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Otra faceta destacada de su obra es su potentísima fuerza visual, que en buena parte procede de sus conocimientos sobre los mecanismos del medio publicitario. En 1963 creó la Factory, taller en el que se reunieron en torno a él numerosos personajes de la cultura underground neoyorquina. En 1963 inició una carrera cinematográ ca basada en los mismos principios que su obra plástica (como la reiteración visual), en ocasiones de fuerte contenido sexual y erótico:

. En una última etapa retornó a un formato más tradicional y rodó

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La unión entre el pop art y el cómic ha sido una unión natural e inevitable. El pop art nació en los años 60 a partir de imágenes provocativas que atacaban a las clases medias altas de las ciudades, sacando a la luz sus contradicciones más obvias. El cómic era una de las herramientas más útiles para plastas estas escenas. Críticas a la vida rutinaria de los estadounidenses, estereotipos femeninos en anun- cios publicitarios y dibujos mostrando sin censura escenas cortantes o poco formales. Estereotipos de mujeres explosivas y jóvenes de cabello largo soltando frases publicitarias, viñetas mostrando las peores costumbres de la gente, un cigarro o una mano rascándose partes íntimas. Además se tomaban imágenes de los cómics con algunos cambios con el propósito de mostrarle al mundo su re ejo con ironía. Aunque no todo es crítico sino también los sú- osaños60fueron losmejorenestiloPopArt,sino podemos conseguirmueblesoriginalesdela época,sipodemosconseguir reproducciones, son fáciles deencontrarpuesesunestilodedecoraciónmuypopular. Los muebles Pop Art se caracterizan por ser muebles decoloresvivosymuydinámicos,dejandoatrásloscolorespasteldeañosanteriores.

Henry Miller

Cambiamos de año y lo hacemos con un icono del modernismo que seguramente te sonará aunque sólo la hayas visto una vez porque no deja a nadie indiferente… El Marshmallow Sofa (sofá «nube»), diseñado en 1956, fue a la vez precursor del pop-art en el mundo del mobiliario y una de las creaciones más llamativas del arquitecto estadounidense George Nelson. Con esta creación, George Nelson transformó un sofá convencional en un objeto en tres dimensiones gracias al empleo de 18 asientos acolchados de los típicos taburetes de bar americano en distintos colores, de lo que resultó una pieza tan característica y particular que apenas se ha intentado diseñar nada parecido. El sofá Marshmallow se basa en un sencillo bastidor de acero que sujeta los dieciocho cojines independientes, convirtiéndolo en un sofá único en cuando al sistema de construcción se re ere.

Cada cojín está tapizado en un resistente acolchado de vinilo, tela o piel, y sus distintas tonalidades convierten cualquier estancia en un «lugar happy«. Su nombre en inglés emula a las características nubes-golosina por su acolchado tan característico, y a pesar de su apariencia, resulta un sofá tremendamente cómodo. Al Marshmallow sofá se le ha llegado a denominar como de en el sentido de un todo que explota en múltiples partes (en este caso los cojines). Parece ser una adaptación de la representación del átomo en el que los cojines de colores representan las partículas atómicas. Aunque originalmente se le llamó «Marshmallow love seat» el sofá se diseñó tanto para viviendas como o cinas, ya que sus medidas (130×80, con posibilidad de alargarlo al in nito), permitían su uso en ambas ubicaciones. En realidad, hay que decir que con el tiempo se supo que no fue Nelson el creador original, sino uno de los diseñadores de la rma, Irving Harper, ya que en aquella época se solían atribuir los diseños personales al estudio donde se trabajaba, en este caso George Nelson Associates, Inc. Al parecer, un vendedor de una compañía de plásticos Long Island presentó a George Nelson un ejemplo de la habilidad de la compañía para crear discos de espuma. Los al parecer reducidos costes hicieron que Nelson invitara a su diseñador Irving Harper a diseñar una pieza que incorporara los discos, lo que hizo en un n de semana. La fabricación no resultó después ni tan sencilla ni tan barata, convirtiendo este sofá en una pieza de lujo en lugar de un «commodity». No obstante, la rma Herman Miller se atrevió a comercializarla sacándola a la luz en 1956.

Verner Panton

Verner Panton fue una de las guras que más contribuyeron a la evolución del diseño durante los años sesenta y setenta. Además de experimentar con las formas y los colores, se sintió cautivado por las múltiples posibilidades del plástico, un material novedoso por aquel entonces. Su objetivo era crear una silla de una sola pieza que fuera cómoda y que pudiera utilizarse en cualquier sitio. Después de buscar durante años un fabricante, Panton se puso en contacto con Vitra en 1963. Juntos desarrollaron la Panton Chair, que se presentó en 1967. La preproducción de la Panton Chair comenzó en 1967. Causó sensación y recibió numeroUno de los primeros modelos de esta silla forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno de Nueva York. Actualmente la Panton Chair se considera un clásico del diseño moderno. La versión original, realizada en espuma rígida de poliuretano con acabado satinado, se comercializa bajo el nombre de Panton Chair Classic. En referencia al 50 aniversario de la Panton Chair, Marianne Panton habla de la vida con su marido, de la creación del icono de la silla y de las dos ediciones limitadas Panton Chrome y Panton Glow de 2018.

Eero Aarnio

No hay que confudir la Ball Chair y las copias autorizadas de la misma con la Sphere Chair, que según se indican en la página o cial de Eero Aarnio es una copia no autorizada que podemos distinguir porque el pedestal sobre el que se asienta la esfera es de metal pulido. Si quereis incluirla e vuestra casa podéis encontrar la Ball Chair original en Hive por unos 6500 dolares o bien consultar la lista de distribuidores de España. Si el presupuesto no os llega, siempre podeis adquirir una miniatura de este icono del diseño en la tienda del Vitra Design Museum por 213 euros. También hay disponibles muchísimos diseños basados en la Ball Chair, con precios muy variados, como el que podemos encontrar en Inmod desde 1675 dolares. En Inmod además disponen de una herramienta online para customizar y crear nuestra propia Ball Chair, incluso incluyendo si lo deseamos un sistema de audio.

El diseño de la Ball Chair nació a partir de la rme idea de su diseñador Eero Aarnio, de diseñar una silla para su casa, donde todavía hoy cuenta con la primera silla que se fabricó. Según Eero, diseñarla fue muy fácil, y más aún bautizarla. Tras realizar algunos bocetos el diseño era tan simple que se había convertido en una bola. Un armazón esférico, con el interior tapizado, y al que añadió un teléfono. En 1966 Eero presentó la silla en la Feria de Colonia. De esta manera se dió a conocer un diseño que perduraría en el tiempo marcando un hito en la historia del diseño, así como el reconocimiento de un diseñador que haría historia en el mundo del diseño y la decoración. Con el paso del tiempo, se han hecho algunas reinterpretaciones de la ball chair, como ésta, que convierte el diseño en una burbuja, la Bubble Chair. La Ball Chair es un diseño perfecto para vivir momentos de intimidad, ya que se trata de un espacio privado, dentro del compartido. Podemos colocarla en cualquier estancia, en el salón, en el dormitorio… pero seguro que todos nos la hemos encontrado en espacios comerciales. Tiendas de moda, hoteles, recepciones…

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