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roma (2018 vs. 2022). un diálogo entre alfonso cuarón y héctor ruiz rivas | daniel seguer
from N10 ESPACIO
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Roma (2018 vs. 2022). Un diálogo entre Alfonso Cuarón y Héctor Ruiz Rivas
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Daniel Seguer
Estuve muy tentado en titular este texto con un encabezado más largo que su primer párrafo, pero luego pensé en las dificultades de entendimiento, de maquetación e incluso de preocupación por el recibimiento, todo y que la presente editora es harto comprensiva con los desvaríos creativos que pueden llegar a picar a su puerta (y, es más, sospecho que hasta los disfruta).
Por ello, desterré la idea de empezar el baile de teclas con algo así como Reflexiones que reflexionan sobre reflexiones que reflexionan sobre reflexiones que... Una alusión constante de algo que alude a otro algo casi ad infinitum y que, a su vez, finaliza concerniendo a una ubicación ontológica primigenia inherentemente sospechosa, aun así, de albergar el óxido corrosivo de la duda.
En este caso, el referente inicial que reclama mi atención es un espacio geográfico aflorado en mi psique a raíz de una novedad editorial: el barrio de Ciudad de México llamado Roma, que dio pie a la película Roma, dirigida por Alfonso Cuarón, en 2018, y posteriormente al libro escrito por Héctor Ruiz Rivas que acaba de aterrizar en librerías: Roma. Alfonso Cuarón. Estudio crítico que al analizar el film nos habla de la dialéctica entre la apropiación de la realidad por la mirada del cineasta y la apropiación de dicha mirada por la suya. Suculenta metamorfosis de opiniones ancladas finalmente a un pretexto oriundo, un lugar y un tiempo. Adentrarse en la senda de la transposición espacial fecundada por la obra de arte en su naturaleza comunicativa. Proceso que finalmente concurre en la “expoliación” de todas las miradas por la mía al redactar este pequeño mosaico de palabras.
Alfonso Cuarón es uno de los cineastas mexicanos más reconocidos y laureados, con una filmografía gestada en gran parte bajo auspicios anglosajones (británicos o estadounidenses), es decir, más allá de la producción autóctona mexicana. Una geografía a la que volvería con Roma (producida por Netflix al otro lado del río Grande), lo que supondría un recorrido inverso en espacio y tiempo, ya que la cinta está ambientada en dicho barrio de Ciudad de México en los años 70 del pasado siglo. Lugar en el que Cuarón creció y forjó su personalidad.
Héctor Ruiz Rivas es profesor del Département d’Études Hispaniques et Hispano-Américaines (DEHHA) en la Université Jean Jaurès 5 de Toulouse, y miembro del Centre d’Études Ibériques et IbéroAméricaines (CEIIBA) de dicha universidad, donde trabaja en la actualidad sobre el imaginario nacional en el cine latinoamericano. Asimismo, es el coordinador de la colección de cine que, gracias a su iniciativa y gestión, inaugura la editorial Contrabando (”Cine/ Películas”) con esta primera monografía fílmica que rubrica. El profesor Ruiz Rivas, también mexicano pero nacido en Veracruz, inició su propio recorrido, análogo al del cineasta, que le llevó a Inglaterra, Toulouse y finalmente a Barcelona, donde escribe el libro que nos ocupa. Otro itinerario errante vinculado a la gestación cultural que le ha posibilitado publicar también numerosos artículos sobre la materia en Francia, México y España. t 37
t 38 Roma. Alfonso Cuarón nos ofrece un minucioso e imprescindible análisis de la cinta, poniendo de relieve las diferentes y entrelazadas líneas de fuga que sustentan el metraje, ya sea desde la perspectiva estética de la puesta en escena y su lenguaje cinematográfico hasta las cuestiones temáticas vinculadas a la identidad personal en su exposición pública, o, lo que es lo mismo, al folclore, la moral y la política, una simbiosis que da lugar a la Historia de un país. De modo que sus estimulantes páginas se hacen eco de la influencia no solo del Neorrealismo italiano, corriente cinematográfica surgida tras la Segunda Guerra Mundial, sino que también establece vasos comunicantes con manifestaciones fílmicas entroncadas con los parámetros del Realismo. Por otro lado, las cuestiones relacionadas con las inclemencias surgidas entre el destino individual y el colectivo, entre ellas la disección de las idiosincrasias femeninas y masculinas en la amalgama de facciones que supone la representación del tejido social, son sometidas a un razonamiento metódico contrastado de nuevo con otras películas que igualmente han reflexionado sobre el estado de la cuestión. Todo lo cual nos lleva a saborear tanto el amplio proceso de documentación como el extenso bagaje cultural de su autor.
El pasado es un lugar sometido por los caprichos de la memoria. Un no lugar que el paso del tiempo conserva lúcido y borroso. El inicio del film, con el plano fijo y el encuadre cerrado de las baldosas del suelo en las que va entrando el agua con la que friega la protagonista, como si fuera el oleaje de un océano, sintetiza esta encrucijada. Ese agua es el leitmotiv sobre el que transcurre la cinta: una mujer con un cubo de fregar encadenado a su tobillo, causante de un “oleaje” que, bien al contrario de la libertad que suele simbolizar en muchas otras películas, lastima sin demora los sueños con los que se amanece a diario. Y de esa manera, el paso del tiempo cimienta un espacio nutrido de “peces” que muta en desmemoria, no de quién se ha sido, sino de quién se podría llegar a ser.
En muchas ocasiones, el tiempo pretérito y sus recuerdos succionan la nostalgia por lo vivido y Cuarón no es ajeno a ello. De modo que,
como en toda “odisea” vital, la partida conlleva la inherente vuelta a los orígenes, aunque a veces se demore voluntaria o involuntariamente. Roma radiografía, a través de los ojos de una empleada del hogar, el organigrama familiar de una clase acomodada en las riendas del país. Las particularidades de una elite que se erige sobre una población almacenada en un marco nacional, y que permanece aglutinada en torno al concepto de familia, ideada esta como una trampa que reproduce los vicios clasistas y patriarcales del país a pequeña escala.
En este sentido, pese a la distancia transoceánica, el cordón umbilical que sujeta a Héctor Ruiz Rivas a sus orígenes es manifiesto al ofrecer al alumnado universitario francés sus conocimientos sobre las cinematografías hispanoamericanas, ya que él tampoco abandonó del todo México. Para mayor curiosidad, su libro sobre Roma no inaugura una colección de monografías fílmicas cualquiera, sino las imprescindibles de aquellas cinematografías que utilizan el idioma español como nexo vehicular (sin descartar manifestaciones fílmicas rodadas en otros idiomas coexistentes en dichas geografías), entendido como puente cultural y no como muro político, como lamentablemente suele suceder con demasiada frecuencia en las cuestiones idiomáticas. Y además, en esta aventura, Héctor Ruiz Rivas no navega solo, puesto que al Centre d’Études Ibériques et Ibéro-Américaines (CEIIBA) al que
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t 40 pertenece nuestro autor, le acompañan el Centre d’Investigacions Film-Història de la Universitat de Barcelona (UB) y la Unidad de Investigación sobre Representaciones Culturales y Sociales (UDIR) de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM). De nuevo, se amplia el espectro de círculos concéntricos amparados en el diálogo creativo y cultural que posibilita la superación de las distancias, geográficas y temporales, con la única voluntad de la comprensión y el entendimiento. Asistimos, pues, además de a todo lo expuesto, a la carta de presentación de venideras propuestas, trapecistas ávidas de saltar sin red entre espacios conocidos y desconocidos, ya que no solo el cambio constante es el verdadero rostro de la vida, sino que el tránsito físico, y con suerte existencial, es lo que define al ser humano en su errático caminar.
Daniel Seguer (Barcelona).
Una Historia de licenciado (Universitat de Barcelona). De palabra cinematográfica reincidente (en Filmhistoria online y Contrapicado. net), y de hecho análogo espasmódico (para muestra un botón: ferbero [2008]). Locuaz en lo literario (con domicilio en ferbero y Larealidadnoexiste.com), pero transeúnte en lo cotidiano. Sus libros: Paisajes en una maleta / Paysages dans une valise (éditions incorpore) y Emir Kusturica (ed. Cátedra). En la actualidad está inmerso en sus Diálogos con una tostadora.