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ULTRA MONTSENY
from Revista TRAIL n.101
A LA TERCERA...
ULTRA MONTSENY
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... VA LA VENCIDA
Texto y fotografía: Quim Farrero
En tres fechas diferentes se ha programado. En dos de ellas ha tenido que ser pospuesta y a la tercera ha sido posible. A lo largo de este año, las ediciones de muchas carreras han sido congeladas. Otras se han ido posponiendo a la espera de tiempos más favorables: tirar la toalla es fácil cuando nadie se juega nada y, a veces, no es una opción posible.
Un año más tarde, tras un via crucis de reprogramaciones, limitaciones, rediseños y mucha paciencia y entusiasmo por parte de los incondicionales inscritos, la Ultra Montseny, con sus tres pruebas (76, 44 y 22 kilómetros) se ha hecho realidad casi un año más tarde de lo previsto. La que debiera haber sido la edición 2020, ha acabado siendo la de 2021. Tal vez haya sido el interruptor que, junto a otras carreras aquí y allí, haya encendido una –tenue- luz al final del túnel. Celebrada si, pero una vez más al límite, después de que las autoridades dieran un paso atrás en los límites del confinamiento que limita la libertad de desplazamiento de la población: el miércoles anterior a la carrera pasó de ser autonómico a comarcal. A pesar de todo, la llamada “desescalada deportiva” hace posible, en Catalunya, el desplazamiento intercomarcal a aquellos que puedan acreditar la inscripción a una prueba deportiva. Al menos de momento. En esa “ventana de buen tiempo”, por usar un símil alpinístico, se ha podido realizar el “ataque a la cima”. Como todas las que, de momento, se han podido ir celebrando, ésta ha sido una prueba deportiva más
Un mar de nubes amenizó el espectáculo desde las zonas más altas.
Los hermanos Etxabe a toda máquina hacia meta.
que necesaria a nivel más mental que físico, las limitaciones a lo que era nuestra vida cotidiana empiezan a hacerse especialmente duras de sobrellevar, y una pequeña válvula de escape, en este caso la carrera, es más que evidente que se hace necesaria: pocas veces hemos fotografiado tantos corredores sonrientes como ésta. De verdad. Salidas escalonadas, mascarillas en la salida y respeto a la distancia interpersonal cuando no las había, geles hidroalcohólicos y, además, alguna que otra limitación extra –nada que ver con la pandemia- impuesta por el órgano gestor del Parc Natural del Montseny, una zona que, también hay que decirlo, se ha visto sometida a una gran presión en esos momentos puntuales en que se han relajado las limitaciones de movilidad. La cercanía a grandes núcleos urbanos tiene un precio. Y una vez más, ante la imposibilidad de poner puertas al campo, la solución es apretar un poco más al que, no solo está más controlado si no que, además, representa una minoría absoluta en relación a los visitantes del parque. Nada nuevo. A pesar de todo y contra viento y marea, el sábado diez de abril a las seis de la mañana, se daba, por fin, la salida. Veinticuatro meses después de la última edición, celebrada el seis de abril de 2019 y dejando un agujero, el de este fatídico 2020, en el que hemos comprobado –de hecho, aún lo estamos haciendo- lo incómodo que ser protagonistas de la Historia, con mayúsculas. Un día nublado y amenazador, pero no demasiado frío, perfecto para correr cómodamente es lo que se encontraron los corredores que participaron en alguna de las tres modalidades, la más larga con alguna modificación de recorrido y algún impedimento logístico, como la imposibilidad de disponer del habitual avituallamiento en el Turó de l‘Home, punto culminante del macizo al cual, además y del mismo modo que al Matagalls -el otro punto alto-, la carrera no estaba autorizada a acceder. La ausen-
La niebla le dio más encanto aún a los hayedos de la zona.
Descenso del Matagalls hacia el primer avituallamiento en Coll Formic (k13).
cia del mencionado avituallamiento, oferció a los corredores una larga sección, de 12 kilómetros y unos 1.200 metros de desnivel positivo, entre la población de Montseny y el avituallamiento de Sant Marçal, en la que tuvieron que administrar sus fuerzas y suministros. Las nubes y la niebla ofrecieron a los participantes una excelente jornada para evolucionar entre los hayedos de las laderas del macizo y disfrutar de las vistas, mar de nubes incluido, desde las zonas más altas. Sólo a última hora de la tarde, una fina lluvia, fruto de la espesa niebla, puso la nota húmeda a la jornada.
Carreras Desde el punto de vista deportivo no hubo nada sorprendente: los favoritos en cada carrera de impusieron con mucha autoridad al resto de participantes, no sin establecer, sobre todo en la opción más larga, un interesante duelo entre ellos. En la ultra de 76 kilómetros, todo quedó entre Pere Aurell, Jordi Gamito, Víctor del Águila y Ramón Recatalà, que entrarían por este orden en meta tras hacer la carrera en un puño. En mujeres, Ragna Debats se impuso claramente -habiendo liderado la carrera de principio a fin- por delante de Feliciana Orquiola y Marta Muixí. Los 44 kilómetros vieron como David Palacios, Chus Álvarez y Francesc Rocabruna en hombres se adjudicaban, por este orden, las llegadas, En mujeres, Àngels Llobera, claramente por encima de sus contrincantes, se imponía entrando en meta por delante del resto, con sus inmediatas seguidoras Alba Meda y Anh-Thu Pham distanciadas por detrás. Y finalmente, la carrera más corta y rápida vio como los gemelos vascos Jokin y Beñat Etxabe entraban en primera y segunda posición seguidos por el también vasco Ion Artetxe. En mujeres, las tres primeras clasificadas Meritxell Bonet, Emma Bonnemort y Àngels Centelles, entraron en meta en un puño con dos minutos y medio de diferencia entre la primera y la tercera (menos de un minuto entre la primera y la segunda). El sábado pudimos catar una gota más del maná que todos esperamos y que, tal vez, indique el tramo final de estos meses en el dique seco.
ultramontseny.com revistatrail.com/ultra-montseny-2021/