No. 274 Fecha: 11 / junio /2012 email: mamtrabajndo@yahoo.com.mx Año 6
EL CAMBIO VERDADERO ESTÁ EN NUESTRAS MANOS
A iniciativa del doctor Juan Ramón de la Fuente, Andrés Manuel López Obrador se reunió el miércoles pasado con un grupo de académicos, escritores y políticos a quienes solicitó se pronuncien contra la guerra sucia iniciada en su contra por el PRI y el PAN y evitar así que se repita un escenario como el de 2006; también expresó que desde su punto de vista, los mexicanos estamos obligados a empezar de nuevo porque el modelo económico y político establecidos en México no funcionan. López Obrador coincidió con los asistentes en que México necesita a un líder para lograr la transformación del país y llamar a la construcción de un nuevo pacto social, en el que todos estemos incluidos para lograr la reconciliación. Desde Cruz Grande, Guerrero, López Obrador expresó que el mayor problema de quienes patrocinan a Peña Nieto es que no pueden detener su caída; por eso de manera desesperada e irracional han iniciado una nueva edición de la guerra sucia que hicieron en 2006. Sin embargo, sostuvo, no funcionará decir que él es un peligro para México o desempolvar ese viejo expediente de propaganda porque al pueblo se le puede engañar una vez, pero no toda la vida.
Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial de la izquierda, precisó durante el segundo debate que el país está a pocos días de lograr la transformación de la vida pública por el bien de todos y para la gloria de México. En su participación expresó que lo anterior sólo podría ser impedido por la desinformación y el miedo al cambio inducido por los grupos que no quieren que las cosas cambien. Dijo que el cambio que él propone se logrará con orden y sin conflicto, toda vez que incluirá la participación de todos. "Voy a gobernar para ricos y pobres. Para simpatizantes y para adversarios, quienes tendrán garantizados sus derechos", dijo al mencionar que la transformar de la vida pública del país obedece a que el actual régimen ya se pudrió. López Obrador señaló que el cambio que propone no proviene sólo de cuestiones ideológicas y políticas, sino porque el sistema de gobierno que ha prevalecido no ha funcionado y para ejemplificar dijo que en 1983, cuando se impuso la política neoliberal, el salario mínimo alcanzaba para 50 kilos de tortilla. Ahora, agregó, alcanza para apenas comprar 5 kilos de este mismo producto. Enfatizó en la falta de crecimiento nacional pues en promedio este ha sido a tasa anual de 2.2 por ciento, que está por debajo de los registrados en otros países de América Latina. En ese sentido, añadió, lo fundamental tiene ser la creación de empleos. Por ello, su propuesta se centra en crecer 6 por ciento anual a través de la creación de 1 millón 200 mil empleos cada año para alcanzar los 7 millones de empleos durante el próximo sexenio. Para lograr esto, precisó que no recurriría a la creación de nuevos impuestos e incluso indicó que eliminaría el IETU, pues dijo que no se endeudará al país. Destacó que se trata de aplicar una disciplina presupuestal, austeridad republicana y eliminación de privilegios fiscales para captar 800 mil millones de pesos y destinarlos al crecimiento económico como capital semilla. Convocaremos, dijo, a la iniciativa privada para abarcar los tres motores de crecimiento en el sector público, en el privado y en el social. Abundó en que su plan de austeridad se aplicará para la nómina gubernamental que actualmente es del orden de 1 billón de pesos. "Ahí ajustaremos sin necesidad de despedir a nadie, pues sólo se trata de terminar con los privilegios de la alta burocracia", mencionó. López Obrador indicó también que su reforma fiscal progresiva tiene la finalidad de que con el dinero que de ahí se obtenga se rescatará al campo y se impulsará al sector energético, en el cual se proyecta la construcción de cinco refinerías. En el rubro de la relación de México con el mundo, López Obrador dijo que el principal objetivo será fincar una relación de cooperación para el desarrollo con Estados Unidos, pues no se trata de levantar muros y militarizar la frontera para combatir el fenómeno migratorio, agravado actualmente con la violencia y la inseguridad. Para atemperar este fenómeno, indicó, se tiene que aplicar más allá de una política exterior una política interior porque si hay crecimiento y empleo el flujo migratorio disminuiría considerablemente, y asimismo evitaríamos que los connacionales fueran víctimas de razzias y persecuciones. López Obrador abundó que con la creación de empleos se serenará el país y, sobre todo, se dará estudio y trabajo a los 7 millones de jóvenes que han quedado rezagados de la actividad laboral y de escuela. Al referirse a la población joven, reconoció el valor de este sector de la población.