CHE GUEVARA 40 AÑOS

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CALDODECULTIVO

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Hace cuarenta,años ERNESTO GUEVARA fue muerto a balazos en una escuela boliviana mientras se encontraba en mános del ejército. Su fracaso en crear una insurrección en Sudamérica lo hizo pasar a la historia. Desde entonces su figura se transformó en rayados, poleras, banderas, .. ·cuadernos, consignas, canciones y retielión. El CHE hoy es todo.: una marca, un sueño, una pesadilla, un resumen. ~ SABÍA USTED QUE: ... Si el Che si estuviera vivo vendería poleras del Che.


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''La revoluciOn no se .· · ·lleva en los la · ios lleva en el cora zon ·. ERNESTO CHE GUEVARA .

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SABÍA USTED QUE: ... Al Che en Cuba le decían argentino culiao.

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EL MISTERIO DE LAS ·MANOS DEL CHE LOS SOLDADOS BOLIVIANOS LE CORTARON LAS MANOS AL CHE PARA IDENTIFICARLO. LUEGO, UN MINISTRO DISIDENTE DE LA DICTADURA SE HIZO DE ELLAS Y LAS MANDÓ EN SECRETO A LA HABANA. ESTA ES LA DESQUICIADA HISTORIA, CONTADA POR UNO DE SUS PROTAGONISTAS, EL COMUNISTA BOLIVIANO JUAN CORONEL.

ntre el 21 y el 23 de julio de de alto por unos 20 de diámetro, 1969 mi amigo Jorge Sattori, con sellado con alquitrán. En él había quien compartía una casa, reci- un líquido parduzco en el que flotabió un llamado telefónico que lo citaba ban, como pepinillos gigantes, dos esa noche a un café céntrico de La manos de hombre. Eran unas manos fuertes, no regorPaz. Ambos éramos militantes del Partido Comunista; yo, de la comisión de detas sino voluminosas, como de prensa, y él, responsable de relaciones trabajador. Recuerdo que me impreinternacionales. Sattori me pidió que lo sionó mucho la cicatriz enorme que acompañara, pues lo había citado Víctor tenía una. Después me enteraría que Zannier, un amigo en común. era una herida de bala. El corte en Tengo la imagen perfectamente gra- las muñecas daha la impresió:o de bada de esa noche. Zannier llegó con haber· sido hecho con un ·machete o un sobretodo en el brazo y en el otro serrucho, porque no era nada fino un bolsón. Le pregunté .si pensaba irse como el que hubiera dejado un bisde viaje. "No, nos dijo, ¿saben qué tengo turí. Después las ·habremos mirado aquí?". Tengo las manos del Che Gue- un par de veces más. Sentíamos vara". Nos miramos con la boca abierta mucho respeto por ellas y además mientras Víctor contaba que, además algo de miedo. de las manos, llevaba la mascarilla morEn el otro paquete estaba envuelta la tuoria que había hecho el ejército del mascarilla de yeso donde se distinguía . nítidamente el rostro del Che con los guerrillero después de muerto. Al comienzo pensamos que era·bro- ojos abiertos, se notaba incluso su barba ma, pero nos dimos cuenta que no crecida. Era perfecta. Nuestra primera idea fue sacarlas vía mentía. Según contó, se había comMéxico por la ruta La Paz-México, Méxi. prometido a hacer llegar ambas cosas co-La Habana. Pero la descartamos por a Cuba pero no sabía cómo y tal vez nosotros, por contar con una organiza- simple. Estábamos conscientes, además, que la CIA sabía que México era -un ción, podríamos hacerlo. Quien le había hecho el encargo era puente para llegar a Cuba y no queríaAntonio Arguedas, el ex ministro del mos correr riesgos. Interior del general René Barrientos, Decidimos que lo mejor sería ir a el mismo que hizo llegar una copia Moscú y desde allí a Cuba. Las alternativas eran ir por la Argentina, por del diario del Che a Fidel Castro. Al descubrir la traición de Arguedas, el Brasil o por Venezuela. Pero en ese gobierno atentó en su contra, y él se momento,. el continente comenzaba. asiló en la embajada mexicana desde a plagarse de militares: en Argentina donde hizo llamar a Zannier y le pidió gobernaba Juan Carlos Onganía; en Brasil, Emilio Medici. En Venezuela que desenterrara un · paquete debajo del piso de su cama y lo hiciera llegar estaba Rafael Caldera y por eso decia Cuba. Eran las manos y la mascari- dimos que mejor sería por ahí, y que el enviado sería yo. lla, nos dijo Zannier. Eso nos llevó de julio hasta diciembre. Era un honor lo que nos pedía. Agarramos el bolsón y nos lo lleva- Las manos y la mascarilla estuvieron mos a casa. Lo abrimos y encontra- todo ese tiempo en el bolsón, en una mos, envueltos en papel de diario, esquina debajo de mi cama. Mi salida dos paquetes. Le retiramos el diario la fijamos para el 28 de diciembre, el al más pesado y apareció un frasco · día de los inocentes. Pero faltaba algo de vidrio de unos 30 centímetros fundamental: dinero.

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SABÍA USTED QUE: ... El Che tenía el tremendo fusil y las medias w.anadas.

Como no podíamos confiar en nadie, tactado antes. Él no sabía a qué iba ní siquiera en nuestro partido, decidi- yo, pero arregló mi viaje hasta Moscú mos que quien nos financiara no debía para el 3 de enero. Creo que el retraso fue porque los soviéticos estaban saber qué estaba pagando. Le pedí a un averiguando mis motivos, pues en amigo brasileño exiliado que tenía una constructora que me · ayudara con un ese entonces eran _muy celosos con el espionaje y yo~ un boliviano de pasaje a Moscú, con la condición de no 30 años con deseos de llegar hasta el hacer preguntas. Él aceptó y me dio el Kremlin era sospechoso. pasaje, así sin más. Llegué a Moscú y me recibió Igor OliPero también necesitaba dinero para el viaje. Yo trabajaba de admi- varti, el funCionario del Partido Comunísta soviético encargado de las relacionistrador de un edificio de oficinas en La Paz, donde la embajada estado- nes con Bolivia, Guatemala y Chile. Aunque yo llevé las manos hasta unidense alquilaba cinco pisos, que Moscú sin ayuda de Zannier, Sattori y limpiaban con una cuadrilla de cuatro personas. Se me ocurrió acusar a esa yo decidimos que él tenía que participar de la entrega, pues él había recibido el cuadrilla de ensuciar las pare_des del edificio y le envié una carta al emba- encargo. Antes de salir de La Paz, habíajador, conminándolo a limpiar lo que mos acordado encontrarnos en Moscú sus empleados habían hecho. Sabía el miércoles 31 de diciembre, a las cuaque eso provocaría que la embajada tro de la tarde, en el hotel Rusia. Pero reclamara a mis jefes. Como espera- como no pude llegar a tiempo, indagué ba, me despidieron. Demandé a la . si los soViéticos sabían algo de él. La administración ante el ministerio del gente del partido lo ubicó en un hotel Trabajo y me dieron algo así como cercano al mío. El lunes 5 de enero, Zannier y yo fui500 dólares, que ahora serían como mos a la embajada cubana. Nos recibió 4.000 ó 5.000. Ese fue mi fondo de viaje, financiado en su mayoría por la un funcionario joven, porque el embajador estaba de vacaciones. Le contamos embajada norteamericana. Cuando partí, mi equipaje de mano todo y le aclaramos que la condición era era el bolsón con las manos, la mas- que la entrega debía hacerse en La Habacarilla y una frazada que ocultaba na y no allí, como él pretendía. . Esa tarde vino Zannier a mi habitalevemente el contenido. En la primera escala del vuelo, en Lima, sentí que ción y me dijo que los cubanos lo habían me habían descubierto. Nos pidieron citado por teléfono a la embajada. Estuque bajáramos. del avión pero sin vo dos horas fuera y cuando volvió me nuestro equipaje y cuando salimos dijo que autorizaban su viaje pero no el vi a dos policías peruanos que entra- mío. Ningún miembro del traidor Parron al aparato. Pero no pasó nada. . tido Comunista boliviano, dijo, podría La ·escena se repitió en Guayaquil, pisar jamás Cuba. Yo aún, después de Bogotá, Caracas y Madrid. Era una cuarenta años, no he podido ir. Tenía tres opciones: entregar las época en que los controles aduanemanos al cubano, dejarlas en depósiros no eran tan estrictos como l;ioy. to en Moscú o volverme con ellas a Ahora, ciertamente, no habría caso. Bolivia. Pero eso estaba descartado. Cuando llegué a Madrid, tomé un Decidí pasárselas al cubano. Él llegó avión a París y al día siguiente otro a Budapest, donde me esperaba un a mi habitación, más tarde, recogió el paquete y se fue sin siquiera darme la funcionario del Comité Central del PC húngaro, que Sattori había con- mano. Las manos. •

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TURISMO REVOLUCIONARIO ~

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Mochileros, _periodistas, nostálgicos, turistas. Todo el mundo recorre en estos días La Ruta del Che, que sigue la calamitosa c·ampaña del guerrillero en Bolivia. Es un camino de 200 kilómetros en que hay campesinos que le rezan como a un santo, otros que lo han visto penando y gente que cuenta estrambóticas historias de la época a cambio de dinero. POR MIGUEL ÁNGEL DEVIA

Graffiti en el hostal "El Carretero" de la Paz. lugar predilecto de los mochileros engrupidos.

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a Higuera, el pueblo en que mataron a Guevara en i967, ha recibido · en estos meses la visita de cientos de periodistas que reconstruyen la ruta del guerrillero. Es, junto a Vallegrande, el epicentro del turismo guevarista. Es un poblado de no más de cien habitantes. Cualquier extraño provoca · la aparición de una suerte de comitiva de bienvenida encabezada por Alcides Cornejo, encargado del Museo; y . Manuel Cortés, campesino célebre por ofrecer su historia junto al Che, que incluye una inverosímil tomatera juntos antes de su muerte. El Museo Municipal Che Guevara tiene un nombre más grande que .su colección. Su reliquia es la silla en que supuestamente estaba sentado Guevara cuando le dispararon. También venden pequeños fra~cos de arena que dicen 'Tierra con sangre del Che", que . compran los turistas norteamericanos. Además del museo, en La Higuera hay un busto de Guevara montado sobre una piedra. Está adornado con una estrella roja y las banderas de Cuba, Venezuela, Bolivia y Argentina. En él ·se paran para la foto los visitantes más comprometidos. Otros le encienden velas, como peregrinos. -Hay algunos que le rezan y él les hace favores. Yo conozco a una mujer que le rezó para que sus ovejas volvieran y al poco tiempo las encontró en El Churo - dice Cornejo.

LAGUNILLAS En realidad, la Ruta del Che -inaugurada con bombos y platillos por Evo Morales el año pasado- empieza a 200 kilómetros de La Higuera, en Lagunillas. Por ahí estaba la finca en 16

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que se instaló el campamento insurgente. Hoy tiene el primer museo alusivo a la guerrilla, aunque también celebra su ·derrota y honra al ejército: la captura del Che, es la principal victoria militar boliviana. El museo tiene un salón en que se exhiben fotocopias de fotos del Che, reseñas históricas y dos carabinas viejas "idénticas a las de la época''. La guía habla poco y remite a todos los visitantes a Miguel Espinoza, un carpintero que en i967 fue guía del ejército y ayudó a la captura del guerrillero, lo que le valió un diploma del dictador Hugo Bánzer. El hombre está casi ciego y cobra por su historia. Él asegura haber visto al Che después de muerto: -Entró a la iglesia disfrazado de mendigo, arrastrando su bultito de ropa se acercó a comulgar en mi delante. Sólo · le he reconocido yo porque lo he visto cuando estaba vivo. Luego que salió de la iglesia se me dañó la vista, porque he ayudado a atraparlo. Espinoza, como muchos, lamenta haber luchado en el bando contrario. Pero es culpa del Che, si él hubiera venido a hablarles antes, dice, podría haberlo ayudado en su guerrilla: -O si quiera si haiga venido a poner una cooperativa, un puesto de préstamos, ahí nosotros le haigamos ayudado.

EL SANTO Vallegrande es el final de la peregrinación. En i967, los militares llevaron el cuerpo del Che allí para exhibirlo como trofeo. Luego, lo ocultaron en una fosa junto a otros seis guerrilleros durante 30 años. El Che y su guerrilla nunca estuvieron en el pueblo. Pero allí se

pelean por quién tiene más historias El centro de atracción de Vallegrande la época: están los que hablaron de es el mausoleo construido donde con él, los que se tomaron unos tra- fue encontrado el cadáver. Gonzalo gos, los que lo ayudaron. También Suárez, guía turístico del municipio, quienes han recibido la visita de asegura haber ayudado a los expertos su ¡\nima en pena.' Es común ver la cubanos en la búsqueda. Él acompaimagen del argentino acompanando ña a los turistas al lugar. a la Virgen de Urkupiña, al Cristo -Cuando llegamos a los huesos, había negro, al corazón de Jesús o al proun esqueleto sin manos y los cubanos pio Papa Benedicto. se pusieron a llorar -dice. En i967 Susana Osinaga trabajaba En el monumento hay siete piedras como enfermera del hospital Señor marcadas con el nombre de un guerride Malta y fue ·la encargada de lavar llero. La de Guevara tiene rosas plásticas el cadáver. · y restos de velas. -Me impresionaron sus ojos, nos miraba como si estuviera vivo. Cristo DEMONIO parecía -dice. Pero no todo el pueblo cree en la sanDesde entonces, Susana le reza. Gue- tidad del Che. Beatriz Sagárnaga, encarvara, dice, le ha concedido algunos favo- gada de la Casa de la Cultura, es de las res desde el más allá revolucionario: escépticas. Para ella, la leyenda se debe . -Milagroso es. Mi hija tenía una enfera fa nostalgia y el mercantilismo de la medad en el corazón que si no se la gente. La que lleva el pandero, dice, es operaba iba a morir antes de cumplir Julia Cortés, la profesora que llevó café a los i5. Yo me he encomendado a él. Guevara la víspera de su muerte. Ahora ella tiene i8 años y no ha tenido . -Acá los · gringuitos vienen y le ningún problema. pagan unos dóÍares a esta señora para Cerca de su puesto está la peluquería que vaya y le rece y les cuente sus hisde Adelaida Ávalos. Ella explica que uno torias. Pero no es tan así eso de que le de sus mejores recuerdos es cuando . rezamos y lo adoramos. ¿Cómo pues, Tania, la guerrillera argentina-alemana, si vino a matar bolivianos? entró a su peluquería. Junto a la fiebre por los cuarenta -Aquí en esta silla le he cortado su años del Che, parece estar creciendo pelo. Era una mujer muy linda, trigueña en Bolivia otro sentimiento: un odio y con ojos claros. Vino y pidió que se lo fuerte en contra del guerrillero: cortáramos como a la altura de los homEn algunos poblados del departabros, o más... Parecía pues que quería mento de Santa Cruz, ya es común esconderse, disfrazarse -dice. que murales con su rostro hayan Aiinque en ninguna parte de la hissido destruidos. En la misma Santa toria guerrillera consta que Tania haya Cruz, es casi normal ver a jóvenes del ido a Vallegrande, nadie cotiza el dato. brazo armado del separatista Comité Alrevés: haber conocido a Tania es pre- Cívico, con poleras con el rostró del texto para rezarle. A ella y a todos los Che tachado en sus pechos. O que guerrilleros muertos. · dicen "Muerto". 4C ~

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SABÍA USTED QUE: ... El Che era entero mala onda.


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Q:hc u la filosofia

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n enero y febrero de 1960, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir visitaron Cuba para interiorizarse en la Revolución y sus alcances, de todo lo cual el filósofo francés dejó testimonio en su crónica periodísticO:política "Huracán sobre el azúcar". Para Sartre, que se reunió numerosas veces con Fidel, la cubana era una "Revolución sin ideologías", y por ello la celebró y defendió apasionadamente, hasta que en 1971 tomó distancia por el famoso caso de censura y persecución por parte del régimen al escritor Heberto Padilla. En cuanto al Che, éste se .mostró menos acogedor con Sartre que Fidel. No obstante, se reunieron una vez, quedando registro · en esta célebre foto, donde Sartre recibe fuego del Che para prender su habano. Salta a la vista que quien se agacha es Sartre; el Che apenas se mueve de su silla.

"Por la rapidez de tiro y la precisión, .las ametralladoras.constituyen el arn;iazón de toda defensa bien organizada. ¿Cuántas veces· en el transcurso.de las últimas guerras, una ametralladora,· bien emplazada y con sirvientes serenos y abnegados, han hecho fracasar el ataque de batallones enteros causándoles además enorme cantidaa de bajas ...? Por esto, todo miliciano o soldado cubano en su preparación para la defensa de la Patria, · debe aprender el manejo de la ametralladora". ERNESTO CHE GUEVARA

EtJ ALGÚtJ LUGAR DE LA METRÓPOLI •••

SABÍA USTED QUE: ... La estrella que tiene el Che en la frente es del ninja que lo mató.

. TODO PASA EN ©ANTIAGO


(fragmento)* ·Guevara es el último lector porque ya estamos frente al hombre práctico en estado puro, frente al hombre de acción. "Mi imzaciencia era la de un hombre de acción", dice de sí mismo en el Cong_o. El hombre de acción por excelencia. Ése es Guevara a veces habla así}. A la vez Guevara está en la vieja tradición, la relación que mantiene con la lectura lo acompaña toda su vi a. . UNAFOTo .· Hay una foto extraordinaria en la que Guevara está en Bolivia, subido a un árbol, leyendo, en medio de la desolación y la experiencia terrible de la guerrilla perseguida. Se sube a un árbol para aislarse un poco y está ahí, leyendo. En principio, la lectura como refugio es algo que Guevara vive contradictoriamente. En el diario de la guerrilla en el Congo, al analizar la derrota, escribe: "El hecho de que me escape para leer, huyendo así de los problemas cotidianos, tendía a alejarme del contacto con los hombres, sin contar que hay ciertos aspectos de mi carácter que no hacen fácil el intimar." La lectura se asimila con la persistencia y la fragilidad. Guevara insiste en pensarla como una adicción. "Mis dos debilidades fundamentales: el tabaco y la lectura". La distancia, el aislamiento, el corte, aparecen metaforizados en el que se abstrae para leer. Y eso se ve como contradictorio con la experiencia política, una suerte de lastre que viene del pasado, ligado al carácter, al modo de ser. En distintas oportunidades Guevara se refiere a la capacidad que tenía Fidel Castro para acercarse a la gente y establecer inmediatamente relaciones fluidas, frente a su propia tendencia a aislarse, separarse, construyéndose un espacio aparte. Hay una tensión entre la vida social y algo propio y privado, una tensión entre la vida política y la vida personal. Y la lectura es la metáfora de esa diferencia. Esto ya es percibido en la época de la Sierra Maestra. En alguno de los testimonios sobre la experiencia de la guerra de liberación en Cuba, se dice del Che: "Lector infatigable, abría un libro cuando hacíamos un alto mientras que todos nosotros, muertos de cansancio, cerrábamos los ojos y tratábamos de dormir". Más allá de la tendencia a mitificarlo, hay allí una particularidad. La lectura persiste como un resto del pasado, en medio de la experiencia de acción pura, de desposesión y violencia, en la guerrilla, en el monte. Guevara lee en el interior de la experiencia, hace una pausa. Parece un resto diurno de su vida anterior. Incluso es interrumpido por la acción, como quién se despierta: la primera vez que entran en combate en Bolivia, Guevara esta tendido en su hamaca y lee. Se trata del primer combate, una emboscada que ha organizado para comenzar las operaciones de un modo espectacular, porque ya el ejército anda rastreando el lugar y, mientras espera, tendido en la hamaca, lee. Esta oposición se hace todavía más visible si pensamos en la figura sedentaria del lector en contraste con la del guerrillero que marcha. La movilidad constante frente a la lectura como punto fijo en Guevara. "Característica fundamental de una guerrilla es la movilidad, lo que le permite estar, en pocos minutos, lejos del teatro específico de la acción y en pocas horas lejos de la región de la misma, si fuera necesario; que le permite cambiar constantemente de frente y evitar cualquier tipo de cerco"; escribe Guevara en 1s

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1961 'en La guerra de guerrillas. La pulsión territorial, la idea de un punto fijo, acecha siempre. Pero, a la inversa de la experiencia política clásica, el acumular y tener algo propio supone el riesgo inmediato. Régis Debray cuenta la caída del primer punto de ancláje en Bolivia, la microzona propia: "Tiempo antes se había hecho una pequeña biblioteca, escondida en una gruta, al lado de las reservas de víveres y del puesto emisor". La marcha supone además la liviandad, la ligereza, la rapidez. Hay que desprenderse de todo, estar liviano y marchar. Pero Guevara mantiene cierta pesadez. En Bolivia, ya sin fuerzas, llevaba libros encima. Cuando es detenido en Ñancahuazú, cuando es capturado después de la odisea que conocemos, una odisea que supone la necesidad de moverse incesantemente y de huir del cerco, lo único

en que puede decirse que con ellos comenzó dice su hermano Roberto. "Se encerraba en el Ernesto a dejar asentados sus pensamientos y baño para leer." .. . sus observaciones en un diario, costumbre que La lectura, entonces, lo acompaña desde la conservó siempre". niñez igual que el asma. Signos de identidad, Había en el joven Guevara el proyecto, la signos de diferencia. Signos en un sentido fuerte, porque ya se ha hecho notar que los senos aspiración, de ser un escritor. En la carta que frontales abultados que vienen del esfuerzo por le escribe a Ernesto Sábato después del triunfo de la revolución, donde le recuerda que en 1948 respirar, definen el rostro de Guevara como una leyó deslumbrado Uno yel Universo, le dice: "En marca que no puede disfrazarse. En sus fotos de revolucionario clandestino es fácil recono- . aquel tiempo yo pensaba qúe ser un escritor era el máximo título al que se podía aspirar". cerlo si uno le mira la frente. (. .. ) Podríamos pensar que esa voluntad de ser escritor, para decirlo con.Pasolini, esa actitud previa a la obra, ese modo de mirar el .mundo Desde luego, como Guevara lee, también para registrarlo por escrito, persiste, entreveescribe. O, mejor, porque lee, escribe. Sus con su experiencia de médico y con su rada, 1945. de lectura de notas son primeros escritos -y distante- politización, hasta el progresiva de manuscrito cuaderno un Ese año empieza Fidel Castro en mayo de 1955. con encuentro orden por lecturas sus ordena 165 hojas donde tan tardía como febrero de fecha una En alfabético. Se han encontrado siete cuadernos diario un balance de su crísu en hace 1955, serie otra Hay años. diez de largo escritos a lo y concluye diciendo económica, situación tica larga, entonces, que acompaña toda la vida "y en producestancado está general en que de Guevara y es la escritura. Escribe sobre sí escribo". nunca casi pues más, literaria ción mismo y sobre lo que lee, es decir, escribe un triunfa político el sentido, un en hecho, De diario. Un tipo de escritura muy definida, la

"La lectura como refugio es algo gue Guevara vive contradictoriamente. Cuando es capturado en Bolivia después de la odisea que conocemos, una odisea que supone la necesidad de moverse incesantemente y de huir del cerco, lo único que conserva (porque ha perdido todo, no tiene ni zapatos) es un portafolio de cuero, que tiene atado al cinturón, en su costado derecho, donde guarda su diario de campaña y sus libros".

que conserva (porque ha perdido todo, no tiene ni zapatos) es un portafolio de cuero, que tiene atado al cinturón, en su costado derecho, donde guarda su diario de campaña y sus l_ibros. Todos se desprenden de aquello que dificulta la marcha y la fuga, pero Guevara sigue todavía conservando los libros, que pesan y son lo contrario de la ligereza que exige la marcha. (. .. )

"LA LECTURA Y EL ASMA" En la historia de Guevara hay distintos ritmos, metamorfosis, cambios bruscos, transformaciones, pero hay también persistencia, continuidad. Una serie de larga duración recorre su vida a pesar de las mutaciones: la serie de la lec,tura. La continuidad está ahí, todo lo demás es desprendimiento y metamorfosis. Pero ese nudo, el de un hombre que lee, persiste desde el principio hasta el final. Esa serie de larga duración se remonta a la infancia y está ligada al otro dato de identidad del Che Guevara: el asma. La madre es quien le enseña a leer porque no puede ir a la escuela y ese aprendizaje privado se relaciona con la enfermedad. A partir de entonces se convierte en un lector voraz. "Estaba loco por la lectura",

escritura privada, el registro personal de la experiencia. Empieza con un diario de lecturas y sigue con el diario que fija la experiencia misma, que permite leer luego su propia vida como la de otro .y reestribirla. Si se detiene para leer, también se detiene para escribir, al final de la jornada, a la noche, cansado. Entre 1945 y 1967 escribe un diario: el diario de los viajes que hace el joven cuando recorre América, el diario de la campaña de Sierra . Maestra, el diario de la campaña del Congo y, por supuesto, el diario en Bolivia. Desde muy joven, encuentra un sistema de escritura que consiste en tomar notas para fijar la experiencia de inmediato y después escribir un relato a partir de las notas tomadas. La inmediatez de la experiencia y el momento de la elaboración. Guevara tiene clara la diferencia: "El personaje que escribió estas notas murió al pisar de nuevo tierra argentina, el que las ordena y las pule (yo), no soy yo", escribe en el inicio de Mi primer gran viaje. En ese sentido, el Diario en Bolivia es excepcional porque no hubo reescritura, como tampoco la hubo de las notas que tomó de su primer viaje por la Argentina, en 1950, y que su padre publicó en su libro Mi hijo el Che: "En mi casa de la calle Arenales hace poco tiempo descubrí por casualidad dentro de un cajón que contenía libros viejos, unas libretas escritas por Ernesto. El interés de estos escritos reside

donde fracasa el escritor y Guevara tiene clara esa tensión. "Surgió una gota del poeta frustrado que hay en mí", le escribe a León Felipe_luego del triunfo de la revolución. Por un lado, se define varias veces como poeta fracasado pero, por otro, se piensa como alguien que construye su vida como un artista: "Una voluntad que he pulido con la delectación de artista sostendrá unas piernas fláccidas y unos pulmones cansados", escribe en la carta de despedida a sus padres. Hay un antecedente de esta actitud en la notable carta a su madre del 15 de julio de 1956, en la que le señala su decisión unirse a la guerrilla. Ha estado preso con Castro y está decidido a. irse.en el . Granma. "Un profundo error tuyo es creer que de la moderación o el 'moderado egoísmo' es de donde salen los inventos mayores u obras . maestras de arte. Para toda obra gr.ande se necesita pasión y para la Revolución se necesita pasión y audacia." Y concluye: "Además es cierto que después de desfacer entuertos en Cuba me iré a otro lado cualquiera". La cita implícita del Quijote es anuncio de lo que viene; en todo caso, del sentido de lo que viene. 4C

*Este t~xto de Piglia pertenece al ensayo "Ernesto Guevara, rastros de lectura", incluido en su libro El último lector, Editorial Anagrama, 2005.

SABÍA USTED QUE: ... El Che usaba boina por que era pelado.


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"EI capitalismo en cultura ha ,

. da~o t!>do de sí y º!> queda , de el SIDO el anUDCIO ae UD cadáver maloliente ·en arte, · su decadencia de hoy". 1

ERNESTO CHE GUEVARA SABÍA USTED QUE: ... El Che le tenía miedo a las arañas.

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SEREMOS COMO ELCHE POR ALEN LAUZÁN

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ada mañfil1a, como pionero comunista, el jefe de escuela exclamaba: "¡Pioneros por el Comunismo!". Y toda la escuela gritaba, con la mano en la frente: "¡Seremos como el Che!". Era una especie de juramento. El director de mi secundaria básica se las daba de hijo de su madre, muy revolú el compañero. A mí me puso un acta en el expediente escolar por tener una moneda de los Estados Unidos en el cuello. Diversionismo ideológico. Por una moneda del 1800 sin águilas, ni banderas. Para mí solo era una moneda extraña, tenía en cara un indio y un búfalo en cruz. Pero un indio norteamericano, cagué. Un día no cundió el ánimo en el grito de "Seremos como el Che". El compañero director nos hizo gritar cinco veces el lambeado eslogan, cada vez más alto. Debía escucharse en Miami; decía. Nos hablaba del socialismo y de las energías que debíamos tener para enfrentar al enemigo. Semanas después varios amigos coordinamos ataques a su casa, leves atentados con huevos podridos y un par de piedras. ¡Dejamos la cagada! Recuerdo el nivel de adrenalina de esas noches. La misma que debió sentir el Che disparándole a los Batistianos. Impossible is nothing. La culpa es de querer ser como el Él. Años más tarde des.cubren al señor director del otro lado. Decían que era de los derechos hum.anos. Que era espía, contrarrevolucionario, gusano, un "hombre nuevo". Hoy me pregunto si nosotros ayudamos a su traición o fuimos víctimas de su oportunismo. Espero que mi hijo no tenga- que rezarle a nadie ni gritar por alguien cada mañana. Y aún busco entre mis amigos quién logró ser como el Che. •

"Hay que llevar la guerra hasta donde el e!1emigo la lleve: a su casa, a sus l~gare~ . de d1vers1ón, hacerla total. Hay gue 1mped1rle tener un minuto de tranquilidad, un minuto de sosiego fuera de los cuarteles, y aun dentro de los mismos; atacarlo dondequiera que se encuentre, hacerlo sentir una fiera acosada por cada lugar que transite". ERNESTO CHE GUEVARA 20

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SABÍA USTED QUE: ... El Che murió en Bolivia pidiendo agüita.


''YO DENUNCIÉ QUE LO MATARON AQUEMARROPA" El doctor Reginaldo Ustariz estuvo como reportero en Vallegrande cuando exhibieron el cadáver del Che. Ese día comprobó que los militares mentían y que Guevara no había muerto en combate. POR M:A.D.

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n i967 era Corresponsal de Guerra del diario cpchabambino Prensa Libre y a la vez, médico de una población interforana de Bolivia, Comarapa, próximo a Ñancahuazú y Vallegrande. A las 8 de la mañana del lunes 9 de octubre, recibí un llamado de un informante que tenía inserto en el servicio de radiocomunicaciones de Vallegrande que me dijo: -El abuelo llega hoy a Vallegrande. En nuestro código, el abuelo era el Che. Tomé mi motocicleta y partí. Llegué al pueblo alrededor de las cinco de la tarde, minutos antes que lo hiciera el cadáver de Guevara, amarrado al esquí de un helicóptero militar. El cadáver, ya desmontado, fue trasladado a la lavandería del hospital "Nuestro Señor de Malta''. donde comenzaron a tomarle las impresiones digitales y formalizarlo. Mientras hacían esto, quise palpar el cuerpo. Al hacerlo, sentí que me subía el estómago hasta la garganta: el cadáver no estaba totalmente frío, tampoco tenía rigidez cadavérica. Eso revelaba que su muerte se había suscitado hacía 4 ó 5 horas; es decir, entre las doce y la una de la tarde de ese día, y no el día anterior, como había dicho el coronel Zenteno Anaya, explicando que se debía a sus heridas de combate. El militar faltaba a la verdad. Esa noche alojé en el Hotel Teresita. No dormí en toda la noche. Recordaba

el cadáver tibio del Che. Además, alrededor del orificio de la bala en el corazón había pólvora. Mi diagnóstico era daro: había sido ejecutado a quemarropa, no existía siquiera la necesidad de ser médico para concluir eso. En mi habitación pensaba qué iba a ser al día siguiente. Mi respuesta siempre era "denuncia, no seas cobarde, Reginaldo". Pensaba en qué momento podía hacer la denuncia, y en lo que pasaría después. Con las primeras luces, fui la lavandería y desde ese momento no salí ni un minuto del hospital, pensando cuál

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Durante casi toda la mañana las puertas del hospital estuvieron abiertas para que el pueblo pudiera ver el cuerpo. Era un gentío. En medio de él, en un momento una mujer se abrió paso gritando "Yo también quiero ver a ese tal Che, ese invasor; aquél que mató a nuestros soldados". Pero cuando llegó frente al cadáver se quedó inmóvil, muda, como hipnotizada por la mirada del muerto. Tartamudeó "¡Qué hombre lindo!... Pobrecito... Parece Jesucristo.. .!''. y salió de la habitación. Un avión con periodistas venía desde La Paz. Eran cerca de 40 reporteros de

"EL CHE NO HA MUERTO EN COMBATE, HA SIDO EJECUTADO. AYER AQUEMARROPA", DIJE YAPUNTE EL ORIFICIO DEL DISPARO EN EL PECHO. LOS PERIODISTAS ME FOTOGRAFIARON. sería el momento indicado para hablar. El cadáver del Che, que tenía al frente ahi, me hizo recordar mis tiempos de estudiante, cuando tendidos en las "camas de piedra" de la morgue esperábamos los cuerpos de los pordioseros para servimos de conejillos de Indias en las prácticas de Anatomía. Pero el cadáver que presenciaba no era de una persona común. Su semblante, sereno, mostraba que había muerto en paz.

todo el mundo. Llegó a eso de las 11 y media de la mañana. Los militares condujeron a los periodistas a la lavandería. Decidí aprovechar eso para decir lo que sabía. Me coloqué entre el cadáver y la pared del fondo. Los militares trataron de sacarme, pero les disputé el sitio. Cuando llegaron los reporteros y camarógrafos se armó un bullicio infernal. Todos se disputaban los mejores

ángulos para captar imágenes del Che. Hasta que se escuchó una voz estruendosa que preguntaba "¿Cómo murió y cuál es la causa de muerte? ¿Alguien sabe?". Decidí que éste era el mejor momento para decir lo que había visto el día anterior. Dije: -El Che no ha muerto en combate el día domingo 8, ha sido ejecutado el día de ayer lunes a quemarropa -y apunté el orificio del disparo en el pecho. Los periodistas me fotografiaron. Salí de la lavandería gesticulando. Decía" el Che no ha muerto en combate, fue asesinado". .c

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SABiA USTED QUE: ... El Che perdió la virginidad arriba de una moto.

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GARY PRADO, GENERAL BOLIVIANO:

' Gary Prado estaba al mando de la compañía del ejército boliviano que atrapó al CHE GUEVARA en el pequeño poblado de La Higuera hace cuarenta años; Después de la lucha antiguerrillera recibió una balazo en la columna que lo dejó condenado a una silla de ruedas, lo que algunos atribuyen a la "maldición del Che". · Éste es su relato de la captura del guerrillero y las conversaciones que tuvieron en 1967.

se día recibí el aviso de un soldado: -Mi capitán, mi capitán, aquí hay dos, los hemos agarrado. Estábamos en lo alto de la quebrada Fui donde el soldado. Me encontré a Churo. El desgreñados, llenos de polvo, guerrilleros dos sus armas y cubiertos por mis aún sosteniendo les hombres, que apuntaban. El primero era, sin duda, extranjero y tenía una mirada impresionante, melena casi pelirroja y barba crecida. Llevaba una boina negra, uniforme de soldado sucio, una chamarra azul con capucha y una blusa sin botones. Sostenía en su mano derecha una carabina. El otro era bajo, moreno. Sostenía también su arma. Nada más verlos, ordené que soltaran las armas. Las dejaron caer. -¿Quién es usted? -pregunté al más alto, pese a que tenía casi el convencimiento de su identidad. -Soy Che Guevara -me respondió en voz baja. Aparenté no darle importancia y me dirigí al .otro: -¿Y usted? -Soy Willy -repuso. -¿Es usted boliviano? -Sí. -¿Cuál es su nombre verdadero? -Simón Cuba.

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capitán, ya cayó este desgraciado que era la El Che me dijo: Me aproximé a Guevara para observarlo. Tenía cabeza -me dijo Sánchez. -No se preocupe, capitán, esto ya se acabó. las protuberancias de la frente. Le pedí que me El Che le respondió: -Para usted sí, pero quedan por ahí todamostrara la mano izquierda y pude ver la cicatriz revolución no tiene cabeza, compañero. -La en el dorso. Ordené que les quitaran el equipo vía algunos buenos combatientes y no quiero entonces: Intervine correr riesgos -le respondí. y los registraran. El Che llevaba una mochila, que la revolución no tenga cabeza, ser -Puede -Es inútil... hemos fracasado... dos morrales y una pistola en la cintura. se acaban con usted. problemas nuestros pero Ordené a mi radio operador llamár a la base. -Me destrozaron el arma -dijo de pronto Gueun soldado sanquebrada la de salió rato Al Le dicté el siguiente mensaje para Vallegrande, -vara. Pude ver que su carabina tenía el cañón dos heridas tenía Choque; Valentín Era grando. donde estaba el comando de la 8va. división: perforado por un impacto. camisa una rasgó ·sánchez graves. eran no que "Tengo a Papá y Willy. Papá herido leve. Com-¿Cuándo fue eso? -pregunté. hacer para Che del mochila la en estaba que bate continúa. Capitán Prado". · -Aquí abajo, é:Uando su ametralladora comenvendas. unas Abajo en la quebrada la situación seguía zó a disparar. Además estoy herido. Supongo -¿Quiere que lo cure, capitán? -preguntó de incierta. Era la primera vez que obligábamos que no me irán a matar ahora. Valgo más para pronto Guevara . ustedes vivo que muerto. Nosotros siempre a los guerrilleros a sostener un combate, en -¿Es usted médico acaso? el que estaban en desventaja. El pelotón hemos curado a los prisioneros heridos. -No. Soy primero que nada revolucionario, del sargento Huanca había eliminado a dos -Ya lo vamos a curar. ¿Dónde es su heri~a? pero entiendo de medicina. Además, en la guerrilleros (Antonio y Arturo), pero tenía ·un -pregunté. Me mostró su pierna derecha. En Sierra . aprendí hasta a sacar las muelas. herido grave. la pantorrilla tenía una entrada de proyectil · Con el soldado sanitario lito Sánchez, des- ¿Atiendo al soldado? sin salida. Sangraba muy poco y no parecía -contesté. más no -No, deje cendí a la quebrada al puesto de Huanca. El haberle tocado el hueso. -Capitán 7preguntó el guerrillero prisioneherido Sabino Cossio respiraba con dificultad. -Sáquenlos más atrás, al puesto de comanSánchez, el sanitario, no tenía vendas con que ro-. ¿No le parece una crueldad tener a un . do -ordené. curarlo, ·nada. Lo dejé allí, tratando de hacer herido amarrado? -¿Puede usted caminar?- pregunté al Che. L.a pregunta me conmovió, y ordené que les · -Tengo que hacerlo -respondió apoyándose . algo, y retorné al puesto de comando. A los pocos minutos, H!!anca, por radio desataran las manos. · en Willy. -¿Podría tomar un poco de agua de mi me informó de la muerte de Cossio. Quedé Ordené que los dos fueran amarrados de cantimplora? pies y manos con sus propios cinturones y abrumado. Cuando lito Sánchez regresó de la Se me ocurrió que el Che podría querer envequebrada venía llorando. apoyados de espalda contra un árbol cerca del -¡Se me rnurió ·Cossio, mi capitán, no he nenarse, por lo que le alcancé mi cantimplora. Puesto de Comando. Dos :soldados se quedaron Bebió con avidez. Luego se la pasé a Willy. El podido hacer nada! Esto se va a acabar, mi apuntándoles con sus fusiles. S~ÍA USTED QUE: ...

El Che, tal vez, hubiera ido encantado al funeral de Angelini ...


Che entonces me pidió permiso para fumar, y le ofrecí mis cigarrillos. Pero los rechazó porque eran rubios, indicándome que prefería el tabaco fuerte. Uno de mis soldados, que tenía Astoria, le ofreció uno, que fumó con placer.

LA NOCHE Cuando caía la tarde el combate decayó. Decidí suspender las operaciones. La captura del Che tenía más valor que el resto de los guerrilleros. Dejé pequeñas fuerzas de bloqueo en la quebrada y retorné a La Higuerá. En las alturas que rodean· las quebradas, se habían concentrado varias decenas de campesinos que miraban et combate. Allí me encontré a mi comandante de batallón, el mayor Miguel Ayoroa y al teniente coronel Andrés Selich. Después de darles un rápido informe, continuamos hacia La Higuera, donde llegamos ya noche. Ocupamos la escuela, porque era el lugar más adecuado para depositar los prisioneros. El Che se encontraba en una habitación, en la otra Willy, con los cadáveres de Antonio y Arturo. Después de comer algo, fui a la escuela para ver a los prisioneros. Encontré al Che sentado, apoyado contra la pared, con los ojos cerrados, alumbrado por una vela. Tenía en la pantorrilla una venda en que aparecían unas gotas de sangre. Llevaba una cajetilla de cigarrillos Astoria. Se la ofrecí junto a una caja de fósforos. El Che agradeció el gesto y de inmediato deshizo dos cigarrillos y ~olocó el tabaco en la cazoleta de una pipa vieja y comenzó a fumar. Le empecé a hablar, quería conocerlo mejor. Esa misma noche, y los días siguientes, reconstruí el diálogo en mi diario de campaña para no olvidarlo. ~¿Cómo se siente? -Bien. El teniente me ha puesto una venda y aunque siento algo de· dolor, no se puede evitar, ¿no? -Lamento que no tengamos un médico, pero de todas maneras mañana a primera hora vendrá el helicóptero y será llevado a Vallegrande, don_de podrá sercitendido mejor. -Gracias, me imagino que deben estar ansiosos por verme allí. -Seguramente. ¿Hay algo más que pueda hacer por usted? Le mandará unas frazadas. -Sí, hay algo más capitán, aunque no sé cómo decirlo. -Dígalo, no tenga reparos. . -Se trata de esto. Tenía conmigo dos relojes, uno mío y otro de uno de mis compañeros, que me fueron quitados por los soldados cuando veníamos hacia aquí. Yo no había autorizado eso. Sabía quiénes eran los soldados que lo habían acompañado desde El Churo. Los llamé; efectivamente, tenían los dos Rolex Oyster Perpetua!. Después de retarlos, se los llevé al Che. -Acá tiene sus relojes. Guárdelos. Nadie se los quit_ará. -Me temo que son muy notorios para poder seguir teniéndolos. Preferiría que me los guarde usted, hasta cuando pueda recuperarlos, o para que los haga llegar a los míos cuando sea posible. ¿Me haría ese favor? Vacilé pero acepté. En Vallegrande, seguramente, se los quitarían de nuevo.

-¿Cuál es el suyo? -pregunté. El Che marcó con una piedra una X dentro del reloj. -¿Algo más? -No, nada más. Gracias, capitán. -Yo tengo algo que pedirle. Me interesa conocer de primera mano el porqué de esta acción suya tan disparatada, tan sin sentido ... -Desde su punto de vista, tal vez... Me senté en un pequeño banco y encendí un cigarrillo. -No, creo que desde todo punto de vista. Tengo la impresión de que se equivocó desde el principio al elegir Bolivia para su aventura. -La revolución no es una aventura. ¿Acaso no se inició en Bolivia la guérra de la independencia sudamericana? ¿No están ustedes orgullosos de haber sido los primeros?

compañeros de curso aquí, amigos de infancia, y todos están dispuestos a ayudarnos. Esos lazos son más fuertes que las ideas que usted puede traer de afuera. -Tienen que darse cuenta que estamos todos los latinoamericanos en una lucha que es continental, que costará mucha sangre. La guerra contra el imperialismo ya no puede ser detenida. Tiene sus vértices acá en Bolivia, en Colombia, en Venezuela y en Centroamérica y ustedes los militares tienen también que decidirse si están con su pueblo o al servicio del imperialismo. -¿Y no puede haber otra posición, nuestra, es decir, de cada país? Si no nos gusta el modelo cubano, no quiere decir con eso que estamos al servicio de los yanquis. -Pero fíjese en usted. Ha sido entrenado por

"Tienen gue darse cuenta que estamos todos los latinoamericanos en u~a lucha que es continental, que costara mucha sangre. La_guerra contra el imperialismo :y:a no puede ser detenida. Ustedes los mílitares tienen también que decidirse si están con su pueblo o ar servicio del imperialismo", me dijo el Che la noche antes de morir. _ -Sí, pero fuimos los últimos en lograrlo. Su actuación aquí va contra todas las normas de la guerra de guerrillas. -Tal vez fue un error elegir Bolivia; no sé, en última instancia la decisión no fue totalmente mía, otros compañeros también participaron. -¿Fidel, supongo? -Otros compañeros y otros niveles. Los más entusiastas eran los bolivianos. -¿Y después? ¿Le parece que así, a tiros, vamos a resolver los problemas? Yo tengo como resultado cuatro muertos y cuatro heridos. ¿Qué voy a decir a sus padres, cuando hable de ellos? ¿Por qué murieron? -Por la patria ... en cumplimiento del deber... -Eso es lírico, y usted lo sabe, por eso lo dice en ese tono. Déme una respuesta realista. _ -Su formación no le permitiría entenderla. -Está equivocado. No sé si ha entendido bien lo que ha sucedido en este país. ¿No sabe que los bolivianos ya tuvimos nuestra revolución en 1952? -Claro que sí, yo estuve en Bolivia poco después. -Pero no sabe, por ejemplo, que yo he sido formado en el Colegio Militar después de la revolución, con otra mentalidad. Nuestro ejército es parte del pueblo. -Pero lo oprime. -¿Le parecen oprimidos estos campesinos que con tanta indiferencia lo han visto hoy y que más bien tratan con cariño a mis soldados? Ahora mismo están cocinando para ellos. -Su ignorancia, el atraso en que los mantienen, no les permite entender lo que sucede en el continente ... Su liberación está en camino. -Mire, comandante, mi familia es de Vallegrande. Yo me crié acá. Me he encontrado con

los americanos, lleva armamento americano, equipo americano. ¿Qué más quiere? -¿Y sería diferente si llevara armamento y equipo ruso? Eso no marca diferencias. En ese momento un estafeta me llamó para indicarme que el mayor Ayoroa me necesitaba. Partí. En el puesto de comando con Ayoroa y Selich ojeamos el diario del Che, descifrando con dificultad la letra menuda del guerrillero. Analizamos las claves, las cartas y todo el material. Más tarde partimos los tres a la escuela. El Che estaba recostado, cubierto con una frazada. -¿Cómo se encuentra? -le preguntó Ayoroa. -Bien -contestó Guevara. -Mañana lo llevaremos a Vallegrande. El comandante de Ja división vendrá a primera hora. -Tiene que poner buena cara. Hay mucha gente ansiosa por fotografiarlo -comentó con sorna Selich y mientras se agachaba para coger la barba del prisionero preguntó:- ¿Qué tal si lo afeitamos primero? Guevara lo miró fijo. Con calma levantó la mano derecha y apartó la de Selich que retrocedió riendo mientras decía: -Se acabaron tus paradas, amiguito, ahora la música la tocamos nosotros, no olvides -y salió de la pieza. -¿Cuántos hombres quedan todavía en condiciones de combatir?- preguntó Ayaroa. -No sé -respondió el Che. -¿Dónde debían reunirse? ¿Cuál era el punto de reunión? -No teníamos, estábamos perdidos, había soldados por todas partes, no teníamos dónde ir. -¿Y por qué vinó hacia La Higuera, en pleno día?

-Ya nada importa ... Qué más da el porqué. ¿Han caído más de mis hombres? -Probablemente hay algunos en la quebrada que no hemos podido ubicar, mañana los buscaremos. ¿Por qué? -Para saber simplemente. Era gente buena, me preocupo por ellos. -Ya le avisaremos. Descanse ahora. Hasta mañana.

LA MUERTE Alas tres de la mañana me levanté y fui a la escuela. Los prisioneros estaban descansando. El Che abrió los ojos cuando entré a su sala. -¿No puede dormir, capitán? -No es fácil. Yusted, ¿tampoco duerme? -No, ya he olvidado lo que es dormir tranquilo. -Ahora no tiene que pensar en su seguridad, en el peligro de ser sorprendido por las tropas. -No sé qué será peor, la incertidumbre también ... ¿Qué cree que harán conmigo? Decían en radio que si me capturaban los de la 8va división me juzgarían en Santa Cruz, y que si eran los de la 4ta, en Camiri. -No sé, supongo que será en Santa Cruz. -Su comandante de división, Zenteno, ¿cómo es el? -Muy bueno, es un hombre correcto y caballeroso. -Usted es muy especial, capitán, me contaban sus oficiales algunas cosas ... No lo tome a mal, hemos tenido tien:ipo para hablar... Lo aprecian, se nota. -Gracias. ¿Puedo hacer algo más por usted, comandante? -Tal vez un poco de café, ayudaría mucho. -Veré de mandárselo. Procure descansar. Salí de la pieza. Ordené que les llevaran caté y pan a los prisioneros y me ful al puesto de comando. Dejé órdenes para que me despertaran a las seis y me acosté. Apenas clareó, alisté dos pelotones para continuar el rastrillaje de las quebradas en busca del resto de los guerrilleros. Antes de las 7, ordené que partieran. Me quedé esperando al Comandante de División, coronel Joaquín Zenteno Anaya y·al agente de la CIA, conocido por nosotros como Félix Ramos (Félix Rodríguez, en realidad), que llegaron en un helicóptero. Zenteno, después de oír el relato del combate, nos dijo que no había llegado ninguna instrucción sobre los prisioneros. Luego visitó al Che y nos fuimos al puesto de comando para revisar la documentación incautada, que Ramos fotografió. Más tarde partimos a El Churo. Registramos el área con las tropas y el comandante me avisó que él retornaba a La Higuera para establecer contacto con Vallegrande. En la quebrada capturamos otros tres guerrilleros y regresamos a La Higuera. Antes de llegar al pueblo salió a __nuestro encuentro Ayoroa, que nos dijo que minutos antes los prisioneros habían sido ejecutados · por orden superior. En la escuela, los cadáveres de los siete guerrilleros estaban siendo preparados para Í su transporte en helicóptero. El cadáver del Che quedó para el último vuelo.•

"Siavanzo, seguidme; . si •e deten o, em u· ad111e; s1 retroce o, ma a me . ERNESTO CHE GUEVARA ... si lo hubiera pasado a buscar el chofer de Miguel Enríquez.

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CH ESPIRITO

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CHERATI

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• SABÍA USTED QUE: .;. Britnety Speéll'l! no sabe quien chucha es el Che.


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