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Pensamiento Crítico
sábado 12 de julio de 2014
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Recibe el galardón este mes en Caracas
Chávez me enseñó la importancia de las mujeres a través del lenguaje Marta Harnecker prefiere hablar de pensamiento flexible en vez de “débil” como Gianni Vattimo
L
a ganadora del Premio Libertador Simón Bolívar al Pensamiento Crítico (2013) es la intelectual chilena Marta Harnecker, por su obra Un mundo a construir (nuevos caminos). Seguidora del pensamiento marxista del filósofo francés Louis Althusser, la autora de Los Conceptos elementales del materialismo histórico (México, España, Argentina, Siglo XXI Editores. Primera edición, 1968) reivindica a quien le hizo “ver el inmenso potencial instrumental que tenía el marxismo para resolver los problemas sociales” que le inquietaban. Considera la filósofa galardonada por su Un mundo a construir (nuevos caminos) que quienes sólo la recuerden por su texto escrito en París tienen ahora la oportunidad de conocer a la otra Marta “que ha aprendido tanto de las luchas de nuestros pueblos y que propicia esa nueva cultura de la izquierda que tanto necesitamos”.
Una diferencia abismal
-De Los conceptos elementales del materialismo histórico a Un mundo a construir (nuevos caminos), ¿Cuánta agua de pensamiento crítico ha cruzado el puente? -Sin duda que ha cruzado mucha agua bajo el puente. Yo escribí mi primer libro en París, teniendo un conocimiento muy vago de la realidad latinoamericana. Sólo conocía mi propio país, Chile, y no lo conocía en profundidad. Las reflexiones e informaciones que se encuentran en mi último libro Un mundo a construir (nuevos caminos), han surgido, en cambio, luego de haber entrevistado a más de 100 dirigentes políticos y sociales de nuestra región, varios de los cuales ocupan hoy altos cargos en el sistema político actual en sus respectivos países. Una diferencia abismal ¿no crees? Por ello creo que el libro ayudará a que mucha gente que
Muchos han acusado a Althusser de estructuralista pero entonces también Marx lo es
conoció a la Marta de Los conceptos elementales..., y no leyó otras cosas suyas posteriores, ahora vea a la otra Marta que ha aprendido tanto de las luchas de nuestros pueblos y que propicia esa nueva cultura de la izquierda que tanto necesitamos.
Una revolución teórica
-¿Qué le acerca y qué le distancia hoy de Louis Althusser? -A mi entender Althusser ha hecho un aporte fundamental en el campo teórico: me permitió redescubrir el marxismo. En un momento en que muchos intelectuales europeos consideraban superado el aporte teórico de Marx, Althusser nos revela que Marx no sólo es un científico más, un pensador social más, sino que a través de sus planteamientos ha provocado una verdadera revolución teórica que el propio Marx y sus seguidores no parecen haber comprendido en toda su profundidad. Él nos enseña no sólo que Marx no ha sido superado sino que, por el contrario, que en su obra
existe un enorme potencial teórico que todavía no ha sido explotado. Por otro lado, nos hace ver que la “ciencia de la historia” descubierta por Marx —porque el marxismo es eso, la ciencia que nos permite comprender las sociedades y su cambio—nada tiene que ver con las interpretaciones dogmáticas del marxismo; que gran parte del camino está todavía por hacerse; que ser marxista no es repetir fórmulas hechas y aplicarlas mecánicamente a realidades históricas concretas sino extraer, de las obras de Marx, aquellos instrumentos teóricos que permiten analizar en forma creadora nuevas realidades. Yo debo mi desarrollo teórico fundamentalmente a Althusser. Él me hizo ver el inmenso potencial instrumental que tenía el marxismo para resolver los problemas sociales que me inquietaban. Lo primero que logró fue romper en mí el fantasma del determinismo mecanicista del marxismo. Como católica militante entonces, mi preocupación central era el problema de la libertad del hombre. Su defensa de la dialéctica
marxista como un fenómeno antimecanicista, donde la contradicción simple entre las fuerzas productivas y relaciones de producción nada explica si se es incapaz de ver cómo ella está sobredeterminada por otras múltiples contradicciones, me permitió entender que no era contradictorio afirmar a la vez que la sociedad determina el quehacer de las personas, pero que éstas, a su vez, desempeñan un papel en la historia. Ninguna crisis del capitalismo conducirá a su extinción si no existe un sujeto revolucionario que aproveche esa crisis para construir una sociedad alternativa. Muchos han acusado a Althusser —como me han acusado a mí— de estructuralista, pero yo rechazo esa calificación, salvo que quienes sostengan esto piensen que también Marx es estructuralista. Si entender la dinámica social a partir de la forma que se estructuran los procesos productivos es ser estructuralista, Marx es estructuralista, y también Althusser, y por supuesto yo como divulgadora de su pensamiento. ¿Se puede ser estructuralista y afirmar el carácter central que tienen la lucha de clases en la transformación de la sociedad como lo señala Althusser en el prefacio a la segunda edición de mi libro: Los conceptos elementales...?
Althusser me enseñó que para resolver los problemas de la gente, Marx no construyó una teoría centrada en reflexiones acerca del hombre, de la persona humana, sino que buscó comprender las leyes que determinan la existencia real de las personas que viven en las sociedades