La Felicidad Sintética Emmanuel Lepoutre Hace un tiempo, Dan Gilbert, profesor de psicología positiva en Harvard University fue invitado para dar una charla sobre la felicidad en TED. TED, para quienes no lo conocen, es una organización sin fines de lucro que organiza conferencias donde se comparten “ideas dignas de difundir”, sobre temas diversos en tecnología, ciencias, artes, política, educación, cultura, negocios, administración, desarrollo y entretenimiento. El tema que Dan Gilbert escogió fue la felicidad sintética.
¿Qué es la felicidad sintética? Según Dan Gilbert, este tipo de felicidad resulta cuando no obtenemos aquello que queremos y nos adaptamos a lo que en realidad obtuvimos. Para entender esta noción es importante explicar cómo funciona nuestro cerebro. El cerebro de todo ser humano está formado por algunas secciones que determinan la forma en que reaccionamos a nuestro entorno. Una de estas secciones es la corteza prefrontal. Esta sección, en términos simples funciona como un simulador de experiencias. Imaginen el sabor que tendrá un helado de bacalao con cebolla. El hecho de que puedan imaginar el sabor sin tener que probarlo significa que su corteza prefrontal funciona bien. Dan Gilbert, explica que la corteza prefrontal en ocasiones acierta y en otras no. ¿Quién experimentará un nivel de felicidad más alto después de un año, una persona que ganó la lotería o una persona que quedó parapléjica por un accidente? Seguramente su corteza prefrontal sugiere que la persona que ganó la lotería será más feliz. Se equivocan. Varios estudios han medido los niveles de felicidad de ambos grupos y la realidad es que en promedio, la felicidad de ambos después de un año es exactamente igual. Ahora se preguntarán ¿por qué? En el caso de la persona que ganó la lotería, su felicidad experimenta niveles más altos durante un promedio de 3 semanas después del suceso. Pasadas estas tres semanas la vida se normaliza y los niveles vuelven a bajar. Este fenómeno se llama habituación. En otras palabras la felicidad por haber obtenido una mejor situación económica fue efímera. En el caso de la persona que quedó parapléjica sucede algo diferente. El shock causado por perder la movilidad del cuerpo hace que los niveles de felicidad bajen en un inicio. Con el tiempo, este grupo de personas normalmente y en promedio busca superar sus limitaciones. El sentido de progreso resultante y la búsqueda de sentido en su propia vida hacen que sus niveles de felicidad se normalicen. Este fenómeno por el contrario es resultado de algo conocido como
el sistema inmune psicológico. El sistema inmune psicológico fabrica felicidad sintética. Este sistema permite experimentar felicidad a pesar de vivir contrariedades, enfrentar problemas o simplemente no obtener aquello que queremos. Piensen en alguna instancia de sus vidas donde querían con todo su ser adquirir u obtener algo (una casa, un trabajo, un automóvil) y finalmente no pudieron conseguirlo. Seguramente, al inicio, sus niveles de felicidad se vieron negativamente afectados. A pesar de ello, después de un tiempo, con certeza, se dijeron así mismos algo equivalente a: “a la final no obtener esa casa, trabajo, automóvil no fue tan malo. Así estoy más feliz.” Esa acción o voz interna es producto del trabajo de su sistema inmune psicológico. Esté artículo no tiene la intención de desacreditar la felicidad instantánea que resulta por obtener aquello que añoramos. En realidad la felicidad instantánea es parte de nuestras vidas diarias, sin embargo, el artículo tiene la intención de permitirles apreciar la existencia de un tipo de felicidad diferente y así atesorarla. Entender que la felicidad sintética existe es importante ya que nos da la seguridad de que después de todo; de todos los problemas, contrariedades, dificultades, tormentas, malas rachas, todo, absolutamente todo, estará bien. Basado en los aprendizajes de los estudios de Dan Gilbert. Por: Emmanuel Lepoutre www.theedge.mx