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TREPITJA GARROTXA
from Revista TRAIL n.106
TRAIL de OTOÑO
TREPITJA GARROTXA
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LA BASE DEL TRAIL
El trail es un deporte, en esencia, sencillo, pero con un ecosistema muy diverso en el que cabe de todo, pero en el que la esencia es el evento pequeño, sin grandes pretensiones, pero bien organizado, en el que unos corredores, habitualmente bajo el paraguas de un club, ofrecen su territorio a otros corredores. Esto es Trepitja Garrotxa.
Ser anfitrión, implica cuidar al invitado, y eso es lo que suele hacerse en todas las carreras, pero particularmente en aquellas en las que, como en Trepitja Garrotxa, gente enamorada de su territorio fundamente el evento en la finalidad de dar a conocer, de ofrecer en cierta forma, el territorio tenido como propio al forastero. Trepitja Garrotxa, organizada por el Centre Excursionista d’Olot, ha seguido ofreciendo, en una séptima edición que debería ser la octava, uno de los territorios más espectaculares que pueden disfrutarse en otoño, porque no es casualidad que sea esta la fecha seleccionada para recorrer, en alguna de sus cuatro modalidades, la subcomarca de l’Alta Garrotxa, tierra de volcanes dormidos y hayedos de ensueño que, en esta época, ofrece lo mejor de si misma desde un punto de vista paisajístico. Partiendo de la pequeña población de Oix, cerca de la capital de la comarca, Olot, el evento ofrece cuatro distancias: 84 y 53 kilómetros el sábado y 23 y 13 kilómetros el domingo, con 4.750 metros, 2.900 metros, 1.200 metros y 550
Roser Español, flamante campeona catalana (FEEC) de ultradistancia.
metros de desnivel positivo respectivamente. Esto permite abarcar un perfil de corredores amplio que disfrutará del fin de semana en la zona. Un fin de semana en el que, en el caso de familias (grandes o pequeñas) alguien correrá el sábado y alguien correrá el domingo.
Recorridos y territorio Como es habitual, los recorridos más cortos se basan en parte en el más largo, aprovechando sectores o recortando de un sector a otro. Tomando como centro neurálgico el pequeño pueblo de Oix, la operativa queda un tanto disgregada por la comarca dado que el viernes por la tarde los dorsales y la reunión informativa se celebran tradicionalmente en Olot, capital de la comarca y vecina de la archipopular Fageda d’en Jordà, un espectacular hayedo con una orografía marcada por la presencia de antiguos volcanes que es actualmente territorio protegido y en el que, dada su popularidad y la masiva afluencia de visitantes, el acceso está restringido en las épocas de densidad. La visita al hayedo justifica un viernes de visita a la mencionada población. En cualquier caso, todo el ceremonial pre carrera se puede efectuar el mismo sábado en Oix, donde está la línea de salida y meta, sin tener que madrugar demasiado: las carreras largas del evento salen a unas prudentes 8:00 y 8:30 de la mañana, lo que permite que los más rápidos en ambas pruebas no lleguen a ver la noche, y los que la van a ver, sólo tengan que hacerlo durante unas horas en la sección final de la carrera. El sector clave del recorrido es la larga cuerda que une las cimas de Comanegra, Puig Antic i Puig de les Bruixes. Sin ser una zona especialmente alta es un extraordinario mirador desde el que tenemos acceso visual a la zona oriental del su vecino Pirineo al norte y a la complicada orografía de la comarca de la Garrotxa al sur, en una cuerda en a que la a veces escarpada orografía de la vertiente sur –nuna problemática para correr en cualquier caso – juega con las pendientes más suaves del norte que albergan fantásticos bosques de haya por los que correr es una delicia. El sendero pues en esta zona, alterna pasajes aéreos sin complicación con incursiones en el
La laguna Laarga marca el inicio del ascenso final al Pico Urbión. Las carreras del domingo imprimieron otro ritmo al fin de semana
La cuerda del Comanegra, un sendero que merece ser recorrido.
bosque de la vertiente norte para esquivar las zonas más agrestes, hasta llegar a Talaixà, un antiguo pueblo abandonado a partir del que los recorridos de 84 y 53 kilómetros dividen sus destinos, los 53 kilómetros para iniciar el descenso que llevará a os corredores a meta y los 83 kilómetros para adentrarse en los valles vecinos del este de la comarca. Cabe destacar en este caso el tramo final compartido por las cuatro carreras, en las que un bonito sendero, ya en el fondo de valle, nos conducirá al remarcable puente romano situado a un kilómetro de la meta en el que, si no nos jugamos el puesto, vale la pena detenerse a observar. Y si nos jugamos el puesto, justifica la visita en un paseo posterior.
Carreras La prueba de 83 kilómetros constituyó además el Campionat de Catalunya (FEEC) de ultradistancia, y de ella salieron como flamantes vencedores Marc Ollé, que cubrió la distancia en 9h34:22 y Roser Español, que se proclamó vencedora femenina con un tiempo de 12h17:15, completando el doblete de la temporada (copa y campeonato). Los 53 kilómetros vieron en meta a Ignasi Riuró (5h29:00) y Emma Fabrega (7h49:55). El domingo fue el turno de las carreras más rápidas, que fueron a manos de Aleix Domenech (1h56:26) y Paula Fabregat (2h32:28) en los 23 kilómetros y Miquel Cruz (1h04:41) y Cristina Solé (1h18:11) en los 13 kilómetros. La anécdota del fin de semana, la protagonizó un enjambre de avispas (de hecho no quedó claro si fueron abejas o avispas) que en un punto de los primeros kilómetros de las pruebas largas y excitadas por alguna razón (tal vez un golpe en la rama que no tocaba) se cebaron con la mayor parte de los que pasaron por allí, que tuvieron que ser atendidos en el primer control para minimizar las molestias de las picaduras: a falta de antistamínicos suficientes, la cosa se solventó con ajos frotados en la picadura. Remedios de toda la vida en un paraje en el que muchas cosas son “de toda la vida”.
trepitjagarrotxa.cat revistatrail.com/trepitja-garrotxa-2021