Cuenca paso a paso

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Primera edición: enero de 2016 © Cuenca, paso a paso GAD MUNICIPAL, 2016 GAD MUNICIPAL Presidente Córdova y Luis Cordero Concepto, investigación, redacción y fotografía: Juan Carlos “Tuga” Astudillo S. Dirección de Arte: Pablo Ramos B. Diseño y diagramación: Bernardo Zamora Arízaga. Cuenca, 2016






Cuando los artistas pretenden sistematizar las diversas manifestaciones y expresiones materiales e inmateriales de los que somos y hacemos los cuencanos, sin dejar de lado el sentido prospectivo de lo histórico, frecuentemente recurren a variados conceptos y técnicas, a fin de producir armoniosos y estéticos registros de la cultura de Cuenca y los cuencanos, en el mundo de su cotidianidad, en una red de relaciones socio culturales cada vez más diversa, compleja y global. La fotografía siempre ha sido una interesante propuesta artísticoconceptual para recuperar con sentido estético, la cultura e historia de pueblos, civilizaciones y ciudades. Su capacidad para reunir en un solo documento fotográfico diversidad e identidad cultural, es realmente interesante. “Paso a Paso” es una muestra fotográfica, adecuadamente seleccionada e integrada bajo los principios de complementariedad holística, que ofrece a cuencanos y a los visitantes, una visión contemporánea acerca de los que somos y hacemos; integrando con sutil armoniosidad: historia y naturaleza; arquitectura, cultura y religión; producción y artesanías; gastronomía y gustos alimenticios; y, las formas actuales de lo nuestro. “Paso a paso” es un retrato vivo que integra 188 imágenes que desde la primera página nos invita a involucrarnos en una exquisita aventura para conocer a Cuenca-Ecuador, una de las ciudades más hermosas del mundo. Marcelo Cabrera Palacios Alcalde de Cuenca





El valle grande como el cielo Desde hace miles de años, la geografía sobre la cual se asienta esta ciudad andina y universal, ha sido re-conocida por su hermosura, su generosidad y esa magia que la rodea, haciendo de ella un verdadero paraíso para vivir, visitar y admirar. Así, la otrora Guapondelig Cañari, sobre la cual se levantaría la segunda capital de uno de los imperios más grandes que ha conocido la humanidad, la Tumaipamba del Tawantinsuyo Inca y nuestra actual Santa Ana de los Ríos de Cuenca, con su traza y herencia española-europea, construyen la historia que hace de esta ciudad un Patrimonio Cultural de la Humanidad. Naturaleza y paisajismo que pasman por su


belleza; un mestizaje milenario que expone lo mejor de las tres culturas que han habitado estas tierras expuesto en las tradiciones arquitectónica, gastronómica, artesanal y artística, que destacan por su variedad y calidad; la amabilidad de su gente y los servicios de primer orden que ofrece en cuanto urbe cosmopolita, son los elementos que hacen de esta “pequeña” ciudad, con aires de metrópoli, una joya para el mundo. Damos inicio a este recorrido, Paso a Paso, develando las bases que sustentan a Cuenca, en uno de los museos de sitio más importantes del Ecuador y del sur de este continente: el Museo Pumapungo, del Ministerio de Cultura y Patrimonio. El Parque Ancestral Pumapungo, parte del Museo y emplazado al margen del río Tomebamba, con una vista que domina gran parte del valle que enamoró a Túpac Yupanqui y en el cual nacería Huayna - Capac, último gran monarca del Incario, nos invita a comprender la cosmovisión andina: el Qoricancha y sus ceques (líneas imaginarias con las que los Amautas unían el cielo y

las montañas que rodean al valle y en donde se han descubierto entierros con una disposición astro-arqueológica precisa); la Gran Cancha; los Muros; los Acueductos y la Cruz del Sur; la Chacra (con cerca de 300 especies endémicas) y el Centro de Rescate de Avifauna (con más de 200 especies); así como el Túnel que, en la mitad de la loma en la que se asienta, comunica los tres mundos del pensamiento andino: el Ucu, el Hanan y el Kay Pacha; son parte del atractivo de este tesoro milenario, auténtico oasis en media ciudad. El Museo Pumapungo cuenta –además- con salas de exhibición permanente que ilustran la historia del Ecuador, tanto en su arqueología, etnografía y arte religioso. Es importante destacar la importancia de Pumapungo en el horizonte actual de una ciudad eminentemente artística ya que, al contar con salas itinerantes para exposición de creadores locales, nacionales e internacionales y un auditorio con tecnología de punta, en donde se llevan a cabo conciertos, recitales y teatro pe-


riódicamente; se ha convertido en un punto de encuentro e inflexión, merced al arte y lo que aquello propone para la sociedad.

hectáreas de pajonal, bosque húmedo montano, “árboles de papel” y una gran cantidad de biodiversidad.

Regresando al Qoricancha y su “ceques” es importante observar, como dijimos líneas atrás, la geografía sagrada andina que se dibuja al margen del río tutelar de la ciudad de los 4 ríos: el Tomebamba, cuyas aguas cristalinas descienden desde los páramos sagrados de uno de los lugares más hermosos del planeta: el Parque Nacional Cajas; vasto pajonal con cerca de 800 lagunas en el complejo ecosistema del páramo.

En esta escenografía de montañas, humedales y lagunas que lo exponen como el lugar con mayor humedad en el mundo, el Cajas es conocido a nivel local, nacional y mundial, por las expediciones y largas caminatas que se pueden realizar en su área, con la posibilidad de observar flora y fauna además de utilizar rutas ancestrales como el Camino de García Moreno y el célebre Camino Inca, otro Patrimonio Cultural Mundial que ostenta el país; y más actividades como camping, bird watching, escalada en roca y, en sus áreas de influencia, canyoning.

Parque Nacional Cajas El Parque Nacional Cajas, a 30 minutos de Cuenca, es el área Núcleo de la Reserva de Biosfera Macizo del Cajas, declarada en el 2014 por la UNESCO y es, en cuanto Parque Nacional, un Humedal de Importancia Internacional RAMSAR (2000), además de un sitio IBA por su gran biodiversidad en aves y, sobre todo, uno de los lugares de mayor belleza paisajística y natural del Ecuador y el mundo, por sus casi 30 mil


FotografIas 05. Las cúpulas de la Catedral de la Inmaculada Concepción, en el corazón de la ciudad y la vida nocturna de una urbe que, simplemente, lo tiene todo. 17: Panorámica del Museo Pumapungo, en los límites del centro histórico. 19 La “chacra andina”: reproducción de cerca de 300 plantas endémicas de los andes ecuatorianos. 21: Parte del Fondo Arqueológico del Museo Pumapungo, del Ministerio de Cultura y Patrimonio, con más de 10000 piezas inventariadas de las culturas pre-hispánicas del Ecuador. 22: Botella silbato de la cultura Jama Coaque. 23: Botella con representación zoomorfa de la cultura Chorrera. 25: El antiguo colegio Borja junto a la entrada al Qoricancha, corazón de la antigua capital inca de Tomebamba. 26: Graderíos de acceso al Qoricancha. 27: Centros de Información en el sendero auto-guiado del Parque Ancestral Pumapungo. 29: Muros, graderíos y paredes con piedras de canto rodado y piedra labrada. 31: Turistas dirigiéndose al Centro de Rescate de Avifauna (más de 200 aves); la laguna sagrada de Tiksi Wiraqucha; y la ciudad moderna, pasando el río Tomebamba. 33: La laguna sagrada de Tiksi Wiracocha y la terracería del Parque Ancestral Pumapungo. 35: La Cruz Andina y los Canales de Riego prehispánicos. 37: Terracería y senderos en el Parque Ancestral Pumapungo. 39: El moderno edificio del Ministerio de Cultura y Patrimonio, junto a los vestigios arqueológicos de Pumapungo. Orillas del río Tomebamba. 41:


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Orillas del río Yanuncay. Orillas del río Tarqui. Orillas del río Machángara. La interminable extensión del pajonal, a las 45000 msnm, en el Parque Nacional Cajas. Laguna Luspa y pajonal. Laguna Marmolocha y el cerro Avilahuaico al fondo. El cerro Taquiurco y la carretera que atraviesa el Parque, en dirección a la costa. Paisaje de pajonal, roca y nubes. Aves del páramo: xenodacnis parina. Vegetación de páramo: arquitectas y valeriana rígida. Laguna Llaviuco. Neblina y sol al amanecer. Las altas cumbres del pajonal. El Cerro Amarillo. Escalada en roca en las inmediaciones del Parque Nacional Cajas. Treking en el Parque Nacional Cajas. Canioning, en las inmediaciones del Parque Nacional Cajas. Una de las más de 200 geo-formas en el Parque Nacional Cajas: la Virgen del Cajas. Laguna Taquiurco, al amanecer. Laguna Billete.



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Arquitectura, cultura y religiOn Cuenca es una ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad, desde 1999; y lo que esto significa es que la UNESCO reconoció que en Cuenca se imbrican, con singular armonía, su historia milenaria, su arquitectura de corte colonial y republicana con influencia francesa, contemporánea y, claro, su gente amable y ese aire de comarca cosmopolita en donde se hermanan la tradición y las influencias globales en un impar espacio de barroquismo armónico. Historia, arquitectura, naturaleza y espiritualidad en una ciudad que resume aquello que hace de latinoamérica una cultura que se ofrece al mundo, a partir de la sinergia y


esa habilidad para aprovechar las influencias de lo que viene de fuera y lo que nos pertenece, desde siempre, en una nueva manera de ver el universo e interactuar con él. Pero es importante, para comprender la profundidad de una ciudad milenaria, hacer un breve recorrido histórico de cómo se ha ido conformando la urbe que hoy nos enamora y que se levanta sobre el emplazamiento cañari de Guapondelig (el valle grande como el cielo) y la posterior capital Inca Tumipamba (el valle de los cuchillos) para, tras la Conquista, re-crearse como ciudad mestizo-española en 1557: Santa Ana de los Cuatro Ríos de Cuenca. La historia nos muestra cómo la ordenación urbanística que se utilizó para las tierras americanas (tras la Conquista) respondieron al “sueño” occidental del orden que se manifiesta en el damero como base y las cuadrículas, en forma de malla, con las que se planificaría la expansión de las futuras urbes del “nuevo mundo”.

Nuestra ciudad manifiesta lo dicho por lo que, al centro de la cuadrícula, se ubica el Parque Calderón y, a su alrededor, se organizaron los poderes administrativos, religiosos, represivos o de justicia, dejando a los márgenes la arquitectura más simple y a las clases sociales destinadas a ellas. Esto se manifiesta, aún, en los diferentes tipos de construcción del Centro Histórico, con grandes edificaciones en las inmediaciones del Parque Calderón y, hacia las afueras, las pequeñas casas que, hoy por hoy, encantan por su humilde hermosura. Es indispensable resaltar que, durante los aproximadamente 3 siglos de dominio español, la evangelización que propuso el poder aliado a la iglesia Católica instalaría una impresionante arquitectura religiosa expresada en un rosario de catedrales, templos y conventos y una serie de futuras tradiciones que hoy por hoy hacen de Cuenca una ciudad única a nivel mundial, como el Corpus Cristi (que “coincide” en su fecha de celebración con el Inti Raymi)


y “otros ceremoniales folklóricos como el Pase del Niño (ritual religioso popular más importante del Ecuador); los nacimientos, la Semana Santa; los santorales con padrinazgos y priostazgos”, etc. (Guía de Arquitectura Cuenca, 2007; p 26). La ciudad colonial marcó sus límites con la colocación de hitos en sus cuatro puntos cardinales; las cuatro esquinas de la urbe en aquél entonces, en donde una cruz anuncia la entrada-salida a un asentamiento católico-cristiano. Aún hoy encontramos esos hitos en “la Cruz del Vado”, “Todos los Santos”, “el Vergel” y “las 5 esquinas”. Esta especial ciudad andina, sin embargo, siempre tuvo sueños de metrópoli, por lo que, tras la bonanza económica alcanzada en la segunda mitad del silgo XIX, las pequeñas casas coloniales construidas de adobe, bahareque y paja son sustituidas por grandes palacetes y villas de fachadas afrancesadas con ventanas y balcones de hierro forjado y, para los interiores, pla-

cas de latón importadas de Inglaterra y de Francia, manteniendo, casa adentro, la distribución espacial de patio, traspatio y huerta, en la mayoría de los casos, lo que le da un toque muy personal a la ciudad. El posterior desarrollo y el crecimiento urbano dan cuenta de lo que hoy es este Patrimonio Cultural del mundo: un “valle grande como el cielo” irrigado por cuatro ríos, dueño de una arquitectura que ha sobrevivido los embates de la modernidad, en su casco histórico y que ha sabido incluirlos con gran elegancia y maestría en las zonas modernas.


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Panorámica de la ciudad desde el mirador de Turi, con la iglesia de la parroquia en primer plano, la entrada al Parque Nacional Cajas al fondo y la línea de los ríos Tarqui, Yanuncay y Tomebamba cruzando el valle. Fachada con influencia francesa (Benigno Malo y Bolívar). Grafitis e iglesia de Todos los Santos (Calle Larga y Bajada de Todos Santos). Detalle de casa junto al Puente Roto. (Bajada de Todos los Santos y Paseo 3 de Noviembre). Interiores de la iglesia de Santo Domingo (Gran Colombia y Padre Aguirre). Feligreses en la iglesia del Carmen de la Asunción (Mariscal Sucre y Padre Aguirre) Panorámica de la iglesia de Santo Domingo y la teja característica de la arquitectura cuencana. Al fondo, el cerro sagrado Guagualshumi. Detalle del Parque Calderón, con los pinos araucarios sembrados en 1875, por Luis Cordero. (Simón Bolívar, Mariscal Sucre, Benigno Malo y Luis Cordero). Amanecer en el Parque Calderón. Panorámica de la Catedral de la Inmaculada Concepción, ícono cuencano. (Benigno Malo y Mariscal Sucre) Bajada del Padrón. Capilla del Corazón de María, Convento del Buen Pastor y la renovada Casa de la Provincia, edificio en donde funcionan las oficinas de la Prefectura del Azuay (Mariano Cueva y Simón Bolívar). Subida del Vado y casas monumentales de la calle La Condamine. La Catedral del Sagrario, conocida como Catedral Vieja, una de las edificaciones más antiguas de la ciudad y, en la actualidad, funciona como Museo de Arte Religioso. (Mariscal Sucre y Luis Cordero). Detalles de balcones en la calle Simón Bolívar. La calle Rafael María Arízaga, uno de los límites del centro histórico de la ciudad. Vista desde las cúpulas de la Catedral de la Inmaculada Concepción. Las Escalinatas, en días festivos de la ciudad (Calle Larga y Hermano Miguel).


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Soportal del edificio del Orfanatorio Antonio Valdivieso (Padre Aguirre y Juan Jaramillo). Vista lateral de la iglesia y Complejo Patrimonial Todosantos (Bajada de Todos Santos y Calle Larga). Detalle de las cúpulas del Santo Cenáculo y, al fondo, la Catedral Nueva. La Casa de los Arcos, una de las más representativas del tradicional Barranco (Calle Tarqui y Subida del Vado) Casona de arquitectura con influencia neoclásica (Padre Aguirre y Presidente Córdova). Fachada de la Corte Provincial de Justicia (Mariscal Sucre y Luis Cordero). Golosinas cuencanas: la espumilla en barquillo. El Museo de Arte Moderno, antigua Casa de la Temperancia (Mariscal Sucre y Calle de San Sebastián). La Galería Larrazábal (Calle de San Sebastián y Mariscal Sucre). La restaurada casa Moscoso Ferrando (Simón Bolívar y Tarqui). Detalle del órgano de la Catedral Vieja, construido en 1739. La Plazoleta de las Flores (Mariscal Sucre y Padre Aguirre). Portal de la Catedral de la Inmaculada Concepción (Benigno Malo y Mariscal Sucre). Detalle del restaurado edificio con elementos del Neoclasicismo y Art Decó (Padre Aguirre y Mariscal Sucre). Antiguo Hotel Patria, el primer hotel de la ciudad (Luis Cordero y Gran Colombia) Detalles del antiguo Hotel Patria. la Plaza Cívica 9 de Octubre (Mariscal Lamar y Mariano Cueva). Esculturas de tamaño real, en los interiores del Museo de Arte Religioso Catedral Vieja. Detalle del púlpito de madera de estilo barroco local, del Museo de Arte Religioso Catedral Vieja. Interiores del Museo de las Conceptas, edificación colonial de la ciudad. Turistas en el Museo de las Conceptas. (Hermano Miguel y Juan Jaramillo).


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La plaza de las Flores y la Iglesia del Carmen de la Asunción. (Padre Aguirre y Mariscal Sucre). Fachada de influencia francesa (General Torres y Simón Bolívar). Fachada del edificio con elementos del Neoclasicismo y el Art Decó (Padre Aguirre y Mariscal Sucre). Detalles de teja y texturas del Orfanatorio Antonio Valdivieso (Juan Jaramillo y Padre Aguirre). Detalles de balcones y teja en la calle Juan Montalvo. Iglesia de San Alfonso o Basílica del Perpetuo Socorro (Simón Bolívar y Antonio Borrero). La Alcaldía de Cuenca (Simón Bolívar y Antonio Borrero). Plazoleta de Miguel León o San Sebastián (Mariscal Sucre y Coronel Talbot). Las dos catedrales en la plaza central (Mariscal Sucre y Luis Cordero). El Museo Municipal Remigio Crespo Toral (Calle Larga y Presidente Borrero). Detalles de pilastras en la arquitectura del centro histórico. Balcón que divide una propiedad. El popular juego del trompo. Una ciudad de profunda fe. Edificio del colegio Benigno Malo (Av. Fray Vicente Solano 2-58). Interior de la Iglesia de Santo Domingo. (Gran Colombia y Padre Aguirre). La restaurada Escuela Central la Inmaculada (Benigno Malo y Gran Colombia). Iglesia de San Francisco (Presidente Córdova y Padre Aguirre).


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Detalle del Monasterio de las Conceptas (Presidente Borrero y Juan Jaramillo). La Plazoleta y Cruz del Vado, uno de los límites antiguos de la ciudad (La Condamine y Juan Montalvo). El monasterio de Nuestra Señora de la Concepción (Presidente Córdova y Antonio Borrero). Chola cuencana en un negocio de sombreros. La popular subida del Vado. La amable sonrisa de la mujer cuencana. Detalle posterior de la Catedral de la Inmaculada Concepción (Padre Aguirre y Mariscal Sucre). La característica teja del centro histórico con la cúpula de Todos Santos al fondo. La iglesia de la Virgen de Bronce (Av. Solano y Av. Diez de Agosto). Detalle de la calle Bolívar.



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ArtesanIas La tradición artesanal en Cuenca es una constante que se puede evidenciar con tan solo caminarla: una admirable diversidad de artesanías engalanan sus calles y a su gente con una dinámica, originalidad y belleza, que le han ganado prestigio y admiración a nivel nacional e internacional. Desde los inicios de nuestra historia hasta nuestra contemporaneidad encontramos testimonios de la producción de objetos utilitarios y suntuarios hechos a mano y con técnicas ancestrales, en algunos casos, híbridas en otros, producto de la sinergia cultural que produjo el encuentro y simbiosis que significaron la conquista, la colonización y la vorágine de la globalización.


Pero la tradición artesanal (y la identidad que la misma significa) de los pueblos primigenios de este valle sobrevive, está presente e identifica a nuestra ciudad, como en el caso de la cerámica, heredera de las culturas Cañari e Inca, por ejemplificar. Sin embargo, es en los siglos XIX y XX cuando el trabajo artesanal cobra singular importancia para el desarrollo socio-económico de la cuencanidad, con la exportación de la cascarilla y sombreros de paja toquilla, en aquello que conocemos como el boom económico de este tesoro andino con reflejos universales. Son muchas las expresiones que la producción artesanal ha encontrado entre los cuencanos para desarrollarse y dar cuerpo a lo que Claudio Malo llama “expresión estética popular de Cuenca”: arquitectura popular, joyería, cerámica, marmolería, bordado, mueblería, pintura popular, hojalatería, paja toquilla, pirotecnia, hierro forjado, cantería, juguetería, cestería, tala-

bartería, instrumentos musicales y, en fin, un mosaico de expresiones que grafican la creatividad que este valle y su historia han impreso en sus habitantes. Consideramos a seis de ellas, en este breve recorrido, para tratarlas fotográficamente, sobre todo, por su representatividad y presencia actual: El Sombrero de Paja Toquilla, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Cultural de la Humanidad, abre este espacio debido a que Cuenca y sus toquilleras han aportado como un eje central para que esta actividad se constituya en un referente no solo cultural, sino, incluso, comercial para la ciudad, la región y el país. Así mismo, es muy importante, para la construcción social del cuencano, la producción de cerámica; herencia milenaria que continúa expresándose con la excelencia de los nuevos artesanos, artistas, diseñadores e industriales.


Hace ya miles de lunas que el habitante de Abya Yala fundió metales preciosos y elaboró ornamentos para ofrendar, para alegrar, para engalanar su cosmovisión; la joyería cuencana actual se nutre, fundamentalmente, de la sabia ancestral de estos milenarios artífices. Las cruces que encumbran las casas en la ciudad y sus alrededores, tradición andina que se enriquece merced a los excelentes artesanos que trabajan el hierro forjado y que lo transforman en un sin número de elementos utilitarios y decorativos (chapas y tiraderas para puertas y portones, rosetones, lanzas, lámparas, herraduras, y más) es otro de los elementos que nos convocan en estas líneas y las fotografías que las siguen. También, las hermosas y utilitarias artesanías tejidas de fibras vegetales en los alrededores de la urbe, de diseños y colores que hablan de la alegría y exuberancia de estas tierras: cestos, canastos, pañaleras,

pantallas, sopladores, “moisés”, sonajeros, paneras, petacas y más, que marcan una forma de ver y hacer en esta ciudad que se niega a dejar atrás su identidad a través de la cestería. Otro de los íconos culturales de este paraíso andino y que se re-conoce en la Chola Cuencana, en su singular y elegante vestimenta que muestra el altísimo gusto estético y bien logrado diseño en el filo de su pollera, que hace de esta prenda un sello de identidad de la nueva ciudad enraizada y apropiada de su pasado y del bordado: artesanía cuencana sin parangón.


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Detalle sobre el tejido de los sombreros de paja toquilla. Venta típica de paja toquilla en el parque María Auxiliadora (Vega Muñoz y Padre Aguirre). Tejido tradicional de sombreros en las parroquias rurales del cantón. La chola cuencana tejiendo el sombrero de paja toquilla (Museo Homero Ortega). Colores y diseños para los sombreros de paja toquilla. El mundialmente reconocido sombrero de paja toquilla, terminado. El Museo del Sombrero Paredes-Roldán. El taller-galería de Cerámica Vega. Dos generaciones de ceramistas (padre e hijo) en el taller Vega. Cerámica artística Vega. Ceramista en el taller Encalada. Cerámica antes de ser decorada. Detalles de piezas cerámicas. Piezas cerámicas listas para la cocción. La famosa cerámica negra. Venta de cerámica popular en la Plaza Rotary. Venta de cestería en el Mercado 10 de Agosto. Tejedora de cestería en las parroquias rurales de Cuenca. Venta de cestería en la plaza Rotary.


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Joyería Cuencana, filigrana, en plata. Joyero cuencano trabajando. Artesano joyero trabajando un anillo de plata. Venta de piezas de hierro en la Plaza Rotary. Trabajo sobre hierro, en la calle de las Herrerías. Vendedora de piezas de hierro forjado, Plaza Rotary. Cruces y lámparas de hierro forjado. Un maestro artesano decorando las piezas de hierro forjado. Bordadora trabajando las famosas polleras de la chola cuencana. Detalle del colorido bordado de polleras. La chola cuencana usando las polleras bordadas, en la Portería del Carmen de la Asunción. Miniaturas representando fiestas populares.



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GastronomIa Cuenca tiene un sabor que la distingue, una herencia y una identidad gastronómica que es reconocida en el país y que, poco a poco, se va afirmando como una de las razones por las cuales visitar y amar esta ciudad interminable. La gastronomía dice mucho de la cultura de un lugar determinado, como depositaria del saber ancestral y de una tradición oral que llena muchos espacios en la historia de una población y, al acceder a ella, se comprenden y se hacen propios muchos conceptos o realidades que ninguna otra experiencia podría propiciar. Cuenca es una ciudad con “identidad gastronómica”, como dice Marlene Jaramillo,


Directora de la Carrera de Gastronomía de la Universidad de Cuenca y autora de varias obras sobre gastronomía ecuatoriana y cuencana. Una identidad que nos llega desde las raíces Cañari e Inca y sus principales productos de la cocina en estas latitudes: el maíz, el poroto y la papa; ingredientes base de una enorme variedad de platillos que se destacan por su sabor elaborado y por su presencia indudable en el día a día de la cocina cuencana, en una impresionante asociación de aromas, sabores, texturas y complementos nutritivos con otros productos que ofrecen el huerto familiar y la chacra. A partir de la Colonia, la República, la Modernidad y la Globalización, con la influencia e hibridación que marcaron en nuestra cultura, se incrementan y diversifican las posibilidades de comida tradicional y fusión, tanto para el día a día, cuanto para la oferta turística. Entre los principales platos, debemos citar: El Chancho Hornado, que se vende en todos los mercados de la urbe (picanterías y

puestos de comida tradicional) es un referente innegable del sabor andino. El Cuy Asado es otra de estas fortalezas de nuestra cocina que llama la atención a propios y ajenos tanto por su “puesta en escena” cuanto por su sabor fuerte, inconfundible y por las aderezos que, comúnmente, lo acompañan: papas doradas, mote pelado y huevo duro. El Mote Pillo, desayuno cuencano por excelencia, mezcla al mote con huevo, cebollín y leche (hay variaciones, pero esta es la base del preparado) y lo revuelve en una deliciosa y colorida fritura; o el “Mote Sucio” que se lo prepara con la manteca de cerdo. Las Carnes Asadas con mote pelado, choclo y habas con queso, una especialidad con identidad propia en el día a día de locales específicos de la ciudad y sus alrededores. Las sopas son una de las especialidades de nuestra identidad gastronómica; el locro de papas con aguacates o queso; el locro de


poroto tierno con zambo; el locro de poroto maduro con zapallo; el locro de charqui, de chuquimaqui, de papas con cuero, de papas con col; la sopa de arroz de cebada, de morocho, de arroz, de harina de arveja y más… lo que la imaginación alcance. Y como postre, el infaltable “dulce de higos con queso”, un sello cuencano (entre muchos otros, como el dulce de tomates, de capulí, miel de caña con quesillo, etc.) y, en fin, una casi interminable variedad de colores y sabores que hacen de Cuenca un paraíso para el paladar. En los alrededores de la ciudad, sobre todo en las parroquias Baños, Ricaurte y San Joaquín, se puede encontrar restaurantes especializados en comida tradicional, muy visitados por los turistas que buscan la experiencia del sabor original de estas preparaciones. Pero volviendo a la urbe, hay varios restaurantes que ofertan la cocina local en su

estado puro, así como restaurantes de cocina fusión que han aprovechado los sabores locales y las más vanguardistas mezclas de los mismos con tendencias contemporáneas que hacen de la oferta gastronómica en Cuenca un mundo por descubrir, para satisfacción de los gustos más exigentes. Cocina vernácula – ancestral; cocina contemporánea internacional, comida vegetariana con ingredientes producidos en los huertos naturales de alrededor de la ciudad, en sus parroquias rurales, en sus valles cálidos o en las alturas, son parte de la gastronomía de esta ciudad cosmopolita que sorprende, Paso a Paso, por su diversidad y alto nivel de excelencia.


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Venta tradicional de frutas en el Mercado 10 de Agosto. El trabajo de la tierra, con la yunta. Siembra de maíz en las parroquias rurales de Cuenca. La tradicional chacra andina: maíz y fréjol. Venta de granos en el mercado. Las tradicionales tortillas de choclo con morocho caliente, en el mercado. Mote pelado, comida básica en la ciudad. El famoso “mote pillo”, desayuno clásico cuencano. “Habas con queso”, gastronomía tradicional cuencana. El típico “locro de papas”. “Papas con cuero”, tradicional comida cuencana. Venta de granos cocinados en el Mercado 10 de Agosto 231: Restaurante de comida típica. “Llapingachos”: tortillas de papa que acompañan el hornado. El famoso “chancho hornado”, que se vende en todos los mercados de la ciudad.


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“Cuy asado”, uno de los platillos más codiciados de la gastronomía cuencana. Las papas con “salsa de pepa”. El “mote sucio”, preparado con manteca de cerdo. “Higos con queso”, uno de los postres típicos de la cocina cuencana. Otra de las delicias de la gastronomía cuencana, el Tamal. Jugos naturales en los mercados. Chef en restaurante que fusiona la cocina tradicional con cocina de autor. Lomo fino a la crema y tomate, cocina de autor. Langostinos preparados en tiestos de cerámica, con ingredientes andinos. Bebida cuencana contemporánea, con la típica chuquiragua, la “flor del andinista”.



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Cuenca contemporAnea Cuenca es una ciudad moderna, contemporánea: una pequeña urbe cosmopolita que vive como una metrópoli. Y es que, en esta ciudad, enclavada en un valle multipaisaje, se puede encontrar todo aquello que hace, de nuestra modernidad, un lugar mejor para vivir. Enraizada en un pasado milenario y en un constante diálogo (hacia dentro y hacia fuera) que la ha permitido mantener sus tradiciones pero, a la vez, sincretizar las influencias recibidas en su contacto con otras culturas, ha trazado su camino en una forma única de ver, de interpretar la urbe; de vivirla y expresarla.


Cuenca ostenta una arquitectura contemporánea que llama la atención por su alto valor estético y armoniosa composición con el paisaje natural y que se expresa en una población que vive las comodidades y “lujos” manifiestos, en el día a día de sus restaurantes, centros comerciales, spas y todo aquello que hace de este Patrimonio Cultural un destino de diversión y fiesta. Arquitectura contemporánea en una ciudad patrimonial que ha regulado las nuevas intervenciones, para no alterar las características vernáculas de su tradición Colonial y Republicana pero, a la vez, expresar el espíritu artístico de su modernidad en edificios, casas, plazas, avenidas, puentes, parques, hoteles y demás lugares de encuentro y esparcimiento. Gracias a esta simbiosis encontramos un Centro Histórico, con sus bellas casas tradicionales convertidas en acogedores hoteles,

centros comerciales, bares y restaurantes; sus templos y conventos que a más de centros rituales son genuinos museos sacros y máxima expresión de arquitectura religiosa tradicional y moderna; y su periferia con 4 ríos y 8 orillas hechos parques lineales; sus puentes, las universidades, hospitales y clínicas: la nueva arquitectura cuencana; y, el Barranco del Tomebamba con su contraparte en la Calle Larga como ejes de la vieja y nueva ciudad. Cuenca es un museo vivo interactuando con su gente y con quienes lo visitan. La contemplación artística, la diversión y la actividad nocturna es fundamental para una ciudad Viva, en la cual su población encuentra los espacios para el sano ocio y en donde se produce un intercambio cultural que debe ser reconocido ya que el cuencano gusta de sentarse a beber un café, un vaso de vino o alguna bebida que lo acompañe


en largas pláticas y, también, en las fiestas, conciertos, recitales y festivales que engalanan las noches en la urbe.

turísticas que oferta esta ciudad para sus habitantes y, claro, para los visitantes que tienen la buena fortuna de llegar a ella.

La Bienal Internacional de Pintura de Cuenca, el Encuentro de Literatura Ecuatoriana, el Festival de la Orquídea, la Fiesta de la Lira, el Festival de Artesanías de América (CIDAP), el QF Cuenca, el Roto Fest, los conciertos permanentes de la Sinfónica de Cuenca, los museos y galerías de arte con sus exposiciones permanentes y temporales, las ferias de libros, los festivales gastronómicos y ese museo vivo que es la Plazoleta Rotary, ofrecen la posibilidad diaria de ver, escuchar y saborear, de admirar y fotografiar o comprar lo que vibra en Cuenca a través de los libros abiertos que son los paseos por sus calles.

Así, es importante resaltar a Baños de Cuenca, uno de los centros de termalismo más importantes del Ecuador y que se encuentra a tan solo 10 minutos del casco histórico de la ciudad, con una oferta inmejorable de centros de spa, hospedaje, piscinas, balnearios y restaurantes para todos los gustos y posibilidades, que hacen del turismo de salud preventiva una realidad para sumar a lo que ofrece una ciudad multi-destino, como ésta Santa Ana de los Cuatro Ríos.

En este sentido, en el del disfrute, del ocio, del mimo hacia uno mismo es en donde debemos reparar en otra de las fortalezas


FotografIas 251: 252: 253: 255: 256: 257: 259: 260: 261: 262: 263: 264: 265: 267: 268: 269: 270: 271:

El río Tomebamba y el puente de la bajada de Todos Santos. Piano bar, en el centro histórico (Simón Bolívar y Juan Montalvo). Un bar-restaurante y su vida nocturna (Honorato Vásquez y Luis Cordero). El teatro Carlos Cueva Tamariz, una noche de danzas folklóricas (12 de abril y Agustín Cueva). La Orquesta Sinfónica de Cuenca. Fachada del remodelado teatro Carlos Cueva Tamariz. Danzas folklóricas de la familia Vanegas, en la terraza del Complejo Patrimonial Todosantos. Skaters en la bajada del Centenario. Quemas de los tradicionales “Castillo” y “Vaca Loca”, pirotecnia tradicional. Jazz al aire libre, en el Festival de Artesanía Popular, CIDAP. Planetario Municipal Ciudad de Cuenca, en el Parque de la Madre. Turistas recorriendo Cuenca. Turistas fotografiando la ciudad. La Fiesta de los Faroles, en honor a la Virgen Morenica del Rosario. Mapping sobre el edificio de la Corte Provincial de Justicia del Azuay. El Festival de Música Independiente ecuatoriano QF Cuenca. Malabaristas en el tradicional Puente Roto. Graffiti y arte callejero.


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Danzas Sufís en el parque del Paraíso. Vista panorámica de la ciudad moderna y el crecimiento armónico de la arquitectura cuencana. Piscinas de aguas termales y spa en la parroquia Baños, a 15 minutos del centro histó rico de Cuenca. Arquitectura contemporánea en Cuenca, subida a Turi. Edificio de la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Cuenca. Edificio del Ministerio de Cultura y Patrimonio. El río Tomebamba, en el corazón de la urbe, con el edificio Paseo del Puente, en frente y un pescador de truchas. El Puente Roto, ícono cuencano, en la noche. Edificio de la Cámara de Industrias de Cuenca (Florencia Astudillo y Alfonso Cordero).



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Colaboradores La información expuesta es el resultado de una serie de entrevistas a expertos sobre diferentes ramas vinculadas al turismo: historia, arquitectura, gastronomía, guianza, periodismo turístico y gestión- administración turística. Nuestra infinita gratitud a: - Psci. Tania Sarmiento T.; Directora Ejecutiva Fundación Municipal Turismo para Cuenca. - Ing. Juan Fernando Paredes R.; experto en turismo. - Mgtr. Lorena Escudero; Coordinadora Zonal 6, Ministerio de Turismo. - Mgtr. Marlene Vintimilla; Directora de la Carrera de Gastronomía de la Universidad de Cuenca. - Jhonatan Kouperman; Director Cultural en Cuenca, del Ministerio de Cultura y Patrimonio. - Dr. Tito Astudillo A.; periodista experto en turismo. - Arq. Gustavo Estrella; catedrático universitario. - Lcdo. Xavier Montezuma; Guía, promotor y administrador turístico.


Fundación Municipal Turismo para Cuenca Teléfono: (593-7) 2840383 (593-7) 2832415 http: www.cuenca.com.ec email: info@cuenca.com.ec Facebook: @TurismoCuencaEC Twitter: @TurismoCuencaEC Cuenca-Ecuador



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