Gracias a ti

¡GRACIAS A TI!

A María Luz, la madre de mis hijos.

Gracias a ti el silencio se ha hecho senderos floridos, de gritos y alegrías.

Gracias a ti, del mundo se ha desprendido una familia y con ella, las grandes alegrías y tristezas de vivir y gozar con los hijos.

Gracias a ti la tranquilidad de cada día se ha hecho potable.

Gracia a ti, estoy aprendiendo a ser padre; es tan, pero tan difícil que cada día descubro nuevos desafíos.

Gracias a ti, y a pesar de ti, los libros no me abandonan, camino con ellos todos los días.

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Gracias a ti, Mariluna, conozco la ternura y la ira disciplinaria que a veces me hace, pensar que eres otra.

Gracias a ti, jefa del hogar. Sabes que sin ti, sin tu arte de maga que se hace aduana: el dinero se haría paloma y volaría, y nos dejaría sin nada, sin nada.

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