LOS SIETE PASOS DE LA AUTOCURACIÓN Y EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL
Introducción a los chakras Por José Antonio Galán Baho
Bienvenidos al curso introductorio sobre los chakras y el campo energético humano, donde podrás disfrutar de los ancestrales conocimientos milenarios y tradicionales del orientalismo hinduista, enmarcados en el tantra yoga. Este curso es totalmente práctico y es para comenzar un modelo de vida saludable donde sea posible promover nuestra mejora en la salud física, psíquica y espiritual. La base de nuestro conocimiento se centrará en unas estructuras energéticas muy importantes, que forman ruedas de luz a lo largo del tronco de nuestro cuerpo, esas ruedas, en sánscrito se conocen como “chakras" o “çâkra”.
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Los siete pasos de la autocuración y el crecimiento espiritual
El cuerpo humano es una cubierta para el sistema nervioso, como podrás comprobar por la imagen anterior, los nervios llegan a todas partes, dentro de los conductos nerviosos circulan iones cargados de electricidad y toda electricidad que es conducida genera un campo electromagnético. El campo electromagnético que todos los seres vivos tenemos, es muy débil, pero conforma una estructura energética sutil a la que vamos a denominar como campo energético humano. El campo energético humano es la primera envolvente energética, pero hay otras energías más sutiles y no detectables por la tecnología aún, y es que el cuerpo humano tiene varias capas envolventes, entre todas ellas, conforman lo que muchos videntes afirman percibir como el aura humana. La energía en el cuerpo humano circula y lo hace de una manera fluida y ordenada cuando el estado de salud es equilibrado, sin embargo, cuando hay un cierto desorden en el flujo energético, la salud se deteriora. El equilibrio energético es precario y si tomamos conciencia del mismo, aprenderemos a auto-curarnos y a prevenir futuros trastornos de salud. La enfermedad surge como consecuencia de un mal funcionamiento del sistema energético humano, un desequilibrio y, es por ello, por lo que debemos de aprender a conocer cómo funciona y cómo tomar conciencia para actuar.
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Desde un punto de vista extremadamente básico, el ser humano es como un hilo conductor, la cabeza es un polo y la base de la columna es el otro polo. La energía que procede del cosmos, es capturada por encima de nuestra cabeza y queda reservada en un cuenco de luz, atrapada en el chakra Sahasrāra, en el polo opuesto, hay otro cuenco (conocido con el nombre de cuenco del Kundalini) donde queda capturada la energía telúrica en el chakra Muladhāra.
Estas dos fuerzas cobran una gran importancia cuando son tramutadas a través del sistema energético humano, transformándose en energías para la conciencia. Las energías propias de la conciencia son llamadas “soma” que constituye el alimento de los dioses, según las tradiciones hinduistas, interpretamos que la conciencia humana acaba por unirse a la conciencia universal (Dios).
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El sistema humano de chakras está formado por 7 vórtices, a los que se les ha asignado un color del espectro, desde el rojo del chakra basal al violeta del chakra corona. Los nombres de los chakras son (desde la base hasta la corona): 1. Muladhāra (Chakra raíz o de la base) 2. Svadishthāna (Chakra sacro o de las gónadas sexuales) 3. Manipura (Plexo solar) 4. Anahāta (Chakra cordial o del corazón) 5. Vishuddha (Chakra de la garganta) 6. Ájña (Chakra del entrecejo) 7. Sahasrāra (Chakra de la corona) 5
Los canales energéticos más importantes del ser humano son tres, conocidos como nadis, del sánskrito “rio” o “curso”: ● Shushumna (Blanco) ● Ida (Azul) ● Pingala (Amarillo) El canal central o Shushumna es la energía del soma (energía que es usada para la fabricación de soma o conciencia), es de color plateado blancuzco y se encuentra en la médula espinal, posiblemente sea la energía asociada al líquido cefalorraquídeo, conecta los polos basal (Kundalini-Muladhara) y craneal (Sahasrara) pasando por todos los chakras intermedios, es el río energético más importante del ser humano. Ida y pingala son energías de género, opuestas y complementarias, forman hélices en su trayecto para atravesar el cuerpo humano. Ida nace en la fosa nasal izquierda, mientras que Pingala lo hace en la fosa nasal derecha, ambas corrientes se internan en el cuerpo humano, el prana, el aliento, la respiración son transportados por Ida y Pingala, ya que la energía unitaria al contactar con el campo humano se dualiza. Ida continúa su descenso junto con Pingala, pero lo hacen separadamente en las partes de una hélice y se juntan en todos y cada uno de los chakras, exceptuando el chakra de la corona y alimentándolos directamente de prana. En los textos antiguos se afirma que el cuerpo humano tiene 72.000 nadis, aquí sólamente se han expuesto los tres más importantes, pero todos tienen su propia importancia, ya
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que cada nadir alimenta de prana a todas y cada una de las células que conforman nuestro cuerpo. Cualquier interrupción de ese flujo del prana en el cuerpo produce trastornos de todo tipo, las técnicas posturales del hatha yoga liberan y activan el sistema de nadis. Los ejercicios respiratorios y aprender a respirar bien conducen a una salud estable. Una técnica muy reveladora es la conocida como “breathing” usadas en algunos centros terapéuticos. EJERCICIO DE LOS NADIS: 1. Tápese la fosa nasal izquierda para permitir la libre circulación del nadi Pingala. 2. Imagine el color amarillo, característico de Pingala, para ello, ayúdese visualizando y recordando cosas amarillas, por ejemplo: Limones, una flor de girasol, el sol, algo dorado, etc… 3. Comienza a respirar únicamente por la fosa nasal derecha (su derecha) y visualizando el color amarillo trate de imaginar cómo recorre la cabeza para descender por el cuello, los pulmones, su estómago e hígado, abdomen, brazos y piernas hasta llegar a la tierra. Descanse unos minutos antes de continuar con la siguiente fase: 4. Tápese la fosa nasal derecha para permitir la libre circulación del nadi Ida. 5. Imagine el color azul, característico de Ida, para ello, ayúdese visualizando y recordando cosas azules, por ejemplo: Agua marina, un mineral de lapislázuli, una estrella azulada, el planeta Neptuno, tinta azul, etc… (Es muy útil observar fotografías antes de comenzar el ejercicio, puede buscarlas en internet).
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6. Comienza a respirar únicamente por la fosa nasal izquierda (su izquierda) y visualizando el color azul trate de imaginar cómo recorre la cabeza como si fuese tinta azul de un bolígrafo, para descender por el cuello, los pulmones, su estómago e hígado, abdomen, brazos y piernas hasta llegar a la tierra. Respirar correctamente requiere prestar algo de atención a algunos aspectos higiénicos como mantener limpia la nariz y bien hidratada, use habitualmente sueros salinos bajos en sodio para evitar el resecamiento de las fosas nasales y evite respirar por la boca.
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Cuando respire profundamente, hágalo de vez en cuando para tonificarse, haga por introducir aire hacia su estómago también. Una higiene postural es más que recomendable, mantenga er- guida su columna para que su capacidad pulmonar sea adecuada.
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