Silva y Ortiz, María Teresa Alicia. Mente ágil, sana y divertida
3. ¿Qué pasa contigo? ¿Cómo empezar a tomar conciencia? Vamos a hacer ahora una breve reflexión. Busca un lugar cómodo para que te sientes o te acuestes. Relaja tu cuerpo con una respiración profunda, cierra tus ojos y trata de contestar con sinceridad estas preguntas. (Si no tienes alguien que te vaya diciendo esto, grábalo para que no interrumpas la secuencia), Utiliza tu imaginación para hacerlo en lugar de escribir tus respuestas. El diálogo es con tu yo interno no con el papel. • • • • • •
¿Qué tanta atención le prestas… a lo cotidiano? ¿Te planteas problemas… y los resuelves? ¿Buscas oportunidades… y las aprovechas? ¿Te propones objetivos… y trabajas para alcanzarlos? ¿Estudias por el placer de estudiar… y contar con otras perspectivas y alternativas? ¿Compartes con otras personas, familiares y/o amigos, tu tiempo libre… e intercambian ideas sobre sus experiencias?
Ahora es conveniente pasar a reflexionar sobre las condiciones en las que se encuentra tu mente. Toma en cuenta que ella es como el cuerpo. Si no la ejercitas, se debilita y se embota. Se vuelve lenta y floja, no le gusta ya pensar. Prefiere que otros resuelvan las cosas. ¿Estás en esta situación? Ten en cuenta que la falta de condicionamiento mental provoca estancamiento y éste es determinante para las actitudes que tomas cotidianamente. Si quieres ver el panorama gris y sin esperanza, con
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