contenido
Proyecto Dendrita El Uso
D.I. William Vásquez Reyes
presentación
M.D.I. Eduardo Naranjo
El Uso es la manera que le es mas propia de relacionarse al hombre con las cosas.
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Acercarse al Uso no debería ser tarea difícil para el diseñador de productos.
p04 Lo que nos rodea siempre ha estado ahí, nuestra contemplación no. Comenzamos a utilizarlo porque de eso de usar ya no sabemos casi, mal usamos la palabra y no nos damos cuenta.
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Es mediante la presencia de objetos de uso que los espacios cotidianos adquieren vida.
p20 p24 Cristian Sabogal Pero por qué la rueda se volvió patrón de medida de las civilizaciones?
21 lages Bricoados cont
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Negociar con la realidad de lo “real” es una proeza que suele adquirir proporciones titánicas.
p30 Jaime Cerón Colectivo Bricolage Los objetos son más que cosas útiles.
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Qué fue realmente lo que quería la persona que diseñó el Mp4. El Uso es la manera que le es mas propia de relacionarse al hombre con las cosas.
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proyecto dendrita el uso
Términos como uso, usabilidad, fruición de uso etc. Independientemente de las discusiones que se generen entorno a estos conceptos bastante comunes hoy en el mundo del diseño, nos hacen pensar que en la concepción más amplia de éste se evidencia el retorno a su razón de ser….el hombre. Este número pretende dar diferentes puntos de vista, desde las visiones más teóricas hasta las más pragmáticas, aproximándonos al concepto desde diversas miradas disciplinares del diseño, como un primer punto de aproximación a la participación de otras escuelas, y de esta forma lograr que la filosofía de dendrita (construcción de conocimiento en diseño a partir de la reflexión) adquiera y vaya construyendo su real importancia como foco de discusión del diseño en el campo disciplinar y profesional. La respuesta a la invitación a participar en este número de la revista de los estudiantes, permiten ver que se está generando un proceso reflexivo en la academia; el artículo sobre las Consideraciones Preliminares que generan un recorrido sobre el objeto, la cosa y el uso son prueba de ello, o en el otro extremo Nuevos usos, Viejas funciones, nos permiten ver el recorrido alzado por los articulistas y sus miradas sobre el tema. El estudio sobre el diseño cada día toma más importancia en la medida que en un mundo fundamentado en la economía de mercado, el papel de la demanda (usuarios-consumidores) cada día adquiere más relevancia por el carácter multi y pluricultural que está tomando nuestro planeta. El concepto moderno de la uniformidad y de lo universal se va resquebrajando en la medida que lo diverso hace su aparición en el escenario del consumo.
Hablar de inteligencia de consumo, de diseño participativo y de procesos de cocreación, hoy es la síntesis de esa evolución del consumo, ese retornar al origen en términos de que los objetos producto deben ser el resultado, la evidencia y ser satisfactores de las expectativas, deseos y aspiracionales del hombre como ser individual y como ser colectivo, en una sociedad cada vez más compleja, aproximan al diseño a esa dimensión del uso que se había desdibujado en las últimas décadas. Es pues este número el resultado del segundo esfuerzo del colectivo Dendrita; agradecimientos especiales al profesor Ricardo Rivadeneira por su participación y colaboración en el proceso de construcción de la revista, a los estudiantes y profesores que participaron en este número y muy especialmente a nuestro invitado especial el Dr. Fernando Martín Juez de la Universidad Nacional Autónoma de México por servirnos de abrebocas para el tercer número: El patrimonio. Este construir dendritas permitirá que la reflexión sobre el diseño adquiera la real importancia en un país en donde casi todo está por construir frente a las nuevas realidades que se consolidan día a día, no siendo más queda abierta la invitación a participar en nuestro tercer número, y como aparece en las revistas importantes… las opiniones expresadas en esta revista son responsabilidad de los autores. MDI. Eduardo Naranjo C.
D.I. Miguel Ángel Bello Vargas
Consideraciones Preliminares acerca del Concepto USO
Acercarse al uso no debería ser una tarea difícil para el diseñador de productos, la academia lo ha formado bajo este concepto y a La construcción de la larga es la columna vertebral de su quehacer. Pero en esta conceptos como el uso es ocasión quiero revelar las consiuna de las características deraciones que no hemos hecho de profesiones como el acerca del uso. diseño industrial, sin —El significado de uso está más embargo no sabemos tanto cercano a “fruir” que significa saben los diseñadores “disfrutar”, el uso es un “dar”, es sobre el tema, más aun una donación; el uso se esconde cuando se introducen a quien utiliza los objetos, a quien otros conceptos como la quiere servirse de ellos [1]. Desde utilidad y variables como hace varios siglos, el hombre oclos objetos y las cosas. cidental olvidó la esencia del Uso. (r. de ddta) La utilidad es la forma moderna del uso y por lo tanto no es la forma común de acercarnos a las cosas; en esta aproximación a las cosas hay algo más que la utilidad, ese algo más es lo que hay que pensar [2]. —“Los objetos se utilizan, las cosas se usan”. Éste es el concepto principal y la columna vertebral de éste articulo porque pensar o hablar de las cosas como cosas, no es algo que hagamos habitualmente, nunca nos detenemos a preguntar ¿Qué son las cosas? ¿Qué realmente es aquello a lo que solemos llamar cosas? ¿Qué es lo que hace a la cosa ser cosa?
Introducción al concepto cosa
Para Hegel, “Sujeto” y “Objeto” son meros “esto”. Solo un señalar y algo señalado y la verdad de esta certeza no consiste más que en lo que éste objeto meramente es. —El objeto no es solo un “esto” inmediato, es una “estidad” que se relaciona con el “aquí” y el “ahora”, los tres conceptos “son para si”; en otras palabras, aparecen el tiempo y el espacio. El objeto como un
“esto” tiene una percepción particular determinada por el “aquí” y el “ahora”, y existe para mí porque lo conozco como puntualmente señalado, ejemplificado en mi certeza subjetiva, pero el objeto existe por si solo, así lo conozca yo o no [3]. —De éste modo, en nuestra cotidianidad decimos: “Préstame esto”, preguntamos “¿Qué es esto?” y refunfuñamos “¡Se daño esto!”. Con el “esto” no podemos decir todo lo que queremos decir, y sin embargo, la verdad de lo que queremos decir es lo que decimos [4]. Hegel expone entonces, que una cosa sensible es una unidad de propiedades sensibles y lo que consideramos real ya no reside en el objeto mismo sino en su percibir subjetivo, con lo que el objeto toma un nuevo carácter, una nueva significación.
[1]Adaptado: VASQUEZ, William. Teoría del Objeto: Lecciones del primer semestre de 2006. Universidad Nacional de Colombia. Bogotá. [2]Ibíd. [3]Adaptado: MURE, G.R.G. La Filosofía de Hegel, Pág. 77-78. España: Cátedra Colección Teorema. [4]Ibíd. Pág. 78 [5]DE LOS REYES, David (2005). Concepto de Diseño: Conferencia. Taller Internacional de Arquitectura y Diseño. Cartagena: Universidad de los Andes. [6]Adaptado: HEIDEGGER, Martín, (1962). La Pregunta por la Cosa, Cap. A: Los distintos modos de preguntar por la cosa. España: Ed. Orbis, S.A. 1986. [7]Adaptado: El Origen de la Obra de Arte y la Verdad en Heidegger, Pág. 30 (1953). SOLER Grimma, Francisco. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Filosofía y Letras.
—La “estidad” es introducida como la verdad de la percepción, pero contradictoria a la percepción clásica, es decir, a la que se basa únicamente en los sentidos. Los sentidos son la forma más superficial de acercarnos a las cosas, con ellos no podemos encontrar la verdad de las mismas y en este orden de ideas “los sentidos humanos son imperfectos, por lo tanto tenemos una visión imperfecta del mundo.” [5] —A estas alturas de la lectura, pareciera que la pregunta ¿Qué es una cosa? ya está en parte respondida, ya no es más una pregunta; aparece un personaje que desbaratará todo lo planteado por Hegel y otros filósofos como Husserl, pero se basara en ellos para crear sus postulados, su nombre, Martín Heidegger…
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También decimos “Que cosa tan grande”, “Que cosa tan rara”, “Tu no entiendes de esas cosas” y muchas tantas expresiones en donde hablamos de cosa. “La palabra cosa nombra aquí todo aquello que no es absolutamente nada” ¿Es acaso Dios una cosa? sin duda nos da miedo llamarlo una mera cosa, de la misma forma que no nos atrevemos a llamar cosa al campesino, al diseñador, al artista o al abogado; el hombre sencillamente no es cosa. Tampoco llamamos cosa al numero 10 o a una actitud que asumimos y por lo general lo inánime de la naturaleza y del uso es lo que comúnmente se llaman cosas [7].
OBJETOS... mundos y sensaciones aluminio
Cosa [6]
¿Qué es una cosa?, así versa la pregunta de Heidegger. Para entender la pregunta debemos conocer primero el ámbito al que pertenecen todos aquellos entes que designamos con el nombre cosa. Por cosa comúnmente entendemos los objetos que saturan nuestro entorno, son cosas la mesa, el computador, la llave, el vaso, el reloj, la obra de arte, en fin, todas las cosas acabadas e inacabadas. También llamamos cosa a la lagartija, al insecto y a otras tantas cosas animadas e inanimadas. —Pero si, por ejemplo, vemos algo extraño preguntamos ¿Qué es esa cosa?, si necesitamos decir un secreto “Ven te digo una cosa” y cuando “No hay que precipitar las cosas” no estamos refiriéndonos a atributos o elementos tangibles como la mesa y el reloj sino consideraciones de otro tipo.
N os
ro d e a m os d e cos a s y cos a s q u e l l e g a n a co n v e rt i r s e e n a lg o m u y n o r m a l y cot i d i a n o , a lg o a lo q u e n os h e m os ...
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“Cada cosa es un esto concreto y no otro” ¿Podrá tener validez y estar libre de excepciones esta afirmación?. Hay cosas De la Estidad de Hegel a que no se diferencian unas de otras, la Cosidad de Heidegger ésto lo vemos con mayor énfasis en elementos de producción seriada, dos vasos, dos sillas, dos televisores, etc. En apariencia son idénticos, tienen las mismas propiedades (color, peso, etc.) y las mismas dimensiones. —Habría que preguntarnos si, ¿El hecho de no poder diferenciar dos cosas quiere decir que sean iguales? Sin embargo, aunque se —Entonces nos preguntamos: Si lo racional (la reconozca que hay dos cosas absolutamente ciencia) no logra definir la cosa por el olvido de ella, iguales, cada una es “esta cosa concreta”, quizás debamos remitirnos a los sentimientos y al pues cada uno de los vasos está en distinestado de ánimo, ya que se hace más “racional” en to lugar, y si ocupasen el mismo lugar eso la medida que es más captador, porque está más sólo podría acontecer en instantes distintos. abierto al “ser” más allá de toda razón. [8] Localización e instante, hacen que dos cosas El concepto erróneo de cosa está absolutamente iguales sean “está concreta”, entonces representado por “lo dado” pues cada uno de los vasos está en distinto por los sentidos, el color, la forma, lugar. [10] la dureza, etc; todo lo sensorial se —¿Radica en el tiempo y el espacio el convierte en insensato por ser no más carácter fundamental de la cosa, de la misma que una simple inmediatez y además mucho más allá de las sensaciones nos forma que el aquí y el ahora en la estidad de Hegel? están las cosas mismas. [9] —La pregunta ¿Qué es una cosa? supon—Kant habla por ejemplo de “cosa en sí” dría entonces preguntar ¿Qué es el espacio?, distinguiéndola de “cosa” para nosotros, es decir, ¿Qué es el tiempo? La pregunta acerca qué de la cosa como fenómeno. Una “cosa en sí” es es el espacio-tiempo, conceptos en su esencia aquella que no nos es accesible por la experiencia inseparables, parece ser hasta el momento la como son los objetos, las plantas, las piedras, los que determina aquel carácter fundamental animales. En ese caso, Dios seria una “cosa en sí” de la cosa, ser solo un “esto concreto”. Vale más que una mera cosa. la pena entonces verificar si espacio y tiempo —Según esto podríamos entender cosa como: son determinantes reales de la cosa. 1) lo objetivamente presente; 2) planes, decisio—Las cosas están “rodeadas” por un nes, reflexiones, mentalidad, hechos, lo histórico; espacio exterior pero a su vez tienen un 3) pero además todo lo otro que es un algo cualespacio interior ¿Estará en el espacio interior quiera y no es nada. Para explicar estos conceptos, la esencia de la cosa como cosa? Imaginemos desarrolle está sencilla pero ilustrativa formula: una crayola que se encuentra sobre una mesa cosa = cualquier cosa = “todo” = “nada” en una habitación cualquiera, en su exterior Esta fórmula demuestra que cotidianamente no la rodea las paredes del espacio y a su vez comprendemos el concepto cosa y que es tan dila mesa que la soporta. La tomamos con fuso que a nuestra mente le cuesta mucho trabajo las manos y la rompemos para entrar en su asociarlo con algo concreto. interior. ¿Estamos ahora en su interior? Estamos igual que antes, otra vez afuera, nada
ha pasado, sólo tenemos dos pedazos más pequeños. En el momento que queremos abrir la crayola, quebrarla para captar su esencia interior, ya se ha cerrado a sí misma, y podemos continuar indefinidamente quebrando determinar si el tiempo la modifica, pronto y quebrando la crayola, e incluso podemos despedazarla, nos daremos cuenta que demoraría mucho volverla polvo y analizarla con un microscopio y aun así, apreciar el más insignificante cambio y aún solo encontramos el cuánto y no el qué (esencia). si ocurriera, por ejemplo, una veloz degra—Evidentemente no encontramos el espacio interior de dación de la materia, la crayola como cosa la crayola, el interior es en último término algo “exterior sigue siendo la misma porque en esencia soy anterior”, incluso el interior de la crayola es yo el que cambia la idea que tengo de ella. entonces exterior. —Ni espacio ni tiempo tienen —Analicemos ahora el tiempo. ¿Realmente que ver realmente con lo que es es el tiempo una determinante de la cosa? No una cosa como cosa. podemos negar que las cosas cambian con el No pueden acceder a las cosas porque son tiempo y en el curso del tiempo ¿Pero qué tan fácil es perdeterminaciones que no pertenecen a las cibir esos cambios? Sentémonos al lado de la crayola para cosas mismas y en conclusión: espacio y tiempo son solo marcos para la cosa misma. En ello radica la evolución de la estidad de Hegel a la cosidad de Heidegger para determinar la esencia de la cosa.
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OBJETOS... mundos y sensaciones c a s c a r a d e m a n da r i n a
La Cosa y la Verdad
“Esto” está relacionado con “este” que nos da una idea más próxima de algo que está a la mano, como una proximidad inmediata, mientras que con el “aquel” significamos algo más alejado. Cuando nombramos la crayola no siempre usamos su nombre sino “esto”, pero sin embargo no nombramos el carácter de la cosa misma. El “esto” afecta a la cosa solamente en cuanto éstas son objeto de una indicación y en lugar de ser un carácter de la cosa misma el “esto” es solo un agregado subjetivo nuestro. [11] —La verdad es relativa, lo que es verdad para uno se convierte en falsedad del otro por una simple contraposición de experiencias, de este modo, como la verdad de las cosas es aun más relativa, lo más adecuado es que la retengamos en nosotros mismos sin miedo al subjetivismo. —Heidegger afirmará que “una cosa es el soporte existente de muchas propiedades que están presentes en él y cambian” . Ese cambio es subjetivo; la cosa no cambia por sí misma, cambia mi percepción de sus propiedades y lo que ellas me evocan. ¿Será está la verdad definitiva? Verdad es adecuación a las cosas, coincidencia con las cosas, es por ello que debemos encontrar la esencia de la verdad.
... acos t u m b r a d o
a us a r y v e r ta n m e c á n i c a m e n t e h a s ta e l pu n to d e co n v e rt i r s e e n o b j e tos q u e a d o r n a n y l l e n a n e l e s paci o ...
[8]Adaptado: Ibíd. Pág. 34 [9]Adaptado: Ibíd. [10]Adaptado: HEIDEGGER, Martín, (1962). La Pregunta por la Cosa, Cap. A: Los distintos modos de preguntar por la cosa, Pág. 21. España: Ed. Orbis, S.A. 1986 [11]Ibíd. Pág. 28 [12]Ibíd. [13]Adaptado: Ibíd. Pág. 36
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—La esencia de la verdad nos proporciona una prueba inequívoca para la verdad de la determinación que se le atribuye a la estructura de la cosa. Podemos decir entonces al preguntar ¿Qué es una cosa? Hablar de tres determinaciones: [13] —1) La determinación de la cosa como soporte de propiedades se da con toda “naturalidad” desde la experiencia cotidiana. 2) Está determinación de la cosidad se formuló en la filosofía desde la antigüedad, porque ella se ofrece como naturalidad. 3) La determinación de la esencia de la cosa está comprobada y fundamentada en la esencia de la misma verdad, esencia de la verdad que es, de igual modo, evidente por sí, es decir “natural” y por lo tanto subjetiva. Como ya se había planteado “Los objetos se utilizan, las cosas se usan”. Pero todavía no hay una explicación convincente que demuestre está afirmación. —El uso es un valor indefinido, contrario Breve a la utilidad del mundo moderno que puede Introducción al Uso ser definible, medible, cuantificable. En todo objeto está el olvido de la cosa que hay en él y la clasificación de las cosas (de la misma manera que hacemos con los objetos) las convierte en un prejuicio objetualizante. —Por otra parte, las cosas como cosas jamás llegarán por el hecho de que nosotros nos limitemos a rehuir los objetos y llamemos a la memoria (re-cordemos, interioricemos) viejos objetos de antaño que quizás alguna vez estuvieron en camino de convertirse en cosas e incluso de estar presentes como cosas. Entonces podemos hablar de la destrucción, como la perdida objetualizante de los objetos; cuando a un esfero se le acaba la tinta, se libera de su utilidad y tiene todo el potencial para convertirse en cosa, llamarlo “basura” sólo sería otro prejuicio objetualizante. —Hablar de las cosas y entender las cosas tiene que ver con el uso. Cuando cuestiono la utilidad, de alguna manera estoy rompiendo el objeto en la medida que la acción del pensar puede lograrlo, pues todo pensar es uso. El diseñador industrial debe proponer más allá de la utilidad, entendiendo que la relación entre utilidad y uso no es considerada en la academia. —Del diseño industrial, el “diseño” como ciencia antropocéntrica, puede llegar a reconocer los matices del hombre, las variaciones que existen entre cada uno de los individuos, la individualidad del ser mucho más allá de simples análisis antropométricos o estudios de
tiempos y movimientos. La ciencia, y en éste caso el Diseño Industrial, anula la cosa en la medida en que no admite las cosas como lo real decisivo, pero entonces ¿Qué es lo que hace falta para que el Diseño Industrial reconozca las cosas? —Quizás el camino es tomar un poco de distancia de lo “industrial” ya que siempre desconoce al hombre. Desconoce a quien proyecta el objeto, desconoce a quien colabora en su fabricación y por su condición de producción seriada, es necesario que desconozca al hombre visto ahora tan solo como un “consumidor”. —“La cosidad de la cosa nunca se fabrica, es un estar-en-sí pero sin las limitantes del objeto ni las del producir.” —Por ahora, puedo concluir que para entender el uso falta todo por decir, sin embargo, se ha trazado un pequeño esbozo para determinar que el uso es subjetivo al igual que la determinación de la cosa. Si bien ejemplificamos preguntas esenciales y argumentación correcta, queda por considerar si éstas llegan a lo decisivo.
D.I. William Vásquez Reyes
el USO
“La relación del hombre para con las cosas” Imágenes
de
C ata l i n a Pa r r a
Martín Heidegger nos sorprende por la importancia que le da El siguiente trabajo hace a los términos “uso” y “utilidad” parte de uno de los textos en sus teorías filosóficas, en dos de promoción académica de sus libros se entiende con titulada “El Sistema estos términos en particular: el Relacional, Hombre, primero de ellos en “caminos de Bosque”, en el capitulo dedicado a Maquina, Entorno” en la máxima de Anaximandro, en el Febrero de 2004. En este cual intenta traducir para occidentexto el uso y la utilidad te lo contenido en idioma griego son el eje de la reflexión. de aquello que se entiende por (r. de ddta) «uso», intento falli—Lo útil como condición que se do como él mismo lo expresa, pero logra un le impone al objeto es transitoria, acercamiento a lo que habita en él y a su decir no siendo inherente en lo esencial más originario. a él, el útil es cultural, —La máxima, esta manera oracular de recibir el así lo tangible puede permanecer saber originario trata del “uso” y de su diferencia con la en un ente, pero su utilidad pue“utilidad”, esta ultima entendida como la mirada con que el de transformarse o diversificarse hombre habita temporalmente esta tierra, y para la segundependiendo de la estructura da intentando traducirla expresa: «… a lo largo del uso; en interpretativa con que se asuma, efecto dejan que tengan lugar acuerdo y atención mutua en de allí la idea del “uso” originario la reparación del des-acuerdo» (M.H.C.B.-335). del dejar a las cosas ser lo que —Considera que el «uso» es la manera que le es más tienen que ser, y esperar atento propia de relacionarse al hombre con sus cosas, dejando a las ante ellos es escucha de aquello cosas ser lo que tienen que ser estando atento y manteniénque nos llega por legado. dose en la reparación del des-acuerdo y para la “utilidad” la —«Los griegos tenían adecuado considera como añadida a su ser propio ocultando la esencia en esa mirada moderna superficial que valora todo en función el término para “cosas”:πράγματα, esto es, aquello con lo que de la capacidad de disponibilidad funcional, estética o simbóse tiene que ver en el “andar” lica que contenga el artefacto. que “se cura de” (πραζξις). Pero —El segundo libro es “ser y tiempo” en donde responde dejaron ontológicamente en la a la pregunta permanente hoy del “para qué sirve”, y que le oscuridad justo el carácter espeda sentido al pararse frente a algo que merezca la pena. Esta cíficamente “pragmático” de los pregunta alejadora, es la expulsión del objeto de la cosa misma, y como en un espejo a su vez es la retirada del Subjetum de la relación.
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πράγματα y los definieron “inmediatamente” como “meras cosas”. Nosotros llamamos al ente que hace frente en el “curarse de” “útil”. En el “andar” se encuentra uno con el útil para escribir o el palillero, el útil para coser o la aguja, el útil para hacer algo o el instrumento, el útil para caminar o el vehiculo, el útil para medir o el instrumento de medida. Hay que poner de manifiesto la forma de ser del útil. Se pone siguiendo el hilo conductor del previo acotamiento de lo que hace de un útil, un útil del “ser útil”. —Un útil no “es”, rigurosamente tomado, nunca. Al ser del útil es inherente siempre un todo de útiles en que puede ser este útil que es. Un útil es esencialmente “algo para…”. Los diversos modos del “para”, como el servir “para”, el ser adecuado “para”, el poderse emplear “para”, el poderse manejar “para”, originan una totalidad de útiles. En la estructura expresada con el “para” hay una “referencia” de algo a algo. El fenómeno designado con este término tiene una génesis ontológica que únicamente puede hacerse visible en los análisis subsiguientes. Por el momento se trata de hacer caer bajo la mirada el fenómeno de un plexo de referencia. El útil, respondiendo a su ser “útil”, “es” siempre por la adscripción a otro útil: palillero, pluma, tinta, papel, carpeta, mesa, lámpara, mobiliario, ventanas, puertas, cuarto. Estas “cosas” jamás se muestran inmediatamente por sí, para luego llenar como una suma de cosas reales un cuarto. Lo que hace frente inmediatamente, si bien no aprehendido temáticamente, es el cuarto, pero tampoco éste como lo “entre
las cuatro paredes”, es en un sentido espacial, geométrico, sino como útil para habitar una habitación. Partiendo de esta se muestra el “arreglo” de la misma y en el útil “singular” del caso. Antes que este último es en cada caso ya al descubierto una totalidad de útiles. —El “andar”, en cada caso hecho a la medida del útil y lo único en que este puede mostrarse genuinamente en su ser, por ejemplo, el martillar con el martillo, no aprehende este ente temáticamente como cosa que se ofrece, y menos aun el usar sabe de la estructura de útil en cuanto tal. El martillar no se limita simplemente a tener un saber del carácter de útil del martillo, sino que se ha “apropiado” éste útil como más adecuadamente no es posible. En semejante “andar” usando se somete el “curarse de” al “para” constitutivo del útil del caso; cuanto menos se mire como con la boca abierta la cosa martillo, cuanto mejor se la agarre y se la use, tanto más original se vuelve el atenérselas a ella, cuanto mas desembozadamente hace frente a ella como lo que es, como un útil.
—El martillar mismo es el que descubre la específica “manejabilidad” del martillo. A la forma de ser del útil, en que este se hace patente de sí mismo, la llamamos “ser a la mano”. Solo porque el útil tiene este “ser en sí” y no se limita simplemente a ofrecerse, es manejable en el sentido más lato y “disponible”. El más agudo dirigir la vista a los “aspectos”, sea éste o aquél, de las cosas, si es “no más que” un dirigir la vista al “aspecto” de éstas, no es capaz de descubrir lo “a la mano”. El simple dirigir la vista “teoréticamente” a las cosas carece de la comprensión del “ser a la mano”. Pero el “andar “manipulando y usando no es ciego, tiene su peculiar forma de ver, que dirige el manipular y le da esa especifica adaptación a las cosas que posee. El “andar” con un útil se somete al plexo de referencia del “para”. El ver de semejante ajustarse a las cosas es el “ver en torno.» (M.H.S.T.-81).
el parque de la florida vi como una familia jugaba un partido de fútbol y al no tener las canchas reglamentarias se las arreglaron enterrando dos zapatos en el pasto, dando la idea de los tubos del arco.
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SANDRA
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—«La conducta “práctica” no es “ateorética” en el sentido de la falta de vista, y aquello en lo que se diferencia de la conducta teorética no reside sólo en que aquí se contemple y allí se opere, ni en que el operar, para no permanecer ciego, aplique el conocimiento teorético, sino que el contemplar es tan radicalmente un “curarse de” como por su parte el operar tiene su vista.» (M.H.S.T.-83). —En Ser y Tiempo cuatro conceptos desarrollados permiten vislumbrar la naturaleza de la relación que el hombre tiene con el aparente exterior, todos ellos a partir del mirar y manipular el entorno; estar “a la mano”, estar “a la vista”, “ser a la mano” y “ser a la vista”. —El primero de ellos corresponde a la habitual imagen de poseer algo “a la mano”, teniendo clara su utilidad y servicio, en él la condición utilitaria y del cómo proceder aleja al hombre de la relación, en cuanto este ya no requiere ocupar su pensamiento en ello, a este “a la mano” le corresponde el “a la vista” en el cual lo utilitario se percibe y en este percibirse surge su condición utilitaria, pero ya no es posible estar a la escucha de aquello que trasciende lo permanente,
En
operativo o utilitario, son ambas formas existenciales de estar en el mundo, creándolo y reevaluándolo, así lo que en mano reposa se comprende y se ve lo que atento se escucha, y en ello aflora autenticidad y talento.
—“el ser a la mano” y el “ser a la vista”sumergen del pensar del hombre, son fundamentalmente un estado, un evento en el que el se trasciende la propia operatividad y el pensamiento calculador, es el habitar la relación siendo. —El artista, el niño y el viejo se abandonan a esta práctica, a recibir lo que les es dado, de esto trata el siguiente texto. La obra que hay que producir es el “para qué” del martillo, del cepillo de carpintero, de la aguja, y en cuanto tal tiene por su parte la forma de ser del útil. El zapato que hay que producir es para portarlo, el reloj ya acabado para saber el tiempo. La obra que hace frente principalmente en el “andar” “curándose de” “la que se encuentra en el trabajo” permite que en el “se empleable” que le es esencialmente inherente que hagan frente en cada caso ya el “para qué” de su “ser empleable”. La obra encargada sólo es por su parte sobre la base de su uso y del plexo de referencia de entes descubiertos en este uso. (M.H.S.T.-83) Pero no sólo la obra que hay que producir es “empleable para…”, el mismo producir es en cada caso un empleo de algo para algo. En la obra hay al par de la referencia a “materiales”. La obra es en referencia a cuero, hilos, agujas, etc. El cuero, a su vez, está producido con pieles. Éstas se sacan de animales que son criados por otros animales. Los animales se ofrecen dentro del mundo también
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sin ser objeto de cría, y también en ésta se producen estos entes a sí mismos en cierto modo. En mundo circundante también resultan accesibles, según esto, entes en sí mismos no menesterosos de producción, que siempre ya son “a la mano”. El martillo, las tenazas, la aguja, “se refieren en sí mismo a”, “son de” acero, hierro, bronce, piedra, madera. En el útil usado es codescubierta por medio del uso la “naturaleza”, a la luz de los productos de la naturaleza.» (M.H.S.T.-83) —«Un andén cubierto tiene en cuenta el mal tiempo; las instalaciones publicas de alumbrado, la oscuridad, es decir, la específica alternación de la presencia y la ausencia de la luz del día, la “posición del sol”. En los relojes se tiene en cuenta una determinada constelación del sistema del mundo. Cuando miramos el reloj, hacemos tácito uso de la “posición del sol”, por la que se lleva a cabo la regulación astronómica oficial de la medida del tiempo. En el uso del útil llamado reloj, útil “a la mano” inmediatamente y que no “sorprende” es “co-a la mano” la naturaleza del mundo circundante.» (M.H.S.T.-84) —«A la cotidianeidad del “ser en el mundo” son inherentes modos del “curarse de” que permiten a los entes “de” que “se cura” hacer frente de tal suerte que se hace visible la “mundiformidad” de lo intramundano. Los entes inmediatamente “a la mano” pueden darse en el “curarse de” como inempleables, como no a punto para su determinado empleo. El instrumento se revela estropeado; el material, inapropiado. El útil es en todo caso “a la mano”. Pero lo que descubre la inempleabilidad no es el constatar “dirigiendo la vista” peculiaridades, sino el “ver en torno” del “andar” usando. En este descubrir la inempleabilidad “sorprende” el útil. Este “sorprender” da el útil “a la mano” en un cierto “no ser a la mano”.
Pero esto implica: lo inusable se limita a estar ahí, se muestra como una y que en su “ser a la mano” era ya cosa-útil que tiene constantemente “ante los ojos” como tal o cual aspecto teniendo ese aspecto. El puro “ser ante los ojos” se enuncia en el útil, más para volver a retraerse al “ser a la mano” de aquello “de” que “se cura”, es decir,
de aquello que se encuentra en el “volver a poner en estado”. Este “ser ante los ojos” de lo inusable, aun no carece absolutamente de todo “ser a la mano”; el útil “ante los ojos” así, aún no es una cosa que se limite a ofrecerse en algún punto. El estar estropeado del útil aun no es una mera alteración de la cosa, un cambio de propiedades que se ofrezca simplemente en algo “ante los ojos”.» (M.H.S.T—86) —«Los modos de la “sorpresa”, la “impertinencia” y la “insistencia” tienen la función de hacer visible en lo “a la mano” el carácter de “ser ante los ojos”. Pero en ellos aun no se mira como con la boca abierta ni se considera lo “a la mano” simplemente como “ante los ojos”; el “ser ante los ojos” que se hace notar esta envuelto aún en el “ser a la mano” del útil. Este “aún” no se emboza en las meras cosas. El útil se vuelve el “chisme”, el “trasto”, en el sentido de aquello que se quisiera tirar lejos; pero en esta tendencia a tirarlo lejos se muestra lo “a la mano” en su impertérrito “ser ante los ojos”.» (M.H.S.T.-87)
g r a pa s
OBJETOS... mundos y sensaciones
—«Como ejemplar de señal elegimos una que ha de funcionar de la misma manera, bien que a otros fines, en un análisis ulterior. En los vehículos de motor se ha puesto últimamente una flecha roja que puede girar, para señalar con su posición en cada caso, por ejemplo, en un cruce de calles, qué camino tomará el vehiculo. La posición se la de a la flecha el conductor. Esta señal es un útil que no es “a la mano” solo en el “curarse de” peculiar del conductor (el conducir). También los que no van en el vehículo -y justamente ellos- hacen uso de este útil, a saber, en el modo de apartarse hacía el lado correspondiente o del quedarse parado. Esta señal es “a la mano” “intramundanamente” en el todo del plexo de útiles constituido por los medios de comunicación y los reglamentos de circulación. En cuanto útil, está constituida esta señal por una referencia. Tiene el carácter del “para”, tiene su determinado “servir para”, es para señalar.
... d o n d e
v i v i m os , c a s i h a s ta i g n o r a r los co m pl e ta m e n t e , pe ro n o i m ag i n a m os q u e fu e r a d e l pro p ós i to pa r a e l cua l fu e ro n ...
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Ddta eluso
Este señalar de la señal puede tomarse como un “referir a… ”Pero bien entendido que este “referir —«El “referir a…” en el sentido a…” en el sentido de señalar no es la de señalar se funda más bien en la estructura ontológica de la señal estructura del ser del útil, en el “servir como útil.” para”. Éste no hace ya de un útil una señal. También el útil llamado “martillo” esta constituido por un “servir para”, sin que por ello sea el martillo una señal. El “referir a…” que es el señalar es la concreción óntica del “qué” de un “servir para” y destina un útil a este “qué”. La referencia “servir para…” es, por lo contrario, una determinación ontológico-categorial del útil tal que el “qué” del “servir para” cobre su concreción es el señalar. De una manera tosca se hace visible ya en este ejemplo de la señal la diferencia entre la referencia como “servir para” y la referencia como señalar. Ambas distan tanto de ser una, que únicamente en su unidad hacen posible la concreción de una determinada especie de útiles. Más si es cierto que el señalar es fundamentalmente distinto del “referir a…” como constitución del útil, no menos indiscutible es que la señal dice por su parte una peculiar y hasta
señalada relación a la forma del ser del todo de útiles en cada caso “a la mano” en el mundo circundante y a la “muniformidad” de este todo. El útil-señal tiene en el “andar” “curándose de” un empleo preferente. Pero ontológicamente no puede bastar el hacer constar simplemente este factum. Tienen que aclararse el fundamento y el sentido de esta preferencia.» (M.H.S.T.-92) —«La precedente exégesis de la señal debía simplemente suministrar el punto de apoyo fenoménico para la caracterización de la referencia. La relación entre señal y referencia es triple: 1. El señalar, como posible concreción del “qué” de un “servir para”, esta fundado en la estructura del útil en general, en el “para2 (referencia). 2. El señalar de la señal es inherente, como carácter de útil de algo “a la mano”, a una totalidad de útiles, a un plexo de referencias. 3. La señal no es solo “a la mano” con otro útil, sino que en su “ser a la mano” se vuelve el mundo circundante en cada caso expresamente accesible para el “ver en torno”. La señal es algo ónticamente “a la mano”, que en cuanto es tal determinado útil funciona al par como algo que señala la estructura ontológica del “ser a la mano”, la totalidad de referencias y mundanidad.» (M.H.S.T-96).
doce años recogí unos recipientes cuadrados de lata en donde antes venía el aceite, los corté, les abrí unos huecos para amarrarles unos palos, y se convirtieron en recogedores.
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—«Se suele traducir la palabra χρεών por «necesidad». Con ella se alude a una obligación, un deber ineludible. Pero nos equivocamos si nos atenemos exclusivamente a este significado derivado. En χρεών se encuentra también χράω, χράομαι Desde ellos, habla ή χείρ, la mano; χράω dice: yo manejo algo, persigo algo, lo aferro y le hecho mano. Así χράω significa al mismo tiempo: dar en mano, entregar y por lo tanto dejar en manos de, abandonar a un pertenecer. Este modo de dar en mano es de tal tipo que conserva en mano la entrega y por tanto lo entregado. —Así pues en el participio χρεών no se menciona originariamente ninguna obligación o deber. Pero, del mismo modo, esta palabra tampoco significa en primer lugar o en general una aprobación y ordenamiento.» (M.H.C.B.-330) —« ¿En qué medida τό χρεών es un uso? Lo extraño de la traducción se ve atenuando cuando pensamos mas claramente este termino de nuestra lengua. Normalmente, en alemán entendemos ‘brauchen’ en el sentido de utilizar y necesitar en el contexto de un uso o usufructo. Lo necesitado en el ejercicio de la utilización o uso se convierte en lo usual. Lo usado o necesitado se encuentra en uso. No debemos entender aquí «el uso», a modo de termino traductor de τό χρεών, en estos sentidos habituales y derivados. Por el contrario, nos atenemos al significado de su raíz: ‘brauchen’ es ‘bruchen’, esto es, el latín frui, nuestro alemán ‘fruchten’ [fructificar], ‘frucht’ [fruto]. Traducimos libremente por «disfrutar», «gozar de », «deleitarse», «saborear»; pero disfrutar de algo significa alegrarse con
DON JEREMIAS
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—Se recuerda que en la máxima de Anaximandro propone el “uso” como un usufructuar algo que esta disponible, plantea un estar coligado a las cosas, en una unidad que es otorgada eventualmente y como producto del cuidar –producto de la atención mutua-, que las cosas sean lo que tienen que ser. Es un acontecimiento reparador, que vincula lo expulsado del Subjetum-Objetum otorgándole al hombre la potencia de ser en el relacionarse con las cosas.
Hace
algo y, de este modo, usarlo, «disfrutar», «deleitarse», sólo significa, mero consumir y saborear en un sentido derivado. Agustín acierta en el citado significado fundamental de ‘brauchen’ como frui cuando dice: «Quid enim est aliud quod dicimus frui, nisi praesto habere, quod diligis?» (De moribus eccl., lib, I., c. 3; vid. De Doctrina christiana, lib. I., c. 24). En el frui se encierra el praesto habere; praesto, praesitum significa en griego ύποχείμενον, lo que ya yace ante lo ojos en lo no oculto, la ονσ ία, lo presente en cada caso. Según esto brauchen significa dejar que se presente algo presente como presente; frui, bruchen, brauchen, Brauch significan entregar o dar algo en mano a su propia esencia y mantenerlo, como eso así presente, en la mano mantenedora.» (M.H.C.B.-331) —«Como concesión de la parte del ajuste, el uso es el disponer que distribuye: la disposición del acuerdo y, con él, de la atención. El uso entrega en mano acuerdo y atención, desde el momento en que se reserva de antemano lo entregado, lo recoge junto a sí y lo oculta como presente en la presencia.» (M.H.C.B.-332)
Bibliografía HEIDEGGER, MARTIN. “Caminos de bosque”. Alianza Editorial. 1996 1ª impresión. Madrid (España). Traducción de Helena Cortés y Arturo Leyte. M.H.C.B. HEIDEGGER, MARTIN. “el ser y el tiempo”. Fondo de Cultura Económica. 1998 3ª impresión, 2ª Edición. Bogotá (Colombia). Traducción de José Gaos. M.H.S.T.
Leandro Muñoz
En la palabra habla el uso
(…) el vocabulario es esencial pues teje la trama de las costumbres, educa la mirada, informa el paisaje.
Sin título Lápiz sobre papel Diana Menestrey
Marc Augé, Los No Lugares, Espacios del Anonimato, pág. 111.
Lo que una vez fue una fuerza vital para una sociedad que veneraba y agradecía su presencia, mas tarde en nombre de los santos sus orillas se convertirían en el punto desde donde comenzó a crecer nuestra capital querida. Hoy el río San Francisco camina tímidamente entre Transmilenios y edificios, nos dice con su mirada que ayer fue un río de verdad, que fue grande y que en su lecho no solo se enterró el mugre sino que aun conserva sumergidas cientos de historias, hay vida y que aún hoy tiene mucho mucho que contar…solo aguarda la llegada de alguien que lo escuche. (r. de ddta)
Risueña metralla desborda de esos asientos, asientos de agua, asientos de cemento. Ese muladar se oscurece y no parece lugar de alguien, es escenario, allí no nace cosa, ese bicho-río-artefacto no tiene historia pero sí y no se necesita salir muy lejos para entender que allí sí hay algo y que siempre hay algo, la historia, la historia siempre se resuelve en el futuro... —Lo llamaban Vicachá. Palabra emparentada con Cocha, que significa “laguna”. Junto a él, aborígenes americanos vivieron a sus orillas y le respetaron. Debieron creer en eso que comienza diciendo T. S. Eliot en su poderoso poema: —I do not know much about gods, but I think that the river is a strong, brown, god [1] pensamos idealistas, lo esperamos, lo deseamos para poder esperar del futuro…
—Para los Mwyscas o Chibchas, el mundo nace del agua, y es fácil pensarlo así si la meseta Bogotana era un conjunto inmenso de humedales de donde una que otra vez aparecía un pastizal… O si no, pensemos en la diosa de la fertilidad Bachué que sale de la laguna de Iguaque con su esposo-hijo Bochica a poblar la tierra… Los ríos acompañaban todos los momentos importantes de su vida; Miguel Triana, uno de los primeros estudiosos de los Chibchas nos cuenta que “cuando a la doncella le venía su vez por primera vez, la hacían estar sentada seis días en un rincón, tapada con una manta cabeza y rostro, después de los cuales se juntaban algunos indios que llamaban para esto, y puestos en dos hileras como en procesión, llevándola en medio, iban hasta un barrio (río) donde se lavaba, y después le ponían el nombre Daipape, que es lo mismo que nosotros llamamos Doña fulana y volviéndola con esto a la casa, hacían las fiestas que solían de Chicha (Fray Pedro Simón Vol II P. 29)” [2] , y que “las mujeres en
[1]No sé mucho de dioses, pero creo que el río, es un fuerte y pardo dios ELIOT, THOMAS STEARNS. The dry Salvages, The Four Quartets, Editorial Altazor 1970. [2]MIGUEL TRIANA. La Civilización Chibcha. Escuela Tipográfica Salesiana. Bogotá, 1922, Pág.37.
—Por otro lado, el sentido de su orfebrería se realizaba en tanto iba a parar al fondo del agua o en un hueco dentro de la tierra en colinas o lugares sagrados.
Esto porque las piezas se vinculaban a ser mediums que le permitían a un hombre relacionarse con los espíritus y el mundo inferior y pedir ayuda,
y son las profundidades el lugar de los dioses, aunque también hubiera joyas para demostrar posición, usadas como ornamento personal, en fin. La vida avanzaba con algunas disputas cuando desde Santa Marta llegó don Jiménez, recibido como “hijo del sol y la luna” por parecerse por sus barbas a Bochica, por venir atravesando el eje de los solsticios (rumbo NE-SO en la cosmología chibcha) y por haber pasado por todas las lagunas ceremoniales de los chibchas… y en la alegría de recibimiento que les dieron (ah sí, porque no iba solo), no se entiende por qué se dedicó a acabar tantos chibchas si buscaba era el Perú que tenía mucha fama de estar repleto de oro, pero me imagino que algo lo habrá despertado el famoso ataque a retaguardia... el caso es que sin muchas ganas y esperanzado por un cuento de revelación del dorado[4] , vio unos bonitos hitos para enmarcar una ciudad que demostrara que había conquistado esas tierras; hitos para una ciudad bien abastecida entre dos ríos, o según algunas versiones solo al pie de la quebrada San Bruno aunque igualmente entre los dos ríos solo que más arriba entrando a los montes.
un armario que recogimos en un parque y unos palos hicimos un corral para pollos; con los palos construimos las rejas y con unas canales hicimos la loza para darles el maíz.
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JASSON PEÑA
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cinta, para dar a luz, se retiraban solas a la orilla de un río, donde se bañaban con su hijo inmediatamente después del parto. La consagración de los Jeques o sacerdotes chibchas también se hacía mediante un baño solemne, para estar purificados en una vida de penitencia. Los fieles que querían hacer ofrendas por el intermedio de los Jeques también debían purificarse previamente en las aguas sagradas para que los dioses les fueran propicios. Algunos Caciques disponían que al morir, se arrojasen sus cuerpos, con riquezas como ofrenda al seno de las lagunas y en ciertas ocasiones los Jeques, a cuyo cargo estaban las honras fúnebres de los grandes Jefes, desviaban el cauce de los ríos para hacer allí las sepulturas, volviendo después a cubrirlas con las aguas, bajo cuyo amparo habrían de dormir el sueño eterno.” [3]
Con
—Uno de esos dos, el situado más al norte es el mismo Vicachá que rebautizaron Boquerón y que más tarde, nombraron en honor al Santo Francisco de Asís. El río más al sur lo nombraron San Agustín, y así ese santo tampoco se quedó atrás. Los que los nombraron fueron los clérigos unos de la orden Franciscana que establecieron ese convento llamado Las Aguas, nombre que recogió luego la ciudad para nombrar el barrio que se desarrolló a su alrededor, y los clérigos de la orden Agustina que se establecieron a las orillas del otro río. —A San Francisco se le deshonró como se deshonra hoy a Dios en muchas esquinas: no debemos angustiarnos mucho; además Dios se murió así como el Arte, la santidad y la historia… (ah no, esa no)… —Yo suelo pensar que el estado de las palomas citadinas es semejante al del Espíritu Santo estos días, pero el asunto está en usar, y se les comenzó a ver a los Bogotaes que ya no había relación cultual [5] , ninguna relación de entrañamiento con la vida a través del río y se petaqueo el asunto, mucha lavada de ropas y uso del “baño” bien arriba y eso de “pelar” los bosques cercanos al nacimiento no ayuda mucho. Y es cierto que durante su prolija vida, les
el Zancudo Vol. 1 No 6 Santafé de Bogotá, Mayo 14 de 1790. Dibujantes Rump y Reff - Grabadores Riff Y Raff
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convidó de ese carácter destructor de los ríos y que acabó con más de 17 puentes [6] ¡pero no es para tanto!, para el final del siglo XIX terminó como un muladar, “el depósito de sus excreciones”, así les disgustaba llamarlo [7] … a algunos… así queda atestiguado en el periódico el Zancudo en un relato titulado Policía de Aseo y Ornato, con algo de surrealista ya en 1791 [8] , donde se relata un sueño donde se reúne el concejo municipal, y en donde hablan desde los perros y los burros hasta el río San Agustín y el Río San Francisco: ¡Es para morirse uno de risa con esto de los sueños! (…) –Pido la palabra, dijo un ciudadano haraposo que debía de ser un muladar. / –Tiene la palabra, respondió el presidente. / –Es para sostener que, en mi humilde opinión, la ciudad de Bogotá marcha hacia el Norte, y que no obstante el acueducto, llegará día en que seca de sed se arrastrará por el Sur á beber en Tunjuelo. / –Agua! agua! gritaron varias voces. / pregunté quién gritaba y me contestaron que las alcantarillas, los ríos San Francisco y San Agustín, algunos otros rezumaderos y unas cuantas fuentes públicas en las cuales no hay agua ni cuando llueve. / –Pido la palabra! Pido la palabra! Pido la palabra! / La obtuvo un personaje lleno de fango é inmundicias, que parecía un espectro según lo seco que estaba. / Averigüe quién era el honorable señor que iba a hablar y un vecino me dijo que era el río San Agustín. Alguien observó que lo llamaban río por mal nombre. / –Señor Presidente, dijo, ya que se habla de agua, debo decir que tengo más sed que el desierto del Sahara. / –Y yo también, interrumpió el río de San Francisco. / –Y advierto, continuó el de San Agustín, que si no es posible dármela ó si al menos no se me ponen unas murallas que me libren de la gente que me visita y de las miradas del sol, tengo de lanzar sobre Bogotá las viruelas, el tifo y todas las pestes que conmigo viven. / El río de San Francisco desde su asiento hizo una señal de aprobación al orador. (…) Vol. 1 No 6 Santafé de Bogotá, Mayo 14 de 1790. —Y también en el Repertorio Colombiano de 1898 como no lo cuenta el Arquitecto David Arias: “nadie ignora aquí que nuestros ríos, tan escasos de agua, son el receptáculo de gran cantidad de desperdicios de toda clase: es imposible pintar su constante asqueroso aspecto, sus fermentaciones y todas las emanaciones que de allí van a infectar la atmósfera. Sin exageración se puede sostener
[3]Óp. Cít. MIGUEL TRIANA, Pág. 38. [4]Sobre todo esto revisar EDUARDO LONDOÑO L. La conquista del cacicazgo de Bogotá. Boletín Cultural y Bibliográfico, Número 16, Volumen XXV, 1988 Publicación digital en la página web de la Biblioteca Luis Ángel Arango del Banco de la República de Colombia. [5]Resulta interesante al respecto remitirse a distintos libros que hablan de la fundación de Bogotá, donde se discute que la primera fundación (no tan oficial), se realizó en la plaza del chorro de Quevedo, lugar estratégico y no tan húmedo para poder soportar alguna revuelta Chibcha el 6 de agosto de 1538. Fue unos meses después cuando llegaron Belalcazar y Federman que al final hicieron propicia la fundación en el sitio de la actual plaza de Bolívar o plaza mayor dónde se llevó a cabo la celebración con sacerdotes y todas la galas 27 de Abril de 1539, enmarcando la ciudad entre los dos ríos. Remítase a Santafé Capital del Nuevo Reino de Granada de Carlos Martínez. [6]Relación cultual hace referencia a la que se establece construyendo valor cultual. Acerca de esto consúltese un diccionario antiguo, bastante antiguo, y el libro de Discursos Interrumpidos de Walter Benjamin, en especial, La obra de Arte en la Época de la Reproductibilidad Técnica. (Editorial Taurus, 1971). [7]** El librito ese de sala España, mirar la cita. [8] En un texto del señor David Arias que debe estar pronto a publicarse en la revista de la Maestría en Teoría e Historia del Arte y la Arquitectura, titulado La canalización de los Ríos San Francisco y San Agustín, se cita un aparte de las razones para iniciar las canalizaciones de estos dos ríos, y entre ellas figura esta de haberse convertido en una “corriente de inmundicias”, palabras más, palabras menos. [9]El periódico el Zancudo data del año 1790 a 1791 en la época del Virreinato de la Nueva Granada según los entretenidos periodistas, como Serafín Boquiflojo (director), o El….Oy Rey (redactor)… pero la verdad es que llamándose Periódico Cándido, Antipolítico, de Caricaturas, Costumbres y Avisos, y hablando de los temas candentes de la Nueva República de Colombia, demuestra nuestra temprana afición a la caricaturización de todo, aún del tiempo, y el periódico se está publicando en 1890 y 1891.
que la ciudad hace el cauce de sus ríos el depósito de sus excreciones, todas sin excepción, y que el suelo de Bogotá está penetrado por todas partes de aquellos productos” [9] —Ahí no más llegaron los proteccionistas, los que guardan la vajilla y nunca la usan para que no se rompa, para no exponerla porque el dolor de la muerte es poderoso, el dolor de la ausencia es terrible, y comenzó a llamarse Avenida Jiménez de a poquitos, “más precisamente entre 1884 y 1938” [10] para que finalmente a partir de la mitad de los cuarentas, la Secretaría de Obras Públicas (SOP) tomará su primera obra como proyecto y le diera unidad de perfil urbano…
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—“Todas estas aguas corren en cauces descubiertos, convertidos en muladares por el acumulamiento de viviendas miserables en sus orillas. Si encauzamos estas corrientes y transformamos el actual lecho de cada riachuelo en una alcantarilla, se evitarían las infecciones de las aguas y podrían aprovecharse las áreas que ocupan los lechos actuales para formar avenidas centrales o para edificaciones importantes” [11] Pensamientos de este tipo ayudaron mucho para que llegara a ser esa en donde ocurrió tanto que “no solo se dirigió a solucionar un problema de salubridad sino que la SOP la dimensionó como el eje de la modernización a largo plazo de la ciudad” [12] ; La avenida de la gobernación, esa tan cerca de donde mataron a Gaitán, la calle amplia e importante donde se desarrollaba la vida de Bogotá. Se protegió el río evitándolo, entendiendo que si no hay respeto no se usa, solo se utiliza.
[10]Citado por David Arias así : Gómez Josúe. “Las epidemias de Bogotá”. En: El repertorio Colombiano. Septiembre de 1898. Citado en Anales de Ingeniería Volumen XXIII, Números 269 y 270. Bogotá, Julio y Agosto de 1915. [11]Léase SUÁREZ ZÚÑIGA, ÁLVARO. Bogotá obra pública. Vol. 1 SOP. Noventa años. IDU, 2000, Pág. 113-131 y en el mencionado texto del arq. David Arias sobre el proceso detallado. [12]Cita de David Arias de ALFREDO ORTEGA Pág. 197 en ”Saneamiento de Bogotá” En Anales de Ingeniería. Volumen XIII, Número 155. Bogotá, Enero de 1906. [13]Óp. Cít. SUÁREZ ZÚÑIGA, ÁLVARO, pág. 129. [14]Si le interesa saber algo más sobre esto, los resultados del taller 7 de diseño conceptual del 2 semestre de 2005, a cargo del profesor William Vásquez y un gran grupo interdisciplinar, en la carrera de Diseño Industrial de la Universidad Javeriana, deberían ser consultados; referencias posibles consultar la bibliografía y contactos del presente.
—La siguiente intervención tardó algunos años en llegar; durante las últimas décadas del siglo pasado (XX),
fueron profusos en propagar un espíritu Institucional con el que querían amistar a los ciudadanos con su ciudad, realizando proyectos de intervención cultural para hacer que la vida en la ciudad sea agradable y nos sintamos bien por ver bonito.
El puente de San Francisco (El primero de Santafé) Grabado. Papel periódico Ilsutrado1880-1887
Dentro de ese espíritu, primero se trazó la décima para mejorar la circulación de la ciudad, pero no funcionó mucho, con lo que hubo que pensar en otra estrategia, que llevó a establecer la troncal de la caracas siendo amables con los peatones pero poco con los muchos árboles que tumbaron, y tampoco funcionó; dentro de las dificultades de establecer un metro en Bogotá apareció una alternativa que enamoró a las políticas estatales que se llama Transmilenio, ejemplo patente de que lo bonito es bueno pues hay que ver que Transmilenio sí ha durado haciendo caso omiso de los dineros que se han robado con los chanchullos de la compra de materiales rendidos y otros vericuetos, porque las vistosas casetitas metálicas ni las pintan ni rayan ni nada de eso, el uso cotidiano no más… También, enmarcado en esta misión espiritual existió un plan llamado Plan Centro por el que se arregló la Jiménez para volverla únicamente peatonal y dentro del cual unos años más tarde se gestionara el proyecto del Eje Ambiental para trazar cierto espíritu ambiental a través de la desolada y gris ciudad. Resultó que este espacio se pensó a última hora para el mencionado Transmilenio y la planeada avenida peatonal se convirtió en el hogar de los grandes peces rojos del río, como le gusta llamar a cierta compañera diseñadora. [13] —Si hablamos de lo ambiental, que se halla ahí, su nombre habla del sentir del mundo, de la relación contractual que lo media todo, que lo media para tratar de hablar con esas relaciones abrumadoras que llevan mucho tiempo haciendo que todo sea no-ambiental, esa relación que lo hace
El puente de San Francisco (El primero de Santafé) Grabado. Papel periódico Ilsutrado1880-1887
objeto-disfrute-la-ciudad-hechopor-el-estado-para-que-te-sientas-mejor… y en realidad, ¿sí nos sentimos mejor?... parafraseando al señor arquitecto Germán Tellez que reseña los proyectos de Salmona en el libro Rogelio Salmona: Obra Completa 1959/2005 [14] ¿por dónde caminaría la gente de Bogotá antes del Plan Centro?, ¿Por dónde estaría lo ambiental antes del eje ambiental?
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Se le descubrirá simulación, como se hace con todo en esta época, se simulan hasta las relaciones personales…
—Se le descubrirá simulación, como se hace con todo en esta época, se simulan hasta las relaciones personales… pero digamos algo peor, refirámonos a algo de lo más sagrado, ¿qué es lo más sagrado hoy?... se simulan las caídas dentro del área… los jugadores de fútbol ya no se las guapean todas hasta hacer gol, pero por eso mismo es que queremos a los que sí se guapean a los masudos defensas… —Entonces se simula la relación cosmológica con el río, y comenzamos a utilizarlo porque de eso de usar ya no sabemos casi, mal usamos la palabra y no nos damos cuenta, el río no era un pedazo de la gran alacena, para la sopa, para hacer el compuesto alcalino para el polímero de esa lonchera, o para rebajar el ácido sulfúrico, o lavar la ropa, o rendir la leche, o como disoluto de ese jugo que es un éxito, el río era, es, el agua es. Pero en esto se me escapa que no hay relación, que es escenográfico, que el río que vemos en la calle guerreándose, exponiéndose a todos no es el mismo que sale por la llave de la casa… pero sí que lo es; otra cosa es que no estemos ahí… acuérdate de que en algún punto el sistema de agua y alcantarillado se nutre de muchos ríos y lagunas y ellos continúan en esas de fluir…
—¿Y quien puede venerar un grifo así sea de alguna empresa alemana finísima?, se le aprecia si acaso; los Diseñadores lo alaban estéticamente y agradecen esa forma de caer como en llovizna tan agradable y los médicos alaban poder bañarse a diario para lo de las enfermedades, y los higienistas adoran no acordarse de que son hombres con olores, pero nadie va a venerar un vaso de agua que se toma de la llave, nadie lo va a hacer; antes buena pero hervida, y ojalá en botella de algún manantial. Y la idea tampoco es que lo hagan. —Aún así, hay gente que usa el agua, y no le levanta un altar; superaron el asunto de remitir la creación a Bachué y su Bochica claro que sí, pero luego quedaron vacíos, y algunos pensaríamos que eso ayuda a enfrentarse con calma a la nada pero es mejor escuchar el clamor de la vida como parte de uno mismo; el agua se puede usar, he visto niños jugando con mangueras, y a mujeres que lavaban mientras entendían su vida, (talvez al revés y eso ya no importa), he visto hombres poniendo barquitos a andar dentro del agua, he visto que crecen algas porque el agua se estancó y nacen pequeños nemátodos y poblaciones de bacterias insospechadas en el fondo, en el fondo… en el fondo sabíamos que la vida no se enfrenta metiendo la cabeza debajo de la tierra, ese diseño del Eje Ambiental que erige por fuera el agua parece maquillar la ciudad pero era por la vida, la vida siempre estaba esperando afuera, la vida nos estaba esperando y entonces, siempre hay algo, en el fondo el uso encuentra el camino, nos muestra que no estamos aislados, que en ese afuera estamos adentro de la vida que no está hecha de desocupar alacenas… afuera estamos adentro.
El nacimiento de la Virgen Vittore Carpaccio, Venecia entre 1504 y 1508 Óleo sobre tela Academia Carrara, Bergamo
Ricardo Rivadeneira V.
http://www.vam.ac.uk/vastatic/microsites/1487_renaissance/camera.html
Del Uso en la Pintura
Entre el 5 de octubre de 2006 y el 7 de enero de 2007 se pudo apreciar en el Museo Victoria & Albert de la ciudad de Londres (Cromwell Road, SW7 2RL, South Kensington) , la exposición titulada La casa en el Renacimiento Italiano. La exhibición que se hizo en paralelo a una muestra sobre los diseños de maquinaria realizados por Leonardo Da Vinci incluía obras de Vittore Carpaccio, Sandro Botticelli, Antonello da Messina, Paolo Veronese, Donatello y Tiziano, además le destinó sendos análisis a las colecciones de la familia Médicis e hizo una reconstrucción de los principales ambientes de la casa italiana de los siglos XV y XVI; quedaron así develados los usos de la sala (Reception room), la camera (Bedroom), scrittoio (Study) y la cucina (Kitchen) [1] . El recorrido museográfico se organizó teniendo como guía un bello dibujo que mostraba el corte de la casa de la familia Gaddi de Florencia en 1560, estuvo además apoyado de objetos y pinturas que contribuían a la reconstrucción del espíritu de cada uno de los espacios.
Con algunos ejemplos de la pintura renacentista, se muestra cómo a través de la perspectiva, definida geométricamente por Brunelleschi, se revelan los espacios de uso mediante planos que se superponen; espacios donde los objetos son claramente usados, como se presenta en la obra de Vincenzo Campi: Labores en una cocina, pintada entre 1580 y 1590, que, además, hace reflexionar a cerca de los procesos de elaboración de la comida, las recetas, como manuales de uso y guías para obtener resultados: procesos asociados y desarrollados en el Diseño Industrial. (r. de ddta)
—Sin duda son cada vez más atractivas las referencias a los ambientes cotidianos en el marco de la pintura,
así los interiores domésticos de diferentes épocas constituyen un archivo importante de imágenes susceptibles de ser analizadas de una manera iconográfica pero también social.
La escuela británica es la que de una mejor manera se ha aproximado al tema, los trabajos realizados por E. H. Gombrich, E .Panofsky en la tradición de Aby Warburg marcan notablemente la diferencia. Fiel a esa tradición, Frances Borzello ha publicado recientemente un agradable libro titulado At Home (London, Thames and Hudson, 2006), dice entonces Borzello que “el interior doméstico en la pintura es un lugar cargado de encanto” [2] . El encanto sin duda es el resultado de la construcción de ambientes mediante procesos plásticos ilusorios, donde el arte como recreación de imágenes tiene mucho que decir.
—La imagen de un lugar mediante un registro visual, como una pintura ó una fotografía, es algo que posee un gran poder de crear memoria. La imagen como registro la aprovecha el pintor de escenas domesticas para lograr un dibujo o una pintura, donde el espacio se expresa en función del tiempo, no cronológico sino dilatado o doméstico. En este breve texto nos concentraremos tan solo en citar algunos ejemplos del periodo del Renacimiento; sin embargo, es necesario indicar que la iconografía de Borzello incluye además referencias a la pintura holandesa y francesa de los siglos XVII, XVIII y XIX e incluso norteamericana del siglo XX.
[1]http://www.vam.ac.uk/ vastatic/microsites/1487_renaissance/renaissance_ house.html [2]FRANCES BORZELLO, At home, London, Thames and Hudson, 2006, pag. 10.
—Es a través de los hallazgos y desarrollos de conocimiento propuestos desde la pintura del Renacimiento temprano (Duccio y Cimabue) que el trabajo empieza a adquirir sentido mediante el desarrollo de la perspectiva, pero es mediante la incursión de Filippo Brunelleschi que esta manifestación artística adquiere una base geométrica definida. La representación de los espacios utilizando puntos de fuga y vanos abiertos hacia paisajes interminables es una característica de la pintura flamenca y además constituye la esencia primordial de la pintura del Quatroccento. Un buen ejemplo de esta forma de crear espacios de manera imprecisa y un tanto intuitiva, que buscaba el fondo de la pintura de alguna manera, la encontramos en la obra de Robert de Campin, Virgen y niño frente a una pantalla de mimbre de 1440 ó en la famosa pintura de Jan van Eyck los Esposos Arnolfini de 1434 (ambos en la National Gallery of London). —Se puede indicar, a manera de hipótesis, que en estas imágenes la perspectiva devela los espacios de uso mediante los diferentes planos que se van superponiendo en la imagen. La habitación que conduce a otra por medio de un pasillo, la porción de jardín que podemos ver tras las habitaciones, la fuga de nuestras miradas hacia un vacío estético que sugiere lo indescriptible. Es en la movilidad de la mirada del observador que el arte del Renacimiento adquiere cuerpo, es en el uso de la imagen que el artista se consolida de manera autónoma,
en un salón comunal de suba algunos habitantes del barrio practican gimnasia diario y en vez de utilizar pesas, rellenan botellas plásticas de gaseosa con arena mojada.
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MIGUEL PAEZ
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los objetos adoptan sentido para el mundo moderno, estamos hablando de escenas donde lo mundano y lo atávico campea, nos referimos a una serie de manifestaciones previas a la consolidación de un pensamiento relacionado con la idea de comodidad presente en el Diseño Industrial como disciplina. Estamos parados entonces en el antiguo testamento del diseño, en un terreno tradicionalmente baldío, un espacio de conocimiento que tiene como base la iconografía del arte.
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es mediante la presencia de es en la dialéctica de objetos de uso que los espacios apropiación y uso que cotidianos adquieren vida,
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Ddta eluso
—Si nos concentramos en una de las pinturas de la exposición presentada en el Museo Victoria & Albert, se trata de la escena en la cocina pintada por Vincenzo Campi entre 1580 y 1590 [3] , podríamos comprender entonces que en ella el uso de todos los objetos (o por lo menos de la mayoría) se encuentra activado, es decir que cada uno de los individuos desempeña en la pintura un vinculo directo con el objeto, nos preguntamos ¿por qué se da esta situación? En el ámbito de la representación pictórica se podría hablar del sentido de énfasis que tiene la pintura,
Labores en una cocina Vincenzo Campi realizada probablemente entre 1580-90, Cremona, Lombardía Óleo sobre tela, Academia de Bellas Artes de Brera en Milan
su autor requiere de una exageración para destacar el hecho del uso de las cosas,
esto sucede desde el degüello y fraccionamiento de la carne mediante el uso de los cuchillos a la izquierda, el enharinado y preparación de la masa, la maceración y prueba las de especias con el metate en el piso[4], muy interesante es la actitud del niño que juega inflando la vejiga para hacer una pelota, no menos es la actitud de la mujer que se encuentra en el centro de la imagen rayando lo que parece una porción grande de queso, quirúrgica parece la manera como el hombre de la izquierda ensarta los pollos que deben ir a girar sobre las brasas, complaciente es la mirada de la mujer que en primer plano observa al gato y al perro luchar por una víscera mientras se arregla un ave que ira a parar en un caldo o en la ya citada brasa. Esta laboriosa escena se refuerza calidamente mediante la presencia del fuego en la parte posterior de la imagen, allí donde la alquimia de la cocina se consolida para ir luego a la mesa: al fondo de la imagen.
Este recorrido visual es también un recorrido por el proceso de elaboración de la comida, evoca el proceso productivo que tanto preocupa
al ingeniero industrial contemporáneo, sin duda la cocina se fundamenta como un escenario que actúa en función de los tiempos y los movimientos. Para Sabine Coron (conservadora y chef de la Biblioteca del Arsenal en Paris) la gastronomía del fuego se resume en cuatro procesos básicos: la ebullición (caldos o hervidos), la cocción lenta a manera de estofado, la fritura y el asado[5] . Estas actividades quedan insinuadas en la pintura de Vincenzo Campi, asistimos con el cuadro al momento previo de la cocción, la imagen brinda
la posibilidad de una lectura pregnante en la que los procesos del fuego podrían desarrollarse en la escena;
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la escena funciona, ya no como mera representación, sino como insinuación o invitación a una indagación mas profunda
OBJETOS... mundos y sensaciones silicona
Es obvio que los procesos culinarios a los que hace alusión Sabine Coron son los que están presentes en el ámbito medieval francés, ellos también estarán presentes en el escenario renacentista e incluso nos acompañan hasta hoy. La receta de cocina se constituye en una metáfora importante para lo que hoy conocemos como procesos asociados al diseño, esto porque la confección de una guía de procedimiento para alcanzar una resultado previsto es una actividad que esta presente en la agenda del diseñador. Algunos de los recetarios renacentistas más conocidos son los textos de Bartolomeo Platina (On right pleasure and good health, 1475) y Cristoforo Messisbugo (Banquets, 1549), los cuales conformaron una referencia importante en la exposición realizada por el Victoria & Albert. En Platina aparecen los macarrones a la siciliana, el potaje con nabos, los huevos escalfados (poached); sobresale especialmente el pollo asado que se remoja previamente en jugo de naranja ó de uvas, a este último se le agrega agua de rosas y canela con azúcar[6] . El libro de los banquetes de Messisbudo demuestra su gran gusto por las tortas, ya sea con adiciones dulces y frugales o muy saladas para adobar los peces y las aves; sobresale la sopa de ternera al estilo húngaro, la salsa verde (perejil, hinojo fresco, albahaca, vino tierno y pan). Todas estas delicias se nos aproximan a manera de una descripción somera de los ingredientes y procedimientos, son los recetarios unos perfectos manuales de uso. No podemos olvidar a Antonio Formoso Permuy, el español que hizo famosa su obra titulada 2000 procedimientos industriales al alcance de todos (La Coruña, Litografía e Imprenta Roel, 1933) y que se constituye en una lectura obligada para todos los interesados no solo en las curiosidades protoindustrial, sino en algunas delicias culinarias, muchas de ellas dignas de ser investigadas para encontrar las grandes fuerzas que rigen el devenir de la vida cotidiana en la cocina no solo europea, sino su proyección en un ámbito más cercano.
... co n ce b i d os
pu e da n e s co n d e r u n i n m e n s o p ot e n ci a l a l s e r o b s e rva d os d e s d e u n pu n to d e v is ta e s e n ci a l m e n t e e s t é t i co , y a v e ce s ...
[3]http://www.vam.ac.uk/vastatic/microsites/1487_renaissance/highlights_kitchen_scene.html [4]La acción e iconografía de probar un alimento tiene su paradigma en el famoso tapiz de la Dama y el Unicornio del siglo XV, el primer recuadro que se encuentra en el Museo Nacional de la Edad Media en las Termas y el Hotel de Cluny en Paris hace alusión al arte de probar (Le Goût). http:// www.musee-moyenage.fr/homes/ home_id20393_u1l2.htm [5]Sabine Coron (comp.), Livres en bouche. Cinq siècles d’art culinaire français, Paris, Bibliothèque national de France, Hermann, 2001. [6]http://www.vam.ac.uk/vastatic/microsites/1487_renaissance/recipesplatina.html
Armando Silva
Ciudad Imaginada
Nuevas basuras (Noviembre 28 de 2005) Hace pocos años cuando los padres compraban un vestido lo que adquirían en realidad era un paño. Luego se volteaba para el hermano mayor y de nuevo para el siguiente por varias veces, hasta cuando llegaba el día del dicho popular: le “sacaron brillo al paño”. Pero aun así no se botaba, servia para limpiar el polvo y luego como trapo de cocina. —El mundo de las cosas era casi eterno y poco cambiaban los entornos. Las niñas no se desprendían de su única muñeca, que la acompañaban como una fiel hermanita hasta la pubertad, cuando se la pasaban a la hermana menor. —Hoy, el mundo se llena de nuevas basuras. Quien iba a pensar hace pocos años que un televisor se podía encontrar tirado en una esquina. Pero menos se podía imaginar, ni siquiera hace dos años, que los ciudadanos terminarían comprando la tinta y recibir como encime la impresora, que termina nueva en un basurero. Que la comida dejaba de alimentar para solo engordar y venderse orgullosa bajo el genero comida-basura. Que los teléfonos se moverían con uno, era una promesa, pero no que se usarían para un viaje y luego depositarlos en la basura del aeropuerto. —Entonces la nueva palabra que reemplaza a paseo
La que ya no huele mal representa el futuro
—Pero lo contrario también es novedad. Las basuras valen. Tanto que bien seleccionados papel, botellas y residuos biológicos bajan las facturas del aseo. Lo biodegradable, como los excrementos caninos, vacunos y humanos o cáscaras y otros, son valiosos para el ciclo de la naturaleza. —También pedazos de cuerpo adquieren precio: ojos, hígados, corazones o piel, cordones umbilicales o rostros completos son sumamente costosos y hasta hay bandas internacionales dedicadas a traficar con estos órganos y se llega hasta matar a alguien para arrebatarle su riñón. Y qué decir de espermas y óvulos antes tirados en la intimidad, desperdiciados con solo el valor sexo; hoy valen, pues podrían ser futuros seres programados. —En fin, mi conclusión es simple: el futuro es basura. O dicho de manera menos conmovedora: la basura, esa que ya no —O sea, nos llenamos de objetos que ya no huele mal, pues no es inmundicia poseen el aura fetiche para conservar, adorar sino residuo, representa el futuro. En y guardar y por esto hoy la economía es del la medida que avanzamos, más coconsumo y no de la producción. sas se irán tirando. Ejercite su mente con esta pregunta esencial: ¿Qué objetos desurbano es esta, única, poderosa y pronunciada en inglés: shopping. Pero ir de compras no solo es pasear aparecerán en el inmediato futuro? —Propongo algunos. Para comenzar, el sin comprar, sino también comprar para botar. teléfono fijo, en dos años; el televisor como —Así que compra y basura se hermanan cada vez más. Quizá el sustantivo basura ya es hora de recono- audiencia planetaria (pues todos no veremos cerlo en su audacia y volverlo verbo: “basurar”. Suena lo mismo), cinco años; las casas con muros duros (las paredes serán blandas en espacios hasta bien, por ser verdadero. Todos basuramos. abiertos), en diez. Y, por ultimo, desaparecerán niños y niñas sin alto cociente de inteligencia y sin perfiles suficientes de belleza en 30 años. Todos serán divinos.
Cristiam Sabogal
El Diseño Automotriz: Abrazado ciegamente a la rueda Imágenes
de
J u a n C a m i l o C a ic e d o
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Ddta eluso
Anotaciones sobre la influencia del absolutismo imperante de la rueda en el ejercicio del diseñador automotriz y su consiguiente uso desmesurado. —Si el diseño industrial es una disciplina joven, el diseño automotriz lo es aún más. Y como típico ente joven nacido en la modernidad, padece de cegueras selectivas permanentes. Una de tantas –que también se manifiesta en las diversas áreas del diseño e incluso del conocimiento- es la pérdida de objeto de su oficio. De un tiempo acá, el concepto de innovación que se maneja en gestión de diseño ha llevado a una gran masa de diseñadores, quizá sin mala intención, a crear para el consumidor antes que para las personas. Pienso que la innovación debe ir mucho más allá del contacto de un producto con su mercado y su consecuente aceptación. A mi juicio, continuar con la definición que es aceptada hoy por la industria y el comercio ha llevado a que el bienestar económico pase de ser una consecuencia de las decisiones de diseño, a ser el fin último de las organizaciones.
Al revisar la historia de la movilidad urbana se puede comprender que algunas de las consideraciones que se realizan sobre los paradigmas constituidos en el oficio del diseñador, se pueden segmentar sólo a condiciones de mercado, descuidando de alguna manera el impacto social que puede llegar a tener el desarrollo de un nuevo producto. Es así como vemos el ejemplo de los automóviles y su inmodificable paradigma de la movilidad por medio de la rueda y toda la infraestructura construida a su alrededor. (r. de ddta)
—El caso del diseño automotriz no es la excepción. Aunque en sus inicios la industria del automóvil buscó satisfacer necesidades de movilidad de las poblaciones, ese principio empezó a modificarse con cierta prontitud. Para ese entonces –primeras décadas del siglo pasado- la noción de segmento de mercado no era muy clara. Aunque existían varias tipologías de carrocería, la diferenciación se hacía más por el estatus social de los vehículos –relacionado al costo y al carrocero- que por sus usos, ya que todos cumplían su función a cabalidad: transportar personas y algunos bienes. Sin embargo, la popularización en que había intervenido Henry Ford hacia 1908, estimuló el crecimiento de la demanda lo que generó un desarrollo acelerado de otras compañías y, por consiguiente, dio cabida a nuevos conceptos en los mercados.
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PABLO
—Uno de estos fue el de competencia, el cual fue comprendido casi a la perfección por Alfred P. Sloan, gerente de General Motors a finales de los 30. A Sloan se le adjudica un aporte que cambiaría la forma de pensar de los compradores: convenció al mundo entero de que era posible comprar un automóvil nuevo a pesar de tener uno viejo en perfecto estado[1] . Sin embargo, para poder divulgar su pensamiento en la sociedad ...la urgencia por innovar (en el claro necesitó de la ayuda de quien sentido de los mercados en el diseño) los historiadores nombran como ha hecho que los diseñadores de el primer diseñador de autoautomóviles hayan creado tantos móviles concepto de la historia: segmentos como se pueden encontrar Harley Earl. El oficio de Earl en hoy en el listado de precios de una la primera división de diseño de revista local como Motor... la industria automotriz –la sección de Arte y Color de General —No obstante, a pesar de mis disputas con la noción de Motors- era entender las preferencias de los innovación aceptada por el gremio, es interesante ver como, compradores para crear nuevos vehículos sobre esa plataforma, la innovación no ha llegado a interveacordes a su demanda estética y funcional. nir en el objeto del diseño automotriz. En cuanto a innovaEn efecto, era un estudio de mercado tal cual. La producción de Earl y de los nacientes ción se plantea que hay dos niveles básicos: la incremental y la radical. La incremental es aquella que se ejerce modiestudiosos del diseño de las demás organificando las propiedades, o incorporando algunas nuevas a zaciones –en especial norteamericanas- dio un satisfactor de una necesidad; es decir, haciéndolo más como resultado nuevos vehículos concepto eficiente. La radical consiste en cambiar por completo el de los que se tomarían ideas para aplicar satisfactor, reemplazándolo por otro que sea mucho más en los vehículos de producción. Desde ese eficaz. En esos términos es evidente que, tanto en el diseño entonces los segmentos básicos, como los familiares, las pick-up, y algunos vehículos fa- automotriz como en el industrial, pocas veces se llega a bricados por pedido, empezaron a fusionarse innovar de manera radical. Muestra de esto es el sinnúmero de segmentos en los que se ha ramificado el automóvil, entre ellos o con nuevas tipologías creando con lo que se prueba que por más que los cambios hayan unos segmentos de más. Sin embargo, es sucedido de manera rápida, el principio del automóvil sigue hasta hace una veintena, que la urgencia por siendo el mismo de la carreta halada por bueyes. De hecho, innovar (en el claro sentido de los mercados es probable que en esas sigamos durante un buen tiempo, en el diseño) ha hecho que los diseñadores porque incluso ahora, los diseñadores encargados de plasde automóviles hayan creado tantos segmar los vehículos concepto del futuro, ¡siguen empezando mentos como se pueden encontrar hoy en el sus dibujos por las ruedas!, lo que es significa que tenemos listado de precios de una revista local como innovación incremental para rato. Motor, y piensen en crear aún más tomando como premisa que necesitaremos automó21 brIcOlAjEs cOnTAdOs viles para servicios mucho más específicos y Una vez mi mamá calentó el chocolate para el desayuno superfluos en el futuro, en lugar de centrarse sobre la plancha de la ropa porque se acabó el gas en el objeto real de su oficio: el problema del de la estufa. transporte.
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Ddta eluso
—Pienso que, indiscutiblemente, existe un estancamiento en cuanto a la innovación en el campo del diseño automotriz; pero no sólo con relación a la innovación para la satisfacción de los mercados, sino a la urgencia de tener diseñadores automotrices que no estén buscando crear más necesidades al interior de los vehículos, sino soluciones más eficaces en el tema de transporte. Porque es en este punto en donde considero que el diseño automotriz padece de otra ceguera selectiva permanente: la ceguera ante el fenómeno de la rueda. O ¿quién la ha cuestionado a profundidad para ver si es necesaria otro modo de transporte terrestre?
Un
día fui a tomar masato a una repostería del barrio Villas de Granada,y me llamo la atención que en el sitio utilizaban los cd’s como portavasos.
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JUAN CARLOS ZAMBRANO
El pensamiento moderno ha configurado ciertos patrones de juicio en cuanto a las civilizaciones. George Basalla, en su libro La evolución de la tecnología, cuenta como la mayoría Pensamiento de las personas, sin importar su grado moderno de occidente de conocimiento histórico, opinan que y la rueda absoluta el uso de transporte rodado es señal de civilización: “Ambos –transporte rodado y civilización- se consideran tan estrechamente ligados que el progreso experimentado por una cultura se ha juzgado de acuerdo con la medida en que ha explotado el movimiento rotativo para el transporte. Mediante este estándar, el hecho de no conocer la rueda basta para situar a una cultura lejos del mundo civilizado” [2] , dice. ¿Pero por qué la rueda se volvió patrón de medida de las civilizaciones? Precisamente eso es lo que critica Basalla. Dice que, aunque con su escrito, no pretende aminorar la importancia real de la rueda en la tecnología moderna, sí plantea serias dudas sobre su uso como criterio para evaluar otras culturas.
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—Esto puede tener varias justificaciones o razones. Una fundamental es el pensamiento occidental moderno que ha asumido que la solución de transporte está dada, por defecto, con el automóvil, la rueda y la carretera. Sin embargo, dicha razón es difícil de percibir, luego son las más superficiales las que identificamos con facilidad. Por ejemplo está que no es necesario pensar en que se necesite un cambio radical en la manera de movilizarnos: el automóvil es un producto emocional que funciona muy bien en el entorno que creamos para él; a la gente le gusta (de hecho ya lo considera una necesidad); la gran mayoría de las personas llegan a identificarse con algún modelo; tenemos una infraestructura monstruosa para que el automóvil funcione de manera óptima; y, lo más importante, se ha configurado socialmente como ejemplo de realización personal, luego ¡se vende muy bien! La segunda es que si se viera la necesidad de empezar a movilizarse de otra forma, es altamente probable que no fuera viable económicamente, ya sea por la inversión para investigación y la consiguiente escasa demanda en el mercado (relacionada directamente a la recuperación del capital invertido).
[1]Es difícil para mi generación, tal vez, entender que era posible no pensar en comprar algo nuevo cuando se tenía algo que aún servía, pero tal vez en la generación de nuestros abuelos se pueda notar con qué dificultad se convence a alguien de 70 años o más de comprar un nuevo televisor o incluso un nuevo pantalón si el que usa aún tiene sanos los bolsillos. [2]BASALLA, George, La Evolución de la tecnología, Barcelona-España, Ed. Crítica, 1991, p. 20
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CAROLINA
—Y no es para menos, ya que, aunque hoy es difícil concebir el transporte terrestre sin rueda, cita algunos casos en los que ésta no se hizo solución absoluta de transporte, porque el contexto proveía al hombre –muy racional y muy lógico, por cierto- una lectura diferente para buscar alternativas. —A lo largo de la región mesoamericana, —Otro ejemplo que propone en donde se ubicaron las civilizaciones Maya Basalla puede resultar más conviny Azteca, se han encontrado pequeñas figucente que el anterior. Dice que entre ras de barro dotadas con ruedas construidas los siglos III y XII d.C., en Oriente entre los siglos IV y XV d.C., que dan fe de Próximo y el norte de África, a pesar la comprensión de su principio mecánico[3]. de una conocida difusión de las No obstante, aunque no experimentaron el bondades de la rueda, los lugareños transporte rodado hasta la llegada de los esoptaron por el camello en lugar del pañoles, sería casi un atropello decir que no carro tirado por bueyes. Las preslo habían logrado desarrollar por algún tipo taciones de un camello superaban de estancamiento intelectual. Para George notoriamente las de los bueyes: poBasalla, en el ejemplo de dichas civilizaciones día transportar más carga, a mayor se encuentra una inquietud fascinante a la velocidad y con mayor autonomía, que él mismo responde a modo de hipótesis: “¿Cómo explicar la no explotación de lo que significaba mayores distancias un invento comúnmente considerado de recorrido con menos alimento y agua. Además, como no tenía que como uno de los dos logros técnicos halar la carreta, no desperdiciaba mayores de todas las épocas? […] parte de su fuerza arrastrando ese Los mesoamericanos no utilizaron vehículos peso muerto, ni dependía de la exiscon ruedas porque no era factible hacerlo tencia de caminos o puentes. dadas las características topográficas de su tierra y la fuerza animal de que disponían”. Para Basalla, el contexto, demarcado por las condiciones en que vivían –densas junglas, —El optar por seguir cruzando la jungla paisaje accidentado, la carencia de animales caminando o de montar camellos a través del domésticos que tiraran la carga- y la forma desierto, muestra que en aquellos contextos la de pensar, fueron los factores que hicieron rueda no era considerada un invento magnífico que no buscaran una aplicación de la rueda o una solución universal. Esto, por una parte, en el transporte. Tenían las soluciones que muestra que la noción con que se etiqueta a la necesitaban y no implicaban una gran interrueda hoy en día –de ser uno de los dos logros vención del espacio físico que los rodeaba, tecnológicos más importantes de la historia- es lo cual era una postura bastante lógica y muy reciente con respecto a la edad que tiene; sensata con su entorno. y por otra, que la lógica de aquellos lugareños puede ser perfectamente más lógica con 21 brIcOlAjEs cOnTAdOs respecto a la relación con el entorno natural, Don Humberto Arboleda construyó que la de nuestra civilización. ¿Por qué? Porque una mesa de centro de sala, con la parte trasera del cuerpo la rueda no tenía un funcionamiento óptimo en de una guitarra, simplemente le esos espacios, luego ¿para qué modificar todo incorporó cuatro patas, y una de ellas era el diapasón. su entorno para poder usarla?
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La fuerza de un paradigma se nota cuando éste ese hace invisible en la obviedad de la cotidianidad. No creo que ante un ejemplo como el anterior quede en duda el paradigma poder de la predisposición a la que estamos sometidos inconcientemente quienes nos dedicamos al ejercicio del diseño, y en particular a la rama del diseño de transporte. Y aunque por espacio se quedan ejemplos importantísimos de diseño con y sin conciencia sobre la rueda[5] y el impacto que ésta ha tenido en la humanidad, espero que el uso de la rueda en el diseño de transporte no siga siendo obvio como hasta ahora, sino mucho más conciente y pertinente.
En el barrio Santa Helenita
hay una tienda en la que suplieron las sillas y las mesas con troncos de árboles.
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LINA AYALA
El
excedieran los tiempos de entrega. Mientras la mayoría de las consultoras pensaban en la forma de construir la carretera superando las dificultades del terreno y el tiempo perdido, la nacional Tecniavance Ltda. –representada en ese entonces por el Ingeniero Hernando Salazar- se centró en el problema real del proyecto: subir los equipos a lo alto del cerro. Esto le permitió al equipo de asesores comprender el contexto en el que se hallaban y entender que la rueda y la carretera no eran la solución para ese caso. Por esa razón, mientras las demás alternativas continuaban condicionadas por la magnificencia de la rueda, ellos sugirieron la contratación de un número de arrieros de la zona que conocían el sector y hacían parte del entorno cultural de la región, con lo que ahorrarían los costos y el tiempo requerido para la construcción de una carretera, y de paso, disminuían el impacto ambiental negativo que implica ese tipo de infraestructura.
21 brIcOlAjEs cOnTAdOs
En nuestro contexto casi se podría afirmar que todas, si no la mayoría de las personas, piensan que el entorno debe modificarse para utilizar Las decisiones la rueda. Sin embargo, la pertide diseño y el nencia en el uso de la rueda puede uso contextual cobrar una importancia grandísima de la rueda hablando de eficiencia en procesos, bajo impacto ambiental e incluso de innovación. Un ejemplo mucho más cercano a nuestros días se dio durante la construcción del Oleoducto Colombia[4] , a finales de la década de los ochenta, y principios de los noventa. Para su construcción era necesario ubicar una bomba de succión en lo alto de una montaña de la cordillera antioqueña. Quienes tenían a su cargo la realización del oleoducto tenían planeada la construcción de una carretera que les permitiera llevar en camiones la infraestructura y equipos necesarios para montar el campamento y ubicar la bomba. Los inconvenientes no tardaron en hacer que la construcción de la carretera se tardara más de lo esperado, debido a que aquella montaña tenía una alta presencia de manantiales que acababan con los avances de los ingenieros encargados. Bajo esas circunstancias la entrega del oleoducto se atrasaría, por lo que la firma italiana Saipem S.p.A. (encargada de la ejecución), solicitó la asesoría de alguna firma, de tal forma que no
[3]STUART PIGOTT, The Earliest Wheeled Transport, Nueva York, Ed. Ithaca, 1983, p.15. [4]Éste oleoducto recorre el país desde Vasconia, municipio de Puerto Boyacá (Boyacá), hasta el municipio de Coveñas, en el departamento de Sucre. [5]Recomiendo que visiten el sitio de Theo Jansen. Quien plantea de alguna forma que el ser humano se quedó estancado en la rueda. www.strandbeest.com
Juan Francisco Rodríguez
Las crecientes fallas en el test de usabilidad de muchos diseños, hace que se preste cada vez más atención a los usuarios y sus comportamientos. La etnodiseñografía es una herramienta utilizada en el estudio del usuario que apela al trabajo interdisciplinar para plantear nuevos mecanismos de observación, en la ejecución de un proyecto de diseño; dichos mecanismos acuden a métodos utilizados en la etnografía como la observación del participante, los mapas de parentesco, un día en la vida de, estudio de tendencia, entre otras. Observar no es solo apuntar datos y recopilar información, el proceso de observación implica ir y venir desde nuestra cultura a la del otro, el proceso de observación participante es observar y participar. (r. de ddta)
“Cómo entendemos
El creciente interés en el usuario y sus experiencias con los productos, debe entenderse a la luz de las fallas presentadas por los diseños actuales, pues no se ha logrado una completa aprobación de los productos por parte de los usuarios, y la intención de uso de un producto no se expresa en el manejo que realmente se le da. Esto se debe en parte al desconocimiento de las características de sus usuarios, sus capacidades, necesidades y deseos, por tal razón se ha motivado a mejorar e incrementar este tipo de conocimiento, a través de métodos para estudiar a los usuarios probando prototipos ó involucrando a potenciales usuarios en el proceso de diseño, lo cual se ha denominado “Diseño Centrado en el Usuario” (DCU), el interés en las experiencias del usuario es un esfuerzo por incrementar el conocimiento sobre el y como una búsqueda por lograr ampliar lo propuesto por la usabilidad y la utilizabilidad de los productos.
y aplicamos el Diseño Centrado en el Usuario”
Colchi Camilo Eduardo Cabezas
—Durante los últimos años se ha visto como productos premiados con el primer puesto al mejor diseño, han fallado un test de usabilidad, y es allí donde se observa que los criterios para un buen diseño, difieren de forma radical de los aspectos que tienen que ver con el usuario, de esta manera el diseño necesita ser redefinido en términos de lo que la gente experimenta y/ó sus experiencias, no en la simple concepción del objeto. Los requerimientos geométricos y estáticos del diseño industrial deben abandonarse en la búsqueda de un enfoque dinámico y multisensorial para el usuario de los productos del Diseño Industrial. Y si, el interés hacia el usuario, sus necesidades, deseos y experiencias se le sumara a esos objetos que no pasaron un test de usabilidad, se obtendrían resultados que realmente satisfacen las necesidades de los usuarios, los cuales serian productos “bien diseñados”.
JOHANNA SALAZAR
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con los tarros de las botellas de whisky, hago caperuzas para lámparas, haciéndoles unos cortes verticales por todos los lados y dándole una forma para que salga la luz.
—La manera como el grupo de investigación en diseño “Taller 11” de la escuela de Diseño Industrial de la UPTC, ha aplicado el DCU, en el desarrollo de sus proyectos de investigación puede resumirse con 9 09 el término etnodiseñografía[1] . —Que es resultado de la unión entre el proceso de diseño y la forma de conocer al usuario de los productos a través de la etnografía, apelando —El primer intento por acercar al usuario al al trabajo multidisciplinar como tendencia de los proceso de Diseño vino desde la ergonomía, la mercados competitivos. Esta alianza parece ser la cual pretendía que sumado a los requisitos técnimás acertada para el desarrollo de productos que cos, se añadiera el concepto de que los producrealmente sirvan a los usuarios del mundo moderno. tos son pensados por humanos para humanos, —La forma como los productos han los cuales tienen unas características funcionales sido concebidos a través del tiempo definidas que pueden ser fácilmente generalipor el Diseño Industrial, ha tratado zables y estandarizadas por la industria. Esto de responder a las necesidades que genero muchos cambios a nivel formal, estético, la industria le propone, como lo es la funcional y económico, puesto que se convertía disminución de costos, la reducción en un anexo por el cual el usuario debería pagar. de tamaño y/o peso, la estandarizaAsí como algunos fabricantes decidieron utilizar ción. Esto lo podemos evidenciar en la el amplio campo que la ergonomía abrió para el famosa frase de Henrry Ford de hace Diseño Industrial como: valor agregado ó elemas de un siglo “Puedes escoger cualmento diferenciador de sus productos; muchos quier color que te guste – mientras otros no lo hicieron y continuaron elaborando sea negro” [2] en referencia al Modesus productos bajo sus consideraciones particulo T, el primer automóvil exitoso de la lares. Continuando así con la insatisfacción de historia. Lo que nos permite pregunlas necesidades de los usuarios por parte de los tarnos ¿y si no quiero negro que?, ¿y productos, generando esto una reacción en si lo necesito blanco, rojo o amarillo?, el publico, quien para esta época para la época las limitaciones técnicas es mucho mas culto, es decir, tiene podían ser una perfecta excusa, “solo acceso a mas información, quien podemos pintarlo de ese color, por comienza a personalizar los objetos que es el único que puede proteger de la vida cotidiana generando las laminas de la corrosión” podría ser algún tipo de identificación y un argumento técnico, lo suficientesentido de pertenencia. mente valido como para que el cliente Al observar esto los investigadores del ramo quedara satisfecho. hacen el siguiente intento por satisfacer en
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mayor medida las expectativas y necesidades de los usuarios a través de un profundo conocimiento de su ser, sus expectativas deseos, entrono social, educación y cultura, al tener mas conocimiento de quien es el futuro usuario, que [1]Concepto propuesto por el autor. [2]Articulo “La cultura del hazlo-tu-mismo (DIY)”, publicado en la pagina web http://blog.duopixel.com/articulos /hazlo-tu-mismo.html, fecha de consulta 10/Noviembre/2006
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la mayoría de las veces no es el mismo comprador, concluirá en productos que satisfacen de mejor manera sus necesidades y expectativas; la mejor manera de conocer a los usuarios es a través de la etnográfica y las herramientas con que cuenta para caracterizar describir y entender una población, las cuales han comenzado a formar parte integral del proceso de diseño desde su comienzo para: definir claramente las necesidades de una población, plantear requisitos desde el usuario, motivar a la compra y uso de productos sencillos, fáciles de usar, que motiven al usuario en sus actividades de la vida diaria. —La etnografía es un termino que se deriva de la antropología, puede considerarse también como un método de trabajo de esta; se traduce etimológicamente como el estudio de las etnias y significa el análisis del modo de vida de una raza o grupo de individuos, mediante la observación y descripción de lo que se hace, como se comportan e interactúan entre si, para describir sus creencias, valores, motivaciones, perspectivas y como estas pueden variar en diferenRuven Fuentes tes momentos y circunstancias. —Observar es: ver como ocurren las —Los métodos que se suelen utilizar en una incosas, pero sabiendo que observar nunca vestigación etnográfica pueden ser: La observación equivale a mirar. Observamos no solo con participante, hacer mapas de parentesco, hacer enlos sentidos; además obsertrevistas informales, hacer entrevistas forEl proceso de vamos con nuestras categomales, hacer grupos de discusión recoger observación rías: con nuestras ideas y con historias de vida (autobiografías), un día en participante nuestras hipótesis. Lo que la vida de, una aproximación contextual, es observar y realmente observamos es la tendencias y cambios culturales, recoger y participar distancia mental desde nuesgrabar (en cintas) historias, cuentos, mitos, tra propia cultura. Por eso, la observación leyendas, hacer censos o consultar los censos. participante no consiste simplemente en —La observación participante es el método trasladarse al lugar de la observación y utilizado en el proyecto “Detección de necesidades ver. Esta comienza mucho antes, con la objétales en actividades de terapia y rehabilitación formación del observador y la preparación en el Instituto de Ortopedia Infantil Roosevelt, y diseño de su investigación. Observar mediante la aplicación de un modelo de diseño cenimplica ir y venir desde nuestra cultura trado en el usuario” y para utilizarlo se han tenido (desde nuestra formación) a la del otro. en cuenta las siguientes consideraciones: —Como conclusión se puede decir que —Hay que ganarse la confianza mostrando un basto conocimiento y una asidua bússimpatía por la forma de vida del paciente. Después queda del entendimiento del usuario, es lo de haber logrado la empatía o identificación con que el diseñador necesita para desarrollar los pacientes, el investigador puede emplear sus mejores soluciones. propios sentidos y sentimientos como instrumentos que señalen qué rumbo tomar en las entrevistas, observaciones e hipótesis.
Juliette Arrieta, Cindy Guevara, Mario Muñoz
Nuevos usos, viejas funciones: recorriendo la ciudad de la mano de un MP4
Texto desarrollado en el marco de la asignatura de Teoría III, a cargo del profesor César Peña
de vida que edifican y fundamentan el sentir y el vivir la ciudad, revelándola como espacio emblemático y escenario por excelencia donde se desarrolla la modernidad. Somos testigos de una sociedad, movida por un deseo compulsivo de creación y perfeccionamiento de todo lo que la rodea a un ritmo acelerado, en el cual, la conciencia del tiempo, adquiere dominio y relevancia en el ser, quien tiene la necesidad de aprovecharlo al máximo y distribuirlo para el cumplimiento de diversos objetivos, como la búsqueda y acumulación pronta de capital para aumentar su capacidad adquisitiva de bienes y productos que facilitan y hacen más cómoda su vida. —Por otra parte, la reflexión de un objeto tan vigente en la vida cotidiana de las ciudades como lo es, el dispositivo portátil de reproducción de música MP4[1] ; nos ha llevado ha descubrir y a comprender los diversos procesos que se manifiestan en la actualidad, reflejados en los objetos y sus usos en la sociedad.
Un
carro de supermercado fue transformado en una cuna para bebe.
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IVÁN ANDRES PEDRAZA
(r. de ddta)
Pa r r a
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Los acontecimientos cotidianos relacionados con los objetos de uso de alta tecnología y su incidencia en los modos de comportamiento y aceptación en I m á g e n e s d e C ata l i n a sociedad, son las principales preocupaciones de estos estudiantes al abordar el tema de la ciudad, sus dinámicas, tiempos y En la actualidad, lo cotidiano se presenta con movimientos a partir del nuevas formas de comportamientos y estilos estudio de un MP4.
[1]Las siglas MP4, provienen de un formato de compresión de vídeo (MPEG) desarrollado por el Moving Pictures Experts Group.
señor hizo una pipa abriéndole un pequeño orificio por un lado a una tapa de botella, luego partió un esfero a la mitad y se lo adhirió calentándolo con fuego.
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CRISTIAN CASTELLANOS
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—Profundizar en lo anterior, permite desde un principio, formular las siguientes preguntas: ¿Qué fue realmente lo que quería la persona que concibió el MP4?, ¿Con que fin? Ciertamente estos cuestionamientos pueden conducirnos a identificar la filosofía moderna que impulsa el desarrollo de nuevos productos y el impacto que este nuevo objeto a tenido en el desarrollo de la vida de la sociedad.
Un
—El MP4 es un desarrollo tecnológico cuyas bondades le aportan al usuario tener a su disposición, desde el punto de vista funcional, lograr almacenar una buena cantidad de música y reproducirla eliminando la estructura física de un cassette, Cd´s y emisoras; incluso dispositivos reproductores de audio como Discmans o Grabadoras se convierten en objetos obsoletos, ya que, el MP4 posee un tamaño y peso reducido en comparación con los anteriores elementos facilitando su transporte; por otra parte, tiene una memoria de almacenamiento de gran capacidad permitiendo guardar en ella más de 50 temas musicales de la preferencia del usuario y todo lo anterior complementado con la función de reproducir video. Analizando el efecto que estas funciones producen en la persona, encontramos una justificación simbólica del objeto, pues éste se ha convertido en
—El contexto en el que se desarrolla el pensamiento occidental, marca una nueva pauta y significación de las cosas que en él existen. Parte de lo que ahora se concibe y la causa de tales afirmaciones se apoyan en lo que ha producido el avance tecnológico y científico en nuestras vidas, beneficiando al hombre, disponiendo para él mayores posibilidades y caminos por los cuales adquirir conocimiento, facilitando en gran medida sus actividades y deberes y aumentar el tiempo que dedica al ocio para utilizarlo de manera productiva. La productividad y efectividad de una persona, es muy importante hoy en día. El sentir del hombre moderno un producto que le permite al se caracteriza por el individualismo hombre rescatarse a si mismo y y la autosuficiencia, por la búsqueda reunirse con su yo interno, de una independencia que le permita aislándose por momentos moverse con seguridad en un sistema que le de lo que sucede a su alrededor para exige productividad acompañada de velocidad pesar en si. y eficiencia. Ya no prima únicamente el conocimiento acerca de gran cantidad de temas, sino que además, es clave la aplicación de tales saberes en el desarrollo de conceptos que entren a formar parte de la dinámica capitalista, de manera que su aplicación sea inmediata y se renueven las estrategias continuamente para lograr ser competitivos. La competitividad, en el capitalismo, es un aspecto que determina la velocidad en la modernidad, de hecho, es lo que asegura el progreso y la continua innovación en las diferentes áreas de una sociedad, pero además, es el catalizador que acelera los procesos y actividades en la misma.
—Cuando por medio del MP4, el usuario, logra extraerse del mundo habitado, se aparta también de la medida del tiempo a la cual está sometido constantemente y es sustituida por la velocidad y ritmo de la música. Se elimina todo tipo de presión y exigencia, debido a que en el momento de su uso, la información que llega de manera directa y en la que está concentrada toda la atención, es la que alberga el producto, que a su vez, es la única deseada por el usuario, pues él es quien decide lo allí contenido. Esto por supuesto, causa una disminución en los niveles de estrés al no estar en contacto con el entorno por algunos momentos. Tal es la razón para que en ocasiones el usuario genere cierta dependencia del elemento.
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pa l i l l o s
—El MP4 hace parte incluso, de la continuación y mejoramiento de otro objeto que planteó este nuevo cambio en el tema del almacenamiento, Semántica transporte y reproducción de del objeto música, que es el MP3. Aquel usuario que haya tenido contacto con este tipo de objeto, ya poseerá un conocimiento previo y posiblemente le será más sencillo manejar el nuevo y más evolucionado, es decir, aprende su uso por recordación o experiencia. Se dice que las personas que se encuentran inmersos en la moderna contemporaneidad, poseen mayores conocimientos e información en su mente que las personas de edad más avanzada. ¿Qué es lo que nos diferencia de una época a otra? Lo que sucede es que la información que poseemos, en su mayoría son saberes prácticos; en cuanto al saber científico, ya no hay la necesidad de conservarlo en la mente por la facilidad de poder acceder a este cada vez que lo necesitemos y esto marca una gran diferencia entre el pensar y sentir de una época a otra.
OBJETOS... mundos y sensaciones
... r e s u lta
d i fí ci l cr e e r co m o pu e d e n l l e g a r a v e r s e cua n d o s e lo g r a n d e s cu b r i r to d os s us á n g u los d e s d e u n a c á m a r a .
—La semántica del MP4 suele ser muy limpia, es decir, no tiene muchos indicadores o controles con los cuales los usuarios, en su mayoría jóvenes, se relacionan. Hace parte de la gran cantidad de objetos que se encuentran actualmente y para los cuales se necesita cierto conocimiento previo. Cualquier persona, en especial los adultos cuyos conocimientos pertenecen a las vivencias y experiencias de una generación en donde el ámbito tecnológico no estaba tan avanzado. La relación usuario-objeto se presentaba con relativa facilidad e incluso se podía entrar a interactuar directamente con el objeto sin siquiera haber visto el manual de instrucciones. Había cierta moral implícita en los objetos, que per-
La imagen en lo cotidiano
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—Es preciso aclarar que la imagen maneja muchas connotaciones de diversos ámbitos para el hombre y la sociedad, su estudio es tema de muchas discusiones y ha sido abordado por distintos teóricos del arte, del diseño, la comunicación y otras disciplinas. En este artículo no llevaremos el tema a tal nivel de profundidad, sin embargo no podíamos dejarlo a un lado de nuestro objeto de análisis. —Vivimos en una cultura que permanentemente incrementa la utilización de imágenes con distintos propósitos y efectos para mantener el interés de la sociedad. La imagen marca la pauta en la generación de estilos y modas, teniendo como principal objetivo la generación de identidades, las cuales son intensamente buscadas y asimiladas en nuestra cotidianeidad; por éste motivo el conocido ciudadano de la modernidad se encuentra en un dilema en el cual intenta lograr dos objetivos en su relación social con el entorno: lo primero que busca es la manera de encontrar una relación con el medio que lo rodea y de ser aceptado en el nicho social al cual pertenece y la segunda parte del dilema, consiste en cómo éste intenta evidenciar su individualidad, separándose del resto de su grupo social. Por lo tanto, el dilema radica en la manera como el sujeto moderno maneja su balanza para ser reconocido y buscar al mismo tiempo una manera de formar parte del total.
GERMAN RUGELES
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mitía acercase a su función sin intermediaciones. Hoy en día los diversos productos generan esa necesidad de entender ciertas cosas sobre ellos antes de comprenderlos empíricamente, sin embargo, esto no quiere decir, que sea estrictamente necesario este paso de revisar el manual antes; pero es importante retomar este ejemplo, porque los adultos logran hacer parte de esta interface tecnológica que envuelve la actualidad de esta forma. De hecho se podría decir que un niño posee más conocimientos, o mejor dicho, tiene a su disposición gran cantidad de información que puede ser más rápidamente asimilada en su mente, debido también a la juventud de su sistema nervioso.
en Neiva a un tanque de pintura partido por la mitad le pusieron una parrilla en la superficie y unas ruedas a los lados y quedó un asador rodante.
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—Con respecto a lo anterior, podemos observar la manera en que un objeto hecho para reproducir música, se convierte en un elemento diferenciador de lo que es un nicho o grupo social. Es decir, al adquirir el producto MP4, el sujeto no se beneficia únicamente de lo que éste le puede ofrecer a través de sus funciones principales (reproducir música y videos, guardar información, etc.), sino que además le permite apropiarse de la identidad y la imagen que posee, comenzando por el icono de la marca y por el mensaje utilizado para poder venderse y seducir al público. La persona entra a formar parte del grupo social que sigue el estilo o la moda que el objeto presenta. En éste punto, el dilema de lo cotidiano del sujeto es evidente en el logro de ser aceptado por un grupo específico de personas al poseer un MP4, y a su vez, encontrar algo con lo que se identifica y lo diferencia.
—El reproductor de música portátil, maneja tanto el aspecto musical como el aspecto visual, es un elemento de alta tecnología y calidad, al que la persona moderna accede al buscar elementos que destaquen su personalidad y mantengan su aceptación social y estatus. —A partir de todo lo anterior, podemos llegar a que todos los objetos que nos rodean, son mas que presencias físicas acompañantes de nuestra existencia, y medios por los cuales satisfacemos ciertas necesidades, sino que además conservan en su concepción un lenguaje que habla de un contexto, un momento de la vida en el mundo, reflejan nuevas maneras de pensar y presentan una transformación en las costumbres y los hábitos de las personas en lo cotidiano. —A partir del transcurso de ésta reflexión, reconocemos que el MP4 justifica y fundamenta los sucesos del entorno para el cual fue creado, que es la contemporaneidad, donde el progreso tecnológico permite la miniaturización de los objetos y el almacenamiento de gran cantidad de información. Es testilos objetos que nos rodean reflejan go silencioso de la crisis de un mundo nuevas maneras de pensar y acelerado y asfixiante que aporta una presentan una transformación en salida en la recuperación de la indilas costumbres y los hábitos de las vidualidad del ser y al mismo tiempo personas en lo cotidiano. conforma grupos en la sociedad. Por lo tanto los diseñadores Industriales en el momento de desarrollar un producto deben pensar en la comunicación de un mensaje, evocar significados que aporten conocimiento y abra espacios para el debate. —El objeto es forjador de cultura, representa emociones y vivencias de la sociedad, puede ser un medio que ayude a la construcción de una mejor calidad del mundo y a partir de su uso puede sugerir y rescatar la identidad moral y la naturaleza propia del ser humano.
Jaime Cerón Colectivo Bricolage
Bricolages residuos culturales, rastros urbanos y textos fotográficos Imágenes
de
C o l e c t i v o B r ic o l a g e
Bricollage, piensa, mira y valoriza los objetos “inventados” o diseñados por individuos en la ciudad, brinda la posibilidad de mostrar y resaltar su ingenio con objetos poco convencionales, que suplen ciertas necesidades en su quehacer diario partiendo del uso de herramientas inexistentes o inasequibles desarrolladas por ellos. (r. de ddta)
Don Darío
hace los organizadores de puntillas, clavos y tornillos, con los rollos de cinta ancha que se terminan poniendo una base de cartón a uno de los extremos.
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SANDRA
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Uno
Negociar con la realidad de “lo real” es una proeza que suele adquirir proporciones titánicas cuando sobreviene la precariedad económica. En este sentido, individuos, grupos humanos y comunidades enteras en el tercer mundo, ven abocada su supervivencia a la posibilidad de recurrir a estrategias primigenias de transformación de la materialidad de sus contextos inmediatos ante la ausencia de otros mecanismos o sistemas de transacción simbólica y económica. Estos sujetos están rescribiendo la propia génesis del pensamiento humano en relación con el universo concreto de su experiencia cultural que a diferencia de la de los pueblos primigenios, que hicieron el tránsito de la naturaleza a la cultura, está altamente saturada de representaciones.
—Nuestros antepasados más remotos, colonizaron su entorno natural, con proyecciones, saberes y destrezas que les permitían intervenir cada vez de forma más sofisticada en aquella realidad concreta que los precedía. Elaborar un hacha a partir de una tosca piedra, atada con un junco a un trozo de madera implica generar un instrumento inexistente hasta entonces, sin perder de vista su vínculo con aquello que ya existía. Muchas de esas actitudes persisten en nuestros ámbitos domésticos contemporáneos en donde permanentemente recurrimos a procedimientos intelectuales similares para resolver necesidades primarias. ¿Quién no ha tomado un refrescante vaso de jugo en un ex-frasco de mermelada? ¿Cuántas veces hemos colocado lápices o bolígrafos en tazas de café? ¿En que casa de familia no se guardan puntillas o clavos en antiguos envases de cremas o desodorantes? Los ejemplos posibles de estos procedimientos
son tan amplios y diversos que no tendría sentido intentar delimitarlos. Ellos sin embargo señalan hasta que punto estamos familiarizados con la paradoja de que todas las formas de invención, o todos los procesos creativos, se enuncian desde una intervención sobre situaciones dadas de antemano. Como solían decir los posmodernos: la originalidad no existe. —Esta forma de conciencia es muy cercana a la que tuvieron los artistas que dieron forma a la vanguardia histórica de comienzos del siglo XX en Europa, que necesitaron actuar sobre o contra un campo, que parecía estar estructurado de antemano, y que no era otra cosa que “la institución arte”. Estrategias formales como el collage, el readymade, o el ensamblaje en las primeras vanguardias, o el performance, la instalación, la fotografía y el video en las segundas, tendrían como denominador común su poder para intervenir sobre sistemas de valor preexistentes. Incluso, técnicamente hablando, todos esos procedimientos artísticos involucran la alteración de situaciones dadas de antemano por lo que nos hacen entender el punto hasta el cual las prácticas artísticas están más abocadas a la intervención sobre sistemas de signos preexistentes que a la creación propiamente dicha de nuevos signos. La palabra que el antropólogo francés Levi Strauss aportó para el análisis de este tipo de procesos intelectuales y principios comunicativos fue la de bricolage, que involucraba a la vez procedimientos materiales y conceptuales de resignificación y refuncionalización de toda suerte de hechos y artefactos.
las prácticas artísticas están más abocadas a la intervención sobre sistemas de signos preexistentes que a la creación propiamente dicha de nuevos signos
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—Como lo señala el mismo Strauss: .....lo propio del bricolage (...), consiste en elaborar conjuntos estructurados, no directamente con otros conjuntos estructurados, sino utilizando residuos y restos de acontecimientos; odds and ends, diría un inglés, o, en español, sobras y trozos, testigos fósiles de la historia de un individuo o de una sociedad. [1]
[1]Ver El pensamiento salvaje de Claude Levi Strauss, capítulo I, La ciencia de lo concreto. Fondo de Cultura Económica, Breviarios, México, 1964. 42- 43.
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—En la segunda mitad del siglo XX, estos procedimientos se fueron reubicando y replanteando en el arte producido en el contexto europeo, norte y sur americano, cuando se hizo imperativo un enlace con problemáticas sociales y culturales más amplias, poniendo a los artistas nuevamente en contraposición con los propios límites formales de sus prácticas. Los “nuevos” movimientos artísticos que surgieron en los sesenta y los setenta señalan la importancia de acciones que involucran la apropiación o la intervención en campos culturales externos al quehacer artístico como estrategia de trabajo. En ellos fueron características las posturas de señalamiento hacia problemas latentes en los campos sociales, o los de la sexualidad, así como también fueron constantes las incursiones en las formas de operación de los sistemas económicos que rodean o subyacen a las prácticas culturales e incluso las convenciones políticas que estructuran la experiencia subjetiva.
Dos
El nombre del colectivo Bricolaje, conformado por Pablo Adarme, Sandra Mayorga y Carolina Salazar alude a esa práctica cultural en dos niveles. Inicialmente, su tarea consiste en realizar expediciones por diferentes ámbitos de la ciudad, que tienen como fin analizar y documentar las ingeniosas y elocuentes soluciones que se abren paso dentro de la informalidad laboral que caracteriza nuestra economía.
—Bogotá parece emerger de un sin número de relatos soportados por discursos diversos e incluso antagónicos que se hacen visibles en las maneras de apropiación del espacio público. Estas “salidas”, emprendidas por nuestros vendedores ambulantes conjugan relatos entrecruzados de funciones actuales y pretéritas -de los objetos o materiales utilizados- que hacen visibles necesidades específicas. En este sentido es común para ellos “improvisar” la movilidad de sus puestos de servicio a través del ensamblaje de diferentes elementos provenientes en muchos casos de ambientes domésticos. El proyecto ha involucrado paulatinamente la revisión de otras prácticas culturales que amplifican las referencias y desexotizan sus potenciales actores sociales. — Una segunda tarea que lleva a cabo el colectivo Bricolaje, es la resignificación, o bricolización (si este término es permitido) de esos bricolages “originales” a través de la fotografía. Este proceso conduce un tipo de realidad socioeconómica y cultural marginalizada hacia el centro simbólico de otra realidad, hegemónica y formal, el campo del arte y sus instituciones. Por este motivo está lejos de cualquier forma de estetización metafórica y muy cerca de un señalamiento metonímico.
Dr. Fernando Martín Juez
Patrimonios
Publicado en: Patrimonios, Revista Cuicuilco Nueva Época, Escuela Nacional de Antropología e Historia, Vol. 11, número 30, México, (2004 ). (ISSN 1405-7778), Mayo de 2003 C ata l i n a Pa r r a
Los objetos que usamos, las cosas a las que damos nombre, las escalinatas o los puentes que cruzan nuestros pasos, nunca son los mismos; su historia de vida lleva la impronta de nuestra biografía, y con nosotros persiste la memoria del encuentro. Los objetos, como espejos de nuestras creencias, son un referente indispensable para ejercer el consenso y comprender, con él, el espacio y el tiempo que habitamos. Las cosas configuran escenografías imprescindibles para cultivar pautas y rituales distintivos, o transcurrir en lo cotidiano sin sobresaltos. El objeto reconstruye al contexto y a los personajes, y los personajes reconstruyen un sentido para el objeto: un bucle ordinario donde el azar y el ruido, el ejercicio de la voluntad, el poder o la norma, van dando forma a las dinámicas del cambio y la conservación. Las cosas, los objetos, cualesquiera que éstos sean, son prótesis útiles y son también metáforas que permiten reconocernos como parte de alguna comunidad y sus creencias compartidas (Martín, 2002).
—Al utilizar las cosas, al nombrarlas, les atribuimos un sentido: a veces sutil como un murmullo, en otras ocasiones fuerte y repleto de emociones; algunas veces personal, otras, colectivo. Los objetos son más que cosas útiles; son más que una plaza, un templo, un ideograma o una indumentaria que se usan. Las cosas se hacen solidarias con nuestra biografía, con nuestro buen o mal humor, con la esperanza y las desdichas. Los objetos de todos los días y de los días especiales hacen parte de un escenario donde cada cosa adquiere sentido en proximidad con la otra, y el conjunto provoca afecto o extrañeza según nuestro inventario de creencias y verosimilitudes (Kopytoff, 1991).
a los tarros de pantaloncillos pat primo, les abro huecos a las tapas, los lavo bien y los convierto en condimenteros.
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AMPARO CRUZ
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Imágenes
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—Las cosas que vemos, los objetos que utilizamos, el escenario en conjunto, es, en suma, una geometría peculiar que se despliega en el tiempo; un espacio organizado por pautas singulares: complexus[1] de re-presentaciones, tangibles e intangibles, bordadas con nuestros afectos. Este escenario y cada uno de los objetos que lo componen es un acervo de relatos; una agrupación de diseños que adquieren sentido de acuerdo a la lógica de nuestras percepciones circunscrita por nuestros paradigmas. Esas cosas provechosas para nosotros y quienes comparten habilidades similares para comprenderlas y destrezas comunes para utilizarlas, pueden convertirse en patrimonio. Porque eso suele ser el patrimonio: un objeto tangible lleno de relatos intangibles que estimamos; desde una ciudad o un paisaje hasta un guisado o un tocado de plumas, que apreciamos porque confiamos en los usos que facilitan y hacemos entrañables las ideas que nos evocan. Sin estima, sin aprecio, las cosas pueden sernos útiles y vincularnos con muchas ideas, pero no solemos considerarlas patrimonio[2]. —El patrimonio es una metáfora[3] entrañable: una idea trasladada a un objeto, a una práctica, a un vínculo, a un modo de hacer, que decidimos convertir en medio y depositario de creencias [1]Complexus: Complejo, procede del latín y significa “que abarca” (“yo abarco, abrazo”). Aquello que estimadas. Una obra arquitectónica, unido se ensambla junto, como en un tejido trama cualquier producción artística, un uteny urdimbre. [2]Por ello el objeto arqueológico o el tema histórico silio o indumentaria, una parcela para son tan complejos y delicada su interpretación, tan la producción o la conservación in situ difícilmente comprendidos a cabalidad por quienes no son diletantes o especialistas. Los objetos arcaide alguna especie biológica, las tradicos son, mayormente, objetos sin sujeto: diseñador y usuario ya no están aquí. El objeto en desuso ciones, los usos y costumbres, los temas ha perdido su carácter específico y no hay sujeto de conmemoración y celebración, una atribuible vivo; tampoco están las escenografías ni coreografías originales; las creencias se han perdido escalinata o un templo, la gastronomía, o el tiempo las ha desgastado, mezclado o diluido entre otras. Objeto tangible y relato intangible la poesía, la música, las representaciosuelen ser, tan sólo, re-presentaciones (a veces nes y manifestaciones tradicionales, la incapaces de conmovernos, y siempre difíciles de distinguir entre un patrimonio emergente o un lengua, los signos, los símbolos, los ritos, patrimonio con raigambre). Muchos propósitos los mitos, los dichos, las leyendas, la para los que el objeto fue diseñado y las metáforas que le fueron asignadas por los usuarios originales religiosidad popular, los deportes, los vapasan desapercibidos para nuestro sistema de habilidades y destrezas; suelen prestarse a interprelores asignados a los recursos disponibles taciones y usos distintos a lo prescrito en la función que se utilizan para la vida económica, y el sentido originales. Sin embargo, lo que sí puede haber es un nuevo contexto de significación etcétera, pueden todos ser patrimonio, apropiado a otras creencias y verosímiles —los nuestros—, donde las metáforas e incluso algunas porque más allá de su utilidad directa funciones readaptadas para el uso y el sentido y ordinaria son soportes de afecto y sirvan de recreación y estímulo a la imaginación. Una plaza, un templo, una ornamentación, un vestido vehículos de eventos extraordinarios. o una imagen, un utensilio de trabajo, un ritual o Algo que hablando de sí, nos habla tamuna narración pueden conmovernos por contener elementos que son familiares, que permiten la bién por otras cosas que consideramos interpretación analógica de su utilidad y, también, la evocación de alguna metáfora creíble. Podemos especiales.
...Porque eso suele ser el patrimonio: un objeto tangible lleno de relatos intangibles que estimamos; desde una ciudad o un paisaje hasta un guisado o un tocado de plumas...
evocar metáforas creíbles cuando éstas son parte de una tradición que pervive y comprendemos, o cuando a pesar del sincretismo y la sobreposición podemos reconocerlas o logramos reconstruirlas entre vestigios y testimonios diversos; sin embargo, siempre lo haremos integrándolas a nuestra propia mentalidad y contextos. A pesar de nuestra curiosidad, entusiasmo, apertura y disciplina, la interpretación (con la que nos apropiamos del objeto y el sujeto re-creados), cae inevitablemente dentro de una media ponderada por un sistema de certidumbres: el propio.
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una casa ubicada en el barrio Tabora hay unas canchas de tejo hechas a partir de guacales de frutas, y el material que reemplaza el barro es tierra mojada además los bocines son tubos de PVC.
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CAMILO MENDOZA
Patrimonios diversos
¿Cómo nos hicimos de esas cosas estimadas que consideramos un elemento de identidad, un acervo valioso o un bien? Repasemos una historia conocida: —Un rasgo en el género Homo: su capacidad para adaptarse a ecosistemas diversos y adaptarlos en su provecho, le permitió, aunado a cualidades singulares de sus especies, avanzar a través de la superficie del planeta clasificando, al compilar, toda clase de ideas y objetos que le parecieron útiles o interesantes. Curiosidad de mamífero que aprendió a coleccionar y atesorar la memoria en objetos, actividades y metáforas más allá de su cuerpo [4]. —En su andar, antes de fundar ciudades y diseñar confines, el género al que pertenecemos tuvo que atravesar entornos extraños ejerciendo destrezas y habilidades inusuales; allí confrontó hábitos, recuerdos, paradigmas y algunos cuantos objetos que formaban ya su patrimonio, con nuevos materiales y recursos probables, con los hallazgos que consideró ofrecerían continuidad a su existencia y satisfacciones. El colectivo, con su memoria compartida, y cada sujeto en él, con las singularidades de sus propias interpretaciones, pudo equiparar lo que conocía con lo nuevo; reconocer lo que parecía similar y lo que era diferente; comparar la colección de ideas y cosas que portaba con el inventario de cosas nuevas que encontraba. Una buena parte de
En
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—Una fábula puede describir nuestras aspiraciones, cierta vestimenta resolver nuestro deseo de distinción, una imagen expresar nuestro vínculo con lo divino; sin embargo, ni narración, ropa o imagen poseen más atributo que facilitar esos afectos; ninguna de ellas por sí misma es capaz de provocarnos emoción, elegancia o éxtasis; en el mejor de los casos, en tanto cosas útiles, nos proporcionarán entretenimiento, abrigo o cierta información. Es cuando a las cosas las hacemos portadoras de ciertas creencias que ellas expresan algo más de lo que propiamente son. No es la cosa, sino la metáfora adherida a ella la que nos conmueve. Una imagen o un templo, una prenda o el vestuario, una narración o un mito, son buenos para usar porque son buenos para pensar; inclusive, buenos para convertirse en algo estimado como heredad o acervo, como sustento de identidad, como un bien o un capital: valores diferentes que asignamos a lo que llamamos patrimonio, y que, ya veremos, no son lo mismo aunque cohabiten en nuestra percepción como asuntos entrañables.
lo reciente era readaptado al molde de percepciones, y usos conocidos; así, se re-diseñaron, sobre la base del mismo proyecto (aunque a veces con otros materiales) objetos y recursos consabidos; y en otros casos (los menos, aunque notables) se desarrollaron innovaciones. Poco a poco surgieron variedades de lo mismo y algunas novedades; aprendimos a distinguir formas, composición y efectos; creció el acervo de ideas sobre la naturaleza y nuestras relaciones, sobre el
[3]Metáfora procede del latín metaph˘ora; tomada del griego metaphorá, propiamente “traslado, transporte”, derivado de metaphérõ “yo transporto” (phérõ “yo llevo” y meta “más allá”) (Corominas, 1973). Consiste en vincular a cierto objeto, acción o relación, con ideas e imágenes cuyo significado, de acuerdo con la tradición, designa objetos, acciones o relaciones diferentes, pero que guarda un parecido o cierto paralelismo, según las experiencias que se tenga de ellos o de sus partes o manifestaciones. [4]Tenemos referencias de practicas muy antiguas en la creación de colección. En un yacimiento en Singi Talat, Rajastan (India) con una antigüedad de entre 150,000 a 200,000 años, “fueron encontrados seis cristales de una roca que no existe en la región y que, por tanto, se importaron como para constituir una pequeña colección” (Clottes, 1999: 63).
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uso y beneficio de las cosas; fue construyéndose en la memoria de la comunidad una cosmogonía, un grupo de narraciones, un conjunto de vínculos, a través de metáforas, entre las cosas y las actividades que se ajustaban mejor a la forma de vida y al ecosistema. Nos fuimos convirtiendo los miembros del género en extraordinarios taxónomos y expertos compiladores; en hábiles creadores de propósitos y obstinados constructores de ellos.
—Mucho tiempo el patrimonio fueron, mayormente, ideas: creencias sin necesidad de manifestación objetual (más allá de su presentación en el acto de convertirse en un remedio, una comida, una habitación, un objeto útil, un medio de producción, un relato, etcétera). Muchas eran las ideas y conocimientos que como patrimonio-acervo (saber, conocimiento) se conservaban exclusivamente en la memoria y los preceptos cotidianos de la comunidad;
los objetos eran solamente los suficientes para ejercer un uso conciente de su carácter práctico, de su eficiencia para retribuir un deseo.
Viajábamos ligeros: Podríamos representar ese largísimo periodo “como una era de las balsas, sobre las que pequeños grupos de hombres son arrastrados por la corriente a través de enormes espacios temporales” (Sloterdijk, 1994: 21). Así fuimos conservando, recreando muy poco a poco, según bien nos parecía, las cosas del mundo y nuestras relaciones con ellas; un par de millones de años de hominización y algunas decenas de miles de años de humanización dan cuenta de esta diversa y riquísima acumulación de los patrimonios de las comunidades (de los balseros) a través de mucha memoria y muy pocas cosas.
—Con el tiempo, lo que llevábamos adentro se hizo más y lo pusimos afuera: en más y más objetos, ornamentos, rituales y señales que nos recordarían prácticas y creencias, usos y costumbres. A ello colaboraron mejoras y mayores facilidades en la producción y los asentamientos permanentes en localidades. Fue así, tal vez sin querer, que congelando el tiempo a través de las cosas dejamos de ser trashumantes: grande era la carga ya y muchos los apegos para dejarlos atrás. La memoria fiel de las creencias sólo podía entonces garantizarla la presencia viva de las cosas. —El acervo de distinciones entre las cosas y entre nuestras relaciones, aquellos modos de comprender el mundo y conservar lo que garantizaba la pervivencia o nos provocaba la atención, el asombro y el placer, encontraron muchas vías tangibles para manifestarse. Además de la oralidad y la acción directa sobre los objetos, de los gestos e ideas compartidos, de la celebración de rituales o la preparación de platillos y medicamentos, las cosas en la mente, en la memoria de las comunidades, comenzaron a ser representadas en multitud de nuevos diseños, escenarios y coreografías; reseñadas en íconos e ideogramas capaces de trascender el diálogo entre generaciones contemporáneas. Con el consenso de la comunidad se sobrepusieron a las cosas —de acuerdo con el sistema de creencias compartidas— metáforas, alegorías y narraciones peculiares. Esto permitió a los objetos y los rituales cumplir la doble misión de ser útiles y permitir conservar (supusimos inalterable) la memoria colectiva de los vínculos y los eventos especiales, de las percepciones e ideas importantes relacionadas con los hechos cotidianos y los extraordinarios; creció así el patrimonio como forma de identidad.
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Juan Pablo tiene una batería de música, la cual genera sonidos tan fuertes que pueden molestar a los demás, entonces él, forró todo el cuarto con cartones de huevos, y así el ruido se aisló.
GABRIEL RUIZ
—Si el patrimonio-acervo nos dice qué es o qué hacer, el patrimonio-identidad nos dice qué es para nosotros y qué hacemos nosotros con ello. Cargados con esas metáforas los objetos y nuestras formas de relacionarnos serían 9 16 garantía de continuidad, modelos que sancionarían formas de trascendencia del vínculo entre nuestra gente, las cosas y la naturaleza. A la capacidad de persistencia de la memoria colectiva, cualquiera que sea el empeño, se sumó un repertorio extraordinario de sucedáneos tangibles, de re-presentaciones entrañables [5]. —No obstante, aunque nos empeñamos tenazmente en conservar, en establecer y definir, ocurre lo previsible: con el tiempo se nos suele perder el significado dado a las cosas. La metáfora, el sentido que estaba antes ahí representado, se desdibuja en la dinámica incierta que suele tomar la vida; cambian las opiniones, nuestras creencias y destrezas se hacen otras. Sincretismo, accidentes, novedades, imposiciones, reformas, sobreponen metáforas, y muchas otras se confunden entre el ruido. Pero los objetos permanecen ahí: en ruinas o en el desván se quedaron para ser reinterpretados y tal vez confundidos;
para ser revalorados y alimentar nuevos propósitos; para oficio para oficio de la historia y dignidad del pasado; o para darle validez a la consde la historia y trucción de credibilidad a través de discursos de factura y manipulación política dignidad del y religiosa. El patrimonio-identidad se convirtió, poco a poco, en un recurso pasado; más de la política.
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—Con la construcción de los Estados-Nación, en apenas los milenios más recientes y especialmente en los últimos siglos, las cosas cambiaron mucho más; mejor dicho, las cosas se multiplicaron mucho más abarrotando el mundo de usos y sentidos por triplicado. Una extraordinaria variedad de lo mismo, cargado de metáforas a veces muy contradictorias y otras veces obscuras, llenó los paisajes de las poblaciones. Ocurrió también que objetos en apariencia similares, equivalentes en sus propósitos y algunas de sus metáforas, tomaron entonces dos caminos muy diferentes: algunos fueron sobrestimados como mercancías muy valiosas (en ocasiones por el trabajo invertido en su creación, aunque generalmente a efecto de especular con ellas), otros siguieron la vía de lo ordinario al considerarse artísticamente inferiores o poco rentables a la luz de los dictados del comercio. Surgió la forma de patrimonio-capital, donde el objeto, uso o costumbre se hace entrañable por los beneficios (económicos y políticos) de su posesión o usufructo; donde las cosas y sus metáforas, lo tangible e intangible, adquieren significados adicionales como fuente de riquezas y de distinción personales.
[5]Hay que señalar al respecto que ciertamente la conservación de las cosas y el apego a ciertos fetiches han sido distintos para cada comunidad y particularmente diferentes de lo que son hoy entre nosotros. Entre algunos, hoy y antes, el olvido y el desapego ocupan una posición tan digna y privilegiada como el afecto y el recuerdo, mismos que nosotros hemos convertido en obsesión y padecimiento. Basta como ejemplo la pregunta recurrente de por qué o cómo es que fueron desatendidas ciertas tradiciones, edificaciones u obras de arte. La interrogante, entre nosotros, suele estar sesgada por un prejuicio que se plantea la dificultad de aceptar que un bien o una obra calificada como admirable (por nosotros) fuera así nada más abandonada; que se renunciara, “de la noche a la mañana”, a su persistencia como objeto o idea, en apariencia, tan funcionales y valiosos. Para los usuarios originales, probablemente, aquello perdió importancia práctica y sentidos; dejó de ser útil y sus metáforas pudieron ser desplazadas a otros objetos o relación. Para aquellos que se esforzaron tanto por crear, embellecer y conservar tal lugar u objeto no costó demasiado trabajo, en un acto de omisión voluntario, abandonar lo que dejó de serles bueno para usar, pensar y estimar.
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El patrimonio acervo —Hoy, lo que llamamos patrimonio (más aún, lo que la intuición y los sentimientos nos dicen que es patrimonio) habla de la coexistencia complementaria de varios niveles de realidad que cohabitan en la percepción de las cosas que estimamos[6]. —En un nivel de realidad las cosas son un saber estimado, consciente —un saber que sabe que sabe, autoreferente (Morin, 1988)—; un conocimiento que compila y clasifica, colecciona y distingue a efecto de conocer una mejor manera de hacer las cosas para aprehenderlas (concebirlas sin hacer juicio de ellas o sin afirmar ni negarlas) y asombrarse con lo diverso reconociendo mejores opciones. Éste es el patrimonioacervo, donde las cosas (quienquiera que las creara o descubriera, o dondequiera que se encuentren) se reconocen como herencia de lo humano y permiten evolucionar —biológica y culturalmente— al individuo más allá de la comunidad o la agrupación social a la que pertenece. Son un legado cuyo reconocimiento nos deja descubrir la riqueza de metáforas adheridas a las cosas, el sinnúmero de usos y sentidos que los objetos y el mundo pueden adquirir. Hablando por ellas, las cosas nos hablan de otras cosas y relaciones, de conexiones que otros han descubierto o imaginado, de estructuras abiertas y sistemas dinámicos donde son posibles nuevos vínculos, hipótesis y respuestas.
Cuando este patrimonio se utiliza como recurso político para la manipulación (por el Estado, una institución, un grupo académico, religioso, etcétera), se compartimenta y sesga, se empobrece y hace incomprensible para quien recibiéndolo como imposición no ve en él más que información sin conexión con su vida.
Mi
papá utiliza los directorios telefónicos para elevar el televisor de la mesa cuando quiere ver películas desde su cama.
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PABLO
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El patrimonio identidad
—En otro nivel de realidad (que comparte temas y distinciones con otros patrimonios), está el patrimonioidentidad. En él, las cosas son el soporte de metáforas que representan creencias entrañables con las que nos reconocemos como miembros de algunas comunidades. —Por comunidades me refiero a cualquiera de las muchas a las que pertenecemos cada uno: las que puntualiza una lengua, una religión, un grupo profesional, un territorio, una familia, una militancia, una práctica deportiva, una empresa, etcétera (cada uno de nosotros somos la suma de los personajes desiguales que pertenecemos a comunidades diversas). Un conjunto de creencias y prácticas define a cada una, y en cada una actuamos, aprendemos y opinamos sutil o notablemente diferente. Coherencias e incoherencias convergen y los intereses muchas veces se contraponen (de la inconciencia de ello o la pérdida de control emerge el bárbaro al que somos propensos; pero también, de su manejo creativo surge ese homo demens capaz de innovar y aportar atractivas ideas).
—El patrimonio como forma de identidad nos permite conocer los usos de las cosas y las costumbres, el sistema compartido de creencias que modelan lo cotidiano y califican lo extraordinario en cada comunidad (Martín, 2003). El patrimonio, así considerado, prescribe las formas de vida y aspiraciones que solamente nosotros podemos conservar y transformar. El patrimonio, aquí, es una metáfora que está entre nosotros: en la experiencia y la memoria colectivas; es decir, aunque se asigne a un objeto o habite en la mente de un sujeto, no es ahí donde actúa su sentido como patrimonio: la utilidad y los propósitos de las cosas y sus metáforas lo son cuando circulan entre nosotros y entre nosotros se viven y ejercen. El patrimonio como forma de identidad es el consenso de un colectivo; un colectivo que se comporta como un campo de vinculación (cfr. Martín 2002: 125-128). En
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estos campos de los consensos colectivos, el objeto o el sujeto pueden ser las fuentes, pero el campo, propiamente, lo podemos representar como una geometría peculiar (con sus vértices, superficies y limites) que se despliega durante un tiempo; un espacio (un escenario y coreografía característicos) organizado por pautas singulares donde las conductas surgen en los encuentros y resonancias de los consensos que recrean los miembros de la comunidad. Es ahí donde se pone en circulación la metáfora y en esas conductas donde reside su valoración (desigual y a veces en contrasentido como sus miembros e interrelaciones). Un ejemplo: yo puedo pensar que una fiesta (patronal, de familia o
[6]En la Complejidad y la Transdisciplina (que guían el desarrollo de este texto), y en las formas de episteme que nos invitan ellas a practicar, atendemos a los diversos niveles de realidad con los que percibimos el mundo desde las discordantes creencias de las comunidades a las que pertenecemos, desde las metodologías y modelos de las muchas disciplinas que concurren, y desde las percepciones singulares de los individuos —que se manifiestan a través de los distintos estados de conciencia que temporalmente nos ocupan. Esto nos permite comprender la coexistencia y complementariedad de paradigmas, reconocer cómo subsisten y dialogan los opuestos, lo que parece contrario y excluyente, aquello que emerge de la complejidad de procesos que cohabitan.
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un televisor antiguo construí un armario para la ropa, le saqué la pantalla y todo lo que tenía por dentro, le hice una puerta y le instalé unas tablas para los separadores.
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JOSE PARDO
conmemorativa de un personaje), o que una construcción (iglesia, plaza o campo deportivo), que una montaña, una planta, un pensamiento mismo, un objeto cualquiera, es representativo y apreciado por alguna comunidad a la que pertenezco; puedo así expresarlo y estar dispuesto a participar en el ritual y su reconocimiento; pero sin otros miembros de la comunidad que hagan lo propio, el sentido de la fiesta, la ceremonia, el valor asignado a la construcción, el paisaje o la idea no se realizan.
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Con
Sin el colectivo, reunido de alguna manera, la identidad no encuentra resonancia;
no están quienes pueden ser impelidos a ejercer el tema de afecto y reconocimiento. El patrimonio identidad sin los nosotros, es una quimera.
—Una variante del patrimonio como forma de identidad es nuestro propio repertorio de objetos personales y rituales privados entrañables; de esas cosas que conservamos, o añoramos, porque nos recuerdan quiénes fuimos, somos o deseamos ser. La nostalgia y la esperanza a través de ellos nos hacen sentir singulares (individuos), sabernos con algo más, a través del tiempo y la distancia, vinculados; darle al calendario y la agenda de nuestra vida fechas y señales especiales e íntimas. A diferencia del colectivo, donde el coloquio es necesario, aquí el soliloquio es suficiente. —En el patrimonio-identidad cuando los objetos y los rituales que representan las ideas entrañables son amenazados hay al menos dos opciones: en una, las metáforas suelen ser trasladadas a otros objetos y coreografías que disimulan el sentido (corriendo el riesgo de hacerse obscuras o con el tiempo desvanecerse); en la segunda, rituales y objetos concretos permanecen como una forma de resistencia que encara cualquier incomprensión e intolerancia; aquí el sentido original puede transformarse poco a poco bajo las influencias —si se trata de una resistencia que es incluyente y comprende la pertinencia de las aportaciones— o puede trascender si resiste lo suficiente hasta que desaparezcan las amenazas. —El patrimonio-identidad suele tener también dos manifestaciones extremas: una, cuando los usos y costumbres, las representaciones tangibles y las ideas han sufrido tantas transformaciones que finalmente se ha borrado el sentido original y se convierte la práctica y la creencia en una caricatura. Y otra, cuando los usos y costumbres se convierten en trinchera (no defensiva) y el etnocentrismo, el egocentrismo, o las muchas maneras de la xenofobia separan radicalmente al nosotros de los que consideramos los otros, los distintos. Es entonces cuando actuamos, por miedo o por ignorancia, con prepotencia y abuso sometiendo y humillando el patrimonio-identidad de los otros.
las tr a dicio ne s , los
—Una última y delicada consideración: todo patrimonio es legítimo en tanto una comunidad —o un individuo— así lo consideren. La sensibilidad a la belleza y los sentimientos humanos (como señalara Arnold Whitehead, 1965: 15) califican su calidad y validez ética. Cuántas veces encontramos usos y costumbres, objetos e ideas apreciadas por individuos y comunidades que representan opresión e intolerancia, abuso y dolor para lo humano y la naturaleza; cuántas veces más tendremos que oponerlos con ejemplos de tolerancia y sensibilidad, de resistencia y lucha.
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El patrimonio capital
osmem y co stu mb los temas deuscon rebra s,ció n, oración y cele
escalinata o ununa templ o, la ga str on ma
omía, la lapoesía, música,
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los signos, los mitos, los ri tos , las le y ens,d as,
e p o,rte lsosdidch os lo la religiosidad popular,
—Es importante tener presente el carácter especial del patrimonio-capital para diferenciarlo de aquellos otros bienes, llamados también patrimonios, que solamente aseguran por su posesión un recurso económico cuando haga falta. Éstos se obtienen y conservan como formas de reserva, de ahorro, de producción, de mantenimiento; son herramientas, utensilios, propiedades y artículos diversos adquiridos como retribución de un intercambio equitativo. Ellos conforman un inventario enorme de objetos que solemos aprovechar y apreciar, conservar y proteger; son cosas que, llegado el caso, sustituimos por equivalentes o a cambio de algo que nos parece más necesario. Su diferencia con los patrimonios a los que me he referido en este texto es que éstos se convierten en cosas imprescindibles (así pensamos), insustituibles, “necesarias” para ser quienes somos; cosas con las que establecemos vínculos temporales y significativos que las hacen parecer extraordinarias; y que en el caso del patrimonio-capital son, además, vehículo para la especulación como mercancías y prebendas del poder. —La capacidad de mutación de las cosas y las relaciones en ordinarias o extraordinarias, en entrañables o sin importancia, es cómplice que acompaña al patrimonio y las vicisitudes que ahora describiré: —Artefactos y rituales que parecen similares, decía párrafos arriba, tomaron caminos distintos con el aumento en el intercambio comercial, el potencial
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productivo y la acumulación de riqueza privada. Es interesante observar que la mayoría de las cosas y de las prácticas que se elaboran de manera preciosa, ardua, cuidadosa, a las que asignamos una estima alta en el intercambio, no son en función —en propósitos utilitarios— muy diferentes de aquellas otras similares consideradas artísticamente inferiores, de sencilla ejecución o poco rentables a la luz de los dictados comerciales; tampoco son muy diferentes las metáforas que sostienen. Si sus analogías no explican la predilección por unas u otras (partiendo, por supuesto, de que todas tengan calidad), lo que las hace distintas es esa otra metáfora peculiar que les adicionamos (con toda su carga de referentes) para hacerlas vías de la diferencia entre los que la poseen y quienes no.
—Al principio sólo unos cuantos se mostraron interesados en atesorar como patrimonio-capital las cosas, que no eran muchas. El peculio no establecía distinción notable entre los miembros del grupo (en extremo interdependientes); la distinción, para algunos, provenía de cierta ascendencia en la comunidad y el manejo (no necesariamente el control) del patrimonio acervo e identidad.
Cuando entré a la casa de Estrella, llamó mi atención, que
del techo de su cuarto colgaba una resistencia de estufa eléctrica conectada a un interruptor de luz. Al preguntarle por el objeto me contó que lo tenía para reemplazar la incubadora que le exigían los médicos en el hospital (con el fin de mantener estable la salud de su bebé); los mismos médicos que días atrás hubieran ido a su casa para comprobar y aprobar dicho método de calefacción.
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CAROLINA
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La mayoría de las cosas, tarde o temprano, se redistribuyen o colectivizan siendo accesibles para todos o las poseen algunos que,
sin ostentación grosera para los miembros del grupo, las usan como atavíos o parafernalia de eventos comunitarios y distinciones adquiridas por consenso. En una etapa posterior (y me refiero a una secuencia en que conviven etapas) surgieron las condiciones sociales para convertir la riqueza acumulada en capital de inversión; destinado no sólo a la producción de nuevas y múltiples variantes de las cosas, sino especialmente interesado en la apropiación de algunas calificadas como extraordinarias. Con el tiempo, el acopio, la propiedad o control de dichas cosas se convirtió en un comercio muy rentable de obras de arte, colecciones, bienes muebles, tierras y edificaciones, administración de conmemoraciones y rituales, que permitían al dueño distinguirse por encima de los demás controlando la producción, el comercio, y los criterios respecto a la valoración de las cosas, la naturaleza... y los hombres.
—Sin embargo, los bienes comenzaron a fluctuar cada vez más rápido (entre extraordinarios u ordinarios) según los dictados de los especuladores ávidos de obtener ganancias económicas y políticas rápidas. Desde hace tiempo es impredecible el calculo real de cuánto realmente valen las cosas y qué tiempo conservarán ese valor e importancia; por cuánto y por qué serán intercambiadas o substituidas; cuándo serán necesariamente retiradas de la circulación como mercancías, o cuándo dejaran de tener efecto como instrumentos de manipulación social. Dada la velocidad con la que mudan de mérito las cosas y somos atraídos por nuevas ofertas, los patrimonios-capitales difícilmente pueden seguir fincándose como capital que, además de distinguir a su propietario, garantice el poder y control a largo plazo.
Juan Camilo Caicedo
El patrimonio-capital deja de ser lo primero para convertirse, solamente, en capital financiero para la especulación, ahora, a través de objetos y relaciones virtuales. Los bienes tangibles no necesariamente representan mejor fianza que la posesión de bienes virtuales en la bolsa y el mercado de dinero. A salto de mata el capital financiero se desplaza por el mundo sin mayor deseo por la apropiación permanente de propiedades y menos aún por los rasgos de distinción que pudieran evocar. Estas propiedades, que ellos mismos se encargarán de evaluar según la conveniencia financiera, les son a mediano plazo un riesgo y un ancla que en su transnacionalidad es inconveniente. Los patrimonios acervo e identidad colectiva —por su importancia estratégica como un saber o por su arraigo como forma de pervivencia de la comunidad— aunque siempre fueron susceptibles a convertirse en mercancías, son hoy el nuevo negocio.
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—Sin embargo, hoy también estos patrimonios mudan de importancia y rentabilidad rápidamente por la exigencia de propuestas novedosas para el consumo, por la necesidad de conocimientos especializados que ofrezcan mayores ventajas en la competencia, o por el agotamiento como fórmulas de manipulación. Los ámbitos del conocimiento y las tradiciones, reconvertidos en temas atractivos para la especulación, son presionados a no perder sus características como patrimonios acervo o identidad, permitiendo, no obstante, suplantar sus propósitos y metáforas por usos y sentidos más rentables para el ejercicio financiero y político (inquietante paradoja). Lo que finalmente se ha logrado, es restar importancia a los conocimientos como acervo, y desgastar los usos y costumbres patrimoniales.
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Ddta eluso [7]Utilizo a continuación algunas ideas expresadas en el artículo: “Una nueva visión del patrimonio cultural” (Martín, 2001). [8]Cfr. Morin, 1996.
Cuando
remodelamos la entrada de mi casa hicimos una banca para el jardín utilizando un fragmento rectangular del muro que se tumbó como silla y tres ladrillos anchos como patas.
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MARTHA CORTAZAR
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¿Qué sigue?
—Por ahora, lo que llamamos patrimonio-acervo, -identidad, -capital (y variantes), con sus metáforas peculiares y dinámicas de intercambios de sentidos, con sus perspectivas distintas para valorar lo que apreciamos (reconociendo su mérito y poniéndole precios), y sus diferentes etapas de coevolución, coexisten en nuestras mentes como niveles de realidad complementarios: cada uno permitiendo al otro realizarse. Tal vez por ello es difícil diseñar un programa, una política que nos indique claramente qué es y qué hacer con el patrimonio. —Hay un camino simple y uno complejo para reconocer y determinar qué es, qué no es, y qué hacer hoy con el patrimonio[7]. El primero, el camino fácil, con predilección por lo tangible, eleva a la categoría de patrimonio todo aquel bien que alguna historia oficial o un compromiso político define como sustento necesario para mantener la credibilidad en su discurso y la continuidad de sus consensos. Es el que califica como un bien lo que está en vías de extinción —cuando los síntomas de la posible defunción están muy avanzados y las recomendaciones de los especialistas son ya exigencias—, y también a todo aquello que le parece “folklórico” (a pesar de las deformaciones y contrasentidos que existan con respecto a otras tradiciones y patrimonios).
—El primer camino, que se reduce a reglas de pensamiento simple[8] para determinar cuándo un bien debe ser valorado como patrimonio —cuándo es aceptable la inversión para reproducirlo, conservarlo, restaurarlo de ser necesario, protegerlo y divulgarlo—, suele excluir muchos temas en torno al patrimonio en cuestión, y suele terminar disgustando a las comunidades encargadas; que, cansadas de sostener entre pinzas la producción o la conservación, delegan a las veleidades de alguna institución la responsabilidad final de su destino. El patrimonio, así, termina siendo un asunto burocrático, o, en el mejor de los casos, un bien abandonado a la suerte de un grupo de diletantes. El patrimonio, sin el afecto, comprensión y ejercicio de las creencias que lo sostienen, deja de ser entrañable, circula como una mercancía cuya fetichización se desdibuja a fuerza de no decirnos ya nada.
Juan Camilo Caicedo
—El segundo camino atiende a la construcción de las creencias —aceptando las dinámicas y temporalidad de éstas, y sin perder de vista la tolerancia y la inclusión—, y se ejerce a través del trabajo transdisciplinario y el pensamiento complejo (Morin, 2001). Es un camino para conceder dignidad a las cosas de la naturaleza y a las creaciones de las comunidades, sin perder de vista la perspicacia necesaria para modificar el camino, los paradigmas y la moral que lo sostienen. Su dificultad reside en descubrir y valorar las muchas variables que definen los componentes tangibles e intangibles de un bien. Su gracia reside en la riqueza que se deriva de la colección de opiniones de las comunidades, en la comprensión de las conexiones sutiles entre objetos e ideas, en el esfuerzo por conciliar deseos y necesidades diversas, en el uso de tecnologías para el rescate y la divulgación que no contrapongan intereses diferentes, y, sobre todo, en su práctica democrática e incluyente —preocupada por involucrar, más y más, a la comunidad a la que le concierne la creencia y disposición hacia el patrimonio en cuestión; permitiendo a los individuos y las comunidades ser los agentes morales de la gestión, no ya a los Estados (propensos al paternalismo), ni a los capitales financieros (propensos a la especulación), ni a los individuos sin escrúpulos que están lejos de dar dignidad a lo que manipulan como un discurso útil (y fugaz) o un negocio rentable (de provecho para muy pocos).
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Ddta eluso
—El patrimonio —como un conjunto de creencias y pautas de predilección por ideas y formas de vida que se atribuyen (temporalmente) a un objeto y a una relación—, es más que el objeto y su utilidad, más que un buen propósito o un escenario de propaganda, algo más que motivo de jactancia y veneración por lo extinto; es, generalmente, la vía de reflexión sobre nosotros y lo diverso (es conocimiento e historia); el contexto donde ejercer habilidades y destrezas entrañables que estimulan la creatividad; una forma de vida (ética) que se confronta con otras elecciones y puede aspirar, así, a rescatar lo mejor de todas.
autores Miguel Angel Bello
Juliette Arrieta
Egresado de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
Estudiante de 4 semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
William Vasquez
Cindy Guevara
Profesor asociado de la Escuela de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
Estudiante de 4 semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
Leandro Muñoz
Mario Muñoz
Estudiante de 10 semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
Estudiante de 4 semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
Ricardo Rivadeneira
Colectivo Bricollage
mabv_design@yahoo.com
wvasquezr@unal.edu.co
leamucho@gmail.com
rgrivadeneirav@gmail.com
Profesor Instituto de Investigaciones Estéticas, Universidad Nacional de Colombia.
Armando Silva
ciudadimaginada@yahoo.com
Autor invitado. Doctor en literatura comparada de la universidad de California. Investigador Emérito de la universidad Nacional de Colombia.
Cristian Camilo Sabogal ccsabogals@unal.edu.co
Estudiante de 9 semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
Juan Francisco Rodríguez Zambrano gjuanas@gmail.com
Semillero de investigación “Prever” Grupo de investigación “Taller XI” Universidad Pedagógica y Tecnología de Colombia UPTC.
jarrietab@unal.edu.co
clguevarao@unal.edu.co
memunoza@unal.edu.coo
bricollage@gmail.com/pabloadarme@gmail.com
Sandra Mayorga - Carolina Salazar Pablo Adarme - Egresados de la facultad de Artes Plásticas de la Universidad Jorge Tadeo Lozano.
Fernando Martin Juez Autor invitado. Diseñador y Antropologo. Profesor de la Universidad Nacional Autonoma de Mexico.
Juan Camilo Caicedo
juanpower89@hotmail.com
Estudiante de 6 semestre de Diseño Industrial de la Universidad Nacional de Colombia.
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