En la época del Virreinato de la Nueva España, en el antiguo Convento de San Jerónimo en el Centro Histórico, se aplicó la regla dictada por el papa, para que las monjas estuvieran regidas por el orden y la observancia de la vida conventual en comunidad. Sólo que lo adaptaron para su beneficio, conservando dependencias privadas dentro de una organización de celdas dispuestas en serie, a través de cuatro crujías con altos y bajos en torno a un patio central. Lo interesante de este sistema constructivo fue la forma en que se desarrolló el gran patio del convento, respetando proporciones y detalles ornamentales en torno a un heptágono, forma geométrica que nunca cierra, pero que fuera utilizada para representar la virtud, la virginidad, la vida moral. ¿Cómo se hizo el gran patio del ex convento de San Jerónimo? Es lo que nos explica el arquitecto a cargo de su restauración, Manuel Sánchez Santoveña, quien también fuera rector de la hoy Universidad del Claustro de Sor Juana.