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5. Discusión
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5. Discusión
En el presente trabajo de investigación se plantearon 3 preguntas de investigación que se desarrollan a continuación:
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¿Cuáles son los requerimientos de información de una base de datos espacial para la correcta gestión del patrimonio cultural de la zona de planificación 3 del Ecuador?
A partir del análisis de actividades que realizó el INPC – Z3 alrededor del control técnico y gestión del patrimonio cultural, se pudo identificar que es de suma importancia territorializar todas las manifestaciones culturales y bienes patrimoniales tangibles, con la finalidad de que se pueda contrastar con otras temáticas presentes en el territorio.
La metodología planteada para la primera fase de esta investigación permitió conocer a grandes rasgos los actuales requerimientos de información que demanda la gestión del patrimonio cultural en la zona de planificación 3 del Ecuador.
El rol que asume actualmente el INPC-Z3 es, principalmente, de asesoramiento técnico del patrimonio cultural (45% de las actividades desarrolladas) a diversos actores territoriales, con un mayor énfasis en los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales (52% de las actividades desarrolladas).
Las competencias de la gestión del patrimonio cultural son otorgadas a los GAD Municipales, quienes deben integrarlo dentro de su gestión territorial con el asesoramiento técnico del INPC. Según la Norma Técnica de Catastro (MIDUVI, 2016), los GAD Municipales deben manejar un catastro actualizado y multifinalitario que permitirá integrar la información necesaria para la planificación y ordenamiento territorial. La información que maneja el INPC – Z3 por consiguiente debe vincularse con este instrumento desde todos los ámbitos del patrimonio cultural.
Los bienes patrimoniales inmuebles son todos los elementos arquitectónicos que guardan valores históricos, culturales o simbólicos, que se consideran importantes para guardar la memoria de la sociedad (INPC, 2011). Estos bienes comúnmente comparten
aspectos geométricos y legales con los que se maneja directamente desde los registros de la propiedad y catastros municipales.
Según la normativa (Ministerio de Cultura y Patrimonio, 2020), cuando se realice alguna intervención, permiso, compra, venta o cualquier actividad, que altere un bien patrimonial, o su régimen de propiedad, debe ser actualizado el inventario dentro del Sistema de Información del Patrimonio Cultural Ecuatoriano (SIPCE). Lo cual implica una constante comunicación entre los bases de datos de los GAD Municipales y el INPC – Z3.
En este sentido, la base de datos del INPC – Z3, el objeto geográfico del subámbito de bienes patrimoniales inmuebles debe contener al menos el atributo del código catastral, para que este intercambio constante de información sea automatizado.
En cuanto al subámbito arqueológico, la presencia de los restos de culturas pasadas no se ve marcada por los límites territoriales impuestos por el ser humano actualmente, su dispersión depende de otras variables, que son tema de estudio de los profesionales en esa rama asistidos por sistemas de información geográfica.
La disponibilidad de los hallazgos de investigaciones arqueológicas y de la información registrada actualmente en el SIPCE, dentro de un entorno SIG puede dar pautas para determinar patrones de asentamiento, lo cual conlleva a la determinación de áreas de sensibilidad arqueológica, que deben ser consideradas dentro de la planificación territorial, con el fin de prever la destrucción del patrimonio arqueológico y también disponer de un recurso que puede servir de aprovechamiento para la población.
Es necesario que la información arqueológica sea accesible para que cualquier tomador de decisiones, o actor territorial, tenga presente su distribución para la planificación territorial. Si se posee toda la información dentro de una base de datos geográfica, se pueden realizar análisis territoriales para conocer las acciones a tomar y evitar a priori cualquier destrucción del patrimonio cultural.
Los Gobiernos Autónomos Descentralizados Municipales tienen a su cargo la planificación del uso del territorio, si no se posee una base de datos geográfica que permita el acceso a la información del patrimonio cultural arqueológico a nivel territorial, es muy
poco probable que la planificación cantonal incluya estos temas, generando conflictos y posibles destrucciones al patrimonio cultural.
Se debe tomar en cuenta que, para la gestión del patrimonio cultural arqueológico, es óptimo contar con delimitaciones de los sitios. Por un lado, es óptimo que estos perímetros de protección sean levantadas con estándares de precisión mediante metodologías propias de las ciencias arqueológicas conjugadas con las geográficas, sin embargo, no es indispensable. Se pueden crear delimitaciones aproximadas mediante técnicas de interpretación de imágenes y modelos digitales de terreno, donde los recursos económicos, humanos, temporales e instrumentales empleados son menores, permitiendo tener un mayor alcance en la protección de áreas arqueológicas. Paralelamente, se deben generar instrumentos legales y políticos que permitan controlar los usos del suelo estas áreas garantizando la protección del patrimonio arqueológico.
Tener un aproximado de la extensión de sitios arqueológicos permite visualizar un panorama general del territorio para la toma de decisiones de los diversos actores, por ejemplo, si un GAD Municipal planifica la implementación de alguna infraestructura en un sitio que sea de potencial arqueológico, se puede coordinar la investigación en ese sitio para conocer su valor histórico, cultural, simbólico y científico.
De esta manera se puede decidir si la conservación del patrimonio arqueológico tiene mayor peso sobre la construcción de esta infraestructura, si no lo tiene, se puede realizar el monitoreo y rescate de los bienes arqueológicos del lugar para no perder de manera completa al patrimonio cultural presente.
Se identificaron 3 formas tangibles de expresar en el territorio el patrimonio cultural inmaterial, que por su naturaleza es de difícil materialización. En primera instancia, los lugares sagrados hacen referencia a sitios que son considerados de alto valor dentro en la fe de un grupo humanodeterminado. El lugar en sítiene un significado para la población, donde se pueden originar leyendas, o conocimientos sobrenaturales.
Por otro lado, muchas de las manifestaciones culturales, como los actos festivos, se dan dentro de un entorno geográfico, que en la mayor parte de las ocasiones es inamovible
y no necesariamente se encuentra vinculado a lo sagrado. Sin embargo, es el lugar donde se realiza la manifestación cultural que lo convierte en un elemento a ser considerado y tomado en cuenta en la planificación del territorio. Por último, son los habitantes de este territorio quienes le dan un valor determinado a la manifestación cultural, ya que son ellos los portadores de estos conocimientos inmateriales.
Para el patrimonio cultural mueble, los requerimientos de información geográfica se centran en detallar la ubicación de los lugares donde se encuentran almacenados estos bienes y la información contextual, que permitirá conocer los riesgos antrópicos o naturales a los que está sometido. Cabe mencionar que el manejo de los bienes muebles es puntual y se orienta bajo estos parámetros.
En cuanto a la investigación del patrimonio cultural se requiere que la mayor cantidad de posible de información esté disponible en un entorno geográfico, con el fin de analizar desde diversos puntos de vista el territorio, los actores y/o portadores de conocimientos, así como centros de investigación, donde se pueda obtener e intercambiar datos con fines investigativos. La entrevista realizada al área de investigación dio a conocer que la zona de planificación 3 carece de una base de datos integrada, que permita a cualquier investigador indagar sobre el patrimonio cultural.
En este contexto se evidenció la necesidad de agrupar y visualizar todas las formas de patrimonio cultural dentro de un Sistema de Información Geográfica, ya que esto ayudaría a comprender el entorno y contrastarlo con otras áreas de conocimiento y/o la investigación del patrimonio cultural.
¿Qué objetos geográficos apoyarían en la gestión del patrimonio cultural de la zona de planificación 3 del Ecuador?
El análisis de los requerimientos de información geográfica para el INPC –Z3 mostró que es necesario que todas las formas en las que se manifiesta el patrimonio cultural, en la manera de lo posible, deben ser visualizadas en el territorio, con el objetivo de que estas sirvan de insumo para contrastar con información de fuentes secundarias, para así de esta
manera mejorar la calidad del control técnico alrededor del patrimonio cultural y su consideración en la planificación territorial.
En este sentido se realizó una documentación de cada elemento y su respectivo atributo, para que pueda ser identificado como un objeto geográfico del patrimonio cultural, teniendo como resultado dentro de la estructura del catálogo de objetos geográficos 1 categoría, 6 subcategorías y 24 objetos geográficos.
Las subcategorías se clasifican de acuerdo con los ámbitos de patrimonio cultural identificados en la normativa vigente y las actividades principales que desarrolla el INPC –Z3.
Cada atributo de los objetos geográficos ha sido descrito de acuerdo con la información que fue considerada necesaria dentro de las entrevistas a los técnicos de cada área del INPC – Z3. Sin embargo, es posible que sean modificados los atributos al momento de la implementación de la base de datos geográficos, un tema que no fue objetivo de esta investigación y será de análisis para estudios posteriores.
Al momento de incorporar el catálogo de objetos geográficos es posible que se identifiquen nuevos requerimientos, según las actividades que se vayan desarrollando, o se supriman ciertos atributos que se consideren obsoletos.
El catálogo de objetos geográficos presentado en esta investigación es un primer acercamiento a la catalogación del patrimonio cultual ecuatoriano, el cual tiene una alta probabilidad a ser modificado a nivel de sus atributos, de acuerdo con sus usos.
El actual Catálogo Nacional de Objetos Geográficos (SENPLADES, 2016) aglutina a toda la información de la temática “Geografía socioeconómica” en una sola categoría, y el patrimonio cultural tangible se encuentra dentro de la subcategoría denominada “Cultura”, con solamente 6 objetos geográficos descritos en este instrumento.
Por otro lado, el patrimonio cultural inmaterial se encuentra en la categoría “Nombre Geográficos”, subcategoría “Nombres”, lo cual se encuentra descontextualizado.
Existe un ejemplo regional de clasificación de objetos geográficos. La Alcaldía de Santiago de Cali (Colombia) en el 2019 publicó un catálogo de objetos geográficos del patrimonio cultural. Este catálogo se organiza en una sola categoría con 3 subcategorías denominadas: Infraestructura cultural, patrimonio cultural inmaterial y patrimonio cultural material.
Analizando la aplicabilidad de la organización de objetos geográficos del patrimonio cultural en Santiago de Cali se identificó que, según la normativa vigente en el Ecuador, no sería aplicable. En la actual gestión del patrimonio cultural en Ecuador rige una norma diferente y una clasificación más amplia de bienes patrimoniales.
¿Qué modelos de geoprocesamiento pueden aportar con la gestión del patrimonio cultural de la zona de planificación 3 del Ecuador?
Las principales actividades que desarrolla el INPC – Z3 según la Ley Orgánica de Cultura (2016) son el asesoramiento técnico y la investigación del patrimonio cultural.
Como objetivo de la presente investigación se planteó la creación de dos modelos de geoprocesamiento que aporten a la gestión del patrimonio cultural, uno por cada actividad principal que desarrolla la institución.
La metodología propuesta aportó a la identificación de las actividades de control técnico que tuvieron mayor recurrencia en el periodo comprendido entre 2019 – 2020 y de las actividades que requieren de asistencia de las tecnologías geoespaciales para su ejecución.
La actividad de identificación de afectación, o no afectación, de sitios arqueológicos por áreas mineras fue de las más solicitadas. La misma consiste en la evaluación del catastro minero, junto con la información actualizada de los sitios arqueológicos y paleontológicos, que da a conocer si existe una posible afectación al patrimonio arqueológico.
El modelo de geoprocesamiento evalúa solamente la superposición de las capas en cuestión. Sin embargo, dada la naturaleza de los sitios arqueológicos, es imprescindible que
exista una evaluación visual de la ortofotografía del área de intervención, dado que existen sitios arqueológicos que no se encuentran identificados en las bases de datos que maneja el INPC.
La evaluación visual de la ortofotografía permite apreciar si dentro del área minera existe algún indicio de sitios arqueológicos, sin embargo, no se garantiza que sean visibles mediante esta técnica.
En el caso de hallarse algún indicio de sitio arqueológico, el equipo técnico del INPC – Z3 realiza una visita al área minera para confirmar a breves rasgos lo observado en gabinete. Para una verdadera verificación de afectación,o no afectación,es necesario realizar estudios arqueológicos en el área minera. Sin embargo, en el Ecuador esto solo es mandatorio para la minería de mediana y grande escala.
La actividad podría ser obviada si esta información estuviera disponible en un servicio web dedicado a esta información en particular, con el fin de que la entidad de regulación y control minero conozca de antemano la afectación al patrimonio cultural arqueológico, con el objetivo de que tome las medidas necesarias.
Sin embargo, en la actualidad, las autoridades del patrimonio cultural consideran que publicar la información pondría en riesgo la conservación de los bienes patrimoniales arqueológicos, por lo cual es necesario el proceso antes descrito en este estudio académico.
El segundo modelo de geoprocesamiento enfocado para la investigación del patrimonio cultural de la zona de la planificación 3 del Ecuador fue desarrollado considerando que la investigación no ha sido primordial en el desarrollo de las actividades del INPC-Z3 (Ruales & Velasco, 2019).
La aplicación de la metodología Evaluación Multicriterio permitió priorizar las zonas que tienen los valores que se buscan para la investigación dentro del territorio. Como ejemplo de aplicación se empleó el modelo de geoprocesamiento para la valoración del paisaje cultural, donde se buscó obtener zonas que contengan altas concentraciones del patrimonio cultural, de población indígena y usos de suelo vinculados a la gastronomía tradicional. Todas las variables fueron ponderadas de manera equitativa, las mismas que
pueden ser modificadas de acuerdo con las necesidades que sean identificadas por el equipo multidisciplinario que lo vaya aplicar.
Se identificaron 3 zonas de mayor acumulación de valor cultural dentro de la zona 3 (Mapa 14), a estas se los denomina “corredores”, por ser contiguas y por tener una tendencia de distribución en una misma dirección.
Pinllo Corredor Ambatillo – Quisapincha – San Antonio de Pasa – San Bartolomé de
En general esta zona obtuvo el mayor puntaje para el análisis. Se identificó una alta concentración de bienes patrimoniales en la zona noroccidental de la ciudad de Ambato, provincia de Tungurahua. Las que corresponden a las zonas de Ambatillo – Quisapincha San Antonio de Pasa – San Bartolomé de Pinllo.
La zona posee un alto porcentaje de población indígena, los usos del suelo son mosaicos de cultivos destacando el maíz, cereales, hortalizas y papa. Además, estas forman parte de la cuenca alta del Río Patate.
Corredor Yaruquíes- Cacha – Villa La Unión – Laguna de Colta
La zona se destaca por su alta concentración de población indígena, cultivos mosaicos de maíz, cebada y hortalizas, y por tener un alto número de bienes identificados de patrimonio cultural inmaterial. La concentración de bienes patrimoniales tangibles es baja y se desataca la presencia de sitios arqueológicos y manifestaciones culturales intangibles.
Corredor Tixán – Alausí – Guasuntos
La zona tiene una baja concentración de bienes culturales tangibles a excepción de sitios arqueológicos. Corresponde a la zona de Tixán – Alausí – Guasuntos. La zona tiene
una tendencia de distribución hacia el Qhapaq Ñan Mundial. Lo interesante de esta zona es la forma lineal de distribución de los bienes patrimoniales y de la población, a lo largo del río Chanchan, la variabilidad climática de esta zona es considerable lo cual permite la presencia de zonas de vida cambiantes en cortas distancias.
Los sitios arqueológicos en esta zona son tanto monumentales como de tecnologías agrícolas. El paisaje se ve marcado por la presencia de una elevación que tiene una cuenca visual amplia en cuya cima se destaca una pirámide presuntamente ceremonial con paisajes agrarios precolombinos a su alrededor. Esta elevación, aunque no se encuentre dentro de la zona destacada en el presente análisis, tiene una suerte de interconectividad, tanto con el Qhapaq Ñan como con los poblados de Alausí y Tixan, por ser parte del mismo sistema hídrico. A corta distancia, río abajo se encuentra el poblado de Cumandá, zona que forma parte de la región costa.
La información obtenida da un indicio de los potenciales lugares de estudio del paisaje cultural, según las variables y ponderaciones planteadas.
El modelo de geoprocesamiento requiere del ingreso de seis (6) variables con su respectiva ponderación. En el caso de requerirse más o menos variables de análisis será necesario modificar el modelo planteado. Dado que la investigación no ha sido potenciada en el INPC – Z3, es importante contar con metodologías basadas en datos primarios y secundarios, que ayuden a la identificación de zonas que tengan los valores buscados en el territorio para su investigación.
A partir de los resultados del modelo de geoprocesamiento se debe realizar una caracterización de las zonas identificadas y un seguimiento de los actores territoriales presentes, para dar a exponer estos resultados y conocer si existe la voluntad política para que el INPC – Z3 pueda gestionar y unir esfuerzos para desarrollar una investigación del patrimonio cultural de la zona de planificación 3 del Ecuador.
Mapa 14: Corredores de potencial estudio del paisaje cultural