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Hungría
Laautoestima de los húngaros resultó profundamente dañada a raíz del fracaso de su sublevación contra los Habsburgo en 1848-1849. El país, caracterizado por una producción agropecuaria basada en el latifundio, se encontraba signi cativamente retrasado respecto a los países de Europa Occidental. Este hecho ha in uenciado también el desarrollo de las artes en este período. Las principales motivaciones para los artistas húngaros de este período se encontraban la representación de la propia historia nacional, y los festejos en torno a las celebraciones del “milenio” de la conquista del país por parte de los jinetes magiares, y el descubrimiento y valoración de las particularidades de la vida popular y de las particularidades del paisaje.
Mihály Munkácsy (1844-1900) contemporáneo de Monet y Liebermann, adquirió buena reputación internacional en Düsseldorf y en París, donde permaneció entre 1872 y 1896. Su fama se basó en su vigoroso realismo, pero manteniendo simultáneamente una ecaz “pintura de salón”, utilizando una amplia gama de temas que fueron desde las escenas de la alta sociedad y lujosas decoraciones hasta obras en torno a dramas sociales y las cruentas luchas de liberación.
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La luz y el color, en las obras de Munkácsy no fueron in uenciadas por la pintura al aire libre, siendo que solamente sus estudios tenían esa frescura e impulsiva espontaneidad.
László Páal (1846-1879), amigo de Munkácsy, vivió sus pocos años creativos en una situación muy difícil en París y Fontainebleau. Después de estudiar en Múnich, fue quien introdujo los principios de la Escuela de Barbizon en la pintura húngara.
El art nouveau, arte modernista o modernismo fue un movimiento artístico y decorativo internacional, desarrollado entre 1890 y 1914 aproximadamente. El ‘arte nuevo’, como su nombre en francés, se trataba de un estilo original, juvenil y moderno. Abarcó todas las artes, aunque se destacó especialmente en la arquitectura y las artes aplicadas.
Los antecedentes del art nouveau pueden encontrarse en el movimiento inglés Arts & Cra s (‘artes y o cios’), fundado por William Morris en 1861, el cual revalorizaba la artesanía tradicional y naturaleza en contra de la creciente industrialización. El art nouveau también valoró las artes aplicadas y la naturaleza, pero a diferencia del Arts ands Cra s, aprovechó los materiales y técnicas disponibles en la era industrial para crear un estilo moderno.
La importancia de este movimiento reside en que fue el último en abocarse a la observación de la naturaleza y el primero en abrir un vínculo con la era industrial. Gracias a esto, no solo cerró el siglo XIX y abrió el XX, sino que preparó la transición entre dos eras artísticas distintas.
El arte académico del siglo XIX estaba dominado por el historicismo, particularmente en arquitectura (neoclásico, neorrománico, neogótico, neobizantino, etc.). El art nouveau reaccionó contra eso y propuso un estilo moderno y propio para la época. Procuraba liberarse de la imitación y apostaba por un estilo urbano que se irradiara en todas las artes. De este modo, acompañó los intereses y gustos de la burguesía. De allí surgió un deseo profundo de originalidad y libertad que definió las características del movimiento.
Los artistas del art nouveau se inspiraron en las formas de la naturaleza. No se trataba simplemente de retratar animales o plantas. Los modernistas no imitaban la naturaleza. La observaban, la estudiaban y usaban sus principios formales para buscar nuevas ideas. Por ello, estudiaron los tallos, las raíces, las formaciones rocosas, las osamentas, los caparazones y toda clase de elementos. De allí tomaron las líneas y formas geométricas que le dieron originalidad y belleza al nuevo estilo.
Ya que en la naturaleza la línea recta no existe, el art nouveau adoptó la línea ondulante como rasgo distintivo, tanto en las artes aplicadas como en las conocidas bellas artes. Se manifestó en dos vertientes, frecuentemente superpuestas: una de inspiración vegetal, líneas asimétricas, sinuosas y entramadas, y otra basada en la geometría.
La asimetría fue otro rasgo común en el art nouveau. Esta característica permitía acentuar la sensación de dinamismo y ligereza con la que se interpretaban los tiempos modernos.
El arte modernista se caracterizó también por la variedad y la mezcla de estilos. En lugar de una estética uniforme, favoreció diversas soluciones formales por la in uencia de distintas corrientes estéticas, como el arte japonés, el arte de la India, el simbolismo, etc.
En art nouveau proliferan elementos decorativos u ornamentales, a través de los cuales procuran composiciones muy rítmicas y armoniosas. Los artistas aplicaron la línea en círculos concéntricos y, especialmente, el efecto coup de fouet. Este último consiste en la ondulación de una larga línea que recuerda el golpe de un látigo.
El art nouveau es re nado, lujoso y elegante. Usa materiales caros y procura acabados muy nos y delicados. Asimismo, comparte el mismo gusto por el arte japonés que con otros movimientos contemporáneos, como el simbolismo y el post impresionismo. Todo esto hace del art nouveau un estilo esteticista, donde el disfrute de la belleza es el valor supremo.
Los artistas y diseñadores del art nouveau valoraron las técnicas disponibles en la época industrial. Por ejemplo, la reproducción mecánica, xilografía y cartelismo. Asimismo, aprovecharon los materiales nuevos o le dieron nuevo uso a los ya conocidos. Algunos materiales comunes en el art nouveau fueron el hierro, la cerámica, el vidrio, los cristales, la madera, entre otros.