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sábado 23 de julio de 2016
teatro
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Lorena Almarza / Caracas Ilustraciones: L.A
Legado para vencer
El amor al pueblo: arma poderosa contra el capitalismo
S
in duda, aquel niño de Sabaneta, el zurdito, el arañero, el subteniente que sable en mano juró defender y amar la patria, el hombre del por ahora que nos despertó la madrugada del 4F, fue el líder político en la historia de la humanidad, en cuyo quehacer hizo florecer el amor como
expresión fundamental para la lucha contra la opresión y el imperialismo. Con el proyecto socialista bolivariano, Chávez impulsó la transformación de las condiciones materiales y el desarrollo de conciencia del pueblo, pero por sobre todo, promovió la revolución de los afectos. Para el Comandante, luchar por
un mundo mejor sólo era posible desde el amor a la humanidad, y en su opinión, “todo el pueblo debe ser portador del amor, de la solidaridad, del compromiso y de la conciencia del deber social”. Creo que la política con P mayúscula que solía referir, se trataba de esto, y allí su entrega para “cultivar el espíritu amoroso y los
valores fundamentales del socialismo como son el humanismo, la igualdad y la justicia social”. Sin duda, Chávez encendió la llama de la esperanza. Nuestra tarea, continuar avivándola. ¡Feliz cumpleaños, Comandante! ¡Hasta la victoria siempre!
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tributo a
sábado 23 de julio de 2016
Herede D
e su cuna y vida en Sabaneta, donde nació el 28 de julio de 1954, heredó para siempre, como un tesoro que aprendió a guardar en un bolsillito de su corazón, la vida sencilla en aquella humilde casita de paredes destartaladas de bahareque y techo de palma a dos aguas, así como el amor profundo de la abuela Rosa Inés. Con anhelo refirió: “Si yo pudiera volver a nacer y pedir dónde, yo le pediría a papá Dios: ¡Mándame al mismo lugar! A la misma casita de palmas, inolvidable, el mismo piso de tierra, las paredes de barro, un catre de madera y un colchón hecho entre paja y goma-espuma. Y un patio grande lleno de árboles frutales. Y una abuela llena de amor y una madre y un padre llenos de amor, y unos hermanos, y un pueblito campesino a la orilla de un río”. De Bolívar heredó el amor a la patria venezolana
Hugo por Hugo:
“Más allá de todo lo que yo pude haber aprendido de Filosofía, de La Guerra, de Historia Económica, de Historia Militar, de Geopolítica, Estrategia y Táctica, todas esas enseñanzas, hasta la Ciencia Militar, lo más profundo que yo aprendí en esa queridísima Academia Militar fue a amar profunda e infinitamente a mi patria”
al amigo
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ero de principios y a la patria grande, fue Chávez verdaderamente, el albacea del pensamiento bolivariano: antiimperialista, anticolonialista, impulsor de la soberanía, de la unión entre los pueblos; y de la imperiosa necesidad de reencontrarnos con nuestras raíces para redescubrir nuestra propia esencia. Revivió a Bolívar y lo puso a caminar junto a su pueblo. Del cristianismo, el amor por los más pobres y los más necesitados. Vivió su fe en Cristo como búsqueda de construcción de una sociedad más justa, donde todos y todas vivan en condiciones de igualdad, y donde la paz sea un valor fundamental. En este sentido planteó: “La Revolución Bolivariana es sobre todo humanista, yo siempre digo ‘cristiana’, porque Cristo vino a enseñarnos esto: la humanidad y la justicia. A lo que añadió: “Esta Revolución tiene que ser cada día más humana (…) Amándonos los unos a los otros lograremos tener patria libre y grande, y hacer una Revolución profunda”. En eso estamos Comandante, por el camino de la patria, enfrentando las dificultades y sin perder la ternura. Lorena Almarza Ilustraciones L.A
Hugo por Asdrúbal:
“Ya en la escuela, personificaba héroes de la independencia, lo que demostró su interés innato por la historia venezolana (…) Desde entonces se le veían condiciones de líder, conductor y de comunicador; porque hay que ver cómo él transmitía todas esas enseñanzas que nos dejaron Bolívar, Miranda”
Hugo por Adán :
“Hugo fue un hombre humilde, nunca olvidó sus raíces, esa es una cualidad de un auténtico líder (…) la humildad de Hugo viene de nuestra mamá Rosa, de vivir en comunidad”
Juré el 07 de julio de 1975 con mi sable de subteniente en el patio de honor de la Academia Militar. Juré en firme y juré en serio (…) yo juré ese día de 1975 salir con aquel sable a defender esta patria, amándola y para defenderla dar incluso la vida”. Hugo Chávez