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TRAIL COSTA QUEBRADA
from Revista TRAIL n.101
Adaptarse...
TRAIL COSTA QUEBRADA
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... O ADAPTARSE
Texto y fotografía: Quim Farrero
Ya hemos hablado en este número de esa la luz al final del túnel, que se ha percibido varias veces, pero otras tantas se ha apagado. Hay que ser prudentes a la hora de hacer ciertas afirmaciones, pero tal vez ahora si que esa famosa luz empieza a cobrar una tímida intensidad. El Trail Costa Quebrada ha aportado algunos lúmenes a esa luz..
Parece mentira, pero han pasado dos años desde la última vez que pudimos disfrutar del entorno de Costa Quebrada. Dos años. La que debiera ser la décima edición de la prueba, ha pasado a ser la novena, algo que vamos a tener que ir asumiendo en la práctica totalidad de carreras del calendario y que, la verdad, no deja de ser extraño. Pero dejando, dentro de lo posible, ese oscuro 2020 atrás, la localidad de Liencres, en la costa cántabra, volvió a ser punto de partida y final del Trail Costa Quebrada, una prueba atípica gracias a un entorno que, más allá de su innegable belleza, ofrece al corredor de montaña una variedad de terrenos que compensa, con mucho, la ausencia de grandes desniveles. Y es que, tal como su nombre sugiere, Costa Quebrada ofrece infinidad de accidentes geológicos que hacen del entorno algo único, con una línea de mar realmente espectacular y una modesta pero remarcable pos sus vistas, cadena montañosa que aisla la zona costera del interior y ofrece un mirador de excepción desde el mar a las nieves de Picos de Europa.
El recorrido de Costa Quebrada es, en general, rápido.
Con la llegada a La Picota se acaban los desniveles significativos.
Nuria Gil camino de Tailandia vía Portugal.
Adaptarse Esta vez, pandemia manda, tanto salida como llegada se hicieron fuera del núcleo urbano, en el aparcamiento de la playa de Canallave, unos tres kilómetros al oeste del centro de la localidad y junto al Parque Natural de las Dunas de Liencres. Un gran espacio asfaltado del que se reservó una parte a la que sólo podían acceder corredores y organización, previa toma de temperatura, y con gel de manos y mascarilla obligatorios. Una “normalidad” a la que sigue siendo difícil acostumbrarse y un espacio que, aunque permitió la distribución de los corredores en puntos concretos -situados al preceptivo metro y medio de distancia- para los momentos previos a la salida, en un orden determinado por el ránking de la RFEA, de modo que los mejor clasificados salían por delante en la parrilla (hablamos de 30 metros de diferencia entre la primera línea y la última). Una distribución del espacio de salida necesaria dadas las circunstancias, pero que pierde un poco el calor de un público que, en condiciones normales, iría más allá de acompañantes, otros corredores y algún incondicional. Un público que, a pesar de todo, asistió, a distancia, con mascarillas y sin aglomeraciones, a salidas y llegadas de los corredores de las diversas categorías. Y ese seguimiento vino marcado por la novedad, en Costa Quebrada, de esta edición: la posibilidad de seguimiento en directo de la carrera vía “streaming”, en redes y a través de una gran pantalla instalada en la zona. Un seguimiento en directo amenizado por el veterano Raúl García Castán y que funcionó a la perfección. En la entrega de dorsales el representante de un club, convenientemente acreditado, podía recoger todos los que le correspondían, a fin y efecto de reducir al mínimo el tráfico de gente en la carpa, al aire libre, donde se efectuaba la entrega desde la mañana previa a la primera tanda de carreras. Y es que las adaptaciones este año fueron condicio-
nadas no sólo por la pandemia, si no por el hecho que la carrera era “Campeonato de España de carreras de montaña (trail running Absoluto, Máster y Promoción)” de la RFEA. Así pues, la primera modificación afectó al itinerario, que fue revisado para adaptarse a los criterios de selección de la RFEA para los campeonatos europeos y para el mundial de trail corto: los primeros clasificados irán a Tailandia al mundial y los dos primeros, más otros corredores a criterio del seleccionador, formarán parte de la selección para el europeo en Portugal. El itinerario original, de poco más de 20 kilómetros, fue reducido a 15, básicamente en la sección de costa, lo que implicó un aumento de la proporción de asfalto pero mantuvo el interés de la zona de montaña, con su clásico ascenso al Tolio y la Picota y ofreciendo a los corredores, a pesar del recorte, una pequeña cata de lo que es correr cerca del mar en Costa Quebrada.
Las carreras El resultado final fueron tres carreras el sábado y dos el domingo, con salidas cada cuarto de hora (sábado) o media hora domingo, con tiempos calculados para que las carreras no se cruzaran o coincidieran en meta los primeros clasificados. Una calurosa tarde de sábado dio comienzo con la salida de las categorías máster a las 16:15. Un cuarto de hora más tarde lo harían las mujeres, que verían como Nuria Gil se hacía con la victoria y un puesto seguro para los mencionados campeonatos en Portugal y Tailandia, seguida por Yolanda Martín (que irá también al Europeo) y una incombustible Ohiana Kortazar. Media hora más tarde, los más jóvenes afrontarían los ocho kilómetros de su circuito. Un domingo un poco más fresco acogió las pruebas masculinas (absoluto y open) que mandarían a los europeos y al mundial a un pletórico Jan Margarit, que estuvo a punto de bajar de la hora y, con él, al europeo, a Alejandro García, que entró en meta 30 segundos más tarde, por delante de Antonio Martínez.
trailcostaquebrada.com revistatrail.com/trail-costa-quebrada-2021/
El ascenso al Tolio, con su premio especial, fomenta la competitividad.