Tinta Roja número2

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noviembre -diciembre 2011 - año 1 - nr.2 1

tinta roja revista de tango Entrevistas - Historia - Reseñas - Libros - Discos

$15.-

Entrevista Julián Peralta y Astillero

Análisis Las letras de tango de hoy

Entrevista Alejandro Guyot

Homenaje Ana Postigo

Buenos Aires El Abasto


Tinta Roja Tango publicación bimestral ISSN: 1853-7952

Foto de tapa: Alejandro Diez Astillero en concierto

publicación online: www.tintaroja-tango.com.ar info@tintaroja-tango.com.ar Ricardo Steiner Editor responsable Jefe de Redacción Vanina Steiner Editora Autores: Guillermo Anad María Susana Azzi Sebastián Linardi Julián Barsky Carlos Zito Celeste Blanco Stine Engen Soledad Venegas Walter Alegre Vanina Steiner

Fotografía: Alejandro Diez Yanina Fernández Magdalena Ladrón de Guevara Stine Engen Carlos Zito Ricardo Llanes

Diseño gráfico: Vanina Steiner Ilustración: Perez Moretto Corrección: Celeste Blanco info@tintaroja-tango.com.ar

Publicidad y ventas: Antonio Diez info@contemporanea-web.com.ar Impreso en Brapack Compañía Gráfica Saraza 1354 - CABA Tinta Roja es una publicación de Contemporánea Grupo Editor Av. Corrientes 4125 - 1E 1195 CABA Argentina www.contemporanea-web.com.ar info@contemporanea-web.com.ar

© 2011 Contemporánea Grupo Editor Registro de la propiedad intelectual en trámite. Prohibida su reproducción total o parcial por cualquier medio impreso o digital, sin previa autorización de la redacción.


Editorial

Sumario

Unos pocos días antes del cierre de redacción de este número, llega la triste noticia; la querida Ana Postigo se fue, tan pronto, tan inesperadamente, dejando en toda esa gran familia que formó en “Cocha” una gran tristeza. Dos semanas antes habíamos entrevistado a Ana, y su partida, sin que ella pudiera llegar a ver este número, nos sorprende y nos deja la única posibilidad de rendirle un homenaje. Agradecemos especialmente a María Valeria Chinnici, quien preparó y diseñó las páginas preceden a la entrevista, junto a Nicolás “Boinita” Fernández Larrosa y Pablo Fraguela. Del álbum de recuerdos de la familia de Cochabamba, las imágenes de María Valeria y de Leticia Fraguela, nos muestran su mundo, nos reviven su amor. Todos los postigos te recuerdan, Ana: “¡Cómo bailamos, corazón!”

Editorial 3 _______________________________________ Entrevista: Julián Peralta

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Vanina Steiner

_______________________________________ Buenos Aires: El Abasto

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Julián Barsky

_______________________________________ Entrevista: Alejandro Guyot

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Celeste Blanco y Vanina Steiner

_______________________________________ Las letras de Tango de hoy

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Sebastián Linardi

_______________________________________ Las letras de tango de hoy son una producción tan prolífica como desconocida por muchos. Es muy poco difundida en los medios, donde como oyentes extrañamos la posibilidad de conocer más música de la joven producción actual. Radios como “fractura expuesta” aportan sin duda de manera importante, pero sería muy bienvenida la apertura y difusión de esta producción en otras radios, sean de tango o no, y en la televisión. El trabajo que se hace hoy en el ámbito de la letrística atraviesa un momento muy creativo, en estas páginas Sebastián Linardi nos acerca un análisis. Entrevistamos a Julián Peralta y a Alejandro Guyot, dos exponentes del tango actual que ya son referentes para los más jóvenes. La generación de los ‘90 tiene toda una camada de seguidores. ¿Cómo fue retomar el tango? Este debate y otros temas se abordan en el segundo número de Tinta Roja. Hasta el próximo número, y buena lectura!

Homenaje a Ana Postigo

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María Valeria Chinnici y Nicolás Fernández Larrosa

_______________________________________ Entrevista: Ana Postigo

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Stine Engen

_______________________________________ La contribución de la inmigración italiana al tango, parte 2

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María Susana Azzi

_______________________________________ Lunfardo, letra y lingüística

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Guillermo Anad

_______________________________________ II Jornada de Tango y género

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Soledad Venegas

Vanina Steiner

_______________________________________ Libros: El Tango es puro cuento

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Walter Alegre

_______________________________________ Discos

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Sin descanso en San Cristóbal Entrevista a Julián Peralta Por Vanina Steiner

Julián Peralta, pianista y director de Astillero es uno de los autores más prolíficos del momento. Como compositor y como docente, en constante actividad, sin descanso en San Cristóbal...

Domingo a la tarde, el mate listo, Julián nos recibe en su casa. La presencia central de la habitación es el piano, y todo allí tiene una atmósfera musical. Viendo publicaciones y estudios sobre el tango, la charla se larga... Julián Peralta: Viste que hay un discurso que relaciona invariablemente a las nuevas formaciones de tango con el rock. Yo no lo comparto. Primero, que el tango es previo al rock y la energía de la gente joven tocando, que la tenía el tango en los años ‘20 y en los comienzos en 1890 también, es la misma. Lo que pasa es que “el imperio” nos avasalló en todo sentido e instaló la idea de que “joven” es “rock”. Pero la verdad es que lo joven, es joven. ¿Tenemos influencias de cosas del rock? Sí, pero no en mayor cantidad que la que tenemos del folklore, o de la música clásica, del jazz, o de la murga uruguaya o la porteña. Entonces decir que lo joven es rock es una simplificación.

Yo escucho más a Vinicius o a Zitarrosa o a Silvio Rodríguez, que rock. Y cuando escucho rock lo escucho a Charly (García), entonces tampoco es que esté tan impregnado de lo que se produjo en el rock de los últimos años. Uno es permeable a todas las actividades de la vida, la política, la sociedad en un sentido más genérico, ver “Matrix”, “Los Simpson”, o un video de Silvina Luna, en fin… si la gente que se dedica al tango tiene tanto de rock, estaríamos haciendo rock, ¿no? Pero el tango es el tango. Con Astillero tocamos temas que tienen otra conexión, por ejemplo con la vidala. Si nos escucha un folklorista diría “¡Ridículos, esto no es una vidala!”. Pero lo que quiero decir es que tiene elementos del folklore. Sin embargo decir que es una vidala también sería una simplificación. También hay una conexión con la murga porteña (en “Catinga”) o con la murga uruguaya (en “Charrúa”) y todos atravesados obviamente por el tango, por la armonía del tango, la instrumentación del tango, por la orquestación de tango, por el ritmo tanguero… y sin embargo no andan diciendo “qué murguero que sos” o “qué folklorista que sos”. Risas...

Foto: Yanina Fernández

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entrevista

Concierto de Astillero en el Teatro Orlando Goñi - Foto: Alejandro Diez

El rock nos permitió la rebeldía… El rock rompió con la transversalidad generacional, o sea la música de los hijos no era necesariamente la que escuchan los padres. Y eso expresa el sentido de la rebeldía. Es una música que se quiere separar de la música de los viejos. Pero insisto, me parece una simplificación cuando dentro del tango hay tantos ejemplos de gente que fue rebelde y tenía esa misma energía joven. Como dice Ferrer, “la construcción del tango no la hacen los mansos, sino los revoltosos” es así, siempre la creación de algo nuevo la hace gente que es un poco rebelde pero por obligación, sino entonces habría que decir que Beethoven es rockero… 200 años antes que naciera el rock. Astillero tiene una propuesta que se destaca dentro del tango porque tienen un “concepto integral” que incluye una fuerte poética visual, los conciertos te dan “una sensación” que llega por varios lados. Que no es tan común en el tango… Es que somos fruto de esta época. En definitiva el contexto

material a uno lo condiciona y lo hace ser lo que le corresponde. Generacionalmente estamos acostumbrados a este tipo de lenguaje. Ocurre también desde lo musical, hay otra energía dando vueltas en el ambiente, no podríamos sonar como sonaban las orquestas del ‘20 o del ‘40. Es una música mucho más mecánica por decirlo de alguna manera. Entonces todo tiene una unidad y son muchos los aspectos desde donde se labura una propuesta. En una entrevista que hicieron para la BBC, Mariano decía “somos audiencia además de músicos, es sentir al público y sentirse público mientras tocas” Eso empieza ya en los ensayos. Cuando alguno de nosotros lleva algo que escribió y se lo muestra a los otros ya vemos si nos engancha y es como al primer público al que se expone lo que escribiste. Si durante el ensayo no nos conecta, ni lo seguís. Después, la música se completa con la gente. Como es un elemento de comunicación, si no comunica no anda. Por eso estamos siempre atentos a que este círculo de comunicación se complete, sino no nos sirve.

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Fotos: Yanina Fernández

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De izquierda a derecha: Luciano Falcón, Mariano Gonzalez Calo, Martijn van der Linden, Federico Maiochi, Miguel Suarez y Adolfo Trepiana

Es una manera de ver el arte, porque también podés hacer algo y si al público le gusta o no, bueno, vos mandas lo tuyo y ya está. Pero esto no es algo que hayamos inventado nosotros, eso lo aprendimos de los maestros del 40. Pugliese es un buen ejemplo de eso, a él le preocupaba su público tanto como su arte. Eso es hacer música popular, cerrar el círculo de la comunicación. ¿Todos componen? Si, todos los integrantes de Astillero componemos. Los temas se laburan entre todos en el ensayo. Astillero es fruto del trabajo colectivo.

¿en qué año estamos?”. Por eso puede sonar a nuevo por un lado, pero por el otro está muy ligado también a la herencia musical del tango más fundamental y de todo lo otro que nos atraviesa. Esto también pasó en las distintas épocas del tango. Hay un momento en la que se incorpora el vals, que no era una música folklórica del Río de la Plata sino una música que se puso de moda dentro de un contexto determinado en el exterior y luego se incorporó acá. Por el contrario ahora tenemos una influencia más importante que hace veinte años de la murga porteña porque hubo una recuperación histórica de este género argentino.

¿Qué referentes musicales tienen? Voy a hablar por mí. Dentro del tango Pugliese, Piazzolla, Troilo, Di Sarli, Salgán, D’Arienzo, Gobbi, Gardel... Es enorme la herencia musical…Dentro del folklore escucho mucho a Zitarrosa, a Alfredo Abalos, a Atahualpa, dentro de la música clásica Schubert, Beethoven. Dentro del Rock: Charly, Spinetta, King Crimson. Robamos de todos lados…! Risas... En algunos aspectos te conectás más con los compositores de música clásica, sobre todo si hacés música instrumental. En otro, querés laburar con elementos que tienen una conexión más básica con la tierra como puede tener el folklore. Y en algún otro punto te conectás más con una raíz más tanguera, te sale un poco todo cuando estás escribiendo y cuando estás tocando. A veces estás escuchando un tema nuestro y por ahí no lo sentís tan arraigado en el tango tradicional, pero de pronto te viene un marcatto que te hace pensar “pero pará,

Ustedes tocan mucho en el exterior, ¿cómo es la experiencia con el público de culturas tan diversas? Sí es cierto, hicimos y hacemos muchas giras, tres o cuatro veces por año salimos de gira por el exterior. Astillero toca en lugares muy diversos, a veces “raros”. Por ejemplo cuando tocamos en festivales de música clásica, y vos ves que están todos vestidos “de largo” y la acomodadora tiene una ropa que es más cara que la que usás vos… en un teatro que tiene 500 años, y todo suena muy cuidado…hasta que empezamos a tocar. De entrada la gente parece que sólo se pone un poco nerviosa y al final terminan zapateando el piso. Nos pasó lo mismo en los cuatro o cinco lugares similares y nos fue muy bien. De entrada, la gente se pregunta pero ¿qué estamos escuchando? Las cuerdas afinan, sí; hay un piano, sí; pero esto no es música clásica… Lo mismo pasa cuando tocamos en festivales de jazz. Pero al final todos se enganchan. Después nos pasan cosas extrañas, como firmar autógrafos en las calles de Corea…eso


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Foto: Alejandro Diez

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Puesta teatral de “Romeo y Julieta” con música de Astillero - Foto: Alejandro Diez

sí que es muy raro! Risas… En Europa Central la gente aplaude unos cinco segundos después que termina el tema por una cuestión de respeto. Eso me pone muy nervioso porque uno está acostumbrado a una reacción mucho más latina donde la gente aplaude antes que termine el tema, grita y todo. Este público espera a que termine de vibrar el último armónico en la sala y después aplauden… esperan porque es parte de su visión del arte… Y vos pensás “¿Qué pasó? Acá normalmente viene un aplauso” Como que viene con un delay… Risas… Otra cosa interesante es que pasás de tocar en un escenario abierto con muchísima gente, como fue en el Festival de Jazz de Montreal, a tocar en espacios muy chiquitos donde la gente lo organiza desde otro lugar. Qué experiencia tan intensa y diversa con públicos de culturas tan distintas... Sí, y por otro lado no tenemos mucho tiempo de conocer a la gente, porque viajamos mucho y entonces te llevás solo “el olor” de cada lugar, no te queda tiempo de conocerlo en profundidad, de conectar realmente con los lugares y con la gente. ¿Cómo fue hacer la música para una puesta teatral como “Romeo y Julieta”? Hace una año y medio hicimos en Londres la música para esta puesta de “Romeo y Julieta”. Esa fue una de esas experiencias en las que te sentís raro. Ahí pensás “Nos van a echar a patadas de acá, va a venir la Reina y nos va a acusar de insurrectos. Nos va a decir ¿Cómo van a hacer Shakespeare con tango? Ridículos” Risas… Pero fue una experiencia muy

buena, un laburo diferente en cuanto al trabajo en equipo con los actores, con la dinámica del texto, cada parte está pensada en función de la escena. Y la verdad que fue muy exitoso, siempre a sala llena. La gente se enganchó mucho. Además algo interesante de esta experiencia es justamente Argentina e Inglaterra con sus conflictos políticos, que un grupo argentino pueda hacer un trabajo así, es bastante especial no? Sí, fue una experiencia muy buena, desde muchos lugares. Fue muy bueno todo el laburo del teatro, de los actores que son muy grosos. Yo viajé un mes antes para laburar con ellos, porque todo se ajustaba con el laburo de las escenas, fue como trabajar para una película. Después viajó el resto de la orquesta (de Astillero). Fueron dos meses y medio a full. Lo que sí es que nosotros estamos acostumbrados a otra dinámica en nuestros conciertos en los que hacemos chistes, guiños en los que algo se cambia sobre la marcha. Pero cuando laburás en una obra de teatro, estás coordinado con el laburo de mucha otra gente, entonces todo se hace ajustadamente, sin variaciones. Esto después de unos días resulta rutinario, pero fue una experiencia excelente. Y estamos acostumbrados a divertirnos en los conciertos, pero si estás haciendo “Romeo y Julieta” no da para sanatear...” Risas... En relación con cuestiones políticas, te puedo contar lo que una vez nos pasó en Alemania al proyectar imágenes de “El gran dictador” de Chaplin (mientras hacen “Capataz”). Como había una imagen fuerte que podía parecer una acusación a su historia decidimos explicar lo que nosotros sentimos frente a esa imagen del dictador. Explicamos que la canción habla de toda la represión que uno lleva por causas

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Puesta teatral de “Romeo y Julieta” con música de Astillero

Foto: Alejandro Diez

externas pero también por causas propias de uno, cuando uno mismo a veces se reprime y se dice “esto no podés hacerlo”. La primera vez lo hicimos en Hamburgo y nos tradujo un amigo alemán. Acto seguido tocamos, y la gente se recopó porque era muy permeable a entender esto. En cambio, al día siguiente hicimos un concierto en un teatro clásico de Lüneburg. Esta vez la traducción fue en inglés porque no había quien tradujera del castellano al alemán. La reacción de la gente fue totalmente diferente. Se pusieron muy serios porque era la imagen de Hitler pateando una pelota que es el Mundo, jugando con él. Para ellos era una referencia a su propia historia cuando uno acá conecta directamente con la represión que nosotros tuvimos. Hubo un silencio y una seriedad… ¡Los aplausos vinieron recién diez segundos después...! ¡El tema que siguió lo tocamos a una velocidad impresionante! ¡Nos queríamos ir de ahí! Risas... Pero bueno, la gente después se enganchó, simplemente que el video les resultó muy fuerte y tardaron en entender y en reaccionar.

¿En qué lugar se sintieron un poco más en casa? La cultura que quizás está más cerca nuestro es la de los países del este europeo. Yo creo que es por el tipo de humor que hay, la emotividad, la consciencia de que lo que nos pasa no es para nada liviano. Hay una gran conexión entre nuestra cultura y la de esos países. En el este europeo hicimos muchos conciertos, la gente se engancha mucho. Estuvimos en Hungría, Rumania, Bulgaria, Serbia, Polonia, Eslovenia.

En Alemania hasta las generaciones más jóvenes siguen teniendo un conflicto de conciencia importante con la historia y con la guerra mundial. Es un tema muy sensible... Claro, pero nosotros de ninguna manera queríamos “señalar”. Luego entendieron que el tema tiene que ver con nuestra propia historia. Igual, por las dudas en Alemania no lo proyectamos más! Risas...

Para el Festival de Tango armaste una Orquesta Típica con cantores, que ahora están grabando disco. ¿Cómo fue convocar a toda esa gente? ¿Escribir para todos ellos? El proyecto es una mirada que recorre solo una porción de las muchas y buenas canciones que dio el tango de la última década. Estas obras fueron realizadas en el formato de orquesta e interpretadas por algunos de los cantores referentes

Sin descanso en Bratislava… Sin descanso en Bratislava justamente nació en una de esas esperas de aeropuerto. Bratislava es el aeropuerto de Eslovaquia. Es un aeropuerto chico y es un lugar rarísimo. Te parece que ahí podrían pasar las historias más extrañas… Todos ustedes además son docentes... Si, cada uno de nosotros tiene una actividad docente bastante intensa. Es una manera de devolverle a la sociedad lo que tuvimos el privilegio de aprender.


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Foto: Yanina Fernández

Festival de Tango de Buenos AIres, agosto de 2011

de la nueva canción. La idea surgió en algunas de las reuniones de producción del Festival de Tango. Haciendo un análisis de lo que se iba a presentar en cuanto a nuevos referentes del género me pareció que era un excelente momento para exponer en formato de orquesta típica parte del trabajo que se viene haciendo con la nueva canción. De ahí en adelante, como siempre en los trabajos con músicos, fue muy complejo llevar adelante la coordinación de todas las personas, máxime en este caso en el que hay involucrados doce músicos, once cantores, más de quince compositores y autores y un recitador. Toda la gente que participó y participa del proyecto es gente con una altísima calidad artística y humana, lo que hizo que fuera muy divertido e interesante además de embrollado. Lo realmente difícil era hacer justicia con tanto y tan buen repertorio disponible de nuevos autores que, como era de suponer, no podían entrar en un concierto o en un disco. Ahí opté por elegir las canciones que más conectaban conmigo por distintas razones estéticas, con la secreta esperanza que este tipo de proyectos se replique con otros directores que presenten sus propias miradas sobre otros autores. ¿Quiénes forman la orquesta? En violines: Martijn van der Linden, Alejandro Schaikis, Alicia Alonso y Catriel Galván. En viola, Felix Peroni. En vio-

locello Luciano Falcón. En Bandoneones: Mariano González Calo, Adolfo Trepiana, Daniel Ruggiero e Ignacio Santos. En Contrabajo Federico Maiocchi. Los cantores son “Black” Rodriguez Mendez, Luciano Tobaldi, Alejandro Guyot, Miguel Suarez, Juan Subirá, Hernán “Cucuza” Castiello, Victoria Di Raimondo, Juan Villarreal y Omar Mollo

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Astillero Piano: Julián Peralta Bandoneones: Mariano Gonzalez Calo y Adolfo Trepiana Violín: Martijn van der Linden Cello: Luciano Falcón Contrabajo: Federico Maiochi Voz: Miguel Suárez Producción audiovisual: Alejandro Diez Contacto: info@astillerotango.com.ar 4932 9882 http://www.astillerotango.com


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Foto: Magdalena Ladrón de Guevara

El Barrio del Abasto Por Julián Barsky

El barrio del Abasto tiene una historia y un presente. Centrado alrededor del mercado, supo ser cuna de grandes músicos y actores que aún perviven en la memoria. Hoy, gracias a sus museos, teatros y lugares de tango, es un polo de atracción irresistible para el turismo. El origen Hasta mediados del siglo XIX –tradición heredada de los tiempos coloniales-, las plazas del mercado y las recovas de Buenos Aires fueron asiento de las actividades mercantiles de todo tipo. En la misma dirección, existieron los llamados “huecos”, extensiones al aire libre que luego se convirtieron en las principales plazas de la actualidad. Los “huecos” más importantes fueron los de Miserere, Consti-

tución y Lorea. Hasta este último llegaban las carretas provenientes del norte y oeste de la provincia de Buenos Aires, y con el tiempo sería el lugar para el emplazamiento de los mercados Lorea y Modelo. Los modelos europeos de mercados -cubiertos, higiénicos, sólidos y prácticos-, inspiraron la modernización de estas actividades. En 1884, Torcuato de Alvear –padre de Marcelo, futuro presidente de la República- se hizo cargo del gobierno de la ciudad. A poco de asumir, encargó un estudio que reveló que la mayoría de los mercados tenían inadecuadas condiciones de funcionamiento. Cuatro años más tarde, y aprovechando el avance de la construcción de la Avenida de Mayo, se resolvió eliminar uno de ellos, el mercado Modelo. Los quinteros desplazados empezaron a buscar un nuevo sitio. Para ello –y conducidos por Miguel Caymurano-, constituyeron una sociedad llamada Mercado de Abasto Proveedor S.A. que compraría el “hueco” de Devoto, ubicado entre las calles Corrientes, Laprida, Lavalle y Anchorena, muy cerca de la estación de tren.


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Todo nuevo: el mercado, los ricos y el barrio El Mercado del Abasto se inauguró oficialmente el 1 de abril de 1893. Allí pasaron a venderse las provisiones para el consumo de buena parte de la ciudad, lo que trajo entre los puesteros una fuerte expansión de sus negocios y, por ende, un veloz enriquecimiento. Ejemplo de ello fueron los hermanos Marchese, humildes changarines de origen calabrés que tuvieron su golpe de suerte cuando comenzaron a abastecer a una repartición oficial. A partir de allí, sus ganancias se multiplicaron y dejaron de trabajar, poniendo empleados en su lugar. Comenzaron entonces a pasearse por el barrio, haciendo ostentación de su riqueza: trajes de alta costura, finos cigarros, y escandalosos anillos. El mayor de los hermanos, Cosme, se ufanaba de un reloj de oro macizo, de cuya cadena pendía una medalla que representaba el escudo de Italia hecho en base a esmeraldas, brillantes y otras piedras preciosas. El barrio se organizó entonces alrededor del mercado, instalándose comercios, hoteles, salas de espectáculo y comités. Luis Sanguinetti, por ejemplo, tenía una fonda frente a la plaza Lorea. Cuando se creó el mercado, se trasladó a la calle Anchorena. Allí instaló una cancha de bochas, bautizando a su local con el nombre de “Chanta Cuatro”, precisamente en alusión al juego. La fuerte demanda de los arrieros -los cuales tenían muchas horas libres entre viaje y viaje- fue el combustible para la multiplicación de las fondas. En ellas, mientras esperaban y descansaban, los hombres del interior apuraban bebidas alcohólicas al son de sus canciones típicas.

Un tal Carlos En aquel profuso mundo de sabores, personajes y culturas, se crió Carlos Gardel, apenas un muchacho. A pesar que más adelante Carlos adquiriría el nombre del “Morocho del

Fachada de una casa en el barrio del Abasto Foto: Stine Engen

Abasto”, por entonces vivía en el centro de la ciudad, a unas veinte cuadras del mercado. Su concurrencia escolar lo fue ligando poco a poco al barrio. El Colegio San Carlos -donde concurrió con diez y once años- quedaba a unas doce cuadras del Abasto; el de San Estanislao, donde cursó sexto grado, estaba a menos de cinco. Ese año le conoció quien sería su amigo, el luego periodista Edmundo Guibourg. “Yo nací en el barrio de Balvanera, en una casa que había en la calle Loyola –recordaría- (…). A los cinco años nos mudamos al Abasto, una zona extensa con olor a malvones y jazmines, a interminables calles de tierra en las que crecí y me hice hombre. A los nueve años conocí a un muchachito gordito y muy travieso que concurría a una escuela primaria que estaba situada en la esquina de Tucumán y Centenario (hoy Pueyrredón). Nos hicimos compañeros de correrías y con el transcurrir del tiempo ese mocito, al que ya le gustaba acercarse a quien cantase o tocase la guitarra, se convirtió en Carlos Gardel”. Carlos comenzó a dar sus primeros pasos artísticos. Para la ocasión, José “el Tanito” Oriente, Domingo Vito “Daguita” y César Labrandi “Granolina” le llevaron al O’Rondeman para que le oiga su dueño, “Giggio” Traverso. El hombre se encariñó con Carlos, por lo que éste comenzó a cantar allí en forma asidua. A cambio de sus actuaciones, se le recompensaba con comida.

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1 En esta dirección, será la empresa metalúrgica La Europea, de Pedro Vasena – otro inmigrante italiano- la encargada de la mayoría de las reformas del rubro. 2 “Chanta cuatro” significa que al desplazar a las otras bochas se dejan las cuatro propias más cercanas al bochín, anotándose así cuatro puntos, el máximo posible en una vuelta. 3 Colonessi poseía diversos locales: el prostíbulo La Camelia, una santería, y un depósito de papas en calle Ecuador entre Lavalle y Corrientes, lugar donde precisamente emplazaría el teatro. 4 El Teatro Soleil será también el principal exhibidor de películas del barrio durante décadas. Incluso Berta, madre de Carlos Gardel, seguiría yendo al mismo para ver las películas de su hijo hacia fines de la década del `30. 5 Por ejemplo, el italiano Quirino Cristiani –pionero del cine de dibujos animados no sólo en Argentina sino en el mundo- supo disfrazarse de cocoliche en sus tiempos mozos, y desfilar por las barriadas. Así conoció a Celina Cordara (hija de una vasca y un italiano), quien luego sería su esposa, y con la que se mudaría a Gascón y Cangallo –hoy Perón-, en las cercanías del Abasto. 6 Barcia, J. et al. (1991), pp. 108-109.


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El Abasto hoy Poco queda de aquel barrio de italianos y criollos. Por empezar, el Mercado del Abasto cerró sus puertas hace décadas, para dar paso a un elegante shopping. El O´Rondeman sufrió una suerte parecida, pasando a ser una playa de estacionamiento. Sin embargo, otros espacios característicos del barrio aún se conservan y son dignos de visitarse. La casa de Carlos Gardel, sin ir más lejos, ubicada en Jean Jaures al 700. Si bien la arquitectura conserva poco de lo que fuera el domicilio del famoso cantor durante la década del 30, aún pueden verse en su interior fotografías, objetos y parte del mobiliario original. Asimismo, la casa –ahora convertida en museocuenta con visitas guiadas, exposiciones permanentes y espectáculos musicales en un amplio horario. Cerca del antiguo mercado, el “Chanta Cuatro”, en la esquina de Anchorena y el pasaje Carlos Gardel, goza de buena salud. Allí el visitante puede gozar de alimentos típicos, además de espectáculos de tango, por supuesto. Precisamente el pasaje Carlos Gardel, otrora sitio de terrenos baldíos y casas deshabitadas, se ha transformado en una peatonal. La corona un busto de Carlos Gardel, espacio donde en verano suelen presentarse diversos números artísticos.

La Orquesta Típica Fernández Fierro en concierto en el CAFF Fotos: Magdalena Ladrón de Guevara

Un poco más alejado, en Boulougne Sur Mer 549 casi Corrientes, se conserva el elegante teatro I.F.T. Creado en 1932, presenta una cartelera orientada básicamente hacia la temática judía, aunque incluye también una programación de otras características. Por sus tablas han pasado talentos de la talla de Fessler y Discépolo, entre muchos otros. En Sánchez de Bustamante 764 funciona el CAFF, el club que fundó la Orquesta Típica Fernández Fierro en 2004 y en el que se realizan regularmente conciertos de tango

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El edificio del antiguo mercado de Abasto, funciona hoy como centro de compras Foto: Magdalena Ladrón de Guevara


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El Abasto es una zona de la Ciudad de Buenos Aires dentro del barrio de Balvanera y parte de Almagro, identificada popularmente con este nombre ya que en su centro se encuentra el antiguo Mercado de Abasto de Buenos Aires, actualmente un centro comercial. El centro comercial del Abasto es el centro de este barrio no declarado como tal. El barrio es reconocido como uno de los barrios más tangueros de la ciudad. El Mercado del Abasto, centro del barrio, funcionó hasta 1984, año en que fue cerrado. Su cierre obligó a una renovación de la mayoría de los locales cercanos. El mercado fue reabierto en 1998, como un centro comercial.

Oferta Cultural, lugares para visitar: 1. Edificio del Antiguo Mercado de Abasto (actual Shopping), Av. Corrientes al 3200. 2. Bar El Progreso, Anchorena 529. 3. Pasaje Carlos Gardel, Abasto. 4. Viejo Bar Chanta Cuatro, Esquina Carlos Gardel y Anchoreana. 5. Vivienda de Luca Prodan, Gallo 492. 6. Pasaje Zelaya, Abasto. 7. El Paseo del fileteado. Jean Jaures al 700. 8. Museo Casa Carlos Gardel. Jean Jaures 735. 9. Casa natal de Aníbal Troilo. Cabrera entre Anchorena y Agüero. Sitio de interés www.revistaelabasto.com.ar

Foto: Stine Engen

El Abasto

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Agronomía Almagro Balvanera Barracas Belgrano Boedo Caballito Constitución Coghlan Chacarita Colegiales Flores Floresta La Boca La Paternal Liniers Mataderos Montserrat Monte Castro Nueva Pompeya Nuñez Palermo Parque Avellaneda Parque Chacabuco Parque Chas Parque de los Patricios Puerto Madero Recoleta Retiro Saavedra San Cristóbal San Nicolás San Telmo Vélez Sarsfield Versalles Villa Crespo Villa Devoto Villa General Mitre Villa Luro Villa Lugano Villa Ortúzar Villa del Parque Villa Pueyrredón Villa Real Villa Riachuelo Villa Santa Rita Villa Soldati Villa Urquiza


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Alejandro Guyot Con el alma en el centro de la rueda Por Celeste Blanco y Vanina Steiner

En Adán Buenosayres, Leopoldo Marechal lanza una revelación formidable: “En virtud de su peso natural, el alma se coloca en el centro de la rueda”. Desde esa coordenada estratégica, Guyot aporta una mirada diacrónica sobre el tango donde gravitan en comunión música y literatura. El cantante, compositor y letrista de 34 puñaladas, nos invita a reflexionar sobre los diversos aspectos de un género complejo y en constante evolución.

¿Cómo nació tu vocación de cantor? ¿Siempre quisiste cantar? Tengo un antecedente de cantor de tango, que es mi abuelo paterno. Mi abuelo Alberto cantaba tangos de manera amateur, era entrerriano, ferroviario, y cantaba tangos en Basavilbaso que era su ciudad natal. Aunque mi abuelo falleció cuando yo era relativamente chico, él era un gran narrador oral por sobre todo, y yo tenía una gran admiración por él. Cuando contaba historias de sus aventuras como ferroviario, toda la mesa familiar se callaba. Entonces, tengo que asumir que soy nieto de mi abuelo cantor. Tanto es así, que cuando venía mi viejo al Tortoni a verme cantar con El Arranque, o mis tías, se conmovía muchísimo

al escuchar que yo cantaba tangos que cantó mi abuelo, creo que un poco por ahí viene la genealogía de esta vocación. Hoy por hoy se fue haciendo una profesión también bastante unida al tema de la escritura, de escribir letras, de componer canciones. La manera inmediata que tenía de probar esas canciones era cantándolas. ¿Es decir que tus inicios en la escritura son como letrista de tango? No. Mi generación tuvo un comienzo amateur con la música desde el rock, un acercamiento desde el rock a la poesía urbana, y luego eso fue derivando hacia el tango. Muchos de los músicos de mi generación no se iniciaron en el tango, yo transité todo ese degradé de la poesía urbana rockera a la poesía urbana tanguera. Creo que la manera en la que yo podía acercarme a la poesía urbana antes de cantar en El Arranque en los años 96 y 97, era desde el rock, desde escuchar a Redonditos de ricota, a grupos como Don Cornelio y la zona, esa era mi manera de interpretar la ciudad, la ciudad que yo transitaba. Después eso fue acercándose al tango, y hoy es el lugar desde el que yo me miro a mí mismo y miro la ciudad que transito, padezco y disfruto. ¿Y cómo fue retomar el tango? Bueno, tuve que hacer todo un aprendizaje de qué era tocar tango, de qué era cantar tango, cuáles eran los yeites, y al no tener un referente inmediato de la generación anterior, nos fuimos haciendo a la que te criaste. Sí hay referentes como el Tata Cedrón, con quien cada tanto me cruzo y siempre hay algo de lo que él me dice que tomo como una gran ense-

Foto: Pablo Mekler

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ñanza; soy fanático del Cuarteto Cedrón. Pero bueno, no son muchas las oportunidades que tuvimos como parte de esta generación (yo tengo 38 años), de habernos cruzado a Goyeneche, ¡quién de nosotros llegó a verlo! Cedrón es uno de los pocos referentes vivos que hay, con el cual cada tanto tengo el privilegio de cruzarme o en algún lugar donde él toca o en algún café. Eso es un privilegio. Pero pará de contar, no tenemos muchos referentes más. Leopoldo Federico, a quien hemos cruzado en algún camarín, un tipo maravilloso también. Es común que la gente identifique al tango con lo viejo ¿será por esta falta de referentes vivos de la que hablás? Y, nosotros tuvimos que ir a hurgar a librerías de viejo para conseguir libros que tuvieran letras de tango, también a disquerías a ver qué material había, hace 15 años el material que había no era el mismo que hay hoy en Internet. Hubo toda una investigación que la fue haciendo cada integrante de cada grupo: de La Fierro, de El Arranque. En su momento estaba también la Post Tango, El Cardenal… cada uno se fue acercando como pudo. Como en una suerte de reconstrucción colectiva… Claro. Es que quizás es un poco exagerado pero el tango fue un desaparecido de la cultura argentina. Antes, cuando decía que cantaba tango era visto como un freak, un nerd, la gente pensaba ¿este bicho de dónde salió? Hoy en cambio, estoy súper orgulloso de nuestra generación porque aportó, y detrás nuestro viene una serie de pibes que empieza a tocar un instrumento y empieza a tocar tango directamente. En relación a la función social del tango, ¿Te parece que sigue siendo un catalizador de experiencias marginales? Yo creo que conserva el costado marginal en cuanto al mainstream, para hablar con una expresión muy poco lunfarda. Es decir, lo que sería el mercado de la música actual. Se está dando un fenómeno que ocurre tanto en el CAFF como en el Goñi y otros lugares más, que es muy potente y que tiene algo de subcultura; una especie de underground de B.A. que creo que lo representa mucho más que los Personal Fest y todas aquellas estrellas que se embanderan bajo el logo de una marca de celulares o de cerveza, donde el rock pierde su irreverencia. Entonces desde ese lugar el tango sigue teniendo una cierta marginalidad que lo hace muy atractivo. ¿Y hay un público potencialmente amplio para el tango de nuestra generación, o estaremos destinados al “under”? El tango tiene un costado “under” muy fuerte, de hecho los lugares más grandes en los que grupos como nosotros podemos aspirar a tocar son el CAFF, el Goñi o el Tasso. La gran meca es el CAFF, el Goñi también es otro gran foco de producción, y hay un montón de espacios alternativos, más chicos, que temporalmente resisten el gran problema de las habilitaciones. El faro, que organiza Hernán “Cucuza” Castiello, es otro gran foco que me parece muy genuino. Y hay un público para esos ámbitos.

El CAFF es un lugar que convoca de una manera tremenda, es como lo que era Cemento para grupos de rock de los años 80’ y 90’. Creo que hay un público para el tango de hoy, pero sigue teniendo esas dimensiones que a mí me parecen sumamente atractivas, que son salas de hasta 300 personas, ¡y eso ya es un golazo! Quizás eso esté cambiando, vos decías que los chicos ahora se acercan al tango de una manera más natural, tal vez de acá a unos 5 o 10 años haya varios CAFF y varios Goñi, siendo el actual, un momento de pleno proceso. Me parece que el tango se está ramificando y multiplicando de una manera increíble. Ya hay músicos que tienen 10 años menos que yo, y están tomando a Astillero, a la Fernández Fierro, a Ciudad Baigón o a 34 puñaladas como referentes. Son todos grupos que tomaron la posta y están laburando desde un lugar que está buenísimo. Julio Coviello, con cuyo cuarteto tengo el gusto y el honor de cantar como cantor invitado, dice: “la primera banda de rock que tuve fue la Fernández Fierro” ¡Con eso te dice todo! ¡El chabón empezó tocando tango! Por eso, yo creo que una de las grandes virtudes de nuestra generación fue animarse a comerse el garrón de ser la primera generación en volver a hacer tango. En todos estos grupos que mencionás hay un nuevo planteo del tango, y pensamos que tiene que ver con formas de vida y estéticas propias de nuestro tiempo. También con las transformaciones que ha ido sufriendo, o celebrando, el espacio urbano. Claro, yo lo veo como tango compuesto en tiempo real. En Bombay B.A, la intención fue justamente componer un disco que fuera una especie de espejo que reflejara la ciudad en la actualidad. Un espejo que quizás la deforma al reflejarla ¿no? Pero la idea era justamente ésa. Si el tango es la música que representó a Buenos Aires y a las otras ciudades del cono sur, Montevideo, Rosario, etc, la idea era volver a plantear esa relación entre la música, la poesía y la ciudad, con estéticas que poco respeten la nostalgia por el lenguaje tanguero, aunque sí la nostalgia intrínseca e implícita que está en este tipo de metrópolis. En ese disco en particular nos dedicamos a poetizar y musicalizar la ciudad de B.A. en tiempo real. Nos imaginamos una ciudad-disco, una ciudad entre pesadillesca, literaria y cinematográfica; que sería la ciudad Bombay B.A. Una ciudad de ficción que a la vez tiene la intención de ser un guiño a la real ciudad de B.A. Creo que en Astillero y en Ciudad Baigón hay un espíritu que conecta con esta visión. Y con respecto a la poesía del tango actual, el sujeto que escribe ya no es el mismo sujeto de los años 20’ o 40’… Y… pasó casi un siglo, un siglo de música, un siglo de poesía, un siglo de historia. Las estéticas fueron variando. Está bueno poder retomar históricamente. Todos estos nuevos discos de composición están empezando a salir con un delay de 10 años. 10 años después de que se retomara el tango. Yo fui miembro fundador de El Arranque, que empezó a tocar en

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34 Puñaladas, de izquierda a derecha: Augusto Macri, Lucas Ferrara, Alejandro Guyot, Juan Lorenzo, Edgardo Gonzalez Foto: Diego Marés

milongas en 1996. Hubo que apropiarse durante 10 años del lenguaje del tango, para poder después componer desde un lugar genuino. A mí me parece que se están escribiendo cosas muy buenas. En relativamente poco tiempo se empezó a producir un material muy interesante. Sobre todo en relación al lado más sombrío de Buenos Aires… Sí, a la vez el lado sombrío es el lado bello. Me parece que vivimos en una metrópolis que se transformó y bueno… hay de todo y está todo mezclado. Hay grandes producciones de música y de letras. A mí me gusta mucho por ejemplo Rascasuelos, me parece que llegó a un lugar muy interesante. Astillero también, yo colaboré con ellos en algún momento así que me siento muy cercano tanto a la música como a la cuestión letrística. El Tape Rubín fue uno de los precursores o pioneros de la cuestión y a la vez la Fierro ha tomado muchos temas de él y los ha transformado a su estética. Sobre Ciudad Baigón, también me parece que está bueno lo que está planteando. Altertango es un grupo muy interesante: un grupo mendocino que se metió en la frontera dificilísima de hacer tango desde instrumentos eléctricos, con una cantante que es por un lado hipermoderna, te diría que a niveles de Bjork o PJ Harvey, pero a la vez parece una cantante de

los años 30’. Pasando por Edith Piaf al cabaret alemán, es una mina tremendamente dúctil, y ese grupo me parece que está pelando cosas muy interesantes. En los discos anteriores tienen un repertorio de tangos carcelarios, tangos reos, a pesar del paso del tiempo, los temas son recurrentes. Es que el tango tuvo la virtud de ser un forjador de nuestra identidad. Fue una gran amalgama de distintas corrientes musicales, nacionalidades y dialectos. Si vos te ponés a pensar, en el lunfardo encontrás palabras del gallego, del genovés, del siciliano, es decir, la historia de tipos que se encontraban acá en B.A. y no se entendían por los distintos dialectos que manejaban. Por ejemplo: el canba o bacán, quiere decir en dialecto genovés lo que significa en idioma italiano, capo. Y es increíble como eso fue confluyendo en una música que hoy denominamos como un género cerrado pero que sin embargo, podemos escuchar en los violines de los gitanos rumanos, o en los tambores africanos. Siguen existiendo en los tangos de hoy temas por un lado universales y por el otro, que pintan al habitante de grandes ciudades como Buenos Aires. Cuando sacamos “Tangos carcelarios”, fue un repertorio que veníamos tocando durante los años 98’ 99’ y hasta el 2002,


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cuando salió el disco. En el medio pasó el 2001, y esos eran tangos que fueron escritos entre el 20’ y el 30’ en plena crisis del 29’. ¡Parecía que estábamos evocando fantasmas que volvían a aparecer en B.A! ¿Por eso eligieron ese repertorio? ¿Porque era la sensación del momento? Sí. Por un lado tuvo que ver eso. Por otro lado, dentro de las orquestas que fueron surgiendo en torno al período 96 - 97, no había ningún grupo que retomara ese repertorio que fue prohibido varias veces en la historia argentina por el contenido marginal de las letras. Asimismo, el lunfardo fue prohibido varias veces, hubo hasta intentos de reescribir ciertos tangos lunfardos para sacarles las palabras de esa jerga, y que fracasaron totalmente por lo absurdo. Entonces nos parecía interesante recuperar ese repertorio, y de ahí salieron esos discos como Tangos carcelarios, Slang y Argot. Ya que hablamos de lunfardo, ¿te parece que el tango debe seguir abierto a la confluencia cultural? Hay posturas más conservadoras que desdeñan las nuevas tendencias del tango justamente por su heterodoxia. Esas son cosas que fueron signando la historia del tango y siempre se siguió adelante. Yo tengo una gran fascinación por la historia en general y la historia de la ciudad de B.A. Por un lado me interesa mucho saber cómo se tocaba el tango en tal momento, y por otro lado al ser un habitante de la ciudad de B.A. del año 2011 estoy continuamente influenciado por una realidad que no se limita a lo que es solamente tanguero. Es una confluencia de informaciones que vos asimilás y después en el momento de escribir, de cantar, de componer música, te sale como te sale. Por supuesto, vos tenés un criterio sobre lo que querés hacer y lo que no. Me parece que está bueno asumirse como una generación que volvió a rastrear en la historia musical, qué era el tango, cómo se tocaba, cuál era su idiosincrasia poético-estéticomusical, pero también decir, bueno, lo estamos haciendo desde hace 10 años, ¿qué puedo aportarle a esto ahora? y asumir el riesgo. Si somos una generación bastarda dentro de esta cadena interrumpida de tangueros, si te sale un tango alterado por la realidad del año 2011, te sale eso. El disco que está por salir, según la gacetilla de prensa, es una especie de “Soundtrack de la vida de 34 puñaladas”. ¿Cómo es la vida cotidiana del grupo, cómo laburan, cómo se ponen de acuerdo cuando hay varios que componen? Sí, es un caos, básicamente la organización de 34 puñaladas es un gran caos, es una anarquía que funciona. No tenemos un líder o un director, somos 5 músicos que estamos constantemente interactuando. En Bombay B.A. uno o dos traían la idea original y después en el grupo se la volvía a moldear, se trabajó mucho en grupo. En general, es mucho más arduo que si comandara un líder y dijera tenemos que ir para acá, y todos agacharan la cabeza y fueran, porque si no se van del grupo. Está buenísimo, todo el tiempo hay un debate estético, musical e ideológico.

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34 Puñaladas De la bolsa al ruedo El quinteto de guitarras y voz 34 Puñaladas anuncia el lanzamiento de su doble trabajo : el DVD y CD titulado “De la bolsa al ruedo” (Acqua Records, 2011), un delicado objeto de colección que testimonia el originalísimo sello que este grupo está imprimiendo en la historia del tango actual. “De la bolsa al ruedo” DVD El DVD fue filmado en vivo el 3 de junio de este año en el Club Atlético Fernández Fierro, y posee material de su último y elogiado disco de composiciones propias, Bombay Bs.As., como así también un recorrido por su discografía anterior. Este registro audiovisual, de 60 minutos y grabado a tres cámaras, captura la atmósfera profunda, de una subyugante y filosa poética urbana, siempre cinematográfica, que se respira en los shows de esta particular agrupación. “De la bolsa al ruedo” CD En el CD que completa esta edición se registra un repertorio de canciones nunca antes grabadas por el quinteto, a pesar de ser muy apreciadas por sus integrantes. Son canciones que los han acompañado en estos ya 13 años de trayectoria y que, de alguna manera, evidencian sus influencias, gustos y afinidades dentro y fuera del tango. Se trata de una especie de sound-track de la vida de 34 Puñaladas: canciones que el grupo fue tocando de manera informal en pruebas de sonido, en giras, durante las prolongadas esperas en aeropuertos, en el lobby de algún hotel o a bordo de alguna camioneta que los transportaba hacia algún concierto. . www.34punaladas.com.ar www.myspace.com/34punaladas Los integrantes de 34 Puñaladas son: en guitarras: Augusto Macri, Edgardo González y Juan Lorenzo; en guitarrón, Lucas Ferrara y en voz, Alejandro Guyot.

34 Puñaladas De la bolsa al ruedo Aqua Records 2011


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El disco se llama “De la bolsa al ruedo” ¿Por qué eligieron ese nombre? La idea era justamente ver qué teníamos en la bolsa, qué nos había quedado en el equipaje todavía por mostrar, y grabarlo. El material proviene de cosas que tocábamos en alguna prueba de sonido o en habitaciones de hotel en situaciones relajadas. Los discos anteriores siempre partieron de un concepto: Tangos carcelarios… y buscábamos el lenguaje carcelario, en Bombay B.A. la idea era armar una especie de ciudad en esos 15 o 16 tracks, también desde la estética de las pinturas de Juan Lorenzo. El planteo en “De la bolsa al ruedo”, era sacarnos los gustos. Grabamos una milonga de Zitarrosa, una canción de “Pequeña orquesta reincidentes” que es un grupo que trabajó desde el rock abordando ritmos balcánicos, milongas, valses. Nosotros tomamos un tema de ellos que es “Gallo rojo gallo negro” y lo transformamos en una milonga, que quizás si hubiesen llegado vivos, la podrían haber grabado Rivero o Gardel. Justamente lo que queríamos hacer era tomar una composición de un grupo que se manejó mucho entre la frontera del rock y la música urbana tanguera, y apropiarnos de esa obra para convertirla en una milonga. Siempre pensábamos además, en hacer un disco de tangos camperos, y hay algo de eso, hay muchos tangos camperos que mantienen una visión de la vida que es casi filosófica. Nos gustaba tomar tangos como El Adiós, Por el camino, Olvidados, que son tangos que mantienen una cierta distancia con la ciudad y me parecen interesantes porque contrastan con Bombay B.A. Además del tango ¿Qué otros géneros musicales te gustan? La verdad que soy un melómano, desde el rock nacional… Redonditos de Ricota, Don Cornelio y la zona, Gustavo Cerati, Tom Waits, Nick Cave, Lhasa de Sela, Edith Piaf, también escucho Jazz, Fado, Flamenco… Y como escritor ¿Cuáles son tus influencias literarias? Adán Buenosayres, de Marechal, me parece una Biblia tanto en su tamaño como en su contenido, es increíble. De hecho estoy preparando una milonga inspirada en el protagonista de esa novela, la estamos escribiendo con otro cantor, Hernán Lucero. Me gustó mucho “Los siete locos” de Roberto Arlt. Tuñón, a quien conocí gracias a la música del Tata Cedrón, Cortázar, después poetas lunfardos como Julián Centeya, nosotros hemos musicalizado obras de él. Guillermo Saccomano me encanta, “El buen dolor” es un librazo, “El oficinista” me encantó, es como Bombay B.A. hecha novela, es una Buenos Aires apocalíptica, tremenda, un librazo. Alejandra Pizarnik me gusta mucho. En realidad como estoy escribiendo una novela me pasé más a la lectura de novelas, como “El otro Gómez” de Diego Paszkowski. Con respecto a poesía hay un escritor que me gusta mucho que es Germán Arens, autor de “Pueblada”. Otro libro que me gustó mucho es “El país de las últimas cosas” de Paul Auster, donde la idea también es la de una ciudad o país apocalíptico y me interesaba desde ese lugar. Leo bastante historia, medieval, historia de ciudades, pero no tengo una manera muy sistemática de leer.

Publicaste un libro de poesía titulado “Brumarios”. Sí. En 34 puñaladas, lo que pasó con Bombay Buenos Aires, que fue muy importante para nosotros, fue que nos motorizó desde un lugar que teníamos un poco dormido cada uno de los integrantes. Yo volví a la escritura y a fin del mismo año en el que sacamos Bombay B.A. publiqué Brumarios, que también aborda a la ciudad como un objeto poético, a la ciudad y a sus gestas, sus posibles revoluciones. Edgardo González empezó a componer música para audiovisuales, para películas. Juan Lorenzo se reencontró con la pintura. De repente se desayunó con que su obra musical podía tener una continuidad en su veta como artista plástico, una veta que tuvo dormida casi 10 años. Entonces él empezó a laburar y a recuperar algunos cuadros que ya había hecho 10 años antes de tocar en 34 puñaladas. Lucas Ferrara hizo música, y sigue haciendo, para obras de teatro, Macri también. Bombay B.A. fue el momento bisagra en que pasamos de ser intérpretes, a ser compositores, autores de música y letra, y además, nos motorizó a los 5 integrantes a hacer diferentes cosas. Para nosotros ese disco fue llegar a un lugar de madurez, de cierre y de comienzo

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las letras de hoy

Tango nuevo, miradas nuevas Por Sebastián Linardi

En el tango actual hay una enorme producción de letras nuevas. Algunas ancladas en la tradición, pero otras lanzadas directamente hacia la creación de una nueva mirada. Algo novedoso para un género que, en algún momento, no dudó en creerse aquello de ya haber dicho todo lo que tenía para decir.

maquinaria del 2x4 se ponía nuevamente en marcha. En cuanto a las letras, algunos poetas mantuvieron el rol de letristas, continuando con la tradicional división del trabajo del género. Empezaron a sonar nuevos nombres como Ernesto Pierro, Marta Pizzo, Alejandro Szwarcman y Raimundo Rosales entre otros, a los que se pueden sumar autores más recientes, como José María “Tute” Loiseau y Matías Mauricio. En cambio, al igual que Eladia Blázquez a finales de los 60 pero, en realidad, más influenciados por la tradición roquera de cantar las composiciones propias, fueron muchas las propuestas que empezaron a estrenar canciones de su autoría – en la mayoría de los casos con repertorios que alternaban con tangos clásicos-. Algunas de ellas: La Chicana, Daniel Melingo, La Biyuya, Bettinotti Fernandez, La Guardia Hereje, Ariel Prat -con su abordaje del tango, el candombe y a la murga porteña-, Dema y su Orquesta Petitera, Juan Vattuone, Diez de Centolla, Los Hermanos Butaca, Yira, Buenos Aires Negro, Hernán “Cucuza” Castiello, Ras-

Perdidos Se dice que el tango es como la vida misma. Que, cual libro sagrado, todo lo que uno debía saber para vivir, ya estaba escrito en todas sus letras (una afirmación temeraria que, en un mismo movimiento, lo trae y lo entierra). Que para qué ir a un psicólogo si ya existe el tango. Que al tango solo se lo puede entender viviendo, con la salvedad de que “vida” aquí sería el equivalente a la acumulación de cicatrices en el alma. Que por eso mismo, el tango no es para pendejos, aunque también por ese motivo, el tango “siempre te espera”. Y muchas frases más, que le achacan al tango cierta sabiduría existencial atemporal. Y ni que hablar de otras afirmaciones que le endilgan cierta conexión mística con la ciudad de Buenos Aires, olvidándose no solo de la enorme cantidad de tangos hechos en Montevideo sino también de Rosario, Córdoba, Mendoza, Bahía Blanca y tantos pueblos de ambos lados del río de la Plata. Para esta mitología, Buenos Aires y el tango, serían como las dos caras de la misma moneda, con lo cual las letras del género se verían en la obligación de retratarla de alguna manera. Enorme y pesada mochila de tradiciones que el tango carga sobre sus espaldas, llena de un legado que, a la hora de hacerse cargo, pesa. Es que, para buena parte del sentido común, el tango ya está escrito. Peluda se la ven todos los que intentan seguir creando letras. Y desde hace mucho. Porque ese imaginario, clausura al tango en la década del 40, más allá de alguna excepción. Para él, ya habían quedado fuera de época autores reconocidos que habían cobrado notoriedad en la década del 60, como Horacio Ferrer, Hector Negro, Eladia Blázquez o Luis Alposta. Y ni que hablar de las creaciones posteriores, -más allá de algún que otro golazo metido por el inefable Cacho Castaña que logró acomodarse junto a los clásicos, como “Café la Humedad”). Para ese imaginario tanguero, en cuanto a la creación, los 60 fueron de crisis, los 70 de agonía y los 80 de muerte. El tango tenía la placa de defunción puesta. Pero en la década del 90 comenzó un movimiento de apropiación del género por parte de las nuevas generaciones que, paulatinamente, se fue convirtiendo en una demanda por nuevas creaciones. Aunque subterránea, la

Miguel Suárez Un disparo rebotando en la noche que va abriendo la piel de los Perdidos es un hijo el que llora sin saber que ha nacido Una angustia que gana la vereda al acecho de almas desgarradas saber a cada paso que esta todo podrido y que el sol de hace un rato mañana será el mismo No está de más esa ilusión que al tiempo se evapora dejando acá desperdicios que envenenan todo Al oxidarse el metal que corta tus brazos buscás refugio donde estar bien solo. La pregunta es ¿quién no vale nada? ¿quién va a ser cabeza de los Perdidos? sin más miedo a la muerte sin más miedo al vacío. Las miradas, todas fuera de esfera esperando que el humo de la vuelta espejismo de un tiempo que pensabas vencido caminar para siempre te deja mas tranquilo No está de más esa ilusión que al tiempo se evapora dejando acá desperdicios que envenenan todo Al oxidarse el metal que corta tus brazos buscás refugio donde estar bien solo. Espejismo de un tiempo vencido abriendo la piel de los caídos el que no sabe perder nunca llegara a saber lo que ganó

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Bombay Buenos Aires Augusto Macri y Alejandro Guyot Sin sueño en la borrasca hurgando y como manos que al grillete van desfilando. Montado en su botín de guerra que es sagrado... Bombay Buenos Aires... Hay medallas que se oxidan junto al barro, y el secreto está en saber juntar sus milagros. Tres puntos se marchitan en el bar, se hunden... Bombay Buenos Aires...

casuelos, Marcela Bublik, Juan Penas y los Bonavenas, Ofidio Della Sopa y las Cuerdas Flojas, Aureliano Marín, Juan Carlos Cáceres, Polentaitum, Gabriela Helena, O.T. El Afronte, Claudia Levy, Lucio Arce, 34 Puñaladas, Angel Pulice – Ruth de Vicenzo, Altertango, Agua Pesada, Astillero, Quiero 24, Falopa, Alfredo “Tape” Rubin y Marisa Vazquez, entre tantos.

Mi Buenos Aires podrido La experiencia colectiva más traumática vivida por muchos de quienes hoy escriben tangos, fue la crisis del 2001, posterior a una década del 90 donde ya el desempleo y la marginalización se hacían sentir. Es a esa realidad a la que le cantaron buena parte de las letras del tango nuevo. Por eso, uno de los temas que más fuerte retoma el nuevo tango es el de la emigración. Y si en el imaginario del tango anterior, la vuelta al lugar de origen se consuma, apesadumbrada, como en “Volver” de Gardel y Le Pera o “La casita de mis viejos” de Cobián y Cadícamo (o a veces no se consuma, lo que es vivido como una tragedia ante la imposibilidad de un retorno que siempre sería para mejor, como en “Anclao en París”, también de Enrique Cadícamo), en el tango de creación reciente el que emigra muchas veces ya no sabe si podrá retornar al lugar abandonado. Al contrario, ahora el eje es la posibilidad cierta de ya no poder volver. El grupo La Biyuya canta en “Se van” (M. Baigorria – P. Dichiera): “Se van, se van / no vuelven más / dejan este lugar / dejan esta ciudad / creyéndolo encontrar / por otra ciudad / por otro lugar / Hombres, manos / buscan tratos / huyen tantos / prueban más. // Se van / … buscando otro lugar / creyéndolo encontrar / y siguen acá / pero están allá…//”. También Lucio Arce canta en “Yo soy el que se fue”: “…Yo soy el que se fue / y cuando me avivé / se vino todo en banda …// Yo soy el que se fue y aunque lloré / yo cuido mi nostalgia…”. En la mayoría de estas letras, la nostalgia prevalece por sobre el regreso verdadero. Es la vuelta sangrante a través de los sentimientos; experiencia dolorosa que el personaje de “Madrid” (Astillero; Peralta), como autodefensa desesperada, trata de bloquear de forma consciente : “Las distancias dan/ esas cartas de tristeza / si el destino le abre rutas a escapar. / Cae en un país que llo-

vizna soledades y que oxida sin cambiar. // Se decidió a olvidar hoy / para atajar el sufrimiento y no llorar…”. Por esa desazón del que se fue, hay otras composiciones, escritas ya desde la mirada de quien elige quedarse, previniendo que, en realidad, ya no hay donde huir. Por ejemplo, Jorge “Alorsa” Pandelucos de La Guardia Hereje, fallecido en 2009, cantaba en “Ezeiza”: “…Porque los que se van se mueren de nostalgia,/ ahogados en lágrimas o ahorcados a los cables de los teléfonos/ para las navidades y los cumpleaños.//Te acompañan hasta Ezeiza, arrastrando los bagayos, adónde vas?/ Con la facha reciclada, ciudadanía cambiada, adónde vas?/ Navidades extranjeras buscando en la billetera la foto que más querés / Viendo goles de argentina a las 3 de la matina por deportes CNN…//…La valija con recuerdos, no entra el patio del colegio ni el fulbete de las diez / No entra el alma de tu abuelo, la quinta y el gallinero, el horno y el almacén/…”. Ya en primera persona, Alejandro Bettinotti del grupo Bettinotti – Fernández, en la canción “Sudaca de cuarta” redobla audazmente el ‘no hay adonde huir´, de manera tragicómica, criticando cierta idealización del argentino que emigra a Europa: “Acá estaba sin trabajar y un día dije / si todos se van habrá que emigrar, tal vez. / Me hice la ciudadanía española, la italiana, / la holandesa y por las dudas, la francesa también. // Lavé copas, fui mozo, estatua humana, en París, en Madrid y en Berlín. // Yo que fui para todo el exterior un sudaca de cuarta, // yo que fui para tu imaginación, el argentino ideal. / Yo que me harté de estas tierras y crucé las fronteras,/ yo que me fui para otro lugar y ví que todo era igual…//”. Pero, entre el modelo del tango “clásico” y la mirada de las letras nuevas, mucha agua corrió bajo el puente. No es lo mismo sufrir por no poder volver a un lugar querido, que irse por sentirse expulsado. Si se emigra, es porque ese lugar de origen ya no es entrañable ni acogedor, sino todo lo contrario. Es que otra de las novedades del nuevo tango es la mirada oscura y terrible sobre la ciudad y el barrio, lugares que, en el imaginario tanguero tradicional, siempre esperaban al que había partido, aunque sea en lo más cálido de los recuerdos. En buena parte da la nueva letrística, “mi Buenos Aires querido” transmutó al “Buenos Aires me mata”. Por ejemplo, en “Buenosairese” (M. Baigorria), La Biyuya reclama: “Aleja alegrías, contagia tristezas./ Desgarra la vida, en manos ajenas[…] Se vive, se llora, se vuelve y se deja[…] Este maldito Buenos Aires/ se devora la conciencia,/ se mastica a su hermano,/ por llevarse otro pedazo/ de la mísera existencia/ que lejana nos sentencia/ a que la muerte con paciencia/ nos regale otra ilusión”. Ya no hay aquí nada entrañable ni acogedor en la ciudad del tango. Todo en ella es feroz y lastima a sus hijos. Ya no es un malevo o la fatalidad quien daña; ahora es la mismísima Buenos Aires la que puede matarnos. Es una Buenos Aires vertiginosa, donde hace rato que el tango dejó de ser amo y señor de los consumos culturales. En la canción de La Chicana “Imposible” (A. Estol) la descripción idealizada de la ciudad se muestra en el formato de un verdadero cambalache urbano: “Los canas, los traficantes, los bandoneones, el rocanrol. / Los fuegos artificiales y naturales premeditados. / Las rejas que tose el suelo cuando oscurece el parque goal. / Los mitos y fantasías que nos somete la autoridad / y Gieco se quedó solo en el país de la libertad”. O, también el mismo autor en la canción “El tango del diablo” relata “Yo ví nacer a esta ciudad desangelada/ de farsantes profetas de su mal/ y duermo siempre agazapado en el umbral/ del vaguito que


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chorea, de la tierna fabriquera/ y de los curas que me niegan al pasar//.” El recientemente fallecido Hugo “Peche” Estevez de Buenos Aires Negro, en su “El resentido”, descarnadamente describe al arrabal actual: “Los pobres duran pocos años / no es como en Belgrano / que no se puede caminar / de tanto viejo que hay. // En Soldati nadie llega a anciano / si no te mata el sida / o la bala policía / te lleva la jubilación…”. Si, para cierto imaginario del tango tradicional, el arrabal formaba parte de los recuerdos de quien lo había abandonado, del arrabal actual solo se sale muerto. Tango de la bronca La descripción oscura de la ciudad también puede dejar paso a cierto tono de denuncia, más aguerrido en cuanto a la construcción de quien narra. Así, la queja Discepoleana, de tono existencialista, que impera en el imaginario del tango tradicional, se redirige hacia los responsables del estado de situación que se denuncia. El tono de queja muta a la increpación directa, como lo hacen Bettinotti - Fernandez en su tango “Tramoyero viejo” (A. Bettinotti) dedicado a cierto ministro de economía noventista que, en lenguaje coloquial y directo reclama: “ …Podrido yo ya estoy, de tanta falsedad / andá que te creés, que me vas a engrampar, / no vés que estoy curado, me dejaste sin un mango/ no vés que ya no hay más que afanar. // Y cuando vuelvas de nuevo para la Argentina / el pueblo entero seguro te va a putear.// … No sé que te pensás, con tanta inmunidad, / no sé que te creés, con tanta impunidad, / y ahora te asegurás que afuera te resguarden,/ nunca te preguntaste, ¿cuánto te va a durar?.” La corrupción es abordada en tono de ironía por Lucio Arce en “Escándalo en el Ministerio”: “Llegaron del extranjero destacados empresarios / traían mucho dinero para una gran inversión / tuvieron una reunión con un alto funcionario / que quería ser millonario y les pidió una comisión. // Invitó a todos los gringos , a un gran asado argentino / anchos bifes, mucho vino , un domingo a pleno sol / y a la hora de los postres, trajeron una gran torta / y para hacértela corta, él quería su porción.” El mismo cantautor también aborda ese tema en “El hijo del diputado”, retomando la vieja crítica tanguera al “niño bien”, pero llevándola ahora hacia la clase política: “…De dónde saca la guita/ el hijo del diputado / siempre está bien empilchado / luce pinta de bacán/ y comentan las revistas/ cosas que no entiendo cómo/ que le da bife de lomo/ a su pastor alemán./ Desfila cual pavo real/ por los boliches de moda/ siempre prendido en la joda/ con amigos de ocasión/ y me batieron de posta/ que en esas noches de farra/ en dos horas despilfarra/ todo el sueldo de un peón.// Que hijo de.. que hijo de…/ ¡Que hijo de diputado!”. Abordar la realidad política, algo mas solapado en los tangos “clásicos”, es ahora una mirada totalmente legitimada. Por eso también aparece en las letras del nuevo tango el tema de los desaparecidos por la última dictadura militar argentina, en una nueva manera de abordar el pasado que, de este modo, ya no se presenta como una época entrañable e idílica, sino todo lo contrario, lo que es una fuerte diferencia respecto al imaginario tanguero más tradicional. Alejandro Szwarcman refirió a este tema en su “Pompeya no olvida”, ganadora del Festival SADAIC de la canción 1998: “…Yo era esa sombra mirando la tarde/ y a veces me da por pensar que en Abril/ pasó por Pompeya un fantasma co-

El Tango del diablo Acho Estol En la pradera de la noche en la ciudad cuando salen los poetas a cazar yo los distraigo, yo les robo su disfraz y los versos se los tienen que olvidar. Yo vi nacer a esta ciudad desangelada de farsantes y profetas de su mal y duermo siempre agazapado en el umbral del vaguito que chorea, de la tierna fabriquera, y de los curas que me niegan al pasar. No tengas miedo, no es nada personal, lo mío es un laburo y nada más. Bien en el fondo soy como los demás. ¿Quién no quiere ser querido, quién no quiso desolado volver atrás el pasado y chicanear al olvido alguna vez? ¿Cuántas veces lo soñado se convierte en lo temido, cuántas veces lo aburrido se transforma en anhelado si no lo tenemos más? Soy el que esconde tus anteojos de leer, el que cambia los objetos de lugar también persigo paranoicos y me acuesto con dulces noviecitas de cristal. Yo te inventé, yo soy tu viento de despegue yo tracé tu recorrido de huracán yo te acelero el expediente del amor y del éxito en la vida y de la filosofía que resuelva tu dilema espiritual. No tengas miedo, no es algo personal es una firma por formalidad. Tuviste suerte, yo te voy a ayudar. ¿Quién no quiere ser querido...

barde/ llevándose pibas "carita de anís"// Pompeya no olvida, que allá en Famatina/ vivía una piba carita de anís,/ amor de rayuela, perfume de esquina/ hoy la andan buscando, también era abril.// Quién sabe, tal vez ella siga soñando,/ y ya no recuerde la calle Cachí,/ al menos que sepa que la anda buscando/ desde hace ya tanto, su abuela Beatriz.” Marisa Vazquez también aborda aquél período en su homenaje a las Madres de Plaza de Mayo de “Por algo será”: “Primero pensó algo le habrá pasado,/ de angustia salió a denunciar y a buscar,/ pasaban los días y nadie sabía/ ella se dormía de tanto llorar// Su mundo inocente de barrio y cocina/ viró de repente a una cruel realidad/ de botas siniestras y aquellas vecinas/ murmurando esquivas por algo será//. Después se dio cuenta, no estaba tan sola,/ había otras locas buscando también,/ y juntan las manos pa´ darse coraje,/ yiraron la plaza detrás de un por qué// … y ahí están mis reales heroínas,/ uniformes de fotos y pañuelos,/ un dolor que nunca se termina,/ madres, abuelas, mujeres nada más”. Lucio Arce en “Perfil bajo” retoma con acento lunfardo un tema no muy abordado, ni por las canciones de cualquier género que

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abordan aquel período ni tampoco por los medios de comunicación; el de la llamada “pata civil” de la dictadura: “Allá por los 70 moviendo unos papeles,/ para unos coroneles, fuiste recomendao,/ de a poquito fue que te hiciste rico,/ seguís viendo a los milicos, te hiciste acaudalao,// Como hormiga, guardaste para el invierno,/ cuando cambió el gobierno, caiste de parao,/ tus patrones marcharon todos presos,/ y vos saliste ileso, dando un paso a un costao.// Perfil bajo, aura vos te quedas piola,/ tranquilito no hagan olas,/ sos experto en disimulo…//… Sos reliquia de una dictadura,/ residuos que perduran,/ tallando tu pasao.” De los guapos a los desangelados Al igual que en los tangos de la década del 20 y del 30, el abordaje a la vida de personajes marginales vuelve a tener en la nueva producción tanguera una presencia notable (aunque con fuertes variaciones de época). Si antes la vida marginal, en cuanto al hombre, se centraba en los valores del machismo y del coraje, hoy se introduce cierta mirada más social y hasta política. Pero más allá de las diferencias, el denominador común de ambas épocas es, sin duda, el estar insertas en un momento histórico de fuerte exclusión de los sectores populares. Hay varias composiciones que, de una manera entre satírica e idealizada, retoman al viejo personaje de “el guapo” del primer tango canción, que aparecía en verdaderos clásicos como “El ciruja” (La Cruz – Marino). Un personaje en el que encarnaba una forma de lo masculino muy machista, relacionada con el valor y la hidalguía en la pelea. Entre las nuevas composiciones, hay algunas más aferradas a ese modelo. Daniel Melingo, más allá de poseer una mirada sarcástica, lo retoma sin demasiadas variaciones en “José ´el cuchiyero´”: “Tenés la cara marcada/ por andar en entreveros./ Te peleaste a cuchillazos,/ con machos de mucho vuelo./… Malevaje a la orden del día, siempre tomando una grapa./ Pero te tocó un mal día/ y te la dieron por la espalda.//” o, del mismo autor, en “Guapos”: “Guapos eran los de ayer, son los de ahora, guapos siempre va a haber, mientras haya una mujer”. El coraje es aquí una herramienta de afirmación de género, ante los pares y ante las mujeres. Coraje y heterosexualidad como las dos caras de una misma moneda. En cambio, ya en un tono descriptivo, Ariel Prat en “Vida de turro” aborda a un personaje callejero del presente, ya alejándose del estereotipo del guapo del 900: “Nunca se sabrá el momento/ en que el turro/ vuelva a desaparecer./ Y un día, al final del corso/nos dirá “muchachos, hasta acá llegué”// Por un escracho en el pecho/ cierra su camisa atento a la ley./ Lleva el nombre de esa turra/ y en un antebrazo “Madre y River Plate””. Che Chino en “El Conejo Karateca” (Hernán “Cabra” de Vega), retoma en clave de humor la épica del guapo, narrando la historia de un campeón de karate que, luego de una pelea, queda irremediablemente lesionado, lo que lo lleva a dedicarse a la bebida para terminar, finalmente, como luchador de Catch encarnando al patético personaje de “El Conejo Karateca”. En cambio, otras composiciones van introduciendo una mirada más social, a veces abiertamente política. Desde esta mirada, entre social, comprensiva y descarnada, Hugo “Peche” Estevez de Buenos Aires Negro cantaba en “Asesino”: “Te veo como el cielo/ más claro que a un juez/entre tu vergüenza escondés/ un arma que mata.//… Y entre los es-

combros de tu vida/ tu mirada torbellina/ hambrienta, desesperada, confundida//… Se llenan los supermercados de acomodados/ se cerraron las puertas del país/ entró solo tu furia / vos te quedaste afuera.”. Bettinotti - Fernandez en “Fierro ardiente” (A Bettinotti), alejándose de lo descriptivo para centrarse en un formato más melodramático - no tan común en las letras nuevas aunque si en las del primer tango canciónnarra “…El solo intenta llevar a su casa/ lo necesario, para calmar tantas panzas./ No se da cuenta y pierde certeza / tiene a la yuta detrás de su nuca/ sabe y sospecha que ya está jugado/ siente y escucha demasiados disparos// Son siete tiros / y el ya siente frío/ es tanta sangre llorando y manchando / él se pregunta, casi agonizando/ ¿quién llenará esta noche los platos?”. No es sólo alcohol, pero me gusta Dice el vox pópuli que, en el pasado, el tango y la cocaína, tuvieron mucho que ver. Pero esa leyenda se vincula más a anécdotas y suposiciones que a menciones explícitas en las letras. Está la letra de “Los dopados” (Weisbach-Doblas) cuando era la letra de la melodía de Carlos Cobián que, censura mediante, finalmente se iba a convertir en la melodía de “Los mareados” (E. Cadícamo) o “Siga cochero” (E. Cadícamo). O el caso de “Packard” (C. de la Púa), que retrata a una adicta a la morfina de 1928. En cambio, las menciones al alcohol en las letras del viejo tango son innumerables, for-

Sencilla Milonga Milonga Juan Seren y Marisa Vázquez Milonga de lo sencillo, de las cosas cotidianas por tu balcón la milonga, por mi ventana que está llena de emoción y de noches con guitarras nombrar quiere a los amigos, esos que nunca te fallan de ida y vuelta los caminos, y las palabras para cantarla en domingo tomando un mate en la cama. Milonga de las mañanas y la radio compañera tirano despertador, del colectivo la espera, de mi barrio y sus vecinas, café con leche y quimeras jardín patio y paredón, birra y faso en la vereda. Milonga preste atención, vuele bajo compañera, no vaya con el malón, pida permiso, sea buena. Volando bajito, milonga de la vida que linda milonga, bailá y vivila. Las cosas que nos componen, que nos nombran, nos amparan esas cosas tan sencillas, tan nuestras, tan cotidianas. Milonga para mis libros y mis viejos ideales y para Don San Pugliese que nunca nos desampare por mis amores perdidos y mi mar de soledades yo sé que hay mundos urgentes, grandes sombras, mil cristales y aún prefiero a mi gente y estas pequeñas mitades. Es que mi mundo es sencillo y esta milonga lo sabe. Volando bajito, milonga de la vida que linda milonga, bailá y vivila.


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Tatuaje Marcela Bublik Tengo mis ritos, tengo mis callos, tengo permisos que fui ganando. Tengo los fuegos, tengo cenizas, jóvenes miedos y otros, pasados. Algunas puertas que voy cerrando sin más temor que aquel, necesario. Nuevas ventanas voy encendiendo y, en suaves pétalos urgentes, abro. Como puñales, como un tatuaje, como mujer me instalo en la noche, en esa esquina donde se encuentran, donde se abrazan los corazones que reconocen a cada instante, en un parejo, eterno latido, que las promesas son nuestra deuda con el presente y con lo vivido. Ya no me apuran fantasmas tristes que desvelaban huérfanas noches, pero, en un fuego que ahora no duele, circulan firmes afirmaciones. Camino con mis incertidumbres y no hago más, ni quiero, reproches. Sin cirujanos, sin hechiceros: con cicatrices y convicciones.

en el crudo “Pinche Caín” (P. Ciliberto) relataba de una forma más críptica: “… y una ilusión tan guardada/ que ya empieza a oler mal/ te enviciaron por lo eterno/ de este blanco fracaso y vas/ por un túnel de viento/ sin ver el final./ Con esa mala costumbre sacar, /de las pajitas, más cortas/ perdés jugando entre tipos/ que no suelen ganar/ rajándole discreto /al mareo de tu sufrimiento/ vomitás por los baños/ tu sueño/ y después te sentís/ demoníaco- Caín// Hay lugares donde nunca/ tenés que ir… //”. Daniel Melingo en “Noche transfigurada” describe una noche con cocaína, retomando la épica del guapo, añadiéndole un tinte tragicómico: “… y al salir para la calle/ me encontré con cierto gil,/ que justo me vino a pedir/ a mí que estaba tan duro./ Para colmo me asaltó,/ y me rompió la naríz. Así termina la historia, de una noche trastocada./…” En el mismo tenor, el mismo autor cuenta en “Narigón”: “Por los pagos de mi barrio/ había un tipo que se las daba de guapo,/ pero su mente estaba revirada./ Le decían el narigón, por lo mucho que aspiraba. Salía de noche, volvía de día./ No tenía paz ese muchacho./ Pero todos le decían… ´Vas a tener que parar´…//”. Dema y su Orquesta Petitera en “Quedé manija” (S. Dematei – E. Lobo) le reclama “Me separaste de mis buenos amigos/ mi relación con vos no la entendían/ mirá que a mí me sobran las minas/ pero a vos no te puedo dejar.// Me volvés loco el día y la noche/ me tenés hecho una porquería/ cuando no estás en esa maldita esquina/ siento que me muero por vos.// Y otra vez con la mirada fija/ Otra vez quedé manija.//”. En cambio en el abordaje al paco ya no hay guiños cómplices. Los efectos inmediatamente destructivos de esta droga hacen imposible la irrupción, siquiera momentánea, de algún atisbo de complicidad. El abordaje en ese caso se da a partir de una mirada testimonial y de denuncia, desde

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mando parte de lo esperable del género, (y aceptable por parte de las autoridades de entonces, tal como lo indica la historia de “Los mareados”). Sin embargo, en el tango actual los guiños, sino la mención explícita a las drogas, cuentan con una llamativa cantidad de casos en comparación a los modelos del tango anterior. Y muchas veces, desde la construcción del narrador en primera persona, lo cual habla de un imaginario del nuevo tango del que ellas forman parte. La marihuana es referida en la historia de la canción “Pituca suerte” (S. Fernandez) de La Quimera del Tango: “…pelé una linda pituca/ pa´saborear gustoso.// A encender la maravilla / que nos brinda/ Pachamama!/ en el bolso yo llevaba/ solo una humilde cerilla/ y, sin nadie de campana,/ fue tan grande el fogonazo/ que me iluminó hasta el naso/ mientras que sin aspamentos/ en el preciso momento/ se me arrimaba la cana.//”. Curiosamente, otros grupos de tango, a la hora de abordar a la marihuana, optan por hacerlo al ritmo del chamamé, retomando el guiño que en su momento hizo Divididos en su canción “Jamelosapoai “ del disco “Acariciando lo áspero” (1991), como lo hace Daniel Melingo en su “Las flores del Paraguay” o el grupo Falopa en el tema “Consuelito” (P. Marchetti). En cambio la cocaína cuenta con muchas más menciones y, cuando ocurre, el ritmo de tango predomina. Tal vez sea el mito de su relación con el tango el que habilite al animarse a mantener el ritmo de 2x4 en su abordaje. Así lo hace Fernando Bitter en su canción “La milonga” y también lo hace Pablo Banchero en “La pincheta”. El grupo Agua Pesada

Viento solo Alfredo “Tape” Rubín “Pasa por mis barrios un hombre barbudo...” Bailongo de cartones en la ochava El mazo perdedor ya dio baraja Chiflido aterrador que sube y baja y empuja de la calle su rencor Lo mismo que lo salva lo condena Lo mismo que lo mata le da vida Hay sombra en el remanso sin heridas Hay sangre en el infierno de rodar Rodar, ¿quién más sabrá rodar? ¿Quién más sabrá de soledad? ¿Cuál descarte de la noche se abrirá como una jaula de ilusión y de dolor, viento solo, y será tu salvación? Viento solo Se desgarra en la parada tu pellejo Viento viejo En la roña de tus manos el ardor Rata de luz, varón, estrella gris Pasa tu cruz y arranca de raíz Desde la tumba de la calle Y desde el fondo de los huesos el olor de tu dolor Viento solo, el olor de tu dolor.


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afuera de quien utiliza esa droga y su mundo. Así, Marta Pizzo cuenta en “Son de Paco”: “Con un tetra en la mano te encontró mi mirada;/ en la otra, abrazada, la luciérnaga gris/ que te oxida las venas con su atroz cachetada/ y le fuma las penas a tu vida infeliz.//… Cómo es que no me atrevo a entrar en tu agonía,/ a jugarme el pellejo por el pibe que fui;/ a enfrentar la mentira insaciable y arpía,/ si tu historia y la mía se cruzaron así./ Son de paco tus horas, singular mercancía/ de piratas eternos que no tienen perdón;/ no me alcanza el sollozo, es de olvido la noche/ y esta fábula loca que no puedo impedir.//…”. Raimundo Rosales en “La libertad y la tumba” también refiere al problema del paco manteniendo el tono de denuncia social: “Con un pie en la libertad y otro en la tumba/ y los dedos como hebras de tabaco,/ sin más dioses que las luces del abismo/ va rezándole a los ángeles del paco.// Ventanita del infierno, dame algo/ que me alivie tanta mierda del pasado,/que me clave un poco de aire, aunque me muera,/ si total... yo ya hace rato estoy jugado.//…Estoy jugado, sí,/ estoy jugado/ y nunca más seré el costado/ de aquel país imaginado./ Nunca más seré país,/ nunca más, país..., país imaginado.//…La ciudad se lo devora de un bocado/ en un grito amordazado que retumba/ y agoniza como un hueso abandonado/ con un pie en la libertad y otro en la tumba.//”. En cambio en “Paco a paco” (J.Tcherkaski – Garello), interpretado por la Orquesta de Raul Garello, se mixtura la denuncia social con la narración en primera persona, en un lamento desgarrado que, además de retomar ciertas palabras muy utilizadas en la poesía tanguera tradicional, cita explícitamente a “Malevaje” de E. Discépolo: “Buenos Aires, suicidáme, dame un paco/ che fumáme la sesera que es barato/ paco a paco paso el trapo por monedas/ y me duermo en el zaguán o en la vereda.//… No sé si tengo edad… para saber/ cómo se hace para ser distinto/ si crecí buscando en la basura//. El humo me hace ver… todo al revés / me voltea, revolea y me marea/ y al volar por el cielo de mis ojos/ veo un mago y dos navajas a la vez… ´Decí por Dios que me has dao/ que estoy tan cambiao/ No sé más quién soy´.// El paco me pudrió las venas/ y la puta pena de morirme hoy/ el paco pudrió las venas/ y la puta pena de morirme hoy.//”. Curiosamente el alcohol, aunque por supuesto aparece, no lo hace con tanta asiduidad como en el tango del pasado. A veces abordado como vivencia personal, pero también en situaciones de borrachera o melancolía que les suceden a otros. Y aunque se mantiene el emparentamiento de la borrachera con la tristeza, en el nuevo tango el beber para recordar es mucho más común que el beber para olvidar del “Tomo y obligo”. Daniel Melingo en “Llovizna” dice “…La copa de aguardiente lo emborracha bien/ y en la noche sin fondo de su vaso/ ve siempre reflejada una muchacha/ que quisiera borrarla de un balazo.// Ella se burla riendo en el reencuentro/ él, borracho, la mira dulcemente/ llena otra copa más con ella adentro/ y se bebe la imagen lentamente”. Los Hermanos Butaca en “Cerveza ir viendo” (G. Dominicé – C. Senin) relatan descarnadamente el encuentro de alcohol y los recuerdos: “Partes de mí que no se van a juntar más,/ yo conocí una vez al amor y lo perdí./ Dorado horizonte que liquido/ ahora soy mi cicatriz.// Purgo pecados,/ los litros me han tomado/ pienso en sus ojos/ dos moscas muertas vuelan sobre mí.//…”. O Alejandro Bettinotti en “Por cosas del amor” se confiesa: ”…No siempre tengo ganas de volver a empezar,/ no siempre me interesa tratar de olvidar,/y a veces el alco-

hol…/ayuda por un rato a aliviar el garrón/ a veces es la pena que arranca a galopar,/ de prisa sobre rastros que marcan mi pesar,/ a veces es el pucho que apago otra vez mas,/ por cosas del amor.//”. Estos son solo algunos de los temas abordados por el nuevo tango, donde se encuentran varias marcas de época. Y hay más. Sin embargo, la mochila del repertorio “clásico”, con sus imaginarios, continúa condicionando a la producción actual. De hecho, el que se la siga adjetivando y agrupando como “nueva”, habla de esta presencia. Legado del pasado que inevitablemente produce un abanico de reacciones: la apología simple, el diálogo crítico o la pelea abierta. De todos modos, el adjetivo “nuevo” también habla de la irrupción de la novedad: nuevos temas y miradas que comienzan a poblar un género que, en un pasado reciente, parecía no tener nada que aportar, más allá de la mera conservación de lo ya hecho. Pero queda pendiente el arraigo de este nuevo repertorio en un público significativo y estable. Por algún motivo, el imaginario de un tango ya realizado continúa extendido. La nostalgia y la añoranza prevalecen a la hora de consumir tangos, en un contrato de escucha donde el tango funciona como puente hacia los recuerdos personales, familiares, regionales y hasta nacionales, ubicando de este modo a la subjetividad en cierto hilván de lo histórico. No es poca cosa para una época definida como “posmoderna”, donde el presente continuo y la fragmentación del individuo, en buena medida forman parte del sentido común. Por ello, se puede pensar en un consumo “resistente”, contrapuesto a esa sensibilidad de época, más anclada en lo inmediato. Queda entonces pendiente la apertura del público hacia las nuevas composiciones, lo que implica aceptación del movimiento creativo y su consiguiente proyección al futuro. Algo no menor para un género de fuerte significación identitaria local. Los artistas del tango, lanzados a la creación ya lo hicieron, construyendo una mirada propia. Falta que un público significativo y estable se la apropie. Sin dudas, si ello ocurre, será indicio de un cambio importante en el imaginario social, digno de tomar nota

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Buenosairece Marina Baigorria Aleja alegrías, contagia tristezas Desgarra la vida en manos ajenas Destroza el coraje, se alquila en monedas Se vive, se llora, se vuelve y se deja. Despide violencia, explota exigencias. Se arrima a la muerte en cualquier vereda Se cubre de miedos, se ahoga en sus deudas Se insulta, se escupe, se afana y se trepa. Este maldito Buenos Aires Se devora la conciencia Se mastica a su hermano Por llevarse otro pedazo De la misera existencia Que lejana nos sentencia A que la muerte con paciencia Nos regale otra ilusión.


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Homenaje a “Peche” Estévez, de Buenos Aires Negro Por Sebastián Linardi

Nadie lo podía creer. El Peche había muerto. La noticia cayó como un chaparrón terrible, intolerable, denso como la ciudad que describía en cada una de sus canciones. Hugo “Peche” Estévez era cantor y compositor de “Buenos Aires Negro”, grupo que había formado junto con el trompetista Ricardo Culotta y que desde 1997 venia sacudiendo la escena tanguera mas subterránea. Habían editado dos discos: “Turra Vida” (2000) y “Sol del Once”(2009). Dueño de una mirada propia en el más puro sentido de la palabra, sus letras servían de anclaje a la original fusión de la banda: una mezcla de tango (y otros ritmos rioplatenses) con rock, en oscuros tintes jazzeados. Como grupo, no eran fáciles de digerir y lo sabían, por eso muchas veces acompañaban los avisos de sus presentaciones con el inquietante “Buenos Aires Negro, cuando el tango se pudre”. Y vaya que se pudría. No solo el tango sino la expectativa del público respecto a presenciar un espectáculo liviano y apacible, delimitado en el tiempo y el espacio. Es que, para la desmesura de “Peche”, esos límites no existían. Como tampoco los existían entre el arte y la vida. Él era eso que se veía sobre el escenario, sin dobleces. No había un personaje que subir a las tablas. Su principal compromiso y necesidad era lograr arrancarse de adentro esa mezcla de pensamientos y sentimientos que lo arrebataban, en él fatalmente unidos. Y también, fanáticamente, por qué no. Era de esos pocos artistas que simplemente “son” y siendo (muchas veces a pesar de ellos) atraviesan al arte con su carne. Algo peligroso en un mundo tan estructurado y, solo en apariencia, “light”. En sus poesías no había diferencia entre la letra y el cuerpo que las había parido. Eran lo mismo. Su cuerpo eran palabras y las palabras del Peche eran su cuerpo. Un ataque con palabras sólidas a la cultura de la liviandad y los “dependes”. Sus canciones impactaban, destruyendo al arte concebido como expectación y paréntesis. Todo lo contrario, “Buenos Aires Negro” era la apuesta hacia la transformación a través del arte, empezando por ellos mismos, en un acto de sinceridad artística conmovedor. Y era esa experiencia la que le tocaba atravesar al público. No era fácil tomar distancia de lo que pasaba sobre el escenario, desde el momento en que era el “Peche” mismo quien no dejaba de conmoverse ante aquello

Sol del Once R. Culotta / H. Estévez Conozco el lugar más paquete, La vidriera donde se muestra la gente, Y el último agujero de Buenos Aires Conozco a la gilada que la va de pulenta, A los pibes que encontraron a Dios en la falopa, Al que yuga noche y día y ve como en sus hijos vuelve la vida. Y todos buscan lo mismo, Una razón para vivir. Y todos buscan lo mismo, Una razón para vivir. Conozco a los artistas de living Que ven pasar la historia por su ombligo Y al país de trenes llenos de gente yendo a laburar. Conozco a los milicos asesinos, A los zurdos que pelean por un mimo Y al vuelto de los pueblos que llaman terrorismo. Y todos buscan lo mismo, Una razón para vivir. Y todos buscan lo mismo, Una razón para morir. Conozco a Buenos Aires donde duerme y donde late, Al asesino que no tiene once años, A los que fabrican la vida, Día a día. Conozco a quienes hablan sin decir nada, Porque saben que el que nada no se ahoga, Y al que se juega en la tormenta por el cielo y las estrellas. Y todos buscan lo mismo, Una razón para vivir. Y todos buscan lo mismo, Una razón para morir. Para morir, para vivir, para morir …

que le salía de las tripas. Antes que nadie. Para él era fácil. Para otros artistas, amigos del “show de taquito” y la demagogia, imposible. Pero el “Peche” se fue. Lo mataron de una puñalada y por una boludez. La nada. Como si hubiera sido la historia de una de sus propias canciones. Una jugarreta del diablo turro, realizada a alguien que le escribía a lo que vivía (porque sino, no lo escribía; para qué). Una historia inconclusa que nos queda del lado del “debe”, dejándonos más solos y atragantados. Con su falta, el tango “nuevo” se queda un poco desnudo, o más vestido. Se fue su poeta maldito. El renegado. El que le escupía el asado a todos los patrones, de todos los mundos y aceptaba el precio. Se fue “Peche”. Se fue el sincero

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Corazón, cómo bailamos!

A Ana Postigo Vals

Quería brindar con vos. Te esperaba con ansia. Te escribía en secreto esperanzas de tocar en un vals, tu corazón. En el final fue imposible seguirte. En un loco apuro quisiste llegar a tu cielo de infinito y jazmín. En el papel quedaron silenciosas frases truncas palabras sueltas los vidrios de una copa rota sobre el mantel. Miguel Angel Fraguela 16/10/2011

“Parece mentira que todo de un golpe se pueda romper”. Ya han pasado 10 días de que Ana Postigo se fue, y esta letra resuena una y otra vez. De un golpe se marchó. Nos gusta imaginar, nos gusta a un montón de amigos que nos juntamos a contenernos y a abrazarnos, que se fue a fundar un Cochabamba más grande, donde viejos amigos colman escenarios, pistas y corazón. Ana era un payaso, con su tragedia sosteniendo la comedia, meciéndose entre valses, acordes y títeres. Ella era feliz creando espacios y tiempos donde todos nos brindáramos al goce de hacer lo que nos gusta y compartirnos. Entendía al tango, como muy pocos lo pueden entender: como un ritual mágico que solo ocurre en la milonga, en el encuentro. Era una laburante del tango y del arte. Hacia lo que sentía con respeto y amor. Será por eso que Ana se convirtió en un nido para todos nosotros; en la contención que ella hablaba, en la ideología que mencionaba, en la pasión que ella evocaba. Es cierto: su súbita partida nos dejó sin consuelo, pero también es verdad que en ese espacio vacío, nuestras miradas heridas se encontraron y comprendieron mucho más que el dolor. El tango es como la vida, y la vida sólo puede vivirse a puro corazón. ¡Cómo bailamos, Ana, cómo bailamos! Muchas gracias. Nicolás “Boinita” Fernández Larrosa

“De nada, corazón”. “Obvio”. “Cochabamba no es un lugar donde la gente va porque es a la gorra. Eso es como estar con la puerta abierta. La gente va a Cochabamba porque hay un cuidado, desde todos lados. La gente que va sabe que la va a pasar bien, porque va a encontrar gente con quien charlar, con quien bailar, se va a sentir contenido por el espacio…que es lo que me pasa a mi.” “La gente no sólo necesita un lugar económico, necesita un lugar que lo integre, que lo mire, que lo escuche.” “Nosotros tenemos testimonio de que el tango no es triste, que es alegre. Hay muchísimas fotos de gente bailando con una sonrisa de oreja a oreja.” “Las cosas están tan ligadas al sentimiento.” “Bailas con un tipo que baila, y sobre todo te está diciendo quién es.” “No tengo miedo a la palabra trabajo. Creo fundamentalmente, estoy convencida, y así lo hago, que uno tiene que vivir de lo que hace, de lo que produce.” “Me parece lógico que esto suceda porque es lo que me gusta.” “Pongo el corazón en lo que hago.” “A mi me mueve la pasión.” “Mi interés es que la gente aprenda a bailar, sinceramente; y que lo disfrute tanto como lo disfruto yo.” “Porque sí…nada más que para juntarnos, por la posibilidad de convivir, de enriquecernos.” Ana Postigo

Brindis en Cochabamba Foto: María Valeria Chinnici

Foto: María Valeria Chinnici

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homenaje

18 coplas a Ana Postigo Pablo Sáez, 12/2005

Cocha es nuestro nido!

Cuántos años suspirando poder caminar la pista pensaba que bailar tangos sólo era cosa de artistas.

Las chicas del Villa Malcom bailan tango de salón, te agarran bastante lejos de donde está el corazón.

Danza estudié obsesivo, probando en tantos lugares: una academia, dos clubes y tres centros culturales.

Difícil bailar con ellas, meta giros y sacadas... ¡pucha qué tango difícil con tanta vuelta y patada!.

En dos años, con esfuerzo, paso básico sabía, el ocho para adelante, y nada más me salía.

Entonces fue que encontré al querido club Belgrano, si parece una familia llena de primos y hermanos.

Pero, bailar en milongas, hazaña tan increíble, ¿yo entre tantos bailarines?, era un amor imposible.

Fue un jueves, tome la clase, y la milonga después, mi debut fue relajado, sólo mover los pies.

Seguí buscando maestros Y pistas que me ayudaran. Mito del héroe porteño, ¡ay qué aventura tan cara!.

Las chicas de Cochabamba bailan tango milonguero y se entregan con confianza hasta al varón más fulero.

Tres milongas citaré para ilustrar mi razón, perdonen por las mentiras de estos versos de ocasión.

Con mujeres tan gauchitas Aprendí a gozar del baile ¡Ay cuánto más lindas son las noches de Buenos Aires!.

En ellas hallé mujeres y estilos bien diferentes. No juzgo ni califico, en todas hay buena gente.

Es que Anita nos enseña estar, caminar, sentir compañera, pista y tango y siempre, siempre reír.

Las chicas de la Ideal te quieren bien empilchado, peinado, ropa discreta, y los zapatos lustrados.

Y si a veces me equivoco y la yerro en algún paso, no me importa tomo fuerzas de mi orgullo de payaso.

En sitio tan imponente hay que bailar elegante, y cuidado con llevarse algún viejo por delante.

Por eso, que me discutan si no es verdad lo que digo, dos bastiones tiene el tango: Cochabamba y la Postigo.

Foto: Leticia Fraguela

¡Qué equipo, por farol!

Fotos: María Valeria Chinnici

¡Cambio de pareja!

¿Qué onda?

¡Feliz jueves!

pin, pum pan!

ponele!


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tinta roja

Entrevista

Ana Postigo: una artesana de la vida

Foto: María Valeria Chinnici

Por Stine Engen

Todos los jueves se llena la pista en la milonga de Cochabamba 444. Ana Postigo, creadora de éste fenómeno, nos recibió en su viejo departamento de San Telmo para contarnos cuáles son los secretos de un éxito milonguero.

Sos la organizadora de una milonga emblemática de San Telmo, ¿cuáles son tus secretos? La gente que va a Cochabamba sabe que la a va pasar bien. Se va a encontrar con amigos con quien charlar, bailar, se va a sentir contenido por el espacio. Eso es lo que a mí me pasa, me contiene y me permite todo. El tango me dio sobre todo la posibilidad de conectarme con la gente, con un montón de gente que necesitaba, como yo alguna vez necesité, esta cosa de la contención. De aprender algo que no es para ganar plata, porque la gente que viene a bailar en un lugar social como Cochabamba los jueves, no viene a bailar para terminar bailando arriba de un escenario. Los hay, y están un tiempito, pero después se van a bailar con los maestros que les pueden enseñar a bailar arriba de un escenario. Yo hablo de otra necesidad humana que es la social, el abrazo, el encuentro con el otro. Y en el tango pasa esto. Si bailás

medianamente bien, te vas a conectar con todos. Yo en la milonga estoy todo el tiempo absorbiendo lo que quiere el otro, eso es lo que me hace bien, lo que me hace crecer. Entre los que llevamos el tango adelante, cada uno usa su metodología, para mí es abrir las puertas, escuchar y sentir al otro. Me encanta que la gente baile y que disfrute tanto como yo, es más, lo necesito. Si eso no pasa soy una mala maestra, no sé transmitir. Realmente me doy cuenta de que eso es el camino. La milonga tiene un perfil particular. Muchos de los bailarines son artistas y entre ellos hay grandes músicos, esto implica que nunca se sabe qué sorpresas habrá cada noche, ¿no? Sí, cada noche es mágica. Una vez se cortó la luz y Pablo Fraguela que siempre está, se sentó al piano y se bailó con velas y música en vivo en la oscuridad. El escenario pequeño ha tenido artistas impresionantes: Angel Pulice y Ruth De Vicenzo, Oscar Ferrari, Pablo Covacevich, Ovidio Velazquez, Martín Sued, Alorsa y la Guardia Hereje, Mal Llevado, Sandra Marquez, Sexteto Premier, Barrio Tinto, OT Esquina Sur, OT Andariega, Natalia Mancini, OT Misteriosa Buenos Aires, Huguittene, bailarines grosos y de la casa como Eduardo Cappussi y Mariana Flores. Cocha es una red, donde no solamente pasan cosas que tienen que ver con el baile. Es un espacio de intercambio donde se comparten experiencias artísticas y humanas de todo tipo. ¿Qué son el tango y la milonga para vos? Hace mucho tiempo que estoy metida en el tango. Creo que es inevitable zafar de algo que a uno le pertenece como iden-


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tidad, como cultura, como estética, como forma de vida. Después de un tiempo el tango me ha llevado a la milonga por la curiosidad de la transmisión. Aprendí con gente grosa que me enseñó la técnica y hoy hago mi librito. Empleo mis conocimientos como actriz, y en especial lo que hago en teatro respecto del mejoramiento de la comunicación (Ana se dedica además de al tango al teatro social con el grupo ”Los Calandracas”, con el cual hace talleres de reflexión y proyección de acciones posibles: www.teatroparaarmar.com.ar). Yo en la milonga me la paso improvisando, porque me encanta y conozco muchísimo la técnica tanto del teatro como del tango, esos permisos son importantes para mi. Me decías que te ves como una artesana de la vida. ¿Qué querés decir con esto? Artesanalmente construyo mi vida. La decisión de vivir en San Telmo, donde está la milonga, la manera en la cual acomodo mis cosas, mis pertenencias, mis afectos, mi historia, mis conocimientos. Buscar un lugar y moldearlo en función de todo eso, de lo que traigo, de lo que me pertenece. Por eso me considero como una artesana, reinvento el lugar que me toca, el que me da el cuero para bancar, sobre todo para llevar adelante mi cometido, lo que me apasiona. Pongo el corazón en lo que hago, las cosas mías, pongo. Las que conozco, las que sé hacer. Es lo que me hace crecer, disfrutar y lo que me da la posibilidad de conectarme, de estar en comunión con el otro y con los otros. ¿Porqué surgió la necesidad de armar una milonga en 2003? Yo llegué a Cochabamba porque quise cambiar la situación. Todo estaba tan mal acá. Estábamos en un momento histórico donde había necesidad de armar proyectos y Cochabamba me dio esta posibilidad. Con el teatro era muy difícil y ahí pensé en la otra pata que tengo, que es el tango. Un día me encontré con María Edith Bernatene. Ella me dijo ”yo quiero hacer algo, y con el tango!” Y pensé “qué loco, acá hay otra persona que quiere hacer lo mismo que yo, no estoy tan loca!” Y ahí empezamos a buscar y apareció Cocha, que era como mi casa, me tiré de cabeza en esto y aposté. Así fue que junto a María y Agustín Mancilla hablamos con Teresa y Carlos, la gente del lugar y empezamos con la idea sencilla de hacer una clase con una práctica. Al poco tiempo ellos se desvincularon. Era difícil de sostener, había días en los que no juntábamos los 5 pesos para volver a casa y no podíamos mantener los avisos en las revistas... era difícil. Hacíamos la práctica a la gorra que sigue funcionando hoy día. ¿Y cuál es la necesidad que te lleva a mantener una milonga en 2011? Trato con Cochabamba de mostrar que se puede llevar un proyecto adelante, que es un fenómeno posible. Yo creo que soy un referente por lo respetuoso del proyecto y por la conexión entre la gente. Nadie viene a Cocha para revolear “las patas”, y si viene, viene una vez y no viene más... porque no es para eso. Es un lugar de encuentro, de jueves felices. Cuando uno transmite eso, quiere compartirlo con el otro, obviamente con pasión y cariño. Y es maravilloso para mí poder juntar a toda esa gente que quiere lo mismo que yo, en Cocha.

Foto: María Valeria Chinnici

entrevista

¿Como ves el futuro del tango? El tango está. Cada uno tiene su tango. Es una pertenencia. El tema es como cada uno lo desarrolla. Creo que si seguimos apostando con firmeza a la idea de que es posible, el tango va a seguir creciendo. Sería importantísimo que habláramos de lo ideológico, que volviéramos a la ideología. Hubo un momento donde no se podía hablar de lo ideológico. Creo que ahora es el momento donde tenemos que volver a unificar criterios. Decir por ejemplo que el artista, debe y merece ganar dinero por lo que hace, tocando bandoneón, cantando, enseñando tango, bailando arriba de un escenario, siendo actor, actriz. No creo en el ”por el amor al arte”. El artista debe poder sostenerse con lo que hace. Yo quiero ganar dinero del trabajo que hago en Cochabamba. ¿Qué hacemos para conseguir que los lugares oficiales nos convoquen a los festivales, que nos paguen a tiempo, que nos apoyen? A mí nunca me pasó. Sería importante aunar fuerzas entre los organizadores, con los músicos jóvenes, los independientes, etc. Que todos sepamos el valor de lo que estamos haciendo y que sí nos interesa ganar plata para seguir apostando a esto. Siempre trabajé de manera independiente. Ahora creo que es importante armar redes. Que sigamos soñando y nos unamos para hacer cosas, por ejemplo, los festivales barriales. A Cocha viene mucha gente que organiza otras milongas. Nos podríamos juntar. Yo estoy para esto, para conectarme con la gente y para un poquito más, para hablar de ideología, hablar de cosas que hacen a la continuidad, para ganar tiempo y espacio. Podríamos hacer una Cochabamba grande con otras posibilidades. Tango en conjunto con la gente del barrio

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Jueves en Cochabamba 444 A las 21 hs clase de tango A las 22.30 práctica a la gorra www.anapostigo.com.ar El grupo de teatro en el cual participa Ana Postigo: Teatro para armar - Los Calandracas. Talleres de reflexión y proyección de acciones posibles: www.teatroparaarmar.com.ar


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tinta roja

La contribución de la inmigración italiana al tango parte 2 Por María Susana Azzi Con respecto a las bandas de música, Vicente Gesualdo nos informa lo siguiente: ‘Casi todos los pueblos de la provincia de Buenos Aires, contaron con bandas de música que se fueron formando a partir de la segunda mitad del siglo pasado, en gran parte debido al estímulo de la gran corriente inmigratoria italiana que llegó al país en esos años. En estos pueblos los italianos fueron los fundadores de sociedades de fomento, mutua protección, teatros y bandas musicales’. Los primeros grandes músicos de tango fueron los directores de banda italianos y españoles que, a principios de siglo, dieron el puntapié inicial. Las bandas municipales, las bandas militares, las bandas de los teatros y las bandas de las sociedades italianas incluyeron tangos en su repertorio, si bien con bastante resistencia inicial de parte de la audiencia y de las autoridades, quienes se defendían de esa música lasciva y libertina, a la que consideraban ‘música de clase baja’ como si pobreza e indecencia fueran dos caras de la misma moneda. Fueron dichos directores de banda quienes enseñaron música a tantos jóvenes músicos argentinos. El tamaño de estas bandas locales variaba entre treinta músicos y muchos más. Por ejemplo, la banda del Regimiento 5º de Infantería tenía treinta músicos en 1912 y la Banda Municipal de la ciudad de Córdoba tenía ochenta músicos. Estas bandas fueron las primeras en grabar tangos tanto en cilindros como en discos. Las Bandas estaban integradas por instrumentos de viento, nunca bandoneón, piano o violín. Razón por la cual ninguna grabación en cilindro fue hecha con bandoneón. Las primeras grabaciones de tangos con bandoneón fueron hechas por la ‘Orquesta Típica Criolla’ de Vicente Greco en discos de 78 r.p.m. (1910-11). Nos cuenta Dante Rossi (74 años), violinista clásico y de tango: ‘Mi padre, José Rossi, era italiano. Nació en Sale, provincia de Alessandria. Su familia trabajaba la tierra. Eran campesinos. Vino de Italia en 1904, le gustaba la música, quería dedicarse. Tenía veinte años. ¿Qué era Olavarría hace cien años? Allá era patrón, acá trabajó como peón en la cosecha de trigo. Siguió con el violín, a veces solo, otras con un maestro [...]. Trabajó de mozo en el Hotel Colón. Se independizó y empezó como músico de Banda tocando el trombón. Decían que estaba loco: se encerraba y estudiaba. Se casó en 1912. A mi hermano mayor le enseñó el piano, a mí el violín. Ya tenía alumnos. Formó una orquesta integrada por piano, cello, flauta, violín. Tocaban en los cines, era la época del cine mudo. Alternaban entre el cine Aguila y el tradicional

cine París. Mi padre no era músico de tango, era músico, no sentía el tango como folklore argentino. Se dedicaba más a lo clásico y a lo operístico. Nos agarraba de noche a mi hermano mayor y a mí: estudiábamos Il Trovatore, Aida, Rigoletto, Traviata... Nosotros sí llegamos a sentir el sabor del tango: actuamos más de cincuenta años. Tocábamos en serio. Era la condición nuestra. Fuimos músicos dedicados a nuestra profesión’. Numerosos han sido los directores de banda italianos e ítalo argentinos. Cito a los más renombrados: Alfredo Antonio Bevilacqua (1874-1942) (pianista, director y compositor), director de las bandas que tocaron para celebrar el Centenario cuando el Gobierno aceptó el tango por primera vez en un acto público. Arturo Vicente De Bassi (1890-1950) (director, pianista y compositor) dirigió la banda Atlanta desde 1913, formación que grabó con la compañía homónima fundada por otro italiano, Alfredo Amendola. Rafael Fracassi (1886-1952) (pianista, trompetista, compositor), dirigió la banda de la ciudad de Córdoba. Vicente Mazzoco: director de banda, escribió tangos bajo el nombre de ‘M. Criollito’ para evitar que las autoridades militares lo despidieran. En 1912 grabó tangos para Discos Columbia, como director de la banda del Regimiento 5º de Infantería: ¡fue echado! Salvador Merico (1890-?), tocaba el trombón en la Banda Municipal de la ciudad de Buenos Aires. La lista continúa: Antonio Lozzi, director de la Banda Italo-Argentina; José Strigelli, director de la Banda del Teatro Nacional; Carmelo Lipparini, director de varias bandas de la Marina Argentina; Bartolomé Burlando, director de la Orquesta Burlando; Antonio Rivara, director de la Banda de la Policía de la Provincia de Buenos Aires; Enrique Cheli, director de la Banda del Teatro Apolo; G. Parissoti, director de la Rondalla Nacional; Cayetano Silva, director de la Banda del 7º Regimiento de Infantería; Angel Metallo, director de la Banda del 7º Regimiento de Infantería; Antonio Lagomarsino, director de la Banda del Teatro Apolo y del Royal Palace; Feliciano Latassa, director de la Banda de la Sociedad Española; José Luis Roncallo, director de la Orquesta del Teatro Americano (una banda); Lorenzo Logatti, Maestro y músico de la Banda del Teatro Colón; César Sesso, director de la Orquesta/Banda del Pabellón de las Rosas; Donato Natola, padre de Aurora Nátola Ginastera. Y había muchos más músicos, anónimos hoy en día. Según Horacio Ferrer y Luis Adolfo Sierra: ‘Los maestros italianos que a principios de siglo impartían sus enseñanzas en Buenos Aires, detestaban el tango...


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historia

Enfrascados en el culto exclusivo, y marcadamente nacionalista del arte lírico, tenían particular aversión por nuestra música popular. Para ellos los ‘tanguitos’ de entonces eran poco menos que un enchastre inadmisible en los dominios del quehacer musical. Aún así, a muchos de ellos aunque a regañadientes, como podrá imaginarse- les tocó llevar al papel pautado no escasos tangos de la primera época, cuando buena parte de sus cultores estaba bastante lejos de conocer teoría musical y, por consiguiente, notación y escritura’. Una excepción fue Santos Discépolo. Contrabajista y compositor italiano, nació en Nápoles el 1º de noviembre de 1850 y murió en Buenos Aires, el 18 de agosto de 1906. Realizó estudios de armonía, composición, contrapunto, piano y contrabajo, en el Real Conservatorio de Nápoles, egresando de ese instituto en 1871 con mención especial y medalla de oro. Tocaba varios instrumentos de viento, dirigió bandas y orquestas en Salerno y Nápoles. En 1871 arribó a Buenos Aires cuando ésta se recuperaba de la epidemia de fiebre amarilla. Formó parte de varias sociedades musicales, entre ellas la Sociedad del Cuarteto, actuando en el 100º concierto de esa benemérita entidad, junto a Cayetano Gaito, Enrique Bomon, Piazzini, Levy y otros. En 1875 actuó en Río de Janeiro como integrante de la orquesta del teatro principal de esa ciudad; en Buenos Aires formó parte de las orquestas de los teatros de la Victoria, Opera, San Martín y Politeama. Compuso bailables y música de salón y figuró entre los primeros compositores de tangos, entre ellos, Payaso, que dedicó a Frank Brown; No me empujes...¡caramba!; etc. Uno de sus discípulos fue José Luis Roncallo y sus hijos Armando y Enrique Santos Discépolo, se distinguieron en el arte popular argentino.

La mayor población de italianos en Buenos Aires vivía en el barrio de la Boca y en Barracas. La Boca era una pequeña Italia. Fue en los cafés de la Boca donde los tríos que tocaban tango desempeñaron un papel importante al desarrollar la música popular a fines de siglo y principios del 1900. El legendario Tano Genaro, por ejemplo, estaba en el Café del Sur (ca.1898) mientras que el trío de Francisco Canaro (uruguayo), Vicente Loduca y Samuel Castriota tocaban en el Café Royal. Juan de Dios Filiberto nació, vivió y murió en la Boca, fue hijo del famoso bailarín con corte Juan Filiberti. En la década del diez, el tango pasó de La Boca al Centro, gradualmente fue aceptada por más y más gente. El Barón Antonio de Marchi, italiano, yerno de Julio Argentino Roca organizó una noche de tango en el Palais de Glace y un festival de tres día en el Teatro Palace de la calle Corrientes (1913)

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[1] Vicente Gesualdo, Historia de la Música en la Argentina (Buenos Aires: Editorial BETA SRL, 1961), p.368. [2] Véase Jorge Novati et al, Antología del Tango Rioplatense (Desde sus comienzos hasta 1920) Vol.1 (Buenos Aires: Instituto de Musicología Carlos Vega, 1980), p.35, 122, 144. [3] La ‘orquesta típica criolla’ es un conjunto de tango que cuenta con bandoneón, guitarra, violín y flauta. [4] Dante Rossi en María Susana Azzi, Antropología del Tango. Los Protagonistas (Buenos Aires: Ediciones Olavarría, 1991), p.249. [5] Véase Jorge Novati et al, Antología del Tango Rioplatense (Desde sus comienzos hasta 1920) Vol.1 (Buenos Aires: Instituto de Musicología Carlos Vega, 1980), p.35,122,144. [6] Horacio A. Ferrer-Luis A. Sierra, Discepolín (Buenos Aires: Ediciones del Tiempo, 1965), p.37. [7] Véase Julián Porteño, ‘ Hace 48 años que falleció Santo Discépolo’, en Noticias Gráficas, 19 agosto, 1954. [8] Simon Collier, ‘The Tango is Born’ en ¡Tango! (Londres: Thames and Hudson, 1995), p. 61.

Espresso 443 di Enrico Blatti Enrico Blatti, Pietro Tonolo, Gabriele Mirabassi, Ettore Pellegrino, Mario Stefano Pietrodarchi, Maurizio Luciani, Elena Trovato & Pietro Pompei

Av. Córdoba piso 10, depto “A” . (1055) CABA

La música de Enrico Blatti muta siempre, no en su pensamiento, sino que me recuerda a un tren expreso. Este tren musical nos empuja hacia adelante, en continuo movimiento, en cambio constante. La música de Enrico Blatti tiene almas diversas: me lleva al cine, de ahí a la música popular italiana, al sonido de un acordeón que me recuerda al tango y a Piazzolla…. Escuchar este disco es una experiencia activa, ya que nuestros sentidos son llevados por el ritmo que el compositor Enrico Blatti imprime a su música. Es un encuentro, como bien dicen los músicos argentinos amigos de los popes musicales brasileros, es el arte del encuentro. Es el arte del encuentro musical, es el arte del encuentro cultural, de las herencias culturales, de las semejanzas y diferencias. Todo un mundo expresado en cada música, tan bien entrelazadas entre sí, como Blatti nos tiene acostumbrados. Aunque confieso que este disco me sorprendió, y me sorprende cada vez que lo escucho. Descubro nuevos sonidos y nuevas rítmicas. Me dejo llevar. El tren expreso me conduce a mundos dispares que se fusionan. Los instrumentos son muy interesantes: violin, acordeón, arpa, clarinete, contrabajo, vibráfono y percusión. Es música compleja e intrincada. De lo popular a lo culto, solo un pequeño salto, y un recorrido más que interesante.


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Lunfardo, letra y lingüística Por Guillermo Anad

Flor de fango Letra: Pascual Contursi Música: Augusto Gentile Mina que te manyo de hace rato, perdoname si te bato de que yo te vi nacer... Tu cuna fue un conventillo alumbrao a querosén. Justo a los catorce abriles te entregastes a las farras, las delicias del gotán. Te gustaban las alhajas, los vestidos a la moda y las farras de champán. Después fuiste la amiguita de un viejo boticario, y el hijo de un comisario todo el vento te sacó... Y empezó tu decadencia, las alhajas amuraste y una pieza alquilaste en una casa 'e pensión. Te hiciste tonadillera, pasaste ratos extraños, y a fuerza de desengaños quedaste sin corazón. Fue tu vida como un lirio de congojas y martirios, sólo un peso te agobió.. . No tenías en el mundo ni un consuelo. . . El amor de tu madre te faltó. Fuiste papusa de fango y las delicias de un tango te arrastraron del bulín. Los amigos te engrupieron y esos mismos te perdieron noche a noche en el festín.

Se denomina lunfardo a una jerga rioplatense que utilizaban los ladrones (lunfardos) entre los años 1870 y 1920, aproximadamente. La Academia Argentina de Letras considera que los vocablos forjados durante ese período pertenecen al denominado "lunfardo histórico". Se trata de vocablos que, en su gran mayoría, son lexicalizaciones de términos de origen italiano. José Betinoti y Silverio Manco, entre otros, fueron los primeros payadores en incorporar el uso del lunfardo. También el periodismo costumbrista fue dando cuenta de este sociolecto, en textos de autores como Fray Mocho (José S. Álvarez), Félix Lima y Last Reason (Máximo T. Sáenz). Mientras tanto, el lunfardo seguía siendo objeto de estudio por parte de criminalistas, tal el caso del doctor Francisco De Veyga, profesor de la Universidad de Buenos Aires, quien en 1910 publicó su estudio Los "lunfardos": Psicología de los delincuentes profesionales. Más tarde, revistas como Caras y Caretas, PBT y El alma que canta difundieron textos que hacían uso del lunfardo. Finalmente, tangos y sainetes se convirtieron en los medios principales de literaturización del lunfardo, extendiéndose también hacia la narrativa de autores como Enrique González Tuñón y Roberto Arlt. Así, con el correr de los años, algunos de esos términos del lunfardo histórico fueron expandiéndose, alcanzando nuevas fronteras geográficas y abarcando distintos niveles socioculturales. En esta sección señalaremos con las iniciales LH a aquellos vocablos que pertenecen principalmente al lunfardo histórico y con LC a los lunfardismos de uso coloquial.


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lunfardo, letra y lingüística

Explicación de los términos lunfardos: mina. (LC) Mujer. Es un término de uso frecuente en el cancionero tanguero de corte lunfardo. ("Caés a la milonga en cuanto empieza, / y sos para las minas, el vareador", R. Fontaina y V. Soliño, Garufa; "Ahura, / tanto me asusta una mina, / que si en la calle me afila, / me pongo al lao del botón", E. S. Discépolo, ¡Chorra!; "Mina que fue en otro tiempo / la más papa milonguera", P. Contursi, Pobre paica [El motivo]). manyar. (LC) En este caso, conocer. Es un término de un amplio campo semántico, según el contexto. Por ejemplo, en otros tangos, puede significar darse cuenta: "Que no manyen que estás lista / al primer tiro de lazo", C. Flores, Atenti pebeta. batir. (LC) Decir, en este caso. En otros contextos, también significa delatar. Estos dos significados pueden compaginarse en los versos de un mismo tango: "Entre la gente del hampa no has tenido perfomance, / porque baten los pipiolos que se ha corrido la bolilla / y han junado que sos un gran batidor", A. Irusta, Dandy. vento. (LH) Dinero. ("¿Te acordás?, era el momento / culminante del cariño / me encontraba yo sin vento, / vos amabas el armiño", M. Romero, Aquel tapado de armiño). También hay una variante en diminutivo: "Che 'madam' que parlás en francés / y tirás ventolín a dos manos", E. Cadícamo, Muñeca brava. amurar. (LH) En este caso, se podría interpretar como guardar o también como empeñar. En otros tangos, este término polisémico adquiere otros matices de significados, de acuerdo al contexto. Por ejemplo, en Mi noche triste significa abandonar: "Percanta que me amuraste / en lo mejor de mi vida". bulín. (LC) Cuarto, habitación, pieza, vivienda en general. ("Solloza en su bulín, el pobre payador...", V. Soliño, Mocosita). Es un término de una gran carga afectiva, muy utilizado en la poética tanguera, tal como se advierte en los títulos De vuelta al bulín (P. Contursi), Bulincito de mi vida (L. Spinetto), La tristeza del bulín (L. Roldán) y El bulín de la calle Ayacucho (C. E. Flores).

engrupir. (LC) Con engrupir pareciera que la relación lunfardismo-coloquialismo ha seguido un camino inverso; engrupir sería un lunfardismo que probablemente proviene del uso coloquial del término grupo (mentira, embuste). Tiene varias acepciones. En este verso puede significar engañar. De grupo proviene también engrupido, es decir, una persona que se cree mejor de lo que es: engreído, pretencioso, infatuado: "¿No te das cuenta que sos un engrupido? / ¿Te creés que al mundo lo vas a arreglar vos?", E. S. Discépolo, ¿Qué vachaché?

Flor de fango Entre 1917 y 1920, Carlos Gardel grabó sus primeros diez tangos; cinco de ellos llevaban letra de Pascual Contursi. Desde el punto de vista narratológico, un aspecto notable de Flor de fango es el alcance retrospectivo del relato. Así, están presentes los momentos fundamentales de la vida de la narrataria: nacimiento e infancia (“tu cuna fue un conventillo / alumbrao a querosén”); adolescencia (“justo a los catorce abriles / te entregastes a la farra”); madurez y decadencia (“después fuiste la amiguita / de un viejo boticario”). La densidad narrativa latente en este tango se advierte en su extendida proyección textual. Flor de fango dio origen al sainete homónimo de Carlos Schaefer Gallo y el título del sainete Tu cuna fue un conventillo de Alberto Vacarezza, es una cita textual del cuarto verso. Ese “triste conventillo alumbrado a kerosén” retorna en el tango Margot de Celedonio Flores. Desde dos modalidades textuales diferentes, y con notable sincronía, en el mismo año de 1924 tanto la ciudad letrada como la ciudad del tango se hacen eco de este tango contursiano: Lugones, en un poema de su Romancero ("Chicas que arrostran en el tango / Con languidez un tanto cursi, / La desdicha de Flor de fango / Trovada en letra de Contursi"); y Cadícamo en su primer tango, Pompas de jabón (“y entonces como tantas flores de fango / irás por esas calles a mendigar”). Violín de fango, que integra la antología Dublín al sur (1980) de Isidoro Blaisten, es un claro reenvío al tango de Contursi. A propósito de este cuento, señaló su autor: “creo que la parodia lingüística y el juego poético son sobrepasados en la intención por el profundo, irrenunciable amor que siento por el tango”

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Pascual Contursi (Chivilcoy, 18 de noviembre de 1888 - Buenos Aires, 19 de mayo de 1932) fue un conocido dramaturgo, músico y letrista de tango argentino. Fue autor de unas cuarenta letras de tango entre las que se destacan Bandoneón arrabalero, Caferata y Ventanita de arrabal, muchas de las cuales fueron grabadas por Carlos Gardel. Mi noche triste es la más conocida de las letras que compuso e inauguró una nueva etapa del género caracterizada por el llamado tango canción.


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Tango y género La II Jornada de tango y género en Buenos Aires se desarrolló en el marco del 5to Festival Internacional de Tango Queer. por Soledad Venegas El jueves 13 de octubre a las 18 horas se desarrolló la jornada sobre tango y género organizada por Mercedes Liska (Etnomusicóloga) y Mariana Docampo (bailarina y profesora) en el marco de las actividades del 5to Festival de Tango Queer en Buenos Aires. Este encuentro tuvo lugar en el Centro Cultural de la Cooperación, ubicado en Corrientes 1543. El Festival Internacional de Tango Queer fue fundado en el año 2006 por Mariana Docampo, Roxana Gargano y Augusto Balizano en la ciudad de Buenos Aires, bajo el lema de “bailar tango sin que los roles estén fijos al sexo de quienes lo bailan”. Fueron creados espacios de enseñanza y práctica que habilitan a bailar tango no sólo a los que forman parte de las comunidades de lesbianas, gays, bisexuales y transgénero sino a todo aquel que tenga la necesidad de explorar nuevas formas de comunicación. Partiendo de la base de que la estructura misma de la danza del tango excluye la diversidad de género dado que presupone roles fijos para el hombre y la mujer, la propuesta del tango queer no sólo no da por sentado la orientación heterosexual de los bailarines sino que tampoco obliga a ocupar determinado rol en la pareja, es por ello que se pone en práctica el intercambio de roles al bailar. En 2010, se realizó la primera jornada teórica sobre tango y género que también tuvo lugar en el Centro Cultural de la Cooperación y estuvo coordinada por Mercedes y Ma-

riana. Dada la buena recepción del público en aquella oportunidad, este año se decidió continuar con este espacio destinado a la reflexión de problemáticas sobre la cuestión de género y su relación con el tango como danza y, esta vez, como música también. No sólo participaron especialistas que expusieron trabajos teóricos sobre la danza en las prácticas contemporáneas, sino que también hubo un espacio dedicado a músicas mujeres del ámbito del tango que participaron como panelistas en esta jornada. El encuentro, entonces, estuvo organizado en dos secciones. En la primera, expusieron sus trabajos teóricos Mayra Lucio y Marcela Montenegro (“Ideologías en movimiento: nuevas modalidades del tango-danza”), Mercedes Liska (“Algunas consideraciones sobre las experiencias de las y los visitantes extranjeros en el Festival de Tango Queer en Buenos Aires”), Florencia Angilletta (“Un loco berretín: sobre las identidades sujetas y nómades en el tango queer”) y Marcela Judith González (“La transmisión de las artes del tango a través de la educación”). Después de haber escuchado a las expositoras, se inició un debate entre los asistentes dirigido por las coordinadoras. Luego de un intervalo, se propuso un segundo debate a partir de las experiencias como mujeres músicas de Claudia Levy, Lala, Marina Baigorria (cantante de La Biyuya) y Soledad Venegas (flautista de Bramaje). Aquí, se pusieron en común vivencias y relatos en relación a las subjetividades de género. Durante el intercambio entre las panelistas, las expositoras y los demás asistentes, se trataron variados temas como la discriminación de género, el machismo, el colonialismo, la multiculturalidad; a su vez, se discutió el lugar de la tradición y la transmisión de pautas culturales. En esta oportunidad, un festival de tango organizado en Buenos Aires supo generar un espacio para la reflexión sobre temas tradicionalmente destinados al ámbito académico. Bailar, cantar, tocar y pensar el tango, son prácticas que tuvieron cabida en este festival. Resulta estimulante que estas actividades puedan llevarse a cabo también desde una perspectiva de género como la que propone este movimiento de tango queer

La Fisura revista de cultura Damos la bienvenida a la revista independiente de publicación bimestral “La Fisura” que se ocupa de la difusión de la cultura under en Buenos Aires. Su tamaño casi cuadrado de 21cm/20cm fue elegido en función de un aprovechamiento del papel para no crear desperdicios. En la tapa del primer número se reproduce una obra digital de un alto artista Río Negrino. En este número encontrarás fotografías e ilustraciones copadas, fiestas lindas, notas de fondo sobre temas como la sal sin refinar o los

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baños secos, lugares under para conocer, iniciativas buenísimas, fechas para agendar, una selección de libros, pelis, revistas, objetos, obras fuertes, un reportaje sobre la grabación de un disco en la cárcel y un montón de otras cosas... Son 44 páginas impresas ecológicamente (papel de bosques sustentables y tintas no dañinas). Está disponible a partir del 1 de noviembre. Sale 12$, encontrarás en la página de Facebook de la revista los lugares dónde conseguirla.

lafisurarevista@gmail.com Facebook: la fisura (revista cultural)


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libros / revistas

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Foto: f+t FOONG | TOSCANO

Durante la presentación en el CCC, de izquierda a derecha: Luis Longhi, Federico Mizrahi, Guillermo Fernández y Horacio Fontova

El Tango es puro cuento De Luis Longhi y autores varios por Walter Alegre Edición del Centro Cultural de la Cooperación y editorial Abrazos libro-disco-objeto Luis “Titite” Longhi, Guillermo Fernández y Federico Mizrahi Con artistas invitados Este objeto de arte editado por el Centro Cultural de la Cooperación y la editorial Abrazos es difícil de catalogar, por un lado es un excelente libro de cuentos, pero también es un gran paseo de la mano de los ilustradores contemporáneos Alfredo Sabat, Pablo Fernández, Poly Bernatene, Pablo Bernasconi, Fernando Calvi, Pablo Fayó, Diego Parés, Julieta Arroquy, Sebastián Dufour, Gabriel Saiz y Peni, quienes convocados por Tute ilustraron el libro. Y, como si esto fuera poco, se acompaña todo con un disco surgido de la inspiradísima pluma del talentoso y multifacético Luis “Titite” Longhi a los que Guillermo Fernández y Federico Mizrahi le pusieron música. Disco que cuenta con la participación, además de los autores, de importantes artistas de la música popular argentina como Pedro Aznar, Teresa Parodi, Alejandro Dolina, Horacio Fontova, Kevin Johansen, Sandra Mihánovich, Ligia Piro, Walter “Chino” Laborde, Omar Mollo, Alicia Vignola, Manuela Fernández, Sergio Pinget, Daniel Maza y Franco Luciani.

El disco-libro está recomendado para niños de todas las edades, inclusive para el que lee estas palabras, como afirma Alejandro Dolina desde el prólogo: (…) Se me dirá que nada de esto será comprendido por los alumnos de tercer grado. Es posible. Tal vez la niñez ya esté totalmente en manos de los fabricantes de consolas y videojuegos. En ese caso, estos tangos de hadas podrán llegar a aquellos adultos que como Peter Pan han resuelto seguir jugando en secreto

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El regreso La Conferencia del tango forma parte de las leyendas urbanas de la calle Corrientes. Dicen que hace algunos años un personaje, tan iluminado como rebelde, ofreció unas conferencias revelando aspectos, no solo no conocidos sino que, ocultados de la historia del tango. Por esto fue perseguido, censurado y amenazado. Ya en los últimos años de su vida no le teme a nada y es por eso que vuelve para develar los entretelones y la verdadera historia del tango. Miercoles 23 a las 20:30 Sala Osvaldo Pugliese Centro Cultural de la Cooperación La Conferencia del Tango el regreso Conferenciante: Licenciado Eugenio Rataplán Moderador: Sebastián Irigo Con la participación de Carolina Pujal, Julio Zurita y Luis Longhi Dirección general: Luis Longhi y Sebastián Irigo

La Conferencia del Tango Apoyado en un exhaustivo rigor histórico, el Lic. Rataplán vuelve a Buenos Aires con su conflictiva “Conferencia del tango” luego de un autoexilio tanguero al que debió apelar en la década del 90´ ante los urticantes ataques de hordas académicas tangueras obsecuentes que pretendían silenciarlo. Señoras y señores, vuelve "La Conferencia del Tango"


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tinta roja

Orquesta Típica Andariega Pertenencia La Orquesta Típica Andariega presentó su primer disco titulado “Pertenencia”, en el Teatro Orlando Goñi el pasado 4 de noviembre. Un concierto a sala llena dio marco al lanzamiento. Las 11 pistas grabadas en los estudios ION entre fines de 2010 y mediados de este año, conforman un repertorio de tangos clásicos instrumentales y cantados. Entre ellos, se destaca un tema de autoría propia que cumple el doble propósito de dar nombre a la placa, y un sello original a la orquesta. Sin duda alguna “Pertenencia” marca el rumbo de La Andariega; formación que en apenas dos años ha logrado concentrar en una composición, su manifiesto estilístico. Una propuesta claramente bailable, como lo demuestran las milongas “Corralera” (A. Aieta) y “Campo afuera” (R, Biagi- H. Manzi), que sin embargo no deja de rozar ciertos tintes tenebristas en los arreglos de “Taconeando” (P. Maffia) o “Prepárense” (A. Piazzolla). El disco puede conseguirse en los conciertos de La Orquesta Típica Andariega todos los domingos a las 23 horas en el “Buenos Ayres Club” (Perú 571, San Telmo), donde se realiza la “Milonga Andariega”. Además, el grupo prepara una gira por Europa para el año 2012, en la cual se propone difundir este nuevo material. www.myspace.com/andariega Violines Nicolás Franco, Elis Roig, Matías Cobán, Alicia Alonso Bandoneones Alet Kluitenberg, Aude Bresson y Stine Engen Piano y dirección Pauline Nogues Contrabajo Luigi Coviello Cantante en el disco Sandra Márquez

Bramaje Figura y fondo Este conjunto surgió a principios del año 2009 a partir de la necesidad de tres mujeres de querer expresar un sentir propio y auténtico en el tango. En 2010 se integró al grupo Julia Subatin en el contrabajo. Este es el primer disco Bramaje. Se llama Figura y Fondo." Con “Figura y fondo” queremos expresar la idea de que siempre es posible ver un poco más allá de lo que observamos en una primera instancia, que podemos atravesar los estereotipos y superarlos…" “Al constituir una formación original para el género, intentamos encontrar nuevas sonoridades a través de nuestros propios arreglos. Con la elección de un variado repertorio buscamos expresar un sentimiento genuino y contemporáneo, que a la vez procura conservar aquellos elementos que resultan constitutivos de nuestra identidad cultural. Siempre desde el respeto hacia los grandes maestros del género, cuidamos cada detalle, cada nota para alcanzar este propósito. El principal objetivo, sin embargo, es mostrar toda la fuerza y la pasión con la que interpretamos nuestra música ciudadana por excelencia.” http://www.bramaje.com.ar http://www.myspace.com/bramaje Verónica Sala: voz Soledad Venegas: flauta Lucía Schlichter: piano Invitada en contrabajo: Julia Subatin

Orquesta Típica Andariega Pertenencia 2011


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discos

La Casa del Bandoneón Defensa 1137, CABA, 4300 8508

Chamuyeros De madrugada En este disco de cuidada edición, Chamuyeros nos presenta un repertorio de temas clásicos en arreglos para guitarras y cantor. Una estupenda grabación y una bella interpretación de estos 13 temas. Un disco para prestarle atención en esas horas de tranquila soledad de la madrugada. ...”CHAMUYEROS quiere contarles, hablarles, decirles, batirles, chamuyarles de cualquier manera el sentimiento que llevan en su interior mediante el TANGO, género musical y popular que sigue creciendo y que debe dársele la oportunidad de atravesar nuestros oidos, nuestros corazones. Muchos jóvenes podrán decir que ¨el tango es de viejos, es muy anticuado¨, ¨que es triste y llorón¨, lo cual puede ser verdad, pero también es cierto que es nuestro, de nuestra tierra, de nuestra gente, como el folclore y creo que uno (sea joven o viejo) debe empezar a explorarlo de a poco, porque tiene méritos para que así sea. Son nuestras raices, es nuestra cultura...” Por eso CHAMUYEROS se llama así... les queremos hablar del tango, de la música que nos pertenece!

http://www.myspace.com/chamuyeros/ Guitarras: Maximiliano Cortez, Lucas Ferrara Voz: Jorge “Negro” Latini

Gorriti 3780 - Buenos Aires www.cafevinilo.com.ar


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tinta roja

una experiencia cultural a medida www.curiosa-ba.com.ar

Cochabamba 2536 Buenos Aires info.tog@gmail.com http://blogteatro.wordpress.com

Milonga Andariega Perú 571 - Buenos Ayres Club - San Telmo Todos los domingos: 21hs: clase de tango con Gustavo Benitez y Juli Feuerbaum 23hs: Orquesta Típica Andariega en vivo!

http://andariegatango.wordpress.com/ http://www.myspace.com/andariega

Editorial dedicada a los artistas argentinos.

LUDEL EDICIONES

Libro "Testimonio de una Vida" de Beba Pugliese. Partituras de tango y folklore en PDF para todo tipo de formación. Transcripciones para el boletín de declaraciones de SADAIC. Libros de dramaturgia y filosofía en PDF. Academia de piano todos los niveles. Contacto: musicaludel@yahoo.com.ar

Av. Corrientes 1543 - CABA - 5077-8000


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guía práctica

Conciertos en Buenos Aires

La Aurora del Tango Av. Corrientes 3600 esq. Billinghurst, Almagro

Milonga en Orsay Av. Independencia 572, San Telmo milongaenorsay@gmail.com

Centro Cultural Torquato Tasso Defensa 1575, San Telmo Tel: 4307-6506

Centro Cultural de la Cooperación Av. Corrientes 1543 Tel: 5077 8000

Clásica y Moderna Callao 892 Tel: 4812 8707

La Scala de San Telmo Pasaje Giuffra 371, San Telmo Tel: 4362 1187

El Tacuarí Tacuarí 1557, San Telmo Tel: 4362 7077

Ave Tango Alt . Brown 1375 ccavetango@gmail.com

Buenos Ayres Club Perú 571

Sanata Bar Sarmiento 3501, Almagro Tel: 4861-5761

Confitería Ideal Suipacha 380 Tel: 4328 7750

La Catedral Sarmiento 4006, Almagro Tel: 15 5325 1630

Malevaje Arte Club Garibaldi 1670

Diversas milongas todos los días de la semana con orquestas en vivo.

Teatro Orlando Goñi Cochabamba 2536 info.tog@gmail.com CAFF Sáchez de Bustamante 764, Abasto www.caff.com.ar

La ribera de tango Av. Pedro de Mendoza 1879

El Boliche de Roberto Bulnes 331, Almagro Tel: 4862 0415

Musetta Caffe Billinghurst 894, Abasto Tel: 4867 4037

El Faro de Villa Urquiza Av de los Constituyentes 4099 Tel: 4573 3055

Cafe Vinilo Gorriti 3780. Palermo Tel: 4866 6510

El Bar de Julio Av. Roque Sáenz Peña 1125 elbardejulio@hotmail.com

La Bohemia café concert Yerbal 1657 Tel: 4633 2971 Esquina Homero Manzi Av. San Juan y Av. Boedo Tel: 4957 8488

Tinta Roja Tango Fechas de conciertos para la agenda: info@tintaroja-tango.com.ar ____________________________ Suscripción: Puede suscribirse a la revista por medio de email: info@tintaroja-tango.com.ar o encargar ejemplares 15 3117 5836 autores argentinos clásicos y contemporáneos www.contemporanea-web.com.ar

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