Tinta Tres Ed 6 Color Local

Page 1

Año 1 edición 6 / diciembre de 2011

Periódico comunitario de la comuna 3 Manrique Una vida a cuatro bandas.

Ayer sigue siendo hoy en mi memoria.

Una visión poética de la comuna.

Semilla de la memoria.

compañeros del más allá.

Viaje en prisma hacia La Honda.

Manrique Punki.

Pág. 3

Pág. 5

Pág. 7

Pág. 8 - 9

Pág. 10

Pág. 13

Pág. 16

Color Local


Contenido Pág. 3 Una vida a cuatro bandas. A propósito

»» Editorial

Escala cromatica

del torneo de villar de la comuna.

De una comuna

Pág. 4

M

Felicitaciones a todas las JAC en sus aniversarios.

Pág. 5

Ayer sigue siendo hoy en mi memoria.

Pág. 6

En tercera persona. Denuncia. El santo de la discordia.

Pág. 7

En sepia. Una visión poética de la comuna.

Pág. 8-9

Semilla de la memoria. Foro comunal: desplazamiento forzado y ciudadanía.

Pág. 10

Compañeros del más allá. El pasaje de la vida.

Pág. 11

La 320, del terror a la esperanza.

Pág. 13

Informe:

Pág. 12

Claroscuro de la Avenida Gardel. La carrera 45 ayer y hoy. Opinión: y a usted ¿Qué le causaría miedo? Belleza talada. Denuncia gráfica.

anrique huele a campo trasegado, a ciudad que se recorre en bus, a sembrado en el que al adentrarse se adivina un bosque premontano; en su centralidad huele a tango de arrabal, su periferia transpira salsa, sabor latino, afromedallo. El color local va en la música, las historias, los sueños, el latido de una comuna que a esta altura, 1400 metros sobre el nivel del mar, se “respira mejor”, como decía un poeta nacido de sus entrañas, de sus dolores. El cuerpo es el lienzo al que se adhiere el color que transpiran los otros, el esmog, las hojas de los guayacanes florecidos y que inspiran una reseña, un performance, un rostro en una fotografía. Esta edición es un retrato variopinto, pintoresco, de nuestros barrios, de “las caras lindas de mi gente…” como diría Ismael Rivera. Se trata también de un ejercicio de memoria histórica, de reconocimiento, de indagación por imaginarios de lo auténtico. Manrique es un territorio que alberga muchos tonos y posturas, formas de habitar lo urbano, de pintar las fachadas, de secar la ropa en las terrazas, formas propias definidas por un solo trazo: el espíritu popular. Cuando decimos espíritu popular (Andy Wharol y lo que llamaron arte pop, fueron una farsa) afirmamos que el arte nos posibilita la expresión y reconocimiento de la solidaridad humana, como lo muestra el texto Semillas de la memoria, la libertad, como lo expresa la juventud en Manrique punki, la autonomía, destacada en el retrato de Diana Castañeda, Una mujer que le pone dulzura a La Honda, y en su búsqueda de dignidad como en el texto del periodista Mauricio Hoyos, La 320, que nos plantea una visión del territorio en su dimensión material e inmaterial. Así es como hurgamos en el cuerpo social humano, exploramos su ritmo, sus caminos ancestrales, sus callejones intrincados, sus centros culturales, sus pulmones verdes, sus paisajes, sus colores, buscando caminar una palabra que nos una, que nos nombre. Abrimos el espacio a las voces que narran la vida, el amor y la muerte desde una experiencia y lectura cotidiana, definible y definitiva. Agreguemos todos la palabra Arte como ejercicio de mirar hacia adentro, ver con el corazón, respirar y sentir los colores propios y los del mundo. Continuemos con la palabra pensamiento, para saber oír, y por supuesto la palabra creación, como gesto para comunicar y multiplicar, para hacerlo periodismo. Carlos Orlas Sánchez

Viaje en prisma hacia La Honda. Reseña: Mañana le digo producciones. Mazamorra pilada.

Pág. 14

Una mujer que le pone dulzura a La Honda. ¡Vamos al parque! una aventura siempre nueva.

Pág. 15

El habitante mayor: La voz anfitriona de Manrique en la radio.

Pág. 16

Manrique Punki. La anti-tradición musical de ser joven. Crucigrana. En portada: Performance “La huerta en el asfalto” del colectivo artístico Cromorama, presentado en el Foro de la Población Desplazada el pasado 25 de noviembre. Fotografía de Leider Restrepo.

Tinta Tres es una publicación mensual y comunitaria realizada por la Corporación para la Comunicación Social y Comunitaria Corpomedios. Distribución Gratuita Año 1, Nº 5 - noviembre de 2011 Circulamos con 20.000 ejemplares Impreso en los talleres gráficos de la Casa Editorial El Mundo

Dirección Leider Restrepo M. Editor Francisco Monsalve Diseño y Diagramación Leider Restrepo M. Comité Editorial Bibiana Marcela Ramírez Carlos Andrés Orlas Francisco Monsalve Viviana Ospina María Elena Durango Andrés Fernando Sánchez

Olga Patricia Acevedo Guillermo León Ospina Diana Soledad Pino Manuela Guzmán Mauricio Hoyos Leider Restrepo José Arnulfo Uribe T. Natalia Andrea Montoya Mónica Islena Díaz Consejo de Redacción José Arnulfo Uribe Tamayo Anderson Ortíz Giraldo Paola Andrea Alarcón B. Isabel Rodríguez Ana Cristina Ayala Joni Alexander Restrepo

Diana Soledad Pino Olga Patricia Acevedo Francisco Monsalve Guillermo Ospina Fernando Marín Henao Carlos Andrés Orlas Johan Monsalve Mónica García Delio Antonio Cardona Fredy Mejía Cadavid Angélica Murillo Jandey Marcel Solviyerte Mauricio Hoyos Olmer Palacio Wilfer Muñoz Luis Guerra Estefanía Bedoya

Asesoría Periodística Maria Elena Durango R. Corrección de Estilo María Elena Durango R. Leider Restrepo. Fotografía Joni Alexánder Restrepo Johan Monsalve Guillermo Ospina Leider Restrepo Bibiana Ramírez Diana Soledad Pino Mauricio Hoyos Andrés Sánchez

Ilustradores Andrés Sánchez Manuela Guzmán Colaboradores Juan David Jaramillo Diego Echeverri Yovanny Iancardy Jefe de Distribución Olga Patricia Acevedo

Interventoría Diana María Ortega Puerta Dirección General de Comunicaciones Alcadía de Medellín Contacto: tintatresperiodico@gmail.com http://tintatres.blogspot.com Siguenos en:

»» Se garantiza a toda persona la libertad de expresar y difundir su pensamiento y opiniones, la de informar y recibir información veraz e imparcial, y la de fundar medios masivos de comunicación. Estos son libres y tienen responsabilidad social. Se garantiza el derecho a la rectificación en condiciones de equidad. No habrá censura. (Artículo 20. Constitución Política de Colombia)

»» La actividad periodística gozará de protección para garantizar su libertad e independiencia profesional. (Artículo 73. Constitución Política de Colombia) »» Las opiniones y afirmaciones expresadas en los artículos son responsabilidad exclusiva de los autores y no son representativos, necesariamente, de la línea de pensamiento del periódico, ni responden forzosamente a opinión del director del mismo.


Año 1 / edición 6 / diciembre de 2011

3

Una vida a cuatro bandas A proposito del Torneo de billar de la comuna Carlos Andrés Orlas / carlosandresorlas@gmail.com Fotografía: Guillermo Ospina En Manrique el billar ha sido el espacio para el encuentro de varias generaciones de amantes del mítico juego, del tango, de la salsa, de la bohemia, de la noche, de la locura.

“…más sonoro que una carambola a las dos de la mañana” Gonzalo Arango Ilustración: Andrés Sánchez

S

egún el cantautor francés Manu Chau, en la canción que le dedica a Maradona, “la vida es una tómbola”. Yo diría que es también una carambola, un choque de fuerzas, una fricción energética y azarosa que impulsa el rodar y rodar de las bolas. A los diez años di mis primeras tacadas, allí aprendí a medir la fuerza y a “probar finura”. Rememorando esto es que me permito dar unas disertaciones sobre el billar. Me figuraba el juego como una mezcla de música, vibración, tacto y estilo, que es todo lo que hay en una carambola bien tacada. Cuando jugaba me sentía pleno, lleno de vitalidad y con cierto hálito de malevaje, producto del ambiente bohemio que tienen los billares,

E

ntre el 17 y el 18 de septiembre se celebró en Manrique, en el billar Locuras, la final de un torneo en cuyas eliminatorias participaron billaristas de Bello Oriente, Manrique oriental, El Raizal y Versalles. Allí se desplegó la fantasía de los billaristas entre la modalidad libre y tres bandas.

donde mecánicos, obreros, campesinos, bandidos, ex presidiarios, y algunas mujeres, tararean un mismo tango, una misma salsa. Los billares son el lugar donde el pueblo bebe, juega, canta y conversa entre el tas- tas de las carambolas. En estos lugares siempre me he encontrado con cierto ambiente alegre, libre, como de plaza de mercado olorosa a tierra. En Bello Oriente, por ejemplo, las mesas de billar comparten espacio con las galleras, legumbrerias y cantinas campesinas. Todos arriban al billar en busca de una feliz tacada (una carambola bien hecha produce plenitud). Jugar billar es poner a rodar la vida en una bola, olvidarse de que mañana hay que hacer algo, viajar con una

bola en cuatro bandas, explanarse en la infinitud de la mesa con sus múltiples posibilidades, incluso jugar al azar. Aunque el billar no es un juego de azar sino más bien un arte de la precisión y el cálculo empírico. El billar tiene magia, poesía, color, olor, sonido y tacto. Eso sentía cuando cogía el taco y me lanzaba a hacer carambolas. Jugaba chicos (o pierde y pagas) con grandes, me “mareaba” cuando me estancaba en el fichero y me extasiaba cuando avanzaba. Así es el billar: una apuesta por la precisión; una carambola es el resultado de una reflexión donde cuerpo y mente se conjugan en una sola fuerza que impulsa la bola, que es decir también la vida.

Experimentados jugadores de la comuna compitieron en cuatro vueltas o eliminatorias a muerte súbita. En la final se enfrentaron cuatro jugadores en dos llaves, a muerte súbita en una sola partida. Los dos ganadores disputaron la final y los dos perdedores el tercer y cuarto puesto.

Los ganadores se llevaban como premio un taco profesional, sudadera, chaqueta y morral. El primer premio en la modalidad libre fue para Juan Castrillón y en Tres bandas para Pablo Garzón.


4

Año 0 / Edición 4 / octubre de 2011

38 anos de vida en comunidad

Felicitaciones a las JAC que estuvieron de aniversario: Las Nieves, Las Granjas, El Raizal. En la historia de esta Junta se recordará siempre que el barrio creció en los convites comunitarios. Cada tiempo trae su necesidad y lo que se necesita es dedicación y entrega. En esa época no había vías de ingreso, ni senderos peatonales, no se contaba con servicios públicos ni agua potable. Aunque si se gozaba de un ambiente muy sano; la gente se recreaba haciendo caminadas a la Hacienda Montecarlo y a grandes mangas, en el barrio El Jardín. Había también charcos muy visitados por los jóvenes, como el chorro Clarín, los charcos de la quebrada La Negra, y otros chorros en las quebradas La Tebaida o La Raízala.

La sede

Junta de Accion Comunal Las Nieves Observando en el primer libro Redacción Tinta Tres En el año 1951 se conformó el primer centro cívico conocido, el “Centro Cívico las Nieves”. Luego cambió su nombre por Centro Cívico Baldomero Sanín Cano, y ya son 60 años de encuentro y labor comunitaria, 22 años como centros cívicos y 38 como junta de acción comunal.

desde la fundación del centro cívico, nos cuenta Fernando Marín, su actual Presidente, “iniciaron con un capital de 6 pesos con 80 centavos, aporte de los socios activos. Este recurso se fue empleando en bailes comunitarios y venta de empanadas. Fue con estos recursos que se sostenían y sufragaban los gastos de acuerdo a la necesidad”.

El lote era de propiedad de las Empresas Publicas de Medellín, se hicieron los trámites necesarios con dicha empresa para emplear estos terrenos, contando con la buena suerte de su aprobación. Ante tal novedad la gente se sumó a la obra en convite comunitario: El padre Jaime, los directivos de la acción comunal y la comunidad en general, con quienes también se logra construir las canchas múltiples, el parque infantil de la unidad deportiva. Ya en 1991 la selección juvenil de la junta, participó en las primeras olimpiadas intercomunales, en la cual quedó de campeón. El premio era una obra en el barrio. Y con dicho recurso se construyó la primera fase de la sede. Luego con la Consejería Presidencial de Medellín, construyó el segundo piso, donde hoy cumple labores la Biblioteca el Raizal. Actualmente la sede está siendo reformada, y es el epicentro de los procesos deportivos en la comuna tres, Manrique. Como manifiestan sus líderes, aún queda mucho por hacer: a diario resultan problemas para resolver. Ya la mayoría de obras en cemento pasaron: esperamos que puedan continuar convirtiendo esas obras en programas en salud, medio ambiente, recuperación de cauces de las quebradas, deporte y recreación, bienestar social y repavimentación de varias vías, como lo han hecho durante estos 60 años.

JAC Las Granjas:

50 anos de labranza

L

a Secretaría de Desarrollo Social, durante la celebración del Día de la Acción Comunal, realizado el pasado tres de diciembre, hizo reconocimiento y entrega de una placa a la Junta de Acción Comunal del barrio Manrique Las Granjas, por sus 50 años de vida comunal, como una de las más antiguas del

municipio de Medellín. Felicitaciones a su comunidad, a la junta directiva y a Efrén Darío Lotero Sánchez, quien es el actual presidente y representante de la junta. Que continúen su liderazgo y gestión comunitaria, en las funciones que a diario realizan en bien de los habitantes.

45 anos de trabajo comunitario JAC El Raizal

E

n noviembre de 1966 el señor Gilberto Aguirre Gonzales, eleva una solicitud para obtener el reconocimiento de personería jurídica para la Junta de Acción Comunal del Barrio El Raizal, parte alta, de Medellín. Cuando fue aprobada la comunidad lo celebró, como aún hoy le hace homenaje. Desde hace 45 años la razón de ser de esta Junta es trabajar por el bienestar del barrio y ser puente de comunicación entre el municipio y las necesidades de la comunidad. Por eso Tinta Tres saluda a la actual Junta de Acción Comunal del Barrio El Raizal, y los presenta en su cumpleaños ante la comunidad: Su presidenta es Olga Patricia Acevedo Hernández (amiga y reportera de Tinta Tres), Juan Betancur es el vicepresidente, Luz Elena Torres, tesorera, Sorany Buriticá, Secretaría, Mario Carlos Blandón, fiscal, Irma Gómez, conciliadora, Omaira Hurtado conciliadora, Oliva Clavijo (comisión), Joaquín Zapata (comisión de obras) Liliana Twiran (comisión Empresarial).

Entrevista: Andrés Felipe Patiño.


Año 1 / edición 6 / diciembre de 2011

5

»» Palos Verdes

Ayer sigue siendo hoy en mi memoria Un grupo de creativos pone su lente sobre Palos Verdes

Q

ue en cada barrio haya un loco, no es extraño. Así como en los pueblos se les ve desprevenidos del tiempo, merodeando por el parque, ensimismados en sus muchos oficios, con el costal a cuestas, repleto de objetos reinventados; también cargan con apodos. El loco es el amo del artificio, del delirio, del elogio intemporal; bobo, chalado, lunático, chiflado, majareta, gamín, como lo quieran tildar. Ese otro diferente, ese señalado, ese personaje pintoresco, muchas veces habitante de la calle, me llevó por el empedrado sendero de la memoria. El cuento comienza con un loco bien singular, uno de esos personajes del barrio que no se conforma con el apodo y que recurre a un embeleco quijotesco de sus recuerdos. Fue un loco que se hizo famoso en el barrio Manrique en la época de los noventa, le apodaban Gardel, y no era de extrañar. Dice haber fabricado la estatua erigida en memoria del cantante, sobre la carrera 45, bautizada Avenida Carlos Gardel, chanza de sus propias ensoñaciones recreadas con el zorzal criollo. Pasaba horas cantándole los tangos al son de lloriqueos, El día que me quieras, Sus ojos se cerraron, Volver. El loco vestía la efigie. Le cubría las manos de bronce con pañoletas rojas y en el cuello le ponía flores marchitas que sacaba del basurero de la esquina. Sacaba un brillo reluciente a las placas conmemorativas, en su vaivén de danza ritual. Sesenta años después de la muerte de Gardel, el loco seguía llorando su muerte y cantando para no olvidar. Me llevó a preguntarme sobre la historia del barrio, sus esquinas, calles, locales comerciales, cafetines, recovecos, y por las ausencias de los viejos inquilinos en unas cuantas casas de bahareque que todavía habían sobrevivido al paso de los años y a la sofisticación arquitectónica que trajo la modernidad. Pude contemplar por primera vez lo que siempre había visto. Mi mirada no pasaba en ráfaga como antes, me empecé a detener en el paisaje urbano del barrio que me vio nacer y crecer. Quise, por ende, escudriñar textos, preguntarle a los muros y sostener conversaciones con los viejos que recuerdan los inicios del barrio: descubrir los ritos fundacionales de los primeros trazados geográficos, de sus pioneros y sus historias. En el barrio, no faltaban los convi-

Una lora en el reparto

Juan David Jaramillo / juandjara@gmail.com

“La idea de este documental es contar el Palos Verdes que ya no vemos, con las historias cotidianas de las personas del barrio Manrique, para quienes este lugar llenó el álbum fotográfico de su memoria”. El director del documental nos relata su experiencia.

“La memoria es redundante: repite los signos para que la ciudad empiece a existir” Ítalo Calvino tes de vecinos para construir las calles que ahora recorremos, las hacían con afán, para ver circular los primeros buses de la flota de los hermanos Tulio y José Arbeláez. No se nos puede olvidar el tranvía impulsado por tracción a gasolina, ni la estación El cobertizo, donde hoy queda la estación de gasolina Palos Verdes que conectaba con el tranvía de Oriente, el que subía hasta Marinilla y Rionegro; lugar que también servía como parqueadero de los demás tranvías. Es precisamente el sector Palos Verdes, su nombre proviene del antiguo estadero que convocó a muchos por su ambiente festivo, su música, su pista de baile, el ambiente campestre, sus reservados para citas exclusivas y las apetecidas carnes asadas, es precisamente el sector que motivó este trabajo documental. En el año 2006 comencé a fotografiar personajes que deambulaban por la 45. Conocí a Joaquín Osorio, de quien todavía conservo una imagen en la que sostiene un vaso en forma de cabeza de hipopótamo, con su sonrisa infinitamente congelada. A Álvaro, con el que realicé en el 2007 y junto con el señor Rodrigo de Jesús Villa, una intervención perfomática en la esquina de la farmacia San Rafael. Un trabajo sobre la escritura en los muros y las cicatrices del cuerpo. De Álvaro, un personaje que todavía recorre estas calles, recuerdo que hizo un intento por recordar y escribir correctamente su nombre en el muro, escribió: “Avaro”. Rodrigo por su parte escribió: “Llevo seis años cuidando esta esquina”. Se le encuentra en la 45. Cada

Con Ana María Bedoya pasábamos recorriendo durante horas la avenida. 45, seguíamos en la búsqueda de historias y personajes. Una tarde terminamos saboreando un buen tinto en el Café Manrique, con jubilados, taxistas, buseros, chanceros, amas de casa. Con un corrillo de personas que nos fueron soltando sin mediar sus historias del barrio. Fue entonces cuando conocimos a Rosa “La negra”, quien nos da su testimonio en el documental, le tocó la época del estadero en su mejor momento, allí conocería muchos de sus viejos amores. Muchos se referían a “La Lora”, que lo buscáramos, que tenia mucho que contar sobre Palos Verdes. Hernán Londoño “La Lora”, que ha vivido durante 70 años en el corazón de este sector, nos contó que se niega a irse. Su casa es un carro que hace mucho tiempo no rueda por las calles, pero que lo mantiene ahí, en ese pequeño islote del sector. Es otro personaje del documental.

vez que me ve levanta su mano con cuatro dedos para saludarme, su dedo lo perdió con la explosión de un petardo mientras buscaba comida en una bolsa de basura. En enero de 2008, comencé con una serie de imágenes panorámicas de la transformación del sector de Palos Verdes, mucho antes de la ejecución del actual proyecto Metroplús. Una tarde de ese mismo año, me crucé con las historia de Jaime Alberto, “El cura”, un habitante que no conoció al Palos Verdes fiestero, ni el hoy Palos Verdes estación del Metroplús. Vivió durante varios años en las ruinas del antiguo estadero de Palos Verdes. Sus últimos días en el sector están narrados en un material de video que realicé con él. Relata el momento en que llegaron las retroexcavadoras y los trabajadores del Metroplús por sus pertenecías que yacían debajo del puente y el cómo lo sacaron. Su historia forma parte del relato de este documental y nos habla de su relación con el espacio, de sus recuerdos y la transformación de la ciudad. La idea de hacer este documental es contar el Palos Verdes que ya no vemos, con las historias cotidianas de las personas del barrio Manrique para quienes este lugar llenó el álbum fotográfico de su memoria. Son ellos quienes con su remembranza narran

su relación íntima con el sector. Cada personaje que participará en él, construye el Palos Verdes de su memoria, de su época.

Ojos de la memoria Estos tres creativos son los brazos y ojos del documental, de Palos Verdes, uno de los baluartes de la ciudad en vía de extinción: A principios de este año, Anamaría Bedoya Builes, estudiante de periodismo de la U. de A. sintió afinidad con el tema y ha sido de gran ayuda en la investigación sobre el barrio. Es amante de la conversación, saca palabras con sonrisas. A mediados del año se unió a la producción del documental Henry Barrera. “De un lado nosotros le narrábamos historias sobre Palos Verdes, el nos respondía con historias del estadero el Jordán, un estadero que hoy desapareció con su “más de un siglo de tertulias”. Actualmente” Henry es el camarógrafo y editor del proyecto.


6

Año 1 / edición 6 / diciembre de 2011 »» En tercera persona

La comunidad denuncia

La muy vieja carretera a Guarne

E

s lamentable saber que mientras la gran mayoría de comunas de la ciudad de Medellín tienen buenas vías de acceso, desde el barrio Santa Inés, hasta Santo Domingo Savio, observamos como se forman grandes tacos vehiculares, problemática que se incrementa entre las calles 86 y la 91. Al respecto, consultamos con Jorge Martínez, presidente de la

Junta de Acción Comunal del barrio San Blas. ¿Porqué la comuna tres presenta tanto atraso en sus vías principales? “La comuna 3, desde hace mas de 40 años tiene como vía principal la antigua carretera a Guarne, a la cual no se le ha realizado un mantenimiento adecuado y ninguna ampliación, como tampoco cuenta con vías alternas para disminuir los trancones.”

¿Por qué se presenta el trancón en la calle 86 y 91? “Debido a que es una zona comercial y sus visitantes no cuentan con un sitio adecuado para cargar y descargar.” ¿Cómo se acabaría esta problemática? “Que haya una voluntad política desde la Secretaria de Obras Publicas Municipales y departamentales, para que rediseñen la construcción de varios carriles para desembotellar nuestra comuna.” ¿Por qué Obras Publicas Departamentales debe tomar esa decisión? “Porque es una vía que comunica algunos barrios de Medellín, con el Oriente Antioqueño y vía obligada para llegar al Parque Arví”. Cuando se presentan accidentes en esta vía ¿Cómo se solucionan? “Es muy difícil solucionar dicho problema, porque la única vía es la mencionada, y hay que esperar a que lleguen las autoridades competentes para solucionar cualquier problema vehicular”.

El Santo de la discordia

Olga Patricia Acevedo / Fotografía Guillermos Ospina / olguita.ah@hotmail.com

J

orge Lara vive hace 32 años en el lugar, y desde entonces ha comprobado que el santo ha estado a la vista de la comunidad, “no tengo idea de la fecha que fue ubicado en ese lugar”. Lara cuenta que el señor Ramírez Johns era el propietario de la Hacienda Montecarlo, quien cuidaba con fe y esmero la imagen allí existente. Los fundadores de este barrio dicen que Ramírez Johns hacía obras de caridad verificando que fueran convenientes y sobre todo, carismáticas. Jaime Ruiz que ha vivido en este

sector desde hace 40 años, aún no sabe cuánto tiempo atrás ha estado el santo, “lo consideramos el patrón de este barrio porque siempre lo hemos visto mirando hacia la cima, es decir hacia el oriente, la comunidad dice que lo deben poner en un lugar visible, pues en la reubicación que le hicieron quedó oculto ante los ojos de las personas que tienen fe en él”. La estatua de Jesucristo fue reubicada para darle un aspecto distinto a lo que antes era la hacienda y para sus nuevas construcciones, sin embargo la comunidad tiene claro que es su santo de devoción. Wilson Castillo, líder comunitario, cuenta que “en una época, este barrio era cobijado por una gran ola de violencia y el santo fue puesto allí para proclamar la paz, por su posición”. Otra de las habitantes con la que hablamos, conocida por los vecinos como Blanquita, demostró su inconformidad por la reubicación del santo, no respondiendo nuestras preguntas. Solo manifestó: “No habíamos sido escuchados por la firma constructora la cual

La Hacienda Montecarlo y su santo tienen historias que sólo las cuentan sus vecinos. Realizamos un recorrido por el barrio El Jardín, al que pertenece la Hacienda, entrevistando varias personas del sector.

Accidentalidad y congestion por ausencia de senalizacion

l

a Carrera 32 con la 71 B, es la zona ubicada al frente del Centro de Salud El Raizal, donde han ocurrido varios accidentes, por ser un punto en el que se encuentran cuatro vías.

No hay ningún tipo de señalización visible y dos resaltos existentes, carecen de pintura. Influye mucho la velocidad de los carros de la flota Villa Hermosa, y se crea congestión con todo tipo de vehículos que por allí cruzan. Es un paso obligado al Centro de Salud El Raizal, Colegio Olaya Herrera, además es una vía muy comercial, los andenes son muy reducidos y las personas caminan por la calles sin precaución. Lo más preocupante es que los conductores de los buses dejan los pasajeros en la mitad de calle, como el caso que cuenta un transeúnte sobre “una señora que sufrió un accidente en este lugar y en el trayecto al hospital, falleció”.

nos ignoró todas la peticiones. No sirvieron de nada las cartas y firmas de la comunidad”. Decidimos visitar la obra para buscar claridad en el asunto. Nos encontramos con el Arquitecto Hengells González y nos manifestó que “el lugar de reubicación del santo, obedece al diseño que presentó la EDU. Ahora está en el centro de la cancha, al costado occidental, dándoles una bienvenida a los estudiantes y a las personas que ingresan a la institución. Pero aún no se ha terminado la intervención con él”. Por su parte, Antonio Noreña sorprende al contar que el mencionado santo hacía milagros a los Johns y en particular al señor Luis, un vecino, que sentado al frente, se disponía a jugar un chance y le pidió que si se lo ganaba lo pintaba, y como un gran misterio el señor ganó el chance y cumplió su promesa. Investigando, encontramos que di-

cho santo aparece como patrón de la iglesia Santuario de Paz, comunidad que llegó a Manrique en su momento, como una necesidad de las iglesias cristianas de su quehacer frente al conflicto armado en Colombia.


En sepia

Color Local

7

Ilustración: Andrés Sánchez

Una vision poetica de la comuna

Jandey Marcel Solviyerte / solviyerte@yahoo.es

C

ada vez que se evoca a Manrique, es lugar común hacer analogía directa con ciertas relaciones sociales, que generalmente son distorsionadas en cuanto a los modos de vida de los manriqueños y cuyo objetivo intrínseco es crear un estigma, un rótulo, una margen, una deformación de lo que es en sí misma la vida de la comuna. No seré partícipe de esa postura que no profundiza en la realidad social de un espacio que, si bien entre dificultades de todo tipo se ha creado y se ha mantenido, también es cierto afirmar que las dinámicas sociales que en él se practican de manera cotidiana, además de variopintas, poseen toda una carga de belleza que solo aquel que puede adentrarse en el corazón del pueblo logra disfrutar, al tiempo que conoce a fondo la realidad que este habita y comparte desmesuradamente. A Diego Edison Echeverri Marín, el estudiante de filosofía, lo conocí en el 2004 cuando departíamos algunos tintos “…y otras hierbas aromáticas” en la Universidad de Antioquia. Su actitud tranquila le daba el aspecto de hombre sencillo y meditabundo, que escasea a menudo en un mundo de ruido incesante. Una vez lo vi jugar al fútbol y era un hombre distinto; el aire de pasividad de quien no lleva apuros, propio de su ser a diario, se había trocado en una animalidad activa, al punto que todo aquel amigo que lo veía se sorprendía de la agilidad con que avanzaba por el territorio de los rivales, junto al manejo mágico de sus pies con la pelota. “Este Dieguito se las trae”, decían algunos que no podían relacionar al hombre lento, pensativo, con el deportista ágil y enérgico. Jugar fútbol era uno de los deportes que practicaba por aquella época y que sé que aún practica; otro, al que era más asiduo en esos días, fue el de caminar. De manera rotunda el salvajismo del modelo económico imperante hacía que Diego, al igual que muchos otros, caminara a diario desde Manrique, en la terminal de Trasmayo, hasta la universidad, recorrido que hacía a la inversa en las tardes o principiando la noche; esto, cuando no se quedaba con los amigos en medio de alcoholes hasta la madrugada, haciendo

más peligroso el camino de regreso a casa. Así hizo su carrera, a pie, caminando como todo hombre que asume su postura sobre la tierra. Quienes decían que Dieguito se las traía no andaban equivocados. Desde joven fue no un amante, sino un cómplice de la lectura, lo que lo llevó sin duda a contar sus propias historias, quizá su odio o su lamento. Además de artículos de carácter filosófico y literario, Diego Echeverri es un poeta en el sentido amplio de la palabra. Su libro inédito “en sepia” (así, en singular como es él), fue finalista en el IV Concurso nacional de poesía José Manuel Arango; y aunque esto no lo acredita como tal, su poesía sí lo hace,

trayendo a las manos del lector todas las sensaciones de un hombre de pensamiento profundo que habita al fondo de la comuna; de una belleza que, como se planteó al principio de este escrito, nos muestra vívidamente el dolor y la alegría de un pueblo que se debate entre el anonimato y la miseria, sacando a diario lo más hermoso que posee, en ofrenda a la vida, como un sello de dignidad y de perseverancia. La comuna retratada en palabras, el oro limpio de las palabras que, como orfebre, ha venido puliendo desde dentro uno de sus hijos, un vecino de las calles de Manrique, tantas veces asaltadas por las balas, la indiferencia y la mezquindad.

En sepia

(selección de poemas) Diego Echeverri

Lluvia Algarabía de la lluvia en las tejas de zinc, solares empotrados en las lenguas insaciables de la maleza, platanales fundiendo raíces en el humus de maderos deshechos, la amalgama de grumos arcillosos y tobillos atascados Tanto paso anónimo rodando con la borrasca

Senescencia Una pañoleta amarra los surcos en la frente de la anciana, las fibras venenosas se anudan en cada bocanada de aire agostado, la mirada empañada en manojos de ceniza, las encías desastilladas en la viruta de antiguas renuncias

Fisura Algo se quiebra repentino, como una espina que soporta el peso de la luz, la caricia testaruda del viento, esa imperceptible fisura resquebraja la vida y los recuerdos desatan su trenza espesa El rostro descansa en tus manos mientras buscas diligente la pieza rota, qué traste viejo ha rodado por la repisa de una infancia mal sellada, qué atadura del olvido se ha deshilachado

Tregua La distancia amansa la piel de la comunas A esta altura todos respiramos mejor y el aire se reparte en dosis parejas sin sobre costos, la pisada casi no teme su huella, a menos que sea un hijo calavera, es decir un muñeco que ha transitado demasiado

Hasta nos es lícito salir a comprar el pan y las viandas, empeñar la prebenda de un saludo, saltar la escala cromática de las manchas de aceite, feriar unas cuantas monedas, elegir la levadura que me mejor le avenga al sonsoneo del estómago No es perentorio andar moscas, ni alejarlas de las bocas amoratadas, prometieron un ojo adiestrado en cada plancha y el crujir de la hélice completando la espiral del sueño nos hace cerrar los párpados confiados

Desembocadura Buscando desembocadura las gibas montañosas se disuelven en un azul cenizo, la luz cesa de pastar en las laderas, la piel de los barrios horneada por el último sol, recuerda la melanina de la carne


8

Color Local

Semilla de l

Foro comunal desplazamie

Unas notas musicales estab cuerpos pintados y transfor un ojo como

Joni Alexander Restrepo / Olga Patricia

E

El espacio decorado por la galería de la memoria realizada por el fotógrafo Jesús Abad Colorado, no solo recreaba la historia y la memoria, sino que era un grito combatiendo el olvido y la impunidad...

Jesús Abad Colorado caminó con los desplazados de la comuna 3 Manrique por todos sus barrios. Cruzaron por la periferia y esto fue lo que nos dejaron...

n medio de sinfonías y ritmos, nos encontrábamos haciendo fila para ingresar al Primer Foro comunal de desplazamiento forzado, con la expectativa de adentrarnos en esa melodía y llegar al recinto donde se discutirían nuevos retos, leyes y propuestas para los desterrados, planteados todos con un toque de sensibilidad, de arte. En la entrada, una flauta y un redoblante se elevaban con sus ritmos hasta la cabeza de todo lo que es alto o bajo, nos invitaban a presenciar lo vivo de la memoria; lo muerto ya no estaba muerto, había resucitado con la memoria del tiempo, del campo, de la naturaleza; había revivido gracias a la posibilidad de reconstruir las “memorias individuales y colectivas guiadas por la brújula del futuro” que siempre persigue una transformación. Esta memoria, en casi todas las ocasiones, ha sido fragmentada por el miedo y la violencia que lo engendra, pero con la participación de nuestras mentes y manos, paulatinamente, se va reconstruyendo. Como abrebocas al Foro, tuvimos la oportunidad de observar el performance que, de manera artística y creativa, expresó el Colectivo de Artistas Cronorama, reflejando gran parte de la realidad vivida en los campos colombianos; la intromisión de un aparato militararmamentista tomándose la mano o más bien amarrado, encadenado con el aparato mercantil y especulativo de la guerra, arrebatando, por la fuerza, una tierra que no les pertenece ni a ellos ni a nadie más que a quien la ama, a quien la labra y siembra, depositando la semilla que le dará su alimento y el de su familia. “Toda fuerza genera una reacción y toda reacción genera un movimiento”. Con esta frase se dio paso a la apertura oficial del Foro, dejando por antedicho que somos una fuerza en movimiento, que somos el curso de la memoria, creciendo y fortaleciéndose con nuestra participación. Fue un encuentro que acercaba la palabra más pura para expresar el dolor, estableciendo propuestas, sobre todo a la escucha y al esclarecimiento. La mayoría de las personas que asistieron, habían vivido de cerca el desplazamiento, y llegar allí, era como una esperanza para encon-


Color Local

9

la memoria

ento forzado y ciudadan a

ban acompañadas de color en rmados en otra creación más; o raíz de árbol.

a Acevedo / Fotofrafía: Leider Restrepo

trar reparación a acontecimientos que hicieron fisura en sus vidas. Aura Serna nos cuenta parte de su historia, que no es muy distinta a la del resto de los colombianos. “Fui desplazada en tres ocasiones con mi grupo familiar, integrado por una hija de doce años, otra de 16, y mi hijo mayor, en el año 1998, de Puerto Valdivia. Llegué a Dabeiba, y estuve viviendo allí hasta el año 2001”. “Salí nuevamente desplazada y me fui a vivir al barrio La Honda, en Medellín, hasta el miércoles 13 de noviembre del año 2002, fecha en la cual tuve que salir en busca de mi hermano que vivía en una finca de Puerto Valdivia. En un lado se encontraban los paramilitares y en el otro la guerrilla, motivo por el cual nos tocó desviarnos del camino para subir por las orillas de la quebrada”. Esos momentos fueron dolorosos para la familia, porque al escapar hacia caminos desconocidos, se encontraron con una borrasca que arrastró y golpeó contra las piedras quitándoles la vida a sus dos hijas, “estábamos, mi hijo y yo con el alma partida al ver como la corriente nos las arrebató, no pudimos hacer nada al respecto, seguimos caminando para buscar auxilio”. Al día siguiente Aura regresó con su familia al barrio la Honda, donde vive en la actualidad. Con la intención de recordar la historia que ha sido forjadora en las relaciones sociales, en lo económico, político y cultural, se expresaron voces para hablar y oídos para escuchar. “Los grupos armados se apropian, en el campo y la ciudad, de lo más valioso que uno puede cosechar; se apropian de los hijos. El desplazamiento deja huellas imborrables, los sentimientos de la nada, de la soledad, se convierten en compañeros de la existencia” en palabras de otra mujer y madre, que expresa su dolor. Las fotografías de Jesús Abad Colorado, también acompañaron, y siguen aportando, en la construcción de memoria de los desplazados. Sus imágenes reflejan una realidad que pocos comprenden, pero que asumen como propia, la llevan en sus cuerpos como un performance doloroso, que está por reivindicarse.

Un recuerdo memorable y valioso de todo éste proyecto es la galería que entrega a la comunidad Jesús Abad Colorado. La comunidad reclama la necesidad de que ésta quede en la comuna y pueda rotar por distintos lugares de la misma, porque es un proyecto de la población desplazada y es a ella a quien pertenece.

El comité de la población desplazada, ahora organizado y con metas muy claras, espera que las exigencias de sus derechos y el cumplimiento de los mismos sea una realidad. Éste foro, resultado del proyecto priorizado en la comisión de Participación y Convivencia en 2010 y ejecutado por la Unidad para el Desplazamiento Forzado de la Alcaldía de Medellín, fue un escenario de visibilización y denuncia, necesario para la ciudadanía.


10

Color Local

Companeros del mas allaá Bibiana Ramírez / bibianamarcela1@gmail.com

César López y su familia lograron quedarse a vivir dos años en una casa oscura de la que muchos hablan y pocos saben en realidad qué pasó. Ni el propio César lo sabe. Lo que narra es porque sus vecinos comparten información; cuentan que la gente no dura más de dos o tres meses en esa casa y los taxistas, que andaban bien informados, se asustaban apenas César nombraba la dirección: ¿En Palos Verdes? ¿No le da miedo vivir allí? ¡Sucedieron cosas terribles!

E

s una casa de dos pisos, ennegrecida por el smog que circula en el sector. Por allí pasa la vía principal hacia Santo Domingo y la periferia, además, hay una estación de gasolina al frente. Los ladrillos color marrón generan oscuridad, sus ventanas siempre están cerradas y hay una reja de hierro, negra, que le da la apariencia misteriosa. Uno de los vecinos, que apenas lleva un mes en la casa del lado, también ha escuchado historias alrededor de esta vivienda que todos nombran como “la casa embrujada”. Oía decir que lloraba un niño fuertemente, sabe que las personas que se mudan allí, se aburren y no duran mucho tiempo. Su esposa, que vivía más arriba, también se enteraba por medio de comentarios “porque nunca escuché ni vi nada” que quebraban vidrios, daban pasos, se escuchaba una mujer gritando, y distintas presencias. Lo cierto es que en Manrique es probable que surjan este tipo de historias y que tengan validez, por las ca-

sas antiguas que se conservan y sobre todo por la violencia durante décadas. Esto último, porque son las muertes en estas casas lo que generan situaciones que alteran un poco la tranquilidad y el transcurso natural en una vivienda.

¿Quiénes son los fantasmas?

Se cuenta que los fantasmas se están nombrando desde épocas previas al Cristianismo. Una de las primeras leyendas muy conocida y recordada por expertos fue la que narró Plinio el Joven en la biografía que escribió del filósofo Atenodoro, donde contaba que éste había alquilado una vivienda de grandes extensiones para investigar los rumores acerca de la existencia de fantasmas en ella. Atenodoro, estando fuera de la casa, por la noche, encontró un espectro envejecido que tenía pies y manos encadenados. Éste le pidió que lo siguiera. Atenodoro hizo caso pero el fantasma desapareció. Más tarde, el filósofo señaló el punto donde había registrado tal aparición y, al día siguiente, ordenó a las autoridades que cavaran allí. Encontraron los huesos

del espectro. Luego de un entierro adecuado, las apariciones concluyeron. Existen muchas teorías sobre los fantasmas. Personas que dicen haber entablado una conversación con ellos y otros de haberlos fotografiado o filmado. Pero no siempre hay explicación lógica para esto. No tiene que haber un motivo específico para tales apariciones, ninguna razón histórica que haga sacar conclusiones, simplemente puede que haya pasado alguna energía que quería manifestarse, y también es probable que existan personas muy sensibles para atraer energías y en cualquier lugar donde estén desaten distintos fenómenos. El escritor español J.J Requena escribió en su libro Las casas encantadas, en el 2004, que “en la actualidad se reconoce el fenómeno de casa encantada bajo el nombre técnico de poltergeist. Término germano que significa ‘Espíritu ruidoso o duende burlón’. En la mayoría de los hogares embrujados, se produce un tipo de aparición especial llamada ‘energía fría’. En este caso, el ente etérico es absolutamente invisible, pero deja pruebas de su presencia. Por ejemplo, una zona de la casa que siempre está fría y húmeda sin causa aparente. También, puede ser un indicio de la presencia de energías frías, un ambiente ‘cargado’, en donde inmediatamente uno se siente deprimido o con mucho sueño”. Esta es una muestra más sutil, que no se asocia fácilmente con fantasmas. Sin embargo, algunos, y en su mayoría, se manifiestan produciendo caos en el lugar, dando golpes misteriosos, haciendo ruidos, impregnando el lugar de olores desagradables, moviendo los muebles, desapareciendo objetos, incluso causando levitaciones. Algunos habrán oído escuchar del ectoplasma. De esta sustancia, blanda, viscosa, maleable y desagradable al tacto, están hechos los fantasmas.

Convivo con fantasmas

Para César no era perturbador habitar aquella casa, en la que sí tuvo oca-

El pasaje de la vida Angélica Murillo / vivi19092010@hotmail.com

Se han preguntado ¿quiénes son las personas a las cuales les confiamos nuestras vidas cuando nos subimos a un bus? Cuando le pagamos, es como si dijéramos “usted me lleva a donde yo quiero y le doy estas monedas”. Dos historias comunes en nuestro barrio y nuestra ciudad pagó

vehículo, el pasaje y se fue más tranquila.

7:30 A.M. Es un viernes de agosto; hace dos minutos vi salir a Ana Mosquera de su casa, en el barrio Versalles número 2, a cumplir con una cita médica cerca del parque El periodista. Parecía tener prisa. Llegó el colectivo y su expresión cambió, la noté calmada, subió al

sión de presenciar momentos extraños. “Sí se sentían cosas raras, pero yo no le daba muchas vueltas, no me asusto fácil. Un día tocaron la puerta de la pieza y yo sabía que todos estaban dormidos, pero abrí, inmediatamente sentí que la pieza se iba poniendo fría, cerré, dije en voz alta que me dejaran dormir y me acosté. Otro día sonó el teléfono a las tres de la mañana, mi hermano que estaba trasnochando, contestó y nadie habló, al mismo tiempo se prendió la licuadora, el motor empezó a trabajar solo, cuando en la casa desconectamos todo”. Después se enteró qué era lo que había sucedido en la casa, se lo contó un taxista, y él lo había escuchado de otra persona, era como una cadena. “Allí vivía un matrimonio, una pareja que tenían un niño y estaba la mamá o la suegra del hombre, no se sabe bien. En una ocasión donde discutieron, él asesinó a toda la familia y luego se suicidó”. César vivió en esa casa hasta el 2005, “decían que eso pasó diez años antes. Tuvo que haber sido entre el 90 y el 95”. Una vecina que lleva 30 años en el lugar, se precipitó a decir que “eso es mentira. Lo que pasa es que por ahí baja una quebrada que se llama el ahorcado, justo debajo de la casa, y por eso es que escuchan ruidos, pero ahí no pasó nada”. Es cierto lo de la quebrada y lleva ese nombre porque por varios tramos han encontrado suicidas, cuerdas ya listas para ser usadas o que ya cumplieron con su misión. Los afluentes de la quebrada también tiene un nombre fúnebre: Los ataúdes. Es decir, que sigue siendo controversial el tema de los fantasmas. Algunos creen enteramente en ellos, otros lo ven como una fantasía o producto del miedo. Sin embargo, es cierto que hay espíritus que se aferran a un lugar, por algo terrible que les haya sucedido. También puede ser fruto de alguna reencarnación en la que hay una tarea inconclusa y deben regresar a cumplir con ella.

5:40 P.M El bus número 111 de la ruta 057 de Santo Domingo, pasaba por la estación prado del metro cuando, de pronto, apareció el señor Alejandro Álvarez frente al espejo retrovisor del bus. Al subirse se le cayó la moneda de doscientos, logró cogerlos y el conductor recibió mil quinientos pesos de la mano de Alejandro, que se dirigía a su casa en el barrio Bello Oriente.

¿Y también se han preguntado por los conductores? Sabemos que es alguien que nos lleva a un lugar. Algunos están alegres y sonrientes, porque disfrutan de sus viajes, otros están enojados por su cansancio o porque algún pasajero inconsciente se desespera. Una de esas personas en quien depositamos la confianza de un viaje seguro, es Bryan Restrepo que tiene 18 años de edad, de los que lleva nueve meses conduciendo un bus y dice: “lidiar con algunos pasajeros es muy maluco; si voy muy rápido mal, y si voy lento también. El horario más difícil es desde las tres de la madrugada hasta las doce del medio día. Aquí se han robado varias busetas, nos encañonan, y en la última parada, ahí los atracan.”


Color Local

La 320,

del terror a la esperanza Texto y Fotografía: Mauricio Hoyos / maoh.mu@gmail.com

11

“Estamos vivos porque hemos sabido ver, oír y callar”. Una filosofía de la resignación, un contrato de silencio que asume el que quiere vivir en paz, acostumbrándose a las balaceras. sús y en el suelo un tapete que cubría una puerta secreta para bajar a la quinta casa, con un sótano, que es donde actualmente reposan las ruinas de toda la construcción y que tenía una ventana que daba a la calle, a modo de puerta trasera. La vista desde allí era magnífica, dominaban el barrio.

La ley del silencio

E

l funcionario de la secretaría de Obras Públicas le escribió a la dueña del predio porque encontró que no había “ningún material para ser recogido”. La mujer (prescindo de dar nombres en todo este artículo) había solicitado retiraran los escombros que ahí están, apilados, pues le están causando una serie de perjuicios a su casa y a la comunidad: el sitio se ha vuelto guarida de ratas, zancudos, chuchas y cucarachas. Fueron y vieron el lugar donde antiguamente hubo una casa de tres plantas, con el sótano lleno de escombros. Habrán visto un sanitario azul entre ladrillos destartalados. Un colchón, unos tacones de mujer de distinto tipo y tenis de hombre, cajetillas de cigarrillos y periódicos viejos, pudriéndose entre las enredaderas de batatilla florecida. Los escombros están generando una humedad en la casa que da a la calle, que también hacía parte de la guarida de combos conocida como La 320, y tuvieron que reconstruirlo después de que la policía diera por derrotados a los combos que la habitaban. Sólo quedaron las casas huecas, como un nido de ratas, expeliendo un fuerte olor a orín, cargando una historia que todos en el barrio preferirían cubrir con un manto de silencio.

El fortín

En esas casas vivían cuatro madres cabezas de familia con sus hijos. Durante más de diez años engrosaron la lista de desplazamiento urbano de Medellín. Uno que no quería desplazarse, hermano de la dueña de la casa, denunció su situación ante la Fiscalía. Ocho días después, en la madrugada, un viernes que su familia no olvidará nunca, tocaron la puerta. Dijeron que eran de la Fiscalía, el hombre abrió y le dispararon. Fue hacia el año 1998. Durante los años siguientes dicen que la casa fue guarida y trinchera de las bandas “La Terraza”, “El desierto”, “Talita Cumi”, y por el combo al mando de “El francés”, asesinado en diciembre de 2010. Era sobrino de Douglas, uno de los jefes de la Oficina de Envigado. “El francés”, o su rostro mofletudo como de niño, aunque de mirada muy oscura, aparece en el Q´hubo del 11 de febrero de 2010, cuando la casa fue recuperada por la policía y vuelve a aparecer meses después cuando fue demolida por una comitiva de autoridades de la ciudad y locales, incluyendo a la que era dueña del lugar: todos le dieron su almadanazo a esas paredes que tantos secretos y dolores retuvieron en San José de la Cima 1. Durante ese proceso algunos vecinos del barrio dejaron de ser ciegos y sordos para recordar a los periodistas que en Manrique se vivía una película de terror, esas paredes no contenían los diversos gritos que provenían del lugar a muy altas horas de la noche. “La casa del terror”, fue el mote que acuñó el Alcalde para el lugar y que la prensa se encargó de publicitar.

Paredes huecas

La 320 eran cinco casas, a las que se ingresaba por un callejón en obra negra, actualmente clausurado con un muro. Era el acceso principal, ubicado a unos cien metros de la calle subiendo escaleras arriba. De la primera casa a la segunda se pasaba por un hueco. En la cocina de la segunda casa había un boquete en el techo para subir a la tercera y las escaleras eran huecos hechos sobre el ladrillo. A la cuarta casa se pasaba desde la tercera por una ventana. En el piso de ésta había una puerta de madera clausurada, en la pared un Corazón de Je-

Reconstruir esta historia resulta difícil, pues quienes algo vieron o escucharon prefieren guardárselo. “Estamos vivos porque hemos sabido ver, oír y callar”. Una filosofía de la resignación en una ciudad donde los niños disparan con armas de fulminantes a los visitantes, un contrato de silencio que asume el que quiere vivir en paz, acostumbrándose a las balaceras. Luego de ser recuperada por la policía la casa quedó abandonada durante un tiempo. Entonces comenzaron a circular de boca en boca las historias paranormales, comunes a los sitios donde se han perpetrado actos de violencia. “Nadie quería acercarse, ni siquiera los vecinos del barrio, el ambiente que se sentía era demasiado pesado y había una energía de dolor que todos sentíamos”, decían. “La gente escuchaba gritos de dolor, niños jugando y ruidos como si alguien encendiera un radio”. La demolición de estas paredes tuvo el carácter de exorcismo. Torturas, violaciones, descuartizamientos, se ejecutaron en ese lugar durante las noches más largas de los vecinos. Veían como entraban hombres y hasta mujeres que no volvían a salir. El día de la demolición se habló de posibles cuerpos o partes de cuerpos enterrados en el sótano. Ahora el terreno pertenece a la Alcaldía, para que la misma gente de-

cida qué hacer, según el alcalde Salazar, que sugería construir un parquecito infantil, pero quizá no sea lo más pertinente. No estaría mal una inmensa escultura en honor a las víctimas de la violencia en Manrique. En cuanto al nombre que le dio el Alcalde al lugar, “La casa del terror”, dice la presidenta Asocomunal, Blanca Barrera, que “hay que buscar un apelativo más significante y de mas vida”, por lo que sugiere se le llame de otro modo al lugar: “la casa de la esperanza”, pues según se dice “ya h a b i t a nt e s de otros sectores han venido a recoger poquitos de tierra no sé para qué y se la llevan en bolsas”.


12

Color Local

Claroscuro de la Avenida Gardel La carrera 45: ayer y hoy

Ropa, zapatos, comida, música y muchas cosas más se ven en la Avenida Gardel, más conocida como la 45, donde se aprecia, aún, un ambiente de pueblo, de mercado campesino. Es el centro de encuentro de la comuna.

Ana C. Ayala / anacvelez@hotmail.es

E

n el día, personas de todas las edades salen a dar su paseo, sobre todo en las tardes. Comen helado, compran ropa, se miden zapatos y salen del supermercado. Cuando aún no se habían iniciado las obras del Metroplús, la carrera 45 se cerraba todos los domingos para darle paso a la ciclovía. Se veían los niños montando bicicleta, patinando, jugando fútbol, exhibiciones acrobáticas de motos, abuelos trotando, otros con sus perros… En las noches se encendían las luces de colores en las discotecas con la música de moda, en esa época, los

menores de edad podían entrar a estos lugares sin ningún problema. También cada mes se hacía la famosa Tango Vía, la que ahora solo se puede disfrutar cada año en el Festival Internacional de Tango. Los tablados populares eran comunes en esta calle con grupos musicales muy variados, aunque los asistentes siempre esperaban El Combo de las Estrellas y coreaban todas sus canciones. A medida que fueron avanzando las obras del Metroplús, estas actividades fueron desapareciendo a tal punto que se cambió de escenario para el

Festival Internacional de Tango y ahora se hace en La Plaza Gardel, en la afueras del aeropuerto Olaya Herrera. Ahora, al tiempo que llegan nuevos sitios para bailar, se cierran otros por la poca asistencia de público, debido a los nuevos géneros musicales y a la transformación de esta Avenida. Los locales de comidas rápidas han aumentado, donde se reúnen los padres a compartir con sus hijos, los novios y hasta los abuelos, que salen a dar un paseo nocturno. Los jóvenes que viven en Manrique, cerca a estos espacios, aprovechan las opciones que tienen

Denuncia gráfica

»»Opinión

Belleza talada

Y a usted ¿Quée le causar a miedo? Guillermo León Ospina / Mesa Ambiental comuna 3

M

e causa pánico ver como una ciudad que se derrumba poco a poco, tenebrosamente, con sus altos edificios, como lo hemos visto en la televisión. Es escalofriante la desconsideración con la madre tierra, al contaminar todo nuestro entorno, acabándolo, consumiendo y explotando nuestras propias riquezas, nuestra minería, comercializando la fauna. Todo el mundo habla del calentamiento global y a la mayoría le parece normal, cuando en realidad es cuestión de vida o muerte. La causa para mi es principalmente la codicia humana; empresas que dejan solo contaminación, la deforestación y extinción de especies y además desperdicios. A diario se ignora el simple derecho a respirar sanamente.

Me causaría miedo un gran desastre ecológico donde se presenciara el desbarrancamiento de inmensos tamaños de la tierra. Miremos nada más las cantidades de buses, automóviles, motocicletas que pasan por nuestro lado, expulsando una gran cantidad de humo, contaminando constantemente nuestra capa de ozono y nuestros pulmones. También nos ofrecen la contaminación auditiva, los ruidos espantosos de algunos automotores. No pensamos en el solo hecho de tirar una envoltura de un confite al piso, que es lo más mínimo, y que se ve a diario en todo lugar, como arrojar escombros y basuras que ya no tienen uso, como colchones, balones, zapatos, vidrios, plásticos materiales que podrían ser reciclables, pero que son maltratados e imposibles de reutilizar. Todo esto lo llevamos a las orillas, a cauces de quebradas y ríos. ¿A donde iremos a parar

con todo esto? Imagino la expresión de muchos rostros cuando ya todo sea demasiado tarde, incluso para los jóvenes, muy pocos de los que saben de donde proviene la yuca, la papa, la gran variedad de alimentación producto de nuestra madre tierra. Aprovecho este espacio para contarles que existen unos grupos que reciclan constantemente el plástico y material no biodegradable, que lo convierten en un ladrillo ecológico dándole una sorprendente utilidad. Muchos sabemos el daño que ocasionan, al no darle un buen uso a los empaques de estos productos. Quiero socializarme con los recicladores, al menos con mi conciencia puedo decir abiertamente y con orgullo ¡yo también reciclo!

para escoger el lugar al que quieren ir, ya que existen discotecas de salsa clásica, rock, música romántica con la que crecieron nuestros padres, en fin, una variedad de géneros musicales y culturales. Sí, las cosas son muy diferentes, ya no hay Tango vías, no hay tablados y tampoco ciclovía (trasladada a la carrera 44) La 45 no es la misma, hoy luce diferente, las aceras son más amplias y el comercio ha aumentado. Los propietarios siguen a la expectativa del cambio que vendrá cuando empiece a funcionar el Metroplús. ¿Qué tal un paseo por la 45 este fin de semana, esta tarde, en la noche? Es un buen ejercicio para recordar y disfrutar.

P

Guillermo León Ospina

arece un cuento, pero si nos detenemos a mirarlo de otra forma y con un poco de conciencia, entenderemos lo que es el calentamiento global y el abuso que cometemos día a día con el medio ambiente. Lo que vemos en las imágenes, podríamos analizarlo desde otra perspectiva. Por lo

menos yo analizo el rostro de ese árbol como con un gesto de enfado por lo que le han hecho a tantos de sus hermanos, con la absurda tala de árboles. ¿Estaré errado? Ustedes lo pueden ver. El rostro que ofrece ese árbol no es ninguna carita feliz. En la segunda imagen se ve también algo misterioso, pues el árbol está ubicado en la Playa con Girardot y refleja en su rostro temor o miedo, parece que tratara de esconderse de algo, o de alguien…


Color Local

13

Viaje en prisma hacia La Honda

I

Recorrido en buseta por la colorimetr a de un barrio de Manrique

mposible el blanco y negro en sos, juguetones, haciendo bromas al María Elena Durango R. / unatiama@yahoo.es / Fotografía: Olmer Palacio este camino: mucha luz después conductor; cuando las jóvenes en pandel medio día, reflejada por altalonetas diminutas adornan la vía, y gunas nubes grises que vagan sin cuando las tiendas anuncian comestiafán en la bóveda superior. Voy hacia bles o gas, elementos de primera necearriba montada en este prisma donde sidad y primera falta en el barrio. caben 17 personas sentadas y “las que Al finalizar el viaje no hay duda que quepan” de pie. En el artilugio rodante la luz no existe sin la sombra: descienme doy a la tarea de descomponer el do casi sola frente a un edificio verde blanco en que inicialmente estaba mi que brilla porque el sol le da de frente. mente, para descubrir el espectro que El límite del barrio saluda imponente, me brinda la ruta. mientras la ciudad parece una película Empiezo a detectar la luz que proconstante, algo inalcanzable, algo esyectan los cuerpos y sus habitáculos: candalosa. Vibran los colores de los hay movimiento, comercio, vecindad; caminantes. Sus ropas, sus risas, sus también hay tensión, expectativa, cagestos curiosos. Y también se siente rencia. Cuando reconozco que detecto la zozobra, el hambre, el cansancio, estos contrastes, deduzco que mi vila guerra. Tonos grises y oscuros que sión fotópica, aquella que la luz del día se asoman y sobrevuelan bajo, a veces me facilita para interpretar correchasta debajo de los senderos. Algunos tamente el color, trabaja plenamente jóvenes se ven salpicados de estos togracias al clima y gracias a la gente nos, unas cuantas mujeres también. que, rumbo al barrio, aporta su humaSobre la izquierda, la ruta de lleganidad a mi observación. da-salida, sobre la derecha, la sombra Nos detenemos en el punto de chevigilante. A mi espalda, el edificio verqueo del tanque. Ya comienza a tomar de refulgente relleno de estudiantes, forma La Honda, ya la ciudad se ve al Entonces surgen los senderos, verdaderos recovecos de escaleras, piedra o tierra que indican lo además de la montaña más allá, más fondo, abajo, y se empieza a sentir que intrincado de la vida de los que moran allí. prudente y vigilante y, al frente, el ocel cielo también tiene casas: estrechas cidente bulloso y confuso que pasa por edificaciones que parecen pujar una contra otra para nada. El gris de la vía contrasta con la variedad de la hondonada donde se asienta la parte central de albergar a todos aquellos que se han labrado un des- tenis (en su mayoría masculinos) que cuelgan a veces nuestra Medellín. tino, escalando la montaña, arrancando el verde para de la puerta del vehículo-prisma en que acortamos Así termina el viaje que demuestra que la rutina sembrar sus vidas, muchos a causa del exilio. camino; allí se vuelven largos, largos, porque no ca- se puede superar. Así se comprueba que es posible Empiezo a rehacer mi clasificación del barrio: ya ben dentro y sobresalen tapando un poco la visión. que los acromatópsicos, los que sólo pueden distinno es un viaje repetido ni un simple traslado en bu- A veces se montan dejando una estela de humo que guir entre los colores el blanco y el negro, tendrán seta de transporte público, ahora empiezo una repro- huele a tribu urbana y su longitud de onda parece siempre la oportunidad de sentir algo de color y de ducción de matices que había ignorado. Aparecen los más elevada que la de los sujetos del común. vida en su destino diario. Es seguro que hoy o tal barrancos amarillentos y rajados de tanto en tanto El vehículo se empieza a desocupar, quedan las vez mañana, un viajero en bus, buseta o colectivo, mostrando cómo sostienen los cimientos del lugar. sillas vacías, las ventanas quedan solitarias. Entonces se atreverá a reinventar lo que observa; cambiará Así, intuye uno que hay aguas secretas murmurando surgen los senderos, verdaderos recovecos de esca- reclasificará y reencontrará en su barrio elementos protestas debajo de las casas, las mismas que de vez leras, piedra o tierra que indican lo intrincado de la reproductores de nuevas interpretaciones. Lo sé poren cuando roncan llevándose algunos ranchos que vida de los que moran allí. Las coordenadas del color que como dicen los científicos, el color no es una las atrofian; desastres anunciados que no intimidan se transforman de pesebre bíblico a barrio, de pueblo característica propia de los objetos, sino que es suba sus habitantes. a barrio y luego de barrio a comuna. jetivo, pues sólo está en el ojo y el cerebro del obserVienen luego los de “la arrimadita”, los que tienen También aparece la saturación, por supuesto, vador humano. pies lentos o tal vez cobardes ante tanta calle empi- cuando pequeños de piel morena aparecen lumino-

Manana le Digo Producciones “Un grupo de ocupados promoviendo vagancia”

Fredy Mejía / fredyhdc@hotmail.com

M

añana le Digo producciones, es una productora de humor audiovisual, conformada por nueve jóvenes de la comuna. Nace en el 2009 como la propuesta de cuatro estudiantes de grado decimo que, sin visión alguna, ni conocimientos previos, se acercan al tema, a las cámaras y pantallas. Julián Puerta, uno de los integrantes, llevaba una cámara fotográfica compacta al salón de clases con el fin de grabar a sus compañeros, pero su difusión era muy limitada. Al ver esto Fredy Mejía, integrante de Tinta Tres, se ofreció ante su compañero para editar y subir al internet el material obtenido por Julián. En ese entonces el nombre de la productora aun no estaba definido, ni mucho menos el estilo que resaltarían en sus videos. En el segundo semestre del 2010 se prestan las condiciones para realizar su primer video llamado La busetica, con el cual son nominados en la categoría Mejor video musical en los Premios Hétores. Desde ese momento los contenidos publicados por Mañana le Digo han variado, tanto en el contexto humorístico, como en la producción audiovisual. En el primer semestre del 2011 se considera necesaria la participación de nuevos integrantes en sus videos, sumándose cinco nuevos personajes, con un resultado de ocho videos de los cuales se destacan “Ese negro no se ve”, parodia a un reconocido reggaetón llamado Eso en cuatro no se ve; una serie

Esta productora se está abriendo espacio en la creación y difusión audiovisual de la ciudad, gracias a su trabajo y sus contenidos de humor limpio y sin doble sentido.

con dos videos tipo entrevista llamada Los cuchitos de Manrique y Jabón Rey, una parodia al video comercial del producto Clear Men, y el video ya mencionado la busetica. En la actualidad la productora Mañana le Digo Producciones está confirmada por Fredy Mejía, Oscar Restrepo, Jhonatan Villa, Julián puerta, Antonio Cardona, Jeferson pino, Sebastián Peña, Juan Henao y Marlon Lopera. Los contenidos de esta productora pueden observarse en las direcciones electrónicas: www.youtube.com/MLDProducciones www.facebook.com/MLDProducciones

¡Mazamorra pilada! Por Olga Patricia Acevedo / olguita.ah@hotmail.com fotografía: Guillermo Ospina

de labor”. La mazamorra es un alimento que proviene del maíz ancestral, el cual garantizó la soberanía alimentaria de muchas comunidades, junto con la quinua, el amaranto y otros alimentos nativos. La mazamorra es color local; amarillita, nutritiva, alimento esencial. El pregón de los uis Enrique Guisao vive en mazamorreros está El Jardín hace ocho años, se inserto en el imarecorre la comuna a pie vencolectivo diendo mazamorra desde Villa Her- ginario y en ocasiones su mosa, pasando por Manrique Transgrito funciona como mayo, Santa Inés, y algunas veces por su mismo barrio, donde se encuentra despertador que retumba y provoca, al la fabrica que le surte. Luis Enrique cuenta que son seis interior de las capersonas las que viven de su “humil- sas.

L


14

Año 1 / edición 6 / diciembre de 2011

Una mujer que le pone dulzura a La Honda A las seis de la mañana organiza a su hijo, la casa, la huerta, el jardín, lleva el niño a estudiar y sale a vender el postre más famoso y apetecido del barrio.

Olmer Palacio / olmerpalacio@gmail.com, Luis Guerra / Luisguerra9401@gmail.com, Wilfer Muñoz / wilferlay@hotmail.com

Fotografía: Olmer Palacio

E

ste es el día a día de Diana Zorany Castañeda Correa, una mujer nacida en Itagüí hace 31 años y que vive en el barrio La Honda desde hace doce. Sus postres son famosos por el sabor, variedad, frescura y buena presentación. Diana manifiesta que “en este momento hay un joven que está ofreciendo los postres en la empresa donde labora, donde manifestaron el gusto por los mismos y quedaron preguntando por más”. Su producto se distingue por la calidad y todo el que lo prueba queda encantado y repite. Cuando Diana sale con su heladera llena de unidades, la distingue su elegancia y presentación, pues no por estar en el barrio se va a vestir de cualquier manera: “la imagen y presentación dan mucho que decir y se debe dejar una buena impresión, eso es importante como persona tanto como

empresa”, advierte Diana. Diana comenzó a vender los postres en el colegio donde estudia su hijo, entre los docentes; ahora tiene dos rutas de trabajo que incluyen el Templo comedor (donde funciona un comedor comunitario para niños), el Colegio Gente Unida, el jardín infantil Semillas Creadoras y el Centro de Salud del barrio La Cruz, entre otros. Su éxito en las ventas se debe a que, como ella misma afirma, “nunca he sido tímida, desde muy pequeña tomé el riesgo de enfrentar el público”.

Mentalidad emprendedora

“Estando en el barrio vendía postres dos días a la semana, otros dos días vendía salpicón”, resalta Diana. Su experiencia en ventas incluye la promoción de carnes frías tienda a tienda,

el trabajo en casas de familia, ser operaria, vender fritos y empanadas en el templo y ahora, deleitar al barrio con la venta de sus postres. Desde la escuela buscó la manera de tener su propio dinero y para esto fabricó peluches. Diana cuenta que “le sacaba el relleno a los peluches que me regalaban y creaba figuras más pequeñas, a las que les ponía bigotes con cerdas de escoba de paja; cuando niña no me daban plata, solo la lonchera, entonces negociaba los juguetes y los vendía a una amiguita, a ella sí le daban plata y con eso compraba mis dulces y mis cosas” También me pagaban por hacerle dibujos a mis compañeros, siempre he sido buena dibujante”, agrega. Buenos y malos momentos Recién llegada al barrio ingresó a un programa con las Hermanas Salesianas y con ellas recibió clases de manualidades, culinaria, fabricación de muñecas y costura. También participó en la Mesa de Salud de Manrique, con la Unión Europea y las Juntas de Acción Comunal de la comuna tres: “Mi proyecto en ese entonces era la recolección de basuras y el trabajo en los parques para los niños, me iban a pagar 700 mil pesos, pero con la muerte de mi esposo en el 2009 se truncaron los proyectos. Ella recuerda el suceso: “el día que se lo llevaron para matarlo, un muchacho vino a avisarme y me contó que Juan Carlos (así se llamaba su esposo) estaba ordeñando una de las vacas cuando llegaron en una camioneta, lo montaron bajo amenaza y se lo llevaron. Estuvo tres días desaparecido. Al parecer lo torturaron dos días y luego lo mataron y lo dejaron tirado

¡Vamos al parque! Una aventura siempre nueva

en Morro chispa, con las rodillas rotas, desnudo y en zapatos. Por el Q’Hubo lo pasaron como si fuera un reinsertado de los paramilitares dizque porque tenía unas botas platineras”. Diana conoció a Juan Carlos en los charcos del salado: “fue amor a primera vista, me inspiró un espíritu de lucha y de sueño. Siempre me decía que hay que ser soñador y luchador, hay que soñar querer ser presidente para llegar a ser alcalde”. A los tres años de estar conviviendo llegó su primer y único hijo: “cuando quedé embarazada era lo mejor para él y para mí, se sentía feliz, pleno, me daba gracias por haberle dado ese hijo y hacerlo tan feliz”. Pero su historia terminó porque, según ella, “le llegó un mal amigo con un mal concejo en un mal momento, en un momento de debilidad”.

Futura Psicóloga infantil

Luego de esto Diana intentó vender los postres en su natal Envigado y no le fue bien; vendió empanadas por pedido, tuvo un carro de perros, estaba muy reciente la muerte de Juan Carlos. “Yo veía mucho por la luz de los ojos de él, pero me di cuenta que debía moverme por mí misma y empecé a vender los postres acá en la comuna a partir de una donación que me hicieron”. En estos momentos, dice Diana, “soy capaz de salir adelante pues me considero una mujer berraca, luchadora y debo triunfar”. “No tengo estudios universitarios por el momento, pero quiero estudiar psicología infantil. Los niños se profundizan más porque son más espontáneos; de los niños se puede aprender mucho, más que con los adultos”.

El parque, para los niños, es el símbolo de la alegría. Allí sus sueños divagan por el aire y se cruzan unos con otros.

Estefania Bedoya Moreno / Joni Alexander Restrepo / Fotografía: Joni Restrepo

M

ientras la vida del mundo va girando en torno al sol de principio a fin, el hombre no deja de girar también entorno a su corazón, a su propio sol impulsador de palabras, sentimientos o pensamientos, gestor de relaciones y de juegos. Los niños son la alegría de nuestra casa, de la calle; en todas partes viven en su mundo lleno de

fantasías y colores, su gran realidad es que tienen la posibilidad de crecer literalmente, no solo con su alimento, sino con su imaginación y creación, con las sonrisas que salen de su corazón y su estómago, ya sea en el momento de tirarse de un lisadero o de perseguir a otro niño después de haber chutado el tarro (del juego chuta-tarro). Los niños quieren y pueden. Vanessa Arango, de once años, quería aprender a tocar guitarra y tambor, lo cual la motivó a participar, desde el 2009, en los talleres de música que se vienen realizando en los alrededores del parque el Raizal. Así como Vanessa también hay otros niños inspirados en aprender música y unos más nombran el oficio al que quisieran dedicarse. -yo quiero ser artista de Rock, de Hip-Hop y reggaetón (Omar Moreno). Yo quiero ser guitarrista (Sebastián). Y yo quiero ser actríz (Vanessa). Yo quiero ser soldado, pero de pronto me arrepienta (Johan Moreno). Cada uno dentro de sus estudios y juegos, tomados

muy en serio, es lo que el desarrollo de sus acciones reflejan, en este caso Vanessa y Omar, interpretando su guitarra, los hace saberse guitarristas y proyectarse como tales en el transcurso y devenir de sus años. Construyen su realidad en base a lo que viven y ven, en lo que directamente respiran y experimentan. Pueden ellos, con más facilidad que los adultos comunes, liberar su esencia, pueden, con mayor facilidad, contar un evento que les haya ocurrido sin tener prejuicio de la importancia o no de tal evento. Para ellos es importante saber manipular el trompo y mostrar las nuevas paradas a los amiguitos de la escuela, quienes impresionados, buscan también su trompo para mancomunarse más, para unirse y vivenciar el significado de ser niños: “jugar, compartir, ser tolerante, respetuosa” como afirma Vanessa Arango. Inyectan los parques con su presencia, “nos alisamos, nos columpiamos, montamos en mataculín, a veces tocamos música allá en el parque”. Cantan con júbilo, esta retahíla. John Edison de doce años, Cristian Santiago de nueve, y Cindy Tatiana de once años de edad van todos los días a jugar a los parques, les gusta mucho y son conscientes del cuidado del medio ambiente, saben que son seres vivos los que nos rodean. Piensan en el otro y comparten sus juegos, y sobre todo, intercambian sus vidas, sus historias.


Año 1 / edición 6 / diciembre de 2011

15

El habitante mayor La voz anf itriona de Manrique en la radio

Ana Cristina Ayala / anacvelez@hotmail.es

Alonso Arcila es el director del programa “Los habitantes de la noche” que cumplió en octubre 36 años al aire. Desde 1975, este hijo de Manrique ha mantenido en vilo a sus radioescuchas con informes de la Medellín nocturna

Bernardo Monsalve es un hombre alto, robusto y su pelo es como la nieve; usa anteojos, es cordial y saluda siempre con una sonrisa en el rostro. Más conocido como El habitante mayor, Bernardo nació

hace 61 años en el barrio Manrique, exactamente en la carrera 45 con la calle 70 y es hijo de Bernardo Arcila, al que a su vez conocen en el barrio como el Fígaro. Alonso Arcila le dio la vuelta a la manzana de trasteo en trasteo,

Crucigrama

estudió en la Escuela Alfonso López, ahora llamada Pedro Luis Villa, donde recuerda, había un “lisadero” muy grande que cuando se tiraban por él caían a la antigua Carretera de Guarne. Recuerda también que se hacían reinados entre los barrios vecinos y la participante que más dinero recogiera era la ganadora. En esa época había toque de queda para los menores de edad, que debían estar en la casa a las ocho de la noche, así que tampoco los dejaban entrar a los bares y la única manera para que esto pasara era en las navidades, cuando estaban con sus padres y se podían quedar hasta altas horas en un bar que se llamaba el Bohío, ubicado exactamente donde quedaba primero la Terminal de los buses de Transmayo. Al recordar esto, también siente nostalgia por las peleas con los otros niños de Manrique Oriental, para él estas peleas, a pesar de la lluvia de piedras, eran inocentes porque sólo eran unos niños. Cuando fue creciendo, en sus ratos libres Alonso era mensajero en el minimercado El Incendio y se transportaba en carros de rodillos que prestaba para llevar los mercados a las casas, le pagaban 10 centavos y se los gastaba en una gaseosa llamada Colcana. Su vida profesional empezó en la Cadena

Disfrute en esta edición de un crucigrama divertido y retador. En él aprenderá muchas cosas sobre la comuna 3 que tal vez no conocía. Lo invitamos a leer esta edición y la segunda

Por Diana Soledad Pino. anosmea@hotmail.com

(Julio de 2011), pues allí encontrará algunas pistas que le ayudarán a dar con la respuesta. No lo bote, conservelo para obtener grandes sorpresas.

1 3

2

4

5 6

7

8 9

10 11

12 13

14 15 16

17

Radial Todelar, como operador de audio, el primero de diciembre de 1970, cadena de la que después pasó a ser locutor. Trabajó en una radio novela llamada “La ley con el hampa”, también fue narrador deportivo, locutor en Radio Cristal, trabajó en Caracol Radio entre 1988 y 1990, y en 1975 empezó a trabajar en los Habitantes de la Noche, programa radial que lo consagró y que el pasado primero de octubre cumplió 36 años de estar al aire. Este programa empezó en Todelar Radio, donde estuvo al aire por 13 años; en 1990 se independizó y compró su propio espacio en Radio Súper para continuar hasta hoy, de lunes a viernes, entreteniendo a los noctámbulos desde las 10:30 de la noche hasta las 3 de la madrugada Como experiencia cuenta que al trabajar en un medio donde se tiene contacto con los oyentes, también se obtienen experiencias no tan buenas, como la de un hombre que llamó al programa diciendo que lo habían “echado” del trabajo y que estaba en la calle con toda su familia y sin dinero para regresar a su ciudad ya que era de Cali, así que Alonso pidió en su programa una colaboración para recoger los pasajes, pero lastimosamente no todas las personas tiene buen corazón…

1. Organización que está ubicada debajo de un puente 2. Limita con Manrique hacia el norte 3. Proyecto estratégico de la comuna 3 4. Cuantos barrios tiene la comuna 3 Manrique (en letra) 5. Grupo famoso de baile de Manrique 6. Unidad hospitalaria de Manrique. 7. Parque de Manrique insigne de los liberales en la época de los 80 8. Avenida Gardeliana 9. Hacia el sur limita con Manrique 10. Nuevo sistema de transporte en Manrique 11. Allí está ubicada la bomba de gasolina de Manrique. 12. Entidad que a través de la cual fue posible la creación del Centro para el Desarrollo Local y los Derechos Humanos y que desde el 2006 acompaña el proceso del Plan de Desarrollo Local 2006 – 2016, que lleva como eslogan “Manrique la comuna deseada” 13. Limita con Manrique por el Oriente. 14. Tenista de 12 años de Manrique que ha tenido títulos nacionales e internacionales y ha ganado cinco mallas de oro. 15. Primer medio de transporte masivo en Manrique 16. Periódico galardonado como mejor medio comunitario impreso de la ciudad de Medellín. 17. Entidad cultural que tiene por sede la antigua casa del cantautor de tangos Argentino.


Manrique punki

La anti-tradicion musical de ser joven Yovanny Iancardy / theperversblues@hotmail.com

testataria y anarquista fue muy bien vista por los jóvenes de la época. Muchos se animaron y lograron fundar bandas de lo que hoy es el punk local clásico. Alrededor de estas bandas giraba una gran cantidad de jóvenes, deseosos de socializar en conciertos y parches con espíritu punkero. Una de las bandas de punk que más en influenció esa época fue Complot, pionera de este sonido en Medellín y Colombia. También se conformó la banda Parabellum, que más tarde se convertiría en la primera banda de black metal, influenciando grupos de Europa y Brasil. También hay que hablar, y escuchar, de bandas como Reencarnacion, I.R.A, B.S.N, Mutantes o La Prostituta Lirica. Todos estos grupos influenciaron la movida punk, y algunos fueron creados en estos mismos

parches, que solían hacerse en Manrique. Actualmente el punk sobrevive en la comuna, aunque no es la misma época de antes, donde los ideales imperaban por encima de las ventas. En aquella época los punk no querían ser famosos, ni tranzar con la oficialidad. Ser punk es una posición frente a la vida. En la actualidad el punk en Medellín conserva su identidad de barrio y, en algunos casos, se escapa del comercio barato, representado por grupos de punkis ricos, que nada aportan a la escena. En medio de la oscuridad surgen grupos de Manrique como Geminis, Exclavoz, Contra Clase, En Contra de Nadie, y muchas más propuestas que están en construcción. También contamos con un festival independiente, llamado Manrique Sonoro, que busca volver a las verdaderas raíces rock y punk de Manrique y que así perdure la juventud, la rebeldía y el punk en nuestra ciudad.

Ilustración: Andrés Sánchez

E

n el año 1986, Medellín era una ciudad que se movía entre la violencia de las pandillas, jóvenes armados imponiendo su ley en los barrios marginados, y como contraste de todo esto, en ella se expandía una nueva propuesta de jóvenes artistas y pensadores, a los que llaman punkis, o punkeros. Mientras los sicarios convertían la vida de muchas personas en una verdadera pesadilla, los punkis, renegaban de esa realidad y se propusieron cambiarla. Al final a todos los etiquetaron con lo de “generación no futuro”. O punk , en remembranza a esos jóvenes ingleses de finales de los 70 que también formaron revuelta cultural, en medio del caos de Londres. En Medellín el punk se expresó de una manera un poco más visceral y dramática, pues estos jóvenes estaban en medio de las balas de centenares de grupos armados, que luchaban entre sí por el control territorial de los barrios. Se les empezó a señalar como seres extraños, ajenos a la cultura del paisa, el de la berraquera y la hombría, herejes de las buenas costumbres católicas. Con todas estas cargas pensando y pesando sobre sus hombros, los punk seguían su expansión por todo Medellín. Manrique es una de las zonas donde el punk consiguió más oídos y crestas. Esta cultura con-


Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.