UN DÍA CUALQUIERA
Felicidad con un simple toque Lim Chun-sik lleva 43 años friendo kkwabaegi (rosquillas retorcidas) en un mercado callejero tradicional en Seúl. Para él, cada día es tan simple y sabroso como las delicias que vende a largas colas de clientes. Hwang Kyung-shin Escritora Ha Ji-kwon Fotógrafo
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56 KOREANA Invierno 2020
l mercado de Yeongcheon no está entre los mercados tradicionales famosos de Seúl. Su apogeo acabó cuando un paso elevado y una remodelación engulleron la zona de Independence Park, reduciendo considerablemente el mercado, otrora en expansión. Aún así, quedan algunas entrañables tiendas, y una de ellas atrae tanto a trabajadores del barrio como a vecinos de distantes apartamentos de gran altura. A la entrada del mercado, con las puertas abiertas de par en par, hay una pequeña tienda llamada Darin Kkwabaegi (Maestro artesano en rosquillas retorcidas). Podría sonar jactancioso, considerando que cientos de puestos venden kkwabaegi en la capital. Pero un bocado de las que ofrece Lim Chun-sik, su propietario, suele bastar para convencer a cualquier fan de las rosquillas de que “maestro” no es un eufemismo. En el desvío del mercado resuena una voz