6 minute read
TRAIL VIELHA-MOLIÈRES
from Revista TRAIL n.104
MONTAÑA. Y PUNTO.
Texto y fotografía: Quim Farrero
Advertisement
El trail, según la definición de la ITRA, es un deporte que admite muchos terrenos de juego, siempre en la naturaleza. Pero quien tenga claro que su terreno es La Montaña (apréciense las mayúsculas) deberá tener en su historial, o en su lista de deseos, el Trail Vielha Molières 3010.
Es “sólo” un maratón, pero de esos para llenar todo el día: desnivel, altitud, pasajes técnicos, terreno corredor, apenas pista o asfalto… Todos los ingredientes para cocinar un plato para “gourmets” de la carrera por montaña. Celebrado el fin de semana posterior al gran evento que fue Aran by UTMB, es imposible evitar las comparaciones (aunque sean feas) y el resultado es que no hay comparación posible. Son dos caras del trail que conviven sin problema, cada una con su público incondicional y las dos compartiendo corredores felices de poder disfrutar de todas las facetas del trail, desde el gran espectáculo a la carrera para aquellos que saben buscar lo bueno sin estridencias. Porque el Trail Vielha-Molières 3010 es eso, una carrera de las de siempre, muy bien organizada, con pasión y ganas, que sabe sacar partido de un territorio privilegiado y sin complejos a la hora de celebrarse una semana después de uno de los eventos del año. Una casi coincidencia en el calendario a la que no hicieron ascos, naturalmente, comerciantes y hosteleros del valle, que vieron como, una semana más, una prueba de trail y
El largo ascenso al Tuc de Molières.
Lidiando con el clásico nevero bajo la cumbre. Inicio del descenso..
otra de Btt volvían a llenar el valle de vida tras estos casi dieciocho meses de pesadilla sanitaria y económica, reafirmando el turismo activo como una opción válida para desestacionalizar la actividad comercial del valle siempre condicionada a la sacrosanta – y cada vez más escasa- nieve. El Trail Vielha-Molières 3010 es una carrera que busca ese punto de la Val d’Aran especialmente salvaje y aislado que es el ascenso al Tuc de Molières desde el fantástico rincón de la Artiga de Lin, un paraje excepcional al que la carrera accede tras habérselas visto con el Mont Corbissun, Letasi y Montpius, las cimas que protegen Vielha del lado sur del Pirineo y por donde transcurren los 24 kilómetros de la hermana pequeña de la carrera, la Montpius Skyrace .
Tecnicidad y compromiso. Es un recorrido comprometido, que no admite tonterías en caso de tiempo dudoso, y en el que la sensación de aislamiento es total entre la Artiga de Lin y el Espitau de Vielha, en la boca sur del túnel de la N230 que da acceso al valle. Un largo tramo en el que la carrera corona los 3010 metros del Molières, una seria ascensión en invierno con esquís que no es menos seria en verano si no se está avezado a desplazarse por terreno técnico en alta montaña. Buena prueba de ello son las situaciones diversas que se dan en el corto destrepe tras la cima y el nevero posterior, donde cada uno se las apaña como puede y, a veces, se hace evidente la descompensación entre preparación física (mucha) y técnica (poca). En cualquier caso, un año más, la meteorología fue clemente con los corredores (y la organización) y permitió disfrutar de una jornada remarcable en la que, en las horas centrales del día, la temperatura puso a prueba la forma física, las ganas y la previsión de hidratación de los que, tras coronar el Molières, se las vieron con el largo ascen-
El largo descenso del Tuc de Molières.
so al Port de Vielha, el collado que antiguamente comunicaba la Val d’Aran con el resto del mundo al sur de los Pirineos. Un ascenso muy duro al inicio por las altas temperaturas, que da acceso en la zona más alta a un paraje de una belleza singular, en el que la sensación de aislamiento sigue acompañando al corredor y en el que la larga travesía para alcanzar el collado podría representar un buen problema en caso de mal tiempo para alguien mal equipado o muy tocado físicamente. Una vez alcanzado el collado, un largo – y pedregoso al principio -descenso llevan al corredor a una meta en Vielha que vió como Martí Lázaro mejoraba en casi media hora el tiempo del ganador de la pasada edición, parando el crono en 6h00:49, un tiempo realmente rápido si tenemos en cuenta las características del terreno. En mujeres, Ona Sociats paró el crono en 8h02:32, lo que la convirtió en la primera mujer y vigésimo octava de la general.
Una pequeña joya. Sin que esto tenga que venir a desmerecer a nada ni a nadie, el Trail Vielha-Molières 3010 es una de esas carreras que pueden decir que son poseedoras de la esencia del trail como actividad de montaña; la roca es el componente principal y, más allá de la necesaria forma física y la capacidad de correr, la habilidad para moverse rápido en terreno técnico en altitud marca la diferencia en un entorno en el que se puede disfrutar, por ejemplo, de las losas de granito – de cómoda progresión por cierto - que conforman lo que antaño fue el lecho de un glaciar en esa vertiente del Tuc de Molières, o de ese camino que, años atrás, todo aquel que quería acceder al valle, fuera para comerciar, trabajar o vivir, debía recorrer si o si, en un itinerario sólo factible cuando los dioses de las montañas los permitían: sólo algunos días durante unas pocas semanas al año. Y el Trail Vielha-Molières nos lo ofrece todo.
trailmolieres3010.com trailmolieres.livetrail.run revistatrail.com/trail-vielhamolieres-3010-2021
PREVENCIÓN DE LESIONES
Texto: Equipo Quiro Clinic Fotografía: Quim Farrero
El mayor problema en el proceso de entrenamiento-competición son las lesiones. En la mayoría de casos nos obligan a interrumpir o modificar los entrenamientos, y en todos los casos a suspender la competición. Ante las lesiones intervenimos siempre en su recuperación con el objetivo de regresar lo antes posible al nivel de rendimiento anterior, parece lógico pero es el proceso más costoso desde el punto de vista económico y deportivo. Aunque parezca mentira, las actuaciones orientadas a la prevención de lesiones no son utilizadas todo lo que podríamos esperar o, al menos, no de manera sistemática tanto en el ámbito amateur como profesional.
Todos estaremos de acuerdo en que es casi imposible evitar lesionarse, la propia actividad deportiva conlleva un riesgo que todos asumimos. Sin embargo, se puede conseguir que este riesgo disminuya mediante la prevención, o que su evolución sea satisfactoria y la reincorporación a la actividad se realice en el menor tiempo posible mediante la recuperación funcional y la readaptación física.
Trabajo de calentamiento para isquiotibiales.