Revista ultraversal edición número 5

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ED I C IÓ N N RO . 5  MA R ZO 2 0 1 6  B I ME N S U AR IO D I G IT A L GR A T U ITO D E ES CR I TO R ES U LT R A VERS A LES

Homenaje  Entrevista  Poesía  Prosa  Artículos  Humanidades  Reseñas  Fotografías  Ilustraciones



Staff

Sumario

EDICIÓN NRO. 5  MARZO 2016

Dirección general Gavrí Akhenazi Subdirección Silvio Manuel Rodríguez Carrillo Redacción Arantza Gonzalo Mondragón Eva Lucía Armas Isabel Reyes Elena Morgana de Palacios Rosario Alonso Diseño & diagramación Jorge Ángel Aussel Ilustración de tapa Ovidio Moré Autores que aparecen en esta edición Almudena Santalla Arantza Gonzalo Mondragón Elhi Delsue Enrique Ramos Eugenia Díaz Mares Eva Lucía Armas Gavrí Akhenazi Gildardo López Reyes Isabel Reyes John Madison Jorge Ángel Aussel José Carlos Hernández Juliana Mediavilla María Del Mar Lana Máximo Pérez Gonzalo Orlando Estrella Ovidio Moré Ronald Harris Rosario Alonso Sitio web http://revista.ultraversal.com

cc 2016 Revista Ultraversal está bajo una licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-SinDerivar 4.0 internacional (CC BYNC-ND 4.0).

pág. 06 In memoriam » Homenaje a José Luis Jiménez Villena » Por autores ultraversales pág. 14 Entrevista » Arantza Gonzalo Mondragón » Por Rosario Alonso pág. 18 Poesía » Enero / Ansiedad / La tienda de Modesta / Lo poco que me queda » Por Máximo Pérez Gonzalo pág. 20 Prosa » De: “Anotaciones para repetir en silencio” / La alegría de olvidar / Sin título » Por Ronald Harris pág. 22 Artículo » El soneto: armonía y perfección » Por Juliana Mediavilla pág. 26 Poesía » Epílogo / La crítica / Semblanza I & II / Negación del amor » Por Elhi Delsue pág. 28 Humanidades » De suposiciones » Por Gildardo López Reyes pág. 30 Reseña » La pasión triste: un libro de Gavrí Akhenazi » Por Ovidio Moré pág. 34 Poesía » Maferefun, Cuervo / Mamá, quiero ser sonetista / Aún sigo en Estocolmo / La buena estrella » Por John Madison pág. 36 Artículo » Novum Sub Solem » Por Almudena Santalla pág. 44 Poesía » Atrapados / Hombre / Huérfano / Temores… » Por Orlando Estrella pág. 46 Prosa » Unidad y lucha de contrarios » Por Ovidio Moré pág. 48 Reseña » Su corto vuelo: un libro de Eugenia Díaz Mares » Por Isabel Reyes pág. 50 Artículo » Recursos literarios (quinta entrega) » Por Enrique Ramos pág. 52 Poesía » Fondo de armario / Dinámica de la vergüenza propia / Un instante eterno / La serena brevedad del agua I, II & III » Por José Carlos Hernández pág. 54 Humanidades » Dudar es pensar / Por cobardía » Por Jorge Ángel Aussel pág. 56 Prosa » Ardiente frialdad / Difícil despertar / SOS » Por María Del Mar Lana


Por Eva Lucía Armas

Palabra A

palabra es un arma. La palabra es

una institución de la metáfora y tiene un peso específico dentro de cualquier desarrollo textual, inclusive atendiendo a sus diversos pesos semánticos de acuerdo a la ubicación intencional que demos a un mismo vocablo. La palabra es una dirección de la voluntad expresiva. Mediante ella, se marca el sentido de circulación de las ideas y una misma palabra, adecuada a una determinada intención, sirve tanto para el amor como para el odio, porque la palabra en sí misma es metafórica, simbólica, es un elemento propio de un código que debe ser interpretado a partir del lecto y las condiciones en que se emplee. Rodeada de otros símbolos que generan lo denotativo, una palabra siempre resulta connotativa en sí, porque depende de sus intérpretes que son los considerados receptores del mensaje final que la palabra representa y son los que deben aplicar interpretativamente la intención que tiene el símbolo colocado en tal o cuál posición dentro de lo oracional. En nombre de la misma palabra, pongamos por caso Dios, se mata o se salva. Esto ocurre por la interpretación que se le otorga y el valor semántico que tiene para cada receptor, de acuerdo a su ámbito: “Dios lo manda” (como ejemplo de lo anterior). Desde los simbolismos, las culturas trabajan sobre sus diseños comunicacionales y modi-


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fican el valor aséptico de los semas para reconvertirlos en una resemantización necesaria por el valor electivo que le da la cultura que los emplea. La pérdida de la palabra es la pérdida del código completo y de sus variables, como aquello de que un kilo de plumas pesa igual que un kilo de plomo, ambos serán kilos, pero de diferente material y por lo tanto, pese a ser kilos, no son equiparables en una misma función. En la actualidad hay una batalla de códigos que desarraigan las palabras para desarrollar mutaciones que se apartan de los valores simbólicos. Es el caso de la palabra “bizarro”. Según algún aberrante traductor perdido en los anales de la semántica contemporánea, la insólita traducción de un adjetivo inglés en su traspolación al castellano (ignorancia de ambos idiomas pura y dura y sin apelativo) ha vuelto del revés el significado y el símbolo que el español le otorga a esa palabra, justamente mutándola en su símbolo opuesto. Y lo más trágico es que no se produce la corrección desde ningún lugar y aplicar la tergiversación pasa a ser de uso común. Alabar a alguien con la palabra bizarro se ha convertido en insultar a alguien con ella. Sucede que los escritores no están exentos de estas peculiaridades, ya que hasta la misma palabra “escritor”, con el advenimiento de las redes sociales, ha dejado su valor semántico por el camino imitando a la palabra bizarro. Me pregunto ¿qué querrá decir dentro de un tiempo lo que hoy escribimos aún con los símbolos dentro de sus expresiones semánticas?¿Dirá lo mismo que quisimos decir o justamente lo opuesto? Verdaderamente trágico sería que no dijera nada, porque la Humanidad haya regresado a entenderse con gruñidos. ◣


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Por autores ultraversales

Homenaje a


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¿Ves, te lo dije! Aquí, tras el invierno, tras este invierno tan herido y tan hermoso, otra vez reviven los colores, la mar se hace un sínodo de carnes a la intemperie, un reducto suntuoso de lascivia, un canto universal a la belleza. Sí, te lo dije, tras un invierno de pálidos helores, tras nacernos oscuras las palabras, revivirán las luces y los festejos exigirán su sitio en las ciudades, en los pueblos, en las aldeas y las gentes afectas de fábricas y de asfaltos, de cinc y de cristal y de cementos, de grises paisajes indestructibles, regresaremos, te lo dije, al aire bruñido y a los azules, al cántico-alborozo de las olas, al olvido transitorio de sus males, a vivir como único remedio, a imbuirse de tus versos y a recordarte, en este caso.

Jota Azimut

Llevo el peso de mi tigre abrochado a la noche matarife inocente recortándome el vino que amable me devora amadas luminarias poblándome en sus dientes nacarados el oscuro. Es su calma, digo, el tigre todo el barro violento de la paz nueva que clama en advertencia, sangre sobre la nieve, luz gacha. Así, en la noche, me siento de sus fauces inmersas de animal y baldeo mi pánico con cantos melodiosos quedando, de esa burla, contándome la boca, borracho de su número, agitado, tranquilo. Con ello, confío haber logrado en aquellos momentos robados a la piel anaquelar el brillo, capturar los afeites, los giros de justicia de los que el caos se nutre. Miradlo. Ya me ruge. Hoy toca hacer llanura de nuevo está esa boca en boca de mis faldas nacarando la senda que trazan sus colmillos. El tigre tiene la noche hoy lejos por poner mi boca en cruz el alba en amenaza. Doblo mi cordobán, y espero al cazador, al vino violento de la noche, a la música opaca de mis balas. Esta noche ha de llover a filo.

Federico Ruibal


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Sé que estás... aquí en tus palabras, en tus poemas y sus finuras y en la mano tendida a compartir tus sabidurías, por eso sólo puedo agradecer a Dios tu presencia y el regalo de tus versos. Con pesar, por saberte ya del otro lado, tan lejos nuestro, pero con la fe de que vives y viven tus poemas, un abrazo, señor, caballero de las letras.

Solange Schiaffino

como un andén a medianoche que se vacía mientras los viajes continúan y los amantes miran las rutas de los mapas tomados de la mano y los que aún no tienen casa duermen sobre un bongó envuelto en nylon pasa este día sin haberte alcanzado sintiendo que llegué tarde de nuevo (y que sabías bien de mis defectos) me queda la sensación de amor de hermano que se posó en mis poemas cabizbajos con la ternura de quien todo lo comprende esos instantes en que tu voz llegaba al cuenco y se volvía de vino o de agua eran un día de campo eran de noche con luz de pueblo nuevo probablemente a donde te diriges no te alcancé –ni con esta alma que suspira— mas dejaste en nuestra banca tus dorados tu letra en los umbrales hacia el triunfo tu piel entretejida en las palabras tu libertad tu vuelo a lo lejos se escucha un aleluya mientras abrazo un hasta pronto en tus cuadernos

Sabeli Ceballos Franco


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Y aire y tiempo cubren lo espantable, para que ni uno demasiado lo ame con oraciones o el alma. Hölderlin -Grecia Llenas de cosas confiadas, alegremente extendidas las manos hacia el caos en que eres memoria de fuego, traen, desde una imposible primavera, a este vuelo de aves tu asombro monosílabo: ah no a esta hora, no esta tarde de grullas y heliotropos, cordilleras divinamente verticales oh Dios, el pan recién tostado en la mesa y mira: tronco adusto de acebos y riachuelos de dulce resina. Amable fue, tal vez, el silencio al empuñar su cuchillada de negruras: no viven ya, en tu corazón, los dioses de este mundo. Panderos y címbalos de una canción poderosa maduran el arroz y doblan las montañas, mas tú, en la inocente paradoja de su ritmo, traes los sones del amanecer y un regio olor a madera florecida.

Antonio Rojas

salí con la mente hirviendo de promesas y el corazón atado con tres nudos cercano el río despeñaba ausencias y el aire respiraba masculino sobre mi boca su hálito desnudo salí de mí rompiendo las paredes y su cerco de trémulas visiones crucé el umbral del rostro de Caronte y desbrocé la hierba que gritaba bajo mis pies todos tus nombres cómo no amar el pulso de la vida si late en la corriente de la muerte tú eres Octubre Rojo y estás vivo yo sigo muerta indefinidamente

Morgana de Palacios


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Has galopado, amigo, por la intemperie inmensa de los versos sangrándote las manos, sangrando la palabra que penetró tu carne y te erigió poeta. Al vuelo despeñado de tu pluma me acostumbré callada, bebiendo de tu verbo imaginario a la sombra morena de tus dedos, de tus lunas deslenguadas,

Hay un hombre sepia acurrucado en la esquina de su dolor desnudo. Es un ser sin rostro tallado por Miguel Ángel en el diván de la ceguera. Séneca caligrafió su corazón para la vida breve,

de tu mundo de cristal y soledades.

para el camino del sabio

Por delante te has ido,

porque conoce el pasado

compañero, para sembrar de versos el futuro y no sabes, Villena, que me dejas el sello de tu mito en las retinas y un poema perdido en el papel llorando tu vacío.

Luvia Kremel

que vence al tiempo y responde al futuro. Hay un hombre sepia que sabe todo lo que no sabe y que disimula el ingenium tras un malabar de mariposas azules. Este hombre serigrafiado me enseñó los aquafortes del silencio y se hizo pasar por rico cuando mendigué una palabra. Está en la memoria del agua que viaja al mar, se evapora y retorna a la montaña... es un ser cíclico que se conduce entre hados para llegar con un acento de rocío al recuerdo de las horas de poesía. Este hombre, amigos, dejó en la mesa de todos nosotros una taza de café que jamás se enfría.

Ricardo Sayalero García


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Justo. Llegó Octubre con su actitud de escudo, noble como un caballo con crines de tormenta, manos gigantes de coloso roto y reciedumbre verde de acorazados tilos a colgar su precisa lágrima de víctima. No quiso ser el mes, le fue impuesto. Llegó desprotegido, con la angustia creciendo como crecen las sombras en la tarde y el polvo en el camino. Y así, triste, inmensamente triste, abrió su puerta grande, porque grande es el alma en el umbral y grande su equipaje de poemas. ¡Ay! ¡Triste Octubre! Desgraciada tarea te fue impuesta. ¿Puedes darnos, Octubre, los versos que viven como alondras tiritando en el asombro? ¿Los versos con sabor del hombre parco de alma buena? ¡Ay! ¡Triste Octubre! Desgraciada tarea te fue impuesta.

Enrico Espino

La luna se deshoja plateada sobre el luto mortal del cementerio; los cipreses murmuran un misterio que se extiende en el mármol de la nada. La noche no es tan noche, ni es callada, ni sirve de mortaja al cautiverio de esos huesos que yacen sin criterio sobre el lecho ancestral de su morada. Noche y luna se funden en quimera. El hombre se estremece, siente pánico, cuando del alma el miedo se apodera; es un miedo feroz, casi volcánico, plasmado en pesadilla, larga espera, con un poder fatal, casi tiránico.

Vicente Mayoralas


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No hay lágrimas que inunden tu latido no hay voz, ni amor, ni besos en tu esquela, no hay nada, nada —amigo, centinela— ni un solo verso más ¿Por qué te has ido dejándonos el cielo sin tu estela? ¿Por qué razón? ¿Acaso no he sabido rezarle a Dios? ¿Por qué lo ha consentido? Y ahora te vas, y sé que, aunque me duela, aunque sufra en mi ser tu desventura jamás podré encontrarte nuevamente llenándonos el alma con tus gozos. No hay lágrimas que apaguen mis sollozos ni hay nadie que te alcance en estatura. Lo sabemos los dos, perfectamente.

Vicente Vives

En cada madrugada, en cada ausencia, se queda el corazón desangelado y siente que por mucho que ha llorado el llanto no ha borrado la impotencia. El tiempo nos castiga sin clemencia, el que pronto llegó ya ha descansado pero el de aquí espera anonadado mascullando su pena, su dolencia. Y en cada atardecer vuela en el rojo ennubecido cielo el corazón que busca sin creer que te hayas ido y se vuelve, y se afana y de reojo, sin querer molestar, con aflicción, ve tus letras y llora compungido.

Idella Esteve


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Tanta belleza para vivir sólo una vez compatriotas de la muerte; cuán certero aquel hombre que desgasta segundo tras segundo lo que tiene de arena en la clepsidra del futuro. El amor que se va será una uva que el gusto del recuerdo catará cuando afloren nostalgias del vivir. El llanto es la gimnasia del dolor, así como el paisaje, de los ojos. Los momentos grandiosos de la vida se convierten en sombras que refulgen necias ante el acoso de los años. Aquí nadie nos salva, sólo queda aferrarse a la tabla del naufragio y aguardar que aparezca tierra firme: La tierra donde atraquen nuestros restos.

Héctor Michivalka


Por Rosario Alonso

"No hay para mí sensación más satisfactoria que hacer un buen poema que trasmita mis emociones a otras personas"


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Arantza

Gonzalo

Mon-

dragón, una escritora vitoriana, curiosa y muy observadora, le gusta estar bien informada de cuanto ocurre en el mundo y a su alrededor a todos los niveles. Le encantan los documentales de historia y de animales siendo sus preferidos los de rapaces y de animales salvajes. Se siente feliz en plena naturaleza observando el cielo y los pájaros y también podría pasarse horas mirando el mar. Amiga de sus amigos, se considera leal a la gente que quiere. Una de sus pasiones es la buena cocina y no existe mejor plan para Arantza que una cena con algún amigo/a que sea buen conversador/a. Nos comenta que sus mejores virtudes son la empatía y la paciencia y entre sus defectos, de los que dice tener muchos, se encuentra dejar entrar más negatividad de la normal. Para Arantza un buen perfume es imprescindible ya que es una convencida de los beneficios de la aromaterapia. Es hija de aquellos programas nocturnos de radio de finales de los 80 y 90, donde descubrió la buena música y la mejor literatura. Inolvidables para ella fueron Quintero, Aberasturi, Marchamalo o Moreno-Ruíz. Ya con 16 años se quedaba escuchándolos hasta la madrugada a pesar de que entraba a las 8 de la mañana en el instituto.

Desde

entonces

es

noctámbula. Nos dice que la noche es su patria y que “es cuando soy yo y cultivo el alma. “De día vivo y de noche siento”, esa sería su frase.


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tantos poemas de otros me han golpeado a mí. 5. ¿Y tu prosa? Me he decantado sobre todo por el relato y la prosa poética, siempre con tintes autobiográficos. Escribo historias sencillas que sean capaces de trasmitir. 6. ¿Qué influencias literarias han marcado tu manera de escribir? Muchos poetas, aunque yo soy más de poemas que de poetas. Es difícil que me guste toda la obra de una misma persona, sin embargo hay poemas de todo tipo de autores que se clavaron en mí para siempre. Si tengo que decir cuatro para no extenderme, diría Miguel 1. ¿Qué es para ti la literatura? Para mí es una puerta abierta, un puente hacia otros mundos reales e imaginarios, algo

Hernández, Vicente Huidobro, Luis Cernuda y Luis Miguel Rabanal, pero al que más admiré y del que más aprendí, sobre todo a desnu-

que me ayuda a conocer y a conocerme.

darme, fue de Alejandro Salvador Sahoud.

2. ¿Y la poesía?

7. ¿A qué público pretendes llegar?

Lo más íntimo de la literatura, el reflejo del alma en el papel. 3. ¿Desde cuándo escribes y qué motivación te impulsa a continuar? El primer poema lo hice con catorce años y a los veinte tenía apenas una docena. Fue mucho más tarde cuando empecé a tomármelo en serio. Más que motivación, lo que me empuja a escribir es una necesidad. No hay para mí sensación más satisfactoria que hacer un buen poema que trasmita mis emociones a otras personas. 4. ¿Cómo definirías tu poesía? En un noventa y nueve por ciento la definiría como catártica. No me gusta ni lo cursi ni lo pedante, yo escribo sencillo y hondo a la vez. Busco que el poema golpee al lector como

A la gente normal, a la gente que no tenga que coger un diccionario para saber qué puñetas escribiste. A los que buscan emoción al leer. 8. Para ti ¿qué condiciones debe cumplir un escritor para ser considerado como tal? No sólo de sentimientos vive el poeta ni de contar historias vive el escritor. Además, hay que hacerlo bien. No todo vale. El pintor ha de conocer todas las técnicas pictóricas para luego elegir su propio estilo. Lo mismo ha de hacer el escritor. Quien no sabe leer, no sabe escribir. Hay que estar abierto a la crítica y estudiar. También es cierto que la forma se aprende, cosa que no pasa con el talento. 9. En tu prosa, ¿cuánto de verdad y cuánto de inventado podemos encontrar? Un buen escritor al que admiro, Gavrí Akhenazi,


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me dijo una vez que si escribimos de lo que

parte de ese contrapunto. Nos fuimos provo-

conocemos nunca vamos a equivocarnos, y

cando el verso poema a poema hasta conse-

tenía toda la razón. ¿Y qué es lo que mejor

guir un buen resultado.

conocemos? Pues a nosotros mismos. Todos tenemos un universo en la memoria

Para mí fue el despegue. Perdí el miedo, me desnudé, saqué todos los fantasmas.

para llenar diez enciclopedias. Entre lo que

Principalmente es un poemario intimista

vivimos y lo que recordamos que vivimos, que

sobre la infancia herida y robada, entre otras

no es siempre lo mismo, hay pequeñas y

cosas.

grandes historias. Yo no sé inventar, de momento.

14. Estás preparando un nuevo poemario. ¿Puedes adelantarnos algo?

10. Dentro de todo el panorama, ¿con qué tipo

Estoy preparando un nuevo poemario llama-

de poesía te sientes más cómoda?

do "Desescombrando", un título que le va de

Con aquella que me diga algo, independien-

perlas a mi temática. Es una recopilación de

temente del estilo. Puede estar escrita con el

poemas que ya están en el foro y que estoy

corazón o con las tripas, ser excesivamente

puliendo. Verso libre, blanco, sonetos, déci-

lírica o totalmente barriobajera. Me ha de im-

mas, un poco de todo.

pactar. Cuando voy al cine a ver una película puedo reír o llorar, pero lo peor es quedarme

15. ¿Crees que la poesía vende?

indiferente. Lo mismo busco en la poesía.

No, en absoluto. Lo que vende es lo que se promociona hasta la saciedad, independien-

11. ¿Cuál es tu proceso creativo, te sientas a escribir poesía o esperas que la inspiración

temente de la calidad que tenga. Yo sí compro poesía, pero creo que soy la

llegue?

excepción. Cuando realmente me gusta algo,

Generalmente escribo por impulsos. Cuando

quiero tenerlo conmigo, en papel.

tengo una necesidad imperiosa de decir algo

Ahora con internet tenemos toda la poesía

no hay quien me pare, aunque pase pocas

mundial a golpe de ratón, lo que demerita las

veces. Otras tantas me pongo a escribir, me

ventas. Es comprensible.

obligo y entonces la inspiración llega. 16. ¿Cómo ves la poesía en la sociedad ac12. ¿Piensas que hay mucho egocentrismo en

tual?

el mundo poético o que, por el contrario, es

En la realidad es casi inexistente y en la vir-

un mito?

tualidad, de cada ordenador surge un poeta.

Sí, hay mucho egocentrismo en este mundo. La mayoría de las veces viene de poetas que

Se está haciendo muy buena poesía y también muy mala.

no han expuesto su trabajo a la crítica sincera y solo escuchan alabanzas del círculo que

17. ¿Qué opinas del formato digital con vistas

ellos mismos alaban.

al futuro? No es el futuro, es ya el presente. Lo digital va

13. Tienes un libro de poesía publicado —

a llegar a muchas más personas. Ahora se

Barca Varada—. ¿Qué te impulsó a escribirlo?

está empezando y las revistas bien hechas de hoy serán la referencia para el mañana. ◣

Fue un contrapunto con el poeta Alex Augusto Cabrera en Ultraversal. Barca Varada es mi


Por Máximo Pérez Gonzalo

Cuando el enero es blanco la nieve es negra, se hiela entre pinares la madreselva, y ojo al plantío, con las hojas del chopo tapa el camino. Por la vereda quise seguir tus huellas, peregrinando al ritmo de tus caderas, ando de noche, la razón que me guía sólo es tu nombre. De eneros tengo parte de mi cosecha, pregonando aleluyas voy por mi aldea, canto dorado, puestas de sol que alargan mi calendario.

Ser o no ser, mi calidad no existe. Sigue mi piel con los zurcidos ocres

Enero será corto

de mi lejana juventud que escupe

como el estuche

la lluvia amarga de pasados sueños.

que me trajo un rey mago. Por dentro luce

Risa fugaz de temporero al saco.

turrón y almendras,

Casa de ayer, con paramera al aire

en la vida te endulza

y soportales con hilvanes de ocio

quien te recuerda.

que alimentaron de alquitrán mi barba.

Enero paliducho,

En peso valgo lo que pesa un mirlo.

escarcha y frio,

De estilizados compromisos lucro,

parabién de contrastes

a media alforja, mi vejez creciente.

de a pan y vino, quieto y en calma.

No gano el pan que mi sustento exige,

La ansiedad que me cubre

ni aporto el don que a perfección me inclina,

guarda mi casa.

ni soy el ser que mi ansiedad reclama.


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En forjados de hierro, y por tabiques, se colgaron escudos honorarios, y entre letras de adorno y comentarios, las hazañas de tiempos de caciques. La plaza era sencilla, leve cuesta en la calle empedrada, y por cimiento

Modesta se perdió, tarde sin prisa,

la soledad de un viejo ayuntamiento,

con su pobreza al sol de una mañana,

y en la esquina, la tienda de Modesta.

y en los golpes de honor de una campana se fue su voz y el eco de su risa.

De adobe y corazón creció el poblado, y en la escasez, las sombras del destino,

Nadie esculpió su gesto, y en aquellas

sueños de alondra levantando el trino

calles de ayer, la indiferencia y mito.

para olvidar los ecos del pasado.

Entre el recuerdo, y el altar de un rito.

En los días de otoño una candela colgaba en cada hogar. De mala gana, con mueca de hambre y pantalón de pana, aprendiendo a ser niño, iba a la escuela. El rostro helado, la mirada ausente, desnutrido el ajuar de cada día, y un rayo de esperanza en sintonía con la inquietud que amaneció en mi mente. Una casucha oscura era la tienda, que atendía Modesta, un santuario, sometido a los ritos de un horario,

El hambre con la sed se acerca a la ligera

mitad despacho, y la mitad vivienda.

lamiendo la pandemia que abrasa mi costado, y ese grito de ayer, que presumo olvidado,

Alineados entorno a una farola,

me rasca en el recuerdo, como si ayer, hoy fuera.

colocada a la puerta de la casa, con hambre y sed, y la barriga escasa,

En mis sienes rezuman las mieles de la higuera,

los niños de la escuela haciendo cola.

el aroma del huerto, aquel canto rodado entre cercos de adobe, y albardas de un pasado

Por despensa un arcón, y en la cocina

con el sello en las noches de luna pasajera.

con zumo de limón y chocolates solventaba la sed de los gaznates,

No consigo el olvido ni afilando mi mente,

y algún beso perdido por propina.

y aunque rabie y no escuche, oigo el canto del mirlo. La penitencia suple el afán de mi encierro.

Cuanto niño creció, amor y beso, y un poco de ternura en la mirada

Al río de mis años, le pesa la corriente,

de aquella dama, loba enamorada

y en la edad que me oprime, me da miedo decirlo,

de limpia voz y corazón travieso.

lo poco que me queda, pasear a mi perro.


Por Ronald Harris

ATALLAMOS

cada día con toda esta ter-

nura que llamamos tristemente soledad. Abrimos y cerramos nuestros ojos a tanta maravilla diciendo: “no gracias, hoy no quiero ser ni parecer”. Pero nos equivocamos, y caemos arrodillados cada siguiente ocasión, tentados en la posibilidad de encontrar lo que nos huye; pertenecer no es verbo para moribundos. Supongo que no todo obedece al macabro juego del azar. Eso debería incitar una plegaria, pero mi lengua está cansada de pedir. Quizá me he metido demasiadas cosas en el alma o los alvéolos. Demasiadas trampas. Demasiadas pesadillas. He recorrido este infierno demasiadas veces. Pero hoy todo me parece demasiado: el horario, las luces, el pastoso murmullo de mi respiración. Todo me parece innecesario y petulante: la música que baja de los muros, la sequedad del aire acumulado en las oficinas, todos estos papeles llenos de garabatos incomprensibles. Y si pudiera gritar o llorar, levantarme y destruirlo todo con un alarido, asesinarlos a todos bramando sus nombres en un solo y aterrador sonido, también me parecería demasiado. ◣


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CCEDER

a esa parte del alma que todo

lo puede, que todo lo perdona. Acceder al amor que trasciende la carne, el deseo, la necesidad. Tareas de santo que arruinan el ego más viril. Divinas tareas para un dios pobre, un dios vagabundo que todo lo soporta. El asceta que habita en mí, que duerme en su manta acurrucado en la orilla, esperando despertar. Ese oscuro monje con su puñal de amor que me empobrece. Lo que alguna vez fue poesía en mí, y que hoy no es más que este dulce abandono en la alegría de olvidar. ◣

L

final la condena era yo y esta manía

insoportable de querer ser otro. Yo y el hábito amargo de suponer que no me amas, que no me amarás, cuando en realidad no hay más cielo para ti que mis vellos acariciando el amanecer de tus caderas. Hay una celda en cada beso, un grillete sexual que arrastramos hasta la saciedad. Pero la condición implícita de odiarnos acaba por ser la única certeza, el vínculo inevitable de esta tragedia griega. ◣


Por Juliana Mediavilla

El soneto:

Tú, aire de mi aliento, creadora

Mi voz llega tardía, descompuesta

de la perfecta calma que me ofreces.

desde la luna en vilo de mis lares. Marinero remando entre pesares

Me naces, me renaces y me creces

te presintió mi tiempo en la floresta.

como una rosa blanca. Me enamora

Sobre el canto del agua que me presta

esa voz que te inspira, soñadora y vuelves hacia mí, reapareces,

el arroyo abrazado a los pinares,

como un ángel de vida tantas veces

aquí, donde levanto mis altares, se nutrió mi esperanza en tu respuesta.

y a cada cual mejor, más escritora.

Reposa de tu larga travesía,

Adorarte sería poco o nada y quererte, quererte y adorarte,

quédate en mi cercado. Ya amanece

no podría pagar lo que te debo.

y el trino del jilguero, risa pura, despertará en tus versos la alegría.

Me puede la verdad de tu mirada

También tu voz descanso se merece

y por vivir en ella y por mirarte

para volver, repuesta, a la aventura.

si hace falta, poeta, hasta me apruebo.

Mercedes Carrión

Vicente Vives

del poemario de sonetos “A

riedad de rima en los tercetos, vemos que ri-

una voz que es la mía” de Vicente

man en paralelo: 1º con 1º, 2º con 2º y 3º con

Vives.

3º.

OMADOS

El soneto de Vicente resulta muy

Forma parte de un largo poemario de sone-

rítmico por la variedad de los acentos

tos que está colgado en el Foro actualmente,

en los endecasílabos, entre los que encon-

con un dominio de esta estrofa en todas sus

tramos un cierto predominio de los melódi-

variantes: en alejandrinos, blanco, asonante,

cos, en combinación con enfáticos, heroicos y

polimétrico... He escogido éste que responde

yámbicos. La rima se ciñe a los modelos

al soneto clásico y que está dedicado a Mer-

clásicos: ABBA-ABBA-CDE-CDE. Entre la va-

cedes Carrión, por lo que incluyo también su


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respuesta, para mostrar un ejemplo de pe-

verso: "Me naces, me renaces y me creces", en

queño contrapunto, en una disciplina tan

el que destaca la trimembración de los ver-

difícil como ésta. Pretendo también destacar

bos, dos con el mismo lexema, también el

esa "sincronía" de los contrapuntos, en los

“me” se repite anafóricamente delante de los

que las réplicas tienen que responder al sen-

tres, que a su vez tienen la misma aliteración

tido del que las provoca, aunque cada una de

de la sílaba “ces”. Un verso muy logrado por-

las voces conserve su idiosincrasia.

que su forma pronominal otorga a la destina-

Vemos que el presente soneto es un poema de admiración, de cariño, de complicidad hacia su destinataria, en una especie de reencuentro. El afecto y sus matices recorren toda la composición, incluso respetando fielmente la estructura del soneto:

taria unos poderes especiales entre maternales y divinos. La repetición destaca también en el verso 10: "y quererte, quererte y adorarte", también en trimembración, formando una rima interna y con la aliteración rt en los tres términos. Anafóricamente aparece la conjunción y al inicio de verso, en los versos 6, 8, 10 y 13. Otras

  

Presentación del tema y desarrollo en

veces como nexo del último miembro de la

los cuartetos.

trimembración o de la bimembración:

Reflexión de la idea central en el primer terceto.

Conclusión y emotividad en el segundo

y quererte, quererte y adorarte y por vivir en ella y por mirarte

terceto. Dentro del campo metafórico, encontramos Los cuartetos se escriben en segunda per-

imágenes que tienden a la idealización de la

sona y están presididos por el tú, de la desti-

destinataria en los sentimientos que le des-

nataria, mientras que los tercetos se centran

pierta:

en el yo, reafirmando sus sentimientos:  Cuartetos     

Tú, aire de mi aliento... creadora de la perfecta calma que me ofreces... me naces, me renaces, y me creces... y vuelves hacia mí, reapareces...

Son notables las comparaciones: 

Tercetos    

y quererte, quererte, y adorarte... no podría pagar lo que te debo... me puede la verdad de tu mirada... y por vivir en ella y por mirarte...

En el presente soneto destacamos los recursos por repetición, muy notables en el tercer

Tú, aire de mi aliento creadora de la perfecta calma que me ofreces esa voz que te inspira, soñadora Me puede la verdad de tu mirada

vuelves hacia mí... como un ángel de vida me creces como una rosa blanca

Destacamos también un encabalgamiento que se produce entre los dos cuartetos: 

.......................................Me enamora esa voz que te inspira, soñadora...


24

Vemos que todos los recursos están enca-

El escenario del encuentro es en el soneto

minados a resaltar esa corriente afectiva en-

de Mercedes la Naturaleza, un marco muy

tre el emisor y su destinataria. Sentimientos

reconocible en su poética:

más cercanos al cariño, a la admiración, al respeto y a esa búsqueda de apoyo en la sere-

nidad que le inspira.

El soneto nos muestra no solo los senti-

mientos, hay en él toda una confirmación del

"oficio" de Vicente Vives en esta estrofa. Éste

Te presintió mi tiempo en la floresta Sobre el canto del agua el arroyo abrazado a los pinares Quédate en mi cercado El trino del jilguero, risa pura

y otros poemas en contrapunto responden a la poética del arrebato. Acunado en el soneto

Aparecen también términos que identifican

por los grandes sonetistas de Ultra —él suele

la ausencia con un viaje, que se presenta con

citar mucho a Isabel Reyes—, su dominio del

reminiscencias de lejanas epopeyas:

mismo le ha permitido saltar a todo tipo de composiciones poéticas pasando de las es-

tructuras clásicas al verso blanco o al verso libre. Poeta prolífico, se mueve bien por todas

las secciones del foro, no solo en sus posteos, también acude puntual a la lectura y comen-

tario de sus compañeros en cualquiera de los

subforos.

Marinero remando entre pesares te presintió mi tiempo... Aquí donde levanto mis altares, se nutrió mi esperanza en tu respuesta Reposa de tu larga travesía También tu voz descanso se merece para volver, repuesta, a la aventura.

Mercedes nos muestra su respuesta mediante otro soneto clásico que se atiene con

Puesto que el poema se centra en la voz: mi

fidelidad a la estructura, la rima sigue el es-

voz llega lejana...y se dirige a la voz: También

quema del anterior, incluso en los tercetos:

tu voz..., vemos que está presente en el poema

ABBA-ABBA-CDE-CDE.

el recurso de la personificación de la voz, que

Destaca la musicalidad del poema por la va-

incluye a su vez una metonimia (la parte por

riedad de los endecasílabos, entre los que en-

el todo). Es un recurso potente que preside

contramos un ligero predominio de los meló-

todo el poema.

dicos, seguidos de yámbicos y heroicos. La claridad y la armonía son cualidades que destacan en este soneto que es el contrapunto al de Vicente. La voz del compañero después de una au-

Aunque ambas voces son las protagonistas, en el plano real, no es la voz, sino la palabra escrita. En la sonoridad del soneto influye el gusto de Mercedes por las aliteraciones:

sencia convoca a la poeta que nos habla de esa larga espera y lo incita a quedarse.

desde la luna en vilo de mis lares (aquí

Los cuartetos describen la inquietud por ese

con la personificación de la luna que

silencio y la espera de una respuesta. Los ter-

nos sugiere el insomnio en las noches

cetos recogen ese encuentro y la dulce inci-

de espera)

tación de la amiga:

Marinero remando entre pesares (aparte de la aliteración, el acierto de ese senti-

Reposa de tu larga travesía...

do figurado: remando entre pesares, que es como ella lo imagina, nos presenta la


25

acción en desarrollo y nos hace visuali-

Te presintió mi tiempo en la floresta

zar la escena y el esfuerzo)

Se nutrió mi esperanza en tu respuesta

El arroyo abrazado a los pinares (que

suma a la claridad de las vocales, la per-

Tercetos

sonificación del arroyo). 

Reposa de tu larga travesía

Los cuartetos discurren serenos con enca-

Despertará en tus versos la alegría

balgamientos suaves que finalizan en el si-

También tu voz descanso se merece

guiente verso. Los tercetos aparecen encabalgados hasta el primer verso del segundo ter-

El amor se manifiesta en el soneto de Mer-

ceto. El encabalgamiento se inicia casi al fi-

cedes como un sentimiento acogedor que

nal del verso:

invita a la serenidad, al descanso y al recogimiento y se ciñe por tanto a la demanda amo-

Reposa de tu larga travesía, quédate en mi cercado. Ya amanece y el trino del jilguero, risa pura, despertará en tus versos la alegría.

rosa del emisor en el primer soneto. Los versos son claros, sin artificios ni en el léxico ni en la construcción sintáctica, eso unido a una puntuación abundante versal o dentro del verso, dan al poema un gran dina-

Dentro del campo de la metáfora, hay imágenes de una gran belleza:

mismo. En su lectura destaca la armonía, la belleza y la precisión. A pesar de que Mercedes siem-

     

Marinero remando entre pesares Sobre el canto del agua el arroyo abrazado a los pinares quédate en mi cercado el trino del jilguero, risa pura, despertará en tus versos la alegría

pre muestra sus reservas frente al soneto, ella dice moverse mejor en verso blanco, los que la conocemos sabemos que es capaz de ceñirse a cualquier estructura. Poeta contrapuntista por excelencia, ha mantenido contrapuntos en sonetos y los mantiene en verso blanco. Su voz es muy reconocible porque la

Destacamos también ese presente del verbo

ha ido forjando y consolidando, no solo en sus

amanecer, que sugiere el renacer afectivo y

poemas, también en los comentarios que deja,

tiene un gran valor poético:

o a los que responde en los espacios de los compañeros y en los que se implica a fondo.

quédate en mi cercado. Ya amanece.

Es perfeccionista y generosa: cuando uno de sus textos sale a escena ha pasado ya todos

Vemos que, al contrario del soneto de Vi-

los filtros. Se atiene a aquella expresión juan-

cente, en éste hay un reparto invertido de las

ramoniana: “¡Inteligencia, dame el nombre

voces: en los cuartetos la presencia del yo y

exacto de las cosas!”, porque en poesía no

en los tercetos la del tú:

cuenta solo la inspiración y el trabajo, la inteligencia es también un factor muy importan-

Cuartetos 

Mi voz llega tardía, descompuesta

te, puesto que un poema, como cualquier obra de arte, no deja de ser, entre otras cosas, un ejercicio intelectual. ◣


Por Elhi Delsue

¡No me levantes!, deja que mis pies palpen las blancas vísceras del aire, que lo que ayer fue lazo hoy es horrenda soga, y es la muerte fatídico presagio y la felicidad, simple entelequia. No mires los espasmos de mis ojos, no beses las tinieblas de mis manos, que lo que ayer fue eterno hoy es clamor del polvo, y es la vida el cantil hacia un calvario coronado por cruces en la cima. No digas, madre mía, que fui solo pálido lis que flageló el invierno, si hallé en la poesía todo el calor divino que no encontré jamás en otro fuego, ni otro sol, ni otro vientre, ni otro hogar. No hurgues en la umbría de mi fe mis alucinaciones y demonios; abre veredas nuevas con tus dolores viejos y en el altar, refugio de tus santos, ponme, madre, de hinojos ante Dios. Ábreme con cuchillos de la aurora para que broten todas las luciérnagas que quedaron cautivas en mi sangre quijote, y amarra en los puntales de la noche los volantines que jamás icé. Esparce las cenizas de mis versos en las aguas del mar de las Antillas ¡Que surquen victoriosos continentes de espuma y renazcan blanquísimos de luz en los silos poéticos del alma!

Inspirado en el artículo «De odios necesarios y otras literaturas» publicado en la Revista Ultraversal n.° 3, de nuestro compañero Gavrí Akhenazi, y a él dedicado.

Parecía en el fondo de su fosa un souvenir de la desidia humana… Su voz, que de la lengua fue soldado, yacía en la conciencia sepultada y era una piedra oscura enmohecida su corazón de cáñamos y dalias. Allí estaban, al pie de su sepulcro, los pseudos más sesudos con la farsa de su gran "patrimonio emocional", sus berrinches pueriles y patrañas, sus moldes y su ego, sus falencias, la métrica excusándoles la plana, sus imposturas y sus fondos Disney y el ludismo en su forma más prosaica. Allí estaban, al pie de su sepulcro, con sus negros crespones y corbatas, sus versos con olor a naftalina, estériles las sienes de metáforas y el tosco diccionario de clichés y la obvia torpeza en la palabra. Nunca hallarán el tiempo que no sea el de ver sus ombligos y medallas, abonarán las sendas del elogio, crecerá entre las rosas la cizaña. La matarán mil veces, como aquella canción de Soledad a la cigarra; pero mil veces resucitará con la fuerza que tiene la esperanza. La crítica es amor, es altruismo, no el indigno argumento que difama, una cantera de la poesía, un remanso de tinta, una ventana, un ejercicio humano, una virtud, una espada en la roca literaria.


27

Tal vez fui bendecido el día que la Muerte vertió su suero amargo en el cáliz materno y quiso amamantarme de sus senos inmundos para que nunca vieran mis ojos la alborada. Tal vez nunca lo he sido... y mis lábiles sueños aprendieron el vuelo que no pueden las alas y mis sienes palparon el pedazo de cielo celosamente oculto detrás de las palabras.

Muchas veces cayeron de bruces derrotados, otras se levantaron como atlas soberbios y cargaron el peso de toda mi existencia, de todos mis azares, de toda mi amargura. Y surcaron el aire como australes cometas que vuelan anhelantes buscando entre las cosas la unicidad sublime del instante poético, ese donde la magia se funde en los vocablos, donde el aliento suave de la lengua acaricia como un céfiro blando la gravidez del verso. Allí están, en la aurora, como gárgolas negras, como heraldos de piedra, como espejos dormidos, como simientes nuevas bajo la tierra vieja, esperando que el cántaro de la lluvia se rompa y germine de nuevo mi verso en el papel.

Yo amalgamé la plata, el jade y la genista recostado en la hierba, bajo lunas y soles, y me amparé en la música como un ciego al sonido, y ensordecí de rabia del amor las campanas para que no quedara ni un atisbo de sombra que pudiera empañar el prisma de mis versos. Y fue así que empezó la hermosa travesía de este epígono triste de vuelos nerudianos que amó su glauca esencia, su inusitada lira, sus osadas metáforas y el tristísimo acento mineral y salino de su voz de atalaya. No sé cuándo llegaron las Piérides del alba con sus labios etéreos a besar mis silencios; sólo sé que era noche mi nemorosa vida y flagraba en el novel tintero de mi sangre, como tímida llama, la luz de la poesía.

Vengo del fondo de la tierra misma, raíz de lluvia soy, cieno y tinaja, soy de la oscuridad negra navaja, brasa ardiente en el frío del sofisma. Mi verso es como el ave que se abisma buscando entre lo bello una migaja, una rosa de luz que se desgaja pétalo a pétalo en su limpio prisma.

Así fueron naciendo mis primeros poemas, como constelaciones de universos ignotos, y mudaron el pálido color de su plumaje, y vencieron las simas del fondo de mi alma como aves que emigran buscando su destino

Vivir, morir tan solo es el reflejo de lo que soy: el tímido trebejo que elude los escaques de la ausencia. Y soy feliz así porque en el fondo, allí de donde soy, en lo más hondo, es donde no me alcanza su presencia.


Por Gildardo L贸pez Reyes


29

“Nadie supone nada, el que dice supongo sólo afirma sin ánimos de ofender”. Decir que suponemos cuando queremos afirmar, es una forma de expresar lo que pensamos suavizándolo, tratando de no ofender al otro con nuestras ideas contrarias, esperando no parecer intransigentes. Así nos enseñaron desde niños, a empequeñecernos. Aprender que nuestra opinión no es lo suficientemente válida para afirmarla y tener que recargarla en la muleta de la duda; aprendimos también a hablar de nosotros en tercera persona o en un incoherente plural, para no parecer presuntuosos y llenos de vanidad. A sonar lo más amables que se pueda: diplomáticos e hipócritas, con falsa modestia y falsa humildad. Por qué se habría de ofender el otro de que pensemos diferente a él. A menos, claro, que nuestra actitud fuera agresiva y el volumen de nuestra voz hubiera subido de tono, evidenciando una agresión. Si esto no pasa tenemos todo el derecho de pensar distinto. Decir supongo, creo, me parece, en vez de un rotundo “sé”. Pero además en pleonasmo: yo supongo, yo creo, a mí me parece. “Es o no es, cómo que crees”, me gritó una vez mi padre ante mi vacilante “yo creo que…” Pero como decía, así nos enseñaron, a mí al menos. Así aprendí. Y me cuesta muchísimo trabajo dejar de usar el simpático pleonasmo y afirmar lo que sé y lo que pienso: sin suavizarlo, sin querer quedar bien con los demás. Cuando lo formulo en mi cabeza suena agresivo, así que me autocensuro y voy por lo seguro y aceptado. Casi nadie quiere parecer un mamón sabelotodo. “Smart ass” dicen los gringos, me gusta la expresión. ◣


Por Ovidio Moré

Un libro de Gavrí Akhenazi

ADA

diferencia a la concepción literaria de la con-

cepción plástica, el proceso creativo es idéntico. En el primer caso, el creador, dibuja imágenes con palabras, en el segundo, crea las palabras con las imágenes. El dibujo, el óleo, o la acuarela, pueden ofrecer un discurso poético, de la misma forma que el poema o la prosa pueden ofrecer un discurso pictórico. En resumidas cuentas, estamos hablando de arte, independientemente de cómo se manifiesta. Pero yendo más allá, cuando ambas son leídas o visionadas por estos artistas (pintor o narrador o viceversa) da pie a inspiraciones mutuas: un poema o una narración puede inspirar una obra plástica, y una obra plástica puede inspirar una obra literaria. Y eso es lo que me ha pasado a mí con la lectura del último libro de Gavrí Akhenazi, que me ha inspirado el siguiente dibujo y, a su vez el dibujo ha dado pie al texto que sigue a continuación. ◣


31


32

N

tu cabeza habita el pájaro ham-

briento de ojo insomne, y llueve en

allí, donde tu ala de pájaro de barro quedó trunca.

las sombras de tu rostro, pero llueve

Pero siempre regresas del horror y renaces

de manera diferente a como llueve

del gris, siempre. Y el pájaro roto de barro se

en el amarillo del día y en el negro de

hace hombre que ama, sueña y escribe. Por-

la noche. Te alzas desde el gris, como un reloj de arena que se nutre del agua viva de tus lágrimas, en una desmedida ambición de ser clepsidra.

que el amor y la letra son el mejor ungüento contra la soledad, el horror y el olvido. La literatura de Gavrí Akhenazi, de La pasión triste, es una literatura visceral y autén-

Tus lágrimas anegan el pecho, inconmensu-

tica. Prosa poética donde las haya, exuda un

rable mar azul donde navega el corazón atra-

exquisito lenguaje metafórico que no deja

vesado por la punzante flor de la pasión, de la

indiferente, al tiempo que se revela como len-

pasión triste, la que duele lo que SÍ está escri-

guaje testimonial único. Cuando lees a Gavrí,

to. Es el mismo corazón que vive, late y san-

la empatía y la sinergia te atrapan, ahí quedas

gra versos que se vuelven ave: Cisne intrépido

en simbiosis con la escritura y con un mundo

a la conquista de nuevas constelaciones, que

vivencial pletórico de emociones desgarrado-

son como circuitos eléctricos que han de dar

ras, donde el amor y el “horror” van de la ma-

luz al lucernario que te habita y que añoras.

no, formando parte de la cotidianidad del

Y en esos amarillos días en que la sangre

hombre-guerrero-cooperante-escritor,

que

cae gota a gota, la esperanza (inmensa neu-

viste de belleza el encanto en una catarsis

rona verde y espinosa a la que siempre perse-

continua para poder sobrevivir.

guimos) te persigue, va a tu espalda porque

Entre cartas y epitafios te sumerges en una

eres como ese Cristo redentor dolido y lace-

obra literaria de una calidad y riqueza verbal

rado el que refuerza su piel de aleaciones de

inigualables.

plata y acero, para que ni la bala perdida de

Os la recomiendo de todo corazón, porque esto es literatura de muchos quilates. ◣

plomo ni la bala de la desidia del mundo, encuentren carne en la que echar raíces, justo


33


Por John Madison

Pero aún queda mucho que dar a nuestra flota. Me preguntaba yo, luego de hacer la siesta,

Maferefun mi cuervo,

qué pasaría hoy,

Maferefun.

exactamente hoy. Un Lunes a las seis si me muriera.

Ayer mañana y siempre.

Mi amor, mi gran amor del mundo y de los mundos buscaría otro amor, porque tú sabes bien, amigo mío, de amor nadie se muere. Y el hombre siempre vuelve a ser amor. Es ley de vida. Mis hijas, mis mataharis guerreras. Compañeras de fatigas del alma a las que hice mujeres antes de que sus ojos lo pidieran, a las que hice montañas sin posibles ascensos de lo absurdo, se buscarán la vida con tal de que la vida no las muerda. Como les enseñé. Querido Juan Ramón, pido un soneto Me quiero más que nunca en esta hora.

como quien pide en medio de una fiesta

6:45 de la tarde.

vuelen al aire ritmos de bolero para amarrarse al cuerpo de una hembra.

Cada trozo de carne, de manos y de noche. Tu abolengo y montura, moguereño, De mí, lo adoro todo.

inalcanzables son para mi empresa. Lánzame un cable a tierra, viejo arriero,

Porque quiero vivir

desde tus anchos vuelos de poeta.

pa' que vivan los míos mi alegría. Mi son de libertad.

Pues de catorce patas y once nudos

Cada grito de guerra que le doy al destino.

se presenta la bestia ante mis ojos retándome a montarla en desafío.

Vaya a la mierda el diablo y sus tragedias. Si domarla consigo, te aseguro, Nunca creí en la muerte. Ni quiero que me lloren.

la bulla va a escucharse en "Alto Songo".

Que corra el ron sobre cubierta.

En su grupa violenta voy mecido.


35

Ésta palabra ardiendo que me cruza la frente y los deseos. Aún sigo en Estocolmo.

Que no calle tu índigo de peces ni tu morral de panes de futuro

El galeón

que barre con pensarte

se derrumba

las rejas de mi oscuro falansterio.

sobre la laxitud callada de su suerte.

(De: El bello arte de la marinería)

Es un Lázaro envuelto en un sudario blanco de carámbanos a la espera de Cristo, un témpano aquietado sobre el mar negado a subyugarse. Hoy nieva en Estocolmo. Algunas noches El ancla se resiste a toda orden

no quiero ser marino.

La arboladura gime

Solo Goriot.

y el velamen sisea moribundo entre mis rezos.

Ese Goriot tan francés y abnegado que ofrece sus rodillas

Los ángeles custodios

a tu joven ventura

han tendido sus alas

y bebe sopa amarga con migas de pan duro

sobre el sindicalismo

sin quejarse durante todo el año.

de la huelga.

Y el otro, y el siguiente.

El tiempo confabula.

Para cumplir con todos tus caprichos.

La ciudad confabula

Mi botín a los vientos

como una bailarina caprichosa

para limpiar tu estrella.

que ofrece a los turistas y portuarios su exigua pompa de gogó falsaria

Pero no necesitas un Goriot,

solo por retenerlos.

sino a este Draco de papel que mata

Quizá mañana.

a puros cañonazos, a los caimanes fieros de la ciénaga

Quizá mañana ronden otros vientos

que veneran a Giorgio.

y llueva en Estocolmo. Un igual que conozca la magnitud y el peso Desde cubierta exijo a lo divino:

de tu terrible caja de pandora.

—Que no cese. Que no calle, Señor mi delgada llovizna libertaria.

(De: A instigación del viento)


Por Almudena Santalla

Caligrama del caballo de Apollinaire Nihil Novum Sub Solem. (Eclesiastés, 1-10).

explorados y el campo de la palabra es el que

Paul Valery utiliza estas palabras mágicas,

se eleva por encima del adorno. La expresión

sagradas, para expresar que nada cambia en

oral es la innovadora, la sugestiva, la tremen-

el mundo literario y que no hay nada real-

damente subjetiva y sugerente. La poesía vi-

mente novedoso. En la poesía visual todo ha

sual es sólo el contorno, no la clave.

sido ya experimentado, todos los terrenos


37

Para un lector de a

caligrama. Sí, año

pie la existencia de

300 antes de Cristo,

una poesía visual se

a un hombre llama-

remonta a Apolli-

do Simmias de Ro-

naire, que fue quien

das, todo un inno-

hizo resurgir esta

vador. Estamos en

manera

expresiva.

Grecia, una Grecia

Pero hay que re-

que fue esplendoro-

montarse

antes,

sa en todos los sen-

mucho antes en el

tidos. Simmias de

tiempo.

Rodas escribió, al

Digamos,

en primer lugar, a la

menos que

Escritura jeroglífica

Prehistoria. El hom-

sepa-

mos, tres caligra-

bre primitivo, una vez aseguradas las como-

mas, El hacha, El huevo y Las Alas. El huevo,

didades básicas de su vida, se dedicó a pintar

por ejemplo, ha de leerse alternadamente, el

y expresar su realidad en las paredes de las

primer verso y luego el último, el segundo

cuevas. Formas lineales y geométricas, ani-

verso y luego el antepenúltimo, hasta termi-

males y humanas fueron su mundo, como

nar en el verso central. El objeto representa-

podemos constatar en los múltiples ejemplos

do, esto es, el huevo, sintetiza la idea del texto

que disponemos. Este hombre ya tenía un

en cuanto a símbolo de vida, la gestación y el

cierto gusto estético, ya utilizaba la policrom-

origen. El sentido general parece claro: la ma-

ía, ya tenía un cierto deseo de comunicación

dre ruiseñor nos dice haber perdido un poe-

y de pervivencia.

ma en forma de huevo, recogido por Hermes

Saltemos de época y cultura. Egipto y su esplendor. Las paredes son verdaderos testi-

bajo su ala, que ordenó sus versos para enviarlo a los hombres.

monios de una civilización que se resistía a

No fue un hecho sujeto al más puro azar, si-

caer en el olvido. La escritura jeroglífica en-

no que tuvo una serie de antecedentes pre-

cierra esa combinación testimonial y artística

vios: los mandalas hindúes, pero, sobre todo,

que emplearon para servir a un común objeti-

la inscripción de “Duenos” del siglo IV a.C.,

vo. Pero no fue un hecho aislado: podemos

encontrada en Roma cerca del Quirinal, que

recurrir a los glifos, a la literatura cuneiforme

es una espiral grabada en un vaso y que pue-

hitita o a los glifos

de leerse de derecha

mayas para deducir

a izquierda. Hay in-

sin margen de error

cluso algunos que lo

que la poesía visual

han relacionado con

es a menudo anterior

el disco de Phaestos

a la aparición de la

fechado en torno al

poesía tradicional.

segundo milenio a. C.

Pero tuvo que llegar

y

compuesto

tam-

el año 300 a.C. para

bién en espiral por

que toda una tradi-

pictogramas aún no

ción previa llegara a conformar el primer

El Hacha, Las Alas y El Huevo, Simias de Rodas

descifrados.

Y

no

hay que irse tan le-


38

jos: en su mismo si-

nuestros más remo-

glo y en el anterior

tos

hubo autores griegos

ejemplo, el lipogra-

que practicaron ejer-

ma, textos en los que

cicios visuales, como

se omite sistemáti-

El altar de Dosíadas o

camente una letra.

Teócrito, que hizo un

Así, el primero reco-

caligrama en el que

nocido en hacerlo fue

imita la forma de un

Laso de Herminone

instrumento musical

en el siglo IV, que

de

llamado

omitió la letra sigma

siringa, que tocaba el

en la Oda a los Cen-

dios Pan, al que la

tauros y en el Himno

composición va diri-

a Démeter. En el siglo

gida.

III Néstor de Laranda

viento

Hay muchos más ejemplos, desde el altar

caligramático

ancestros?

Por

reescribió la Ilíada en

Inscripción Duenos

forma de lipograma, suprimiendo en cada

de Julius Vestinus, que es, además, un acrós-

canto una letra: en el primero alfa, en el se-

tico: Olumpie pollous etesi quseias, o los tra-

gundo beta, y así sucesivamente. O en el siglo

bajos de Publio Optaciano Porfirio (siglo IV),

V, Trifidoro de Sicilia, que reescribió la Odisea,

artífice de carmina quadrata, es decir, poemas

eliminando una en cada una de las veinticua-

cuadrados, y carmina figurata, o poemas con

tro secciones en que dividió los viajes de Uli-

forma de figuras o caligramas,

cuyos

Otro recurso fueron

tentos destacan letras

los monogramas, que

que

formando

es un símbolo formado

símbolos o mensajes

por cifras y letras en-

dentro de esta especie

trelazadas en conjunto

de gran sopa de letras

que ya existían en la

literaria que se pre-

época de Constantino

senta

primer

con el nombre de Je-

texto a los ojos del

sucristo. Hay quienes

lector y debajo del cual

afirman que fueron la

hay

extraer el

base constructiva de

mensaje que se trata

la que proceden labe-

de resaltar, para lo

rintos literarios, poe-

cual

mas cúbicos y cali-

van

en

ses.

como

que

emplea,

por

ejemplo, letras en ne-

gramas.

grita. ¿Qué otros recursos son atribuibles a

El acróstico también

Monograma de Cristo

pertenece a esta época. La Biblia y los


39

Textos Sagrados son prueba fidedigna de su

Entre fines del siglo IV y principios del siglo

antigüedad y de su papel en la literatura

V Iulius Rufinianus, Aquila Romanus, Donato

hebrea. Los Salmos ofrecen múltiples ejem-

y Servio recopilaron formas no convenciona-

plos, desde los de plegaria y acción de gracias

les que denominaron vicios. Así, Donato cita

hasta los de liturgia.

como vicios los barbarismos, solecismos, acy-

Y los ideogramas…proceden del arte pic-

rología, tautología, eclipsis, tapinosis, “labda-

tográfico y jeroglífico, y también pueden ser

cismus”, “iotacismus”, “myotacismus” (versos

considerados en parte los padres del cali-

letreados, donde cada palabra se inicia con l, i,

grama.

m o con predominio de éstas).

Los centones, o poemas construidos con

También incluyen los Ropálicos, que en la

fragmentos de versos de otros poetas, lo que

poesía griega eran versos en que cada palabra

los convierte en un precedente claro del “co-

tiene una sílaba más que la precedente.

llage”, los poemas polilingües, o los cacenp-

En el siglo V, Flavio Félix inscribió sus epi-

haton, figura que consiste en buscar la difi-

gramas en los baños de Alima, construidos

cultad de

por orden

pronun-

del

rey

ciación y

Thrasa-

otros mu-

mund,

chos

“vi-

uno de los

cios”: ma-

cuales es

crología,

un poema

tautología,

de veinte

anfibolog-

hexáme-

ía,

ca-

tros

cosíndeton,

etc,

con

los

de

treinta y

Ideograma egipcio

seis

le-

tras cada

tipos poéticos que estas licencias pueden

uno, formando un pentacróstico en el que se

formar, como es el caso del Carmen amphibo-

lee: “Thrasamundus cuncta innovat vota se-

logicum.

renans”.

Diómedes Athanasio, por su parte, en su Ar-

El padre Sedulio, por otra parte, fue autor de

te grammatica, recoge versos llamados reci-

una larga elegía en versos serpentinos basada

procus y neothericus o sotádicos, recurso que

en el Antiguo y Nuevo Testamento, y al que

permite una lectura inversa. Véase el ejem-

también se le atribuyen acrósticos, como su

plo:

himno A solis ortus cardine. También escri-

Musa mihi causas memore quo numine Laeso Laeso numine quo memore causas mihi musa. Hay tantos ejemplos que es imposible enu-

bió un teléstico, donde su nombre venía formado con la última letra de cada verso. Fortunato aunó formas precedentes, utilizando ampliamente laberintos y caligramas.

merarlos todos. La importancia de la simbo-

Por ejemplo, el Syagrius, que era un laberin-

logía y la potencia del significado de la pala-

to formado por un cuadrado de treinta y tres

bra ya existía mucho antes de que fuéramos

versos de treinta y tres letras, como la edad

conscientes de ello.

de Cristo al resucitar. Utiliza los acrósticos,


40

los telestéticos y mesós-

género visual del Medie-

ticos (internos), dos de

vo por excelencia es el

ellos formando una di-

laberinto,

basado

en

agonal X: el símbolo de

mensajes

cifrados,

je-

Jesucristo.

roglíficos,

simbólicos,

A su vez, escribió un

sustentados en la geo-

caligrama perfecto: De

metría y con una repre-

Sancta Cruce, una cruz

sentación

teutónica

punto

compleja, cuya lectura,

central viene formado

por estos motivos, esta-

por un rombo con la pa-

ba limitada a gente cul-

labra crux legible desde

tivada. El laberinto tiene

el centro hacia fuera en

en cierta medida un ori-

todos los sentidos.

gen mozárabe, cultura

cuyo

En el siglo VII, llega una

Laberinto Svagrius

nueva influencia

caligráfica

donde estaba prohibida la representación de la

que marcó la época: la de la estética germáni-

figura humana, que se venía a sustituir por el

ca, que hizo mella en los textos monásticos,

valor metafórico y alegórico que adquiría en-

escritos en los “scriptorium” y talleres monás-

tonces la escritura. Los laberintos tienen una

ticos. Fue una época prolífica en las copias,

clara orientación religiosa, y se distinguen

donde surgieron también las unificaciones

por participar de una estética de la oculta-

lingüísticas a efectos de escritura y ortograf-

ción, ya que se creía que a través de las pala-

ía.

bras y revelaciones escondidas de los laberin-

Beda el Venerable, en

tos se accedía a los mis-

su himno a St. Etheldre-

terios de la fe cristiana, y

da, termina sus cuatro

que la fe estaba reserva-

estrofas finales con las

da sólo para los elegidos,

letras AMEN. Fue un

capaces de desentrañar

recurso también utiliza-

sus más íntimos secre-

do por San Agustín, Hila-

tos.

ry de Potiers y Sedulio,

Tanto en los laberintos

entre otros.

como en el resto de géne-

La Edad Media resaltó

ros visuales adquiría una

la idea de un mundo re-

importancia

cogido por la armonía de

colocación de los com-

los números y la con-

ponentes del poema, el

cepción de la palabra a

tamaño, la forma y color

partir del ritmo musical.

de las letras, números y

Abundan los acrósticos

signos y sus posibilida-

y los enigmas, al igual

des combinatorias. Todos

que los pentacrósticos,

los elementos confluían

como en el caso del sajón Aldhelmo. Pero el

Laberinto de Rabano Mauro

crucial

la

en el centro, que era el núcleo del texto, asocia-


41

do al Universo o el Cielo de los creyentes. Ese

escultura, el volumen, integrado todo en el

centro a menudo se representaba con la letra

espacio arquitectónico.

“O”, el astro sol o simplemente con un círculo.

Hay que tener en cuenta que la escritura

Merece la pena también mencionar a uno

tiene en el mundo islámico especial impor-

de los más atinados creadores visuales de la

tancia, de ahí que se manifestara en múltiples

época, el monje alemán Rabano Mauro, que

ocasiones en la arquitectura, por su carácter

empleó en sus obras en color rojo para obte-

simbólico y gráfico, por su sentido plástico,

ner, en el interior de sus poemas, formas su-

por toda la magia que encierra.

periores que destacaban del conjunto.

Y mientras la cultura islámica recurría a la

El gramático Virgilio de Tortosa es una es-

arquitectura, la hebrea ejercía la poesía visual

pecie de sistematizador del sentido caótico

de otro modo bien distinto: a través de los

de la poesía hasta la transgresión sintáctica:

masorah, escritura situada en los márgenes

el neologismo, la derivación léxica extrema,

de las páginas formando motivos florales y

el extranjerismo, abreviaciones, retruécanos

otro tipo de adornos a modo de tapiz.

forzados, ruptu-

Prosigamos

ra de las pala-

con la historia.

bras o las sílabas

La

y nuevas orde-

cia de los ele-

naciones de le-

mentos religio-

tras.

sos propios de la

Como se puede

Edad Media dio

observar, haciendo

trascenden-

paso al carácter una

profano del arte

breve pausa en

típico del Rena-

el devenir histó-

cimiento.

rico, todas son

ya no es el cen-

formas que se

tro de las cosas,

han seguido uti-

sino que lo es el

lizando

hombre,

hasta

nuestros días. La indagación en la

Poema epigráfico en las paredes de la Alhambra de Granada

Dios

y

se

van a imitar las obras

clásicas

originalidad estética actual está puesta a de-

de orientación visual. Entre ellos destaca el

bate.

monje cisterciense madrileño Juan Cara-

El mundo árabe tampoco fue ajeno a las

muel, que vivió en el siglo XVII y que fue cali-

nuevas tendencias. En el siglo XI, la poetisa

ficado de oscuro por llevar sus indagaciones

Omeyya Wallada se tatuaba al estilo bereber

visuales al extremo.

poemas con henna en el cuerpo, inaugurando

Otro ejemplo, en otra línea, es un soneto cir-

la tendencia actual del “body painting” y el

cular laudatorio al conde de Villaflor, ideado

tatuaje.

en el mismo siglo por Antonio Álvares da

Otro ejemplo meritorio de mencionar son

Cunha, que diseñó un código numérico basa-

los muros de la Alhambra, pues a la integra-

do en el título del poema, clave para descifrar

ción del poema caligráfico y su disposición

el resto.

en el plano se une el elemento básico de la


42

A pesar del carácter profano de la época, también se dieron casos de caligramas reli-

ejemplo sería el epitafio dedicado a Fernando de Hohemberg, que nos da como fecha 1655.

giosos, como el que representaba el nombre

El Carmen Caballistico se basa también en

de Jesucristo en una esvástica, emblema con

valores numéricos, pero en este caso a partir

el que los primitivos cristianos de la era ro-

de la cábala. Las letras tienen así un valor

mana designaban al Hijo de Dios.

numérico determinado que es preciso sumar

También es destacable la técnica del retró-

en cada palabra, según una tabla que el autor

grado, donde se dan poemas con dos lecturas:

ofrece, para obtener una cifra total. El primer

una lineal y otra inversa, o sílaba a sílaba, o

ejemplo que incluye es el dístico dedicado a

letra a letra, como “remire”, “regire”, las rims

la Virgen:

derivatius, formadas por palabras que derivan

“Ecce potest animi mores affingere palma

unas de otras, y las rims equivocz, con pala-

A facie mores discit imago mea”.

bras parecidas fonéticamente.

La suma de todas estas letras según dicha

En el terreno de los acrósticos, como nove-

tabla nos da como resultado la cifra de 1668,

dad, hay un caso insólito digno de mención:

que coincide con la primera edición de este

Copla sola de Luis de

libro.

Touar, donde, aparte

El Carmen Arithme-

del acróstico, apare-

ticum, en cierta rela-

cen

los

ción con el anterior,

nueve

juega con los números

damas. El poema que

y las letras, como en

le sigue en el cancio-

uno de los ejemplos

nero da respuesta a

que

una pregunta que se

sius):

insertados

nombres

de

ofrece

Pascha-

le formula sobre cuál

Tertria sunt septê,

es la más importante

septê sex, sex quoq

para él. El nombre

tres sunt,

aparece insertado en el poema a través de letras mayúsculas a lo largo del poema. Como ejemplo curioso de rebus (o jeroglífico fonético) se encuentra uno, tal vez del siglo XIX, que recoge Carbonero y Sol: SKDTDAK (ese cadete de acá) TDCAYAPTC (te decea y apetece)

Masorah en la torá

octo quatuor

dant

quatuor,

faciunt

tibi

septem, haec numeres, recte faciunt tibi millia quinq”. Así tertria tiene siete letras, septem tiene seis, etc. Más interesantes en el plano visual son los

CKBCAYCKE (ce cabecea y ce cae)

ejemplos que ofrece el autor del Carmen mu-

YTCDYTOBDC (y te cede y te obedece)

sicum, en los que se sustituyen aquellos ele-

El Carmen Chronologico, chronographico o

mentos del verso que corresponden, a partir

numerale es el tipo de poema que se refiere a

de sus letras, con las notas de la escala musi-

una cifra histórica o fecha determinada a par-

cal, ut, re, mi, fa, sol. De este modo, el verso:

tir de la lectura de ciertas letras como núme-

“ma te nequit cat inclyta virtus”

ros romanos. Es preciso entonces sumar di-

debe leerse:

chas letras para obtener la fecha deseada. Un


43

“FAma LAteRE nequit MIcat UT SOL inclyta virtus”.

Para culminar con este paseo por la poesía visual y sus recursos, quizá uno de los casos

En estos casos el texto aparece con el gráfi-

más curiosos a mencionar: el poeta románti-

co musical y al pie del mismo las letras que

co inglés William Blake y sus poemas “ilumi-

faltan para componer el verso.

nados”: La impresión iluminada implicaba

El Carmen Grammaticum define al tipo de

escribir el texto de los poemas en planchas de

artificio por el que las palabras del verso apa-

cobre con plumas y cepillos, usando un medio

recen desordenadas y es preciso encontrar la

resistente al ácido. Las ilustraciones podían

clave de su ordenación. A veces incluso las

aparecer junto al texto de igual modo que los

sílabas de una palabra hay que descomponer-

manuscritos iluminados medievales. Luego

las para lograr el sentido correcto, como en el

bañaba las placas en ácido para disolver el

siguiente ejemplo:

cobre no tratado y dejar

“Furfur edit pannum, panem

quoque

únicamente el diseño.

susti-

Las páginas impresas

neamus”.

con estas placas tenían

Si dividimos la última

que ser recoloreadas a

palabra en tres obtene-

mano con pinturas al

mos, una vez colocada

agua y después se cos-

en su sitio cada una: Sus

ían para formar un vo-

- tinea -mus.

lumen.

Sus edit furfur, tinea

Blake

pannum, mus panem.

utilizó

esta

técnica en cuatro de sus

Ya en la transición

trabajos: Canciones de

hacia el Barroco, resur-

inocencia y de expe-

gen con fuerza los cali-

riencia, The Book of

gramas, sobre todo en la

Thel, El matrimonio del

Escuela

de

cielo y el infierno y Je-

Nürnberg, con obras con

rusalem; tratar su obra

forma de copa, yunque,

poética separada de la

torres, ramas de laurel,

pictórica

cruz,

valor a la dimensión de

alemana

alas,

pirámide,

huevo, animales como el oso, corona de espinas o incluso un ataúd

hace

perder

su trabajo.

Primer libro iluminado de William Blake

La originalidad de la poesía radica hoy en

(Johann Rudolf Karst). Según avanza el Ba-

día, pues, en la fuerza de la palabra y las imá-

rroco esta tendencia decae, aunque se siguen

genes que con ellas se reflejan, ya que el resto

encontrando ejemplos todavía, para dar paso

de las técnicas visuales tan abundantes hoy,

a la agudeza semántica, a la ironía, al juego

incluso con la poesía virtual o el videoarte,

verbal, … esto es, se potencia la palabra.

son fruto de indagaciones anteriores. En pa-

Acrósticos, caligramas, centones, anagra-

labras de Lord Byron: The past is the best

mas,… todos ellos se han seguido usando, a

prophet of the future. No ignoremos, pues,

veces intermitentemente, siempre con sello

nuestro amplio bagaje cultural y aproveché-

personal, a lo largo de la historia.

monos de su sabiduría. ◣


Por Orlando Estrella

Nos cubren las tinieblas como mantos del mal, horadan pensamientos que quedaron varados en ambientes hipócritas. Así estamos, mi nena, viendo en los mares rojos impensables señales de un mundo sin razón. Traiciones encubiertas como velos mugrientos que enlodan los caminos para que resbalemos sobre esa mierda húmeda que nos arropa hoy los sueños inconclusos. La vida pasajera nos obliga a mentir y solo las verdades las usamos de paso como puñales finos para herir las ideas que defienden el mundo. —Y que por cierto está— en manos de cabrones.

Tomaste posesión de un horizonte límpido —el que la rigidez te fijó en la mirada—, ese fue tu sendero que habrías de trillar

Vamos para la cama

y caminaste incólume cual guerrero de luz.

que es el único sitio donde somos nosotros. Ahí quizás logremos ser felices un chin.

Fui tu primer destello, sol que te deslumbró y motivó la fuerza de macho convencido con su inmenso poder y de inusual sorpresa

Entonces la mañana nos despertará lúcidos

e instinto maternal ¡ vaya la vida extraña!

pero si nos pasamos la gran noche fingiendo que somos detectives, entonces somos pillos y estamos atrapados.

Hiciste añicos normas sagradas hasta hoy pero, ¿de qué maldito material te fundieron?, una incógnita grata que me sigue feliz. Bien hubiera querido heredar tal proeza. Sentí en mi piel de niño tu firmeza letal que marcó como hierro mis tiempos del futuro ¿fue mi necedad bruta o tú fuiste vidente? Incorruptible ser, lo fuiste hasta tu ocaso. Te honraré mientras pueda, pero no soy igual. Tus tiempos fueron calmos, los míos turbios, Padre.


45

Te mecieron con cantos que aún recuerdas. Fueron notas muy breves, canciones sin final que el destino truncó por azares secretos. Esos versos de paz hoy son baladas tristes cosas que el gran amor desconocía, niño. Hoy vas de salto en salto buscando las respuestas, incógnita de vida oculta en pesadillas. Solo el tiempo descifra estos juegos del hambre y lo hará con tu vida y también con tu muerte. Tú, trata de ganar, que perder no es fracaso. Una inocencia muda, una infancia perdida en calles de avatar con suelos movedizos donde naufragan sueños de bebés hechos hombres a fuerza de sus huevos curtidos en las lides de luchas desiguales contra un mundo sin alma. Temes a la muerte siendo un laureado que ganó la vida por suerte o azar en un maratón de miles de ansiosos en busca del premio de un vientre materno. Esos perdedores también lo soñaban ¿Sabes dónde fueron? A burdos canales y jamás verán ni las sombras muertas de su travesía hacia tal incógnita que solo un dichoso como tú conoces. ¿Y tú, qué esperabas? ¿Ser un inmortal? Eres privilegio, todo un monumento que respira y sangra, que come y defeca ama y también odia, —especie de Dios— sobre un suelo turbio donde tú pernoctas y ahí quedarás con tus blancos huesos. Tú sigues temiendo pero es a la vida pues ésta se esfuma y no hay ningún modo de variar el curso de esa gran verdad.


Por Ovidio MorĂŠ


47

É

que acabaré perdiendo la batalla. Mi cuerpo se

convierte en historia, pero esa luz que se posa en la ventana y que, tímidamente, como un gorrión asustado, baja a comer de mi mano, me dice lo contrario. Sé que esta desnudez de blandas carnes, de corazones mostrando sus arterias, de jadeos, de telúricas pasiones y de desayunos en la cama, no es apta para cardiacos; y sé que tu desnudez sigue avivando mis más “bajos instintos” ajena a mis sístoles y a mis diástoles. Sé que a veces la rutina y el tedio atacan y acorralan en la trinchera a lo novedoso, a lo lúdico y a lo fantasioso; que tu fuerza es inversamente proporcional a mi debilidad y que, como los polos opuestos del imán, nos atraemos. Sé que el amor, según dicen los sabios poetas, las pitonisas, las cartománticas y hasta los ángeles, dura más allá de la muerte. Sin embargo, yo sólo quiero amarte en vida, a no ser que en la nada, en nuestro regreso al polvo, convertidos en esas mínimas y atómicas partículas, podamos gozar del sexo y del deseo, o yo pueda disfrutar de la fugacidad de mi beso en tu frente, de la insistencia de mis dedos entre tus rizos. Sé que esta música que ahora desgarro, que ahora sentencio, que ahora visto como una segunda piel, está en lucha continua con tus silencios, con esos estados callados de ausencia según Benedetti, con esa estática de tu pose en medio de la cocina. Sé que vives para modelar cada día el barro, para cincelar el mármol, para esculpir en alabastro estas ansias que nos unen, estas pieles que nos funden. Y lo sé por la sencilla razón de que yo muero por ello. ◣


Por Isabel Reyes

Un libro de Eugenia DĂ­az Mares


49

UGENIA

DÍAZ

MARES,

poeta novel mexicana, presenta su ópera prima “Su corto vuelo”. Nacida en el portal literario

www.ultraversal.com

ha ido aprendiendo y haciéndose fácilmente con la técnica poética, métrica y rima en corto espacio de tiempo. De lenguaje fácilmente comprensible, sin que la sencillez se convierta en simpleza, no recurre a juegos malabares e introduce en sus versos metáforas sutiles. Su palabra no excluye la cadencia, la tradición y alcanza una voz que le es propia. Todo el poemario está construido en Arte Mayor, la mayoría sonetos, y da la impresión de que la autora intentara reconstruir su vida desde lo destruido y decidida a edificar el futuro desde su carne abierta y sus propias cenizas humeantes. Versos urdidos con reflexión y dolor. Con la emocionalidad que late en los silencios. En cada uno de sus versos hay una mujer doliéndose, pura llaga abierta que respira la pérdida de su hija menor, Erika, por una terrible e invasiva enfermedad, el lupus eritematoso diseminado. Pero también sorprende de qué forma se enfrentó la protagonista a la misma, un modelo de alegría y fortaleza que mantuvo hasta el final, incluso dando ánimos a todos sus seres queridos. La muerte de un hijo es algo contra natura que no entra en los esquemas evolutivos, y cuando se produce, provoca grandes crisis a nivel físico y emocional, Eugenia ha tenido el valor de expresar en su libro todo el proceso de la enfermedad, hasta que Erika fue vencida por la misma. Una necesidad vital para alejarse de la locura e intentar encontrar de nuevo sentido a su vida. Porque aunque parezca mentira, es posible renacer después de un golpe así, a pesar de que un hijo nunca muere, pues siempre está en el corazón de madre el amor por el ausente. En la fase final de la enfermedad dejó un testimonio de vida, un tesoro, que se presenta en forma de mariposas que revolotean a menudo alrededor de sus seres queridos. Silenciosa y honrada con sus sentimientos, hermosa, así Eugenia Díaz Mares. ◣


Por Enrique Ramos

AlegorĂ­a Quinta entrega del estudio de Enrique Ramos publicado en el taller de Ultraversal


51

A

ALEGORÍA es un tropo que

consiste en hacer patentes en el discurso, por medio de varias metáforas consecutivas, un sentido recto y otro figurado, ambos completos, a fin de dar a entender una cosa expresando otra diferente. La alegoría se puede considerar como una metáfora prolongada en la que cada elemento imaginario tiene su correspondiente referente real.

/extrañas flores encendidas. Y ella ha viajado y ha viajado, mareada por el ruido de la conversación, por el traqueteo de las ruedas y por el humo, por el olor a nicotina rancia. ¡Oh!: noches y días, días y noches, noches y días, días y noches, y muchos, muchos días, y muchas, muchas noches.

Se puede distinguir, igual que hacíamos en el caso de la metáfora, entre alegoría pura, en

Y para terminar con los ejemplos de alegor-

la cual no aparece en ningún momento el

ía, bien viene aquí a cuento el poema de nues-

plano real, y alegoría impura, en la que el sig-

tro admirado Pedro Javier, que con maestría

nificado real aparece en el poema.

arguiñaniana nos ha preparado esta

Por ejemplo, sería una alegoría impura la siguiente, extraída de un soneto de Gutierre de Cetina y donde cada elemento metafórico

TORTILLA AFRODISIACA

aparece acompañado por su referente real en forma de genitivo:

“en la barca del triste pensamiento, los remos en las manos del tormento, por las ondas del mar del propio llanto, navegaba Vandalio...” Podemos disfrutar de una hermosísima alegoría en estos versos extraídos del poema

Si afrodisíaca haces la tortilla, los ingredientes son para el evento: apio, cebolla, el cuarto de un pimiento y un toque picaresco de guindilla. Se baten bien los huevos a dos manos hasta mostrar erecta la mixtura y se cubre con celo a la criatura con suaves movimientos cortesanos.

“Mujer con alcuza”, de Dámaso Alonso, en los que el poeta hace una alegoría de la vida como viaje en un tren:

Oh sí, la conozco. Esta mujer yo la conozco: ha venido en un tren, en un tren muy largo; ha viajado durante muchos días y durante muchas noches: unas veces nevaba y hacía mucho frío, otras veces lucía el sol y remejía el viento arbustos juveniles en los campos en donde incesantemente estallan

Luego se da la vuelta y se la dora por detrás y delante con esmero y ya en la posición del misionero se le ajustan los flancos sin demora. Y para refrescar el calentón se introduce con maña un buen gambón. Aclarar que, después de publicarla, pidió disculpas a las damas y a los caballeros, siempre en tono de broma, claro está. ◣


Por José Carlos Hernández

Me propongo adivinarte aunque sé que tú me ignoras, mientras me dejas colgado de una percha para besos en el fondo del armario de tus dudas: entre un vestido de fiesta y alguna reticencia a nuestras fantasías. Mi único empeño entonces es empapar de amor a tus hormonas y a ti envolverte en citas románticas, mientras te pienso en clave de sexo e intento seducirte con todo lo que tengo a mi alcance. Porque llegados a este punto... no quiero seguir perdido en la confusión de tu fondo de armario.

Me cayó encima como si fuera un mundo y no supe librarme de tanto peso, quizás porque me faltó astucia, sesera o el coraje suficiente. Lo cierto es que me hizo trizas la moral, me abolló la armadura de las certidumbres, llenando el aire con mis rubores por toda la verdad desoída. Al menos pude conservar el cuero que me envuelve los huesos.


53

De cómo puede el sol de la mañana, suspendido sobre un mar en calma, redimirme y transportarme a un lugar desconocido de mi propio universo.

traza un surco de fuego lacerante y estalla su poder ante mis ojos cuando agota su viaje por la lámina inmensa nimbando el horizonte lamiéndose la sal . me sobrecoge tanto como me reconforta la pasión del abrazo dejándome temblar en el umbral del éxtasis sólo pienso en fundirme con un todo

Susurro recogido el de la lluvia

del que integro la parte más humilde

cuando sutil se vierte

y la intuición me anuncia perdurable

componiendo aguazales cristalinos en la fría piedad del roquedal: lágrimas que la tierra cobija.

A las puertas del alba son los inquietos dedos de la brisa los que rompen la esférica presencia de la luna, alterando su reflejo sobre el mutable espejo de las aguas.

Apaciguo mi sed en la gárgola espléndida por la que mana vida esa montaña de cima encanecida por la nieve.


Por Jorge Ángel Aussel

La duda es uno de los nombres de la inteligencia. Jorge Luis Borges

L

manual del mandato social nos plantea directa o

indirectamente que la duda es mala; sobre todo quienes se proclaman religiosos. Pero ¿acaso los hombres de fe no dudan? Claro que sí. Un hombre que cree sin dudar es un fanático y nada más distanciado de la fe. En algunos pasajes de la vida, cuando alcanzamos una cierta madurez, que no depende en absoluto de la edad cronológica, debemos empezar a poner a prueba nuestras creencias, desconfiar de ellas, e incluso plantearnos la posibilidad de que podemos estar equivocados y haber creído desde tiempos inmemoriales en muchísimas falacias. Dudar no es un delito, es una herramienta que tenemos que aprender a usar. No puedo aseverar que a través de la duda alcancemos la verdad, pero no dudar jamás, simboliza aceptar lo que podría ser una mentira atroz, y todo por la tranquilidad que confiere el hecho de no tener que movernos de lo que hemos establecido como real. Porque dudar es pensar. Y el cerebro es un órgano que muchos se niegan a usar. ◣


55

US

problemas te perseguían como un asesino a

sueldo con el poder de acabar con una vida que pudiera denominarse como tal, como un perro rabioso que cuanto más corrías, más se empecinaba en atraparte e hincar su dentadura en tu cerebro hasta hacerlo reventar. Pero el verdadero problema era que a medida que escapabas de todos ellos, no conseguías percatarte que las soluciones venían detrás, justo al lado de tus problemas. Si hubieses tenido el valor de detenerte por un momento para enfrentarlos como el sol se enfrenta a la noche en cada amanecer, hubieses sido feliz. Pero no quisiste hacerlo, optaste por huir como las aves cuando se avecina una tormenta, aunque arrastrándote por el suelo. Mas nunca fue por no enfrentar tus problemas. Más bien fue por no enfrentar tus miedos. ◣


Por María Del Mar Lana

ORQUE

estaba cerca vio como él miraba la fotograf-

ía. En ella, un hombre con la cara contraída y los labios apretados llevaba un niño ensangrentado en los brazos. Alrededor se distinguían cuerpos dislocados esparcidos por la acera y, sobre el fondo, el esqueleto de lo que antes fuera un autobús, rodeado de humo negro. —¿Qué ha sucedido? —preguntó entonces a su esposo absorto en el periódico. —Nada. Lo importante es que hoy hay fútbol; he quedado con los amigos y no vendré a cenar. ◣


57

través de los párpados que se mantenían cerrados contra mi voluntad, cosidos por un calor sofocante que había sellado sus bordes, supe que la luz era intensa. No podía moverme, aunque sentía que me balanceaba en el aire como si estuviera en aquel columpio de mi niñez. Un delirio de días arrinconaba los recuerdos, y la pérdida de esperanza y fe empezaba a doler menos al ser barrida por la resaca de vacíos de mi mente. A intervalos, unos ecos lejanos se hicieron presentes y la espuma del agua hirvió sobre mi piel alcanzando con su sal mi boca. Entonces recordé que me encontraba en una barca que seguía su viaje sin rumbo. ◣


58

AS

palabras convoca-

ron a las letras en una reunión para

de

urgencia

notificarles

nuevos

ajustes.

los Era

necesario ahorrar tiempo y espacio. Se cedieron la voz unas a otras. La Q dijo que no podía mantener a la U y a la E y las despidió

sin indemnización.

Las demás, arrinconaron a los acentos y marginaron a las vocales. Al final de la reunión, irrumpieron con voces destempladas los signos matemáticos y en su glotonería financiera, se merendaron algunas palabras haciendo

valer su

fuerza. Las letras enfurecidas se pusieron en huelga. Sólo los puntos y las rayas se quedaron al margen. Comenzó entonces la edad dorada del Morse. ◣


Encuentra a Arantza Gonzalo Mondragón en: arantza-enunrincondelalma.blogspot.com Encuentra a Elhi Delsue en: helhidelsue.blogspot.com Encuentra a Eugenia Díaz Mares en: azulgenia.blogspot.com Encuentra a Eva Lucía Armas en: anforayagua.blogspot.com Encuentra a Gavrí Akhenazi en: lamaldadaparente.blogspot.com Encuentra a Gildardo López Reyes en: lasletrasdelgilo.blogspot.com Encuentra a Isabel Reyes en: almaticamente.blogspot.com Encuentra a John Madison en: eltatuajedesallypersson.blogspot.com Encuentra a Jorge Ángel Aussel en: www.jorgeaussel.com Encuentra a María Del Mar Lana en: marlanapradera.blogspot.com Encuentra a Máximo Pérez Gonzalo en: maxper001.blogspot.com Encuentra a Orlando estrella en: 142014.blogspot.com Encuentra a Ovidio Moré en: piramideacostada.blogspot.com Encuentra a Ronald Harris en: ronaldalbertharris.blogspot.com Encuentra a Rosario Alonso en: rosarioalonso.blogspot.com


Por am♼r al arte


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