L A
L A G U N A
© Juan Francisco José Dávila Sánchez
Foto: Antigua de La Laguna. Al fondo el silo, eucaliptos y la casa de Germán.
… Y ella misma, <<La Laguna>>, despertó soñando un día alborozada, meciendo barcas (regalo equivocado que le hicieron) y soñó con ser mar y tener olas y acaso se atreviera algún día a pedir del Municipio playa, suecas, <<Fuengirolas>>… Y yo pienso que es bueno, que en Quintana se puede, todavía, soñar alguna vez en <<La Laguna>> (A. Suárez Bárcena, 1977) (1).
No voy a ser el primero y, posiblemente, no sea el último –así debería ser- que escriba sobre La Laguna de Quintana de la Serena. Aun a riesgo de que por olvido omita algunas no quiero dejar de mencionar aquí a esas personas que han contribuido a enriquecer nuestro conocimiento sobre la historia y la cultura de nuestro pueblo. En primer lugar a nuestro médico que fue don Juan Casco Arias, que nos dejó un legado lleno de datos en su libro a pesar de los inconvenientes de la época. Don Juan, entonces, no pudo disponer de lo que hoy disfrutamos muchos como son las nuevas tecnologías a través de las cuales, cómodamente en casa y pegado al ordenador podemos obtener, gracias a la abundante documentación digitalizada durante los últimos años, numerosísimos datos que nos permiten una investigación más exhaustiva y detallada de los hechos. Aun así, su obra no carece de valor y, con algunos pocos errores que intentaremos aclarar en sucesivos trabajos, ha servido para que los quintanenses conozcamos nuestra historia. También nos hablaron de este lugar y de formas diferentes otras personas –pido disculpas si me olvido de alguna- como Víctor Fortuna Hidalgo, Ángel Suárez Bárcena, Pedro Rodríguez Horrillo, Juan Antonio Chacón Chacón. A todos ellos, mi reconocimiento y agradecimiento. El mérito, sin duda, de ellos limitándome tan solo a añadir algunos datos inéditos que he podido recopilar y que considero de interés para todos.
1