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CIUDAD
WWW.RADIOEXITOSA.PE / LUNES 2 DE MAYO DE 2016
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SE CELEBRÓ FESTIVIDAD CENTRAL DE LA VIRGEN DE CHAPI
La fe que late en medio del desierto de Arequipa Alrededor de doscientos mil fieles llegaron desde distintas partes del país para pedir milagros a la “Mamita”.
Comerciantes hicieron su agosto Arequipa. El comercio fue otro gran protagonista en la celebración. Al partir del sector de Siete Toldos, los vendedores ofrecieron desde linternas (de 3 a 10 soles) hasta palos de sauce, al precio de 1 sol. Al llegar al sector de Tres Cruces, lo más demandado fueron los juegos de velas (un juego de seis por 2 soles). Ya en el santuario, la comida fue muy requerida. Las cenas y desayunos fluctuaron en 15 so-
les promedio. El agua bendita también estuvo a la venta. La botella de 625 ml en exteriores se ofrecía a un sol. Mientras que dentro del templo se vendía a dos soles, pero con la ‘certificación’ del caso. Otro caso fueron las alasitas, en promedio a 15 soles. Las figuras de la Virgen se ofertaron desde 45 hasta 1.500 soles. A Chapi no se puede ir sin fe. Pero tampoco con los bolsillos vacíos.
SE ATENDIERON 1.967 CASOS
ã WILDER PARI PÉREZ
Arequipa. Ayer, el Santuario de la Virgen de Chapi se convirtió en un oasis de fe en medio del desierto arequipeño. Durante la procesión los feligreses fueron un mar de ruegos, esperanzas y lágrimas. A las 12.30 horas, luego de la misa central celebrada por el Arzobispo Javier Río Alba, la sagrada ima-
VENDIERON HASTA AGUA BENDITA
Se celebró en otras parte de Arequipa La festividad de la Virgen de Chapi no solo se celebró en su santuario principal. En Arequipa también hubieron misas conmemorativas. Una se realizó en Miraflores, en la iglesia de Chapi Chico, y por la tarde su imagen recorrió las calles del distrito. Otra tuvo lugar en el santuario de Charcani, en el distrito de Cayma.
gen salió en romería hacia la explanada del santuario. La música de la banda de la Policía Nacional del Perú y luego otra compuesta por un grupo de devotos de Ica, acompañaron el paso de la ‘Mamita’. El sonido doliente de las marchas dio lugar a las lágrimas, las que se contagiaron entre los fieles. “Le ruego por mi cadera”, dijo entre sollozos Anita Saavedra (70). La septuagenaria, que camina con dificultad apoyada en sus hijas, siguió todo el trayecto. Metros más allá, Juana Narvaéz (32) se quiebra
en llanto al recordar que la vida de su hijo estuvo amenazada en el período de gestación. En aquel entonces ella rogó a la Virgen de Chapi por la vida del me-
nor. Hoy el niño tiene año y medio. En agradecimiento, Juana no solo peregrinó desde Nazca hacia el santuario. También confecciona atuendos a la imagen
que porta entre sus manos. “Ya le hice doce vestidos”, cuenta. Sueña algún día poder confeccionar a la imagen que va en procesión un ro-
paje rosado. Las historias de Anita y Juana se confuden con los ruegos y pedidos de aproximadamente cinco mil personas que participan de
la procesión. Los espectadores son los cerros secos que rodean el santuario, el nuevo templo que está a un 45% de su construcción y un severo sol que pone a prueba la fe de cualquiera. A la festividad llegaron casi doscientas mil personas desde el último sábado. Unas arribaron en bus, otras caminaron a pie de desde Arequipa (87 kilómetros), otras desde Siete Toldos (19 kilómetros). Otro tanto llegó desde otras ciudades, especialmente Ica. Formas distintas de lle-
gar, también de vivir la fe. Algunos arribaron al santuario, oraron, dejaron su pedido y emprendieron retorno. Otros pernoctaron y participaron de una de las once misas celebradas entre el sábado y domingo. También de las confesiones celebradas por once sacerdotes de diferente órdenes y congregaciones. Dicen que el nombre Chapi deriva de “chaypi”, palabra quechua que significa “aquí”. Como para que quede claro la ubicación de aquel oasis de fe en medio del desierto arequipeño.
Dos peregrinos derivados a Arequipa Arequipa. No hubo incidentes que lamentar en el peregrinaje hacia el santuario de la Virgen de Chapi. Sin embargo, por precaución, dos fieles fueron trasladadas desde Chapi hasta el hospital Honorio Delgado en Arequipa. Se trata de Zoila Carbajal (62) por cólico vesicular y Socorro Gutiérrez (45), por un problema dehipertensión arterial. En el trayecto, fueron 17 carpas de la Cruz Roja que atendieron a un total de
1.967 casos menores. La mayoría, por deshidratación y fatiga muscular. La Cruz Roja dispuso un personal de 124 voluntarios para la atención.