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2.2 Breve Historia de Conocoto
from Conocoto
El nombre de Conocoto, según algunas investigaciones, deriva de los vocablos quichuas “Cunun” (abrigado, cálido) y “Coto” (loma, promontorio), que traducidos al español significan loma abrigada.
La apreciación de que Conocoto es una loma es correcta, ya que se halla en una pequeña meseta ubicada a 150 metros sobre la planicie del valle, y lo de abrigada porque el Pasochoa y la Loma de Puengasí le protegen de los vientos fríos que soplan desde el Cotopaxi y desde la meseta de Quito respectivamente. (GADP Conocoto, 2015, p.23)
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El actual territorio del Valle de los Chillos, en el cual se encuentra Conocoto, se pobló hace más de 12.000 años, según investigaciones arqueológicas realizadas en el sector El Inga, al pie del cerro Ilaló. Esto permite lanzar la hipótesis de que el primer asentamiento humano del Ecuador se dio en este territorio.
Hay evidencias lingüísticas y cerámicas del asentamiento del pueblo Cara, venido del norte, entre 550 y 1140 DC. Posteriormente el Valle fue poblado por la cultura Panzaleo venida del sur, más tarde por la cultura Inca y terminó con la colonización española. (GADP Conocoto, 2015).
Conocoto fue transitado por grupos humanos nómadas que sobrevivían con la recolección de frutos silvestres y con la caza de animales, y más tarde, el conocimiento de las plantas les permitió su
domesticación y cultivo. El cultivo de maíz afianzó la agricultura y permitió el paso del nomadismo al sedentarismo en Conocoto (GADP Conocoto, 2015).
El asentamiento incásico más notable de la época aborigen, que se ha mantenido hasta nuestros días, es la parcialidad de Chachas. Se ubica en el cañón del mismo nombre en la falda de la Loma de Puengasí. Su nombre se deriva de la migración mitimae traída a este sector por los incas desde la zona de Chachapoyas, en el norte peruano (GADP Conocoto, 2015).
“Atahualpa se trasladaba al valle con un cargamento enorme de prendas de vestir para obsequiar a sus súbditos fieles y hermanos de raza y destino. Tales prendas eran trabajadas por manos de vírgenes, por las jóvenes doncellas del templo del sol de Quitwa y de Cotzasqui” (Gallardo: 1994, 9)
La construcción del centro poblado de Conocoto por parte de los españoles
Empieza aproximadamente en 1560. Se escoge la planicie asentada entre la quebrada de Pungu Huaico y el camino a Pintag. Se construyen 5 calles longitudinales de Sur a Norte y 7 transversales de Este a Oeste, con límites en las actuales calles Juan Montalvo al Sur, Bolívar al Norte, Ascázubi al Este y la quebrada de Pungu Huaico al Oeste. El pueblo se estableció con una población inicial de aproximadamente 700 habitantes. (Wikipedia, s/f)
A decir del cronista Manuel Albán, ex presidente de la Junta Parroquial de Conocoto, con la llegada de los Incas se impuso, entre otras cosas, el idioma quichua y la adoración y tributación al Inca. Más tarde, con la conquista española, la tierra comunitaria fue apropiada por encomenderos y religiosos y el número de personas se redujo notablemente por asesinatos o por el trabajo esclavizante en las mitas y obrajes o por las enfermedades traídas del viejo continente.
Con el tiempo, las encomiendas pasaron a constituir las grandes haciendas agrícolas y ganaderas emplazadas alrededor del caserío de Conocoto. La mayoría en manos de congregaciones religiosas (dominicos, agustinos y jesuitas) y otras en poder de los latifundistas españoles y sus descendientes.
La vida de Conocoto en tiempos de la colonia estuvo signada por el dominio absoluto de los blancos. La gente, en su totalidad india y mestiza, se dedicaba a la agricultura, a las artesanías y a las manifestaciones religiosas. Mucha gente humilde participaba en las haciendas como jornaleros ocasionales en las épocas de siembra, deshierba y cosechas. Según Rosendo Racines, directivo de Chachas, “Como pago recibían generalmente raciones de cereales y el permiso para recoger hierba y leña”. De Conocoto era la mano de obra artesana calificada que servía ocasionalmente en las haciendas.
En 1.775 la doctrina de Conocoto pasó a ser parroquia eclesiástica con el Nombre de San Pedro de Conocoto.
En la Independencia, Conocoto fue usado como paso de los patriotas que cruzaban hacia Chillo Compañía, en Sangolquí, a reunirse para fraguar la libertad de Quito. El General Antonio José de Sucre, al mando del ejército libertario llegó a la Hacienda Chillo y a la hacienda del Deán, ubicada en Conocoto, propiedad de la marquesa de Solanda, quien llegaría a ser su esposa.
La instauración de la República no significó cambio alguno en el orden social. La hacienda siguió siendo el núcleo de la economía del país y del sistema de explotación al indio.
El 29 de Mayo de 1861, en el primer gobierno del Dr. Gabriel García Moreno, la Convención Nacional decretó la División Política del Ecuador. Con esta ley se crearon provincias, cantones y un sinnúmero de parroquias entre las que constaba la de Conocoto.
Luis Antonio Llumiquinga, instructor de mecánica y cronista aficionado, aporta información sobre clases sociales en el Conocoto de los años 1950-60:
La distribución de la sociedad en castas o clases sociales existió en Conocoto: terratenientes, artesanos “blancos”, artesanos “indígenas”, agricultores de “tierra arriba”.
Los propietarios de las haciendas vivían en Quito, venían aquí a pasar vacaciones, se los veía pasear a caballo, pero no tenían contacto con el resto de la población sino a través de sus administradores y mayordomos. Los artesanos “blancos” de la población nunca dependieron directamente de
los hacendados, aunque realizaban trabajos para ellos, eran carpinteros, sastres, herreros, plomeros, zapateros, electricistas. Muchos tenían sus negocios de abarrotes o ropa. Existían también en la población algunos indígenas que eran artesanos y tenían propiedades; eran albañiles, picapedreros, peluqueros o agricultores de sus propios terrenos. Los últimos de la rueda eran los trabajadores de las haciendas, llamados despectivamente “de tierra arriba”, ya que sus huasipungos estaban por lo general situados en las lomas. Sus condiciones de vida eran precarias, carecían de agua potable y electricidad.
Las familias se formaban respetando siempre la clase social a la que pertenecían, era un tremendo deshonor emparentarse con alguien de una clase social más baja. (Llumiquinga, 2018 mimeo)
La construcción de las carreteras empedradas Quito - Conocoto - Sangolquí y la Conocoto - Amaguaña, y la creación de las primeras escuelas fiscales ordenadas por el General Eloy Alfaro, fueron factores decisivos en el desarrollo de nuestra población. Conocoto pasó a ser el paso obligado hacia el resto del Valle de los Chillos.
Pero el impacto más notable que cambió la fisonomía de la población, la tenencia de la tierra, la condición laboral y social de los pobladores de Conocoto, especialmente los del sector agrario, fue la promulgación de la Ley de Reforma Agraria en la década de los sesenta del siglo anterior. La puesta en vigencia de este instrumento jurídico significó el fin de las haciendas. Las tierras labrantías fueron vendidas, se acabó la producción agrícola y ganadera.
Los huasipungueros se quedaron sin trabajo, sin vivienda y sin huertas. Recibieron en compensación cangaguales improductivos, sin agua ni caminos y sin asistencia técnica ni económica. Muchos vendieron a los traficantes de tierras. La necesidad de vivienda, la gran oferta de tierras, el clima y la cercanía a Quito hizo que se produjera una gran afluencia de gente hacia Conocoto. Aparecieron asentamientos que fueron creciendo en forma caótica, sin servicios básicos, sin planificación, regulación ni control. No se construyeron caminos que interconecten la parroquia con los nuevos asentamientos si no que se siguieron utilizando los caminos antiguos de hacienda.
Por la falta de un instrumento de planificación urbana existió un crecimiento desordenado directamente relacionado con el deterioro de la calidad ambiental y de los recursos naturales (Cabezas, Lincango, 2015).