COMENTARIO DEL TEXTO DE J. HABERMAS [Cuando hay un debate ético en el que participan personas de diferentes credos religiosos y diferentes culturas] las perspectivas iniciales de los participantes, que tienen su raíz en su propia religión y cultura, van “descentrándose” [los participantes van dejando de ver todo desde su propia perspectiva para ir poniéndose en el lugar de los otros] cada vez con más fuerza […] a medida que el proceso de interrelación mutua de las diferentes perspectivas se va acercando a la meta de la inclusión completa. Resulta interesante constatar que la práctica de la argumentación ética apunta ya, por su propia dinámica, en esta dirección de que el participante en un debate ético salga de su propia y exclusiva posición para incluirse en la posición del otro. Si atendemos al punto de vista del diálogo, bajo el cual sólo obtienen aceptación aquellas normas morales que son igualmente buenas para todos, el discurso racional aparece como el procedimiento más apropiado [para resolver un conflicto ético], ya que se trata de un procedimiento que asegura la inclusión de todos los afectados y la consideración equitativa de todos los intereses en juego (J. HABERMAS, “Acción comunicativa y razón sin trascendencia”, en Entre naturalismo y religión, Trad. P. Fabra. Barcelona, Paidós, 2006, p. 55 [traducción adaptada]) 1.Con respecto al texto: a) sitúa al autor en su momento histórico, b) señala el tema o el problema del texto, c) indica las ideas principales, d) muestra las relaciones entre ellas y, e) explícalas. a) El autor, J. Habermas, es un filósofo vivo en la actualidad, que desde posiciones izquierdistas analiza algunos de los problemas actuales: el nacionalismo, la emigración, el multiculturalismo, el cientificismo… b) El texto aborda el problema de cuál es el procedimiento más apropiado para resolver los conflictos que en cuanto normas morales se producen en nuestro mundo multicultural entre las diversas culturas y religiones. c) Las ideas principales del texto son las siguientes: c.1. Cuando las personas dialogan teniendo culturas diferentes empiezan estando centrados en su cultura pero poco a poco son capaces de ponerse en el punto de vista de las otras culturas. c.2. La meta sería que fueran capaces de incluir completamente la posición de los otros. c.3. Argumentar en ética implica, por su propia lógica, ser capaz de ver las cosas también desde el punto de vista de los otros. c.4. Dialogar en ética supone aceptar sólo las normas morales que son buenas para todos. c.5. El procedimiento más apropiado para resolver los conflictos multiculturales es el diálogo racional, que implica la participación de todos y la consideración de los intereses de todos. d) La estructura del texto:
COMENTARIO DEL TEXTO DE J. HABERMAS Constatación de un hecho: en los debates éticos multiculturales las personas poco a poco son capaces de salir de su punto de vista y ponerse en la piel de los otros Constatación de una tendencia o dinámica: la anterior observación le sirve a Habermas para comprender la dinámica de las argumentaciones en ética: dialogar en ética es ser capaz de ponerse en el punto de vista de los otros. Conclusión: el discurso racional aparece como el procedimiento más apropiado para resolver un conflicto ético, pero con una condición: Condición: si entendemos que se da realmente un diálogo cuando sólo obtienen aceptación aquellas normas morales que son igualmente buenas para todos. ¿Por qué razón? Razón: porque se trata de un procedimiento que asegura la inclusión de todos los afectados y la consideración equitativa de todos los intereses en juego. e) La explicación de las ideas principales: vivimos en un mundo multicultural en el que sobre las cuestiones éticas hay perspectivas diversas, debido a las diferentes religiones y culturas, pues la cultura en la que nacemos es como la perspectiva desde la que vemos todo; cuando se da un debate sobre las normas morales entre gente de cultura o religión diferente, los participantes van dejando de ver todo desde su propia perspectiva para ir poniéndose cada vez más en el lugar de los otros; bueno, quizás eso no sea siempre así, pero Habermas quiere decir que el verdadero diálogo ético implica esto, porque si todos siguieran inamovibles en sus posiciones iniciales, no habría diálogo, ya que no tiene sentido debatir una cuestión si los que debaten no tienen la más mínima intención de escuchar al otro y de, quizás, cambiar sus ideas. Teniendo en cuenta esto, comprendemos que dialogar con otros argumentando en cuestiones éticas significa salir del propio punto de vista y ser capaz de entender los puntos de vista y los intereses de los otros, lo que significa que no hay diálogos éticos, ni ética misma, si no se da una cierta imparcialidad; ser bueno implica ir abandonando la propia perspectiva, dejar el egoísmo de la propia perspectiva e ir incluyendo en la manera de pensar los puntos de vista diferentes de los propios. A partir de ahí se deduce que el procedimiento más moral para resolver los conflictos morales es un diálogo en condiciones de igualdad; si hay condiciones de igualdad en el diálogo sólo se aceptarán aquellas normas morales que sean igualmente buenas para todos; la razón por la que Habermas saca esa conclusión es que es el único procedimiento que asegura la inclusión de todos los afectados y la consideración igualitaria de todos los intereses en juego. En conclusión, según Habermas, en un mundo multicultural y conflictivo como el nuestro la ética consiste en el diálogo, la igualdad y la imparcialidad.