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Antonio Santin “Annus Mirabilis” 2016 Óleo sobre tela
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DIRECTORIO Dr. José Alfonso Esparza Ortiz Rector
Dr. René Valdiviezo Sandoval Secretario general
Mtro. José Carlos Bernal Suárez Director de comunicación institucional CONSEJO EDITORIAL Rafael Argullol, Juan José Díaz Infante, Luis García Montero, Fritz Glockner, Michel Maffesoli, John Mraz, José Mejía Lira, Francisco Martín Moreno, Edgar Morin, Ignacio Padilla, Alejandro Palma Castro, Eduardo Antonio Parra, Herón Pérez Martínez, Francisco Ramírez Santacruz, Miguel Ángel Rodríguez, Vicenzo Susca, Jorge Valdés Díaz-Vélez, René Valdiviezo Sandoval, Javier Vargas de Luna y David Villanueva. Agradecemos a Antonio Santin por permitirnos usar sus obras para la ilustración de este número. http://www.antoniosantin.com info@antoniosantin.com
Pedro Ángel Palou Miguel Maldonado Directores
Diana Jaramillo Jefa de redacción
Fritz Glockner Coordinador del dossier
Rodrigo Pimentel Editor
Lorena Juárez Liceaga http://www.semananegra.org
Diseño gráfico
Javier Velasco Distribución y comercialización
UNIDIVERSIDAD REVISTA DE PENSAMIENTO Y CULTURA DE LA BUAP, año 6, No. 24, julio-septiembre 2016, es una publicación trimestral editada por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, con domicilio en 4 Sur 104 Centro Histórico, Puebla, Pue., C.P. 72000, y distribuida a través de la Dirección de Comunicación Institucional, con domicilio en Edificio La Palma, 4 Sur No. 303, Centro Histórico, Puebla, Pue., C.P. 72000, tel. (01222) 229 55 00 ext. 5270, unirevista@gmail.com. Editor responsable: Dr. Pedro Ángel Palou García, pedropalou@me.com. Reserva de Derechos al uso exclusivo 04-2013-013011430200102. ISNN: 2007-2813, ambos otorgados por el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Con Número de Certificado de Licitud de Título y Contenido: 15204, otorgado por la Comisión Calificadora de Publicaciones y Revistas Ilustradas de la Secretaría de Gobernación. Permiso SEPOMEX No. Impresos im21-006. Impresa en Editorial Lapislázuli S.A. de C.V., Calzada de Tlalpan 572, Desp. C-302, Col. Moderna, Del. Benito Juárez, C.P. 72160 Tel. (222) 248 94 93. Distribuido por Comercializadora GBN S.A. de C.V., Calzada de Tlalpan 572, Desp. C-302, Col. Moderna, Del. Benito Juárez, C.P. 03510, México D.F. Tel/fax: 01 55 56 18 85 51. Este número se terminó de imprimir en julio de 2016 con un tiraje de 3000 ejemplares. Costo del ejemplar $40.00 en México. Administración, comercialización y suscripciones: Francisco Javier Velasco Oliveros, Tel. (222) 5058400, javiervelasco68@hotmail.com. Las opiniones expresadas por los autores no necesariamente reflejan la postura de los editores de la publicación. Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla. Unidiversidad Revista de Pensamiento y Cultura de la BUAP está registrada en el sistema de información de la Universidad Nacional Autónoma de México sobre revistas de investigación científica, técnico-profesionales y de divulgación científica y cultural que se editan en América Latina, el Caribe, España y Portugal (http://www.latindex.unam.mx).
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ÍNDICE
07 Escribir desde lo negro 10 Estampas de Mario Conde Entrevista con Leonardo Padura 28 Escribir novela policíaca en México
40 Espejo roto: Noir mexicano del siglo xxi 46 Cinco claves de la novela policíaca mexicana 50 La desaparición forzada en Colombia y América Latina y la suspensión del dolor en la literatura 68 La cuestión de los personajes en la nueva novela negra argentina 72 De la ideología a la identidad (tendencias de la novela negra francesa) 80 Encuentros para lo negro 86 Los jueves que soy feliz 88 El libro de los oficios tristes “Premio de Poesía Joaquín Xirau 2016”
Presentación Fritz Glockner
Vicente Leñero / Paco Ignacio Taibo ii
F.G. Haghenbeck Iris García Cuevas
Gustavo Forero Quintero
Guillermo Orsi
Sébastien Rutés
Fritz Glockner Diana Jaramillo Adolfo Castañón
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ESCRIBIR DESDE LO NEGRO
les se alimentan de las historias y las recrean; nadie puede, hoy por hoy, argüir aquella consigna insulsa de que
La vida pudiera parecerse a una ficción, y las realidades
se trata de un subgénero literario, y si existe alguien por
sociales que se expresan en cada país van contando
ahí, que mejor siga escondido.
cada vez más con la representación del género negro
Realidad, violencia, crimen, política, ideología,
como vía para ser retratadas. La antigua novela policíaca
culpable, delito, móvil, injusticia, víctima son los elemen-
dejó de ser un juego, un acertijo; la carrera entre autor
tos con los que hoy el género negro nos retrata lo que
y lector para detectar los elementos del delito, localizar
acontece en el mundo, reconociéndose como tal dentro de
al culpable o atrapar al asesino ha quedado atrás. Le-
los antiguos parnasos de la literatura universal, al grado
gendarios autores como Edgar Allan Poe, Conan Doyle
de que son varios los escritores del género galardonados
o Agatha Christie sembraron un género literario que ha
en certámenes donde antes la pureza del gremio y la aca-
traspasado fronteras, que alimentó sentimentalmente
demia se anteponían. El ejemplo más reciente podría ser
a diversas generaciones, hasta que arribaran Raymond
el del cubano Leonardo Padura, Premio Princesa de As-
Chandler y Dashiell Hammett para darle un giro a las
turias de las Letras 2015, quien nos comparte en este
historias, a las tensiones, a los personajes, a los ambien-
número el anecdotario de sus travesías al lado de su
tes, a los culpables y a la propia justicia.
personaje, Mario Conde.
Incluso con el desprecio de los culteranos, el géne-
Rescatando voces, experiencias, reflexiones, ideas
ro negro o policíaco se ha consolidado. Cada año captura
es como nos hemos dado a la tarea de convocar, en este
a más y más lectores, reconoce sus asentamientos cultu-
número veinticuatro de Unidiversidad, a distintos escri-
rales y se desarrolla con sus características por igual en
tores de novela negra de diversas latitudes para que nos
Francia que en España, Argentina o Grecia, México o Italia,
participen el momento actual del género negro. Cons-
Cuba o Argelia, y genera personajes legendarios dentro del
cientes de que, sin duda, siempre habrá mucho más que
mundo de la literatura que van construyendo imaginarios
aportar ante los tiempos violentos.
donde las personas se reconocen. Los medios audiovisua-
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Antonio Santin “Eternal waste” 2014 Óleo sobre tela
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ESTAMPAS DE MARIO CONDE ENTREVISTA CON LEONARDO PADURA Fritz Glockner
Vislumbrar las huellas de Mario Conde a través de La Habana puede ser una tarea poco fructífera. En las librerías queda el vestigio de su tránsito por sus anaqueles algún día en el pasado; se siente su ausencia en la Fayad Jamis de la calle Obispo en pleno centro, o en la Punto y Coma por el área del Vedado, y qué decir en la legendaria La Moderna Poesía de Liberato Azcuy. Es curioso que el policía que ha elevado el género negro cubano a horizontes trasfronterizos sea inasible. Son veinticinco años los transcurridos desde aquella acta de nacimiento maltrecha, con el sello de la Universidad de Guadalajara en su colección Hojas Negras, cuando Mario Conde arribó al mundo de la literatura con la edición de Pasado perfecto. Aventura que, de pronto, tomó por sorpresa al propio Leonardo Padura, quien nos cuenta: “Decido escribir esta novela para hablar de los problemas de la sociedad cubana contemporánea, y creo un personaje utilitario que se llama Mario Conde, el cual tenía que ser policía porque en la lógica cubana no podía ser otra cosa que policía; pero me sale un policía renegado, me sale un antipolicía. El libro lo escribo entre 1989 y 1990; a fines de este año lo envío a un concurso de aquí, de Cuba. No gané el premio por la intervención de una persona
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del Ministerio del Interior quien condicionó al ju-
por el viaje nos permite arribar puntuales a la cita
rado para que evitaran premiarme. En abril de 1991
con el premio Princesa de Asturias de las Letras 2015.
pasa por La Habana Paco Ignacio Taibo ii y le doy el
El aroma del café vespertino permite abrazar la con-
manuscrito para que lo lea; por ese entonces había
fianza de una cálida conversación, de la que no están
logrado comprarme una computadora en España y
ausentes los aciagos años ochenta y principios de la
para familiarizarme con ella me pongo a transcri-
década de los noventa, rememorando Leonardo:
bir la novela y aprovechar para corregirla. Pasan los meses y me invitan en noviembre a México a
Hay una evolución de ocho años
cubrir como periodista el Festival del Caribe que se
en los que padezco diversas
realizaba en Cancún donde vuelvo a coincidir con
crisis personales, ubicado den-
Paco y le preguntó qué le había parecido mi nove-
tro de una sociedad que está
la, y éste me responde: ‘Ah, se me olvidó decirte,
atravesando uno de los momen-
sale publicada la próxima semana.’”
tos más críticos que ha vivido
El nombre de Mario Conde surge del gusto de
el pueblo cubano, hablamos de
Leonardo Padura por buscar un apellido que al mis-
un desgaste vital, psicológico,
mo tiempo funcione como apodo, por lo que prime-
moral, ideológico, económico.
ro baraja la opción de Mario Lamark que es como bautizara al personaje de una novela que inició du-
En el año de 1983 Leonardo Padura es asignado
rante sus años de universidad, la cual se quedó en
como reportero del diario Juventud Rebelde. Para-
algunos capítulos esbozados. Pero jugando con la
dójicamente es ubicado en aquel trabajo para “ex-
voz, aquel apellido le parece cacofónico; de ahí que
piar ciertas debilidades ideológicas”, digamos, de
el vecino del barrio con quien existiera cierta rela-
rebeldía. Aquel castigo le permitiría ser parte de los
ción familiar sirve de inspiración, recordando que le
periodistas que rompen con la tradicional línea in-
denominaban como el Conde.
formativa oficial, e inaugurar el llamado periodismo
Ir detrás de la figura de Leonardo Padura desde
literario, por lo que la sanción se transforma en un
La Habana Vieja se prevé como una misión riesgosa,
premio. Para 1984 concluye la escritura de su prime-
o por lo menos así nos lo hace ver cuanto taxista
ra novela, Fiebre de caballos, la cual saldrá a librerías
consultamos Napoleón y yo: “¿A qué van al barrio
en 1988, no sin antes padecer entre 1985 y 1986 la co-
de Mantilla? Es como meterse a Tepito”, “¿Buscan
rresponsalía en Angola, para volver a la cotidianidad
mujeres baratas?” Por fin el acuerdo del precio
en La Habana a finales de la década de los ochenta:
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Lucía y yo vivimos hasta acá (el
El vino que tomaba era el que yo
barrio de Mantilla), como les di-
mismo fabricaba con unas uvas
jeron los taxistas, tan lejos del
que tenía en el patio; con él nos
centro, e íbamos en bicicleta
emborrachábamos los amigos e
hasta nuestros lugares de traba-
incluso vendía botellas a treinta
jo teniendo que recorrer quince
pesos en el barrio. Había que
kilómetros de ida y quince de
aplicar todas las estrategias de
vuelta. Hacer el trayecto en esta
supervivencia, eso sí, sin dejar
época del año no parece tan te-
de escribir; durante aquellos
dioso, pero durante los meses
años escribí como nunca en mi
de mayo, junio, julio o agosto
vida, ni antes, ni después. Era
te derrites, no existe hora buena
mi luz que estaba dentro de mí.
para realizarlo, y si llueve es te-
En esas condiciones vivíamos.
rrible, te quieres morir, además de que llevas poco alimento en el
En toda existencia humana existe un año que genera
estómago y tu bicicleta es china.
un quiebre, una ruptura, un giro: 1989 se revela
Y todo para ganar una miseria
como el indicado para Padura. Por un lado recibe
que no te servía para nada, pero
la invitación para cubrir un encuentro internacional
tenías que trabajar, porque si
de novela policíaca en el puerto de Acapulco; la visita
no, ni siquiera recibirías los tres-
a México durante el mes de octubre de aquel año le
cientos pesos que eran el salario.
convoca diversas emociones, inquietudes. Visita por
Por aquellos días un dólar llegó
primera ocasión la casa de León Trotski, imagen que
a cotizarse en 120 pesos. Por esa
dará sus frutos dos décadas después; pero sobre todo
época, Lucía y yo decidimos que
se convence de que no puede continuar invirtiendo la
teníamos que casarnos y vivir
vida en el periodismo y decide renunciar a Juventud
juntos, porque si vivíamos sepa-
Rebelde, e inicia las hojas escritas al lado de Mario
rados nos moríamos de hambre.
Conde. Además de conseguir para 1990 la jefatura
Ella se vino a vivir para acá, nos
de redacción de la revista cultural La Gaceta de
acomodamos, construimos una
Cuba, con lo que el tiempo para su propia creación
pequeña cocina y resistimos.
se presenta único.
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Por suerte nosotros tuvimos la
Todos se van, y yo soy el único
enorme fortuna de que empe-
que me quedo; siempre he regre-
zando la gran crisis económica
sado. Y es así como, entre 1989 y
yo empecé a ganar dólares de
1995, escribo tres novelas: Pasa-
una u otra manera, salió Pasado
do perfecto, Vientos de Cuaresma
perfecto en México y recibí 800
y Máscaras, además del ensayo
dólares, pero sobre todo como
sobre Carpentier y varias cosas
lo he dicho siempre, me puse a
para cine, guiones cortos, y has-
escribir como un loco, precisa-
ta una serie para televisión que a
mente para no volverme loco.
la mera hora no se filmó. Escribir
Porque no había luz, no existía
era la única manera de mante-
la manera de encontrarla, ya que
nerme lúcido.
incluso tampoco teníamos electricidad y la espiritual escasea-
¿Habría producido tanto de haberse ido de Cuba?
ba aún más, ya que no se sabía cuándo iba a terminar aquello.
No hubiera escrito lo que logré
Y de pronto tomé la decisión de
y tal vez por eso me quedé. Si
que no me quería ir de Cuba.
hubiera cambiado mi residencia
Lo más lógico es que lo hubiera
a Madrid, Miami o México, hu-
hecho como tantos otros escri-
biera tenido que empezar a tra-
tores o periodistas.
bajar igual de duro como lo hacía en Cuba, pero en otra cosa, otro
Los nombres de amigos que en distintos momen-
oficio. Aquí por lo menos con-
tos han abandonado la isla comienzan a desfilar. Sin
tamos con un techo. No comía,
ninguna duda Leonardo tuvo la oportunidad en más
pero nadie lo hacía; y no tenía
de una ocasión. Viajes a España, México o Estados
auto, pero nadie lo tiene. No
Unidos hubieran sido la oportunidad anhelada por
había electricidad, pero estaba
tantos otros, pero él ha asumido su residencia en La
La Habana en penumbras. Y eso
Habana, aún y con las carencias, la falta de apoyo,
sí, tenía tiempo para escribir.
el tuteo oficial.
La mejoría muy lenta en el país
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inicia a partir del año 96, que
casa; lo teníamos pedido desde
me coge a mí en un momento de
el año de 1957 y aún no me lo ha-
beneficio personal.
bían puesto. Son las seis y media de la mañana del 13 de enero de
Sólo existe una manera de sacudirse lo abrumado.
1996 cuando me llama la vecina
Aún y con las ventajas que el puesto le otorga, por
de enfrente para decirme que te-
aquellos años Leonardo Padura es el escritor más
nía la llamada de un extranjero.
envidiado: ser jefe de redacción de la única re-
Salgo corriendo, apenas y me dio
vista cultural de Cuba, la cual había logrado cierta
tiempo para echarme un poco de
estabilidad y sobre todo autoridad y prestigio. A
agua en la cara y poner-me una
pesar de ello asume la medida de liberarse y dejar
camisa; cuando llego a su casa
de trabajar para cualquier institución del gobierno
y tomo el teléfono escucho una
cubano, así como despojarse del traje de periodis-
voz que me pregunta si soy Leo-
ta, por lo que diciembre de 1995 es la última paga
nardo Padura, respondo que sí
que recibe de La Gaceta de Cuba y decide refu-
y me suelta: “Lo llamamos por-
giarse en su casa para dedicarse las veinticuatro
que usted ha ganado el ‘Premio
horas a su escritura:
Café Gijón de Novela’ con su obra Máscaras”. Cuando oigo esto lo
Teníamos para vivir cuatrocien-
primero que pensé fue: “éste es
tos dólares hasta que pasara
el peor chiste que alguien me
algo. Esa cantidad me la había
puede hacer en el mundo”. Obvio
pagado Gonzalo Celorio por la
que no lo creía porque se supo-
preparación de la antología El
nía que el fallo del premio debía
submarino amarillo. Curiosa-
haberse dado en septiembre de
mente, México ha sido un tema
1995; y resulta que en 1996 yo
importante en mis superviven-
ganaba el premio de un año an-
cias; era con lo que contábamos
tes, ya que además, al no contar
y a ver qué sucedía.
yo con teléfono o internet, diga-
Por aquellos días nosotros
mos que nunca me había infor-
ni siquiera teníamos teléfono en
mado que se había retrasado el
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fallo cuatro meses. Y no es hasta
gano derechos de autor fuera de
que se pone al teléfono Rosa Ri-
Cuba, se publican mis obras en
gas, que era jurado y a quien co-
España, se traducen al francés,
nocía de tiempo atrás, y me dice:
al italiano con Marco Tropea y
“¡Felicidades!” Es hasta entonces
en Portugal, que son los prime-
que me digo, esto es cierto. Ven-
ros países donde me editan.
go para casa y le digo a Lucía que nuestra vida ha cambiado, esta-
La novela policíaca es el género literario que tal vez
ba ganando en ese momento 20
haya contado con el mayor número de suspicacias,
mil dólares. Como sabes yo soy
críticas, señalamientos, descalificativos; no sólo en
estratego agnóstico, y me queda
el mundo hispanoparlante, sino desde sus orígenes
claro que existió un poder supe-
allá por el año de 1887 con la aparición de la novela
rior sentado como en una nube
Estudio en Escarlata de Conan Doyle, quien mostró
que miraba para abajo y ese día
una actitud recelosa ante su propia obra y la pa-
dijo: “Coño, aquel que dejó de
ternidad de Sherlock Holmes. No así el considerado
trabajar y anda en bicicleta, pues
pionero del género detectivesco, Edgar Allan Poe,
¡pum!”. Me puso el dedo en la
con sus tradicionales relatos cortos publicados en
cabeza y gané el Café Gijón en el
1841, reunidos en Los crímenes de la calle Morgue.
momento en el que yo no espe-
Por ello es trascendente conocer los motivos por los
raba ganar ningún premio. Tres
cuales Leonardo Padura elige dicho género para de-
meses después me llama Beatriz
sarrollar su literatura; a lo que nos comenta:
de Maura y me dice que quiere publicarme la novela en Tus-
Tuve la oportunidad de acu-
quets; es que todos los sueños
dir a la primera Semana Negra
posibles se realizaban ahí, caye-
de Gijón en 1988 en calidad de
ron solos. Inicio mi relación con
periodista y crítico de literatura
la editorial y la vida cambia por
policíaca, género que siempre
completo; de ahí que diga que
me ha cautivado, encantado. No
cuando el país comienza a mejo-
estuve presente en La Habana
rar yo ya estoy en otra condición:
cuando se funda la Asociación
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Internacional de Escritores Po-
perfecto, que es más una novela
licíacos (aiep) en 1986, ya que
social que realmente policial.
me encontraba en Angola. Ese mismo año se abre en La Ha-
La caída del bloque socialista repercute inmedia-
bana una biblioteca con los li-
tamente en los insumos de la industria editorial
bros donados por Gabriel García
cubana, por lo que el papel escasea, desaparecen
Márquez, que eran los que reci-
publicaciones periódicas, la posibilidad de editar
bía de editoriales de todas par-
un libro se convierte en utopía. Es por ello que Leo-
tes del mundo, y entre aquellos
nardo Padura decide enviar, en 1993, su segundo
textos descubro, por ejemplo,
manuscrito Vientos de Cuaresma, con Mario Conde
a Manuel Vázquez Montalbán,
como protagonista, al concurso Convocado por la
Paco Ignacio Taibo ii, Andreu
Unión de Escritores y Artistas de Cuba (uneac):
Martín, Rafael Ramírez Heredia, Juan Madrid, Donald West-
Por eso tuve que mandar a ese
lake, Jean-Patrick Manchette,
concurso, sabiendo que lo más
Jean Francois Vilar, entre otros.
probable era que no premiaran
Y es como me percato de que
la novela, pero no tenía otra al-
hay una nueva novela policíaca
ternativa, ya que ¿dónde iba a
que se está escribiendo; de ahí
tratar de publicar?, las editoria-
que, a partir de 1987, empiezo
les no te aceptaban originales.
a tener idea de que existe otra
De manera sorpresiva gano el
literatura diferente a la que se
premio y, como para las novelas
escribía en Cuba, muy oficia-
ganadoras había una pequeña
lista, escrita para la complacen-
cantidad de papel, por eso en
cia política. Para entonces ya he
Cuba se publica primero en 1994
escrito muchas críticas de lite-
Vientos de Cuaresma. Y es hasta
ratura de autores de aquí y de
el año siguiente que, gracias a
otras partes del mundo; es con
una donación de papel que rea-
esa nueva referencia como me
liza una asociación italiana, ve
doy a la tarea de escribir Pasado
la luz Pasado Perfecto en la isla.
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Después ya vendrían las edi-
ubicarlo en un contexto dramáti-
ciones de Máscaras (1997), luego
co junto a otros personajes, con
del Premio Café Gijón, y Paisaje de
ciertas situaciones, en historias
Otoño (1998) que son las que
que igual y pudieron haberme
componen lo que he denomina-
ocurrido a mí, o que tienen que
do como las cuatro estaciones,
ver con mis experiencias, o con
las cuales generan dos efectos
las de mi generación. Pero a la
en Cuba: por un lado la para-
vez, Mario Conde realiza toda
lización de la anterior novela
una reflexión que tiene que ver
policial, la cual prácticamente
con un contexto mucho más
se deja de escribir, y surgen es-
universal, y creo que ahí radica
critores jóvenes como Amir Valle
la clave del éxito de este perso-
y Lorenzo Lunar que se suman a
naje que permite no sólo la em-
la línea que se ha desarrollado
patía con un lector cubano, sino
con el género policial para ex-
con la de cualquier lector inter-
perimentar algo más negro.
nacional. Mario Conde habla no sólo desde la estrecha perspec-
¿Qué tanto tiene de uno el personaje literario?
tiva del contexto cubano; lo hace
¿Cuánto le debe Padura a Conde? ¿Cuánto Conde
desde una óptica más ancha de
a Padura? ¿Se utilizan para existir? ¿Se quieren?
la propia condición humana y
¿Se odian? ¿Cuántos elementos de la personalidad
de las características de la so-
del autor se heredan en la creación del personaje?
ciedad contemporánea. Eso es
¿Quién se esconde detrás de quién?:
un poco lo que hace que Mario Conde me sirva de rostro en las
Ambos nos escondemos. Mario
novelas y, a la vez, ese mismo
Conde es un recurso literario y
rostro se confunda con el mío.
conceptual que utilizo para po-
Es un personaje que está creado
der escribir las novelas, y al mis-
al principio por componentes
mo tiempo dar mi opinión, mi
muy precisos como, por ejemplo,
juicio sobre la realidad cubana al
sus amigos, que pertenecen a
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mi generación y a la de muchos
Es por eso que las cuatro pri-
cubanos. Es esa construcción de
meras novelas son muy seme-
un universo verosímil en la que
jantes en estructura, se ubican
se mueve Conde y por eso es tan
en un mismo año histórico, con
importante la interacción con los
dimensiones más o menos si-
amigos en cada una de las nove-
milares; de alguna forma son
las, donde expresan sus preocu-
cuatro
paciones, su manera de entender
una sola novela. En esas cua-
la vida, su comportamiento y el
tro historias que ocurren en el
de las personas que lo rodean,
año de 1989, con la aparente
que tiene que ver con la parte
evolución de un año donde Ma-
criminal de la historia. Es un re-
rio Conde transita desde que
flejo de lo que ha sido Cuba du-
inicia la primera investigación
rante estos años.
hasta que deja la policía en la
Posteriormente
fue
grandes
capítulos
de
es-
cuarta, pero interiormente exis-
cogiendo la forma definitiva,
te un progreso de ocho años que
sobre todo a partir de Vientos
estoy sufriendo yo. Sin duda es
de Cuaresma, donde fue adqui-
un personaje absolutamente in-
riendo nuevas responsabilida-
creíble, pero que se desenvuelve
des. Ya que si al principio era
en situaciones absolutamente
el punto de vista de la novela
verosímiles. De existir un agen-
-como mencioné antes, un per-
te así en un cuerpo de policía de
sonaje utilitario-, es con esta
cualquier parte del mundo, a la
novela en la que se hace un
semana lo botaban, entre otras
poco más visceral, mucho más
cosas porque no sabe nada de
esencial, porque para enton-
investigación criminal, y a pe-
ces Mario Conde no habla de lo
sar de eso la realiza. Es decir,
que ocurre fuera de él, sino que
no está preparado para hacer
empieza a hablar de lo que está
este trabajo de policía; además,
ocurriendo dentro de él.
humanamente, es un desastre.
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Como te dije, quise construir un
de un personaje increíble en su
policía y me salió un antipolicía,
misma esencia como policía.
pero que funciona. Y ése es el juego, que dentro de un contexto
La idea de que en estos días Mario Conde ya se co-
absolutamente verosímil, que es
dea con Pepe Carvalho de Vázquez Montalbán, el
el contexto de la Cuba contem-
Padre Brown de Chesterton, Belascoarán Shayne de
poránea a partir de mi experien-
Taibo ii, Charles Auguste Dupin de Allan Poe, Philip
cia y de la de una generación de
Marlowe de Chandler, Kostas Kharitos de Markaris
cubanos a la que también perte-
o Lew Archer de Macdonald, no sólo no es desca-
nece Conde. Es por ello que los
bellada, sino que es una realidad. Ha alcanzado el
lectores cubanos lo han enten-
nivel de mito y, para la propia editorial Tusquets,
dido muy bien de esa manera
el reconocimiento ha generado la edición de una
y muchas personas aquí hablan
serie especial con su nombre:
de él no como un personaje, sino como una persona. Y de pronto
Han pasado algunas cosas más
en la calle me preguntan por la
que son interesantes alrededor
vida de Mario Conde, como si
del personaje, las cuales van a
fuera real. Eso quiere decir que
potenciar su carácter y su pre-
el juego les ha convencido, que el
sencia, ya que este año (2016) se
truco literario ha funcionado, así
va a estrenar la serie de cuatro
como también para los lectores
películas realizadas por produc-
no cubanos, ya que con mucha
tores españoles. Se trata de las
frecuencia me encuentro con
primeras cuatro novelas (Pasado
personas fuera de Cuba que me
perfecto, Vientos de Cuaresma,
plantean que han comenzado a
Máscaras y Paisaje de otoño),
tener una idea de qué cosa es
noventa minutos de cada una,
Cuba leyendo mis novelas, que
donde Mario Conde es protago-
las novelas de Conde como pro-
nizado por el artista cubano Jorge
tagonista les han permitido en-
Perugorría y las adaptaciones las
tender a la Cuba de hoy, a partir
realizamos Lucía y yo. Y al ser una
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producción española se cuenta
no, se va asentando. Creo que es
con la garantía de que se van a
considerado por muchas perso-
exhibir por más espacios que si se
nas como el personaje más repre-
hubiera tratado de una produc-
sentativo de la literatura cubana
ción cubana. Pero además se está
contemporánea.
preparando una serie norteamericana donde Antonio Banderas
La realidad social deja su marca dentro de la lite-
va a ser también Mario Conde,
ratura negra: los niveles de criminalidad, la co-
con un gran apoyo norteameri-
rrupción, los delitos, la impunidad, la justicia, los
cano; ahí decidimos no partici-
cuerpos policiales, la ubicación fuera de la ley,
par ya que no puedo pasarme
¿cómo está Cuba hoy día en estos asuntos?
la vida escribiendo para el cine, es una de las cuestiones que
Existe una delincuencia muy ex-
quise dejar muy claras a la hora
tendida en La Habana, pero no es
de las negociaciones. Ahora me
violenta; tal vez esa caracterís-
encuentro huyéndole al cine, a
tica provoca una gran diferencia
pesar de que no me dejan tran-
con el resto de América Latina.
quilo; pero, bueno, le huyo lo
Este es un país en el que el pre-
más que puedo. El caso es que
sidente del gobierno reconoce
ambos proyectos van a termi-
que las personas no pueden vi-
nar completando el mito, con
vir con su salario. Y hasta hace
su paso a la imagen visual, que
muy poco el 90 por ciento del
es un territorio al que no llega
empleo en Cuba dependía del
la literatura, como esta trans-
Gobierno o del Estado; por lo
formación a la audio visual. In-
tanto, si las personas no pueden
cluso a la fecha ha habido gente
vivir con lo que ganan, practican
que ha realizado retratos de él,
una actividad extra, la cual puede
lo han pintado; también ya se
estar en los márgenes de la ley,
incursionó por el teatro lo cual
misma que es muy estrecha, ya
es otro paso importante. Y, bue-
que hasta hace veinte años si tú
23
llegabas a vender en la calle un
inevitable que lo haga, porque si
caramelo, estabas cometiendo
no, no puede vivir, y ese dinero
un de-lito económico. Te con-
es repartido entre los otros em-
vertías en delincuente por el
pleados que trabajan en la pana-
simple hecho de vender dulces
dería, los que apoyaron sacando
en la calle; a la fecha, incluso de
los sacos, los que vieron que se
no contar con una licencia sigues
extraían los mismos del alma-
siendo considerado como delin-
cén, el del camión, ese tipo de
cuente. Por ello es muy compli-
corrupción es la más extendida.
cado el tema de la delincuencia.
Obvio, también se da la delin-
Existe un nivel de corrupción
cuencia violenta, los asaltos, la
muy extendido que tiene que
venta de drogas, la prostitución,
ver con la supervivencia; univer-
pero numéricamente no es sig-
so en el que todo el mundo com-
nificativa, a pesar de que ha ido
pra o vende algo al margen de la
en aumento a partir de los años
ley. Esta corrupción que la ubi-
ochenta a la fecha. En la década
co en las esferas intermedias, y
de los setenta prácticamente la
no que deje de existir en niveles
prostitución no existía en Cuba,
elevados, pero más bien supon-
ni los proxenetas.
go que son los menos. Pongamos por caso que eres el administra-
La irrupción internacional de Mario Conde parece
dor de una panadería, por tus
no tener el eco suficiente en Cuba, pudiera supo-
manos circulan todos los días
nerse que es un hijo incómodo, el rebelde que no
Grandes cantidades de dinero,
se ajusta a los cánones de la literatura oficial, se
entonces te apropias de al algu-
le evade, lo ningunean. Por consecuencia, el mismo
no de los insumos, como algunos
trato recibe el autor, Leonardo Padura, para quien
costales de harina que le vendes
los premios en la isla han sido otorgados por fuerza,
al que hace las pizzas en la si-
porque no queda de otra, con reticencias. Y a pesar
guiente esquina y con eso obtie-
de ello han sido ocho los premios que ha recibido
nes el salario de tres meses, es
de la crítica, convirtiéndose así en el autor cubano
24
que más reconocimientos de esta índole ha reci-
me voy les doy la razón, y quedándome les quito
bido. Los logros en España (“Premio Princesa de
la razón”. Más aún, el 23 de octubre de 2015, en
Asturias”), Francia (“Roger Caillois”), Italia (“Ra-
pleno teatro Campoamor en Oviedo, frente a los
ymond Chandler”) pudiera pensarse que no suce-
reyes de España, Felipe vi y Letizia, compartiendo
den en Cuba.
el “Premio Princesa de Asturias de las Artes” con Francis Ford Coppola y con los ojos de la comuni-
Con los reconocimientos que
dad literaria internacional, Padura en su discurso
he recibido en Cuba podría
reivindicó su identidad, su origen, sus raíces, su
plantear que tuve una presen-
isla, su pueblo, su pasado, su presente:
cia muy visible en la literatura cubana, la cual se ha ido ha-
Yo no he tenido como otros es-
ciendo invisible en los últimos
critores el apoyo, el peso, la re-
años, porque mientras más éxi-
presentatividad de un país, de
to internacional tengo, más me
un gobierno, como lo puede te-
niegan la posibilidad de pro-
ner por ejemplo, Paco Taibo ii,
moción aquí, y del disfrute de
quien a pesar de que se la ha
éxito en Cuba. Me tapan, me
pasado criticando y fajándose
tapan, me ocultan; no voy a la
con el gobierno mexicano, tiene
televisión, no me entrevistan
detrás a México. Yo detrás no
los periódicos, gano el Premio
tengo nada. Vázquez Montalbán
Princesa de Asturias y se men-
y Andreu Martín tienen a Espa-
ciona en cinco líneas menores
ña. Imagínate si en Cuba mis li-
en un diario.
bros apenas y se publican, apenas y se venden, apenas y salgo
A pesar de ello Padura sabe que su destino es
en los periódicos, en la televi-
Cuba, no se va, no se mueve, no le aborda el más
sión. Gano el Premio Princesa de
mínimo interés de modificar su residencia hacia
Asturias y el ministro de Cultu-
ningún otro horizonte que no sea su barrio ha-
ra no me llama por teléfono. Te
banero de Mantilla: “Ellos quisieran que yo me
podrás imaginar que no tengo
fuera, les jode bastante que no lo haga, pero si
nada detrás de mí, estoy yo solo
25
con mis editores, trabajando, con
debes un huevo frito”, y les volví a firmar el libro
ellos se ha logrado llevar todo
cuando el “Premio Princesa de Asturias”.
este proyecto literario y de re-
¿Cómo se abre paso un escritor? ¿Dónde que-
presentatividad. Por eso cuando
da resguardada la fama? ¿Cómo se atrapa al lector?
me preguntan: “¿Tú representas
¿Quién te impulsa?
a Cuba?” Yo digo: no, si acaso malamente me represento a mí
Esos primeros años de un escri-
mismo, porque vivo en Cuba,
tor en el mercado internacional
pero estoy como en el aire.
del libro son muy duros, porque llegas a un evento como la Se-
Al librero le viene a la memoria la sexta edición de
mana Negra, o a un festival de
la Semana Negra de Gijón, es el año de 1993. Los
América como en París, o vas a
autores se ubican en las casetas de las librerías
un recorrido por toda Italia en
para dejar plasmadas sus dedicatorias en los libros
compañía de varios autores,
de los posibles lectores. Padura ofrece su primera
y de pronto ves que está Paco
novela policíaca, Pasado Perfecto, con la edición de
Ignacio Taibo ii, o Luis Sepúlve-
la Universidad de Guadalajara; las multitudes no
da, o Manolo Vázquez Montal-
acuden. Enfrente, es Luis Sepúlveda el que acapara
bán, y la fila que ellos tienen es
la atención con su novela Un viejo que leía novelas
algo que te mata el corazón. Y
de amor; la fila frente a la librería se antoja en-
uno se pregunta: ¿cuándo lle-
vidiable. Leonardo no se desanima, se ubica como
garé a este mundo? Porque es
principiante y deja escapar su buen humor propo-
un mundo que además significa
niendo que quien se acerque a adquirir su novela
no sólo la cercanía con los lec-
y le solicite una dedicatoria se llevará como pre-
tores, sino significa también tu
mio un “huevo frito”. La oferta no convoca, salvo a
seguridad como escritor, te da
María Fernanda Poblet (Nana) y a José Luis Paraja
confianza, aunque haya ocasio-
(Paraja) quienes no dejan pasar la oportunidad,
nes en que esa confianza no haya
aun y cuando el huevo frito no llega al plato sino
servido para más. Y mi carrera
hasta 22 años después; Fueron Nana y Paraja a
fue muy paso a paso. De ven-
Oviedo con la novela en la mano y me dijeron: “Nos
der un libro pasé a cinco, diez,
26
y ahora vendo doscientos, pero
de lo que ha comido, o lo mal
porque antes vendí ciento no-
que lo ha hecho, lo mucho que
venta y cinco. Y siento mucha
ha fumado y, peor aún, lo que ha
satisfacción cuando en Francia,
bebido. Por lo tanto, si acaso le
Italia, Argentina, México o Brasil
quedan veinte años más de vida.
tengo una cola de lectores para
Al llegar a los sesenta ha gastado
que les firme los libros, cuando
tres cuartas partes de su vida.
tengo una cola de periodistas
Arriba a la cuarta edad y por lo
queriéndome entrevistar.
mismo va a provocar una mirada a la contemporaneidad cuba-
Con el transcurrir de los años Leonardo Padura
na, antes de las relaciones con
mantiene la parsimonia de siempre, la estabili-
los Estados Unidos, que puede
dad interna, la cautela en las palabras. A pesar de
ser un periodo éste que cambie
los reconocimientos, de las filas, de los compro-
muchas cosas. De la mejor o de
misos periodísticos, se sabe al lado de su cóm-
la peor manera, pero van a cam-
plice Mario Conde, y siguen hombro con hombro
biar las cosas. Y deseo mante-
trabajando en lo que será la próxima aparición
nerme en este momento previo
del policía cubano ya en retiro.
porque necesito la coherencia que veo en el análisis que va a
La próxima será una novela que
ser vertical de la realidad cu-
se va a desarrollar en el 2014
bana. A partir de que un amigo
porque no quiero que entre en
suyo, con una posición económi-
el tiempo que se abre a partir
ca relativamente desahogada, le
del 17 de diciembre de ese año,
pide a Conde que realice una
con el anuncio de la apertura de
investigación
las relaciones entre Cuba y los
conceptuales e históricas que
Estados Unidos. Para este año
le llevan hasta Jerusalén y San
Conde cumple sesenta años,
Juan de Acre en la época de los
sabe que va a entrar en la cuar-
templarios, en relación con una
ta edad, ha sacado las cuentas
virgen negra que saca un tem-
con
conexiones
27
plario con destino a Cataluña y
como viven y lo que significan en
que luego de la Guerra Civil es-
el fondo de la sociedad cubana,
pañola termina en Cuba confun-
y hasta qué punto la sociedad
dida con la Virgen de Regla, que
mira hacia otro lado y no quie-
es la virgen popular de Cuba,
ren ver este conflicto, incluidas
convirtiéndose en el objeto del
las instancias oficiales.
misterio. Además de un contexto que tiene que ver con historias
Es el jueves 25 de febrero y la cita se antoja im-
de la represión homosexual en la
prescindible: “La embajada de España en Cuba
época de la universidad de am-
organiza el conversatorio con Leonardo Padura
bos, y comienzo a bajar hasta el
y Jorge Perugorría para reconocer los 25 años de
fondo de la sociedad cubana, que
existencia de Mario Conde. El primero es el cóm-
en estos momentos son los ba-
plice y creador del personaje, el segundo es quien
rrios y los asentamientos de los
lo representará en la pantalla. De nueva cuenta
migrantes del Oriente de Cuba
pareciera que el Conde cuenta con mayor simpatía
que llegan a La Habana en una
fuera que en su propia isla. Pero algo existe en el
situación de miseria. Si yo me
ambiente: el hecho de que las calles de La Habana
quejo por ser invisible a nivel de
siguen las pistas de Mario, de Padura, con sus his-
promoción cultural, ellos son so-
torias por contar”.
cialmente inexistentes. La forma
28
ESCRIBIR NOVELA POLICÍACA EN MÉXICO1
ejemplos, el de Patricia Highsmith: Suspense (Cómo
Vicente Leñero / Paco Ignacio Taibo ii
bre novela negra de P. D. James, el recientemente
se escribe una novela de intriga), Todo lo que sé sopublicado manual Cómo escribo novela policíaca del
¿Cómo se escribe una novela policíaca? Esta pre-
español Andreu Martín; y, por último, el clásico de
gunta ha rondado a más de un incipiente escritor,
G. K. Chesterton: Cómo escribir relatos policíacos.
así como la conciencia de aquellos ya más avanza-
Pero de pronto toda esta colección de conse-
dos en las letras, pero a quienes se les escapan las
jos, manuales, secretos, técnicas, reglas y metodo-
claves del género, aún y cuando sean lectores mi-
logías chocan y no se ajustan con la realidad mexi-
nuciosos. Varios de los autores de novela policíaca
cana; es por ello que hemos elegido dos sugerencias
o negra han dejado el testimonio de sus secre-
escritas por dos autores mexicanos. La primera de
tos, trucos, métodos y consejos. Cabe destacar la
ellas es de Vicente Leñero, una charla que dictó du-
clásica teoría, compuesta de 20 inviolables pun-
rante el encuentro de escritores policíacos realizado
tos, elaborada por S. S. Van Dine que apareciera
en la ciudad de Querétaro en el año de 1987, y la
en la American Magazine en 1928; a contrapelo,
segunda, de Paco Ignacio Taibo ii, texto elaborado
Raymond Chandler también dictó, dos décadas
en el año de 1992 para el encuentro de Ciudades Ne-
después, su manual de elementos inviolables
gras en Puebla. Sugerimos que si desea, pretende,
para construir un relato policíaco. G. K. Chester-
intenta, trae encima el gusanito de escribir un relato
ton había dictado su conferencia “Cómo escribir
policíaco, negro, de crímenes o cualquiera que sea
relatos policíacos”, en 1925; tema que en su mo-
la etiquetación, repase primero las sugerencias de
mento también abordaron autores como Jorge Luis
Leñero y Taibo ii, y luego ya se sumerja en cualquie-
Borges, Adolfo Bioy Casares, Ronald Knox y Elmore
ra de los textos anteriormente citados.
Leonard entre otros.
trabajo, ofreciendo ejemplos, consejos, variaciones
Algunas dificultades para escribir novela policíaca en México y algunas recetas para conseguirlo
de la técnica utilizada. De éstos sólo citaremos, como
Vicente Leñero
De igual forma varios escritores han dedicado un libro en específico a desentrañar su método de
1. El escritor Fritz Glockner compiló en este texto a dos grandes plumas sobre el género: Vicente Leñero y Paco Ignacio Taibo ii.
Se dice pronto, pero en verdad nada tan difícil como escribir novela policíaca en México si el es-
29
critor se preocupa por cumplir con las reglas orto-
nes, amarguras y soledades características de los
doxas del género. Revisemos las dificultades:
detectives antihéroes que hoy se estilan.
Primera dificultad: Cómo clasificar un texto
Tercera dificultad: En México, los inspectores
dentro de los apartados tradicionales sin que los
de policía (agentes policíacos en cualquiera de sus
Críticos, expertos, o los cada día más vehementes
niveles) son literariamente inverosímiles y muy poco
investigadores de universidades norteamericanas
tienen que ver con los personajes clásicos del género.
impugnen a su autor, o en el más dramático de los
A los inspectores de policía mexicanos, desde el más
casos, lo descalifiquen. ¿Cómo debe decirse: novela
talachero agente investigador hasta los mismísimos
policíaca o novela policial? ¿Cómo saber78 si a un
procuradores de justicia, les interesa encontrar un
texto se le debe llamar mejor: novela negra, o novela
culpable, no descubrir al culpable. El caso queda
de detectives, o novela de intriga, o thriller, o novela
totalmente resuelto cuando un asesino confiesa,
de misterio, o novela de espionaje, o novela crimi-
“canta”, lo que el agente quiere que confiese, no
nal? ¿Es todo lo mismo? ¿Son notables, importantes,
lo que estrictamente corresponde a la verdad. Aquí
significativas, trascendentales las diferencias?
nadie va tras el asesino pacientemente, paso a paso,
Segunda dificultad: En México no existen detectives ni investigadores privados que se aproxi-
pista a pista; la autoridad espera que el maldito caiga “cualquier día de éstos”, como de milagro.
men a la imagen del detective o del investigador
Cuarta dificultad: En México, tanto los detec-
privado de las novelas del género. Los pocos de-
tives privados, como los investigadores de policía
tectives privados que existen (en lo personal yo no
o como los periodistas metidos a sabuesos son,
conozco a ninguno, ni siquiera puedo imaginár-
normalmente, casi por definición, sobornables y
melo), se dedican a investigar en forma rutinaria y
corruptos. La imagen del detective o del inspec-
casi siempre desabrida, al decir de sus clientes, in-
tor honrado, que se atormenta por la vida pero se
fidelidades amorosas, irregularidades para dirimir
apasiona por la verdad, que sufre desamores pero
divorcios, problemas de compañías de seguros,
que busca incansablemente al asesino, que padece
trampas administrativas y párele usted de contar.
terribles estrecheces económicas pero que de nin-
Con esos temas no es fácil escribir novelas deveras
guna forma y por ningún motivo se deja sobornar,
emocionantes. Desde luego, estos investigadores
es tan irreal como un marciano. Construir un per-
no fuman pipa, ni usan lupa, ni tienen un inteli-
sonaje investigador con estas virtudes, y tratar de
gente doctor Watson para dialogar deducciones o
imponerlo como un individuo real, sólo sirve para
presumir ingenios. Tampoco padecen las depresio-
matar de risa al posible lector.
30
Quinta dificultad: En México, los crímenes
ni en Taibo ii, ni en Ramírez Heredia, ni en Ber-
no se resuelven. Son excepcionales, insólitos, abso-
múdez, ni en Vásquez Montalbán, ni en Martín,
lutamente minoría, los casos en verdad aclarados.
ni en Greene, ni en Campbell, ni en Sciascia, ni
Lo común, lo cotidiano, lo constatable es el cri-
en Fleming, ni en Robbe-Grille. Póngase a escri-
men impune, el expediente eternamente abierto,
bir. Simplemente póngase a escribir y ríase con el
el asunto que no se aclaró, ni se investigó, ni se re-
gastado chiste: si la novela resulta mala, ése será
solvió jamás. Escribir novelas policíacas en las que
el verdadero crimen a castigar.
un detective bueno o insobornable, o un inspec-
Segunda receta: No se afane en inventar
tor inteligente y honrado, desenrede la madeja de
un investigador-protagonista, detective o policía,
un hecho criminal equivale a escribir una novela
con la secreta idea de convertirlo en personaje
de ciencia ficción más que una novela policíaca
de una serie infinita. Además de que el universo
apoyada en la realidad mexicana.
literario está sobrepoblado de investigadores fa-
Ante dificultades como las enunciadas aquí
mosos (Holmes, Dupin, Brown, Poirot, Maigret,
a vuelapluma, y muchas más que pudieran anali-
Ripley, Marlowe, Belascoarán, If, Carvalho, Carter,
zarse, no queda más camino, para los escritores
Pérez, Bond) en México ya resulta cada vez más
abocados al género, que olvidarse del modelo
difícil creer en la existencia de individuos de esta
tradicional e inventar una nueva forma, o al me-
especie. Ya basta.
nos reformada o revolucionada novela policial que tome en cuenta algunas de las siguientes recetas.
Tercera receta: Si desecha la receta anterior e insiste en la creación de su investigador/protagonista, al menos atienda a estos consejos:
Recetas para el escritor de novelas policíacas mexicanas
• No lo haga honrado e insobornable, por favor. • No lo haga inteligente. • Hágalo corrupto, como cualquiera.
Primera receta: No intente clasificar su texto, ni dirimir si la novela que se sienta a escribir es una novela policial, o una novela negra, o un thriller. No piense en Conan Doyle, ni en Agatha Christie,
• Hágalo maldito, tonto, tramposo y, sobre todo, errático. • Será entonces, quizá, sólo así: un personaje verosímil.
ni en Poe, ni en Chesterton, ni en Ambler, ni en
Cuarta receta: No termine su novela resol-
Simenon, ni en Le Carré, ni en Cain, ni en Quentin,
viendo el crimen. Recuerde que en la realidad mexi-
ni en Chandler, ni en Hammett, ni en Highsmith,
cana es más frecuente, y por lo tanto más verosímil;
31
y por lo tanto más literario, digan lo que digan los
empezando por el final. Y cuando quieres hablar de
preceptores del género o los moralistas oficiales, el
las tripas de una novela, de cómo se arma desde el
expediente abierto, inconcluso. No crea en la vieja
tiempo en la cabeza una novela, se supone que hay
receta de que toda novela policÍaca debe terminar
que empezar por el principio.
con la solución del caso planteado. Ese es un precepto moral, no un precepto literario.
Las historias de esta historia venían de lejos. Quizá la primera había sido aquella narrada
Quinta receta: Por favor no se empeñe en
por un fotógrafo inglés en el 91, que azorado me
hacer triunfar el bien sobre el mal. En la vida —la
contaba lo que le había sucedido a unos amigos
que todo escritor conoce, la que todo mexicano
suyos en Lima:
sufre— es el mal el que triunfa casi siempre. No se
Dos jóvenes británicos andan de farra por
esfuerce en castigar a los culpables, en agarrar al
bares de mala muerte dejando avanzar la noche, y
asesino, en condenar a los malvados, en repetir la
en uno de ellos se les juntan un par de peruanos que
aventura de Raskolnikov. Deje que la propia histo-
empiezan a guiarlos por el descenso a los infiernos.
ria suya encuentre su final, aunque ese final haga
Al salir del sexto o del séptimo, la emprenden a pa-
quedar mal al protagonista, mal a los buenos, mal
tadas con uno de los ingleses y arrojan al segundo
al propio escritor.
a una camioneta que los estaba esperando. El golpeado se dedica a buscar a su amigo
Las tripas de una novela
por la noche limeña con ayuda de la policía. Ni
Paco Ignacio Taibo ii
sus sombras. Tres días más tarde lo despiertan al amanecer en su hotel y lo hacen bajar corriendo
Como siempre, empezó de la manera equivocada,
a la recepción.
y eso me costó una semana en un hotel de Pue-
En la calle, tirado en el suelo frente al ho-
bla, en la que eliminaba mucho más de lo que
tel, se encuentra su cuate. Una ambulancia está
escribía. Cien páginas menos después, parecía
llegando. Trata de enterarse de algo. El doctor le
que tenía enfrente una novela, y para esto tuve
explica que el problema no es la operación, sino el
que perder la historia de la mexicana con la cica-
shock postoperatorio, tirado en el suelo, en la no-
triz en la mejilla que recorría Europa huyendo de
che, en condiciones delicadas. El inglés no entiende
algo, y las nuevas historias de Alex.
nada, ¿de qué operación están hablando? ¿De qué
Pero lo que quedó, lo salvado, comenzaba a parecerse a una novela. Pero estoy, como siempre,
shock? El médico se da cuenta. ¿No lo sabía? A su amigo le extirparon un riñón hace un par de días.
32
La historia de los horrores se me quedó en el
En la misma página había un par de dibujos
clóset de los hallazgos, pero no me sirvió para gran
del mexicanísimo “gallito inglés”, ese sexo mascu-
cosa, porque soy incapaz de contar ciudades por
lino convertido en gallo por el arte de ponerle pico
las que no he caminado. Y así permaneció hasta
y patas. Dada la época de la encuadernación, el
que decidí robársela a Lima para pasársela a Ciu-
dibujo había sido realizado por un contemporáneo
dad Juárez, es una ciudad que me gusta para la
de Leonardo o a lo más por alguien muy pocos
literatura, hay algo de efímero, de ciudad de paso,
años después, y estamos hablando del inicio del
de ciudad de límite, que me atrae.
siglo xvi. ¿Había Leonardo diseñado una bicicleta
Aun así, no estaba nada claro, si no fuera
(manillar, sillín, tracción delantera con cadena,
porque tenía otro closet, una historia de amor
dos ruedas, pedales) 450 años antes de que las
platónica entre un novelista policíaco de 53 años y
primeras bicicletas surcaran las calles, y éste ha-
una basquetbolista colegial gringa.
llazgo había pasado desapercibido?
La bicicleta de Da Vinci hizo lo demás. La vi
Nunca apareció el diseño original, y la histo-
por primera vez en el Museo de la Ciencia y la Téc-
ria de la bicicleta permaneció perdida hasta que el
nica de Milán, y años más tarde conseguí copias,
descubrimiento del Madrid ii permitió observar los
textos, fotocopias, y fui acumulando en una de
estudios de los engranes que el propio Leonardo
las zonas muertas del librero cuanta bibliografía
había hecho para la bicicleta.
podía reunir. Era una historia maravillosa. Entre
En Milán yo había visto, junto a máquinas
los cuadernos perdidos de Leonardo, se encontra-
que aún no se sabe qué destino pueden tener, la
ba el llamado Madrid ii, traspapelado en la Biblio-
reconstrucción de la bicicleta leonardina, y había
teca Nacional desde los tiempos de Felipe ii en la
sido un caso de amor a primera vista.
capital de España. Por otro lado los papeles que se conservaron en Italia del Mago Leonardo habían sido encuadernados muchas veces pegando el
O sea que la cosa estaba clara: • La operación de riñón clandestina en Ciudad Juárez.
manuscrito a una hoja de papel, y dejando cubier-
• Los amores de un novelista que cumple 53 años
tas las partes posteriores. En uno de los muchos
con la imagen televisiva de una joven basquet-
procesos de restauración apareció, al reverso de
bolista.
un plano de las fortificaciones de Imola, un tosco
• La bicicleta que había inventado, 450 años
dibujo de una bicicleta que podía ser atribuido a
antes de que la inventaran los otros, Leonardo
uno de los niños-discípulos de Leonardo.
Da Vinci.
33
Así es como me gusta escribir un libro,
pasear por las calles, deambular por el Hospital
ensamblando pedacitos de historias, con ideas
General, vislumbrar la frontera, conseguirme un
centrales, con una imagen suelta, con elementos
buen mapa de calles.
para construir una atmósfera, con decisiones sobre un personaje.
Mi amigo Andreu Martín dice que no entiende cómo puedo escribir novelas policíacas como lo hago.
Quería además introducir en esta novela
Yo respondo muy seriecito que no entiendo cómo pue-
los elementos del horror que me habían venido
de escribirlas él a su manera: escribiendo un esquema
tocando en los últimos años, muy vinculados a
completo y luego desarrollándolo. Si yo supiera a dón-
las crisis del hambre, la economía y la locura en
de va la novela, cuál es la historia, la anécdota comple-
América Latina. Asaltos a supermercados en Cara-
ta, cómo es el final, no la escribiría. ¿Para qué? ¿Qué
cas, niños pirañas en Brasil, judiciales mexicanos
sentido tiene escribir una novela que ya se conoce?
trabajando horas extras. Mi amigo Justo Vasco,
Escribir es para mí lo más próximo posible al acto
en una reunión de escritores policíacos en Mérida
de leer. Ir aceptando, ir armando, ir describiendo, ir
(diciembre de 1990), me había repetido la frase
construyendo. Sólo puedo escribir una novela, aque-
de Andreyev, que me daba la clave y que yo había
lla que no está escrita ni siquiera en mi cabeza,
anotado cuidadosamente: “Lo peor del horror es
aquella cuyo final no conozco.
que no hay horror”.
Así, como ésta. Y entonces, poco a poco iba
Quería también una novela en la que el no-
teniendo entre las manos una novela. Necesitaba
velista hablara de la novela. Pero esto se fue ar-
un título, aunque fuera provisional, aunque luego
mando más tarde.
se fuera a la basura, y Leonardo da Vinci me dio una
Durante una semana de vacaciones en Aca-
frase: “Cuando las substancias pesadas descienden
pulco las historias de José Daniel Fierro y su bas-
por el aire, éste se mueve en dirección contraria
quetbolista, la operación de riñón en Ciudad Juárez
para llenar continuamente el espacio.” y de ahí sa-
y la bicicleta de Da Vinci se fueron armando. Se
lieron cinco títulos posibles: “En dirección contra-
prestaba el clima acapulqueño, el solecito, la brisa,
ria”, “El aire, moviéndose en dirección contraria”,
las largas tardes.
“El aire, que se mueve en dirección contraria”, “Los
Aproveché un viaje a Chihuahua para,
movimientos del aire” y “Moviéndose en dirección
guiado por Piyú de la Rosa, recorrer Ciudad Juá-
contraria”. Una vez que los tuve encabezando un
rez, entrevistarme con el único doctor que había
archivo en la computadora donde se reunían las
realizado trasplantes de riñón en esa ciudad,
notas diversas, ya podía empezar a escribir.
34
Comencé a trabajar los personajes. Ésta es
tará de una novela de aventuras, que escapa de los
una mesa móvil de tres patas que puede empu-
panoramas de la nube negra, de la sangre, de la
jarse a partir de los personajes, la atmósfera o la
locura en la que estaré envuelto todos los días, de
anécdota. Y la anécdota aún estaba verde.
los miedos, de las persecuciones.
Descubrí que José Daniel Fierro era un santa-
La novela será una novela que pretenderá
nófilo, y pasé un mes oyendo discos de Carlos Santa-
tratar sobre mi abuelo, el mágico y evanescente
na y tomando notas. Al mismo tiempo trataba de ver
Ángel del Hierro, pero que será poco a poco absor-
la ciudad de México como la veía él, e incluso los par-
bida por su alter ego maligno, el barón de Köenig.
tidos de básquet como él los veía. Y pensando a José
Y sobre ellos dos aparecerá, sin que yo lo quiera
Daniel Fierro, mi personaje central, surgió la historia
y poco a poco, dominando el panorama, el loco
de su abuelo de Barcelona, el anarquista Del Hierro.
pequeñajo de Antonio Amador, alias la Pulga, el
En este caso tenía un clóset lleno de trabajo frío de
periodista chaparrito que me trajo a esta historia.
historiador sobre la Barcelona modernista y enloque-
Yo había estado en Barcelona leyendo periódicos y
cida, la Barcelona de la revolución instantánea de los
folletos en la biblioteca municipal cuando Amador
años 20, la Barcelona de los pistoleros. De ahí surgió
entró en mi vida. Sus artículos, leídos obsesiva-
Antonio Amador, la Pulga, uno de los periodistas que
mente, dejando que la tarde se escapara por los
más me han atraído como personaje.
ventanales románicos de la biblioteca municipal
Esa era la novela que José Daniel Fierro estaría
de Barcelona, me cautivaban. Se jugaba el pelle-
escribiendo mientras se metía en la historia real de
jo en cada uno, traslucían la furia, las manías, la
Ciudad Juárez y su basquetbolista. ¿Sencillo, no?
demencia saludable del anarquismo español de
Y la novela que aún no tenía forma crecía
principios de siglo, retaban al poder, a los asesi-
en notas: la despensa casera del jefe Fierro, ¿cómo
nos protegidos por los militares, a la policía, a las
era? Los partidos de básquet colegiales norteame-
patronales, a los gobernadores, a los ministros. Y
ricanos. La luz de gas en las calles de Barcelona. El
Amador aparecía no sólo como autor, sino que era
debate sobre la homosexualidad de Da Vinci ini-
recogido en folletos de otros periodistas y escri-
ciado por Freud. El teléfono rosa que el personaje
tores como personaje. Amador había sido parte
heredaba de un divorcio. Las reflexiones de Fierro
de mis sueños: lo irreductible, el espacio de los
sobre la literatura: Escribiré en los ratos perdidos,
principios fieros, lo no negociable. Y su literatura
en los ratos libres, en las horas de insomnio, en los
instantánea, su periodismo, me ponían nervioso,
cafés, en medio de los sueños, una novela. Se tra-
llenaban de preguntas mi literatura. No era la
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novela pedagógica, no era recuento del deber ser,
gos. Los materiales y las conversaciones con Jim en
era programa, era proyecto, era cajón de manías
Colorado metieron dentro de la novela a Jerry:
que se volvían personajes e historias. Si para algo
Media hora después, la bruma se disipaba
servía la novela era para contarnos cómo eran los
lentamente, y a la claridad lechosa del amanecer
otros que nosotros no podíamos ser. No era, como
Jerry subió a la azotea de la embajada, de ahí trepó
se pensó en la primera mitad del siglo xx, una fuerza
por una escalerilla de metal y ascendió al último
pedagógica que entraña lección, moraleja, consejo,
helicóptero, que reposaba milagrosamente sobre el
imagen a imitar y a negar. No sabían nada. Mucho
tejadillo. El último transporte de no uniformados.
menos materia prima para la experimentación del
Si la inmortalidad es una foto tomada en el
lenguaje. Nanay. La literatura es recurso de futuro,
instante único, si la inmortalidad es en blanco y ne-
material de premonición para organizar la acción.
gro, tan sólo en blanco y negro, y los grises de la fo-
La mejor novela es la que no se lee porque se es-
tografía que fija durante un vigésimo de segundo el
cribe en hechos, se preescribe en la realidad. Lue-
baile que traemos con las estrellas, fue un fotógrafo
go, ¿para qué escribirla cuando se puede vivirla?
de Reuters el que hizo inmortal a Jerry Milligan.
Básicamente porque así se puede previvir la realidad, aunque no preverla.
Sax-Lagrange fue el que tomó una serie de fotos desde el patio utilizando un telefoto, en las
En esas estaba cuando Jim Adams me man-
que Jerry se subía al helicóptero final que despega-
dó desde Colorado una caja de materiales sobre el
ba del tejadillo de la embajada norteamericana,
Proyecto Fénix. Habíamos hablado mucho sobre
dándole el brazo a una vieja vietnamita vestida de
esta historia, sucedida durante la guerra de Viet-
negro, con una cuarenta y cinco ostensiblemente
nam, cuando nos conocimos. El proyecto de ase-
metida en la parte posterior de la cintura, y uti-
sinato masivo más amplio después del genocidio
lizando el brazo que le sobraba para cargar a un
judío efectuado por los nazis durante la segunda
perro fox terrier.
guerra mundial. De estos materiales surgió lentamente “Jerry”.
Una de esas fotos recorrió el mundo, y casi todos los lectores de los grandes diarios del pla-
Si un portero de futbol es en un 80 por ciento
neta pudieron ver la fría impasibilidad de Jerry en
técnica y en un 20 por ciento suerte, un novelista
una ciudad que se adivinaba incendiada aunque no
del neopolicíaco es en 20 por ciento empatía con
lo estuviera, una ciudad al borde de la desaparición
los rumores que andan por el aire, un 60 por ciento
de la faz de la Tierra, aunque no lo fuera, sosteniendo
técnica narrativa y un 20 por ciento buenos ami-
a la ancianita, sonriendo, cargando el perro con su
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brazo izquierdo. El último de los mohicanos, el úl-
en los mecanismos de los ascensores, fue lanzando
timo de los caballeros del imperio. Había elegancia,
explosivos incendiarios piso a piso y a las 7:53 de la
savoir faire en el gesto del Jerry descamisado y
mañana abordó el último helicóptero que ascendió
con una de las mangas desgarradas, con un toque
desde el tejadillo de la embajada. Miles de viet-
de peligro que daba la visión de la culata de la
namitas, colaboradores de los norteamericanos, se
cuarenta y cinco prendida en el cinturón y sobre
quedaron esperando la evacuación prometida.
la camisa, oteando el horizonte, mientras dos ma-
b) Jerry, aunque pudiera parecer lo contra-
rines con ametralladoras asomaban de la trampilla
rio, no estaba subiendo al helicóptero a la viejita,
lateral del helicóptero esperando a ver las hordas
estaba tratando de bajarla. Y cuando el helicópte-
que no llegaban.
ro ascendió atiborrado por el sobrepeso, trató de
Pero…
arrojarla sobre el río Saigón. Y sólo lo impidió un
a) No era el último helicóptero. Sino tan sólo
marine de ojos enloquecidos, nacido en Tulsa, que
el último de los helicópteros que transportaban
le metió el cañón de un M2 en las costillas a Jerry
personal civil, aunque esto no era muy importante,
mientras aullaba que no dudaría en disparar y que
y el pie de foto habría de ignorar esta precisión.
el cuerpo de Jerry sería carnada de los pececitos
Otros helicópteros recogerían a los marines que
si tiraba a la vieja.
habían realizado la última contención en las puer-
c) Jerry no tiró a la vieja que llegó sana y
tas de la embajada de aquella multitud ansiosa de
salva al portaviones Coral Sea en el mar de Chi-
huir, formada por viudas y esposas de un día, se-
na, y siendo la madre del exjefe de camareros de
cretarias, agentes desechados, colaboradores, dos
la embajada, terminó su vida alegremente varios
o tres centenares de la hermana sudvietnamita de
años más tarde en Lima, Perú, cuidando unos nie-
la cia, la c10, comerciantes chinos del mercado
tos y un jardín. Jerry en cambio arrojó al mar al
negro, personal nativo de las uso y cuosa y la fnl
fox terrier, en un gesto absurdo que no hizo que
1 y las mil y un estructuras burocráticas creadas
el helicóptero ganara estabilidad. El animal, de-
por el imperio en Saigón y que ahora se hundían
sapareció ladrando en el aire. Un largo gruñido
como barquitos de papel en un río revuelto. Ha-
desvaneciéndose tan sólo.
cia las siete y media de la madrugada, la última
El fotógrafo inglés se refugió en las oficinas
escuadra de marines, tras disparar ráfagas al aire
de Reuters y desde allí, con la puerta atrancada
para controlar a la multitud, penetró al bunker y
y cubierta por dos escritorios y varias sillas, a la
clausuró los accesos al techo arrojando granadas
espera de la llegada del Vietcong, se encerró en
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el cuarto oscuro y envió por photofax media docena de fotografías. El editor gráfico de la Reuters en Bangkok seleccionó la foto de Jerry y la reexpidió rápidamente a Londres. La misma fotografía que habría de publicarse primero en el londinense Daily News y luego recorrer el mundo gracias al radiofoto de la Associated Press. El pie de grabado no identificaba a Jerry, tan sólo decía que era un agente de la cia, el último de los americanos, el personaje perdido de Graham Greene, el postrer hijo del imperio, y que llevaba con gracia la patética retirada. Una foto. Y ahora sí, ya estaba la novela. Todo el problema era cómo conectar la historia del jefe Fierro con el resto, cómo ponerla en movimiento, cómo darle entidad a la basquetbolista (que para estos momentos ya tiene nombre, se llama Karen Turner y escupe a los árbitros), incorporar el secuestro que acaba en trasplante clandestino de riñón y a Jerry en un mismo paquete. Y quizá lo más complicado, ¿qué tenía que ver con todo esto la bicicleta de Da Vinci? Y todo estaría tranquilo, pero acabo de leer las cartas de amor de Freud y descubrí que el muy menso había inducido a su novia en el uso de la cocaína. ¿Cómo dejar fuera esta historia? Y en esas estoy ahora.
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Antonio Santin “Flushing meats” 2015 Óleo sobre tela
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ESPEJO ROTO: NOIR MEXICANO DEL SIGLO XXI F.G. Haghenbeck
Para la llegada del siglo xxi, el neopolicíaco mexicano estaba muerto. Con ello, se perdieron muchos lectores que mantuvieron este género con gran éxito por tres décadas. Fueron varios eventos los que propiciaron su caída. Algunos ajenos al panorama editorial. El ambiente político fue uno de ellos. La llegada de la alternancia, seguida de su desencanto fue demoledora. Su más importante exponente, Paco Ignacio Taibo ii, se dedicó a la revisión histórica y a la militancia, mientras que otros autores representativos, como Juan Hernández Luna y Rafael Ramírez Heredia, murieron; pocos continuaron el legado, como Fritz Glockner, Gabriel Trujillo o Pedro Ángel Palou. Así, el género negro o noir, cayó de nuevo al sótano. Solo quedó la obra constante del escritor sinaloense Élmer Mendoza quien, al ganar el Premio Tusquets 2007 con Balas de Plata con una obra netamente noir y protagonizada por el detective el Zurdo Mendieta, se coronó como líder de una nueva generación de escritores que aparecerían con el nuevo siglo en los extremos del país y la cultura. Como un fenómeno adverso al resto del mundo, en México no se volvió popular la novela negra. Cuando el mercado europeo y norteamericano voltearon los ojos a la avalancha nórdica por los éxitos
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de Stieg Larsson, Henning Mankell o Assa Larsson,
nen los elementos necesarios para ser atrayentes
el panorama nacional se obsesionó por la novela
en una novela: balas, droga y corrupción. Es en
histórica. Tuvo que llegar esta nueva generación a
este imposible lugar donde han nacido las nuevas
reconstruir el andamiaje para nuevos lectores.
tendencias. Otros artistas la continúan desde del
La nueva literatura negra en México no se
centro, sin zambullirse en esa locura de violencia.
hace en la capital. Hay que voltear a los estados.
Y así, sin quererlo, entre cientos de miles de muer-
En especial, al norte. El noir del siglo xxi es hijo de
tos por la guerra de narcotraficantes, apareció el
los extremos. Del calor, la violencia y algo de cerve-
nuevo noir mexicano.
za tibia. No busca conciliarse con la alta literatura
¿Cuándo el narco capturó las letras? ¿Cuán-
ni demanda la aceptación académica. Es producto
do los cuernos de chivos sustituyeron a los detec-
de un grupo de autores comprometidos con sus
tives de gabardina? Fue una mezcolanza de obras
lectores, influenciados de medios tan di-símbolos
que comenzaron a voltearse a un fenómeno que al
como los cómics, la literatura de género, la música
principio parecía ajeno: el crimen y la violencia. Sin
moderna y el cine. Son novelistas que de inmedia-
embargo, éste ahora entró a vivir en cada casa de
to revaloraron libros como los de Luis Spota o Ra-
México, apreciándose como habitual. El autor Eduar-
fael Bernal, imponiendo un nuevo santoral literario
do Antonio Parra explica que, para comprender esto,
ajeno al conservadurismo establecido. Este grupo
necesitamos entender “El Norte“ como concepto, no
llegó cual viento fresco a las lecturas nacionales,
solo como espacio. Un universo que pelea contra el
peleando poco a poco su lugar.
centralismo y que posee su propio listado de iconos
El norte es un México aparte. Ahí se vive de
paganos como Jesús Malverde o la Santa de Cábora.
distinta manera. Sobre todo, se muere diferente.
Es en este concepto donde han emergido las voces
Por ello, es difícil de atraparlo en una etiqueta de
más contundentes de la novela negra. Puede ser la
negro o narco cual costal donde entra todo lo dis-
lejanía de la capital o el ambiente caliente de cri-
tinto. No todo lo que se escribe en el norte es no-
men lo que propició este género. Tal vez referentes
vela negra. No obstante, el noir mexicano se hace
directos al noir estilo James Ellroy, Patricia High-
en el norte. Mientras, el resto de México voltea
smith y el mismo Dashiel Hammett que escriben
su mirada hacia arriba con ojos de extrañeza y
sobre el crimen, no dé la solución de este. Ya que
un ligero tinte de miedo, preguntándose cómo se
el detective con carácter de reivindicador social,
puede vivir en ese lugar donde solo hay desierto,
a la manera de Petros Márkaris, Steig Larson o el
camionetas 4x4 y mucha bala. Es ahí donde se tie-
mismo Raymond Chandler, parece no tener cabida
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en ciudades donde los asesinatos, mutilaciones o
apostó a crear un ambiente sórdido tropical, atre-
secuestros son comunes.
viéndose a incluir toques fantásticos con Asesina-
Los temas que se tocan son la oscuridad del
to en una lavandería china.
género humano como elemento fundamental de
Pero fue la siguiente camada de autores la
la obra, no la lucha social que aborda el neopo-
que abrazó el compromiso de portar la bandera de
licíaco. Sin importar el origen regional del autor,
literatura negra sin enfado. Alzándose como ver-
aparecen temas comunes que referencian a la
daderos escritores del género que deseaban recu-
frontera, muerte y traición. Es el extremo, lo ce-
perar el espacio perdido: Imanol Caneyada unió sus
gado o encubierto que aflora en las páginas. Entre
raíces vascas con el desierto de Sonora para ofrecer
más se descompone la estructura social, mejores
libros llenos de brusquedad humana, muy al esti-
obras surgen. Como si estas fueran un espejo roto
lo europeo (Las paredes desnudas, 2013, Tardarás
de nuestra realidad. Muchos de estos escritores
en morir, 2010 y Hotel de arraigo, 2015); Hilario
ni siquiera se llaman a sí mismos negros. Abor-
Peña, nacido en Mazatlán y radicado en Tijuana,
dan la literatura sin etiquetas, pero ocupan las
retoma el pulp norteamericano de Elmore Leonard
características del género de manera magistral.
para poner al día el wéstern (Chinola Kid, 2013), así
Eduardo Antonio Parra, nacido en León, con an-
como establecer su detective pelirrojo Malasuerte
clas en Monterrey, supo elevar la narración con
(Malasuerte en Tijuana, 2009 y Juan Tresdiezyseis,
personajes que viven al límite. Sin perder la cru-
2014); Paul Medrano de Tamaulipas ha contribui-
deza y desnudez del noir, agregó la elegancia de
do con obras como Dos caminos, 2010 y Deudas de
Rulfo para armar obras que sirven ya de referente
fuego, 2014. Y hay dos relevantes autoras que se
(Nostalgia de la sombra, 2002 y Sombras detrás
han situado como las soberanas de la novela ne-
de la ventana, 2009); Luis Humberto Crosthwaite,
gra. Desde el estado de Guerrero, Iris García con 36
en Tijuana, retomó las crónicas de la vida en la
Toneladas, 2011. Y en Monterrey, Orfa Alarcón con
frontera que había dejado Federico Campbell para
Perra Brava, 2007, quien consiguió la mejor obra
conseguir varios libros que abrieron camino a un
literaria femenina sobre el narco.
nuevo estilo de noir-sucio (Estrella de la calle sex-
También, otros autores han alzado el ba-
ta, 2000 y Tijuana: Crimen y Olvido, 2010); Martín
luarte noir desde el centro del país con sus libros:
Solares con su única novela, Los minutos negros,
Bernardo Fernández “Beƒ”, con la trilogía de Tiem-
2006, logró un reconocimiento de la crítica des-
po de Alacranes, 2006, Hielo Negro, 2010 y Cuello
de Tampico. Y Juan José Rodríguez, en Mazatlán,
Blanco, 2013, muestra historias negras que coque-
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tean con la ciencia ficción y el cómic; Bernardo
su novela negra con sabor a Shakespeare, Los tra-
Esquinca, siguiendo los pasos del irlandés John
bajos del reino, 2004, obtiene la que podrá ser la
Connolly, junta el policíaco con el terror en La oc-
mejor obra literaria mexicana del joven siglo xxi,
tava plaga, 2011 y Toda la sangre, 2013; yo mismo,
mostrando que la excelencia puede alcanzarse con
F.G. Haghenbeck, con los libros del detective Sun-
un género moderno como el noir.
ny Pascal (Trago Amargo, 2007 y El caso Tequila, 2010) y La primavera del Mal, 2013.
Aunque se habla de un exceso de literatura del narco, la marabunta de libros que se dejan ver
En la misma generación, muchos escritores
en las mesas de novedades, no son novelas. Son
han tomado este género como una herramienta
crónicas o periodismo maquillado sobre los lí-
para narrar sus inquietudes. Son obras individua-
deres del narco, carteles o política corrupta. Esas
les, pero sumergidas en el género negro que ayu-
obras, poco o nada tienen que ver con la lite-
dan a reforzarlo con gran calidad: Toño Malpica,
ratura negra. Inclusive, moldeadas como ficción,
autor recocido y multipremiado por sus obras in-
pero sin dejar de ser libros de ocasión. El mismo
fantiles, posee dos libros policíacos. Cada uno, con
Élmer Mendoza explica que su obra es netamente
estructuras delirantes y novedosas (Perder el resto,
policíaca. Debido a su situación geográfica, Culia-
2007 y La lágrima de Buda, 2009). Vicente Alfon-
cán, donde suceden los eventos de sus historias,
so logra una pieza más al estilo de George Sime-
es influenciada por el narco. Pero no por ello es
non con Partitura para mujer muerta, 2008. Andrés
el tema principal de éstas. En cambio, puede
Acosta, de Guerrero, escribió Doctor simulacro en
revisar temas como la corrupción, trata de blan-
2006. Espartaco Sánchez, junto a su hermano Aní-
cas, paternidad, migración y la depresión per-
bal, componen a cuatro manos La muerte del peli-
petua con la que vive el mexicano.
cano, 2014. El poeta y narrador de Ciudad Juárez,
Para que un género se establezca como tal,
Cesar Silva, coloca la mejor obra policíaca del 2014
se requieren tres elementos importantes que la
con La balada de los arcos dorados, ganadora del
novela negra mexicana han cumplido cabalmente:
“Premio José Rubén Romero”. Y dos de los mejores
una escuela donde aparezcan nuevos escritores
escritores actuales en el país han incluido piezas
que desean continuar el legado; nombres como
al panteón de la literatura negra mexicana: Toño
Iván Farías o Víctor Solorio son un ejemplo de es-
Ortuño, con su magnífica narración La fila india,
tos. Segundo, éxitos de venta, lo que comprueba
2013, muestra las partes tenebrosas de los emigra-
que hay un número importante de lectores. Por úl-
dos ilegales; mientras que Yuri Herrera, al escribir
timo, obras traducidas: que sus libros sean leídos
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fuera de nuestro círculo local. Varios autores no sólo han cumplido ese inciso, la crítica en otros países ha descubierto el grado de madurez de sus obras, alabándolas y premiándolas. Esta generación de escritores negros creció con Tarantino, Watchmen o Twin Peaks. Sus libros se sienten globales, menos enraizados en lo institucional de la cultura mexicana. Las narraciones muestran la descomposición del país, pero no se limitan a gritarlo en plana principal. En cambio, abiertamente le dan prioridad a la narración y su trama. Elemento fundamental para una buena obra noir. Con eso, las novelas se vuelven un espejo roto que refleja mejor que nadie la sociedad mexicana, su idiosincrasia, y su extraña forma de apreciar la vida, a través de la muerte.
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CINCO CLAVES DE LA NOVELA POLICÍACA MEXICANA Iris García Cuevas
Cuando leí El complot mongol de Rafael Bernal, allá por 1998, descubrí una literatura que no se parecía en nada a lo que había leído hasta ese momento. Filiberto García (quien además tenía el nombre de mi abuelo paterno) fue mi primer encuentro con un antihéroe. Su manera de investigar, desprovista de juicios morales; su enamoramiento de la china Martita, quien muy a su pesar le despierta su dormido, y quizá hasta ese momento inexistente, instinto protector; y el intrincado contexto social, tan lleno de traiciones, corrupción y ansia de poder me mostraron un universo literario que, además de adictivo, resultaba propicio para reflexionar sobre la realidad del país en el que me tocó vivir. Soy desde entonces, hace casi veinte años, lectora de novela negra. Como si fuera detective me puse desde entonces a seguir la pista del género. Desde su origen, con Edgar Allan Poe, pasando por los ingleses y su novela enigma, como Arthur Conan Doyle y G.K. Chesterton, hasta el hard-boiled estadunidense de Dashiell Hammett y Raymond Chandler. Díganme chauvinista, pero en todos estos años siempre he pensado que Bernal no tiene nada que pedirles y también que los exponentes del género en México están a la altura de los de cual-
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quier nacionalidad. ¿Por qué me gusta tanto la novela policíaca mexicana? ¿Qué hay en ella que
Un antihéroe obsesionado con conocer la verdad:
sólo pueda ser posible en una sociedad como la nuestra? Aquí las que considero cinco claves del
En el policial mexicano, salvo algunas excepcio-
género en nuestro país.
nes, quienes investigan no son seres intachables. La mayoría de los detectives saben lo que es fa-
El crimen como parte de la estructura social, no como resultado o anomalía:
bricar un muerto (Filiberto García en El complot mongol, de Rafael Bernal); sentirse tentado por el dinero ilícito (Luis Ayala Marsella en Mi nombre es
Para los mexicanos resulta absolutamente vero-
Casablanca, de Juan José Rodríguez); o tener que
símil que en una ciudad aparezcan cadáveres de
colaborar con el narco (El zurdo Mendieta en Besar
mujeres estranguladas sin que las autoridades
al detective, de Elmer Mendoza); sin embargo, más
encuentren, ni se preocupen mucho por encon-
allá de su aparente asimilación al sistema del que
trar, alguna pista (Días de combate, de Paco Ig-
forman parte, tienen algo que los hace diferentes
nacio Taibo ii); que un policía tenga como fuente
al resto: el deseo de conocer la verdad. Ya sea por
de ingresos adicionales la extorsión y el secuestro
venganza, sentimiento de culpa o mero afán auto-
(Hotel de arraigo, de Imanol Caneyada); o que se
destructivo, llevarán la investigación a sus últimas
asesine a un periodista que investiga una serie de
consecuencias.
homicidios (Los minutos negros, de Martín Solares). Los crímenes que se cometen en la novela policíaca mexicana no son resultado de la inteli-
Un sistema ocupado en que la verdad no se conozca:
gente elucubración de una mente perversa, sino de la osadía que proporciona la impunidad sisté-
Aquí entra en juego otra de las constantes de la rea-
mica. En un país en el que en lugar de investigar
lidad mexicana: la corrupción. Un crimen nunca es
se fabula, donde en lugar de hallar culpables se
un hecho aislado. Alrededor de él se teje una red de
encuentran chivos expiatorios y la justicia es una
complicidades. Siempre serán más los interesados
simulación, el criminal es cualquiera que cuente
en que la cloaca permanezca cerrada que en hacer
con el cinismo indispensable para actuar y las in-
justicia o encontrar al verdadero culpable. Los cri-
fluencias necesarias para saber que, en caso de ser
minales en la novela policíaca mexicana están bajo
descubierto, no será castigado.
el amparo del sistema, ya sea político (El complot
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mongol, de Rafael Bernal); judicial (No habrá final
novela negra se convierte en una forma de poner
feliz, de Paco Ignacio Taibo ii); o económico (Cuello
en manifiesto la realidad del país, tan lejana a la
blanco, de Bernardo Fernández “Beƒ”). El crimen
propaganda gubernamental.
es un medio para obtener poder, dinero, y su resolución implica la caída de todos aquellos a quienes han beneficiado.
Una ciudad con una forma particular de caos:
Un final desesperanzador que no logra quitarnos la esperanza: En el policíaco mexicano, los detectives no siempre son capaces de descubrir al criminal y, si lo hacen, no tienen el poder para detenerlo. Más allá del jue-
Los investigadores mexicanos habitan ciudades
go intelectual de descubrir al asesino, el objetivo es
que nos son familiares; enfrentan problemas que
evidenciarlo, darle un golpe a la torre de impuni-
nos son conocidos y corresponden a la geografía
dad que el sistema ha construido a su alrededor y
en que se desarrollan las historias: Ciudad Juá-
hacer que se tambalee. Eso nos motiva a leer otras
rez, sus muertas (La balada de los arcos dorados,
historias para ver si en alguna de ellas los ladrillos
de César Silva Márquez); Tijuana, la migración
ceden y podemos derribarla. La novela policíaca
y la trata de blancas (La mujer de los hermanos
nos permite, si no detener, al menos desenmasca-
Reyna, de Hilario Peña); Veracruz, la prostitución
rar a aquellos que con sus actos dañan al país. Y el
infantil (Falsa liebre, de Fernanda Melchor). La
oprobio es también una forma de castigo.
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LA DESAPARICIÓN FORZADA EN COLOMBIA Y AMÉRICA LATINA Y LA SUSPENSIÓN DEL DOLOR EN LA LITERATURA Gustavo Forero Quintero
En Colombia existe un promedio de 12,500 desaparecidos al año y hasta 35 personas definitivamente difuminadas por día. Por tal razón, el 24 de mayo de 2011 el representante de la oficina de la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar, señaló: “La desaparición forzada en Colombia alcanzó ‘dimensiones escalofriantes’”. Esta afirmación no es exagerada: aunque el número de víctimas de este delito plantea ya un problema insoluble, investigaciones de Medicina Legal y la Fiscalía General de la Nación llevan a estimar que hay alrededor de 250,000 desaparecidos en Colombia. De 2009 a 2011 han desaparecido 38,255 personas y en el informe Basta ya. Colombia: Memorias de guerra y dignidad, del Centro Nacional de Memoria Histórica, se documentan 25,007 desaparecidos entre 1958 y 2012. Por su parte, el Registro Único de Víctimas de la Presidencia de la República señaló en su informe de abril del año en curso que hay 122,155 víctimas en el país, de las que 13,448 son víctimas directas y el resto, casi 110,000 personas, son sus familiares. Estas cifras permiten afirmar que hay más personas desaparecidas en Colombia que en las dic-
51
taduras de Brasil, Guatemala, Chile y Argentina
responsabilidad recae sobre la insurgencia, pero
unidas, y que el número de víctimas en el país se
cuando se trata de responsabilidades que caen
incrementa radicalmente cada año.
sobre agentes del mismo Estado no se asume el
Si a estas cifras se les suma el hecho seña-
mismo esfuerzo”.
lado por el mismo Centro Nacional de Memoria
Sobre este tema, en el mismo espacio de la
Histórica que revela que el Estado colombiano ha
Semana Internacional contra la Desaparición For-
sido el mayor perpetrador del delito de desapa-
zada habló Gloria Luz Gómez, coordinadora de la
rición forzosa en el país y que ha sido indolente
Asociación de Familiares de Detenidos y Desapare-
ante los reclamos de las víctimas, el panorama,
cidos, Asfaddes, quien asegura: “Siguen habiendo
además de escalofriante, como decía Salazar, es
(sic) casos de desaparición forzada, de total im-
desolador y no conduce por el camino de la espe-
punidad, [y] una falta de voluntad política para
ranza. La cuestión parece no generar una reacción
buscar rápidamente a las personas, rescatarlas
adecuada a su gravedad.
con vida y devolverlas a sus hogares”. La activista
Con motivo de la Semana Internacional con-
asegura que el subregistro de los casos de desapa-
tra la Desaparición Forzada, celebrada entre el 25
rición forzada en el país: “Es algo que histórica-
y el 31 de mayo de 2014, el Centro Nacional de Me-
mente siempre ha existido en Colombia”. Según
moria Histórica presentó el informe ¿Dónde están
ella, “Desafortunadamente no hay voluntad polí-
los desaparecidos?, que consta de 4 tomos de do-
tica [para] lograr que las familias denuncien, por-
cumentación sobre la situación de la desaparición
que se sigue teniendo temor a la persecución, a los
forzada en Colombia. De acuerdo con Gonzalo Sán-
señalamientos… [E]n nuestro país quien denuncia
chez, director de la entidad: “El objetivo central
es amenazado, es perseguido, es señalado, es ase-
de las actividades [era] poner a (sic) los ojos de
sinado o es desaparecido”.
toda la sociedad e institucionalidad colombiana, la forma de victimización quizás más atroz y la más
Por su parte, Azalea Robles, de Rebelión, una revista web alternativa, afirma:
invisible que ha existido en la historia del conflicto colombiano”. Sánchez recordó que una de las
La explicación de este desigual
principales quejas que tienen las organizaciones
tratamiento entre secuestro y
de víctimas de este tipo de crímenes es que: “El
desaparición forzada se encuen-
Estado y la sociedad han estado muy dispuestos a
tra en la función política y propa-
poner sobre la arena pública los hechos cuando la
gandística que cumplen los mass
52
media: al ser la desaparición
nados con la desaparición forzada en Colombia.
forzada un crimen de Estado, la
Según la misma Robles:
consigna es callar las denuncias, mientras que el tema del secues-
La mayor fosa común del con-
tro es ampliamente difundido y
tinente americano se descubrió
manipulado. Así, los militares
en diciembre [de] 2009 en el
del Ejército estatal que según el
Meta, [un departamento ubi-
derecho internacional (dih) son
cado en el centro del Colom-
presos de guerra, han sido pre-
bia, en el piedemonte llanero,]
sentados como “secuestrados”
detrás del batallón militar de
por el martilleo mediático, asi-
la Macarena: la fosa contenía
milados [así] a los civiles.
2000 cadáveres de desaparecidos por la Fuerza Omega del
Es curioso, agrega Robles: “Que la gran cobertura
Plan Colombia. Desde 2005 el
que le han dado los mass media a los secuestros
Ejército había estado enterran-
no haya nunca contemplado el crimen de des-
do allí a los desaparecidos. La
aparición forzada, que es un secuestro agravado
Fuerza Omega cuenta con es-
de tortura, muerte y desaparición del cadáver”.
trecha asesoría estadounidense.
“Varios jefes paramilitares han confesado cómo
Ante la desaparición de miles
desde los altos mandos militares y políticos ha
de moradores de la zona, y la
sido enviada la orden [de] que desaparecieran
putrefacción de los cadáveres
‘de cualquier manera’ a las víctimas”, lo que
que se había filtrado a las capas
concuerda con lo confesado por un paramilitar
freáticas, la comunidad denun-
a Verdad abierta, otro medio alternativo, al con-
ció la megafosa. Las autoridades
fesar pormenores del procedimiento y señalar
negaron la fosa; los mass media
incluso que llegaron a utilizarse hornos crema-
silenciaron las denuncias. Pero
torios para este efecto.
gracias a la visita de una dele-
Estas revelaciones, aterradoras por sí mis-
gación británica, la fosa se dio
mas, no alcanzan a mitigar el escalofrío que
a conocer internacionalmente;
despierta otra serie de descubrimientos relacio-
el Estado entonces intentó decir
53
que los cadáveres eran de “gue-
los comandantes de las Autodefensas Unidas de
rrilleros abatidos en combate”,
Colombia (auc) de desaparecer a sus enemigos
pero los familiares de desapa-
“de cualquier manera”, para no dejar rastros y
recidos desmintieron esa ver-
evitar que las cifras de homicidios crecieran de
sión. En el 2010 se produjo la
manera desproporcionada en las zonas urbanas,
audiencia a testigos y familiares
tuvo en Medellín y el área metropolitana una de
de desaparecidos de la región:
las expresiones más crueles de la guerra parami-
fueron miles las denuncias de
litar: la utilización de hornos crematorios. “De la
desapariciones perpetradas por
construcción se encargó Daniel Mejía, [que] era
el Ejército en connivencia con
de las auc y de la Oficina de Envigado”, confesó
paramilitares. El Estado por su
un paramilitar dentro de las audiencias de ver-
parte procedió a acallar a los
sión libre presentadas ante la Fiscalía por los pa-
denunciantes:
ramilitares desmovilizados en el marco de la Ley
varios
denun-
ciantes fueron asesinados, entre
de Justicia y Reparación:
ellos Norma Irene Pérez y Johnny Hurtado, otros denuncian-
Yo escuché -agrega- que el
tes han sido encarcelados bajo
horno costaba entre doscientos
montajes judiciales, como es el
y quinientos ‘palos’ ([es decir]
caso de Marisela Uribe García,
millones de pesos) y lo estre-
quién perdió sus bebés por tor-
naron con un tipo de nombre
turas estando embarazada.
Alberto, de la Oficina de Envigado. Lo echaron vivo ahí
Por su parte, el departamento de Antioquia, al
porque se había robado una
noroeste del país, es la región con más víctimas
plata. El horno lo manejaba
registradas de este delito. El departamento tiene
un señor que le decían ‘funera-
el 24 por ciento de las desapariciones forzadas re-
ria’, creo que se llama Ricardo;
portadas en Colombia. Los municipios más afec-
dos señores le hacían mante-
tados han sido Medellín, Turbo, Puerto Berrío,
nimiento a las parrillas y a las
Apartadó y Tarazá. La orden impartida a finales
chimeneas, porque se tapaban
de la década de los noventa del siglo pasado por
con grasa humana.
54
55
Sobre el horno como tal, ese mismo paramili-
II. La desaparición forzada y la novela
tar señala: Frente a este horror, creo que es necesario hablar [L]a puerta era hermética, de
de otra manera del crimen de la desaparición for-
palanca, se cerraba y quedaba
zada en la literatura. Como propone Doris Salce-
incrustada en un marco de pa-
do, para el arte en general es necesario suspender
red, tenía vidrios muy gruesos,
el dolor en la novela. La literatura puede ampliar
como blindados. En la parte de
voces usualmente acalladas y agrupar numerosos
afuera contaba con tres boto-
lectores hacia una denuncia común. Creo que como
nes, un botón rojo para prender
escritores e intelectuales tenemos en el arte, en las
y los otros dos para graduar la
letras y en el pensamiento la posibilidad de dete-
temperatura. Por dentro, el hor-
ner la mirada en un objeto y fijar la atención de
no era metálico y tenía como
muchos en él. Como dice la escultora colombiana:
una especie de mesón firme, te-
“El tiempo del suplicio, el tiempo de la tortura, el
nía resistencias, unas abajo del
tiempo del dolor es un tiempo suspendido”.
mesón, como una especie de
Temas como el de la desaparición forzada po-
parrillas. A los lados del mesón
nen sobre la mesa la naturaleza misma de un texto
también había resistencias. Al
literario que se debate entre la ficción deliberada y
fondo de la pieza quedaban dos
el compromiso con la realidad. La razón de la des-
ventiladores. Nos decían que ahí
aparición puede ser la voluntad individual, como
no podíamos fumar. Olía como a
en Missing (2009), de Alberto Fuguet; o por una
chicharrón quemado. En el hor-
suplantación, como la recreada en la trama de La
no solo cabía una persona. Los
invención del amor, la novela de José Ovejero que
cuerpos eran enganchados al
ganó en 2014 el “Premio Alfaguara”; pero también
mesón. Cuando subían la tem-
puede ser una razón predeterminada, es decir, for-
peratura los cuerpos se levanta-
zada, como la que denuncian El material humano,
ban. Mucha gente se moría an-
de Rodrigo Rey Rosa, en Guatemala; Abril rojo, de
tes de entrar al horno.
Santiago Roncagliolo, en el Perú; El mejor y el peor de los tiempos: Cómo destruyeron el prt-erp, de Rolo Diez en Argentina; y mi novela Desaparición.
56
Una persona puede irse porque le dio la real
ese país negó la masacre de indígenas ocurrida
gana, porque estaba harto de su vida; pero otro,
durante el conflicto armado que vivió el país por
el que al parecer más interesa a la literatura, se
casi 40 años y con ello negó también la existencia
deshace en la nada por razones precisas: ideoló-
misma de los desaparecidos por razones étnicas.
gicas, políticas o, en buena medida, por razones
Así, su decisión de aprobar el 13 de mayo de 2014
de Estado, como dicen algunos al recurrir a un
el punto resolutivo 3-2014 pareciera confirmar el
eufemismo utilizado a lo largo de la historia para
hecho de que es mejor ser mestizo o blanco que
hablar de crímenes de Estado. Así se puede ad-
indígena, y no tiene importancia ser un desapare-
vertir que estos casos sirven para entender cómo
cido indígena. Con base en dicho punto: “El Estado
se suspende el dolor en la literatura.
de Guatemala nuevamente manifestó su negativa a cumplir con la obligación de investigar, iden-
1. El material humano, de Rodrigo Rey Rosa, y Guatemala
tificar, juzgar y sancionar a los responsables de graves violaciones de derechos humanos ocurridas durante el conflicto armado interno”. Según
En El material humano, del escritor Rodrigo Rey
lo aprobado en mayo de 2014 por el Congreso
Rosa, el escritor/víctima/narrador señala que la
guatemalteco: “La legislación imperante da cuen-
dictadura de Guatemala provocó “45,000 desapa-
ta de que los elementos que conforman los tipos
recidos (y 150,000 ejecuciones) en treinta y seis
penales señalados resultan jurídicamente invia-
años”. Él compara esta cifra con la de la dictadura
bles en Guatemala”.
brasileña, con 185 desaparecidos por terror de Es-
Con base en una legislación nacional guate-
tado en veinte años, y la dictadura argentina, con
malteca que se privilegia sobre la internacional,
30,000 desaparecidos en diez años. Yo extiendo
se niega, de este modo, la existencia del genoci-
la comparación de lo sucedido en tal país cen-
dio durante el conflicto armado interno, al tiempo
troamericano con la dictadura chilena, con más
que se ponen en entredicho los fallos de juicios en
de tres mil desaparecidos, y a la “democracia”
contra de los responsables de los delitos cometi-
colombiana, con 250,000.
dos durante la guerra civil, como el del expresi-
Para confirmar eso de que: “[E]n Guatemala se vive en un ‘apartheid’ sin leyes”, como afirma
dente José Efraín Ríos Montt, condenado en 2013 a 80 años de prisión.
Rey Rosa, basta saber que después de lo suce-
Asimismo, de acuerdo con lo discutido en
dido, hace poco, el Congreso de la República de
la audiencia de la cidh en Costa Rica, el 16 de
57
mayo de 2014, se han paralizado varios procesos en virtud de acciones de la defensa que pretenden
2. Abril rojo, de Santiago Roncagliolo, y Perú
la aplicación de la Ley de Reconciliación Nacional (que contiene el punto resolutivo 3-2014, pro-
En 2003, en el Informe Final de la Comisión de la
puesto por congresistas elegidos por el frg, par-
Verdad y la Reconciliación (cvr), se logró estable-
tido fundado por el general retirado Ríos Montt)
cer una radiografía precisa acerca de lo sucedido
para eximir de responsabilidad a militares pre-
entre 1980 y 2000 en el conflicto interno perua-
suntamente involucrados en masacres, desapari-
no. Según las conclusiones de esta Comisión, este
ciones forzadas y otras graves violaciones a los
conflicto tuvo un costo estimado de 69,280 perso-
derechos humanos. Adicionalmente, el Gobierno:
nas, entre muertos y desaparecidos, de los cuales
“Expresamente desconoce los compromisos in-
26,259 murieron o desaparecieron en el departa-
ternacionales asumidos por el Estado, niega el
mento de Ayacucho. La comunidad más afectada
genocidio, interfiere indebidamente con la inde-
fue la campesina e indígena (tres de cada cuatro
pendencia judicial y anuncia una reforma que
muertos fueron campesinos cuya lengua materna
podría implicar la amnistía de casos vinculados
era el quechua). En tal sentido, el informe final de
con el conflicto armado”.
la Comisión señala, entre otras cosas, que el 79%
Aunque la novela de Rodrigo Rey Rosa alude
de las víctimas de la época fueron campesinos (que
a la responsabilidad de la guerrilla como agente
incluyen las comunidades indígenas asháninkas y
activo del conflicto, “la falta de acceso a la in-
los pobladores de Putis, caserío rural del sur del
formación en poder del Ministerio de la Defensa,
Perú que se hizo famoso tras el hallazgo de una
[E]l uso abusivo de los recursos de amparo y la
fosa común que contenía cerca de 123 cadáveres
complicidad de las autoridades que los acogen con
de hombres, mujeres y niños asesinados por el
el único objetivo de dilatar los procedimientos”,
Ejército), lo que demuestra la “gravedad de las
siguen siendo objeto de denuncia de las víctimas.
desigualdades de índole étnico cultural que aún
Y la situación no es excepcional en el continente.
prevalecen en el país”. El movimiento subversivo
Del mismo modo, para demostrar el dra-
Sendero Luminoso (Partido Comunista del Perú),
ma de otros desaparecidos en América Latina,
que decidió enfrentarse al Estado peruano en lo que
se puede mencionar el caso de lo sucedido en el
denominó una “guerra popular”, fue el responsa-
Perú del oscurísimo Alberto Fujimori que recrea
ble del 54% de las víctimas fatales reportadas, lo
Santiago Roncagliolo en su novela Abril rojo.
que demuestra, además, la incapacidad del Estado
58
“de contener el avance de la subversión armada,
tados a la CVR. De este porcenta-
que se expandió en pocos años por todo el país”.
je de víctimas, los miembros de
Sin embargo, este grupo no fue el único responsa-
las Fuerzas Armadas son respon-
ble porque:
sables de poco más de los tres cuartos de los casos.
Los gobernantes civiles aceptaron la militarización del conflic-
Sumado a esto:
to y, abandonando sus fueros, dejaron la conducción de la lu-
[P]or falta de una clara compren-
cha contrasubversiva en manos
sión del fenómeno de la violencia,
de las Fuerzas Armadas. Ello se
así como de apoyo del Poder Ju-
hizo sin tomar las previsiones
dicial y de recursos materiales,
necesarias para impedir que los
las diversas comisiones investi-
derechos fundamentales de la
gadoras de la verdad en el Perú
población fueran atropellados.
no han podido, en la mayoría de
Peor aún, la autoridad civil des-
los casos, llevar a buen término el
atendió durante mucho tiempo
resultado de sus investigaciones,
las miles de denuncias de viola-
ni proteger a los informantes y
ciones de los derechos humanos
testigos. Muchas personas, luego
cometidas por las fuerzas del or-
de presentar sus testimonios y
den en las zonas más afectadas
denuncias, fueron desaparecidas
por el conflicto. Incluso, en va-
o asesinadas por las fuerzas del
rios casos, se facilitó y garantizó
Estado, o por “grupos desconoci-
la impunidad a los responsables
dos”. Así ocurrió con los testigos
de las mismas. Los agentes del
de los casos “Uchuraccay”, “So-
Estado -Fuerzas Armadas y Po-
ccos”, “Cayara”, “Umaru y Bella-
licía—, los comités de Autode-
vista”, “Accomarca”, “Operación
fensa y los grupos paramilitares
Aries-Huallaga”, entre otros. Más
son responsables del 37% de los
tarde, las Fuerzas Armadas en-
muertos y desaparecidos repor-
cargaron esa labor, de eliminar
59
a los testigos o sobrevivientes de
por la presión internacional. Es-
masacres, a los grupos llamados
tábamos ahí los tipos que con-
de “defensa civil”, a los que en-
sideraban que habíamos sido
tregó algunas armas.
jefes en la guerrilla, y cada vez que sucedía algo que les moles-
Abril rojo da cuenta así de los últimos años del
taba a los militares, algo como
gobierno de Alberto Fujimori en el Perú cuando
una
se busca eludir la palabra terrorismo con el fin de
sacaban a uno y ya no volvía,
favorecer su campaña reeleccionista para la presi-
como Gonzalo Carranza, cuya
dencia de la República en el año 2000.
madre vivía a las afueras de
Este horror se puede comparar con la denun-
denuncia
internacional,
Barcelona, como tantos).
cia del escritor Rolo Diez respecto de lo sucedido en la dictadura de Jorge Rafael Videla, durante los
Las palabras de Argemí sobre el impacto en Euro-
años setenta del siglo xx en Argentina.
pa del tema de los desaparecidos en Argentina me recordaron las palabras del escritor Rolo Diez en su
3. La Argentina de Rolo Diez
texto El mejor y el peor de los tiempos: Cómo destruyeron el prt-erp (es decir, el Ejército Revolucio-
Respecto de las víctimas argentinas de la desaparición
nario del Pueblo, la fracción guerrillera que surgió
forzada, hace poco encontré esta afirmación de Raúl
en 1973 del Partido Revolucionario de los Trabaja-
Argemí, que me volvió a llevar a otro punto de reflex-
dores), a propósito del origen de los desaparecidos
ión. Preso en los pabellones de la muerte, Unidad 9 de
y la razón por la cual su causa fue acogida por la
La Plata en 1978, Argemí afirma:
“comunidad internacional”: Además de que el iv Congreso del prt-erp se realizó en 1974 en Roma
Si no nos desaparecían a todos
(como se consigna en el libro), el libro demuestra el
era porque en Francia, Holanda,
vínculo estrecho entre Argentina e Italia y la vigen-
Bélgica, Suecia, Suiza y algún
cia de una línea política en ambos países que evitó
otro país hacían el seguimiento
una catástrofe peor. Por esta razón creo justamente
de todos nosotros, y no se atre-
que el origen italiano de varios desaparecidos de
vían a cargarse con ese escollo.
nacionalidad argentina determinó la investigación
Si no nos mataron a todos, fue
de su caso y, a posteriori, el fin de la dictadura de
60
Videla. Francia, Holanda, Bélgica, Suecia, Suiza es-
caza de brujas o de endemonia-
taban detrás de la investigación de su paradero, por
dos, se había convertido en una
esa razón la cuestión alcanzó tal importancia que
represión demencialmente ge-
cuando pensamos en desaparecidos, a secas, pen-
neralizada, porque el epíteto de
samos casi siempre en los desaparecidos argentinos
subversivo tenía un alcance tan
y la reacción de la sociedad frente a la dictadura.
vasto como imprevisible. En el
Respecto de estos desaparecidos, unos
delirio semántico, encabezado
30,000, el Informe de la Comisión Nacional sobre la
por Calificaciones como ‘marxis-
Desaparición de Personas. Nunca más, que ha ser-
moeninismo’, ‘apátridas’, ‘ma-
vido de modelo para otros países del continente,
terialistas y ateos’, ‘enemigos de
revela la importancia de su memoria y determina
los valores occidentales y cris-
responsabilidades, sanciones ejemplarizantes para
tianos’, todo era posible: desde
la humanidad entera, tribunales especializados,
gente que propiciaba una revo-
espacios públicos de denuncia y, sobre todo, jui-
lución social hasta adolescentes
cios globales a los responsables de delitos que han
sensibles que iban a villas miseria
sido asumidos cada vez más como de lesa huma-
para ayudar a sus moradores. To-
nidad. Lo que se espera de una sociedad civilizada.
dos caían en la redada: dirigen-
Así, en este documento de 1983, se habla no solo
tes sindicales que luchaban por
de desaparición forzada, sino de apropiación de ni-
una simple mejora de salarios,
ños, tortura y asesinatos derivados del terrorismo
muchachos que habían sido miem-
de Estado. Así, se señala, por ejemplo, que “[…] a
bros de un centro estudiantil, pe-
los delitos de los terroristas, las Fuerzas Armadas
riodistas que no eran adictos a la
respondieron con un terrorismo infinitamente peor
dictadura, psicólogos y sociólo-
que el combatido, porque desde el 24 de marzo de
gos por pertenecer a profesiones
1976 contaron con el poderío y la impunidad del
sospechosas, jóvenes pacifistas,
Estado absoluto, secuestrando, torturando y asesi-
monjas y sacerdotes que habían
nando a miles de seres humanos”; y continúa:
llevado las enseñanzas de Cristo a barriadas miserables. Todos, en
La lucha contra los ‘subversivos’,
su mayoría, inocentes de terroris-
con la tendencia que tiene toda
mo o siquiera de pertenecer a los
61
62
cuadros combatientes de la gue-
na pues este “nuevo” género alude cada vez más a
rrilla, porque éstos presentaban
una situación generalizada del crimen, es decir, de
batalla y morían en el enfrenta-
anomia social mayor o menor que provoca cierta
miento o se suicidaban antes de
sensación de confusión en los personajes. El pro-
entregarse, y pocos llegaban vivos
blema psicológico como consecuencia de la situa-
a manos de los represores.
ción social es lo que más me interesa, y en este marco catalogo mi propia novela.
En El mejor y el peor de los tiempos: Cómo destruyeron
El delito fundamental en Desaparición es, val-
el prt-erp se habla de estas injusticias y sobre todo
ga la redundancia, la desaparición forzada. A este lo
del “campito”, es decir, del campo de concentración
acompañan violaciones, estupros, lesiones persona-
adónde iban a parar los opositores del sistema que
les, homicidios, etc., en todo un cuadro esperpénti-
luego serían parte de los desaparecidos argentinos.
co que yo denomino anomia social. El hecho parece
La situación tiene mucho qué ver con la his-
identificarse con la obra de Francisco Goya o Fernando
toria de Colombia y, en particular, con lo que deno-
Botero (la del ciclo de la violencia en Colombia, en es-
mino la novela de crímenes, que pretende denunciar
pecial), pero sobre todo con Doris Salcedo, a quien
el delito internacional de la desaparición forzada.
he hecho alusión en este texto, donde el suspenso del dolor constituye la clave del arte. En mi nove-
4. Mi novela: Desaparición
la, es la víctima misma de la desaparición quien relata su propia pesquisa en torno al paradero de
Desde el punto de vista de la suspensión del dolor
su amada. El sustrato del libro son entonces los
en la literatura, el tema de los desaparecidos “apare-
efectos colaterales de esta situación: el impacto
ció”, tanto en mi obra como en mi vida, como el la-
psicológico, la neurosis, la paranoia que surgen en
mento herido de un fantasma. Y más o menos desde
las víctimas como consecuencia del hecho y el ver-
el 2007 me persigue sin piedad. La consecuencia fue
dadero suspenso del dolor. No existe un detective
que no solo escribí a partir de él mi novela Desapa-
que se anime a investigar, sino una víctima que
rición, sino que surgió como tópico obligado en mis
cuenta su propia experiencia a partir de la trage-
investigaciones en torno a lo que considero la ano-
dia que supone la desaparición de la persona que
mia en la novela de crímenes en América Latina.
ama y su propia pesquisa fracasada. De más está
Como teórico, yo prefiero hablar de novela
la investigación judicial, pues en el mundo de la
de crímenes que de novela negra en América Lati-
novela -como en el de la realidad- el aparato de
63
justicia brilla por su ausencia y, conforme al con-
macabro de locura y dolor. “Anonimato”, dice mi
texto de la sociedad colombiana que denuncia, la
personaje al dar cuenta de su situación social:
impunidad se erige como el resultado común para la delincuencia. Por eso no hay sanción alguna y el
Por eso muestro tu foto del perió-
sistema no se recompone por ningún método, pues
dico por todas partes. La llevo col-
el ambiente general es el de la anomia total del
gada al cuello como un estandarte
contexto al que sin duda alude.
y a veces le escribo al margen fra-
Desaparición no es entonces un espacio para
ses como ¿Saben ustedes lo que es
las femme fatales del formato clásico conocido
el anonimato? Pero nadie me res-
como negro, pues la sordidez del paisaje épico im-
ponde. Nadie me entiende. Nadie
pide su glamur o siquiera su recreación estética. En
sabe que el anonimato es no exis-
lugar de ellas se encuentran personajes ambiguos,
tir para los demás, es borrarse de
decadentes, en los límites mismos de la experiencia
la mente de todos, de los registros,
humana y de algo aparentemente tan claro como
del recuerdo de todo el mundo, de
el género. Estos nuevos héroes se suman a todo un
la memoria de aquellos que algu-
ambiente, llamémoslo expresionista por su exce-
na vez creímos que nos amaban.
so, como el del escritor colombiano Hugo Chaparro Valderrama, donde los personajes se desenvuelven con dificultad, dejando girones de su naturaleza
III ¿Una esperanza por fuera de la literatura?
a cada paso y toda su fe en las alcantarillas de la ciudad inhumana. En su búsqueda de la libertad,
Según la Comisión Colombiana de Juristas, los
van perdiendo mucho de sí y, al final, sólo su es-
posibles responsables de las desapariciones en
píritu parece sacarlos avante porque han perdido
Colombia son agentes del Estado, grupos para-
todo apoyo social o un mentor en su experiencia
militares y guerrillas. Sin embargo, por omisión,
cotidiana. Como señaló la profesora británica She-
tolerancia, aquiescencia o apoyo se le atribuye al
lley Godsland al presentar mi novela en Portugal,
Estado la mayor responsabilidad en los casos de
esta es una novela negra por dar cuenta de todo un
desaparición forzada y, en un menor porcentaje,
mundo degradado, pero con tintes intelectuales por-
por perpetración directa de agentes estatales.
que el personaje mismo es quien hace su evaluación
Aunado a lo anterior se debe tener en cuenta
del mundo del delito y busca una luz en un paisaje
un hecho fundamental para entender el problema:
64
Antonio Santin Atelier
65
66
25 billones de pesos del presupuesto nacional se
grandes capitales del statu quo; de las multina-
destinan a las Fuerzas Armadas y la guerra consti-
cionales (de Chiquita Brands, Pacific Rubiales y
tuye el treinta por ciento del presupuesto nacional
Del Monte, por ejemplo).
y el seis por ciento del Producto Interno Bruto. En
Entender lo anterior significa tomar con-
Colombia, la máquina de la guerra incluye hornos
ciencia de la ilegitimidad de nuestras institu-
crematorios, casas de pique, ríos de muerte (no
ciones “democráticas”. Un Estado canalla, como
es metáfora: muchas de las masacres perpetradas
decía Jacques Derrida, no puede solucionar pro-
por los paramilitares se caracterizaron por el uso
blemas como este, ni tiene la intención de hacerlo.
de motosierras y el vertimiento de los trozos de
“La desaparición en Colombia se convirtió en una
cadáveres a los ríos cercanos) y fosas comunes.
herramienta de lucha política contra sectores po-
Creer que todo esto no responde a un plan siste-
pulares y contestatarios, a diferencia de Argentina
mático sería cándido e incluso estúpido. Y aunque
donde los desaparecidos eran profesionales y es-
esto se denomina en el mundo entero terrorismo
tudiantes de clase media y alta, lo que les permitió
de Estado, en Colombia se difumina con eufemis-
tener más Capacidad de maniobra”, asegura Car-
mos de los medios de comunicación como “con-
los Rodríguez Mejía, subdirector de la Comisión
flicto interno”, “acción guerrillera”, “manzanas
Colombiana de Juristas.
podridas del Ejército”, “corrupción”, etc. En reali-
Más allá de las cifras, lo que más me es-
dad, el plan montado sobre la defensa contra el
tremece del asunto de los desaparecidos es la je-
presunto ataque constante de la guerrilla afecta
rarquía en que se inscriben. Me explico: lo que
a toda la población civil, no solo a la guerrilla,
más me interesa entender es qué hace que unos
y en este momento se puede afirmar que esto
desaparecidos tengan mayor importancia social en
no es circunstancial o caótico, sino sistemático:
el mundo y movilicen un mayor número de per-
es una política y obedece a una voluntad preci-
sonas en su apoyo y búsqueda, y dónde reside la
sa. Es más, yo creo que hace parte de la política
causa de una solidaridad nacional e internacional
transnacional y que por eso se repite, aunque sea
efectiva. La cuestión lleva a indagar en un tema
de formas diferentes, en países como El Salvador,
tan manido como la naturaleza humana, pero, más
Honduras o Guatemala, para aludir solo al de las
particularmente, en una cuestión que yo puedo
novelas mencionadas: responde al interés, en de-
denominar la idea de la superioridad de unos pue-
finitiva, de asegurar los intereses globales capi-
blos sobre otros, a la geopolítica del horror, de la
talistas, en buena parte norteamericanos, y los
que debe dar cuenta la literatura.
67
En mi opinión, el origen de los desapareci-
mí este fue el ejemplo craso de lo que debía ocu-
dos determina su presencia o no en la “agenda”
rrir en Colombia y no ocurre. En el mismo sen-
pública, como dicen los políticos, esto es, en los
tido, el Informe de la Comisión Nacional sobre la
temas de interés nacional o internacional. Como
Desaparición de Personas. Nunca más de Argentina
sucede con los secuestrados, los desplazados, las
dedica un acápite al tema de “La solidaridad inter-
mujeres violadas, etc., su origen y condición pro-
nacional”, donde se ofrecen agradecimientos a la
vocan un mayor o menor grado de visibilidad, y,
Comisión Interamericana de Derechos Humanos de
en consecuencia, de solidaridad en la comunidad
la oea; al Grupo de Trabajo sobre Desapariciones
humana de un país, un hemisferio o el mundo en-
Forzadas o Involuntarias de Personas, de la onu;
tero. Y ¿qué entiendo por origen?, se preguntarán
al Alto Comisionado para los Refugiados de las
los lectores. Pues fácil: la procedencia nacional y a
Naciones Unidas (acnur) y la Cruz Roja Interna-
menudo étnica de los desaparecidos de los cuales
cional; a la Federación de Familiares de Desapa-
hablamos y que por esa razón despiertan mayor o
recidos en América Latina (fedefam), con sede
menor interés. Así, por los ejemplos anteriores, pode-
en Caracas; y otras instituciones. Al respecto, el
mos plantearnos este interrogante: ¿La llamada comu-
informe Basta ya. Colombia: Memorias de guerra
nidad internacional ha oído hablar de los desapareci-
y dignidad del cnmh, es un avance en la materia.
dos guatemaltecos? ¿De los desaparecidos peruanos?
Sin embargo, solo una gran solidaridad mundial
¿Los lectores han oído hablar de desaparecidos en
puede visibilizar la tragedia.
Colombia? La respuesta negativa demuestra que
Los escritores y académicos debemos hablar
existe una relación fatal entre la condición de una
de la desaparición, creo yo, sobre todo porque es
persona desaparecida y el mayor o menor interés
muy poco lo que se dice en la realidad de los me-
de la “humanidad” en encontrarla.
dios y porque en un país como Colombia las desa-
Respecto de este tema de los desaparecidos
pariciones forzadas siguen negándose a la vez que
y su origen, no puedo dejar de recordar las mo-
incrementándose de manera escalofriante, como
vilizaciones multitudinarias de toda España a las
decía sobre estas víctimas en Colombia Christian
que asistí entre 1995 y 1997. Tales movilizaciones
Salazar. Creo por esto mismo que es necesario sus-
eran por la liberación de un solo hombre: José
pender en la literatura el tiempo del suplicio, el
Antonio Ortega Lara, empleado de la prisión de
tiempo de la tortura, el tiempo del dolor.
Logroño, retenido por esta durante 532 días. Para
68
LA CUESTIÓN DE LOS PERSONAJES EN LA NUEVA NOVELA NEGRA ARGENTINA Guillermo Orsi
En los últimos años se ha escrito mucho sobre novela negra. Casi tanto como su objeto de análisis y desde los más diversos puntos de observación. Quizás la más difundida de las aseveraciones sea la que define al género como: “La novela social del siglo 21”. Frente a una centuria que la cultura del siglo anterior establecía como frontera de lo posible y abría al campo a imaginaciones desbocadas, advertir que, lejos de decrecer, los conflictos sociales siguen vigentes, -que ni la tecnología ni novedosas formas de organización social pudieron siquiera atenuar-, dispara la necesidad de encontrar cauces expresivos y plantea un desafío para estudiosos, “adictos” o simples aficionados al género. En estas breves líneas quiero detenerme en un aspecto menos socorrido de lo que se ha dado en llamar novela negra: la cuestión de los personajes. Como si de verdad pudiera escindirse el territorio de la novela negra del de la novela en general, se subrayan en la primera unos caracteres que suponemos deben ser distintivos de personajes de cualquier otra ficción. Protagonistas que, como el Sam Spade de Dashiel Hammett, oficiarían de modelos en un taller de arte, cuya fisonomía habría que respetar como
69
a iconos si se pretende entrar en el templo. Afor-
democrática, sobreviviendo a varios y frustrados
tunadamente esto no sucede: nuevas generaciones
intentos de reforma.
de autores, formados muchos de ellos en lecturas
Mientras los responsables militares siguen
o experiencias no habituales entre los “viejos” cul-
siendo juzgados por delitos de lesa humanidad,
tores del género, introducen características nove-
los jefes y oficiales policiales que a menudo se ven
dosas, a menudo de alto riesgo en cuanto a credi-
envueltos en escándalos de corrupción y episo-
bilidad, pero al que asumen con la audacia propia
dios de tortura a los detenidos, se mueven en un
de la juventud.
circuito de impunidad que resiste a los reclamos
En la Argentina, esto se expresa con diver-
de justicia por parte de importantes sectores so-
sos y marcados matices distintivos en autores
ciales, encabezados por los organismos defensores
como Kike Ferrari, Leonardo Oyola, Juan Guinot,
de derechos humanos como el cels o Madres y
Gabriela Cabezón Cámara, por citar sólo algunos
Abuelas de Plaza de Mayo, a los que han sumado
ejemplos. La marginalidad no es en sus ficciones
en estos años familiares de víctimas directas de la
un ámbito a recorrer por investigadores crimina-
violencia policial.
les sino el escenario principal donde sus perso-
Detectives ligados a la policía o expolicías
najes se mueven con el desenfado que les da la
devenidos en detectives son actores sospechosos,
pertenencia, el haber nacido y vivir allí donde
poco creíbles en la Argentina, a menos que se les
la violencia es hábito cotidiano, alimento exis-
desvincule explícitamente de la degradada institu-
tencial de unas vidas que escapan a los cáno-
ción. Los últimos diez a quince años de experiencia
nes pequeño burgueses y en las que la furia tiene
democrática pusieron en primer plano zonas de la
mayor presencia que el desencanto habitual en los
realidad social hasta entonces ocultas a una clase
detectives de la novela negra tradicional.
media que prefería mirar para otro lado o asimilar
La respuesta a esta actitud no habría que
la marginalidad a fatalismos exógenos, antes que
buscarla en una presunta desinformación o ca-
al resultado de políticas nefastas como las ejecu-
rencia de lecturas de los clásicos entre los escri-
tadas por la dictadura y por el gobierno neoliberal
tores más jóvenes de Argentina, sino tal vez en la
de Carlos Menem. En la revisión de tales prejuicios
degradación del rol de la policía que acompañó
colaboraron la crisis capitalista de 2001, desatada
a los procesos represivos y que, si bien alcanzó
por un endeudamiento suicida que puso en jaque
su clímax durante la última dictadura, mantu-
al sistema y obligó a la renuncia anticipada del
vo su estructura durante la ya larga experiencia
presidente Fernando de la Rúa, quien abandonó la
70
casa de gobierno en helicóptero mientras en todo
por su pertenencia, la identificación de jóvenes y
el país más de treinta manifestantes caían abati-
adultos “villeros”, al punto de haberse constituido
dos por disparos policiales.
en referente de muchos de ellos que, gracias a Cé-
Esa crisis no pasó sin dejar profundas hue-
sar, descubren un mundo hasta entonces invisible
llas en la sociedad. La aparición del fenómeno
o presentado como ajeno a sus apetencias exis-
piquetero -cortes de rutas y calles, como herra-
tenciales. César González no es un experimento de
mientas de la protesta social de los sectores más
cientistas sociales sino una notable, profunda y
castigados por las políticas económicas- trajo al
rica consecuencia de la recurrente crisis de un país
primer plano de la información a unos sujetos que
que por estos días se ve nuevamente amenazado
incorporaban novedosas formas de comunicación.
-desde el ajustado triunfo electoral de la derecha
Como había sucedido durante buena parte de los
en el último diciembre- con el regreso a las políti-
60 y la primera mitad de la década de los 70, el
cas predatorias del capitalismo financiero.
pueblo comenzó a reencontrarse con formas de or-
Hay que decir que el aludido César González
ganización abandonadas a causa de la feroz repre-
no adhiere a las sectas consagratorias del micro-
sión desatada en la segunda mitad de esa misma
mundo literario nacional aupado por los medios
década por la dictadura de la burguesía.
hegemónicos de comunicación. Su origen villero y
La implosión de un sistema financiero corrup-
su dura historia personal configuran en su obra un
to, sobreexpandido con sus propias herramientas
abordaje poco convencional de la violencia clasis-
de apropiación de la riqueza, permitió que fuerzas
ta, que incomoda a esos medios y a sus habituales
hasta entonces sepultadas por un “efecto riqueza”
proveedores de comentarios y reseñas.
basado en la sobrevaluación del dólar y la virtual
Tal vez el referente más visible de esta ge-
desaparición de una moneda soberana, resurgieran
neración de creadores sea Leonardo Oyola, quien
con ímpetu y con una voracidad cultural de la que
con su novela Chamamé obtuvo el codiciado Ham-
dan testimonio ejemplos como el del poeta y cineas-
mett de la Semana Negra de Gijón, iniciando una
ta César González, quien bajo el seudónimo Camilo
densa trayectoria de trabajos alimentados por la
Blajaquis escribió, filmó y dicta hoy mismo talleres
savia revulsiva de los extramuros, de unos perso-
de literatura en “zonas calientes” de la ciudad de
najes alucinatorios como el Nafta Súper de su no-
Buenos Aires, como la llamada “Fuerte Apache”.
vela Kryptonita -héroe lacónico como pocos en la
A su calidad como creador multidisciplinario, suma
novelística de género- a cuyo alrededor los que
una capacidad comunicacional notable y logra,
vuelan y aprovechan o caen rendidos ante sus su-
71
perpoderes de descarte son parte de una galería de
el imperialismo fundante de la postergación y ex-
jugosos protagonistas de esa gesta suburbana que
terminio de los pueblos sólo han servido para des-
el sistema capitalista alimenta y exacerba.
nudar una tierra devastada en la que se pretendió
Empieza a configurarse un novedoso mapa de la narrativa argentina que no nace de los talleres ni
encerrar al arte en las catacumbas de la desinformación y la mentira civilizatoria.
de las modas sino de una realidad social que des-
No hay proclamas con las que los nuevos au-
miente a diario a quienes, desde las clases domi-
tores argentinos que ya no son nuevos puedan o
nantes, buscan “previsibilidad” para sus negocios.
quieran identificarse. No hay manifiestos ni una co-
La aldea global se ha llenado de indeseables
mún pretensión estética. No son distintos ni mejores
que no reconocen límites formales ni fronteras
que autores de generaciones anteriores, no abren un
ideológicas o geográficas. Son los personajes de
camino porque se lo hayan propuesto sino porque
una novelística que no repara en transgresiones,
han sido acorralados por la negación, el terror, la
brutal a veces en sus formas aunque no la guíe el
vindicación de la violencia, la historia escrita por los
desafío formal sino una volcánica pulsión por la
cadáveres insepultos de la memoria.
palabra negada, por el exabrupto, por la interjec-
Personajes mal llamados secundarios ocupan
ción gutural, por la energía desencadenada de un
en sus ficciones el primer plano reservado a los que
bajo eléctrico y una percusión ejecutados a man-
dan batalla contra el conformismo. Si algunas de
salva en auditorios vacíos y espectrales, ficciones
estas ficciones adolecen de inmadurez estilística o
en las que el rock ametralla y desgarra -como su-
reniegan voluntariamente de todo “reglamentaris-
cede en la Chamamé de Oyola- o la pasión residual
mo cultural”, no puede negarse que, por su fecundo
de una travesti en una villa mísera conmueve como
aporte a las letras argentinas, han dejado de ser
una decimonónica historia de amor -como en La
borradores de ficciones de mayor aliento para plan-
virgen cabeza de Gabriela Cabezón Cámara-.
tarse, por derecho propio y deseo de sus muchos
El mundo que los hombres de negocios diseñaron durante el siglo y medio de expansión capitalista ha fracasado. Las guerras, los genocidios,
lectores, en bocetos a mano armada. Y el arma que empuñan, como corresponde a toda literatura, es la palabra.
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DE LA IDEOLOGÍA A LA IDENTIDAD (TENDENCIAS DE LA NOVELA NEGRA FRANCESA) Sébastien Rutés
En homenaje a la vieja tradición positivista y científica de la novela policial, unas cifras a modo de introducción: en 1994 se habían publicado 471 novelas policiales en Francia, entre nacionales y extrajeras; diez años más tarde, la cifra alcanzaba las 1128; y diez años más, en 2014, se llegó a 1909, o sea unas 160 novedades al mes. El mismo año, se vendieron 20 millones de ejemplares, o sea el 5% de libros vendidos, y el 25% de las novelas. Con uno de cada cuatro libros vendidos, la novela policial es ahora el género más leído en Francia. La moda es potente: el género policial bajo todas sus modalidades representa un mercado de 127 millones de euros, se entiende que las editoriales peleen por conquistarlo. En 2011, 260 de ellas publicaron por lo menos una novela policial, cuando no eran más de veinticuatro en 1995. Tan sólo el año pasado, se crearon ocho nuevas colecciones especializadas, por lo cual se rebasan las ochenta. ¿Cuántos de los autores publicados son franceses? No existen cifras. Obviamente no son la mayoría, pero la altísima demanda editorial abrió un amplio espacio para la producción nacional, con consecuencias previsibles: un nivel muy heterogéneo, como cada vez que la demanda supera la oferta, lo que se ve acrecentado por la formación
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de un mercado paralelo de autoedición sin control
Chattam, tres de Bernard Minier, dos de Pierre Le-
profesional, con promoción y distribución casi úni-
maître y dos de Franck Thilliez. Estos autores son
camente digital, que sin embargo llega al lector;
los que se traducen a otros idiomas y se adaptan al
una fuerte estereotipación mainstream en torno
cine, son los que dan visibilidad a la producción
a las formas más comerciales de tipo thriller; y al
francesa: los más visibles, no los más novedosos.
contrario, una multiplicación de las propuestas lite-
Sus ingredientes se popularizaron con El código
rarias al margen, ya que el éxito de los bestsellers
Da Vinci y se revitalizaron con la trilogía Mille-
otorga cierta libertad económica a los editores para
nium: misterios religiosos, tesoros malditos, libros
arriesgarse a la hora de buscar nuevas tendencias
herméticos, Cofradías milenarias, conspiraciones
posiblemente rentables. De ahí la dificultad de
internacionales, mucho suspense, mucha acción,
clasificar una producción cada vez más diversa y
mucha tecnología de punta.
rompedora de los moldes clásicos, aunque todavía
Generalmente, son novelas que se apegan a
minoritaria y marginal en relación con las formas
las normas del entertainment de masa al eludir
más comerciales del género.
cualquier discurso politizado y desconectarse de los contextos sociales. Literatura de diversión que
El reino del thriller
reivindica el derecho a la imaginación en contra de la tradición del néo-polar francés, en un con-
En Francia, el tipo thriller representa el 20% de las
texto de “desizquierdización”.
novedades y el 80% de las ventas. Se trata mayoritariamente de autores anglosajones, aunque al-
Sobrevivientes del néo-polar
gunos franceses se alcen cada año en la lista de los más vendidos. Así como lo es Fred Vargas con
Los estudiosos de la novela policial francesa acuña-
Tiempos glaciares el año pasado: el noveno libro
ron la palabra néo-polar para describir la evolución
más vendido, tercera novela policial, con 439, 000
de una novela negra militante y politizada en el
ejemplares, más que su anterior novela, El ejér-
contexto de la posguerra de Argelia, la desindus-
cito furioso: 350,700 ejemplares vendidos en 2011.
trialización y la pauperización de las clases obre-
Pero Vargas es un caso aparte, ya que las mejores
ras en las décadas setenta y ochenta, hacia una
ventas suelen pertenecer al género thriller: de las
novela policial de diversión en la actualidad. Po-
cincuenta mejores ventas policiales del año pasa-
siblemente se deba a una general despolitización
do, cuatro eran de Michel Bussi, tres de Maxime
de la sociedad francesa, un recelo hacia lo político
74
en un contexto de crisis económica prolongado, y
mo proyecto militante, bajo la sombra tutelar de
también a la casi desaparición de un lectorado
figuras históricas del néo-polar que siguen publi-
proletario, mientras según las encuestas los lec-
cando hoy en día: Didier Daeninckx, Jean-Bernard
tores de novela policial a principios de la década
Pouy o Jean-Hugues Oppel.
ochenta provenían en su mayoría de las clases
Sin embargo, existen los herederos, aun-
populares menos escolarizadas. Al disminuir la
que rechacen la filiación. Un Antonin Varenne por
demanda de una literatura en relación con las pre-
ejemplo, construye un puente al volver sobre las
ocupaciones obreras, también se redujo la oferta,
consecuencias de la guerra de Argelia en el pre-
tanto más cuanto que el néo-polar original de los
sente, en Le Mur, le Kabyle et le Marin (2011). En
Jean-Patrick Manchette, Joseph Bialot, Pierre Siniac
un contexto de crisis e inestabilidad internacio-
y luego Frédéric Fajardie, Thierry Jonquet, Tonino
nal, se reproducen algunas de las condiciones que
Benacquista o Jean-François Vilar dio paso a una
dieron nacimiento al néo-polar: inmigración, re-
serie de epígonos, malas imitaciones que lo fosiliza-
planteamiento de la identidad nacional, violencia
ron en una retórica social estereotipada que llegó a
y terrorismo, dudas en cuanto al futuro (aunque
saturar el mercado en la época en que la denuncia
parezca arriesgado comparar el contexto de la des-
política, aunque tópica y repetitiva, era un argu-
colonización con las tensiones que amenazan con
mento de venta. Si los autores de novela policial
acabar con la Unión Europea). Como en tiempos
siguen reivindicando su identidad contestataria, si
de la desindustrialización, el mundo del trabajo se
no es revolucionaria (en las últimas elecciones pre-
ha convertido en un universo noir en un país en el
sidenciales, un centenar de ellos se pronunciaron
que el paro rebasa los 10% de la población acti-
públicamente en favor del candidato comunista),
va: así de Marin Ledun con sus Perros de porcelana
las novelas no lo son tanto: en el mercado actual, las
(2011), que autopsia las relaciones de poder dentro
ideologías ya no venden, y con un precio de noveda-
de las empresas a raíz de unos casos de suicidios
des que roza los 20 euros, la novela policial apunta
profesionales; o Dominique Manotti, con Conexión
al lectorado de clase media alta.
Lorena (2006), acerca de la venta fraudulenta del
Sin contar que el néo-polar sigue siendo un
grupo Thompson en 1996; o Pierre Lemaître, con
punto de referencia, posiblemente el aporte más
Cadres noirs (2010), en que un ejecutivo en paro
importante de Francia al género en la segunda
participa en un juego de rol en forma de toma
mitad del siglo xx, y una carga pesada a la hora
de rehenes; o más recientemente Nicolas Ma-
de reivindicar su herencia o situarse en un mis-
thieu, con una novela ambientada en una región
75
rural desindustrializada, Aux animaux la guerre
desde el individualismo, el desencanto, el odio a
(2015). Todas novelas realistas, inspiradas en he-
veces, con la prosa rabiosa que bebe de la fuente
chos reales, en estrecho contacto con el presen-
de los panfletarios nacionalistas, antisemitas, de los
te, aunque desde una perspectiva histórica y una
treinta. Algunos se reivindican anarquistas de de-
tradición literaria.
rechas, son a veces exestalinistas que rechazan las categorías políticas tradicionales de la derecha y la
La otra politización
izquierda. Habría que citar a Antoine Chainas, con sus inspectores racistas y homófobos, o a Thierry
Pero despolitización y “desizquierdización” no son
Marignac, entre los más representativos.
sinónimos, y tanto la evolución del paisaje socio-
Piense lo que se piense, el fenómeno tiene
político en Francia como el hartazgo de un néo-
el mérito de remover las aguas de una novela po-
polar imitativo plagado de tópicos ideológicos
licial que, bajo la superficie comercial, biempen-
y encorsetado en el behaviorismo, propiciaron el
sante y por lo tanto conformista y conservativa
desarrollo de un polar conservador, cuyo linaje se
del thriller, sigue agitada por corrientes de pen-
remonta a la posguerra mundial, aunque varios de
samiento y debates ideológicos, como los mues-
sus autores reivindiquen los auspicios de Louis-
tran las novelas políticas de Jean-Hugues Oppel
Ferdinand Céline: Albert Simonin y José Giovanni,
(French tabloids, 2005), Jérôme Leroy (Le bloc,
hampas colaboracionistas a manera de abuelos; por
2011) y varios otros (DOA, Serge Quadruppani…)
padre, el extremoderechista Alain Fournier (apoda-
que cuestionan temas tan variados como el auge
do A.D.G), el anti-Manchette de la Série Noire en
del Frente Nacional y el populismo, las estrategias
los setenta y ochenta; y por primos el Maurice G.
de seguridad interior o las intervenciones milita-
Dantec de Las raíces del mal (1996) o las novelas de
res exteriores, la corrupción policial o política, los
espionaje de Gérard de Villiers. Polar conservador,
abusos de los servicios de inteligencia, la lucha an-
apolítico en el mejor de los casos, “nihilista” según
titerrorista, la islamización.
un artículo de la revista Lire que no tuvo más mérito que el de abrir un debate acerca de la fosilización
Escapismos
de la novela negra francesa sedimentada por el aluvión de néo-polar. Desde la furia de un no future de
Tal polarización ideológica, heredada de los seten-
lo más punk, sin la esperanza política que confiere
tas y reactualizada por la reivindicación post-néo-
la fe en el género humano, esos autores escriben
polar, llegó a tensar la novela policial francesa a
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un grado tal que abundan las propuestas alterna-
El retorno al origen
tivas, no completamente desvinculadas de las preocupaciones sociales pero sí de los compromisos
Al extremo opuesto del polar viajero tan de moda
ideológicos. Así de la novela policial histórica, de
en Francia en la primera década del siglo, pero
la que se puede afirmar que no deja ninguna épo-
con las mismas intenciones escapistas, el género
ca de la historia de Francia sin explorar, llenándola
opera un retorno hacia lo local y lo rural. Última-
de detectives de toda clase, incluyendo personajes
mente se multiplicaron las editoriales o coleccio-
históricos: Casanova (Olivier Barde-Cabuçon), Nos-
nes del llamado “polar regional”, sobre el que el
tradamus (Jean d’Aillon) o Voltaire (Frédéric Lenor-
éxito del normando Michel Bussi arroja luz: polar
mand) entre los últimos.
marsellés, polar bretón, polar corso. Son los he-
Más recientemente, el polar francés huye de
rederos de la literatura regionalista de los seten-
lo nacional. Son de diferenciar la obra de Caryl Fe-
ta, campesina e histórica, empeñada en recobrar
rey, Patrick Bard u Olivier Truc, que indagan en las
las tradiciones locales en la época universalista del
“zonas negras” del mundo, hurgando en las heridas
nouveau roman. La novela policial regional indaga
históricas de sociedades extranjeras: el Apartheid
en las identidades territoriales, la investigación
surafricano en Zulú (2008) o las consecuencias de
sirve de pretexto al paseo por una geografía iden-
la dictadura argentina en Mapuche (2012) en el
tificada por el lector, conocida, aunque el crimen
caso de Ferey; los secuestros de niños en Guate-
arroja de repente una luz inquietante sobre la rea-
mala o el feminicidio de Ciudad Juárez (La Fron-
lidad cotidiana. En muchos casos -no todos- el
tera, 2004) en el caso de Bard; la situación de los
valor novelesco proviene del factor de identifica-
pueblos autóctonos lapones en el caso de Truc, en
ción: el lector reconoce sus calles, su pueblo, lee las
El último Lapón (2012); y la de autores como Ian
novelas como leería el periódico local, por si acaso
Manook, cuyo multipremiado Yeruldelgger (2013)
se hablara de él o de sus vecinos. La forma de-
explora Mongolia por las necesidades del exotismo
tectivesca permite atraer a un lectorado más joven
y el color local. Seamos sinceros: en ambos casos lo
que el de las tradicionales novelas regionalistas:
policial se reduce a unos mecanismos narrativos
ancianos nostálgicos de la campiña de su infancia.
y un ambiente de crítica social desde la lejanía, no
Así como el polar exótico a veces se asimila a una
desprovisto de clichés culturales, en busca de esce-
guía de viaje, el polar regional resalta su faceta pa-
narios tan insólitos y pintorescos como puedan serlo
trimonial, como patrocinada por la oficina de tu-
los de épocas remotas del pasado.
rismo local: nuestra historia, nuestras tradiciones,
77
nuestros monumentos. En una época de crisis de
torio, e incluso -quizás- surge la idea de que el
valores, a nivel francés como europeo, en la que es
origen del problema no se tiene que buscar en las
fuerte la tentación de encerrarse sobre sí mismo,
metrópolis cosmopolitas abiertas a la inmigración
de restablecer fronteras; en una época en la que
y la modernidad, sino en lo más profundo y anti-
gobiernos populistas cuestionan la inmigración,
guo de una tradición, en la identidad nacional en
agitan la amenaza del conflicto de civilizaciones y
sí. Aunque se quiera escapar de lo político, hacia
vaticinan la pérdida de las identidades occidenta-
fuera o hacia dentro, lo político retorna, como el
les; pocos años después que el gobierno anterior
asesino siempre vuelve al lugar del crimen.
lanzara oficialmente una consulta nacional sobre la
Conclusión
identidad francesa, afortunadamente rechazada masivamente por la población, el auge de la literatura localista incluso en un género de tradición tan
La moda de lo policial no sólo abrió un amplio
internacionalista, como la novela negra, no deja
espacio editorial al mismo tiempo que fijó un mo-
de llamar la atención. Conformismo, tradicionalis-
delo mainstream: también extendió las pautas del
mo, en una literatura que generalmente tampoco
género al convertirse el noir en factor marketing.
busca innovación formal alguna: mientras el polar
La provocación de publicar al Edipo Rey de Sófo-
pretendía desestabilizar al lector, las modalidades
cles en la Série Noire a principios de los noventa ya
regionalistas tienden, al contrario, a tranquilizarlo.
no es tal, hoy en día se publican en las colecciones
Ahora bien, últimamente está consolidándo-
especializadas novelas que poco tienen que ver
se una corriente de novela negra rural, que Francia
con las definiciones clásicas. ¿Será que el género
siempre careció de su Jim Thompson. Nicolas Ma-
evoluciona, se hibrida, se renueva, o simplemente
thieu, Benoît Minville con Rural noir (2016) o los
que se otorga más fácilmente el sello por razones
autores de la nueva colección “Territori”. Bajo la in-
comerciales? La literatura policial solía padecer
fluencia del nature writing americano, ya no se en-
de su marginalidad; hoy todo es negro, es inne-
foca la ruralidad desde una perspectiva folclorista,
gable la porosidad entre el género y el resto de la
la provincia no resulta ningún reducto de tradicio-
literatura, sea que autores reconocidos recurran a
nes e identidad preservada en el que un criminal
lo policíaco o que autores policiales se alejen del
alógeno interrumpe puntualmente el orden y la
género: véase el caso de Pierre Lemaître, galardo-
armonía. Al contrario, el crimen resulta crónico, las
nado en 2013 con el Goncourt, el mayor premio
problemáticas urbanas contaminaron todo el terri-
literario francés.
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Sea lo que sea, las condiciones del mercado
ideológicas como formales de un género que ame-
editorial dificultan cualquier ensayo de tipología
naza cada día más con disolverse en la literatura
o de teorización global de la novela negra france-
general, cada vez más negra conforme lo va siendo
sa reciente. Algunos autores difícilmente encajan
el mundo que nos rodea. Cuanto más se acumu-
en los subgéneros clásicos, ni en las categorías in-
lan los discursos analíticos en relación con la moda
termediarias que abrieron los varios intentos de
editorial, menos se sabe qué es la novela negra, ya
hibridación (aunque escasamente se cultiven en
son pocos los autores que reivindican con orgullo la
Francia modalidades transgenéricas como la cien-
pertenencia a un género que pasó de representar un
cia ficción policial o el western policial, de moda en
sello de oprobio, impuesto por los guardianes del
otras áreas culturales): por ejemplo Marcus Malte,
templo de la dicha gran literatura, a denotar cierto
con su intenso acercamiento sicológico (Garden of
conformismo y compromiso con las exigencias del
love, 2009), o Romain Slocombe, con su fascina-
mercado, ya que son pocas las propuestas novedo-
ción sádica inspirada en el erotismo japonés, los
sas, y todavía más los atrevimientos formales.
cuales persiguen la sofisticada crueldad humana
En Francia, el éxito de la novela negra es de
a través de las laberínticas fantasías de la mente,
doble filo. Aunque ofrezca las condiciones de una
con una escritura sutil que valió a Slocombe una
renovación, invite a arriesgarse, es fuerte la tenta-
selección en la lista del Goncourt.
ción de contentarse con sacar partido de la moda.
La profunda coherencia del néo-polar dio
Lástima que no se aproveche hasta ahora para re-
paso a una diseminación de las prácticas indivi-
plantearse qué es el género, y reafirmar sus bases
duales que ponen en tela de juicio las bases tanto
tanto teóricas como ideológicas.
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Antonio Santin “Eternal waste” 2012-2015 Óleo sobre tela
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ENCUENTROS PARA LO NEGRO Fritz Glockner
El género policíaco, detectivesco, thriller o negro es quizás el que más encuentros entre adaptadores, autores, críticos, curiosos, lectores, periodistas y realizadores ha convocado dentro de la literatura mundial. Los orígenes tienen que ver con la convocatoria que se realizara en La Habana, Cuba, en 1986, durante la primera semana de junio de aquel año, cuando se reúnen alrededor de doscientos escritores de todo el mundo y conforman la Asociación Internacional de Escritores de Novela Policíaca (aiep), quedando como su presidente el ruso Julián Semionov. Aquella primera reunión va a generar una organización que paulatinamente irá contagiando la realización de eventos por todo el globo terráqueo. Aunque fue en Grenoble, Francia, donde se inauguró el Festival Europolar Internacional de Cine y Novela Negra, en 1979, que atrajo a creadores, primordialmente de Francia y parte de Europa, con una limitada convocatoria y trascendencia. Es en la ciudad de Querétaro, México, donde se realiza el Segundo Encuentro Internacional de Novela Policíaca, del 24 al 27 de febrero de 1987, con repercusiones en la
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ix Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería en la ciudad de México, del 28 de febrero al 1 de marzo, y en la ciudad de Puebla del 2 al 5 de marzo del mismo año, con la asistencia de lo más selecto y representativo del género de los cinco continentes, para darse cita posteriormente en Yalta en la todavía existente Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, hoy República de Crimea. Corren los primeros días de 1988 y Paco Ignacio Taibo ii es comisionado por la organización internacional para convocar al siguiente encuentro en Barcelona. Antes realiza una estancia por Gijón, donde se ubicaba la editorial Júcar, para realizar ajustes a la colección “Etiqueta Negra” bajo su dirección; de manera circunstancial coincide con el alcalde de la ciudad, Vicente Álvarez Areces (Tini), con quien comparte los motivos de su paso por España, y éste de inmediato propone a Gijón como sede. La residencia de Manolo Vázquez Montalbán y Andreu Martín en Barcelona hace poco apropiado que se modifique el sitio del encuentro internacional que ahora le corresponde a España organizarlo. La idea que ahí se gesta es que se debe organizar un festival con resonancia mundial que le dé identidad a la ciudad de origen como Cannes, Woodstock, o los representativos festivales de jazz de Francia y Estados Unidos. Sin contratiempo, los
catalanes aceptan la idea de que sea Gijón la semilla de una gran convocatoria del género y no sólo un encuentro internacional más de la aiep. Los nombres de Avelino, Humberto, Paco Abril y Paco Taibo son los que comandan lo que se va a conocer como la ya legendaria “Semana Negra” de Gijón, la cual se realiza del miércoles 29 de junio al miércoles 6 de julio de 1988. Dentro de los cincuenta escritores invitados destaca la presencia de Jean-Patrick Manchette, Joe Gores, Donald Westlake, Julián Semionov, Juan Madrid, Andreu Martín, Manuel Vázquez Montalbán, Jerome Charyn, Roger L. Simon, Georgi Vainer, Arkadi Vaksberg, Julián Symoris, Rafael Ramírez Heredia, Miguel Bonasso, Daniel Chavarría, Ross Thomas y Justo Vasco que abordan, entre otros temas, “La crítica y la novela policíaca”, “El género policíaco en la Europa del Este y la Perestroika”, “La literatura policíaca de habla hispana”, “La literatura policíaca europea”, “Entre la tradición anglo y el polar francés”, “Drogas y literatura policíaca” y “La literatura policíaca norteamericana”. Los ingredientes festivos paulatinamente van a comenzar a incorporarse, siempre con la intención de generar un festival multicultural, popular, despojado de las falsas academias, apostando por lo lúdico, sin descuidar el debate de las ideas, el compromiso por las causas, la
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inteligencia como juego recurrente, la música y el cine presentes, la comida y la bebida a pie de paso, la oferta de la producción editorial, el reconocimiento a los escritores con la instalación de los premios “Dashiell Hammett” a la mejor novela policíaca en idioma español y “Rodolfo Walsh” al libro negro de no ficción, también en español, publicados el año anterior. El tono de izquierda de la Semana Negra ha generado la crítica del ala derecha gijonesa desde los primeros días, motivo por el cual se desintegra la dirección colectiva de cuatro miembros, quedando Paco Ignacio Taibo ii como único responsable, durante 24 años consecutivos, de 1989 al 2012. La segunda generación compuesta por Elena, Alejandro Ortea y Ángel de la Calle permite la creación de una asociación civil que dé continuidad al proyecto, mientras que los contenidos se van enriqueciendo. Para 1990, en su tercera edición, se incorpora el cómic como tema de reflexión, exposiciones y publicaciones. Para su sexta edición, en el año de 1993, se incorporan los géneros de fantasía y ciencia ficción. En la novena, durante 1996, la novela histórica. Al cumplirse la décima Semana Negra se plantea la locura de que, a la una de la mañana, se realice una lectura de poesía; aquella propuesta parece más que alocada: en pleno instante de éxtasis de los bares, la música a tope, ¿quién
va a desatender la parranda para ir a escuchar una lectura de poesía? En 1997 es el poeta Ángel González el único lector quien cautiva a los no muy numerosos asistentes. Para el año siguiente se va a repetir codo a codo con el argentino Juan Gelman; mesa poética que se verá enriquecida con la asistencia cotidiana de González, intercalando cada año a otro poeta, hasta el arribo ya indispensable de Luis García Montero. Quedando para el anecdotario la apoteósica noche de la decimoquinta Semana Negra, en el año de 2002, cuando Ángel González, Luís García Montero, Paco Ignacio Taibo i y Joaquín Sabina derrumbaran los ánimos de la multitud convocada. Un elefante con su trompa sirviendo de sostén al listón de la inauguración, la jaula de los tigres como escenario de los jurados para dar el veredicto de los ganadores de los premios otorgados por la Semana Negra, la edición de A quemarropa, un periódico que es ya decano de la prensa negra mundial, fuegos artificiales irrumpiendo en la bahía de Gijón, la danza de los voladores de Cuetzalan surcando los aires gijoneses, el trenecito transportando por la ciudad a lo más selecto de la literatura policíaca del mundo, una rueda de la fortuna que regala la mejor vista de la ciudad asturiana, la sidra corriendo por las calles, las sardinas y el pulpo despertando los
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sentidos, los conciertos con la presencia de los grandes en el escenario, la magia como idea de la construcción de otras realidades, el debate literario que no concluye incluso al amanecer en la terraza del hotel Don Manuel, contactos con libreros, editores, artistas, lectores, la cordialidad como lema, la hospitalidad como lógica cotidiana que permite suponer que Gijón es la ciudad de todos. Y en efecto, aquella premisa de Tini y Taibo se ha logrado con creces: luego de veintiocho ediciones la asociación entre Gijón y la novela policíaca es indisoluble, generando leyendas, referencias, réplicas, mitos y anhelos. El Rufo es ya un símbolo entre coleccionistas, es la escultura que cambia cada año, la que se otorga a los asistentes con la idea de hacer una parodia de los óscares. La edición anual de cien figuras circula por todo el mundo; ha viajado de China a México, de Rusia a Francia, de Italia a Argentina; las hay en las casas de todos los escritores o invitados que han asistido alguna ocasión a la Semana Negra: en la de George R. R. Martin, la de José Emilio Pacheco, la de Joan Manuel Serrat, la de Luís Sepúlveda, la de Rius, la de Jorge Franco, la de Edmond Baudoin, la de Ana María Matute, la de Daniel Mordzinski, del Yampi y de miles de participantes más durante veintiocho ediciones.
A los premios Hammett y Walsh; ya clásicos y anhelados por todo autor en idioma español, se han sumado el de relato breve, que es el único premio que cuenta con metálico, el Silverio Cañadas a la primera novela policíaca, el Celsius a la mejor novela de ciencia ficción, el Espartaco a la mejor novela histórica. Otras de las atracciones ya legendarias son las ediciones que se reparten de forma gratuita cada año a instancias de Ángel de la Calle, su actual director de contenidos. Para dejar algo que trascienda físicamente, que permee y quede como testimonio es que se inició la edición de diversas publicaciones, entre las que destaca un libro especial, que ha variado anualmente en contenidos, donde se expresan distintas plumas. El contagio de la Semana Negra ha invadido el mundo del género negro. Es así como las réplicas han llegado hasta veintisiete por toda España, y han traspasado el océano hasta Colombia y Argentina. Mencionaremos algunos de los festivales que han asumido el esquema de Gijón: • Mayo Negro de Alicante, a partir de 2004 • Barcelona, desde 2006 • Getafe Negro en Madrid, en el 2008 • Medellín Negro, inicia en 2010 • Festival Azabache en Mar de Plata y Buenos Aires Negro, desde 2011
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• Valencia Negra, en 2013 • Aragón Negro, 2014 Aun y con las críticas que persisten, la relación entre tortilla española, las novedades editoriales hispanoparlantes, los chorizos en el asador, la tómbola buscando a los incautos por el premio, las discusiones sobre política, literatura, ideología y utopía, los libros agitados, la sidra regada, los churros y el carrusel de caballitos, la alegría por la lectura, la música retumbando, los ligues en la calle, las copas y los cigarrillos, la Semana Negra de Gijón es ya referencia, leyenda, costumbre, cita, memoria, cultura, idea, premio que le ha otorgado a la ciudad, a España, al género literario, la opción por compartir.
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LOS JUEVES QUE SOY FELIZ Diana Isabel Jaramillo
ve”, quien manda en el pabellón seis, pues algunos custodios llegaron borrachos y le dieron una
Desde hace un año me despierto con una sonrisa.
paliza a cuanto incauto se les atravesaba, excepto
La vida me debía esta felicidad.
a los amigos de “El Nieve”. Gracias a Dios, mi papá
Como cada jueves, a eso de las ocho de la mañana, visito a mi padre.
está protegido, pero temo cuál sea el precio que se cobrarán después.
En mi bolsa pongo arroz, frijoles, unas manza-
Al principio me preguntaba qué habrían he-
nas, algunas tortillas, frijoles, salsa y arroz para mi
cho estos presos, jóvenes casi todos, algunos sumi-
papá y para toda la gente que visita a sus parientes y
sos, tristes, perdidos; otros sin rostro, sin expresión,
cuya comida se va quedando de a poquito mientras
con las arrugas del lagrimal marcado, la comisura
la revisan en el eterno túnel para encontrar alguna
de los labios acuñada. Sé que hay muchos como mi
droga o arma, hasta que las viandas llegan como
padre que cometieron algún crimen sin querer: esa
migajas al preso. También le llevo remedios para
noche, antes de que yo llegara del trabajo, golpeó a
curar su mal de cabeza, ese que le hace vomitar y
mi madre hasta que ya no pudo levantarse, ella se
golpear a la gente, cuando él no quiere hacerlo.
había enterado que la vecina Silvia era su amante y
Casi todo el dinero que gané en la semana lo
que tenía una casa más linda, regalo de mi padre.
meto parte en mi sostén y otra entre los panes de
El estado de mi padre y sus compañeros es de-
trigo, al tiempo que murmuro una oración para que
plorable: comen una vez al día caldo de algo y pan de
no lo encuentren en el transcurso de la revisión.
piedra. Ansían que les visitemos y llevemos comida
Dejo algunas monedas fuera para agradecer
de verdad, que sepa a casa. La miseria se abre paso.
a los policías, secretarias y ayudantes de super-
El dinero manda, el que lo tiene puede dormir, el que
visión que me dejan formarme en la fila, vean que
no, tiene la certeza de que quizás no despierte. Así
soy la misma persona de la foto de la credencial de
todos los días, parece que es el último día de vida, y al
familiar del preso, del ID; o bien para que me dejen
mismo tiempo parece que será eterno el castigo.
entera, o comestible, mi comida, para que no me
Mi padre nunca me había querido tanto
manoseen más de la cuenta cuando me revisan bajo
hasta que entró a la cárcel y empezaron las visi-
la ropa, para que me dejen abrazada a mi papá cinco
tas. Cuando llego a la prisión, toco el timbre, me
minutos más.
abren, paso por las manos de la señora de chinos
La última vez, mi papá me contó que se sal-
que me revisa la ropa y a veces dentro del cuerpo.
vó de una golpiza por hacerse amigo de “El Nie-
Luego toca al joven de lentes a cargo de revisar las
credenciales, tiene que cerciorarse que la foto corresponde a la persona que tiene enfrente, luego la señora inmensa que revisa la comida, la señora que me da los pases, la señora que me vende el espacio para comer y, al último, paso con el joven que decide cuánto me cuesta estar con mi padre y cuánto tiempo me queda. Al cruzar el umbral, los ojos apagados de mi padre se encienden y pronto se abalanza en un eterno abrazo que me hace feliz y que dura varios días hasta el siguiente jueves en el que vuelvo a preparar todo para estar con él las cuatro horas en las que se me olvida que mató a mi madre, que en las noches solía meterse a mi cama, que me marcó la cara de un navajazo: un día le contaron chismes sobre mí y el vecino del departamento trece. El abogado dice que si trabaja duro mi padre pronto saldrá libre, reducirá su pena. Pero entonces dejo que deslice su mano en mi muslo. Lo detengo cuando intenta subir más. Lo invito a verme a mi cuarto rentado cuando salga de su despacho. Allí podemos negociar cómo alargar la condena de mi papá. Le digo que “haga como que trabaja en el caso”. Le prometo que yo seguiré pagando sus honorarios. Entonces él sonríe y me dice que no pierda la esperanza, que siga rezando para que me haga el milagro y mi padre nunca salga. Me lo dice mientras hunde su nariz en mi cabello, y yo murmuro que lo que quiero es tan simple como tener por siempre un jueves feliz.
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EL LIBRO DE LOS OFICIOS TRISTES1 “Premio de Poesía Joaquín Xirau 2016”2 Adolfo Castañón El trabajo es la oración de los esclavos, la oración es el trabajo de los hombres libres. Estas palabras del poeta católico Charles Péguy vienen a mi mente al ensayar un saludo para El libro de los oficios tristes de Miguel Maldonado, ganador del Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza 2016 (los ganadores anteriores fueron Paula Abrahamo, Ricardo Cázares y Armando Salgado). El libro fue elegido entre más de treinta y siete trabajos presentados. La aparente austeridad de su fraseo contrasta con la riqueza de su imaginación e invención poéticas. Atrás de cada uno de los poemas que articulan este hermoso libro, se despliega una idea de la ciudad y del trabajo y, desde luego, del arte y de los oficios, a veces tristes, a veces risueños que acompañan como una sombra a la condición humana. La fragilidad de la condición humana tal y como se vive y desvive desde estos confines de la América mexicana queda limpiamente expuesta, tocada, en el triple sentido
1. Miguel Maldonado, El libro de los oficios tristes, Ediciones Monte Carmelo, 2015. 2. Palabras leídas en la ceremonia de entrega del “Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza” 2016, otorgado a Miguel Maldonado por el trabajo titulado El libro de los oficios tristes, el martes 24 de mayo de 2016 a las 13:00 hrs. en el Auditorio Alfonso Reyes de El Colegio de México. El otro jurado del premio fue Juan Villoro.
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de alcanzada, interpretada y pulsada o herida que
nado, autor, por cierto de un Bestiario3 en el cual
comporta esta voz.
también está presente el cuervo.
Este álbum de estampas y viñetas tiene y
No sé si fue tan sencillo elegir El libro de
tiende puentes hacia el pasado y la tradición, pero
los oficios tristes entre los más de treinta libros o
también se abre al aliento hacia el presente porve-
proyectos de libro presentados... Sé, en todo caso,
nir. No es gratuito que el autor sea a la vez poeta
que quizá uno de los poemas que faltarían en este
e investigador en el terreno de las teorías de la
libro, a la par tan limpio y tan sobrio, es el dedica-
cultura y la ciencia política; esta doble condición
do a ese oficio necesario, aunque no siempre reco-
lo haría parecer como predestinado a recibir el
nocido, que es el de lector o de jurado o conjurado
galardón del joven poeta e investigador llamado
de un certamen literario. Algo tiene este oficio del
Joaquín Xirau Icaza, nacido en México en 1950 y
que practicaba Bartleby, el escribiente, de Her-
muerto en Boston en mayo de 1976, cuya voca-
man Melville, tan admirado por Jorge Luis Bor-
ción poética sabía convivir con la investigación en
ges. Empero, no llega a ser comparable a la figura
economía y en ciencias sociales, hijo y nieto, des-
del verdugo examinada por Joseph de Maistre en
cendiente por el lado paterno tanto como materno
Las veladas de San Petesburgo. Los oficios retra-
de un ilustre linaje intelectual y poético. Joaquín
tados por Maldonado tienen algo de melancólico,
Xirau Icaza pertenece por otro lado a esa estirpe
los recorre cierto spleen, ciertos aires pudorosos y
trágica que podría llamase de los “arrancados”. Se
casi se diría risueños; pero parecerían sobre todo
inscribe en ese paisaje de los muy jóvenes a quie-
como sacados de un libro de historia natural al
nes los dioses, oh Píndaro, mostraron su preferen-
estilo de los de Fabre, donde la cantidad humana
cia llevándoselos pronto, como pueden ser Hugo
es sopesada con la leve balanza del que quiere
Margain Charles —discípulo de Ramón Xirau— la
calibrar el peso de un ala de mariposa… Levedad.
poeta Amelia Vertiz o Jordi García Bergua, el nove-
También gravedad. En estas estampas se escribe
lista y poeta hijo de Emilio García Riera, o el poeta
el lado de la muerte desde la otra orilla viva.
Álvaro Quijano. Leyendo con atención la hoja de
Esto me lleva a expresar que Miguel Maldo-
vida de Joaquín Xirau Icaza veo que además de su
nado fue el único concursante que llegó al concur-
obra poética propiamente dicha, dirigió una pelí-
so dos veces, una con este libro admirable, y otra
cula amateur inspirada en El cuervo de Edgar Allan Poe. La sombra del ala del cuervo guió lo pasos de Joaquín Xirau Icaza, como los de Miguel Maldo-
3. Miguel Maldonado, Bestiario, México, Editorial Aldus, 2015, 92 pp.
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con un Bestiario de poemas en prosa que destaca-
y en atardecer sigiloso
ba inmediatamente por la alta calidad tipográfica
traicionero
y editorial de su fábrica editorial, además de su
se refugia con la muerte
calidad. Entre uno y otro libro, el jurado se decan-
con su mismo color.
tó por esta gesta de los artesanos de lo invisible e inmaterial. Esta poesía de la pobreza, este cualun-
4.- Juego
quismo o cualquierismo, para echar mano de la voz
Cuando la muerte anochece
italiana acuñada después de la guerra (1948), con-
con manto de tierra blanca
venció a los conjurados, alguno de los cuales tuvo
y trigo de luna llena
que desdoblarse para animar el juego. Uno de ellos
la niña la juega y ríe,
llegó a la sesión cargando todos los manuscritos y
la niña la ríe y sueña.
junto con ellos un grueso volumen sobre la poesía mexicana contemporánea para orientar los deba-
Del libro Poemas de Joaquín Xirau, Octavio Paz
tes. El otro caló perfiles y semblanzas en la red,
hizo una “Presentación” memorable. Memorable
ambos leyeron y releyeron en voz alta los poemas
por lo que dice de la muerte, de la muerte joven
de los finalistas y, como si obedecieran un encan-
y de la amistad. Vale la pena rescatar este texto
tamiento, volvían a recaer en la llaneza cantarina
sobre todo porque no se encuentra incluido en
de Miguel Maldonado, en quien resuena, aunque
sus Obras completas.
él no lo sepa o no lo haya previsto, algo de los poemas de Joaquín Xirau Icaza. Por ejemplo, cito dos
Un mundo de hombres eternos
poemas de la serie “Juegos”, dedicada a Ana María
—quiero decir: de hombre como
Xirau Icaza :
nosotros, con nuestros vicios e
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imperfecciones— sería un lugar 1.- Tigre
de abominaciones, peor que lo
Se carbonizan los rayos
peor de los infiernos imagina-
en su cuerpo de sol
dos por las religiones y las mitologías. La noción de eternidad reposa en las ideas de perfec-
4. Poemas, Joaquín Xirau Icaza, 1ª. edición Joaquín Mortiz, 1976, Fondo de Cultura Económica, México , 2ª. edición 1989 “Letras mexicanas”, p. 22, 25
ción y justicia, orden y necesidad. Conceder la inmortalidad a
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los hombres, tales cuales somos,
Joaquín Xirau Icaza. Ni yo ni na-
sería hacer del accidente el eje
die que lo haya conocido.
de la necesidad y del azar el sustento del orden; sería corromper
La muerte de un joven nos gol-
a la perfección, pervertir a la jus-
pea como una sentencia injus-
ticia. La muerte es necesaria
ta: ¿qué decir entonces de la
pero los hombres no podemos
muerte de un poeta joven? No
aceptar su necesidad. La tole-
obstante, aunque parezca es-
rancia cuando el que se muere
candaloso lo que voy a decir, en
es un viejo: ya hizo lo que tenía
la muerte del poeta joven hay
que hacer y ya vivió sus años
algo que, si no nos consuela, al
—siempre pocos frente a los no
menos nos mueve a la reflexión
vividos. También la excusamos
y aun a la aceptación. No pre-
en el caso de los niños: es te-
tendo atenuar la sensación de
rrible no haber vivido pero ¿no
quebrantamiento de la equidad
lo es más vivir? Aunque el niño
universal que nos da la muerte
que muere conoce ya el horror
juvenil pero ¿cómo no recordar
—el verde paraíso de la infan-
que, según Baudelaire, el poeta
cia está lleno de frutos ponzo-
se distingue por tener experien-
ñosos— no conoce el mayor de
cias innatas? Con esto quiso de-
todos, ese que trae consigo el
cir, sin duda, que el poeta vive
trato con nuestros semejantes
tanto con la imaginación como
y con nosotros mismos. En fin,
con los sentidos y la razón. El
cualquiera que sea la edad del
poeta no necesita haber vivido
muerto, la muerte nos duele
para sentir y saber, aunque sea
como algo que los hombres no
fugaz y oscuramente, qué es la
merecen y morir joven nos parece
vida. Yo diría más: como todos
la injusticia mayor en este mun-
los hombres, aunque tal vez con
do injusto. Por eso no me resigno
mayor intensidad y lucidez que
ante la muerte dei joven amigo
la mayoría entre ellos, el poeta
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vive la terrible y maravillosa vi-
A través de la cerradura de los oficios, el
vacidad del tiempo interior: la
poeta espía a la marea humana. Tiene algo de
del minuto que se demora o se
mirón o de voyeur teológico o de auditor angélico.
precipita, se colorea o se vuelve
Véanse, por ejemplo, cuatro ejemplos:
diáfano, resucita del pasado o se queda, por un instante que
I
parece interminable, suspendi-
“El globero”
do entre dos ahoras. El poeta, sobre todo el joven poeta, tiene
Quienes crecen
la experiencia del tiempo y sabe
en la casa del globero
que dentro del tiempo que co-
huelen siempre a gas butano
rre y no se repite nunca hay otro
Saben cuántos globos
tiempo inmóvil y que no trans-
hacen volar un lapicero
curre —o que, si transcurre, regresa, se reitera y permanece. El
Se les prohíbe
sabor, más que el saber, de la
jugar cerca de los tanques
eternidad. No más allá del tiem-
y tienen los pulmones sanos
po sino en el tiempo mismo .
de tanto andar inflando
5
Quisiera pensar que las frases anteriores fueron
No hay un cuarto para globos
dichas al oído de su amigo Ramón Xirau y de su
están regados por la casa
esposa cuando de nuevo el poeta se enteró de la
El hilo que les cuelga
muerte prematura del joven Joaquín. Estas lúcidas
se atora en los aretes
palabras de Paz le permiten al lector volver a El
se enreda en las manijas
libro de los oficios tristes de Miguel Maldonado.
encochina los guisados Los globos
5. Presentación de Octavio Paz, a Poemas, de Joaquín Xirau Icaza. p. 9-11. El texto de OP no se encuentra recogido en Obras Completas. Es una lástima pues en el Paz hace una lúcida reflexión sobre la muerte.
no caben en un auto el globero se los lleva caminando
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También como nosotros
III
ha soñado que los globos
“Los que se rentan para probar medicamentos”
lo llevan volando Ignora si enfermó II
por los efectos secundarios
“La vendedora de dulces ambulante”
o esa enfermedad es del todo suya
No es que nos duelan
Si fraguó su cuerpo
sus ganancias de poco
su propia purulencia
que no practique
o fue una dosis de ponzoña
los negocios redondos Perdió derecho a saber Es la severidad
si se pudre por sí solo
que llega siempre cuando ha de decidir
La tremenda libertad
si la ganancia
de joderse a propia cuenta
se invierte en mercancía
de chingarse uno la vida
o se usa en un apuro
se ha vuelto ahora
Tener en mente
un defecto secundario
que cada tanto habrá de despedirse
IV
darse baja
“La señora que lava ajeno”
echarse fuera de su propia industria
Cuando su hijo va a casa de la novia le presta el mejor suéter de sus clientes
Yo quiero que ella sepa
Es un tipo bien portado y bien vestido
que hay hombres que pensamos
dicen con gusto los padres de la chica.
lo difícil que es vivir con la eterna sensación
Aunque intriga
de correrse pronto del empleo
que un chico tan humilde
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ande en buenos trajes
tos de este archipiélago de soledades ubicuas— ese
Él les dice que su familia
filo desde donde es posible siempre la caída, el
se dedica al negocio
resbalón. No es extraño que el reparto de esta gen-
te pequeña, petit-gens, se ubique a ras de tierra...
de la ropa
sin hacer aclaraciones
que sea gente descalza o pobremente calzada. Pobre gente del país, tan menuda y tan pobre que
Cuando su madre enferma de la espalda
está antes de las clases o sobrevive entre las cla-
suspende el oficio por terapias
ses. Ahí vuelve a aparecer este notario de los que
Una ligereza le preocupa:
nada tienen que sabe dar voz a los que no la han
que en casa de la novia
tenido. Por momentos hace pensar en Max Jacob,
juzguen a su hijo
por momentos en Ramón López Velarde.
por su ropa ya gastada
El libro de los oficios tristes hace pensar no en un poeta joven —aun es indudable el aliento
En apariencia, no hay en esta propuesta impul-
fresco que trae a la poesía mexicana en sus pá-
sos épicos, patetismos elegíacos, dos de pecho o
ginas— sino en una obra de madurez. No parece
elevaciones postizas. Con llaneza colindante con
en verdad un juego; tampoco, un testamento. En
el poema en prosa, oh Baudelaire, este paseante
sus páginas se dibuja la bitácora de un paseante
que recorre el mundo desde los subterráneos, no
curioso y desdeñoso al estilo de Walter Benjamin,
se abisma en las catacumbas. Se queda en esa ori-
que transita en la ciudad desde el otro lado del
lla riesgosa que está al filo del agua —para citar a
espejo. No se sabe si es Miguel Maldonado o su
Agustín Yáñez, uno de los inspiradores encubier-
sombra hecha de sombras.
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