EDITORIAL

Revisar Formas Es Apremiante

Saber estar es algo muy importante en la vida. Saber dónde se está también.

La esencia de eso que se llama “las formas”. Algo sobre lo que algunos jueces de la RFEA deberían recibir formación. No se puede irrumpir, como elefante en una cacharrería, a imponer normas y formas de hacer que, aún propias de un entorno, no necesariamente funcionan en otro. La montaña no es un estadio, es un espacio compartido en el que no tenemos la más mínima autoridad. Cuando se quiere llamar la atención de alguien, se le llama discretamente, no se usa un silbato. No en la montaña. No hace falta dirigirse a los corredores o al público con formas cuartelarias, la “mili” queda lejos, esto es deporte en la montaña. Si alguien quiere circular por un camino de montaña de uso público, no se le puede impedir el paso. Y mucho menos llegando al contacto físico, por mucha competición atlética que haya, por muy campeonato que sea. Lo más que se puede hacer es sugerir que se ceda el paso a los corredores cuando estos pasen; las carreras por montaña hace mucho que se celebran sin incidentes y sin necesidad de provocar situaciones desagradables. Vayan a una de esas carreras en las que el público es la esencia de la prueba, observen y aprendan. Y, finalmente, cuando es el turno de los populares, no “da lo mismo, sólo son los populares”. Ellos son la esencia, no lo olviden. Incluso en el mundo del atletismo.