hicieron algunas personas y eso me motiva, cuando estás entrenando te vienen a la mente muchas


PERSONAS Junio 2015

“Creen que nomás por inyectarte (esteroides) quedas así, pero al contrario,... tienes que partírtela toda para que tu cuerpo reaccione”. vez por más. Por eso ha ganado dos títulos de Mister Jalisco en categoría absolutos, uno en veteranos y otro en normal, además de un tercer lugar y tres cuartos lugares en Mister México. “Antes de que yo me dedicara a esto no le hallaba chiste porque no se obtiene ningún dinero, pero la primera vez que competí me gustó y de ahí fue una adicción a competir, llegar cada vez mejor”, comenta. Lo que más quiere en este momento es llevarse el primer lugar de Mister México, así que entrena para competir en agosto. Necesita bajar de peso y eliminar un 8 por ciento del 16 de grasa que tiene actualmente. Chayanne trabaja como instructor, y su actividad en el día empieza con el entrenamiento propio: 40 minutos de ejercicios cardiovasculares en ayunas a las seis de la mañana. Después entrena a otras personas hasta las 12 del día, sale a comer, regresa a casa, descansa un rato y en la tarde vuelve a los entrenamientos. Son días enteros dedicados al gimnasio, con intervalos para comer hasta 10 veces al día, dependiendo de la etapa de preparación en la que se encuentre. El asombro de ver las maneras en que el cuerpo tiene el poder de llegar a niveles insospechados, es algo que le ha motivado para instruir gente y convertirse él mismo en un atleta de alto

cosas de toda la gente que nunca creyó que ibas a llegar a este nivel”. Si bien en un inicio la vanidad cuenta como factor para seguir adelante con la modificación del cuerpo, después se vuelve más importante el deporte en sí mismo, los procedimientos y la capacidad mental que cada atleta logra aplicar para obtener el triunfo. Chayanne no está en contra del uso de esteroides, y dice que todavía existe mucho tabú en ese tema. Le gustaría que la gente fuera más abierta al respecto. “Creen que nomás por inyectarte quedas así, pero al contrario, para poder inyectarte todo eso, si tú dabas un cincuenta por ciento en el gimnasio normalmente tienes que hacer el doble para que te responda esa sustancia, si no jamás te va responder, tienes que partírtela toda para que tu cuerpo reaccione”, asegura. En las competencias es muy difícil llevar un control para ver quién se inyecta y quién no. Son muchos los participantes, y hacer antidoping a todos resultaría muy caro. Lo verdaderamente preocupante, opina Alberto, es que hay instructores inexpertos que recomiendan el uso de esteroides a personas que llevan apenas un par de meses de entrenamiento, sin saber las consecuencias que ello pueda tener en el cuerpo. En este ambiente hay celo, envidias y favoritismos. También hay poco apoyo por parte del gobierno. Alberto dice que si esta cultura se fomentara en los niños como otros deportes, México podría llegar a tener un Mister Olympia, el título más importante a nivel mundial. Sin embargo, a esa competencia se llega con un físico totalmente realizado a los 30 años, luego de haber hecho ejercicio desde la infancia. En este país, la mayoría de los fisiculturistas se inicia en edad adulta, cuando tienen un trabajo que les permite costearse todos los gastos que implica esta disciplina. Chayanne se gasta alrededor de 2,500 pesos a la semana sólo en alimentos. Se come dos kilos de pollo al día y uno de carne, además de atún y claras de huevo. Tendría que gastar también en complementos, pero en su nivel ya ha conseguido el patrocinio de algunas marcas, lo cual tampoco es un logro fácil en este deporte. “Desgraciadamente los patrocinios aquí los tiene que buscar uno, aunque seas muy famoso es muy difícil, tienes que haber ganado algo en categoría de absolutos y seguir ganando cada año”.

19


Junio 2015

“Se me antojaba mucho y no me lo podía comer, estaba en una etapa que si me comía un arándano ya no iba a quedar como quería”. Gerardo Cuevas Gerardo Cuevas recuerda el boom de los musculosos, los años en que Arnold Schwarzenegger ganaba el Mr. Olympia, Lou Ferrigno interpretaba a un Hulk de carne y hueso, y Conan el Bárbaro luchaba a espadazos contra ejércitos de rufianes. Él es el hijo atleta en su familia, sus hermanos no hacen tanto ejercicio. Desde pequeño le ha gustado la figura de un cuerpo fuerte, así que con el tiempo se metió a entrenar, pero fue hasta su adultez que se inició en el fisiculturismo como estilo de vida. En noviembre de 2014, obtuvo el tercer lugar a nivel nacional en la competencia Mister México. El sabor de una de sus primeras victorias en el rubro lo dejó con ganas de más. Gerardo dice que en este medio hay gente de todo tipo. En alguna ocasión se hizo amigo de alguien que conoció en el gimnasio. Después de un tiempo, cuando el amigo lo invitó a su casa, Gerardo vio unas fotos en la sala y supo que esta persona en realidad era el luchador conocido como el Hijo del Solitario, sólo que entrenaba sin máscara. El luchador fue de los primeros que le ayudaron a entrenar y le dijeron cómo están las cosas en este ambiente, algo que ha corroborado por su propia cuenta. “En este medio son muy celosos, por ejemplo hay mucha gente que dice tómate esto, una vitamina, un suplemento, y le quita las etiquetas para que no lo compres por otro lado, porque aparte te lo venden mucho más caro”, cuenta. “Para mí fue muy difícil

20

porque hay gente que nomás se dedica a timar y no te instruyen, te medio llevan, nunca te llevan exactamente a donde quieres llegar, es tiempo, es gasto, es dinero, hay que tener mucho cuidado”. Saberse dueño de un físico ganador e imponer admiración y respeto entre aficionados y especialistas puede ser una satisfacción adictiva, y ésta no se consigue únicamente con el ejercicio. Se acaban las fiestas y los desvelos, se impone una agenda muy severa de entrenamientos y dietas a seguir al pie de la letra. El rigor del proceso llega a afectar en lo emocional, y una falta de autocontrol puede ocasionar que el trabajo de varios meses se vaya a la basura. “Te cambia el humor, te cambia todo, estás cansado, estresado, una vez casi me peleo con mi novia por un arándano, se me antojaba mucho y no me lo podía comer, estaba en una etapa que si me comía un arándano ya no iba a quedar como quería”, platica Gerardo. La inversión en tiempo, disciplina y esfuerzo, va de la mano con un buen desembolso de dinero. Este es un deporte caro porque comer sano cuesta y también cuestan los complementos, proteínas, multivitamínicos, asesorías y membresías a gimnasios. La rutina actual de Gerardo empieza con una hora de ejercicios cardiovasculares a las seis de la mañana. Vuelve a casa, se baña y se cambia para ir a trabajar en una empresa de cómputo de nueve a siete de la noche. Luego entrena de siete y media a diez de la noche con su coach, Alberto Sánchez, quien ha sido campeón en varias competencias del rubro. Durante el proceso de aumentar su masa muscular come ocho veces al día,


PERSONAS Junio 2015

con horarios específicos que no puede postergar. Claras de huevo, arroz, licuados de proteínas, pollo, arrachera. Lleva la comida en recipientes para que no se le pase ninguna. Al momento en que lo entrevistamos, Gerardo pesa 93 kilos, y tiene que pesar 80 dentro de tres meses, pues competirá en la categoría novatos de Mister Jalisco. Para entonces ya deberá estar en la etapa más difícil del proceso para tornear un cuerpo poderoso, toda una prueba extrema de resistencia que mucha gente no conoce: la depletación. En esta fase el objetivo es sacar el agua del cuerpo y quemar la grasa, para quedarse únicamente con el músculo maduro pegado a la piel. Sólo los cuerpos bien torneados con una depletación adecuada son los que ganan competencias, y esto se logra tras una ardua preparación que implica comer mínimo 10 veces al día (hay que acelerar el metabolismo), no probar nada que tenga sal y dejar de consumir líquidos en los días previos al evento. Para llegar a la final de Mister México, celebrada el 8 de noviembre de 2014 en Monterrey, Gerardo pasó cuatro días sin tener contacto de ningún tipo con el agua. “No me pude bañar porque hasta bañarte te hidrata el cuerpo, se te pega la piel,

si te bañas ya no se te ve lo marcado, te borras”, recuerda el fisiculturista. Después de haber obtenido su pase a la final tras la eliminatoria, Gerardo llamó por teléfono a su instructor, quien le indicó los pasos a seguir para llegar a la competencia con el cuerpo más cargado. El mismo día del evento se despertó a las 4 de la mañana para desayunar seis hot cakes con miel de maple. A las seis de la mañana se comió ocho tacos de arrachera, y dos horas después, dos barras de proteína sabor chocolate. Cuando subió al escenario a posar ante los jueces, había ganado alrededor de 4 kilos en un solo día. “Eso fue lo que me llevó al tercer lugar, lo que hace la harina es que de volada te hincha, entonces estaba totalmente seco, me comí todo eso sin tomar agua”. Si ganó un tercer lugar a nivel nacional, Gerardo confía en que se puede llevar otra victoria en la competencia estatal que se realizará en agosto. “Es muy pesado, me gustó porque es todo un mérito, un reto, un esfuerzo y una dedicación. Desde el momento en que yo sabía que me iba a preparar para otra competencia mi mentalidad estaba súper fuerte, positiva y no se diga mi alma, mi cuerpo, tan así que tengo lo que va del año que no salgo ni a una fiesta ni a un bar”.

21


FONDO

22

NÚMERO 3. Junio 2015


FONDO Junio 2015

El fin de siglo en Guadalajara El caduco mercado de periódicos en Jalisco a finales de los años ochenta fue el mejor escenario para que un empresario, un académico y una nueva generación de periodistas coincidieran en Guadalajara para reconfigurar el poder de la información. Por ANGEL MELGOZA y LUIS SÁNCHEZ Fotografía: ABRAHAM PÉREZ

or la frase “Jorge Zepeda Patterson fundador y director de los periódicos Siglo 21 y Público”, escrita en una reseña del libro Los Corruptores, la primera novela de Jorge Zepeda Patterson, publicada en la revista Vanidades de diciembre de 2013, Yolanda Villafaña, esposa de Alfonso Dau, decidió redactar una carta dirigida al director editorial que nunca envió por recomendación de su esposo, pero que guarda celosamente entre sus pertenencias y que entre otras cosas dice:

23


Junio 2015

“En la prestigiosa revista a su cargo encontré la portada del libro Los Corruptores, de Jorge Zepeda Patterson, publicado por editorial Planeta. Deseo que hagan honor a la verdad y rectifiquen... Nunca fue el fundador, sino empleado como director de Siglo 21...lo que quiero hacerles saber, es que él llevó al fracaso a Siglo 21 después de ocho años, llevándose a más de la mitad del equipo periodístico, amén del saqueo material y económico. Y les prometió a todo ese personal, que serían dueños de ese nuevo periódico, que se llamó Público, el cual también lo abandonó y lo llevó al fracaso. Yo deseo que haga una síntesis de esta información y la verifiquen para que quede constancia de quién es Jorge Zepeda.” La publicación de la carta abría la posibilidad de que por primera vez llegara a la arena pública, de forma discreta, la disputa detrás de uno de los proyecto periodísticos más ambicioso de los años noventa en Guadalajara. Cuando nos encontramos con Alfonso Dau en su casa, muy cerca de la Minerva, en Guadalajara, fumaba en un sillón frente a la mesa en donde se hicieron las primeras juntas de planeación de Siglo 21; estaba en calcetines, fumando, con tirantes, un pantalón de vestir perfectamente planchado; rodeado de

24

periódicos arrugados, novedades literarias, bocetos originales de Siqueiros y libros antiquísimos, le preguntamos por qué no existía hoy un proyecto como Siglo 21: —Eso lo deben de contestar otros. Es el mejor periódico que ha tenido Jalisco. No había periódicos en ese tiempo y no hay periódicos hoy en Jalisco. Era un periódico responsable frente a la gente. Dos economistas a los medios Alfonso Dau fue asesor de Jesús Reyes Heroles durante el tiempo de la elaboración de la reforma política que en el año de 1977 buscaba abrir la posibilidad de que la oposición ocupara espacios políticos en México. Un poco desencantado de que su colaboración no había trascendido lo suficiente, Alfonso se retiró de la actividad pública a principios de los años ochenta. Decidió dedicar la mayoría de su tiempo en mantener sus negocios familiares y en impulsar proyectos culturales que iban desde un canal de televisión, un centro cultural, hasta una revista. Sus padres eran inmigrantes libaneses y habían fundado una mercería en los años cuarenta, llamada La Muñeca. También tenía tierras vírgenes frente a lo que hoy


FONDO Junio 2015 es el hotel Fiesta Americana y Holiday Inn en Puerto Vallarta, Jalisco. Alfonso aprovechaba cada viaje que hacía a cualquier parte del mundo para conocer nuevos diarios, visitar sus instalaciones y tratar de establecer contactos. En ese entonces el Director General de Archivos, Bibliotecas y Publicaciones de la Secretaría de Relaciones Exteriores, y amigo de la familia Dau, José María Muriá, le ofrecía apoyo desde la Ciudad de México para moverse, facilitar reuniones o simplemente para ir a comer. En 1980 Jorge Zepeda inició su maestría en sociología enfocada en Estudios Políticos, en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) en la Ciudad de México. Ahí conoció a Gladys Lizama, exiliada chilena militante del Partido Comunista, quien más tarde se casaría con él. La primera hija del matrimonio, Camila, nació en diciembre de 1984, y para enero del año siguiente Jorge entró al Colegio de Michoacán para hacer investigación en Zamora, lugar en donde se encuentra el Colegio. Dedicó su estancia para concentrarse en escribir sobre los michoacanos que no se fueron de braceros, el sistema político del estado y otros temas sociales, económicos, políticos y culturales de la región. Con la guía del historiador francés, Jean Meyer, Jorge consiguió una beca para hacer un año de investigación en París, como parte de su doctorado. El viaje y la continuación de sus proyectos estaban programados para realizarse en el verano de 1989. En ese contexto irrumpió un día Alfonso Dau en Zamora. Alfonso Dau conoció a Jorge Zepeda Patterson en la Universidad de Guadalajara, cuando era uno de sus alumnos más brillantes. Además de profesor universitario, economista y empresario, Dau presidió el departamento de Economía del Gobierno de Jalisco, durante la gestión de Alberto Orozco Romero, en el período 19711977. Jorge Zepeda trabajó con él y ahí forjaron una buena amistad. En muchas de sus conversaciones aparecía con frecuencia el tema de la prensa y la falta de proyectos que tuvieran la capacidad de llenar las expectativas de una ciudad como Guadalajara. El contexto en el que se imaginó un periódico como Siglo 21 —finales de los años ochenta— la información se concentraba en dos periódicos: El Occidental y El Informador. Las innovaciones venían

“Él llevó al fracaso a Siglo 21 después de ocho años, llevándose a más de la mitad del equipo periodístico, amén del saqueo material y económico”. principalmente de la radio, y los periódicos enfocaban sus energías en la autocensura, la reproducción de mensajes institucionales o las prebendas que ofrecía el gobierno. Guadalajara era una capital, donde sus habitantes se interesaban en el mundo y exigían un medio que les diera voz a sus nuevas aspiraciones. Alfonso Dau, de sesenta años, se preparó toda su vida para viajar aquella mañana de 1989 a Zamora para decirle a Jorge: “estoy listo”. Jorge tardó en responder y al final dijo: “no sé, deme tiempo, me toma de sorpresa”. El carisma que muchos le atribuyen a Alfonso tuvo que esperar hasta llegar a París para convencer a Jorge. Al empresario le brillaron los ojos cuando le dijo a Jorge que no quería pasar el resto de su vida abultando la chequera. Convencido, Jorge le dijo: “comencemos a adelgazarla”. Con la decisión tomada, Jorge regresó a México para renunciar al acuerdo de colaboración que tenía con el Colegio de Michoacán, y planeó su proyecto de investigación en Francia basado en la elaboración de un periódico. Así, Alfonso Dau Dau y Jorge Zepeda Patterson, iniciaron una relación de trabajo que en el futuro estaría llena de claroscuros. Pero mientras llegaba el futuro, decidieron recorrer parte de Europa para conocer las técnicas de los periódicos y los hábitos de los grandes periodistas de Inglaterra, España y Francia. Mediante una carta de recomendación del intelectual José Luis L. Aranguren, Jorge Zepeda estuvo seis meses en el periódico español El País con la idea de aprender cómo hacer un diario, absorbiendo técnicas y procesos de todas las áreas. En el inicio del año 1990, se entrevistaron Jorge Zepeda y Alfonso Dau con Miguel Bastenier, subdirector y jefe de información del diario. Hablaron de su intención de hacer un periódico en Guadalajara y de

25


Junio 2015 colaborar para compartir contenidos o realizar intercambios entre sus equipos. Después de la reunión, Bastenier quedó tan entusiasmado con la idea que aprovechó para presentarlos con los periodistas argentinos Tomás Eloy Martínez y Miguel Ángel Díez, que se encontraban en España y que se convertirían en partes fundamentales del proyecto. Para cerrar la primera etapa del proyecto, Jorge Zepeda encargó en París el modelo gráfico del periódico a un equipo de diseñadores del despacho Rampazzo et associés que en tres meses realizaron un prototipo. Mientras él estudiaba lo que sucedía detrás de un periódico, en Madrid, Alfonso contrataba estudios de mercado, análisis de la publicidad y diagnósticos de la circulación de la prensa en Guadalajara. La maqueta de cómo se vería el periódico con

“Alfonso Dau, de sesenta años, se preparó toda su vida para viajar aquella mañana de 1989 a Zamora para decirle a Jorge: ‘estoy listo’”. fotos, notas, columnas y anuncios, tiene fecha del 5 de febrero de 1990. Entre mayo y junio de ese año, Jorge regresó a México. En el archivo privado de Alfonso Dau hay una carpeta que contiene las estrategias de comercialización, el análisis de los medios locales, el perfil de los lectores, el diseño del periódico, los manuales de redacción, los convenios, los planteamiento editoriales y en medio hay una anotación remarcada que dice: ¿Por qué un nuevo periódico en Guadalajara? un periódico para sus lectores, bien escrito y bien diseñado; un periódico inteligente; un periódico diferente; un periódico entretenido. Operativo discreción El proyecto empresarial requería de un área administrativa que pudiera servir como contrapeso de la parte editorial. Jorge Zepeda le sugirió a Alfonso considerar a su hermano Guillermo: —Cada vez que usted me describe al administrador en que está pensando, se me

26

ocurre recomendarle a mi hermano porque esas son sus características —le dijo Jorge a Alfonso. Alfonso se comunica con Guillermo: —Oye, por qué no te vienes a echar un café? —sentados en la cafetería, Alfonso le habló del proyecto a Guillermo, del que ya tenía conocimiento—. Y fíjate que necesitamos a una persona como tú. —No creo que a usted le convenga tener a dos hermanos en el mismo proyecto — respondió Guillermo. —Eso yo lo evaluaría —dijo Alfonso—. La verdad es que me gusta la marca de la casa. Es así como Guillermo fue invitado a trabajar en el proyecto como Director Administrativo. Mientra que un viejo conocido de Guillermo, Vicente Velázquez, amigo al que conoció en el edificio en que ambos trabajaban en el Distrito Federal, fue también invitado al proyecto como Director Comercial. En los primeros meses de 1991 se trabajaba en el domicilio de Alfonso Dau. Entraba y salía gente por el pequeño pasillo que conduce a la biblioteca; se hacían citas para entrevistas; en la cocina no se daban abasto con el café, la botana, la fruta, todas las atenciones para los visitantes. Los periodistas argentinos Tomás Eloy Martínez y Miguel Ángel Díez, se reunían en la biblioteca de Alfonso en Guadalajara. Entre una valiosa colección de libros se sentaban en una mesa redonda para hablar de renovar el periodismo nacional, cambiar paradigmas, y entre whiskies soñar con hacer un periódico para la Guadalajara del siglo XXI. El tiempo transcurría y como no se había encontrado un edificio que reuniera las condiciones para montar los talleres de impresión, se decidió adoptar una oficina temporal en la calle Morelos, entre Fernando Celada y Mariano Azuela, a dos cuadras de la Minerva. El proyecto periodístico ya contaba con una maqueta, un libro de estilo propio, un manual de diseño; habían hecho análisis financieros, estudios de mercado, proyectos de requerimientos tecnológicos, estrategias de comercialización y distribución, pero el gran reto era aterrizar todo aquello en una ciudad como Guadalajara. El contexto de los medios era un gran incentivo para mejorar


FONDO Junio 2015

“Entre una valiosa colección de libros se sentaban en una mesa redonda para hablar de renovar el periodismo nacional, cambiar paradigmas, y entre whiskies soñar con hacer un periódico para la Guadalajara del siglo XXI”. ya que la mayor parte de las personas que se dedicaban a la prensa estaban en la ‘nómina’ del gobierno. Existía, según la académica Sallie Hughes, un modelo autoritario porque las salas de redacción carecían de autonomía; es decir, se hacía un periodismo basado en los puntos de vista del régimen y se asignaba la cobertura de noticias hacia donde los miembros del sistema autoritario deseaban; no se exhibía lo que afectaba al partido oficial o sus intereses. En 1990 los periodistas recibían una porción de su ingreso, por la publicidad que pagaba la fuente de información que debían cubrir. Por ejemplo, si un reportero cubría las notas del Congreso del Estado, y el Congreso compraba publicidad en el diario, una parte de ese dinero le correspondía al reportero. Era obvio que los reporteros trabajaban para complacer los intereses de la fuente. Fue este estilo de periodismo lo que los hizo tomar una decisión estratégica: “hacer un periódico, sin periodistas”. Jorge Zepeda, apoyado por su hermano Guillermo, se acercó a dos académicos para encargarles la conformación del equipo: Pablo Arredondo, profesor e investigador de la Universidad de Guadalajara (UDG) y Francisco Núñez, académico del Instituto

Tecnológico y de Estudios Superiores de Occidente (ITESO). En ese contexto entre los alumnos del ITESO se murmuraba que se abriría un nuevo periódico en Guadalajara y que estaban buscando nuevos perfiles. Los profesores echaban ojo a sus alumnos, algunos sin saber que ellos mismos estaban siendo ‘reclutados’. “Necesitábamos gente de talento y mucho entusiasmo” escribió Zepeda Patterson, “universitarios de buena pluma, mente ágil y sana, y ánimo resuelto”. A principios de los noventa en Guadalajara existía una buena tradición periodística en la radio. El periodismo que no se había subordinado a la autoridad estaba en Notisistema o en Radio Universidad de Guadalajara. La radio fue precursora del periodismo que les hablaba a los ciudadanos, y superaba con creces la calidad de la prensa escrita. Una chica que solía trabajar en radio UDG, Alejandra Xanic von Bertrab, fue llamada para hacerle una entrevista. Con un gran esfuerzo logró completar dinero para imprimir su trabajo fotográfico y se montó en el autobús 622 para llegar a la entrevista con Jorge y Tomás Eloy Martínez. Su actitud despistada le jugó una mala pasada que se convertiría en un golpe de suerte: bajó del autobús y olvidó en él sus fotografías. Llegó a la entrevista sin trabajo que mostrar,

27


Junio 2015

pero con la oportunidad de convertirse en reportera en el nuevo diario. Alejandra Xanic, fue de las primeras en formar parte del equipo junto con Rubén Martín, Carlos Millet y Pablo Arredondo. Todos los procesos de reclutamiento se hacían con la mayor secrecía posible. De los cientos de expedientes analizados y de las entrevistas que se hicieron se terminó invitando a 60 personas, entre alumnos universitarios y profesores, para que antes de iniciar el proyecto formaran parte de un taller de periodismo que impartiría Tomás Eloy Martínez en la casa-oficina temporal de ‘la Minerva’. También se hicieron talleres de periodismo con gente como Miguel Ángel Díez, y Ciro Gómez Leyva. Entre los grupos de estudiantes y profesores reclutados, no había ningún periodista con experiencia. Ese fue tal vez, el punto clave de la innovación periodística a la que le apostó Siglo 21: un modelo de periodismo identificado por ser intermediarios entre grupos de poder y los ciudadanos. Que promueve la rendición de cuentas, el debate, la deliberación, así como una comunicación abierta de las personas con su gobierno, y la formación de periodistas.

28

Crisis número cero Tomó mucho tiempo encontrar un edificio propicio para las instalaciones del diario. El espacio elegido se ubicaba en la avenida Washington número 250A, esquina con Chicago. El personal fue formalmente contratado el 15 de agosto de 1991 e inmediatamente después la redacción comenzó a trabajar en un espacio en donde no habían ni sillas ni experiencia. Diego Petersen, el jefe de redacción que tenía experiencia dirigiendo un semanario independiente llamado Paréntesis, y Jorge terminaron de conformar al equipo. Para complementar la falta de experiencia se invitaron a periodistas con una gran trayectoria como Sergio René de Dios, Pedro Mellado, José Carlos Legaspi y Héctor Huerta. La pretensión de tener listo el periódico el quince de septiembre, fue ilusoria. Además de la inexperiencia, había dificultades financieras. Para evitar comprometer la línea editorial se rechazaron propuestas de financiamiento de algunos grupos de poder. El patrimonio personal de Alfonso Dau fue la única fuente de recursos. Entre el tiempo invertido en la conformación de una verdadera rutina periodística, la


FONDO Junio 2015

“Tomás Eloy esperaba frente al elevador. Al abrirse las puertas, se topó de frente con Jorge, quien le dijo: ‘va, mañana’”. inexperiencia y el dinero, la salida del periódico se fue posponiendo. La nueva redacción comenzó a trabajar en un número cero, pero no salía. “Estuvimos tratando de sacar el periódico, primero una página, después, dos, cuatro. Trabajamos muchas más veces, antes de sacar un número”, cuenta Francisco Núñez. La mayoría de los académicos tardaban días en escribir una nota. El primer número cero por fin salió con muchas dificultades el 28 de febrero de 1991. El número que “supuestamente ya iba a estar listo para salir, ¡se terminó a las 11 de la mañana del día siguiente! El primer ejemplar que debería estar listo en la madrugada nos tomó todo un día”, recuerda el académico y periodista Carlos Enrique Orozco. Diego Petersen rememora: “yo me fui de viaje de bodas, regresé y cuando iba llegando a las nueve de la mañana al periódico, iba saliendo Pablo Arredondo con una cara…” —Llevo toda la noche aquí; hicimos dos páginas —dijo Pablo— ¡regrésate cabrón! —Tú vete a dormir y yo me encargo, a ver qué pasa. Ante el clima de crisis que se iba apoderando de la redacción, llamaron a Tomás Eloy para pedirle ayuda: “La cosa no jala” le reclamaron, y tuvo que regresar a Guadalajara. Diego recuerda ese día en la mesa de redacción: —¿Cuál es tu diagnóstico? —preguntó Tomás. —Este es un pinche caos, pero sobre todo creo que es una cosa de pánico escénico, la gente está entrando en un rollo de temor y de fracaso. Esta chingadera no... —¿Y si salimos ya?

—Salimos ya, o esto no va a salir; pero Jorge no quiere. —Eso déjamelo a mí. Tomás se fue en la noche y platicó con Jorge Zepeda, ambos estaban viviendo en el Hotel Laffayette junto a Avenida Chapultepec. —Hay que salir Jorge, el periódico tiene que salir ya. —No, imagínate, ¿cómo vamos a salir así? Todavía no podemos hacerlo. —El problema no es que no puedan hacerlo, el problema es que tienen miedo de hacer el periódico. Hay que salir ya. Jorge Zepeda prometió pensarlo, y se retiró. A la mañana siguiente, el siete de noviembre, Tomás Eloy esperaba frente al elevador. Al abrirse las puertas, se topó de frente con Jorge, quien le dijo: “va, mañana”. Salir al día siguiente significaba anunciar en la redacción que el trabajo de ese día, sería el material elegido para ser el primero en publicarse. Los dos, Jorge y Tomás, llegaron a las once de la mañana a la redacción y le avisaron al equipo: “Estamos listos para salir”. Una vez afuera, pensó Tomás, no había vuelta atrás, había que hacerlo diario. El día programado para salir los redactores (reporteros) que cubrían la sección de política local, se desmoralizaron al enterarse que la nota principal sería que había sido elegido Enrique Dau Flores, primo de Alfonso Dau, candidato a la presidencia municipal de Guadalajara. A lo largo del año con los rumores de que un nuevo diario aparecería en Guadalajara, se especulaba la posibilidad de que existiera un vínculo o una alianza entre el proyecto de Alfonso Dau y las aspiraciones políticas de Enrique

29


Junio 2015 Dau, significaría un riesgo de desprestigio y una amenaza a la independencia del trabajo periodístico, aun antes de su salida. Por esta razón, se decidió por utilizar una foto y un titular que tuviera fuerza y mucho significativo para el proyecto. Desde hoy, Jalisco es diferente El ocho de noviembre de 1991, la primera edición de Siglo 21 salió a la calle. El titular que escribió Tomás Eloy Martínez para la primera plana fue mítico para los directores y pretencioso para la redacción: “Desde hoy, Jalisco es diferente”. El texto estaba acompañado de una fotografía de José Hernández-Claire, que se llama El Guardián de la Minerva, donde una persona encargada de limpiar la fuente tiene una garrocha en la mano y una llanta (que probablemente sacó del monumento) bajo el brazo. En la página dos de la primera edición se presentaba el tema del día: “El nuevo diario Siglo 21, qué es y quienes lo hacen”; en vida urbana: “Guadalajara exige más seguridad pública. Un empresario, un gerente, un ama de casa, un estudiante, una voceadora y un taxista coinciden en que la delincuencia es el primer enemigo de la ciudad”. “Hace falta un conjunto de prácticas responsables, una cultura de la democracia y un esquema de pesos y contrapesos que permita la existencia de una sociedad civil firme y activa frente a los asuntos públicos. Nuestro esfuerzo cotidiano se encamina hacia esos fines” se leía al interior de sus páginas.

“Ventilarían los asuntos del diario, la línea editorial y sus vicisitudes”. También definieron públicamente sus compromisos con la democracia, objetividad, el gusto, la transparencia y el servicio. Entendían el diario como un instrumento público de servicio y encuentro: un espacio de todos. Declararon que ventilarían los asuntos del diario, la línea editorial y sus vicisitudes. El director era Jorge Zepeda, los subdirectores Pablo Arredondo y Francisco Núñez; la edición de arte estaba a cargo de Peggy Espinosa y de José Hernández-Claire.

30

“Ese será el plan de ruta. Desconocemos el punto de llegada” Guadalajara nunca había tenido un periódico con esas características: tabloide que privilegiaba la información local y las personas. El tabloide es un formato más accesible para la lectura en un contexto urbano donde se privilegia la practicidad y comodidad. En México el tabloide, que es de menor tamaño al formato sábanas característico de El Informador o el New York Times, era utilizado sólo por los diarios de nota roja. “No se puede hacer periodismo en un tabloide” , “¿tabloide? qué estupidez” , eran algunos comentarios de lectores. Siglo 21 tenía un mercado meta de personas de 20 a 35 años, universitarios o jóvenes profesionistas de nivel económico medio en adelante. Hoy Siglo 21 es identificado como un periódico que no sólo ganó lectores, sino que los hizo. Logró que los universitarios que no eran lectores de diarios se acercaron al periodismo. La inclusión de distintos géneros informativos como las crónicas, entrevistas, elementos narrativos, columnas de opinión de personajes relevantes y en general un trabajo que reflejaba un esfuerzo por renovar


FONDO Junio 2015

el formato del periodismo local. Mucha de la innovación consistía en dejar de lado la foto oficial, la declaración del político, o hacer una cobertura de los partidos políticos de oposición para diferenciarse del resto de la prensa local y oficialista. Los errores de un equipo inexperto eran comunes, pero a pesar de ello el ímpetu de compromiso con un periodismo enfocado en los intereses de las personas y no de la clase política, marcó la diferencia frente a la competencia. El proyecto editorial también le daba mucho valor a la imagen, creando un lugar muy valioso de exposición creativa. Para evitar las malas prácticas del periodismo local, mediante el cual los reporteros recibían dinero del gobierno, se estableció un salario mínimo profesional a manera de blindaje. Los reporteros y editores mejor pagados de Guadalajara, estaban en Siglo 21. Esa fue otra innovación que introdujo Siglo 21 y que hoy es una rareza en el periodismo de Jalisco. Eran parte de sus aspiraciones ser un periódico nacional hecho en Guadalajara. Por lo que incluyeron columnas de opinión de personajes como Jean Meyer, Miguel Ángel Granados Chapa, Carlos Monsiváis, Germán Dehesa, Jorge Castañeda, Enrique Krauze,

“Se hacía un esfuerzo por reinterpretar la ciudad, pero sobretodo de llamar a la acción a los lectores para salir a ocuparla”. Sergio Aguayo, Miguel Ángel Bastenier, Gabriel Zaid, Mijaíl Gorbachov, Federico Reyes Heroles, Tomás Eloy Martínez y Raymundo Riva Palacio. Los suplementos fueron otro de los grandes aciertos. Mientras la oferta de suplementos culturales del resto de los periódicos seguían publicando recetas de cocina y rememorando la Guadalajara de antes, en el suplemento cultural Tentaciones de Siglo 21, se hacían reseñas, críticas de Teatro, de cine; se hacía un esfuerzo por reinterpretar la ciudad, pero sobretodo de llamar a la acción a los lectores para salir a ocuparla.

31


Junio 2015

A punto del colapso “Siglo 21 era el proyecto editorial más bonito y más alucinante que te puedas imaginar, era maravilloso, cabrón… nomás que a los pocos meses ya no había pa’ pagar los sueldos” cuenta el periodista Pedro Mellado. Sergio René recuerda que “a los tres o cuatro meses el periódico estuvo a punto de cerrar. No había llegado un crédito de Bancomer. Zepeda nos convocó y dijo que el proyecto se sostenía gracias a que estábamos ahí, pero la realidad es que no nos estaban pagando.” Jorge les dijo que quienes desearan irse, podían hacerlo. Algunos salieron, pero la mayoría decidió seguir. El equipo de Siglo 21 se apropió muy pronto del proyecto y algunos de los más jóvenes trabajaban hasta quince horas diarias. “Había mucho de amateur, en el

32

mejor sentido de la palabra; amateur etimológicamente tiene que ver con ‘amante de’, se hacía mucho por amor”, recuerda Luis Miguel González, hoy director del periódico El Economista y editor del tema del día y de economía en Siglo 21. A pesar del compromiso del equipo, en los primeros meses las ventas eran bajas y las dificultades financieras asfixiaban al proyecto. No se vendían más de 3 mil ejemplares, y la venta de publicidad no alcanzaba para cubrir las necesidades. Jorge viajó a México para buscar contactos. Sin sueldos, ni aguinaldos y con Jorge fuera de la ciudad, la gente paró: —Alfonso me prometió que iba a pagar los sueldos —justificaba Jorge—. Les encargo que controlen la situación, mañana regreso yo. Ya veremos qué hacer.


FONDO Junio 2015

“Ante la crisis, Jorge decidió escribir un editorial de despedida que grabó en un disquete”. Francisco Núñez, subdirector durante la primera etapa del periódico, reunió a toda la redacción y les dijo: —¿Quién está enojado? Al unísono le respondieron: —¡Yooo…! —Saben qué, vamos cerrando temprano para irnos a nuestras casas. La redacción trabajó enojada pero el periódico se terminó más temprano que nunca. A su regreso, Jorge les explicó a sus colaboradores más cercanos que la razón de la dificultad económica se debía a que el crédito de Bancomer no había sido otorgado aún. Ante la urgencia de la situación, Jorge decidió escribir un editorial de despedida que grabó en un disquete y se lo guardó en la bolsa. “Trajo el editorial de despedida durante un mes en la bolsa del saco”, cuenta Diego Petersen. El préstamo millonario de Bancomer llegó a inicios de 1992, pero la venta de publicidad seguía siendo baja. La situación era tan mala que con la intención de atraer nuevos anunciantes se enviaba a un joven a esperar afuera de las oficinas del Informador para que tratara de convencer a los anunciantes que eran rechazados.

de Pemex detectaron en la esquina de las calles Gante y 20 de Noviembre un punto de 100 por ciento de peligrosidad. Manuel llegó a la redacción preguntando quién traía la nota de Gante, mientras que todos clavaron la mirada en sus teclados, Alejandra Xanic, joven reportera, alzó la mano, y se apuntó para hacer la nota. “Xanic me había pedido platicar porque quería renunciar —recuerda Diego Petersen con una sonrisa— le dije vámonos en mi coche y platicamos en el camino. Nos fuimos con Angélica [Jurado], fotógrafa que tenía tres días en el periódico.” Xanic recuerda haber reporteado desde un teléfono público. En la redacción se hizo un mapa de la zona afectada por el hedor a gasolina, y se publicó junto a la nota al día siguiente. El mapa era increíblemente parecido a la zona que explotaría horas

¡Explotó! El proyecto había iniciado con muchas dificultades y parecía no encontrar su rumbo, sin embargo el 22 de abril de 1992 cambió la historia de la ciudad, el futuro de Siglo 21 y el de algunos de sus colaboradores. “El periódico difícilmente hubiera sobrevivido sin una circunstancia como esa, el periódico necesitaba mostrarse a plenitud”, recalca Salvador Camarena. El día martes 21 de abril, Manuel Baeza, quien era jefe de cierre, se dirigió por la tarde a la redacción. Mientras conducía escuchó en la radio un reporte en vivo desde la calle Gante, en el oriente de la ciudad. Vecinos de la zona denunciaban un fuerte hedor a gasolina y había preocupación. Desde las 16:30 horas de aquel martes, funcionarios

33


Junio 2015 después. José Adán Ávalos, trabajador de Pemex, declaró que a las 23:30 horas se sabía de la fuga de gasolina. La nota B (en portada abajo a la izquierda), del miércoles 22 de abril de 1992 llevaba por título: “Alarma por fuga de solventes en el centro”. “En la mañana del martes, los vecinos reportaron que desde la madrugada salía ‘humo’ y un olor a gasolina de las alcantarillas de sus casas”, escribió Alejandra Xanic, quien al año entrante ganaría el Premio Nacional de Periodismo por la cobertura que inició aquel día. El Secretario de Desarrollo Urbano y Rural, Aristeo Mejía Durán, declaró que a las 9:00 horas del 22 de abril le avisó al gobernador Guillermo Cosío Vidaurri de la gravedad de la situación. El colector de desagües por el que corría la gasolina explotó en Analco, una popular colonia de Guadalajara. Las cifras oficiales señalan que la serie de explosiones inició a las 10:09 horas, y que ocho kilómetros de calles y casas fueron destruidas perdiendo la vida 206 personas. La información extraoficial señala que fueron al menos 12 kilómetros de explosiones, y según el registro de Cáritas fueron más de ochocientos muertos o desaparecidos contados al 4 de mayo de 1992. Tras observar la catástrofe, en la redacción de Siglo 21 decidieron elaborar una edición especial para esa misma tarde; un periódico vespertino que salió a la calle a las tres de la tarde con el titular “¡Explotó!” en portada. La nota decía que “más de doce kilómetros del sector Reforma de la ciudad se convirtieron en zona de desastre y de tragedia para miles de tapatíos que sufrieron las consecuencias de una macro explosión”. “No tenía nada asignado, me levanté tarde, y escuché que había explotado. Me dijeron ‘lánzate al lugar’. Cuando iba llegando todo el mundo comenzó a correr porque había fugas de gas, tanques estacionarios y cilindros. Los policías gritaban ‘corran, corran’ estaba acordonado”, recuerda el periodista Ignacio Pérez Vega. En la edición especial no hay ninguna nota de Alejandra Xanic, quien después de cubrir hasta la madrugada del día anterior, tenía el encargo de continuar con la cobertura. Diego Petersen cuenta: “el papá de Xanic fue y se sentó en mi oficina a esperarla. No había celulares, no hablaba, nadie la había visto,

34

“Lo primero que vio fue un microbús con cuerpos en un gran cráter de donde salía un hombre con joyas en las manos”.


FONDO Junio 2015

preguntaba por ella y nadie sabía nada…”. Aquella mañana Xanic había ido al Palacio de Gobierno a buscar un boletín cuando escuchó a algunas personas que gritaban ‘explosión, explosión’ y se fue corriendo hasta la zona. Al llegar lo primero que vio fue un microbús con cuerpos en un gran cráter de donde salía un hombre con joyas en las manos. Regresó a la redacción ya bien entrada la tarde. “El mismo 22 de abril, al oscurecer, recibimos una llamada dando noticia de la presencia de máquinas que empezaban a recoger los escombros, y posiblemente todavía había cadáveres o personas atrapadas”, recuerda Ignacio Pérez. El Occidental, también tuvo noticia de las quejas de los vecinos, pero ninguno de sus reporteros le dio demasiada importancia. Paradójicamente la explosiones alcanzó la puerta principal del diario. Un día después, la redacción de Siglo 21 era una auténtica sala de prensa internacional. La relevancia de la tragedia atrajo la atención de los principales medios y agencias periodísticas internacionales. Entre los corresponsales extranjeros se corría la voz. Las notas generadas por Siglo 21 aparecieron en medios nacionales e internacionales y a partir de ahí el periódico creció como espuma.

Alfonso tenía un acuerdo con Jorge Zepeda, habían establecido que el dueño de la empresa no intervendría en la línea editorial del periódico. El recién nombrado alcalde de Guadalajara, Enrique Dau, primo de Alfonso Dau, fue señalado como parte de los responsables en el accidente de las explosiones. En una muestra de respeto por el acuerdo, Alfonso como dueño y presidente del diario no hizo intervención alguna para acallar a sus reporteros o suavizar las notas. Resistió la presión política de los círculos priístas y los chantajes familiares que le pedían protección para su primo. Los problemas de circulación que tuvieron en un principio, se fueron solucionando conforme el periódico hacía una cobertura amplia, independiente y profesional de la desgracia. Informando a los ciudadanos desde distintos ángulos, el equipo creció y mostró de lo que era capaz. Siglo 21 fue un éxito. En un contexto donde los periódicos reproducían las declaraciones del gobierno, la tragedia del 22 de abril abrió la posibilidad de que un equipo de periodistas ganaran legitimidad frente a la ciudad, frente al dueño y frente a la prensa internacional. Las ventas que no rebasaban los cinco mil ejemplares antes de abril, aumentaron a 22 mil y llegaron hasta los 29 mil en 1994.

35


Junio 2015 Alfonso Dau se sentía poderoso, su proyecto tenía un importante arrastre y en algunos círculos se le escuchó decir: —Si no pude ser gobernador, Siglo 21 va a poner gobernadores. Alfonso entendió que su poder se había acrecentado junto al prestigio de su diario. El poder se le presentaba de distintas maneras, desde la capacidad de establecer negociaciones en términos económicos con el banco, hasta la posibilidad de extender los plazos de pago de responsabilidades patronales. Sin embargo, el poder que había adquirido el periódico emanaba de la redacción que estaba a cargo de Jorge Zepeda Patterson. La gran contradicción de Alfonso Dau fue que entre más exitoso se volvía su proyecto mayores eran sus límites de acción. El poder estaba en la redacción, y él muy lejos de ella. Los desencuentros entre Dau y Zepeda se fueron acrecentando. Años atrás Alfonso Dau había iniciado Ni tan excelente, ni tan negocio Para mediados de 1994, Siglo 21 se había convertido en un generador de utilidades tan efectivo que las dificultades financieras ya no eran parte de la preocupación. Cada trimestre había que desembolsar el pago del crédito, pero el rotativo generaba dinero suficiente para cubrirlo. A pesar del buen estado financiero, la relación entre el director Jorge Zepeda y el dueño Alfonso Dau, comenzaba a deteriorarse. El repentino éxito empresarial de Dau, así como el acierto editorial de Zepeda, provocan distintas reacciones en cada uno. “Detrás de cualquier periódico, hay un proyecto político”, señala José María Muriá. Alfonso Dau había estado muy relacionado con la campaña presidencial de Luis Donaldo Colosio, y se rumoraba que Dau buscaba la gubernatura de Jalisco. Después del asesinato de Colosio, el 23 de marzo de 1994, las aspiraciones reales o ficticias de Dau se derrumbaron. Hay dos versiones que sugieren que hubo un encuentro entre Ernesto Zedillo y Alfonso Dau, una versión apunta a que Zedillo le solicitó apoyo económico para su candidatura, el cual fue negado; la otra que Dau le pidió dinero a Zedillo para que Siglo 21 apoyara su candidatura.

36

“Detrás de cualquier periódico, hay un proyecto político”. J. M. Muriá el arreglo de las tierras vírgenes de su propiedad para construir un edificio de departamentos en Puerto Vallarta. Lo que hizo después junto a cuatro socios. La venta de los departamentos, tras la crisis de diciembre de 1994 fue muy complicada, y se decidió rentar los departamentos como suites. Tiempo después fueron convertidos en un hotel, algo para lo que se necesitó una gran inversión. Jorge Zepeda dijo que “hubo un desvío de fondos hacia otros negocios personales: Dau tenía otras prioridades como sus negocios inmobiliarios en Puerto Vallarta.” Guillermo Zepeda señala que Alfonso solía obtener dinero del hermano mayor (Siglo 21), para inyectarle recursos al hermano menor (el proyecto hotelero en Puerto Vallarta).


FONDO Junio 2015

Ernesto Zedillo visitó Guadalajara en agosto de 1996. Pidió entrevistarse con Jorge Zepeda, pero evitando la presencia de Alfonso Dau. “Eso molestó muchísimo a Dau, sentía que el crédito del proyecto había escapado de sus manos”, declaró Jorge Zepeda. Según Jorge, Dau pretendió inmiscuirse en la línea editorial del periódico para imponer sus criterios. El acuerdo que tenían dejaba a Dau fuera del trabajo editorial, pero señalaba que Zepeda dejaría en el dueño el trabajo de representación política del diario. Un dueño que quería ser director y un director que quería ser dueño Guillermo Zepeda, hermano de Jorge, era el encargado de que los salarios, los pagos

“La redacción amaneció vacía, había un acuerdo para dejar Siglo 21 ese día”. de luz y de teléfono, el aire acondicionado, la seguridad, los créditos y la contabilidad estuvieran en orden. Desde el segundo semestre de 1996, identificó que el pago trimestral del crédito con Bancomer se había dejado de pagar. También se dejaron de pagar las obligaciones patronales como las del IMSS (seguro médico), INFONAVIT

37


Junio 2015

“En diciembre de 1998, Jorge Zepeda dejó Guadalajara y se fue a vivir a la Ciudad de México”.

38

(apoyo para la vivienda) y SAR (ahorros para el retiro). En las reuniones nocturnas de los miércoles en el restaurante Recoveco entre el Director General, Jorge Zepeda; el Director Administrativo, Guillermo Zepeda; el Director Comercial, Vicente Velázquez; y el Director de Redacción, Diego Petersen, las quejas eran reiteradas y se empezaba a sugerir la posibilidad de crear un nuevo periódico. Después de que la idea de iniciar un nuevo proyecto periodístico se empezó a convertir en una posibilidad real, se comenzó a trabajar con la misma discreción con la que se planeó Siglo 21. Había en las reuniones de planeación un espíritu de incertidumbre pero también de entusiasmo. Por fin, en abril de 1997, los directivos de Siglo 21 reunieron a un grupo de inversionistas, para comprar una rotativa. La ruptura era inminente y la conjura avanzaba. Después de que las negociaciones de pago con Bancomer no fueron exitosas, el miércoles 30 de abril de 1997 se dio el quiebre final entre Dau y Zepeda. Jorge Zepeda abandonó el proyecto y se dedicó a buscar financiamiento. Mientras tanto, en la redacción directivos, editores y algunos reporteros fueron preparando el proceso


FONDO Junio 2015

de transición, que debía consistir en la trasferencia del equipo de trabajo. Alfonso Dau mantuvo en el área administrativa a Guillermo Zepeda, en lo comercial a Vicente Velázquez, y Diego Petersen pasó a ser subdirector por quince días, para después ocupar el puesto de jefe de redacción. Mientras que el plan para dar los detalles de cuándo y cómo iniciaría el nuevo periódico se planeó dar a través de filtraciones escalonadas que iban haciendo poco a poco los editores hacia los reporteros. Entre mayo y agosto de 1997, se hizo toda la planeación de la estructura, nombre, financiamientos y del abandono que harían editores, reporteros y otros empleados de las instalaciones de Siglo 21. Se hicieron entrevistas privadas y reuniones en casa de los directivos. El rumor avanzaba en la redacción, aunque el proceso se llevaba de manera muy discreta. Junto con Jorge Zepeda cerraron filas periodistas, funcionarios administrativos, operarios técnicos, encargados de la limpieza y muchos otros empleados. El perfil de los editores y periodistas no era el mismo que cuando inicio el periódico. Muchos se habían casado y tenían hijos. La apuesta por un proyecto independiente era un gran riesgo para su estabilidad económica, aunque la

mayoría optó por el poder de la información sobre el poder del dinero. Lo cierto es que en los dos proyectos ninguno de esos valores permaneció. En el futuro, los costos de la separación serían absorbido por ambas partes. El sábado 9 de agosto fue el último día en el que apareció en el directorio Diego Petersen y su hermano Luis como miembros de Siglo 21. Hay muchas versiones sobre lo que ocurrió el domingo 10 de agosto de 1997. La certeza es que para 210 personas, es decir el 90 % de los empleados, aquel fue el último día de trabajo. Al otro día, Guillermo Zepeda se acercó a Alfonso Dau y le dijo: “aquí está la renuncia de todos sus empleados, incluyéndome a mí”. La redacción amaneció vacía y todavía tardaron algunas horas en reparar que había un acuerdo para dejar Siglo 21 ese día. Para Alfonso Dau la noticia fue desastrosa. Después de la renuncia de Zepeda, pensó en la necesidad de reorganizar o ajustar algunos detalles, pero nunca hubiera imaginado lo que sucedió y lo que estaba por suceder. En medio de la crisis llamó a quien pudo. Amigos y compañeros universitarios de sus hijos acudieron a sacar adelante el periódico. Frente a sus ojos se desmoronaba el proyecto de su vida.

39


Junio 2015

El lunes 11 de agosto de 1997 apareció la última edición de Siglo 21 con la redacción completa. Las 60 páginas no dejaba ver aún la debacle que amenazaba al proyecto. En el edificio de Washington todavía había algunos empleados que a lo largo del día fueron abandonando las oficinas. José María Muriá, presidente del Colegio de Jalisco en ese entonces, llegó a medio día para encargarse de sacar adelante el periódico. Con los pocos periodistas que se quedaron, y algunos miembros del Colegio de Jalisco, dieron continuidad a la publicación con enormes dificultades. En la redacción de Siglo 21 había un Centro de Documentación que servía como archivo que permitía a los periodistas documentar sus notas y reportajes. El lunes 11 el archivo que hasta el mediodía estaba en perfectas condiciones, fue encontrado saqueado y regado por el suelo. Parte de la documentación fotográfica desapareció. La información de las agencias nacionales e internacionales que llegaba por Fax, no llegó porque la red informática fue “saboteada”. Las notas que se hicieron

40

ese día, se escribieron a partir de lo que los noticieros narraban por televisión, y otras se parafraseaban y se publicaban con titulares distintos. A las nueve de la mañana la edición del martes 12 de agosto de Siglo 21 no estaba aún en las calles de Guadalajara. En la madrugada de ese día, la rotativa que imprimía el periódico presentó fallas mecánicas, que algunos atribuyeron a actos premeditados, y fue imposible terminar el trabajo. La imprenta del Informador se encargó de las impresiones de aquella edición y paradójicamente Siglo 21 se alejaba cada vez más del espacio físico y mental de donde había surgido. Al mediodía del martes 12, con 28 páginas atiborradas de anuncios, empezó a circular el periódico. En la tercera página había una inserción que decía: “Siglo 21 afrontó un fuerte problema cuando un grupo numeroso de colaboradores calificados abandonó la empresa de manera sorpresiva y orquestada, con el propósito de hundirlo”. En otra página había un anuncio solicitando: “editores, sub-editores, reporteros, redactores, infografistas, asistentes de sección, paginadores, correctores, escaneadores, fotógrafos y personal de soporte de informática”. En los siguientes números las fotografías y los cartones se llegaban a repetir en una misma edición. En la sección en donde aparecían los nombres y puestos de los responsables de la edición, después de la palabra Editores apareció un espacio vacío. Un lector envió un mensaje que se publicó en la sección ‘correo de voz’ que decía: “con preocupación he observado los desconcertantes comentarios y rumores sobre un anunciado cierre, clausura, quiebra o desaparición de Siglo 21. Le pido [al director] aclare la verdad y acabe con las falsas suposiciones.” Después de esos días de crisis, Siglo 21 se estabilizó pero terminó su camino con muchos problemas. Un año y cuatro meses después surgió una huelga de trabajadores. “[Alfonso] trajo gente de un sindicato que hizo estallar una huelga cuando los empleados no la habían convocado. Los que nos fuimos de Siglo 21 tanto en la primera como la segunda generación, salimos raspados” dice Antonio Ortuño, quien entró a colaborar a Siglo 21 tras la masiva salida en agosto de 1997 y trabajó hasta el final del diario.


FONDO Junio 2015

En una demanda consta que 212 empleados de Alda Editores S.A. de C.V. (nombre empresarial de Siglo 21), denunciaron a Alfonso Dau por no hacer frente a sus compromisos laborales, y exigian salarios caídos, liquidaciones e indemnizaciones. La última edición de Siglo 21 se publicó el viernes 18 de diciembre de 1998. Público El 8 de septiembre de 1997 apareció Público, el periódico que con algunos cambios y la mayoría de los colaboradores de Siglo 21 apostaba por replicar la dinámica informativa y la frescura que había logrado imprimir ese periódico. La portada de su primera edición no tuvo la fuerza de la de Siglo 21. El titular “El PRI no halla salida para Roque” y una foto sobre el concierto de despedida del grupo Bronco, no ofrecía mucho más de lo que para esa época ya se veía en las calles. Los tiempos habían cambiado y la portada fallaba en innovar. Siglo 21 nunca se volvería a repetir.

Público se hizo con la intención de tener un periódico verdaderamente independiente, en el que todos tuvieran una participación accionaria. La estructura de la empresa era algo muy distinto a la mayoría de medios en el país y fue tal vez su mayor innovación. El 52% de las acciones eran para los antiguos miembros de Siglo 21, dividido a su vez en dos: 28 para los cuatro directivos (Jorge [8.5], Guillermo [6.5], Vicente [6.5] y Diego [6.5]) y 24 para el resto de los 151 colaboradores. Otro 24% estaba en manos de 30 jóvenes ejecutivos y empresarios. Mientras que el 24% restante pretendía venderse a un grupo editorial extranjero. Conseguir capital extranjero significaba blindar el proyecto contra intereses políticos y económicos, es decir, garantizar la independencia del medio. A pesar de que Jorge Zepeda recibió ofertas de empresarios tapatíos que querían invertir en el proyecto, éstas fueron rechazadas porque les pareció riesgoso caer en el mismo error que había incurrido con Dau en Siglo 21. En un reportaje de la revista Expansión

41


Junio 2015

“En una bodega en algún lugar de Guadalajara, permanecen como elefantes disecados las rotativas de Siglo 21”. sobre el periódico Público, en noviembre de 1997 el autor lanzaba la pregunta: “¿son los primeros pasos de un emporio que pueda darle la batalla a los imperios como El Norte y Multimedios Estrellas de Oro?”. Público no logró colocar el 24 por ciento de sus acciones en una empresa editorial extranjera. Los corporativos a los que se les ofreció la asociación, como el español Grupo Z, o el Dallas Morning News, no estaban interesados. El periódico local, El Informador, de la familia Álvarez del Castillo había propuesto comprar la mitad del periódico, pero su oferta fue rechazada. Un día se apareció un desconocido quien dijo ser representante del Grupo Multimedios Estrellas de Oro de Monterrey, un grupo cuyo nombre era desconocido, pero no su revista: Milenio Semanal. El corporativo estaba interesado en comprar el 66 por ciento del rotativo, su oferta también fue despreciada. La alarma se activó en Público a principios de 1998, cuando Grupo Reforma anunció que abriría un nuevo diario en Guadalajara. Mural [periódico de la cadena regiomontana Grupo Reforma, dueña del periódico Reforma en DF y El Norte en Monterrey] llegaba con una inversión de dieciocho millones de dólares que contrastaba con el millón que se había invertido en Público y significaba una evidente amenaza. Los directivos de Público sabían que tenían que conseguir a un socio, necesitaban fortalecer su equipo. Decidieron vender una participación accionaria mayor a la acordada: en agosto de 1998 vendieron el 66 por ciento de las acciones a Grupo Multimedios. El proyecto perdía independencia, pero la transacción era justificada como una “alianza estratégica con el propósito de impulsar el crecimiento a gran escala”, como se leía en una carta publicada el día de la compra. El crecimiento de Público a gran

42

escala, mencionado en la carta, fue desmentido por la compra que hizo Milenio de las acciones del fideicomiso de los trabajadores [37%] dejando sólo las participaciones de Jorge y Diego, en diciembre de 1998. Para esas fechas Jorge Zepeda dejó Guadalajara y se fue a vivir a la Ciudad de México, atraído por la oferta que le hizo El Universal para ocupar la subdirección. El fin de una época Público fue adquirido por Milenio en diciembre de 1998, mismo mes y año en que desapareció Siglo 21. La adquisición de Público significó el fin de un breve periodo atípico para Jalisco en mucho sentidos, pero específicamente en la apuesta que un empresario local hizo por un proyecto de alto riesgo económico y mucho beneficio social. Fue el inicio de una serie de inversiones de empresarios de otras regiones que hasta la fecha siguen generando productos editoriales. “La experiencia de Siglo 21 fue fugaz, y lo fugaz suele ser muy llamativo, pero luego tiene que pasar tiempo para sopesar las consecuencias”, opina el académico Pablo Arredondo, quien participó en la primera etapa del proyecto Siglo 21. El gran legado de Siglo 21 fue confrontar dos clases: la empresarial y la periodística. El proyecto tuvo dos grandes aciertos. Por una parte la consolidación, ideada por Jorge, de una escuela de periodistas con perfiles ajenos a la dinámica informativa de aquella época. Por otra, la apuesta de Alfonso Dau de impulsar económica e intelectualmente un proyecto periodístico para la ciudad. El acuerdo entre Dau y Zepeda para no entrometerse en labores empresariales o periodísticas funcionó muy bien en la primera etapa del periódico y fue lo que permitió que se convirtiera un gran ensayo en donde muchos jóvenes sin experiencia periodística fueran muy audaces. La prensa en Jalisco hoy vive un retroceso. Algunos de los hábitos y costumbres que prevalecían antes de la aparición de Siglo 21, permanecen: el periodismo de declaraciones, la autocensura y sobre todo la falta de proyectos que confronten la dinámica informativa. “Los periódicos han dejado de contarle


FONDO Junio 2015

a la gente lo que le pasa a la gente, para contarles lo que le pasa a los políticos. Se ha perdido la parte didáctica, falta investigación, falta diversidad de géneros” asegura el periodista Juan Carlos Núñez. “La única prensa que se parece a la europea [en Iberoamérica] es la de Buenos Aires. Técnicamente, en construcción del diario y lenguaje periodístico, la prensa latinoamericana tiene aún camino por recorrer”, opina el periodista Miguel Ángel Bastenier. Desde que Siglo 21 concluyó sus operaciones la familia Dau no han dejado de pagar la renta de una bodega en algún lugar de Guadalajara en donde permanecen como elefantes disecados las rotativas de Siglo 21, esperando, según Alfonso, una mejor oportunidad para volver a empezar. Antes de despedirnos de Alfonso Dau en la entrevista que le hicimos para este artículo nos dijo:

un periodismo que conduzca a la sociedad civil al cambio. Y había un gran entusiasmo con el proyecto. En las universidades los muchachos leían el periódico; en el avión y en la calle todo el mundo traía su periódico bajo el brazo, uno decía ‘esto no sucedía antes’. No ha sucedido después. La pregunta que Gabriel García Márquez lanzó a través de una carta que apareció en el primer número de Público sigue vigente: “Hace medio siglo, cuando empecé a escribir, el periodismo era una ética para difundir, interpretar y enaltecer la vida real. ¿Hoy qué es y qué debiera ser?”

—Lo que pasó es que nos derrumbamos mi mujer y yo después del engaño de Zepeda. Nosotros no teníamos necesidad del periódico para tener dinero, siempre hemos tenido dinero. Lo que queríamos era cambiar la voluntad del periodismo, para que sea

43


ENCUENTRO

NÚMERO 3. Junio 2015

Anúk Guer

y el poder de un que transita en l

44


rrero

n ente libertad

ENCUENTRO Junio 2015

Se desnuda, grita, baila, forcejea, deja que la cuelguen y se corta la piel; en sus actos hay sangre y blasfemia, pero mas allá del morbo que puedan suscitar, está el manifiesto de un cuerpo que no se deja domar por las restricciones del mundo que le tocó habitar; ella es Anúk Guerrero y esta es su manera de vivir el arte del performance Por JAVIER ANGULO Fotografía: ABRAHAM PÉREZ A un par de cuadras del Parque Morelos, en la calle Venustiano Carranza, se encuentra un lugar con una fachada que resalta en medio de la violencia que escupe el centro de Guadalajara. Tal como si fuera un oasis en medio del desierto, una pared cubierta de enredaderas resguarda una casa que más que casa es un conjunto de cuartos unidos por un enorme jardín con una estética del siglo pasado, donde vive una muchacha que una vez se desnudó en la calle y se dejó azotar con una vara por quien quisiera golpearla. Ella es Anúk Guerrero y no es una persona normal. No lo es para una ciudad donde la mayoría de la gente vive bajo una serie de límites que ella rompe cada vez que está en lo suyo. “Me refiero a estos aparatos políticos, gubernamentales, religiosos, culturales, que hacen que las personas tengamos que actuar de cierta manera, tengamos que cumplir con ciertas normas, y esa normatividad es la que hace que los cuerpos estén esclavizados a patrones de conducta que tienen que

realizar el resto de su vida”, explica. Anúk estudia en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara, y se dedica al performance. Dentro de esta actividad encontró la vía para canalizar en un inicio la ira contenida durante años, y hacer de su físico un espacio de resistencia y una postura política. Anúk dice: “tú naces, eres mexicano, sexo femenino, religión católica, y así te van sumando miles de signos que tú no sabes por qué pero ya los tienes de facto, entonces eso no es realmente una garantía individual, no tiene que ver con los derechos ni con la libertad de nada”. Apelar por su derecho a la existencia, a la libre creencia, o incluso a la no creencia, es lo que le da el poder del cuerpo entregado al performance, un medio para vivir su verdad interna de la manera más intensa posible. Como la vez que se bautizó a sí misma en un acto que llamó “Santísimos Sarcasmentos”. Vestida de negro y tras haber ejecutado una danza ritual al ritmo de un blues acústico, Anúk se colocó unos ganchos en los párpados y se sentó dentro de una olla de aluminio con las piernas abiertas hacia afuera, tomó una veladora encendida y fue

45


Junio 2015 arrancando chiles que la veladora tenía encajados para comérselos uno por uno. Luego se talló los ojos con el mismo picante que le había quedado en las manos, mientras recitaba una oración que entre otras palabras decía “virgen prudentísima, ruega por mí”. Su voz se estremecía y su cuerpo sudaba. Lo que ocurrió después fue subiendo de tono en intensidad y extrañeza. Se encuentra en Youtube para quien tenga la curiosidad. El acto “Epifanías Inversas”, que ejecutó el pasado mes de abril en el zócalo de la Ciudad de México, también habla de su inclinación por deconstruir el imaginario religioso y provocar al mismo tiempo. Con las campanas de la Catedral Metropolitana resonando en el fondo, Anúk y un grupo de colaboradores montaron una especie de liturgia con cráneos, flores de cempasúchil y ella sentada en cuclillas en el centro de la escena, con la cabeza cubierta con una tela púrpura (color que se utiliza en la iglesia Católica durante la Semana Santa) y tocada con una corona de espinas. Para ella el performance es una realidad paralela, una extensión de su presencia y el momento más feliz. “Es cuando más presente estoy porque requiero de mucha concentración y entrega, muchas cosas que en la cotidianidad se nos van porque no nos sometemos a estas trampas, ya tenemos una zona de comodidad”, platica. “Todo está como con una lupa, observándose en grandes medidas, no puede haber algo indiferente para los demás ni para nosotros mismos, entonces eso para mí es el mayor momento de verdad en mi vida”. La batalla contra el arraigo “Mi mayor misión de vida, o el aprendizaje que tengo que vivir, es esa cuestión de no ser apegada, pero sí lo soy, por eso mismo me puse ese nombre, porque es una manera de recordarme que el apego nos inmoviliza, nos paraliza. Lo contrario a eso es ser alguien libre

46

que puede transitar por cualquier espacio sin sentirse mal de abandonarlo y esa cuestión todavía me cuesta mucho”. En algún momento, Mariana Guerrero decidió llamarse Anúk, que significa “nómada”. Ella nació en Querétaro en 1990 y pasó parte de su infancia en San Miguel de Allende. Estudió en escuela pública y en colegio Montessori, además de pasar por una escuela de monjas. Al ser hija de arquitectos, tuvo acercamientos al arte desde niña. Para ella, la identidad no se puede delimitar únicamente por una cuestión territorial, pero resultaría imposible crecer en el bajío y no salir de ahí con ciertas marcas en la personalidad. “He visto mucha opresión respecto a la moral, la doble moral, aquí en Guadalajara también hay muchísima pero existe esta idea de la moralidad que rige los sistemas de conducta, en ciertas zonas se potencializa y Querétaro es un terreno fértil para eso”, comenta. Al crecer y encontrarse con sistemas opresores que le ponen

el dedo encima y le dicen lo que no debe hacer, es cuestión de tiempo para que canalice la frustración a través de distintos experimentos que inicia en 2010 junto a su colega Felipe Osornio, mejor conocido en el ambiente del performance como Lechedevirgen Trimegisto. Ya en Guadalajara, al entrar a la universidad, es cuando detona su actividad profesional en este rubro, con presentaciones y talleres en diferentes estados de la república, colaboraciones con otros artistas y presentaciones en foros emblemáticos de la escena como el Ex Teresa Arte Actual en el Distrito Federal. Cualquiera que no esté familiarizado con este tipo de actos podría pensar que Anúk está loca. Incluso ella, sin caer en el romanticismo del artista excéntrico de origen, admite: “yo nací medio rarita de alguna manera”. Pero en persona es bastante amable y muy tranquila. Mientras cuenta su historia, nos lleva a recorrer algunas de las calles por las que anda cuando llega a salir, porque sale poco.


ENCUENTRO Junio 2015 Dice que prefiere aprovechar el tiempo en casa, trabajando en su siguiente pieza. Le gusta conjugar el aporte de otras disciplinas a la hora de concebir su obra. Doctores, electricistas y enfermeras le han ayudado a realizar algunas de sus puestas en escena. Caminamos por el mercado Alcalde y por la calle Manuel Acuña. Unos tipos nos preguntan si necesitamos comprar medicinas sin receta. Cerca del Santuario, Anúk pasa a saludar a un amigo que trabaja en un taller haciendo piezas de vidrio en diferentes técnicas. Se ponen de acuerdo para colaborar en una presentación que se avecina. A unas cuadras de ahí, en la calle Hospital, se encuentra el foro El Embarcadero, donde Anúk impartió el taller Ritual Contact el verano pasado, tres semanas de trabajo en las que expuso conceptos como la auto-intervención física y psíquica, así como la desobediencia social y lo que ella denomina Psicorpología: “es un estudio constante de un devenir como personas en nuestra existencia, o sea, cómo nos vemos en el quehacer performativo ante estas herramientas que yo propongo, tiene que ver con la mente, cuerpo, espacio, dispositivo, enmarcados en el terreno del performance”, explica. Su forma de trabajo, dice, siempre ha sido explosiva, intuitiva y empírica, y es ahora que se ha dado a la tarea de sustentar sus piezas con más análisis y reflexión: “quisiera llegar a ese equilibrio sin perder los impulsos y la capacidad creadora del cuerpo”. “Me interesa transgredirme porque eso hace que me salga de mi zona de confort, entonces el dolor para mí no está visto desde un esquema moral donde implica hacerte daño. El dolor provoca ciertos estados alterados en mi persona, afecta sensorialmente en mi sistema de percepción, y al infringirlo sobre mi cuerpo tiene lugar un efecto que es para mí un microlaboratorio de

47


Junio 2015

“Mi mayor misión de vida, o el aprendizaje que tengo que vivir, es no ser apegada”.

48

experimentación, es un estado de creación y desde ahí es donde yo lo hago. Al dolor me interesa controlarlo, busco que no sea una manera de victimizarme, más bien intento que sólo sea la dosis necesaria para que cosas se detonen tanto en mí como en los demás”. Como carne podrida Para la pieza llamada “Como carne podrida en un gancho”, Anúk se presentó desnuda del torso, con una corona de plumas y cuernos de buey, y una boa sobre sus hombros. Después de bailar y jugar con la serpiente, la artista fue colgada de cabeza mediante un arnés para quedar junto a una res desollada, con la cual inició un agresivo forcejeo que a la vez se veía como una danza. Cuando la bajaron, se acostó y varias personas derramaron miel y se la untaron por todo el cuerpo. La desnudez aquí funciona más como un medio para enunciar una idea que para transgredir sin una razón en específico, una forma de expresar el desacuerdo con los lineamientos que la sociedad ha impuesto como lo que se entiende por ser mujer. “Siempre a una mujer desnuda se le va a tomar como una puta y a mí me interesa trabajar sobre esa sexualidad explícita, esa erótica del cuerpo y de la acción, me siento empoderada aunque parezca contradictorio”. Además de los actos en vivo, Anúk ha realizado varias sesiones de foto-performance, donde protagoniza imágenes de una estética oscura que parecerían formar parte de un videoclip de una banda de rock industrial. Su gusto por el ocultismo es porque lo más evidente, lo que está a la luz de todo el mundo, es lo que le produce más desconfianza. “Me parece que lo oculto precisamente esta hermético porque son conocimientos importantes que no se quieren ver o no quieren que los veamos, son la llave del conocimiento hacia portales de mayor conciencia para el ser humano, mayor libertad,


ENCUENTRO Junio 2015

mayor desarrollo ”. Otro elemento muy presente en estas escenas es la sangre, el líquido que la hace sentir segura y poderosa y que si esta ahí, tiene que ser por algo. “Para mí es un estado de purificación y de limpieza porque finalmente es algo que emana del cuerpo y se queda impreso en alguna parte del espacio. Una vez intervine unos muros blancos para escalar en ellos y dejar el vestigio de la sangre, me corté los brazos, pasé por los muros y ya no quedó mi cuerpo, sólo quedó la impronta de él en el espacio, eso me aprece muy poético”, señala. De esa predilección por el ocultismo sale el nombre de Nigredo Lab, la empresa mediante la cual Anúk y su mamá, Claudia Árcega, crean un espacio interdisciplinario para realizar eventos con la colaboración de diferentes artistas. Comparado con otras expresiones,

el performance todavía tiene poca difusión en México, y desde Nigredo Lab se busca conquistar terrenos que lleven esta actividad a ser vista como un oficio. “Nunca se cuestiona si al dentista se le va a pagar cuando te saca una muela, y al artista que te presenta una pieza gratuita tampoco se le cuestiona por qué no cobró, entonces eso me transgrede bastante, no concibo de dónde las personas piensan de que vivimos”, comenta Anúk. “Creo que es un momento clave la generación en la que estoy, es un momento decisivo para formular otras hipótesis de formas de transitar por la vida”, agrega. El cuerpo es el mecanismo de libertad más importante, y una educación que permitiera a los niños ser verdaderos dueños de su propio cuerpo causaría toda una revolución cultural. Así lo ve Anúk, y por ello

piensa que el aporte de su obra como acción política se encuentra más en la intervención pública que en su participación en marchas a favor de causas en particular. “Aquí a la vuelta tenemos el Hospital Civil, que yo veo la negligencia médica que existe, tantas personas que están ahí sin atención, ese me parece un lugar pertinente para intervenir, seguramente si haces algo esas personas se van a cuestionar cosas”. La política panfletaria le molesta, la considera sectaria, mojigata, opresora y manipuladora. El voto nulo es su respuesta. “Lo cotidiano se ha vuelto tan digerible que deja de ser sustancial para nosotros y no recordamos todos los detalles. Creo que no hay nada más verdadero que vivir con intensidad el presente, y creo que eso en el performance es lo que más ocurre”.

49


OTROS ÁMBITOS, OTRAS VOCES

Altata is yours La cerveza fluye como agua de manantial en una playa habitada por vatos barbones y morras voluptuosas que bailan y cantan las historias de sus narcos favoritos. Lo que alguna vez fue un puerto de cabotaje abierto al comercio internacional, hoy es la exhibición de una cultura brava y poderosa que no la piensa dos veces para ocupar cualquier espacio que le guste; así se vive la Semana Santa en una hermosa bahía que es y no es propiedad de Culiacán, Sinaloa 50


OTROS ÁMBITOS, OTRAS VOCES Junio 2015

Por JAVIER ANGULO Fotografía: JAVIER ANGULO

M

i generación nació en una ciudad que se apropió de una playa. Nos queda a sesenta kilómetros, pertenece a otro municipio, pero la playa es nuestra. Si no fuera así, el ayuntamiento de Navolato no habría gastado 250 mil pesos este año en una campaña a la que se sumaron medios de comunicación, una marca automotriz y una cervecera, para colocar pendones y espectaculares con la leyenda “Altata es tuyo”. Los que somos de Culiacán, la capital de Sinaloa, crecimos acostumbrados a dar por hecho lo que afirma este eslogan, pero nunca profundizamos demasiado en la idea. En la Semana Santa de 2015, la bahía de Altata fue visitada por 500 mil personas que hicieron del renovado centro turístico toda una celebración a lo sinaloense, una fiesta de música de banda, mariscos, cerveza

y mujeres hermosas, donde el hedonismo que flotaba en el aire se podía cortar con un cuchillo. De acuerdo con los responsables de la campaña citada, el 90 por ciento de esos visitantes son de Culiacán, y es sabido que a la gente de esta ciudad nomás hay que darle el terreno para que ocurra todo lo demás: un fenómeno social a partir de su legendaria forma de echar fiesta. El estereotipo del norteño atrabancado que se conoce en todo el país, encuentra aquí su punto más auténtico y actual, y se divierte a sus anchas como dueño de la casa en un campo pesquero que alguna vez fue invadido por un buque francés llamado Lucifer. Hace varias décadas, Culiacán encontró la manera de conectarse con la playa más cercana a través de un camino en línea recta que desemboca en una pequeña y calurosa bahía. La gente adquirió terrenos, fincó casas y comenzó la tradición anual de pasar las vacaciones en ese lugar. Hoy en día, lo que mantiene activa la economía de Altata es en gran medida el dinero de Culiacán, y el gobierno lo sabe. En 2012, invirtieron 135 millones de pesos para los proyectos de remodelación que incluyen la rehabilitación de 240 kilómetros de carreteras y el reciente malecón en la zona principal de la bahía. La vieja orilla de la playa, donde sentarse a comer mariscos implicaba mojarse los pies con la punta de la marea, es hoy un boulevard peatonal a cuatro carriles con jardinería y alumbrado a lo largo de un kilómetro. Fieles a su poder innato de transformar los espacios, los culichis convirtieron esta área en el centro de la fiesta desde que se habilitó en diciembre de 2013. Puro plebe arremangado Ahora el malecón de Altata es la manifestación viva de una cultura en pleno movimiento. Este es el auge de una ciudad que cuenta con los medios para asegurarse al menos cuatro días de alegría colectiva sin pensar en nada más, aunque la manera que tiene el sinaloense de enfocar sus energías en la juerga puede hablar más de decadencia para otras personas. La gente aquí está feliz, y el dinero se mueve más rápido de lo que tarda uno en tomarse una Tecate light bien fría con este calorón. Los expendios de cerveza son abarrotados por manadas de hombres sedientos que compran charolas enteras como si no hubiera mañana. Las

51


Junio 2015 mujeres los esperan en la banqueta, ellas no se acercan al expendio. El malecón está repleto y cada diez pasos uno se topa con bandas que suman sus notas a un paisaje sonoro conformado por el barullo de los que pasan y la música de más bandas. Los hombres se sientan encima de las hieleras, toman, platican, bailan con las morras. Hay una estética que se impone por lo general entre los que están aquí, cierto estilo que comparte una comunidad acostumbrada a vivir rápido y sin mucha introspección. Barbones y toscos, a ellos no les hace falta ver más box. Andan en shorts y camisa de marca, usan lentes de sol, sombreros fedora o cachuchas que no se ajustan del todo a la cabeza. Les gusta la velocidad, hablan fuerte y te valoran por lo que tienes. Su estilo comprende una gama que va de buchón a mirrey, con todo lo que puede haber en medio. Las mujeres que andan por esta playa son las famosas norteñas que habitan sueños y crean leyendas en otras partes de la república. Decenas de mujeres que recorren esta especie de carnaval con verdaderas muestras de belleza natural, donde una puesta de sol compite con las figuras recias y femeninas llenas de vida y de presencia, unas en traje de baño y otras en vestidos más formales, como si el clima diera para procurar algo de elegancia. Las cabelleras largas y los accesorios dorados relucen en casi todas ellas, las norteñas que al caer la noche brillan a la luz de las lámparas, brillan más que las tubas y que las trompetas que emiten los sonidos que las obligan a contonearse y a sudar para brillar todavía más. Unas bailan en grupo con sus amigas, otras bailan abrazadas a sus vatos, hay cervezas en las manos, sonrisas en los rostros y voces enérgicas que se funden en el aire con la tonada de “La yaquesita”. Pero la música de banda no es el único sonido que pone a hervir la sangre en este pueblo. A varios kilómetros del malecón, cerca de los caminos de terracería que conectan con otras playas vecinas, los motores rugen como bestias y encienden los ánimos aventureros de quienes pisan el acelerador con todo su peso, ansiosos de escalar las dunas lo más pronto posible a bordo de motos y vehículos todo terreno. Los jeeps, las RZR y las cuatrimotos trazan su trayectoria en la arena caliente y dejan el testimonio de una afición que se vive con

52

la intensidad de quien se imagina parte de un universo como el de la saga de Rápido y Furioso. A Altata se llega en carro del año a toda prisa, con una morra en el asiento de copiloto y una hielera llena de cerveza en la cajuela, si lo que se quiere es vivir acorde a los ideales del culichi arremangado. Culiacán en repetición Hasta 1934, la única forma de llegar a Altata era a bordo de un tren conocido como el “tacuarinero”. Diez años después, con la desaparición del tren, se abrió la carretera. Una conquista paulatina estaba en marcha. Hoy en día, son varias colonias (casi todas con su pedazo de playa) las que funcionan como una extensión del poder adquisitivo de la clase media y alta de Culiacán, replicando en este pueblo la experiencia que han tenido


OTROS ÁMBITOS, OTRAS VOCES Junio 2015

varias familias en la capital de Sinaloa: sólo a quien le va bien en la ciudad puede hacerse de un terreno en la playa, no se diga levantar una vivienda y darle mantenimiento. Hacia la derecha del malecón se extiende una hilera compuesta por muchas de las casas más antiguas de Altata, casas que han sufrido las remodelaciones necesarias para aguantar una buena tanda de relevos generacionales, padres que traen a sus hijos a correr en la misma arena que los abuelos pisaron antes que nadie. En esta zona todos saben cuál es la residencia de Julio César Chávez, cuál es la del gobernador y la de algún otro personaje menos mediático. En el lado contrario, hacia la izquierda del malecón, se encuentra una vieja colonia que por alguna razón se llama igual que el famoso Festival de Rock y Ruedas celebrado

en el Estado de México en 1971: Avándaro. En 1973, el profesor Germán Aréchiga (quien fue uno de los maestros de música más conocidos de la localidad) y algunos colegas suyos ocuparon terrenos y construyeron las primeras casas en este sector. Cuando Navolato se hizo municipio en 1982 y Altata pasó a estar dentro de sus límites, los maestros legalizaron sus terrenos ante el nuevo ayuntamiento. Hoy que muchos de ellos son abuelos, Avándaro vive la irrupción de viviendas modernas y lujosas que sobresalen con toda su violenta fastuosidad entre casas muy modestas, como eco de un fenómeno que ya es normal en ciertas colonias de Culiacán. Existen otras playas conectadas a la bahía que han sido pobladas a medida que más familias adquieren los terrenos de un destino vacacional en plena expansión. Así se conformó la zona que hoy se llama Las Águilas, y se ejecutó el ambicioso proyecto de Isla Cortés, un conjunto de cotos privados que se ubican a la orillla del mar abierto, detrás de los manglares que cubren el horizonte del viejo Altata. Doctores, políticos y empresarios, gente de bien que alguna vez procuró vivir al resguardo de una inseguridad que supuestamente no traspasaría las murallas de su colonia en la ciudad, cuentan en Isla Cortés con casas que reiteran la tranquilidad de los espacios cerrados. Además de traer al mar todas las comodidades y la privacidad que consiguieron tras las paredes de sus barrios exclusivos en la capital, añaden a la ecuación la vista de una hermosa playa a la que no cualquiera puede acceder. Pero no todo Culiacán tiene casa en Altata. Hay quienes vienen a pasar la tarde y regresan a la ciudad de noche. Otros se quedan a dormir en casas de familiares o amigos, o buscan un espacio que quede libre para armar sus casas de campaña. Cada vez hay que tener más suerte para encontrar esos espacios. La rutina vacacional en estos días puede variar, pero por lo general implica tomar desde la hora de la comida y hasta el atardecer, continuar la tomadera en la noche y caer en un sueño profundo en la madrugada, para despertar más tarde con el olor de un rico platillo que la tía o la mamá prepara, mismo que aportará las energías para reanudar la juerga. Y es que en Altata se procura comer bien, los mariscos y la carne asada son pilares básicos de la alimentación que las familias

53


Junio 2015 no pasan por alto en sus hogares de playa. En los restaurantes que se esparcen a lo largo del malecón, los aguachiles, tostadas y los ceviches se encuentran en tantas presentaciones como la creatividad permita, así como las sangrientas patas de mula, los callos de hacha, los chicharrones de pargo y los ostiones. Los puestos en la calle y los vendedores ambulantes cubren la parte de los antojitos: mangos con chile, raspados, cocos, churros, nieves, tostiesquites, tostilocos y las clásicas manzanas acarameladas. A la salida, antes de retomar la carretera, los lugareños disponen de hieleras donde guardan el famoso pan de mujer, un pan dulce que puede venir con piloncillo, calabaza o queso filadelfia. De aquí nadie se va mal atendido. “¿Cómo estás Javier?” Hay una canción para cada semana santa, una que revienta los estéreos de los carros que dan la vuelta por todo Altata y que estremece las bocinas situadas afuera de los negocios para atraer a los clientes. El pop basura, desechable como las latas de cerveza que se vacían al ritmo del éxito del momento, es el único género que posee la cualidad efímera necesaria para que la canción de esta Semana Santa no sea la misma de cada año. En 2015, el turno de sonar en todos los reproductores y pegarse como sanguijuela en el cerebro de los escuchas es para Osmani García en colaboración con Pitbull y Sensato, quienes tienen el breve honor de hacer bailar los cuerpos tostados al sol con una pieza de reggaetón llamada “El taxi”. En 2016 nadie recordará esa canción. Por otro lado, el corrido sigue siendo el rey de la fiesta. No importan los intentos del gobierno por contrarrestar su difusión, la gente ama las canciones que hablan de narcos y en Altata son más las veces en que esta música viene a cuento que las que podría resultar inapropiada. Una estación de radio dispone de un escenario en el malecón donde se presentan los conjuntos norteños que saben exactamente con qué canción prender los ánimos de los asistentes. En cuanto suenan las primeras líneas del corrido “Javier de los llanos”, popularizado por los grupos Calibre 50 y Enigma Norteño, la gente enloquece y canta al unísono como si este fuera el concierto de su artista favorito. Tal vez haya algo de aspiracional

54

en el hecho de que la emoción estalle justo cuando llegan a la parte que dice “traigo ganas de chambear y no derecho”. Javier Torres, el protagonista de la canción, fue jefe de pistoleros para el Cartel de Sinaloa bajo el mando de Ismael “el Mayo” Zambada. Hoy cumple una condena en el penal del Altiplano junto a otros célebres capos. Ya de noche y con el malecón rebosante de vida, no parece que la gente quiera retirarse a las 21 horas como marca el reglamento. Las bandas no han dejado de sonar y es una la que en particular ha reunido más gente a su alrededor. Ahí, entre un grupo de personas que se resisten a finalizar la jornada, sobresale un tipo rubio con pinta de extranjero y shorts rojos, que se mueve con una libertad inusual para una región donde se baila de cartoncito. La energía que inyecta el son de la tambora a su cuerpo se traduce en una danza apasionada y primitiva, las


OTROS ÁMBITOS, OTRAS VOCES Junio 2015

caderas y las piernas y los brazos se agitan sin cuidado ni pudor. Eso es bailar con ganas, un ejercicio catártico sin pasos a seguir ni roles de género establecidos. Al rubio se le acercan hombres y mujeres y a todos les baila con el mismo desenfreno, los cuerpos se acercan y sudan y se explayan y las cámaras de los celulares registran un momento que se antoja irrepetible, uno en que la masculinidad norteña no ejerce su habitual rechazo a lo diferente. Justo en ese momento aparece la policía y comienza a evacuar el lugar. En patrullas y a pie, la autoridad asume el papel del padre de familia que le ordena al hijo irse a dormir. Ya estuvo bueno. ¿Qué pasó ayer? Los operativos de seguridad que el gobierno desplegó en Altata contaron con 2 mil agentes entre policía municipal, estatal,

cuerpos de auxilio y elementos del ejército y la marina. En las redes sociales hubo todo tipo de comentarios producto descontento que estos operativos ocasionaron entre la gente. Algunas notas en periódicos exhibieron testimonios de personas que hablaban de atropellos por parte de las autoridades. “A muchos los golpearon los policías, los jaloneaban, les quitaron las hieleras, las pateaban con prepotencia”, aseguraron en un portal de noticias. El gobernador Mario López Valdez fue el centro de la polémica por haber girado instrucciones de prohibir el acceso al nuevo libramiento y a las dunas, y por cerrar la circulación en el carril que da a la casa donde él y su familia pasaron las vacaciones. En una publicación que circuló por Facebook se leía: “Altata se volvió un arraigo domiciliario por el abuso de la autoridad, que subían a sus patrullas a la gente sólo por voltear a verlos. De manera prepotente daban instrucciones apuntando con sus armas como si fuéramos delincuentes”. Cuestionado por los medios, el gobernador dijo que él sólo atendía las denuncias de los residentes que le exigían poner orden en el lugar, ya que “lo que había en Altata era peor que una cantina”. Sería injusto decir que únicamente son culichis los que visitan este complejo turístico, como sería demasiado simple asegurar que toda la expresión que aquí se genera es lo que cabe en la etiqueta de narcocultura. La vida narca tan sólo es una parte de lo que ocurre en Culiacán y no alcanza para entender la naturaleza de esta sociedad en su conjunto. La energía de una población habituada a vivir bajo un sol despiadado casi todo el año estalla por muchos frentes y puede hacer que la fiesta se ponga pesada, pero la tradición familiar que se ha mantenido por generaciones en esta bahía también es fuerte. Los papás van a traer a los hijos a conocer su playa por muchos años más y eso es algo que se percibe en el ambiente. Aun así, ver la manera en que una ciudad extiende su poder para hacer suyo un puerto histórico (aquí fue donde Plutarco Elías Calles postuló a Lázaro Cárdenas a la presidencia) trae a la mente la escena de la película en que el famoso Tony Montana ve un globo con la leyenda “the world is yours”. Para muchos fanáticos de esa película, el mundo que les pertenece es uno que empieza por Altata.

55


OPINIÓN

NÚMERO 3. Junio 2015

“La gente ve con extrañeza a los chinos, pero no a los palillos con que comen”. 56


OPINIÓN Junio 2015

Porque pueden

La comunidad china en Guadalajara El poder de vivir en una ciudad que no es la tuya es tener la libertad de hacer lo que puedes Por JUDITH HERMOSILLO Fotografía: ABRAHAM PÉREZ Recientemente han circulado por la red dos notas que vuelven a poner los ojos sobre la comunidad china en México. Una de ellas hace referencia a una presunta banda de chinos que explota a la comunidad indígena de Simojovel, Chiapas, para obtener ámbar de las minas de la región, y otra en la que se advierte de la próxima desaparición de la cultura del rebozo mexicano debido a la competencia de los productores chinos de la prenda. Estas dos notas, sin ánimo calificativo, dan cuenta de la forma en que aún se percibe a esta raza, no sólo en México sino en gran parte del mundo. A pesar de tener su origen a más de 12 mil kilómetros de distancia de Guadalajara y provenientes de una cultura completamente opuesta a la occidental, los chinos no han dejado de instalarse en México para buscar una opción de vida distinta. Incluso sin hablar español, hacen prosperar negocios que casi siempre están en el sector servicios y comercio. La china es una cultura que se nos presenta todavía extraña, ajena,

desconocida. Aún en medio del gran auge de su economía y de que el mundo entero la busca como aliado comercial, el desconocimiento cultural y la xenofobia han marcado la relación del nuestro con aquél país. Aunque existen similitudes en algunas problemáticas como las grandes migraciones del campo a la ciudad y los altos índices de pobreza, en la percepción generalizada de los mexicanos sigue primando la amenaza por la producción de artículos de consumo baratos que compiten con los nacionales. Los inicios de la relación comercial entre México y China podrían ubicarse en el siglo XVI, cuando tanto nuestro país como las filipinas eran colonias de España, entre las cuales el reinado abrió una ruta marítima por el océano pacífico entre Sevilla (España), Acapulco (México), Manila (Filipinas), y las costas de Fujián y Cantón (China), con el objetivo de transportar porcelana y tejidos de seda de un lugar a otro. Sin embargo, el momento determinante para el crecimiento de la comunidad china en nuestro país se dio durante el Porfiriato. Al entrar en un proceso de industrialización, México necesitaba mano de obra para trabajar en la construcción de ferrocarriles y en la industria minera. En 1875, Matías Romero, Ministro Plenipotenciario mexicano radicado en Estados Unidos sugirió enviar una delegación a China con el fin de firmar un acuerdo que permitiera ingresar mano de obra china a nuestro país. Así ocurrió y Zheng Zaoru, del gobierno de la Dinastía Qing, estableció relaciones diplomáticas con México para tal propósito, haciendo crecer la población china en México de aproximadamente 8000 personas en 1904, a 30 mil en 1910.

57


Junio 2015 Debido a las actividades económicas que desempeñaban, la mayor concentración se dio en la zona fronteriza del país, en los estados de Baja California, Coahuila, Chihuahua, Sonora, Nuevo León, Sinaloa y Tamaulipas, donde la presencia de la comunidad era visible incluso en el uso del idioma y la preservación de sus tradiciones más íntimas. Fue precisamente en esta zona norteña donde se dio el mayor episodio de persecución y matanza de chinos que haya vivido nuestro país, y del que aparentemente poco nos cuentan en la historia. Llegada la revolución mexicana y exaltado el espíritu nacionalista, los movimientos rebeldes se ensañaron en contra de la comunidad asesinando a medio centenar de sus miembros que estaban instalados en la zona fronteriza. Como evidencia de la persecución norteña nos queda el Censo de Población que registró en 1940 en Sonora únicamente 1.8% de la población total china, lo equivalente a 92 migrantes, cuando una década antes habían sido contabilizados 3167. Gran parte de la población china migró al centro del país, lo que favoreció la formación del barrio chino de la capital, que probablemente es el más grande y mejor organizado. De acuerdo con el más reciente Censo General de Población y Vivienda del INEGI, en el 2010, en México residen aproximadamente 6655 personas chinas, el equivalente al 0.7% de la población total extranjera en el país. En Guadalajara la comunidad china no es tan grande y se concentran principalmente en el centro de la ciudad en la figura de empresas familiares. De los cerca de 100 locales de comida china que existen en el centro de la ciudad, solamente 20 están inscritos en la Cámara de la Industria de Restaurantes y Alimentos Condimentados del Estado de Jalisco (CANIRAC), usualmente operan como empresas familiares en donde los dueños son migrantes chinos que hablan poco español. Son sus hijos, nacidos aquí o que llegaron muy chicos, quienes asumen la responsabilidad de aprender el idioma y mediar con él. Sus empleados mexicanos se hacen cargo la más de las veces del trato con el cliente porque ellos tienen dificultades con el idioma, además de que, según palabras del doctor Sergio Martínez

58

del Centro de Estudios China México (CECHIMEX) de la Universidad Nacional Autónoma de México, son deliberadamente desconfiados y a veces no se vinculan ni entre ellos, a menos que estén asociados en el mismo sector comercial. No se vinculan a la sociedad mexicana de manera significativa y su pertenencia a la ciudad se afianza principalmente en sus intereses comerciales. Precisamente por su posición geográfica respecto del golfo y la conectividad con Estados Unidos es que Guadalajara parece ser una de las ciudades de su interés. Aunque no es fácil y por lo tanto tampoco fluido el movimiento migratorio de los chinos a México y que a diferencia de los movimientos de la comunidad española, japonesa, libanesa, americana y judía, han sufrido mayor rechazo y persecución de los mexicanos que aceptan con mayor facilidad al migrante europeo, rubio y alto con quien quieren emplearse en lugar de sentir que viene a robarle el trabajo, los chinos llegan, instalan negocios, viven aislados en sus familias y rechazan tantas entrevistas como quieran, porque pueden. Jamás van a hablar de la forma en que están organizados ni en sus negocios ni en sus familias. Mucho menos hablarán de sus ganancias. Simplemente identificarán el mercado que ya está más o menos definido: los clientes buscan la comida china por su bajo costo. Esa ha sido en parte su aportación a la ciudad, de acuerdo con José Luis Ham, quien fuera Presidente de la Asociación del Águila y el Dragón en Guadalajara, un grupo que intenta facilitar la incorporación cultural de los chinos recién llegados a la ciudad, al tiempo que promueve (aunque discretamente) la propia cultura china. La gente ve con extrañeza a los chinos pero no a los palillos con que comen. Se ha familiarizado con los nombres de distintos platillos orientales al tiempo que los chinos que atienden los céntricos locales de comida le dan vida a la capital del estado, esa misma a la que muchos jaliscienses ya no se animan o se entusiasman con ir. Ahí, en el centro vivo de una ciudad conviven, no sólo dos pero al menos dos culturas totalmente diferentes. Los budas que rodean a la catedral católica, hablan del poder que tiene esta comunidad para llegar, hacer, vender, rechazar, estar, vivir en la ciudad que se piensa la más mexicana del país.


Junio 2015

COLUMNA

A

ristóteles de Estagira sostuvo en su Política que el hombre es un animal político, un animal social, civil, capaz de edificar relaciones con los otros. Como toda definición, reduce, limita. Ésta es una mera descripción de un aspecto entre muchos. Tras ella, la imaginación de los filósofos y sociólogos se regodea en un onanismo intelectual capaz de fundamentar teorías y estudios (los clásicos le llamarían chaqueta mental). Ya pesado es llevar la idea de que uno es un animal. A algunos nos llaman así por nuestro aspecto (señoras gordas como vacas, tipos necios como burros, niños brincadores como cabras) o bien por nuestro comportamiento irracional (cruzar la calle sin voltear, decirle a la suegra que su comida no es tan buena como la de su consuegra). Ambos modos de ser animal refieren a una parte poco inteligente del comportamiento o de la toma de decisiones (parecer una vaca preñada, señora, lo siento, es un asunto de una mala toma de decisiones). El estatuto de animal solo es el puente para que un en algún momento podamos abrazar a un orangután en público y gritarle primo con entusiasmo. No me molesta que mis parientes se anden por las ramas, desnudos, tragando frutas, pescado, plantas (como turistas en las playas esas del sureste de este país). Ni me molesta saberme un animal en puerco y forma. Me gusta mi animalidad, sudar, evacuar, gruñir, copular. Solo hay un problemita. Lo de político se lo devuelvo, se lo regaló a Aristóteles (el de Estagira, bueno, también al de Jalisco). El asunto es muy simple. La educación es el punto clave. Yo soy un animal educado. Claro que el término “educado” se dice de muchas maneras, como decía el griego. Hoy ser político es sinónimo de ladrón, hijodeputa, pendenciero, mentiroso. Lejos de ser un animal, el político es un ser inteligente que busca el beneficio propio haciendo

Antes perro que político Por VÍCTOR RIVAS Fotografía: ABRAHAM PÉREZ creer al otro que éste es para todos. La sustancia que le falta a la fórmula es la educación. En cualquier ciudad de este país, ser educado es mejor visto que ser político. Educado es tener una buena conducción para los fines, es saber hacer, saber elegir, saber distinguir. Un hombre educado (no pensemos en un copetudo bien trajeado, egresado de una buena universidad católica) es el que sabe lo que quiere. El que se conoce a así mismo (perdone, Don Aristóteles,

pero su abuelo Sócrates ya le dio un coscorrón). El hombre es un animal educado, y que en la medida en la que se olvida de sí mismo se convierte en político (o secuestrador, asesino, estafador, bueno para nada, narco). En este país, en este estado, en esta ciudad, en este pueblo así funcionan las cosas desde hace casi 100 años. Así nos educaron. No tenemos futuro desde la política. Nuestro futuro no es futuro porque ya sabemos cómo es. Necesitamos cambiar el futuro desde la educación. Así nos educaron. ¿Y si educamos al animal para que no sea político sino humano? Yo, antes muerto que político.

59


REFLEXIÓN

NÚMERO 3.

Por J. IGOR I. GONZÁLEZ A. Fotografía: MARCELA GÁMEZ

¿C

uándo comprendí que era necesario reconfigurar teórica y prácticamente el campo político? Aún cuando la idea me había acosado desde varios años atrás, le puedo poner una fecha específica a esta especie de epifanía laica: el 19 de marzo de 2005, mientras hacía fila para inscribirme en uno de los talleres que se impartían en la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara. En ese entonces estaba en plena redacción de la tesis doctoral, y andaba en busca de ideas que me permitieran sostener que era preciso resemantizar el instrumental analítico con el que nos acercamos al estudio de la cultura política; sobre todo en términos de la relación que sostienen amplios sectores de la juventud con la esfera pública. Desde casi tres lustros me he dedicado a lo anterior porque nunca me han convencido las aseveraciones que afirman que los jóvenes son apáticos por naturaleza. Pero, ¿qué (me) ocurrió aquél día de marzo que se erigió como pieza clave para este rompecabezas que desde entonces constituye mi proyecto investigativo? Cerca de las nueve de la mañana, antes de que abrieran las ventanillas en donde se expedirían las fichas de inscripción a los talleres, la situación transcurría de manera normal. La fila era larga, compuesta por entre doscientas o trescientas personas, jóvenes en su mayoría. Según algunas conversaciones que entablé con mis compañeros de fila, había gente formada desde antes de las seis de la madrugada. De modo que con el objeto de identificarse, muchos decidieron dibujarse un número en alguna parte visible del cuerpo. «Por si se empiezan a querer

60

El descentram de lo políti meter en la fila», señaló divertido un joven ante mi interrogación al respecto. «Así vamos a saber quién llegó temprano» —puntualizó—. Llevaba escrito, con tinta azul, el número seis en la mejilla derecha. Una mirada más atenta me hizo darme cuenta que otros portaban sus respectivos números en el brazo o en la palma de la mano. Casi de inmediato caí en la cuenta de que eso era lo político emergiendo

en el plano de la vida cotidiana; y yo era testigo de primera fila (literalmente). Tomé la libreta de campo que siempre llevo a la mano y comencé a esbozar algunos apuntes. Garabateé lo siguiente: “(des) apegos apasionados y procesos organizativos en el plano más local posible. Ésa es la clave”. Luego escribí: “la delimitación de un ellos con respecto de un nosotros mediante la ostentación de una


REFLEXIÓN Junio 2015

miento ico marca en el cuerpo constituye uno de los componentes fundamentales de una concepción abierta del campo político” (por la que apuesto desde entonces). La práctica de hacer visible esta identificación representa la elección de una postura y un posicionamiento con respecto a una situación concreta. A la vez, remite a un saber al que los actores acuden en contextos similares. Así, el «Por si se empiezan a querer meter

en la fila» me indicaba cuando menos dos aspectos cruciales de lo que acontecía en aquel momento, y que no era sino una relación entre el sujeto y la esfera pública: 1. Un conocimiento profundo de las reglas y las prácticas que realizan ciertos actores en el campo [político] de la vida cotidiana; y 2. Tanto la legitimación de un orden (i. e. llegar temprano; hacer fila; esperar el turno) como su posible ruptura («por si se empiezan a querer meter»). Anoté algo más en mi cuaderno: “recuperar este tipo de experiencias nos revela tanto la emergencia de una política descentrada como el perfil de una cultura política que se escapa por completo a las visiones ortodoxas (anglosajonas) de las que han abrevado tantas y tantas investigaciones en nuestro país”. Luego pasó algo que reforzó lo que había reflexionado hasta entonces: la ruptura del orden se cumplió. Quince minutos después de que comenzó la venta de las fichas de inscripción, a eso de las 9:50, la capacidad de quienes las expendían quedó rebasada por la demanda. Adquirir una ficha se tornó un proceso lento y pesado (la burocracia en su máxima expresión). Pronto fue evidente la necesidad de que desde la Institución se tomara alguna medida. Alguien —no se supo bien quién— soltó el rumor de que se abriría una ventanilla adicional para agilizar el trámite. Ante ello, la fila que hasta entonces había guardado orden se desarticuló por completo. Hubo quienes incluso corrieron para alcanzar un lugar cerca de la nueva ventanilla. Esto provocó que en el área donde se expendían las fichas se formara una aglomeración caótica. Como resultado de este rompimiento quedaron dos filas de extensión considerable. A ello se sumaba un creciente amontonamiento de personas en el centro de ambas filas. Esta situación fue aprovechada por algunos para hacerse de una ficha sin necesidad de formarse. El joven que traía el

número seis dibujado en la mejilla, con el que había conversado antes, fue uno de los primeros en recurrir a esta práctica. Anoté algo más en mi cuaderno de campo: “una perspectiva descentrada de lo político nos permite reconocer que entre algunos jóvenes y el orden formalmente instituido se establece una relación ambigua y pragmática. El contexto influye de manera fundamental en la sanción [positiva o negativa] de una determinada práctica por parte de un mismo sujeto”. Si colocarse un número en el rostro implicaba una aceptación del acuerdo establecido, y la legitimación de un orden; la ruptura de éste representaba un momento de indecibilidad en el que el mencionado joven recurrió a su saber práctico para renegociar su postura frente a la situación”. El contexto había cambiado en un instante y fue necesario ajustarse a las nuevas circunstancias. Pura cultura política en acto y ningún proceso electoral a la vista. Las fronteras de lo político son evanescentes. Desde luego, aquel día ocurrieron muchas más cosas, que no puedo contar por las limitaciones de espacio (pero que he puesto por escrito en varios lugares). El caso es que al regresar a los libros pude constatar que, frente a lo observado aquél día, la perspectiva ortodoxa de lo político daba terriblemente de sí; era, por decir lo menos, insuficiente. Esto abría un desafío fundamental y una veta de análisis que desde entonces he explorado tanto en mi labor docente como en mi trabajo de investigación: reconocer que lo que aparentemente ocurre en los márgenes de lo político resulta un elemento central para comprender, por ejemplo, cómo se ha configurado un régimen político como el nuestro. Y que descentrar la política es, también, un acto político en sí mismo. *J. Igor I. González A. (@jiigonzaleza) es profesor investigador en el Departamento de Estudios sobre Movimientos Sociales de la Universidad de Guadalajara.

61


62


FOTOGALERÍA

La moda, mecanismo de poder y de inclusión Por ROMEO MARTÍN y CLAUDIA MELGOZA Fotografía: ABRAHAM PÉREZ

63


Junio 2015

Por ROMEO MARTÍN Dentro de la moda se sigue creyendo que las personas que no tienen brazos tienen que usar mangas largas para ocultarlo; que las personas obesas deben usar ropa negra para quitar los excesos, las delgadas telas estampadas, y las personas de talla baja, ropa corta para que no piensen que les quedó grande. Muchos creen que la moda es una forma de esconder miedos entre unos trozos de tela, pero pocos se dan cuenta de lo útil que es también para vencerlos. En México se han realizados pasarelas en donde participan diseñadores preocupados por la integración de otros miembros no siempre considerados en la sociedad. Se han presentado colecciones completas dejando en claro que ajustar las prendas no es discriminación sino modificaciones de acuerdo a las características de los cuerpos, y que si alguien quiere o sueña utilizar ropa con algún tipo de tela o material, puede hacerlo para descubrir el poder que tiene la prenda sobre la persona. La moda es una paleta de colores interminable que nos permite experimentar texturas, formas y colores; se transforma de acuerdo a las necesidades del clima e involucra sentimientos; tiene la magia para cambiar el estado de ánimo de una persona, dar seguridad e incluir. La moda no es nada más una forma de pertenecer a círculos crecientes de glamour, protagonismo y poder.

64


65


66


67


68


FOTOGALERÍA Junio 201 5

Por CLAUDIA MELGOZA México vive una revolución de emprendedores en la industria de la moda. Esto empezó aproximadamente hace 10 años en parte por la influencia y las posibilidades que ofrece el internet. Los diseñadores de moda comenzaron a ser más ambiciosos respecto a crear sus propias marcas y no sólo “confeccionar ropa”. En esta última década hemos visto cómo se lucha por sacar adelante la industria. Hace 6 años era imposible encontrar en revistas de moda, tanto nacionales como locales, artículos sobre diseñadores independientes, prendas, calzado o joyería mexicana. Era un insulto a las grandes marcas mencionar algo tan “poco” valioso o tan poco conocido a nivel mundial. En cambio ahora no sólo mencionan en los medios más prestigiosos a algún diseñador mexicano, sino que existen secciones completas y fijas sobre el talento local. Se han dado cuenta del valor en ventas que produce el hablar de diseñadores locales, y del alto nivel de calidad que tienen como cualquier otra marca extranjera. Maquillistas, estilistas, stylists, coordinadores, fotógrafos y diseñadores de moda, están tomando el control de sus ciudades. El reto de la moda no sólo es cumplir con los sueños personales, sino ser un elemento fundamental en la cultura de nuestras ciudades. Es necesario derribar nuestros propios prejuicios sobre la baja calidad de lo ‘hecho en México’. Enterarnos de lo que pasa en nuestra ciudad, valorar lo que estos emprendedores hacen por ella y tomar conciencia del poder de la moda para transformar nuestra realidad.

69


70


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.