12 minute read

EN PORTADA

Next Article
SALUD

SALUD

ULTRA TRAIL DU MONT BLANC

Advertisement

UNA EDICIÓN AGRIDULCE

Texto y fotografía: Quim Farrero

Tras el obligado parón pandémico, este 2021 ha vuelto a ver la maquinaria del UTMB en marcha, en una edición que podría haber sido redonda pero que se vio deslucida por el accidente producido en la TDS. Con las pertinentes modificaciones debidas a los protocolos anti-covid, Chamonix volvió a ser algo muy próximo a lo que ha sido cada año desde aquel lejano verano de 2003.

La semana grande del trail ha vuelto a ver la luz este verano con la celebración de la décimo octava edición del UTMB. Toda la maquinaria de una organización gigantesca ha funcionado para hacer posible todas las carreras, siete, del programa. Poco hay que descubrir a estas alturas sobre las diferentes pruebas que componen en evento. Cada año, se le da una vuelta de tuerca a algún aspecto de la organización, y esta vez ha tocado la difusión en directo de algunas de las carreras. Una impresionante inyección de medios ha hecho posible la retransmisión en directo de muchos momentos de las pruebas, sobre todo gracias a muchas más cámaras de seguimiento sobre el terreno, en manos de corredores (Seb Chaigneau por ejemplo) o de dispositivos instalados en bicicletas eléctricas. A modo de ejemplo, todo el público asistente, del mismo modo que los que estaban en sus casas siguiendo la carrera, pudo presenciar la casi

TDS. Col du Petit Saint Bernard. La “fiesta” está a punto de empezar.

TDS. Un descenso complicado a Bourg-Saint-Maurice.

totalidad del último descenso a Chamonix de los corredores de cabeza, lo que hacía la espera de esa última media hora mucho más amena.

TDS

Una edición de cambios e incidentes, de menor o mayor calibre, que quedará marcada en la memoria de todos. Esta vez, la organización decidió un cambio estratégico modificando la hora de la salida, que pasó a ser el martes a las 15:00 en lugar del miércoles de madrugada. Una decisión difícil de entender dado que, a priori, implicaba que la sección más espectacular del itinerario, el ascenso al Passeur de Pralognan y posterior descenso al Cornet de Rosselend, iba a ser recorrida de noche por la totalidad de los participantes. La realidad demostró que no es lo mismo desplazar corredores desde Chamonix a Courmayeur para la salida durante la madrugada que al mediodía: el atasco en el peaje del túnel obligo a un retraso de media hora a fin de que los autobuses allí atrapados pudieran llegar a Courmayeur, donde finalmente a las 15:30, se dio la salida en las oleadas pertinentes y, esta, vez, desde el polideportivo de Dolonne en lugar de hacerlo desde el centro de Courmayeur. Covid manda. La semana, iniciada con la celebración de la carrera de la gente del país y los voluntarios, la MCC, prometía una meteorología clemente ¿Toda la semana? ¡No! ¡Toda no, naturalmente! El martes a última hora de la tarde, las nubes descargaron con intensidad en el paso del Petit Saint Bernard durante un buen rato; las semanas UTMB totalmente secas son raras de ver. A pesar de todo, las precipitaciones no duraron demasiado y afectaron a una sección muy concreta el recorrido, antes de iniciar el largo ascenso que lleva de Bourg-Saint-Maurice al Cornet de Rosselend a través del llamado Passeur de

TDS. El atasco en el túnel provocó una espera de 1/2 hora.

Pralognan, un pequeño collado con una sección inicialmente escarpada al inicio del descenso, donde, sobre las 00:25, se produjo el fatal accidente que ha marcado la semana y la historia de un UTMB que, tras dieciocho ediciones en todo tipo de condiciones y docenas de miles de corredores en sus caminos nunca había tenido que lamentar un accidente de tal gravedad. A pesar de la celeridad con que el corredor fue auxiliado por los voluntarios del punto de control (la caída se produjo muy cerca), no fue posible evitar el fatal desenlace, que desencadenó un rescate aéreo nocturno a causa del cual los corredores que subían fueron parados justo antes del collado - o en el Fort de la Platte los que aún no lo habían superado - La razón es que, en un rescate nocturno, todas las luces deben estar apagadas para no deslumbrar al piloto, algo imposible de conseguir con docenas de corredores cruzando el collado con potentes frontales. Esto provocó un colosal embotellamiento que, finalmente, obligó a la organización a tomar la decisión de suspender la carrera para aquellos que no habían cruzado el collado. Y ahí empezó el segundo problema: en un sendero estrecho abarrotado de gente, darse la vuelta no es, ni con mucho, evidente, con lo que voluntarios de los puntos de control se dirigieron hacia abajo para empezar a mover los grupos desde detrás. Hablamos de más de mil corredores. Una tarea lenta, complicada y difícil de coordinar que mantuvo en la montaña durante muchas horas a los que allí quedaron atrapados, entre ellos Michel Poletti, fundador y ex director de la carrera que estaba corriendo también. Más de una veintena de autobuses se encargaron de devolver a aquellos que regresaban a BourgSaint-Maurice hasta Chamonix, cosa que algunos no consiguieron hasta mediodía. Una situación complicada que, a nivel organizativo y de comunicación, fue bien gestionada a pesar de que nunca lloverá a gusto de todos. La carrera siguió para aquellos que ya habían cruzado el collado (unos 300 corredores) y que fueron recibidos en Chamonix como es habitual a pesar de un ambiente un tanto enrarecido. Erik Sebastian Krogvik (18h49:58 H) y Manon Bohard (23h11:14 F), cuyo padre ya ganó la PTL hace doce años, se llevaron esta extraña edición que ha dejado un regusto amargo y un cierto

aroma de cambios en el ambiente. Benoit Girondel (18h59:19), Arthur Joyeux (19h34:38), Giuditta Turini (24h11:25) y Ildiko Wermescher (24h29:12) completaron los podios masculino y femenino. En quinta posición, Marcos Ramos (20h05:30) fue el primer corredor español en cruzar la meta.

OCC

La hermana pequeña del grupo y, por tanto, la más rápida y atlética, esta vez salió de las afueras de Orsières en lugar de hacerlo desde la plaza como es tradición. Un buen plantel de corredores muy rápidos precedió en todo momento a todos los que viven la OCC como una prueba de su distancia preferida o una forma de entrar en el mundo del trail en el Mont Blanc sin tener que acceder directamente a distancias estratosféricas. Una especie de prueba iniciática para muchos y una oportunidad de entregarse a fondo para otros, en una carrera que, en meta, ve más corredores por tierra, agotados, que cualquiera de las otras, sobre todo en las posiciones de cabeza en las que nadie tiene respiro durante los 55 kilómetros que separan la salida de la llegada y que, en el caso de los hombres, vio completado en podio en poco menos de 5 minutos: los que transcurrieron entre el primer clasificado, Jonathan Albon (5h02:57) y el tercero Petter Engdahl (5h08:31). Entre ellos dos, Robbie Simpson (5h05:35). Entre las mujeres, Blandine l’Hirondel (5h45:08) se impuso con autoridad sobre Mathilde Safgnes (6h07:35) y Caitlin Fielder (6h10:07).

CCC

Tal vez la carrera de la semana que más prometía para los corredores de aquí. Con figuras como Luís Alberto Hernando o Aritz Egea, que fueron cayendo por el camino en un día que, meteorológicamente puso pocos impedimentos a los corredores y que disfrutó de una cobertura mediática sin precedentes, como su hermana menor (OCC) y la mayor (UTMB). A pesar de todo, el top 10 vio dos corredores nacionales: Abel Carretero (11h16:54) 8º y Pere Aurell (11h30:17) 10º, que completaba la decena de corredores que, en poco más de una hora cruzaban la meta, por detrás de Thibaut Garrivier (10h23:26), Scott Hawker (10h47:52) y Thibaut

UTMB. Ascenso a La Balme. Por primera vez en varias ediciones, no llueve.

UTMB. Últimos metros antes del Grand Col Ferret.

Baronian (10h53:08), afianzando una semana deportiva de claro dominio francés. En mujeres Marta Molist (12h50:48) dio la campanada entrando primera, por delante de Abby Hall (13h04:14( y Petra Sevcikova (13h21:10). Cabe destacar la actuación de Cris Santurino (15h00:14) que, con una décimo primera posición quedó muy cerca de entrar en el Top 10.

UTMB

Y poco antes de la llegada de los primeros de la CCC, los participantes de la prueba reina habían abandonado Chamonix en tres oleadas (17:00, 17:30 y 18:00) para enfrentarse a los 170 kilómetros de la vuelta al Mont Blanc, en una edición sin necesidad de modificaciones o recortes y con una meteorología que, a pesar de respetar al evento, puso su pequeña gota de montaña con un frío y helado viento en las zonas más altas que, para consternación de muchos, hizo que la organización activara de “kit de frío”. Algo que, finalmente, incluso los más escépticos agradecieron cuando se enfrentaron a los pasos más altos el itinerario, donde la niebla y un fuerte viento, sobre todo de noche y madrugada, ofrecían una inconfortable estancia a los visitantes. Una vez más, un plantel impresionante de favoritos (algún día deberíamos revisar ese concepto de “previa a la carrera”) se iba quedando por el camino por diversas razones. En algún caso, como Jordi Gamito, debido al frío en las manos y a problemas de visión en un ojo. Empezando con calma, mientras muchos pasaban gas a fondo por los primeros avituallamientos, el francés François d’Haene, con saber hacer, experiencia y un potencial físico fuera de lo normal, hizo con los demás corredores lo que quiso, distanciándose del resto en cuanto le pareció para llevarse su cuarto UTMB en 20h45:59 pero sin convertirse, tal y como insiste la organización,

UTMB: Descenso del Grand Col Ferret, en busca de un ambiente más agradable.

en el “corredor más laureado del UTMB con cuatro victorias” : Lizzy Hawker acumula cinco. Por detrás Aurélien Dunand-Pallaz (20h58:31) y Mathieu Blanchard (21h12:43). Jon Aizpuru (23h57:07) se convertía, entrando en décimo quinta posición, en el primer corredor de aquí. Pero el fenómeno de esta edición ha sido, con diferencia, la primera mujer y ¡séptima clasificada de la general! En una carrera en la que se ha medido con los mejores especialistas en ultradistancia del mundo, muchos de los cuales (Xavier Thevenard, Dimitri Mityaev, Pablo Villa, Jim Walmsley..) se quedaron por el camino y sólo 6 fueron capaces de resistir el envite de Courtney Dauwalter (22h30:54) la corredora de Colorado que, con sus peculiares pantalones de corte “baloncestístico” dejó más que claro que su victoria en 2019 está lejos de la casualidad, entrando con casi 100 minutos de diferencia con la segunda clasificada, Camille Bruyas (24h09:42) que se ofreció un estreno inmejorable en la prueba reina de la semana. En tercera posición, la sueca Mimmi Kotka (25h08:29) hizo sufrir a los asistentes y espectadores de la retransmisión con un agónico descenso desde La Flegère en el que su trote destilaba el dolor que en esos momentos debía sentir. Una edición 2021 muy esperada y que ha sido posible con unas medidas sanitarias tan estrictas como la situación y el comportamiento humano permiten y que todo apunta que dará paso a una época de cambios. Estaremos a la espera.

utmbmontblanc.com utmb.livetrail.net revistatrail.com/utmb-2021 revistatrail.com/tds-2021 revistatrail.com/occ-2021

This article is from: