Tema 4- El Arte Clásico: Roma. La arquitectura y la escultura. El arte en la Hispania Romana Definición de Clasicismo Lo clásico (término inventado en el siglo XVIII) es literalmente lo "digno de ser imitado" por su calidad, prestigio y uniformidad. En la Historia del Arte Occidental lo clásico es el Arte Griego y Romano, pero especialmente la Época Clásica del Arte Griego (siglos V-IV a. de Jc.). Este modelo será imitado continuamente en fechas posteriores (Renacimiento, Barroco, Neoclásico, etc.). Evidentemente el Arte Romano también forma parte de este corpus clásico, pues de hecho, en el Renacimiento el Arte Romano fue más imitado que el griego. Sin embargo, hay que aclarar que los propios romanos consideraron al Arte Griego como algo admirable y por tanto, imitable, así ocurrió, por ejemplo en la Época de Augusto Introducción al Arte Romano Fases de la Historia de Roma 756-509 a. de Jc.: Fundación Mítica de Roma y Monarquía, Etruscos. 509- 33 a. de Jc.: República. Transición de ciudad-estado oligárquica a Imperio. Conquista del Mediterráneo y por tanto, de Grecia. 33 a. de Jc.-siglo III d. de Jc.: Alto Imperio. Máxima Expansión del Imperio Romano. La mayor parte del Arte Romano conservado pertenece a este período. Siglo III-476: Bajo Imperio. Decadencia, cristianización y división del Imperio. El Arte Romano se origina en Italia, pero a fines de la República y durante el Imperio se extiende por las Riberas del Mediterráneo y países limítrofes. Los romanos admiran el Arte Griego, por eso lo denominan “classicus”, digno de ser imitado, y consiguientemente lo imitan, al menos en sus formas externas, aunque muchas veces traicionan los principios de armonía y equilibrio. La imitación del Arte Griego penetró de dos maneras y en dos épocas distintas en Italia. Por un lado, los Etruscos imitaron el Arte Griego Arcaico durante el llamado “Período Orientalizante” entre los siglos VII-VI a. de Jc. Posteriormente, durante la República, los romanos conquistaron Grecia y los Reinos Helenísticos Orientales y consiguientemente se vieron influidos por el Arte Griego Helenístico. Algunos autores piensan que existe poca diferencia entre el Arte Romano y el Arte Helenístico y consideran al Arte Romano como una faceta de éste. Hay algo de verdad en esto. Sin embargo, no podemos ocultar que los romanos son distintos a los griegos. Los romanos son pragmáticos (prácticos), son diferentes a los griegos, pues estos últimos eran más espirituales y especulativos (teóricos), por eso el Arte Romano, y especialmente la Arquitectura sigue unas técnicas y formas prácticas (disminución de los costes de construcción, utilidad de los espacios creados, etc.). Para los romanos tiene menos importancia la belleza ideal basada en la proporción. Exagerando un poco, los romanos son más “ingenieros” que “arquitectos”.
Sien el arte griego es muy importante el sentido de la colectividad, entre los romanos, muchas realizaciones artísticas son fruto de las iniciativas personales de las clases dirigentes. En la vida de las clases altas romanas durante la República (patricios, nobilitas, etc.) es muy importante el cursus honorum, es decir, la carrera militar y política que a su vez dependen de la influencia personal sobre el voto del pueblo. Para obtener el voto y los apoyos de los ciudadanos romanos hay que financiar juegos, repartir alimento (panem et circenses) y además crear muchas obras conmemorativas o públicas que sean admiradas por la plebe (política edilicia). Los emperadores continuarán con esta política edilicia, pues su poder, aunque absoluto, sigue estando vinculado a su popularidad ante la plebe.. La importancia de estos políticos concretos y hombres de fuerte personalidad en la política romana también permite desarrollar el retrato. Los romanos extienden la cultura urbana por todo su Imperio, de ahí el gran desarrollo del urbanismo. La arquitectura romana en su mayor parte es también urbana y responde a modelos racionales de orden urbano. Consiguientemente se desarrollan mucho las obras públicas. Si bien la religión sigue siendo importante como entre los griegos, la política lo es más y termina confundiéndose con la religión. Así ocurre con los emperadores que fomentarán en la sociedad su propio culto como un ingrediente más de poder político y que permitirá extender sus retratos por todo el Imperio. Arte Etrusco (siglos VII-IV a. de Jc.). Los etruscos habitaban la Toscana y aunque los romanos no descienden de ellos adoptaron muchos elementos del Arte Etrusco como por ejemplo el templo. Así, el Templo de Júpiter Capitolino, el más venerado de Roma tenía un origen etrusco y define lo que posteriormente serán las características generales de los templos romanos. El Arte Etrusco imita el arte griego de Época Arcaica. Los griegos establecieron en Época Arcaica varias colonias en la actual Italia y comerciaron intensamente con los etruscos. Este contacto provocó una intensa influencia cultural y artística entre los etruscos que denominamos “Período Orientalizante”. Otro factor típico de la cultura etrusca que influyó mucho en Roma fue que los etruscos tenían una gran preocupación por la vida de ultratumba. Así en la arquitectura etrusca destacan sobre todo las necrópolis. Las tumbas etruscas eran subterráneas e imitaban las viviendas (tejado a dos aguas, banco en forma de U para el banquete funerario, etc.). En la necrópolis de Caere encontramos las tumbas excavadas en la roca bajo túmulo también excavado en la roca. En Tarquinia encontramos además que las tumbas se pintaban interiormente con ricas pinturas al fresco con temas que imitan el banquete funerario. La escultura etrusca da mucha importancia al retrato del muerto. De ahí que los etruscos tengan la costumbre de realizar una máscara funeraria en cera sobre el rostro del cadáver. Posteriormente esa máscara servirá de molde para realizar el rostro de las esculturas. Esto será imitado por los romanos en las imagines maiorum. También destacan las esculturas-urna de terracota con la imagen del muerto acostado, estas imágenes servían como recipiente de las cenizas de los cadáveres pues los etruscos incineraban a sus
muertos. Los esposos de Caere representan al matrimonio muerto sobre el triclinio en su propio banquete funerario. Los dos esposos mantienen entre los dedos la moneda que entregarán al barquero Caronte. La sonrisa arcaica, el pelo y la barba muestran la influencia del Arte Griego Arcaico. Sin embargo, como ya hemos dicho, los etruscos suelen utilizar la máscara funeraria para dar realismo a los retratos. Características Generales de la Arquitectura Romana. Materiales: Ya hemos indicado que los romanos tienen un planteamiento fundamentalmente pragmático de la arquitectura, de ahí que los materiales sean baratos y duraderos: piedra en forma de sillares colocados a seco, ladrillo, opus mixtum, opus cementitium, opus signinum, etc. Sin embargo, eso no significa que renuncien, ni mucho menos a la estética. Por eso es muy frecuente ocultar los materiales pobres con otros más ricos, o bien con pintura (por ejemplo forrando los encofrados de opus cementitium con sillares) Elementos Formales. Los romanos utilizan elementos propios de la Arquitectura Griega, pero de una manera absolutamente personal. Así, por ejemplo, utilizan la columna intensamente, pero no tienen problema en adosarla al muro o al pilar además de utilizarla exenta. Elementos sustentantes: los romanos elevan sus templos sobre podios a la manera d elos griegos. Sus muros son más elaborados y cuentan con diferentes técnicas de construcción como ya hemos indicado. Asimismo utilizan columnas en las que aplican los órdenes arquitectónicos griegos aunque muestran preferencia por el orden corintio. También crean o recrean órdenes nuevos partiendo de los griegos: así le ocurre al orden compuesto (que combina el orden jónico y corintio) y el orden toscazo (versión romana del Dórico, pero con una columna con basa, fuste liso y sin éntasis). La gran novedad frente al arte griego es la utilización del pilar de sección cuadrangular o rectangular al que ocasionalmente adosan la columna. Elementos sustentados: los romanos heredan de los griegos la arquitectura adintelada, sin embargo, la gran innovación romana es el amplio desarrollo de la arquitectura abovedada. Entre los romanos domina el arco de medio punto, formado por una semicircunferencia. Éste está formado por una serie de piezas curvas denominadas dovelas que ejercen unos empujes no verticales sino oblicuos que exigen la realización de los consiguientes contrarrestos. La dovela que culmina el arco en el centro se denomina clave, y las dos piezas en que se apoya el arco se denominan impostas. La cara interna del arco se denomina intradós mientras que la cara externa se denomina trasdós. La anchura del arco se denomina luz y la altura sobre las impostas se llama flecha. Del arco deriva la bóveda. La bóveda, cubrición curva formada por piezas individuales trabadas entre sí y por argamasa, permite a los romanos cubrir amplios espacios de una luz muy ancha. Sin embargo, realizar bóvedas es algo muy complejo y exige desarrollar sistemas de contrarresto y sustentación muy elaborados. Entre las bóvedas típicas entre los romanos destacamos la de cañón (tiene forma de medio cilindro cortado longitudinalmente y se forma a partir de la proyección longitudinal de un arco de medio punto), cúpula hemiesférica (tiene forma de media esfera y surge de la rotación de un arco de medio punto sobre sí mismo), bóveda de arista (tiene planta cuadrada y surge de la intersección perpendicular de dos bóvedas de cañón). Los romanos juegan libremente con todos estos elementos dependiendo de las necesidades arquitectónicas. Así, por ejemplo, llevan a cabo la superposición del dintel al arco. Planta: en los edificios romanos dominan las plantas longitudinales, fuertemente regulares y simétricas, así ocurre en los templos, basílicas, terman e incluso en conjuntos urbanos como los foros
imperiales. Sin embargo, no faltan las plantas centradas como ocurre en el panteón de Agripa o en los teatros. Decoración: Los romanos suelen decorar sus edificios de forma más recargada que los griegos, así decoran con casetones el intradós de las bóvedas y de los techos en general, los muros interiores de las viviendas los decoran con pintura al fresco. También utilizan columnas adosadas a paredes y pilares. En los frisos y frontones sitúan estatuas como los griegos, pero a veces sustituyen éstas con guirnaldas y bucráneos o con inscripciones conmemorativas. También llevan a cabo la superposición del dintel al arco como ocurre en los arcos de triunfo, dicha superposición crea las enjutas. Además utilizan los órdenes griegos y los suyos propios e incluso llevan a cabo la superposición de los estilos griegos en un mismo edificio (como ocurre en el Coliseo). Valoración estética. La primeras obras romanas valoran el exterior del edificio, aunque otras, especialmente a partir del siglo II valoran el espacio interior, así le ocurre, por ejemplo al Panteón de Agripa, a las termas o las basílicas. La arquitectura romana es muy flexible y pragmática, genera espacios adecuados para funciones múltiples y está menos preocupada por la estética y menos aún por la proporción (salvo excepciones, por supuesto. Domina la tendencia a la monumentalidad, simetría y regularidad. Funcionalidad: Los romanos crearon muchos tipos de edificios distintos, por eso su funcionalidad es muy variada. Así encontramos edificios religiosos como los templos; lúdicos como teatros, anfiteatros, circos, termas; conmemorativos como arcos de triunfo, columnas; comerciales como las basílicas; vías de comunicación y obras públicas como las calzadas, puentes, acueductos, etc.; funerarios, etc. El Urbanismo y el Foro Los griegos habían expandido las polis por las Costas del Mediterráneo durante su colonización, pero los romanos extendieron el urbanismo por buena parte de Europa Occidental. Las fundaciones romanas tienen una planta regular basada en los campamentos militares. Estas ciudades romanas se caracterizan por un plano en cuadrícula totalmente regular. Éste se hacía en base a dos calles mayores: el cardo que iba de norte a sur y el decumanus que iba de oeste a este. También era muy importante el foro. El foro ocupaba frecuentemente el centro de estas fundaciones (a veces la intersección del cardo y decumanus, y es el lugar público de la ciudad por excelencia. El foro estaba compuesto por templos, basílicas, monumentos conmemorativos, tabernae (comercios y tiendas de toda clase) y edificios de gobierno. Asimismo, a partir de Época Imperial, el foro se caracteriza por su simetría y monumentalidad con grandes pórticos y patios. Roma tuvo varios foros antiguos como el Foro Republicano y el Foro Boario. Éstos aún muestran una estructura desordenada, sin embargo, los foros imperiales ya muestran una estructura urbana ordenada y simétrica. Destaca el Foro de Trajano en Roma construido en el siglo II. Éste consta de un gran espacio cuadrado abierto rodeado de pórticos. A él se abrían dos grandes exedras con tabernae y la basílica Ulpia , con cinco naves y dos ábsides afrontados. Tras ella se encontraba la famosa Columna Trajana y un templo.
Los templos romanos El templo romano típico es similar al griego, en él se valora el exterior y sirve como receptáculo de la estatua del dios. Sin embargo, hay diferencias formales frente al templo griego por influencia etrusca. En primer lugar, el templo romano suele formar parte de una trama urbana y no es un edificio aislado. Además se levanta sobre podio y no sobre crepidoma, tiene naos, una fachada con escalinata, una profunda pronaos y es pseudoperíptero. En esta tipología encaja el Templo de la Fortuna Viril del Foro Boario (siglo I a. de Jc.) o la Maison Carre de Nimes (siglo I) También encontramos templos tipo tholos como el Templo de Vesta en el Foro Boario. Un tipo posterior y diferente de templo es el Panteón de Agripa, construido por el Emperador Adriano (siglo II). Tiene planta centrada de forma circular cubierta por cúpula a la que se accede por una profunda pronaos octástila. Lo más impresionante de este templo es la gigantesca cúpula que cubre una luz de más de 40 metros de anchura. La cúpula se apoya en un anillo circular en el que se destacan pilares de apoyo entre los que se sitúan una especie de capillas. Frente a templos anteriores se da una importante valoración del espacio interno. Arquitectura Lúdica o de diversión. En la vida pública romana tenían una gran importancia las diversiones. Hay que tener en cuenta que los políticos subvencionaban todo tipo de espectáculos para conseguir el apoyo popular en sus candidaturas. Algunos edificios lúdicos romanos tienen su origen en tipos de construcciones griegas griegas: así le ocurre al teatro o al circo (que tiene su precedente en el estadio griego), pero se construyen de una manera diferente. Muchas veces, las gradas no se apoyan en la ladera de una colina (como entre los griegos) sino que están construidas sobre pasadizos y bóvedas de cañón La pared curva exterior de teatros, anfiteatros y circos está articulada con vanos en los que el arquitrabe se superpone al arco y los vanos están flanqueados con columnas adosadas. La articulación del paramento externo permite aligerarlo y disminuir así la sensación de masa. El Teatro romano tiene gradas de planta semicircular y no ultrasemicircular, el coro u orchestra es más pequeño (pues ya no tiene como función situar en él al coro). Lo más llamativo es el gran desarrollo de la escena que llega a la altura de las gradas superiores y cierra todo el conjunto interno. La escena se articula así con varios pisos de columnas superpuestas y arcos. Destaca el Teatro Marcelo en Roma. El Anfiteatro no tiene antecedentes en el arte griego. Consiste en unir dos teatros y suprimir la escena (el resultado final se asemeja a un estadio o plaza de toros en la actualidad, sin embargo, la planta del anfiteatro no es circular sino elíptica). Se utilizaba para las luchas de gladiadores, de fieras y naumaquias. Destaca el Coliseo (Anfiteatro de Flavio) en Roma. Es un gran Anfiteatro elíptico construido a fines del siglo I sobre el antiguo palacio de Nerón (Domus Aurea). La arena cuenta con un auténtico laberinto de subterráneos que originalmente estarían cubiertos, y estaba preparada para naumaquias (combates navales). Los graderíos (cavea) se levantan sobre complejas bóvedas de cañón y crucería realizadas sobre opus cementitium y forrada con sillares de piedra. La cavea estaba preparada para albergar 50.000 personas y tenía un complejo sistema de evacuación que aseguraba la rapidez de ésta. Asimismo, podía ser cubierta por grandes toldos interiores. Lo más sugerente del
edificio es el exterior, formado por cuatro pisos curvos de piedra de sillería. Para aligerar la sensación de masa se ha oradado con una sucesión de vanos rematados por arco de medio punto al que se superpone el arquitrabe. Los arcos se sostienen sobre pilares cuadrados y a éstos se adosan columnas. Las columnas de los tres primeros pisos muestran una superposición de estilos: toscazo, jónico, corintio. Otros anfiteatros bastante bien conservados son la Arena de Verona, el de Arlés, Nimes, etc. El Circo tiene su origen en el estadio griego, pero sirve para carreras de cuadrigas y no de atletas. Destaca el Circo Máximo de Roma, construido al pie del Palatino. Su sistema de construcción es similar al del Coliseo. En el eje longitudinal del circo se encontraba la spina. Las Termas eran gigantescas construcciones lúdicas donde los romanos toman los baños, hacen deporte, leen, etc. El núcleo de las termas tiene tres salas de baño, caliente (caldarium), templado (tepidarium) y frío (frigidarium). A no ser que las termas se construyeran sobre lugares de aguas termales, los romanos calentaban artificialmente el agua mediante un complejo sistema de calefacción subterráneo: el hipocaustum. Asimismo, en ocasiones se conserva la habitación que hacía las veces de vestuario (apoditerium). El gran tamaño de las termas hace que en ellas se desarrollen gigantescas bóvedas de cañón y de arista que cubren anchas luces. Destacan las Termas de Caracalla en Roma. Arquitectura Conmemorativa: Las edificaciones conmemorativas tuvieron siempre una gran importancia en el arte romano. Los políticos romanos solían conmemorar sus victorias militares con monumentos que portan inscripciones indicando precisamente quiénes eran sus constructores. Es una forma de propaganda política que los emperadores heredaron y extendieron por todo el Imperio. El Arco de Triunfo es la edificación más genuina dentro de estos edificios conmemorativos. Se suele situar a la entrada del Foro para conmemorar una victoria militar (se supone que el carro del vencedor debe pasar bajo él). Consta de un basamento, un arquitrabe superpuesto a un arco de medio punto y un ático con inscripciones. Los dos pilares que lo sostienen suelen tener columnas adosadas. Los ejemplares más simples tienen un solo vano, como el de Tito en el Foro Republicano de Roma (fines del siglo I) pero hay otros más complejos de tres vanos, como el de Constantino (siglo IV). El Arco de Tito destaca por sus elegantes proporciones. En las enjutas se han esculpido dos victorias aladas adaptadas al marco y que parecen coronar al vencedor. Particularmente interesantes son los relieves situados en la cara interna de los pilares, que conmemoran el desfile triunfal por la Conquista de Jerusalén en el 70. Un tipo especial de monumento conmemorativo es la Columna Trajana de principios del siglo II. Esta columna, situada en el Foro Trajano, es hueca por dentro y está decorada con un relieve helicoidal que narra las hazañas de Trajano en Dacia. Obras de ingeniería Las obras de ingeniería pocas veces forman parte de los corpus de la Historia del Arte, sin embargo, en el caso de los romanos destacan por su monumentalidad y calidad técnica e incluso en algunos casos, estética. Entre estas obras hay que citar los puentes, acueductos y calzadas: se trata de una arquitectura fundamentalmente pragmática y duradera. Tenemos que destacar el Pont du Gard, un gran puente
sobre el que se ubica un acueducto. Destacan los amplios arcos de medio punto que se apoyan en pilares. La Escultura Romana Igual que le ocurre a la arquitectura, la escultura romana muestra una gran influencia de la escultura griega y etrusca. La escultura griega influye en su naturalismo, e idealismo ocasional (por ejemplo en el Período de Augusto). La escultura etrusca influye en la función funeraria y religiosa de la escultura y por tanto, en la necesidad de realizar las imagenes maiorum para plasmar el verdadero rostro del difunto. Dicho de otra manera, los etruscos ayudan a definir uno de los elementos más importantes de la escultura romana: su preferencia por el retrato realista. Durante la República y el Alto Imperio la escultura romana definió sus características de alta calidad técnica y formal. Esta alta calidad empezó a decaer a partir del siglo III en qué comenzó el Bajo Imperio Romano. Materiales: los materiales preferidos por los romanos son la piedra (mármol, aunque es mucho más habitual la piedra caliza, más barata), bronce realizado con la técnica de la cera perdida y la terracota. Soporte: como en el caso de los griegos, la escultura romana se realiza como escultura de bulto redondo exenta sobre pedestal, otras esculturas de bulto redondo se situan en los frontones de los templos. El relieve se sitúa especialmente en los edificios conmemorativos (columna conmemorativa, arco de triunfo, etc.). Un soporte relativamente novedoso es el frontal del sarcófago. Técnicas: las técnicas de elaboración de la escultura son muy similares a las de los griegos, así se practica la talla en el caso de la piedra o el mármol, y también el trépano (especialmente en el Período de los Emperadores Adoptivos del siglo II). También se practica la fundición a la cera perdida en el caso del bronce. Una de las técnicas que los romanos se ven obligados a desarrollar ampliamente es la elaboración por separado del cuerpo y la cabeza en los retratos. Esto se debe a la amplia demanda de este tipo de retratos (imagines maiorum) sobre todo en la Época Altoimperial (siglos I-II) que obliga a los talleres a tener preparados muchos cuerpos, de modo que, en caso de encargo, sólo habría que realizar la cabeza. El rostro se consigue a partir de un molde de yeso o de ceras que se realiza directamente sobre el rostro del difunto. Temas: como ya hemos dicho, el tema más repetido en la escultura de bulto redondo es el retrato, especialmente el del Emperador que sirve de modelo y referente para los retratos particulares. Este tipo de retratos tiene una gran variedad, pues puede ser de busto, cuerpo completo, retrato ecuestre, etc. Es interesante destacar el carácter realista e incluso psicológico del retratado que nos permite no sólo constatar el parecido, sino también vislumbrar el carácter del personaje. También hay que destacar la atención del escultor por el peinado y otros elementos anecdóticos de manera similar a como hacían los escultores del Período Helenístico. Respecto al relieve, lo más importante es el relieve histórico. Los relieves, muchas veces ubicados en monumentos conmemorativos, sirven precisamente para conmemorar victorias militares, rituales religioso-políticos (como, por ejemplo el sacrificio suovetaurilla). Elementos formales: los elementos formales romanos están inspirados en los griegos, así encontramos estructuras compositivas en contraposto, la representación de la profundidad en los relieves mediante la gradación de bajorrelieve, mediorrelieve y altorrelieve, etc. En este aspecto la innovación respecto al mundo griego no es muy importante.
Valoración Estética: aquí sí que tenemos que destacar grandes diferencias con el Arte Griego. Si éste era idealista y buscaba la perfección corporal y el equilibrio emocional, la escultura romana tiene una mayor tendencia al realismo y a destacar la profundidad psicológica, especialmente en los retratos. Los relieves tienen además un claro sentido narrativo incluso a costa de la perfección formal. Funcionalidad: la función principal de buena parte de la escultura romana es la propaganda del poder político, sobre todo, todo lo que se refiere al relieve histórico y ritual, y a los retratos de emperadores). También tenemos que destacar una función religiosa y ritual en lo que se relaciona con recuerdo y adoración a los familiares muertos, es decir, con el retrato privado. Principales Ejemplos: Esculturas de Bulto Redondo: De época republicana tenemos el llamado Retrato de Bruto. Se trata de una escultura de bronce de la que sólo se conserva la cabeza (el cuerpo fue añadido en el Renacimiento). Lo que más llama la atención es el realismo tanto físico como psicológico de la persona retratada. El cabello aún está realizado de una manera algo convencional y “aplastado” contra la piel. El Retrato de Augusto ad Prima Porta (Alto Imperio-Dinastía Claudia, principios del siglo I), es una muestra de la fuerte influencia griega en la escultura romana, imitación que se puso de moda en la Época de Augusto. Aquí el emperador aparece como jefe militar vestido con armadura y en actitud de estar arengando a las tropas. Diversos símbolos como el pequeño amorcillo que cabalga sobre un delfín aluden al carácter semidivino del emperador al descender de Venus. Asimismo, la armadura celebra en un relieve uno de los éxitos diplomáticos de Augusto: la pax augustea (que también se celebra en el Ara Pacis Augustae), en este caso se trata de la paz con los partos simbolizada por la devolución de los estandartes capturados a las legiones derrotadas en Carrae. Por último, no podemos olvidar la huella del Doríforo de Policleto en la postura del emperador (contraposto), la ausencia de pathos en el rostro, etc. El cabello aún se representa apenas sin relieve. El Retrato Ecuestre de Marco Aurelio (Alto Imperio-Emperadores Adoptivos), pertenece ya al siglo II y muestra algunas diferencias temáticas y formales frente al anterior. En primer lugar es un bronce en el que aparece representado el Emperador-Filósofo, esta vez a caballo. Originalmente, bajo las patas del caballo se encontraba un bárbaro derrotado. Nuevamente se trata de una obra de propaganda política, pero esta vez el emperador no está vestido como un militar sino como un filósofo, esto y la falta de ademanes violentos parece mostrar el carácter pacífico del emperador y la estrategia que utiliza éste para mantener la paz (política cada vez más difícil en el siglo II). La estructura compositiva cerrada de la escultura ayuda a enfatiza r su carácter no violento. Formalmente muestra muchas diferencias frente a la escultura de Augusto, así los pliegues de los paños y el pelo abultado (típico de la escultura del siglo II) acentúan el claroscuro de la superficie de la escultura y su aspecto recargado y “barroco”. Relieves: Los Relieves del Ara Pacis Augustae (Alto Imperio-Dinastía Claudia), de fines del siglo I a. de Jc., decoran el “altar de la paz augustea”, un altar de planta rectangular a cielo abierto. Los relieves muestran el sacrificio suovetaurilla (cerdo, toro y oveja) que Augusto ofrece a la diosa de la paz a acción de gracias por haber conseguido la paz en el Imperio. Augusto va acompañado de su familia y de los principales dignatarios. Merece la pena comparar este relieve con el de las Panateneas.
Formalmente tienen muchas similitudes, pues en ambas se consigue una sensación de profundidad mediante la gradación del grosor del relieve. La serenidad de los personajes y ausencia de pathos está presente por igual en los dos relieves, sin embargo en el del Ara Pacis se aprecia una mayor naturalidad en las actitudes y una mayor atención a los detalles anecdóticos. Asimismo la sensación de “marcha hacia delante “del relieve de las Panateneas queda algo menos marcada. Los Relieves del Arco de Tito (Alto Imperio-Dinastía Flavia) de fines del siglo I celebran la victoria del que será emperador Tito ante Jerusalén. Formalmente es muy similar al del Ara Pacis Augustae, sobre todo en la habilidad por representar la profundidad y la sensación de movimiento. Muy distintos son los relieves de la Columna Trajana (Alto Imperio-Emperadores Adoptivos), del siglo II. Se trata de un friso helicoidal que recorre todo el fuste de la columna y que narra la campaña del Emperador Trajano en Dacia. En este caso se produce una cierta pérdida de la perfección técnica y formal en función de la claridad narrativa. Así, por ejemplo, no se respetan las proporciones e incluso encontramos ejemplos de perspectiva torcida. El paisaje está empequeñecido en relación a la figura humana. Podemos considerar estos relieves como un caso de transición de la escultura romana desde su auge en los siglos I-II hacia su propia decadencia que se producirá claramente en los siglos IV-V, a medida que se desarrolle el Arte Paleocristiano. El Arte en la Hispania Romana Los romanos llegaron a Hispania en una época temprana de la expansión de la República (218 a. de Jc.), y conquistaron la costa mediterránea y la Bética (Andalucía) en un período relativamente rápido. Sin embargo, el resto de la Península y especialmente la costa septentrional tardó mucho más en ser dominada, y en el caso de la costa norte la romanización fue poco intensa. Lógicamente las muestras de arte romano son más ricas en aquellas zonas que sufrieron una romanización más intensa (Andalucía, Extremadura, Cataluña, Levante, Valle del Ebro, etc.), aunque restos romanos aparecen por toda la Península (incluida la Comunidad de Castilla y León). La urbanística romana ha quedado plasmada en los cascos antiguos de muchas ciudades españolas como Barcelona, Zaragoza, León, Córdoba, y muchas más. Además conocemos relativamente bien ciudades romanas como Mérida o Tarragona o contamos con sistemas defensivos completos como las murallas de Lugo. En Castilla-León tenemos que citar las ruinas de Clunia en la que podemos ver la planta del foro y la basílica. En Hispania existieron templos del tipo similar a la Maison Carré de Nimes, sin embargo, apenas hay ejemplares bien conservados: templo de Diana en Mérida, etc. En la arquitectura lúdica, tenemos el famoso Teatro de Mérida que conserva un porcentaje importante de su escena, o los anfiteatros de Tarragona, Mérida e Itálica. Entre los monumentos conmemorativos tenemos que destacar el arco de Bará (Tarragona) y el de Medinaceli (Soria). Las obras de ingeniería tienen importantes muestras en España. Así, en nuestro territorios existieron vías romanas como la Asturica-Burdigala, o la famosa Vía de la Plata que recorren en parte Castilla y León.. Entre los puentes, tenemos que destacar por su perfección el de Alcántara. Especialmente famosos son los acueductos, como el de las Ferreras en Tarragona, el de Segovia (realizado con piedras de sillería colocadas a hueso y formado por una superposición de arcos de medio punto sobre pilares. En el caso del Acueducto de los Milagros de Mérida tenemos que destacar
su técnica de construcción de opus mixtum (sillares de piedra y ladrillo) que genera un sugerente bicromatismo que reproducirán los musulmanes en la Mezquita de Córdoba. Las muestras escultóricas romanas no son muy abundantes en España (a excepción de los sarcófagos), respecto a los mosaicos, tenemos que destacar los de la Villa de la Olmeda en Castilla y León. VOCABULARIO (50) Necrópolis Foro Anfiteatro Circo Acueducto Terma Opus Mixtum Opus Cementitium Opus signinum Opus sectile Orden Compuesto Orden Toscano Bóveda Arco de medio punto Bóveda de cañón Cúpula hemiesférica Bóveda de arista Casetón Bucráneo Cardo Decumanus
BasĂlica Taberna Templo pseudoperĂptero Paramento Spina Caldarium Tepidarium Frigidarium Praefurnium Hipocaustum Apoditerium Arco de triunfo Atico Enjuta Tribuna/Matronium Clerestorio Insula Domus Atrio Compluvium Impluvium Imagines maiorum Sacrificio Suovetaurilla Isocefalia Tesella
Musivaria Opus Tesellatum Opus Vermiculatum Escorzo