Boletin n°2

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AÑO Nª1

BOLETÍN USP-JCM Nº02 JULIO-AGOSTO 2008 S/ 1.00

No hagamos cuestión de etiquetas ni de títulos

Somos todavía pocos para dividirnos

114 ANIVERSARIO

La vida de dos líderes socialistas ejemplos de moral revolucionaria

80 ANIVERSARIO


EDITORIAL

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Director fundador: Gil Castro Torres Director Interino: Guillermo Yucra Secretario de Consejo: Freddy Alca Área Educativa: Miguel Aragón Área Administrativa: Bryan Serrano Área Política: Jaime Lastra Domínguez Área Investigación: Pedro Quintana

Boletín USP-JCM Nº2 Director: Guillermo Yucra Edicion: Jaime Lastra Jefe de Redacción: Freddy Alca Equipo de redacción: Luz Rojas & Alfredo Persico Administrador: Jorge Ramírez Diseño y diagramación: José Carlos Chaparro Colaboradores: José Romero José Cruzado Pedro Quintana Ricardo Oliveros Martín Guerra Ronald Torres Eduardo Vargas Miguel Aragón. Cortesía Impresión E-mail: uspjcm@gmail.com

e incrementa el protagonismo de las masas. Son cada vez más intensas las luchas sociales que se libran en todo escenario donde las demandas sociales han sido largamente postergadas. En la lucha de clases vemos reflejado el creciente despertar de una conciencia que es para los pueblos esperanza en el porvenir, la fuerza incontenible del cambio social. La palanca de la historia encuentra en el interior del país, las condiciones propicias para su desarrollo. Nuestras regiones se encuentran en pie de lucha. Ayer fueron Ilave, Ancash, Loreto, Ucayali, Ayacucho, Huanuco, etc.; y hoy es Moquegua que nos deja grandes lecciones de unidad y lucha. El gobierno de turno fiel a su carácter opresor aplica mayor persecución, más balas y más bombas, contra el campo popular. Hemos sido testigos de cómo la unidad de Moquegua ha impedido que se realizara la carta libre a las “fuerzas del orden” para disparar a mansalva. Un General, consciente de su desventaja, optó por lo prudente. La ofensiva de la clase dominante, levantando las banderas del imperialismo, quiere consumar su más añorado sueño, su paraíso chatarra, artificial de más neoliberalismo y más explotación. La avalancha de decretos ejecutivos, del “legislador” García y cia., como en los mejores tiempos del fujimorato, promulgados en los últimos días van allanando el camino para la profundización de la política privatizadora. A la vez que van agudizando problemáticas que son la caja de pandora, el nudo de las contradicciones y conflictos sociales de hoy en día. Los trabajadores se ven amenazados por la restricción de sus derechos laborales (vacaciones a 15 días, rebaja de CTS, fin de gratificaciones, despido acelerado, etc.), medidas que se complementan con la política antisindical que practica el gobierno. Nuestras comunidades andinas y amazónicas se ven también profundamente afectadas por el libre comercio de sus tierras comunales, con la finalidad de capitalizarlas en favor de los enclaves transnacionales. El movimiento estudiantil y magisterial reacciona y lucha frente a la embestida de los proyectos de ley anti-universitaria y de municipalización educativa, que buscan legitimar los procesos de privatización que cada vez más restringen a los sectores populares de su derecho a la educación. Las próximas jornadas que el pueblo prepara son un escenario proclive para la expresión generalizada de la lucha a nivel nacional, y no cabe duda de que se acreciente este espíritu de lucha y de protesta. Las organizaciones agrarias pararán los días 8 y 9 de julio. Los pueblos amazónicos los días 8, 9 y 10 de julio. La macrorregión sur el 9 de julio. Incluso en Lima, epicentro de la reacción, se avizoran mejores perspectivas para movilizaciones masivas. Los comités pro-paro y las nuevas formas de lucha que el pueblo viene construyendo a nivel local y regional, van creando situaciones nuevas que pueden favorecer una política renovadora. Hay que luchar por dotar de organización y dirección al movimiento popular. Es una necesidad urgente superar los estrechos límites de la mera reivindicación y protesta. El Paro Nacional que se avecina, puede ser el germen de una conciencia revolucionaria. Partiendo de los deseos de las masas, los diversos sectores de vanguardia deben buscar progresivamente, entenderse y confluir en una propuesta programática de cambio social. Fortalezcamos en los hechos los espacios comunes de organización que se van gestando. Tengamos vocación estratégica, asimilando, con sentido creador, la práctica social y la experiencia de lucha y unidad de las masas. El Director.

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“El privilegio de la educación persistía por la simple razón de que persistía el privilegio de la riqueza y de la casta” “No es posible democratizar la enseñanza de un país sin democratizar su economía y sin democratizar, por ende, su superestructura política” José Carlos Mariátegui.

CULTURA LITERATURA Y SOCIEDAD

Y EL DÍA LLEGARÁ José Romero

Yo no quiero derramar mis lágrimas en estas tierras que apestan a rayos, Ni quiero con mi dolor aumentar el dolor de este mundo desquiciado. Yo no quiero entristecerme, ni atormentarme por estas tierras que no valen ni el ojo de un insecto Yo no quiero cantar dramáticas canciones al amanecer Ni que mi brazo izquierdo se subleve Contra Dios y la Sotana. Yo no quiero que en mi pecho llore el amor, Ni quiero que el hombre deje de soñar. Quien se sienta ultrajado en sus lágrimas que luche mil veces Quien de su ojera sienta pena que luche cien mil veces Quien sienta que no ha dormido para que otros duerman Que luche un millón de veces Que Que Que Que

alisten sus huesos los que no tienen huesos, golpeen al cielo los humillados pisen fuerte en la tierra los sin sombra el día llegará, hambriento de amor y de alegría

A LA VIDA SÍ En la realidad se encuentra la verdad, desplazada del silencio sin compañía, el espacio alborotado, desaliño en la idea, es toda bulla sin contemplar la paz Rota la esperanza, queda en el bolso un recodo de oportunidad, realidad sin esquivas, atrapas al más débil y destronas al más fuerte; pero hoy te equivocaste, mira este pecho que resiste tus embates, graba esta mirada decidida llena de esperanza, fuera de lo normal enfrento mi destino y ganaré Esta debilidad erguida, tan dentro, siniestra la he vencido, gracias a la fe del iluminado, y la vida renace en un capullo dorado, como premio al esfuerzo del interior Hoy amigos les digo, tomen la decisión de ser mejores, pues la vida es una sola y sólo tú decides. José Cruzado Gamboa (Poesía ganadora del VI Concurso de Juegos Florales “ALEJANDRO ROMUALDO-Poesía 2006”)

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HOMENAJE

“La revolución no es un golpe de mano. Es una obra multitudinaria. Es una obra de la historia. Los comunistas lo saben bien. Su teoría y su praxis se han formado en la escuela y la experiencia del materialismo histórico. No es probable, por ende, que se alimenten de ilusiones.” José Carlos Mariátegui.

Mariátegui

Único”.(01). Fueron estas investigaciones preliminares, sobre el primero de los factores, sobre el factor humano, las que posteriormente le permitieron a Mariátegui desarrollar los “Siete ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”. Precisamente, por tener esta raíz, que fue a su vez la columna vertebral de todo el libro, estos ensayos fueron tan profundos y siguen manteniendo su vigencia, no obstante los ochenta años trascurridos hasta la actualidad.

Miguel Aragón

y el factor humano

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ara Mariátegui la evolución de las relaciones económicas, políticas y culturales, son formas de la evolución del hombre, porque el hombre es el factor primario de la sociedad. En el artículo “La Unidad de la América Indo-Española” explica “de una comarca de la América española a otra comarca varían las cosas, varía el paisaje; pero casi no varía el hombre. Y el sujeto de la historia es, ante todo, el hombre. La economía, la política, la religión son formas de la realidad humana. Su historia es, en esencia, la historia del hombre”. (JCM, “Temas de Nuestra América”, Pág. 16. Artículo escrito en diciembre de 1924, en momentos que planificaba el inicio de su libro sobre el Perú).

- III Cuestionando las posturas de los representantes de la clase dominante, que privilegian la función de la inversión de capitales, o la imagen del país ante los inversionistas extranjeros, como aspectos fundamentales para el desarrollo del país, Mariátegui explica que “el error y el pecado de los profetas del progreso peruano y de sus programas han residido siempre en su resistencia o ineptitud para entender la primacía del factor biológico, del factor humano sobre todos los otros factores, si no artificiales, secundarios. Este es, por lo demás, un defecto común a todos los nacionalismos cuando no traducen o representan sino un interés oligárquico y conservador” (JCM, “Peruanicemos el Perú”, Pág. 68) Precisando las características propias de la realidad peruana, expone que “La política peruana –burguesa en la costa, feudal en la sierra- se ha caracterizado por su desconocimiento del valor del factor humano. Su rectificación, en este plano como en todos los demás, se inicia con la asimilación de una nueva ideología. La nueva generación siente y sabe que el progreso del Perú será ficticio o por lo menos no será peruano, mientras no constituya la obra y no signifique el bienestar de la masa peruana, que en sus cuatro quintas partes, es indígena y campesina” (Ibíd., Pág. 68) En el libro “Siete Ensayos” Mariátegui investiga en sus múltiples aspectos la evolución económica, social, política, educativa, religiosa, administrativa y cultural de nuestra realidad. En todos ellos destaca la prioridad del factor humano. En particular, el ensayo “El proceso de la Literatura” fue un diagnóstico de la evolución social y espiritual, psicológica e intelectual, del hombre peruano a través de las diversas etapas de su desarrollo. Recomendamos su estudio, estudio que nos plantea la tarea de continuar con la investigación del desarrollo del hombre peruano, cubriendo las etapas posteriores, hasta llegar a la actualidad. En el ensayo “Proceso de la Instrucción Pública” expone una idea que es fundamental para comprender la posición de Mariátegui sobre el papel del hombre en la historia, dice allí “El destino del hombre es la creación. Y el trabajo es creación, vale decir liberación. El hombre se realiza en su trabajo”. Para cumplir dignamente su jornada, cada generación tiene el deber de realizar su gestión comenzando por el análisis de su propio factor humano. 14 de junio de 2008 (01) La mayoría de artículos que se mencionan siguen siendo poco conocidos, todavía no están incluidos en la “Colección Obras Completas de Mariátegui”. Para superar esta deficiencia, hemos publicado breves reseñas en la revista “Polémica” Nº 03 y Nº 04, de febrero y mayo de 2002 respectivamente. Ahora esperamos poder seguir nuestra labor de divulgación a través de este Boletín de la Universidad Socialista del Perú.

-IPara la interpretación de la realidad peruana, Mariátegui comenzó la investigación por el factor principal, el factor humano. En el artículo “El progreso nacional y el capital humano” expone que “Los que arbitraria y simplísticamente, reducen el progreso peruano a un problema de capital áureo, razonan y discurren como si no existiese, con derecho a prioridad en el debate, un problema de capital humano. Ignoran u olvidan que, en la historia, el hombre es anterior al dinero. Su concepción pretende ser norteamericana y positivista. Pero, precisamente, de nada acusa una ignorancia más total que del caso yanqui. El gigantesco desarrollo material de los Estados Unidos no prueba la potencia del oro sino la potencia del hombre. La riqueza de los Estados Unidos no está en sus bancos ni en sus bolsas, está en su población.” (JCM, “Peruanicemos el Perú”, Pág. 67) - II Al regresar de Europa su principal preocupación fue investigar la situación en que se encontraba el movimiento de las masas trabajadoras en el país. Después de ese diagnóstico, continuaría con el estudio de la evolución económica, política y cultural. Entre sus primeros artículos y conferencias, escritos entre marzo de 1923 y abril de 1924, destacan “El proletariado peruano y la revolución social”, “Mensaje al III Congreso Indígena”, “Los intelectuales y la revolución”, “La crisis universitaria: crisis de maestros, crisis de ideas”, “Las universidades populares”, y “La nueva generación y la revolución social”. Al iniciar el estudio de la realidad peruana, Mariátegui se dedicó no solo al estudio de las teorías sino, principalmente, al estudio directo de los problemas y del alma de los trabajadores, con los cuales se vinculó, organizó y combatió. Como resultado de esas primeras investigaciones, elaboró también sus primeras propuestas, propuestas de renovación, las cuales están expuestas en “Reivindicación y defensa de las garantías obreras y sindicales”, “La Universidad Popular y el dogma”, “¡Trabajadores manuales e intelectuales!”, “Discurso en la Inauguración de la Sociedad Obrera Claridad”, y en “El 1º de Mayo y el Frente

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“Soy revolucionario. Pero creo que entre los hombres de pensamiento neto y posición definida es fácil entenderse y apreciarse, aún combatiéndonos. Con el sector político que no me entenderé nunca es el otro: el del reformismo mediocre, el socialismo domesticado, el de la democracia farisea.” José Carlos Mariátegui.

HOMENAJE

SOBRE LA MORAL REVOLUCIONARIA Freddy Alca

L

a vida heroica de José Carlos Mariátegui es un ejemplo vital de moral revolucionaria. El hombre hecho mito vuelve a ser hombre ante nuestros ojos, se evidencia un ser humano que ha desarrollado su potencial pese a las dificultades. Así la vida de Lenin, Mao, Che Guevara y otros revolucionarios, son ejemplos vivos de moral revolucionaria. A través de sus escritos conocemos lo que pensaron y vivieron en circunstancias difíciles de lucha. La moral revolucionaria, son reglas que orientan nuestra vida, potencian nuestros actos, nos disciplinan y forman una voluntad férrea. Es la moral superior del hombre nuevo que busca una sociedad nueva que se construirá por el desarrollo mismo de la humanidad. El revolucionario no se obsesiona por las cosas, está libre de ellas, las considera a todas temporales, en movimiento y cambiante.

El revolucionario no es dogmático, es creador y flexible. A través de dicho criterio orienta su accionar político y su vida cotidiana. El revolucionario es solidario y recíproco, no tiene el espíritu egoísta ni posesivo, no hace suyo el espíritu autoritario. El revolucionario ante todo vive en cada acto de su vida con una finalidad y un ideal, “un alto ideal” como señalara Mariátegui y ésta es la de forjar la revolución. El revolucionario actúa con inteligencia y audacia, es humilde pero no tonto, y combate la guerra que las clases opresoras han puesto de relieve y analiza cada movimiento de ella. El revolucionario ante todo evita contaminarse de corrupción, de degradación. Practica lo que dice y es consecuente con su palabra dada y conforme su conocimiento de la lucha de clases.

Mi Vida en Pocas Palabras* "Aunque soy un escritor muy poco autobiográfico, le daré yo mismo algunos datos sumarios. Nací el 95*. A los 14 años entré de alcanzarejones en un periódico. Hasta 1919 trabajé en el diarismo, primero en "La Prensa", luego en "El Tiempo", finalmente en "La Razón". En este último diario patrocinamos la reforma universitaria. Desde 1918, nauseado de política criolla me orienté resueltamente hacia el socialismo, rompiendo con mis primeros tanteos de literato inficionado de decadentismo y bizantinismo finiseculares, en pleno apogeo. De fines de 1919 a mediados de 1923 viajé por Europa. Residí más de dos años en Italia, donde desposé una mujer y algunas ideas. Anduve por Francia, Alemania, Austria y otros países. Mi mujer y mi hijo me impidieron llegar a Rusia. Desde Europa me concerté con algunos peruanos para la acción socialista. Mis artículos de esa época señalan estas estaciones de mi orientación socialista. A mi vuelta al Perú, en 1923, en reportajes, conferencias en la Federación de Estudiantes, en la Universidad Popular, artículos, etc., expliqué la situación europea e inicié mi trabajo de investigación de la realidad nacional, conforme al método marxista. En 1924 estuve, como ya lo he contado, a punto de perder la vida. Perdí una pierna y me quedé muy delicado. Habría seguramente ya curado del todo con una existencia reposada. Pero ni mi pobreza ni mi inquietud espiritual me lo consienten. No he publicado más libros que el que Ud. conoce. Tengo listos dos y en proyecto otros dos. He aquí mi vida en pocas palabras. No creo que valga la pena hacerla notoria; pero no puedo rehusarle los datos que Ud. me pide. Me olvidaba: soy un autodidacta. Me matriculé una vez en letras en Lima, pero con el solo interés de seguir el curso de latín de un agustino erudito. Y en Europa frecuenté algunos cursos libremente, pero sin decidirme nunca a perder mi carácter extrauniversitario y, tal vez, si hasta anti-universitario. En 1925 la Federación de Estudiantes me propuso a la Universidad como catedrático en la materia de mi competencia; pero la mala voluntad del Rector y, seguramente, mi estado de salud frustraron esta iniciativa." De la carta de fecha 10 de enero de 1928**, enviada por J. C. Mariátegui al escritor Samuel Glusberg.

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* JCM no nació el 95 como aquí se consigna. Guillermo Rouillón ha probado documentadamente la fecha exacta y el lugar de nacimiento del Amauta. Véase “La Creación Heroica de JCM”. La Edad de Piedra. Tomo I. pp. 40-42. ** Apuntes autobiográficos consignados por JCM a través de su correspondencia con Samuel Glusberg (Enrique Espinoza), director de la revista La Vida Literaria y, que posteriormente aparecería publicada en su número del mes de mayo de 1930, con motivo de homenaje al Amauta. Para la presente edición hemos decidido titularla con una frase extraída del propio texto: “Mi Vida en Po c a s Pa l a b r a s ” . V é a s e l a contracarátula de los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Empresa Editora Amauta. *** Carta fechada equívocamente (10 de Enero de 1927) en la contracarátula de las ediciones populares de los 7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana. Aparece bajo el título de “Apuntes Autobiográficos de J. C. Mariátegui”. La fecha exacta de la carta data del 10 de enero de 1928. Véase Guillermo Rouillón. BioBibliografía de JCM. Dpto. de Publicaciones de la UNMSM. Lima. 1963. p. 207.


FACTOR HUMANO

“El hombre llega para partir de Nuevo” José Carlos Mariátegui.

MARIÁTEGUI Y LA PSICOLOGÍA DIALÉCTICA

Ricardo Oliveros Mejía.

L

Mariátegui, considerando principalmente sus planteamientos sobre las cuestiones de la conciencia de clase y su proceso de formación, sus críticas a la mentalidad sanchopancesca, sus planteamientos acerca de la gestión de la vida personal (psicología de los planes vitales, aspectos psicológicos de la trayectoria de vida personal, estrategias de formación personal) y sobre el horizonte emancipador de la conducta personal de los militantes de la revolución proletaria, considerando las crisis existenciales de los revolucionarios y el perfil psicológico de los reaccionarios. En tercer lugar, comentarios críticos sobre el psicoanálisis con relación a la psicología dialéctica en la década prodigiosa de Mariátegui (1921-1930) y en el siglo XXI. Aquí nos interesa destacar el enfoque de Mariátegui sobre los pioneros puritanos y su papel en el desarrollo social: a) con relación a los aspectos psicológicos del proceso de configuración de la subjetividad emprendedora, es decir, el enfoque de Mariátegui sobre los emprendedores sociales en el siglo XXI y b) con relación a los aspectos psicológicos del proceso de individuación solidaria en la dinámica de formación de la personalidad, es decir, el enfoque de Mariátegui acerca del perfil psicológico y moral de los revolucionarios.

a dimensión personal y psicológica es un tema de vital importancia para el siglo XXI. Al respecto, una vez más, la guía de Mariátegui es necesaria. Así, entre sus cualidades extraordinarias, Mariátegui también fue un psicólogo, especialmente sensible al impacto de las condiciones socio-históricas en la dinámica de la vida subjetiva de la sociedad, enfatizando en la gestión de la subjetividad en las personas, en los grupos y las clases sociales. Los temas que Mariátegui abordó, en la perspectiva que acabamos de señalar, son diversos pero siempre orientados a fortalecer las cualidades psicológicas del espíritu revolucionario. Por tanto, la elaboración de reflexiones que destaquen, profundicen y desarrollen los temas psicológicos abordados por el Amauta constituyen el núcleo central del tema que denominamos: “Mariátegui y la psicología dialéctica”. En nuestra opinión, solamente en dos ocasiones se ha abordado las cuestiones de psicología en Mariátegui, que es diferente a hablar de las consideraciones de Mariátegui sobre el psicoanálisis, desarrollado alrededor del texto “Defensa del marxismo”. La primera ocasión, de manera indirecta, César Guardia Mayorga en su texto “Psicología del hombre concreto” (1967), desarrolla los temas de la psicología con una orientación dialéctica, es un esfuerzo valioso de síntesis teórica que expresa un proceso de asimilación crítica y aplicación creadora. A nuestro parecer cumplió un papel en el desarrollo de las ideas psicológicas en el Perú, para comenzar un tratamiento científico de los temas de la psicología. La segunda ocasión, de manera directa, Raúl Gonzales en un interesante ensayo titulado “Problemas de la Psicología en V. I. Lenin y J. C. Mariátegui” (1970), realiza una serie de planteamientos que es necesario tomar en cuenta actualmente. Ahora, en el siglo XXI, en las condiciones complejas que nos plantea la globalización y el individualismo neoliberal, es un desafío abordar desde la perspectiva de Mariátegui las cuestiones claves de la psicología dialéctica, especialmente porque (hasta donde tenemos conocimiento) ninguno de los dos autores volvió sobre sus escritos, ni se realizaron estudios posteriores que continuaran sus orientaciones y planteamientos. Se trata un problema teórico cardinal, la construcción de una psicología dialéctica en relación al marxismo de Mariátegui, que debe ser desarrollado desde una perspectiva socio-histórica. Esa es la tarea a desarrollar, porque en el marxismo de Mariátegui están presentes los elementos claves de la psicología dialéctica. Nuestro programa de trabajo consiste en desarrollar en primer lugar, la concepción del marxismo en el pensamiento de Mariátegui, para concretar las relaciones que tiene con la dinámica de construcción de la psicología dialéctica. En tal sentido, se reflexiona sobre la concepción del socialismo y de la revolución en relación a la concepción del desarrollo humano y a la formación del hombre nuevo, desarrollando la temática del florecimiento humano con especial referencia a la temática del amor y de la felicidad en el pensamiento del Amauta. En segundo lugar, realizar ensayos acerca de la psicología dialéctica en

Nota final. Decimos: “Nuestro programa de trabajo…” en la medida en que lo hemos expuesto, en líneas generales y con preguntas y respuestas de los asistentes, en el Curso “MARIÁTEGUI Y LA PSICOLOGÍA DIALÉCTICA” de la Universidad Socialista José Carlos Mariátegui y porque lo vamos a desarrollar en una serie de artículos.

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“Pertenecen a los espíritus mezquinos, sin horizontes y sin alas, a las mentalidades dogmáticas que quieren petrificar e inmovilizar la vida en una fórmula rígida, el privilegio de la incomprensión y del egotismo sectarios.” José Carlos Mariátegui.

¿Qué es la vida?

FACTOR HUMANO

concepto; hacerlo sería negarle toda capacidad de imaginación. Sin embargo, en la medida que el tiempo envejece a la emoción esta no escapa del cascarón antropológico que la historia humana no ha sido capaz de realizar. La muerte de una conciencia que quiere ir más allá de los fútiles juegos del lenguaje, de la filosofía de la decadencia, demuestra todo lo político de una existencia que no puede imaginar en la razón un proyecto de sociedad alternativo a los desperdicios de la civilización. Al retroceder la vida a los espasmódicos rincones de la irracionalidad, la configuración de un programa de reencuentro con la naturaleza deberá descansar en la creación de un legendario discurso que pueda sumergir la pedante metafísica en la sensibilidad popular. Solamente un lenguaje que se atreva a ser confeccionado en las clandestinidades del ser, y que pueda dirigir las potencialidades olvidadas de las categoría populares a la reinvención histórica de lo arcaico, tendrá la capacidad de edificar una auténtica gramática que escape a los rasgos deformados de una interioridad que siempre se atasca en la mera inmadurez. En tanto los seres que resisten en la absurdidad del mundo administrado estén desprovistos del conocimiento para resistir los embates de la sociedad del consumo que adoctrina conciencias, será muy difícil que la experiencia cotidiana pueda escapar creativamente de las cloacas de la civilización, del mundo oscuro de la ignorancia. Mientras el hombre siga sobreviviendo en los laberintos de la producción, no percibiendo otra cosa más que la artificialidad del sistema, la vida seguirá siendo perseguida por los tentáculos de la racionalidad instrumental. Huir de la insignificancia, de la implacable selva de cemento, significaría transgredir los frívolos límites nihilísticos en donde se liquida toda esperanza de reconciliación, hacia una novedosa experiencia de fantasía histórica que devuelva al ser humano la propiedad sobre un proceso social que lo cosifica día a día. Escapar al tiempo como proponía Octavio Paz, es reencantar la geografía con sensaciones que cultiven un espíritu no reificado, es fundir toda la abstracción en una corriente vital que no necesite fabricar conceptos hipócritas, es imaginar algo que es inimaginable. Si el mundo quiere rematerializar la existencia debe liberar la vida de los procesos dialécticos truncos que retienen toda la energía, reorientándola en dirección de un proyecto colectivo que supere la cárcel del lenguaje capitalista con la extensión de una ontología de carne y hueso en la cual el hombre pueda ser completamente natural y libre. No solo es la desviación cínica del deseo lo que la destierra de una realidad carente de razón sino la misma soberbia de la metafísica tecnocrática la que le arrebata todo la potencialidad para derribar las murallas de la seducción abstracta. El dominio del capitalismo estriba hoy en día es que se identifica con el devenir del río que escandalosamente explota. La vida debe ir más allá del lenguaje, con el concepto más allá del concepto.

Ronald Torres

E

n la oscuridad del ser, en aquel paraje oculto en donde la razón instrumental no penetra, se desarrolla convulsivamente una corriente vital que es la negación del espacio-tiempo histórico del capitalismo. Un ámbito sin propiedades, sin formas, al cual el formalismo descarado de la civilización no tiene acceso y al que, sin embargo, manipula al extremo de agotar todas las reservas pulsionales que es capaz de exhibir una naturaleza que existe solamente como factor de producción. Al liberarse de la armonía natural el ser social no sólo la convierte en fuente de dominio, sino que además la manipula obsesivamente trocándola en un espacio artificial que es la marca triunfante de un proceso que no se sacia de explotar lo natural. Así como el ser es olvidado en la abstracción de una metafísica que condena la energía al reservorio siempre violentado de la vida cotidiana, así también la vida es defraudada por un proceso histórico que la divorcia de las infinitas dialécticas que el sistema se atreve a promocionar. La vida que se defiende inútilmente de las violaciones que la razón pervertida incansablemente le ocasiona, es un sujeto que nace siempre renovado con las ganas vivas de salvar al individuo de los abismos regresivos que el progreso técnico produce. Cuanto más se levantan innumerables condiciones subjetivas que ambicionan reencontrar la ingenuidad, ahí donde el ser la desplazó por la sabiduría científica, tanto más el proceso imparable de la producción las embauca en situaciones llenas de incertidumbre y frustración. La sabia metodología del sobrevivir en un medio social en que las expectativas son postergadas cruelmente, delata que los desarrollos funcionales no cumplen ciertamente con las innobles promisiones de una formalización que no para de fabricar sentimientos negativos con respecto al mundo existente. Lo dado, es el espacio en donde brota inocentemente la vida, la certeza sensible de Hegel que necesita desesperadamente de hallar condiciones objetivas para proyectarse a un más allá de prosperidad y plenitud. Sin este proyectarse que es una enajenación es imposible que la existencia pueda probar la miel de la realización individual. La intensidad con que el alma se aferra a lo sensible, a la hechura de lo ideológico, revela no sólo que la normatividad la vacía de su contenido revolucionario concreto, sino que además la vida ya no desea ser taimada por un proceso objetivo que la condena a la negatividad. La vida no puede quedarse en los refugios del instinto, pero al aliarse al concepto demuestra que la modernidad no es un proceso social infectado desde sus inicios, sino una ilusión que desde su génesis provoca escisiones y fragmentaciones que una dialéctica posterior promete unificar. Al identificarse el capitalismo, un proyecto político desquiciado desde sus orígenes, con la dialéctica de la ilustración éste hasta en esta época de salvaje tecnificación del mundo es capaz de contener el avance ciego de una revolución que perece vulgarmente en el lecho de la sensualidad. La vida no puede prescindir del

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CONSTRUCCION SOCIALISTA

“Yo participo de la opinión de los que creen que la humanidad vive un período revolucionario. Y estoy convencido del próximo ocaso de todas las tesis reformistas, de todas las tesis evolucionistas.” José Carlos Mariátegui.

ADVERTENCIA

Del libro “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana” José Carlos Mariátegui Ich will keinen Autor mehr lesen, dem mananmerkt, er wollte ein Buch machen: sondernnur jene, deren Gedanken unversehensein Buch wurden.NIETZSCHE, Der Wanderer und sein Schatten.

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eúno en este libro, organizados y anotados en siete ensayos, los escritos que he publicado en "Mundial" y "Amauta" sobre algunos aspectos sustantivos de la realidad peruana. Como LA ESCENA CONTEMPORÁNEA, no es éste, pues, un libro orgánico. Mejor así. Mi trabajo se desenvuelve según el querer de Nietzsche, que no amaba al autor contraído a la producción intencional, deliberada, de un libro, sino a aquél cuyos pensamientos formaban un libro espontánea e inadvertidamente. Muchos proyectos de libro visitan mi vigilia; pero sé por anticipado que sólo realizaré los que un imperioso mandato vital me ordene. Mi pensamiento y mi vida constituyen una sola cosa, un único proceso. Y si algún mérito espero y reclamo que me sea reconocido es el de -también conforme un principio de Nietzschemeter toda mi sangre en mis ideas. Pensé incluir en este volumen un ensayo sobre la evolución política e ideológica del Perú. Mas, a medida que avanzo en él, siento la necesidad de darle desarrollo y autonomía en un libro aparte. El número de páginas de estos 7 ENSAYOS me parece ya excesivo, tanto que no me consiente completar algunos trabajos como yo quisiera y debiera. Por otra parte, está bien que aparezcan antes que mi nuevo estudio. De este modo, el público que me lea se habrá familiarizado oportunamente con los materiales y las ideas de mi especulación política e ideológica. Volveré a estos temas cuantas veces me lo indique el curso de mi investigación y mi polémica. Tal vez hay en cada uno de estos ensayos el esquema, la intención de un libro autónomo. Ninguno de estos ensayos está acabado: no lo estarán mientras yo viva y piense y tenga algo que añadir a lo por mí escrito, vivido y pensado. Toda esta labor no es sino una contribución a la crítica socialista de los problemas y la historia del Perú. No faltan quienes me suponen un europeizante, ajeno a los hechos y a las cuestiones de mi país. Que mi obra se encargue de justificarme, contra esta barata e interesada conjetura. He hecho en Europa mi mejor aprendizaje. Y creo que no hay salvación para Indo-América sin la ciencia y el pensamiento europeos u occidentales. Sarmiento que es todavía uno de los creadores de la argentinidad, fue en su época un europeizante. No encontró mejor modo de ser argentino. Otra vez repito que no soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano. Estoy lo más lejos posible de la técnica profesoral y del espíritu universitario. Es todo lo que debo advertir lealmente al lector a la entrada de mi libro. Lima, 1928.

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“Hay que despojarse radicalmente de viejos dogmatismos, de desacreditados prejuicios y de arcaicas supersticiones”. “No hay en mí dogmatismo alguno. Lo que si hay es convicción, pasión, fervor”. “Mi espíritu no es dogmático, pero si afirmativo”. José Carlos Mariátegui.

CONSTRUCCION SOCIALISTA

Sobre la histórica Advertencia de José Carlos Mariátegui * Eduardo Vargas

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.- ¿Por qué Mariátegui empieza su libro “7Ensayos” con una advertencia, cuando la mayoría de autores escriben introducciones, prólogos, preámbulos? Parece ser que existía, y aún existe, un estilo sibilino de atacar las obras de un autor, destilando comentarios que prejuicien a los lectores. A JCM se le acusa de ser “europeizante” para desestimar sus propuestas como ajenas a la realidad peruana (a eso se referirá en el último párrafo de su histórica Advertencia). También se le dirá que su punto de vista es solo Socialista, por tanto su juicio no es “objetivo”. Mariátegui responderá, en otro momento, señalando que somos un país que da preponderancia a los rótulos. Por ello, desde el principio, en su Advertencia, va a señalar: “Mi pensamiento y mi vida constituyen una sola cosa, un único proceso”. Esta es, además, una declaración de que él es una persona integral. Por eso, pide que se entienda que su obra, como toda obra de análisis y crítica, expresa nítidamente su posición: “Si algún mérito espero y reclamo que me sea reconocido es el de -también conforme un principio de Nietzsche- meter toda mi sangre en mis ideas.” JCM espera que con este libro “el público que me lea se habrá familiarizado oportunamente con los materiales y las ideas de mi especulación política e ideológica.”

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una prueba de descargo a las acusaciones que recibió de “europeizante” (…) “ajeno a los hechos y a las cuestiones de mi país.”, que en replica las calificó de “barata e interesada conjetura” No solo es un rótulo puesto sin sustento real, sino que hay intereses detrás de esos rótulos descalificadores contra JCM porque poner el calificativo “europeizante” por delante y concatenar su posición socialista o marxista como expresión de esa influencia europea y pasar de inmediato a descartarla por no estar conectada a la realidad nacional y latinoamericana, implica llegar a la lógica de esa barata e interesada conjetura:

a) JCM tiene una visión distorsionada por mirar desde Europa. b) El marxismo es europeo. c) Por lo tanto, el pensamiento marxista de José Carlos Mariátegui esta ajeno a nuestra realidad y hay que descartarlo. Y hay que descartar el método marxista y el socialismo. Por eso, abiertamente va a declarar en esta advertencia: “He hecho en Europa mi mejor aprendizaje.” Pone énfasis en que la ciencia como el pensamiento, no se convierten en originales por empezar de “cero”, descartando la herencia universal de la ciencia y el pensamiento, el famoso “complejo de Adán” que se conoce. Por eso hace la siguiente declaración, que no ha sido rebatida y su obra es un ejemplo de análisis concreto de realidad concreta, aplicando el método marxista: “Y creo que no hay salvación para Indo-América sin la ciencia y el pensamiento europeos u occidentales. Sarmiento que es todavía uno de los creadores de la argentinidad, fue en su época un europeizante. No encontró mejor modo de ser argentino.” Al finalizar su advertencia escribe: “Otra vez repito que no soy un crítico imparcial y objetivo. Mis juicios se nutren de mis ideales, de mis sentimientos, de mis pasiones. Tengo una declarada y enérgica ambición: la de concurrir a la creación del socialismo peruano. Estoy lo más lejos posible de la técnica profesoral y del espíritu universitario. Es todo lo que debo advertir lealmente al lector a la entrada de mi libro.”

.- ¿Por qué Ensayos?

“no es éste, pues, un libro orgánico” JCM no está presentando Tesis Acabadas. Tampoco son hipótesis por comprobar. Son ensayos fundamentados, estudios abiertos, que pueden y deben de ser ampliados. Y además, no está tocando todos los problemas del Perú. El libro trata “sobre algunos aspectos sustantivos de la realidad peruana”. Y por eso añade: “Tal vez hay en cada uno de estos ensayos el esquema, la intención de un libro autónomo. Ninguno de estos ensayos está acabado: no lo estarán mientras yo viva y piense y tenga algo que añadir a lo por mí escrito, vivido y pensado” Aquí vemos otro elemento de su comprensión del método marxista, como análisis científico de la realidad para la transformación. Porque la realidad, la experiencia vivida, así como el pensamiento están siempre en movimiento, en evolución, por eso no se pueden considerar acabados. JCM, a paso seguido va a darnos un ejemplo de modestia de genial creador. Es “una contribución”, no todo está dicho, estos y otros aspectos de la realidad nacional tienen y deben ser abordados por otros pensadores. No está reclamando que ya todo esté dicho. Por otra parte no es un aporte a la “crítica pura” “de los problemas y la historia del Perú”.

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.- ¿Por qué una cita de Nietzsche?

La respuesta, como se verá en múltiples ocasiones donde cita a otros autores socialistas o no, es su comprensión de que existe una herencia universal que puede y debe ser usada cuando se juzgue el momento. Y en estas circunstancias quería enfatizar dos cosas que extrajo de la obra de Nietzsche: 1- Que su trabajo había devenido en libro, y no era un libro que intencionalmente él se había propuesto en escribir. 2- Que ponía sangre en sus ideas, es decir, suscribía apasionadamente sus ensayos. Eran ensayos con posición.

“Toda esta labor no es sino una contribución a la crítica socialista de los problemas y la historia del Perú.” JCM va a poner en evidencia, que estos ensayos continúan una abierta polémica con las clases dominantes y sus ideólogos y sustentadores. Va a poner estos 7 ensayos como

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ACTUALIDAD

“No es posible entregarse a medias a la Revolución. La Revolución es una obra política. Es una realización concreta. Lejos de las muchedumbres que la hacen, nadie puede servirla eficaz y válidamente. La labor revolucionaria no puede ser aislada, individual, dispersa. Los intelectuales de verdadera filiación revolucionaria no tienen más remedio que aceptar un puesto en una acción colectiva.” José Carlos Mariátegui.

Capitalismo Global, Estado y Comunidades Guillermo Yucra

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a globalización como proceso se ha constituido como la fase de expansión más ampliada del capital en nuestras sociedades. En la medida en que el mercado se ha convertido en la razón de ser del planeta, se han ido acrecentando las contradicciones cada vez más antagónicas del Sistema Capitalista, poniendo en grave riesgo nuestros entornos naturales y ecológicos. Al respecto ha señalado Karl Polanyi en The Great Transformation: “Permitir que el mecanismo del mercado sea el único rector del destino de los seres humanos y su entorno natural (...) produciría la demolición de la sociedad” Es justamente esta situación de riesgo e inestabilidad que ha desencadenado el Capitalismo, la que ha arrastrado a la humanidad a un grave peligro: la de su propia supervivencia como especie. La radicalidad de la globalización capitalista, se expresa de esta forma como una permanente amenaza a la Naturaleza. Nuestro país que se encuentra situado en los ámbitos de la región sudamericana, no es ajeno a estos procesos que emanan de la crisis del capitalismo global. Su desarrollo, su evolución, en esta fase de declive, se subordinan periféricamente al desarrollo y evolución de los centros hegemónicos de poder. La inserción de la globalización capitalista en esta zona, se traduce en la cada vez más creciente profundización de las desigualdades económicas y sociales. La hegemonía del mercado ha desnudado la perversa lógica instrumentalizadora del capital. Se reproducen de esta forma los síntomas exacerbados de una deshumanización descarnada. La explotación de la Naturaleza en nuestra región, por ejemplo, ha adquirido durante las últimas décadas, ribetes de una trágica devastación. El orbe sudamericano, nuestra “Patria Grande”, es poseedora de los más vastos potenciales, tanto en recursos naturales como en diversidad biológica. A nivel del ecosistema global, ocupa un lugar importante, precisamente como producto de un proceso histórico natural que tiene sus orígenes en el desarrollo de los ecosistemas regionales de los Andes, del Amazonas y del Altiplano, todos ellos armónicamente complementarios. Los desarrollos civilizatorios tanto andinos como precolombinos, cimentaron en esta abrupta geografía su especificidad histórica. La configuración de una disímil geografía no ha sido óbice para la consecución de elevados desarrollos culturales. Por el contrario, ha sido la condición sine qua non que ha potenciado en estos lares, la actividad creadora del hombre, la cual se ha desplegado como corolario de una armoniosa relación con la naturaleza. En la actualidad, los embates de la globalización capitalista vienen alterando significativamente esta armoniosa relación, fuente de equilibrios ecológicos, que se ha asentado primigeniamente, en el desarrollo de las fuerzas comunales de la organización social andina: el ayllu. El ayllu tal como señalara el Amauta J. C. Mariátegui fue la “célula del Imperio”, fue la “célula del Estado Inkaico, sobreviviente hasta ahora…” Desde que irrumpiera el proceso de colonización española

hasta la inserción dependiente del capitalismo en nuestra región, han ocurrido profundas transformaciones habidas en la evolución del ayllu, las mismas que vienen gravitando hoy en día, cambios cada vez más drásticos en su desarrollo. Las líneas de continuidad en la reproducción de las relaciones comunales son cada vez más tenues, como reflejo de una crisis aguda que tiende ha afectar la simbiótica relación de nuestras comunidades con los entornos naturales. Se vienen produciendo y reproduciendo de esta manera, efectos deletéreos que repercuten de forma directa en la evolución de nuestras comunidades. La explotación minera, petrolera, gasífera, etc.; sin restricciones ni medidas, ocurrida hoy con la más con la completa anuencia del Estado, nos trasparenta el carácter irracional que asume hoy la explotación del capital contra la naturaleza. Por ello mismo, adquieren cada vez mayor radicalidad las resistencias de los pueblos: andinos, amazónicos y demás poblaciones nativas, que recorren hoy nuestra América. La humanidad enfrenta hoy batallas decisivas, y la vienen librando de manera decidida los pueblos que ignominiosamente han sido olvidados. Las “guerras silenciosas” que hoy libran nuestros pueblos, contra la opresión y por su libertad son a su vez batallas por la defensa de la naturaleza y la vida.

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“En el conflicto entre explotadores y explotados, en la lucha entre socialismo y capitalismo, la neutralidad intelectual es imposible. Constituye una ilusión tonta en todos aquellos en quienes no constituye una argucia jesuítica.” José Carlos Mariátegui.

ACTUALIDAD

Adiós a la posmodernidad * Martín Guerra.

El decurso posmoderno

debatimos largas horas por cuándo y dónde Mariátegui fundó su instrumento político con tal o cual apellido, enamorándonos a veces del prurito cronológico o calendario, los posmodernos se dedican con relativo éxito – hay que decirlo- a confundir a los estudiantes y al pueblo, atacando no las fechas ni las etiquetas solamente, es decir no sólo a los quiénes y los cuándo, sino sobretodo a los por qué. López Soria en este libro trata de demostrar la caducidad de una de las más originales tesis de Mariátegui, el tema de la nación en formación, que es para nosotros sustento del concepto de Frente Único en su área más orgánica y por lo tanto, punto principal para la llegada a buen puerto del proceso revolucionario.

López Soria señala en el primer ensayo del libro: “despedirse no significa olvidar”. Si eso es lo que significa, y si según su ¿análisis? los que pensaron el Perú en la modernidad en los años 20 y más adelante (porque llega hasta autores y tesis incluso de la actualidad, entonces ya no entendemos si la crítica es a los modernos o a los postmodernos) “promueven” (según don Ignacio): “el compromiso con lo uno (el enraizamiento) o lo otro (la despedida), o apuestan por una confusa mezcla de lo uno y lo otro que conocemos como mestizaje”, entonces, ¿por qué no tituló su libro: Hola a Mariátegui (enraizamiento) o Hola y Adiós a Mariátegui (confusa mezcla de lo uno y lo otro)? Porqué el piensa – a pesar de lo ¿explicado? en las últimas páginas de su primer ensayo que: “El fundamento de mi despedida está, más bien, en la consideración de que la modernidad y sus vigencias –no importa cuan actualizadas estén – constituyen el pasado de nuestro propio presente” ¿Cómo es eso? Además de ser una verdad de perogrullo, ya que todo “nuestro presente” es consecuencia de “nuestro pasado”, constituye una afirmación sin sentido, ya que él “se despide” de la modernidad porque el presente ha devenido de su propio pasado, o sea (y yo no entiendo como no podría ser así), si nuestro presente no estuviera constituido por nuestro pasado, sino por otro pasado (que no se como no sería nuestro) o por el futuro, estaríamos hablando entonces idioteces. Tanto como optar por despedirse del uno por ser lo anterior al dos, o decirle chao al huevo por la existencia de la gallina, o abandonar el primer escalón por el hecho concreto de la existencia del segundo. O sea, perspectiva postmoderna, hija del avestruz, enterrar la cabeza en la tierra, y “repensarlo todo” a partir de “mi” nueva visión de la realidad, o algo así como la vieja canción infantil: “juguemos en el bosque mientras el lobo no está”. Pero ahora no se trata de tantear en el vacío, sino de afirmar en la realidad. Eso es Mariátegui y no tan sólo un iniciador del pensamiento crítico en el Perú, un padre de la modernidad. La crítica a este libro se sustenta, en una defensa irreductible de los principios que defendió José C. Mariátegui y de su vigencia en la actualidad. Mientras entre los marxistas que militamos nos distanciamos y

El discurso posmoderno Para colocar estas ideas en donde deben estar, y descartarlas como falacias, urge explicar el lenguaje postmoderno, su razón de ser. La explicación de su galimatías. Recordemos a Mariátegui de nuevo, cuando en 1916 criticó incisivamente el discurso de José de la Riva Agüero sobre el Inca Garcilaso que diera en la Universidad de San Marcos. ¿Qué crítico el joven Mariátegui aún no marxista? El pensamiento colonial, la abstracción del dato sin análisis de procesos, la grandilocuencia, por ello el cariz del título de su certero artículo: reseñaba las cifras de las palabras usadas, del tiempo tomado, etc. Mariátegui ya entendía a los 24 años la diferencia sustancial entre pensar por pensar “por cuenta propia” y pensar en base al análisis concreto de la realidad. No creemos que Ignacio López Soria entienda entonces lo que él mismo dice al referirse a los autores modernos de los que hay que despedirse y de los que ya la sociedad se despidió: “Me refiero, por cierto a los modernos, Haya de la Torre o Basadre, para señalar a los más destacados, y de ninguna manera a quienes fueron también críticos pero buscando reconstruir pasados señorialismos. De estos, de quienes Riva – Agüero es el más conspicuo representante, no es necesario despedirse. La sociedad y el pensamiento se han despedido de ellos hace ya varias décadas” (pág. 20). Muy cierto. Pero entonces, allí se plantea otro problema. ¿Cómo se entiende “reconstruir pasados señorialismos”? La negación del discurso de Riva Agüero no se puede sustentar solamente en lo que significa querer mantener privilegios de clase. No es sólo –su discurso- un alegato conveniente, es también producto de su visión del mundo, de su visión de clase. López está en contra de los “señorialismos” que rompe la modernidad, pero no

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ACTUALIDAD

“El socialismo nos ha enseñado a plantear el problema indígena en nuevos términos. Hemos dejado de considerarlo abstractamente como problema étnico o moral, para reconocerlo concretamente como problema social, económico y político. Entonces lo hemos sentido, por primera vez, esclarecido y demarcado.” José Carlos Mariátegui.

entiende los nuevos señorialismos, o en todo caso en su libro no lo plantea. Y esos “señorialismos” que se dan también en esta época no tan aristocrática pero si muy burguesa, tienen su forma escrita y oral, ética y estética de expresarse, y lamentablemente el discurso postmoderno se está convirtiendo cada vez más en la bisagra teórica que afina -mediante el diversionismo- el dominio de la civilización burguesa. López no se identifica como sujeto a sí mismo, no analiza su posición social frente al conglomerado y cree que su discurso procede únicamente de un “constructo” ideario y no de una forma de vivir en sociedad, de una forma de mantener una manera de vivir además. No es un discurso que libera sino que esclaviza, no soluciona sino complica, no esclarece, sino enrarece, no sistematiza, sino entrevera, no contrasta sino extrapola. Es un discurso anticientífico, antimoderno, reaccionario. Por lo tanto, el supuesto “antiseñorialismo” antiaristocrático de López Soria y los posmodernos no es más que un pro-señorialismo burgués. Mariátegui en su crítica a Riva Agüero no critica al aristócrata solamente, sino al discurso y al análisis aristócrata, que explica lo que quiere, como quiere y hasta donde quiere. En otras palabras critica su acción política frente a la realidad social. Y lo hará

hasta su muerte. Esa es la esencia del pensamiento crítico de Mariátegui y no lo que idealistamente plantea López: “Porque si hay alguien que represente en el Perú la no reconciliación con la realidad, el espíritu crítico y propositivo (…), es precisamente aquel al que se nos ha enseñado a recordar como “el Amauta”. Una mentira entre verdades. ¿Qué significa la “no reconciliación con la verdad”? Si quiere decir que Mariátegui no aceptaba el curso de los acontecimientos sociales y económicos y oponía al capitalismo el socialismo, está bien. Pero, si quiere decir que el Amauta se divorciaba de la realidad por no aceptarla como era, entonces está mal. Mariátegui justamente propone sobre la realidad, la estudia, la conoce, la palpa, la entiende, no especula, analiza, no de su imaginación, sino en base a datos reales y concretos. Su método es justamente una reconciliación con la realidad desde el punto de vista científico, más nunca una conciliación con quienes ejercen el poder. El pensamiento crítico es colectivo, numeral, realista, el ejercicio posmoderno es individualista, algorítmico, simbólico. Y este libro, que tiene además como autor a alguien a quien nadie lee desde hace mucho, y que esgrime por título una estrategia de venta, representa realmente todo lo contrario. Adiós a López Soria.

(*) Crítica al libro “Adiós a Mariátegui. Pensar el Perú en perspectiva posmoderna” de Ignacio López Soria. Fondo Editorial del Congreso, 2007.

Año nuevo en los andes (*) recopilado por Miguel Aragón

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l 24 de junio es una fecha que está teñida de muchos colores en el Perú. El día del campesino, de San Juan, el Inti Raymi se presenta como la madre de todas las fiestas. Todos los 24 de junio Cusco se arrodilla ante el Sol. La ciudad estará en ascuas por lo que suceda en las alturas de la fortaleza de Sacsahuamán, cuando se rememore el Inti Raymi, la tradición prehispánica que más nos hace recordar la grandeza de los incas. Un ejército ataviado de plumas, máscaras y lanzas evocará alabanzas al sol, desfilando entre las enormes piedras talladas en la explanada, al ritmo de las flautas, quenas, pututos y tambores. Nuestros ojos se enceguecerán con el sol del mediodía y la salida del inca, que brillará como el oro, es para conversar con los dioses e invitarles chicha. La multitud le hará una venia y el hijo del astro rey brindará por el comienzo de un nuevo año, el momento para cosechar. También es el día de los campesinos y en medio de las narraciones incaicas, el “willac umo” acabará de predecir el tiempo, vaticinará el nuevo ciclo agrícola y los presentes esperarán la noche para celebrar. En el hemisferio norte se celebra el inicio de la siembra, y del año nuevo, el 24 de diciembre, diferido para el 1º de enero.

En el hemisferio sur, y más precisamente en la región andina, desde tiempos inmemoriales, que se confunden con los inicios de la agricultura hace más de cinco mil años, el inicio de la siembra se conmemoraba el 24 de junio. Ese día se iniciaba el Año nuevo para todos los pueblos de la región andina. Recién con la llegada de los españoles, estos impusieron compulsivamente el traslado de la celebración del año nuevo para el 1º de enero, fecha que no tiene ninguna significación para la cultura de nuestros pueblos. Durante el mandato del Virrey Toledo se prohibió, persiguió y castigó a los pueblos que el 24 de junio celebraban el inicio del año nuevo. Ha llegado el momento de restablecer una de nuestras tradiciones, que coinciden con el desarrollo natural de nuestra sociedad. ¡Viva el Año nuevo! ¡Viva el 21 de junio! (Nota del editor, escrita en junio de 2006) 02 de junio de 2008 (*) Nota informativa publicada en “El Comercio” , el día 30 de mayo de 2005, en la Sección “Calendario Turístico: Junio”. Hace dos semanas difundimos otra nota sobre el “Año nuevo aimara”, recomendamos su lectura.

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“Prefiero morir de pie que vivir siempre de rodillas”

INTERNACIONAL

Ernesto “Che” Guevara de la Serna

El Che: hombre del siglo XXI Pedro Quintana

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avanzadas de su tiempo, desarrollando los elementos constituyentes de una nueva concepción del mundo. <<Porque el socialismo… no se ha hecho simplemente para tener nuestras fabricas brillantes, se está haciendo para el hombre integral, el hombre que debe transformarse conjuntamente con la producción que avanza y no haríamos una tarea adecuada si solamente fuéramos productores de artículos, de materia prima y no fuéramos a la vez productores de hombres>>, para transmitirla desde su realización en vida a las generaciones futuras. <<La exigencia a todo Joven Comunista es ser esencialmente humano y ser tan humano que se acerque a lo mejor de lo humano, que se purifique lo mejor del hombre a través del trabajo, del estudio, del ejercicio de la solidaridad continuada con el pueblo y con todos los pueblos del mundo , que se desarrolle al máximo la sensibilidad para sentirse angustiado cuando se asesine a un hombre en otro rincón del mundo y para sentirse entusiasmado cuando en algún rincón del mundo se alza una nueva bandera de libertad>>. He allí que podemos afirmar que el Che debe ser ejemplo del hombre del siglo XXI. El pensamiento burgués y las acomodaciones postmodernas pretenden negar la validez actual del pensamiento y la acción revolucionaria del Che o mitificarlo encasillando su ejemplo sólo en la figura del guerrillero. El Che fue un revolucionario integral y los más cercano al Hombre Nuevo, por ello creemos que es necesario profundizar el estudio de su pensamiento y retomar con nuestras acciones su ejemplo de lucha. <<Bienvenida sea la muerte, siempre que ése nuestro grito de guerra, haya llegado hasta un oído receptivo y otra mano se tienda para empuñar nuestras armas>> hasta la victoria final.

s 14 de junio de 2008, se cumplen 80 años del nacimiento de Ernesto Guevara La Serna (Che). Esta fecha, para el pueblo y sus revolucionarios debiera representar un espacio de reflexión sobre la necesidad de retomar desde nuestra realidad concreta, el pensamiento, militancia y acción de un hombre que escribió con sangre propia, un mensaje histórico de profundo amor por la humanidad: <<Déjeme decirle a riesgo de parecer ridículo, que el revolucionario verdadero está guiado por grandes sentimientos de amor. Es imposible pensar en un revolucionario auténtico sin esta cualidad… Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirven de ejemplo, de movilización>>, e intransigente odio revolucionario a los enemigos de los pueblos <<un pueblo sin odio no puede triunfar sobre un enemigo brutal>>. Es de Inti Peredo (compañero del Che en la Quebrada del Yuro) la definición “Che: hombre del siglo XXI”. Entramos a la culminación de la primera década del siglo XXI y nos preguntamos: ¿Cuán vigente es dicha afirmación? Creemos que para iniciar la reflexión debemos de partir por analizar el grado y sentido de los cambios en las condiciones estructurales que motivaron el pensamiento y la acción revolucionaria del Che. Dado el alcance de este artículo podemos iniciar afirmando que dichas condiciones corresponden a una realidad cambiante pero que el sentido de este cambio no tiende a una diferenciación antagónica, sino a la agudización del sistema de dominación. Muestra de ello es la escandalosa concentración de la riqueza, la intensificación de la explotación del hombre por el hombre, el retroceso en el respeto a los derechos humanos conquistados, el hambre, desempleo, la corrupción, delincuencia, la agudización de la dominación cultural, la crisis por el calentamiento global; el despojo de los recursos naturales de los pueblos subdesarrollados por parte el imperialismo, que con el servicio de democracias y gobernantes digitados por el FIM y la CIA o mediante incursiones militares directas, guerras preventivas, ha intensificado su accionar de dominación, cobrando todo intento de oposición con muertes, torturas, desapariciones, secuestros, encarcelamientos y humillaciones. Pero también crece el rechazo de los pueblos que luego de un periodo dominado por el miedo y la desesperanza, hoy incrementan su nivel de combatividad apostando por una transformación radical del sistema que los oprime. Pero lo cierto es que estas muestras de rebeldía y hartazgo, aun no se concretan en una estrategia revolucionaria. La agudización de las condiciones estructurales de dominación y la necesidad de forjar la unidad: <<Y si todos fuéramos capaces de unirnos, para que nuestros golpes fueran más sólidos y certeros, para que la ayuda de todo tipo a los pueblos en lucha fuera aún más efectiva, ¡qué grande sería el futuro, y qué cercano!>>, dando un norte revolucionario a la rebeldía de los pueblos, determina para nosotros la importancia de retomar al Che, el hombre que encarnó las aspiraciones y esperanzas más vivas y

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INTERNACIONAL

“Resulta de esta rápida revisión que como postulados cardinales de la Reforma Universitaria puede considerarse: primero, la intervención de los alumnos en el gobierno de las universidades y segundo, el funcionamiento de cátedras libres, al lado de las oficiales, con idénticos derechos, a cargo de enseñantes de acreditada capacidad en la materia”. José Carlos Mariátegui.

EL GRITO DE CÓRDOBA Y LA FUNDACIÓN DEL MOVIMIENTO ESTUDIANTIL LATINOAMERICANO

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l movimiento estudiantil que insurgiera radicalmente, durante la segunda década del siglo XX, tiene su partida de nacimiento en el Grito de Córdoba (1918), beligerante manifiesto ideológico(1) que conserva todavía aún intactas, la frescura y vitalidad, el compromiso y reto históricos, de una nueva generación como portavoz de su tiempo. Las banderas por la reforma universitaria, que levantaran pioneramente los jóvenes cordobeses, se encauzaron como una nueva corriente, una nueva concepción, un nuevo espíritu; lo que implicaba una ruptura con el régimen anacrónico, escolástico y medieval que aún imperaba en las universidades señoriales y oligárquicas. La lucha de los estudiantes cordobeses avanzó rápidamente de las reivindicaciones gremialistas a la propuesta política, combinando para ello teoría y acción transformadora, promoviendo viva e intensamente la lucha de ideas. Muy pronto la “chispa de la agitación” se extendió por todo el orbe latinoamericano. Las condiciones eran propicias para su propagación y proyección de unidad latinoamericanistas. A nivel internacional, los impactos de la crisis post-bélica y la Revolución Rusa en 1917. A nivel continental, el intervencionismo militar norteamericano en Haití, República Dominicana y Nicaragua; despertaba en las juventudes sentimientos nacionales antiimperialistas. Con ello se conjugaba una etapa de ascenso revolucionario en la región. Como era de esperarse, la influencia de la revolución mexicana era notoria. Vasconcelos, he ahí un Maestro y un paradigma para esta generación. Los movimientos obrero y campesino, entraban en escena. Asimismo gobiernos de corte liberal (2), llegaban al poder acaudillando de esta forma la representatividad de las clases medias. El panorama semifeudal asomaba en la mayor parte de países latinoamericanos. Se ingresaba a una nueva etapa de inserción capitalista en nuestras latitudes. Se mudaban los patrones de dominación del imperialismo inglés al norteamericano. Las tensiones conflictivas entre las clases, en torno al control del poder político, eran lógica consecuencia de estos cambios operados en la estructura económica de nuestras sociedades. La proletarización de los sectores medios acentuaba cada vez más su creciente protagonismo político. Las clases medias se convertirían en las canteras de la generación de la reforma universitaria. En la argentina, la fuerza y vigor del ideario de esta generación, la rastreamos en sus influencias precursoras, como es el caso de la generación de la Asociación de Mayo(3) y la “generación arielista” o “generación del novecientos”.(4) La generación fundadora del movimiento estudiantil latinoamericano, se consideraba la continuadora del ideal y la obra revolucionaria de mayo. Asimismo se inspiraría en los sentimientos y filiación de nuestra tradición americanista(5), que había enraizado en la denominada “generación arielista” o “generación del novecientos”. La generación de la reforma universitaria sentiría muy

cercana la obra de la generación novecentista, a los que consideraría como “Maestros de la Juventud”. Los jóvenes reformistas(6) se sentirían hondamente influidos por estas generaciones predecesoras. Los estudiantes argentinos sentían que marchaban al umbral de una nueva etapa de la humanidad.(7) El acercamiento de las vanguardias estudiantiles al movimiento obrero, influido inicialmente por las corrientes anarcosindicalistas, les permitieron abrigar y compartir este mismo ideal, esta misma esperanza. He aquí pues, uno de los aportes fundamentales de las vanguardias estudiantiles sudamericanas, que arribaron a la conclusión de que era prácticamente imposible cristalizar una revolución en la enseñanza y la educación universitarias, al margen de la transformación política del conjunto de la sociedad latinoamericana. José C. Mariátegui al hacer un balance de la reforma universitaria, destaca los siguientes “postulados cardinales”: “…primero, la intervención de los alumnos en el gobierno de las universidades y segundo, el funcionamiento de cátedras libres…”. Señala, más adelante, que las vanguardias estudiantiles de La Plata (Argentina)(8), fueron más lejos en sus apreciaciones y conclusiones, respecto del problema educacional, al cual no consideraban como un hecho aislado de la crisis global (económica, política, social y cultural) por la que atraviesa el capitalismo. Sentencian y afirman, los estudiantes argentinos en su declaración de 1925: “Esta crisis solo puede superarse con el advenimiento de una cultura socialista”. Capitalismo o Socialismo, he ahí el dilema de nuestra época. Hoy, que han transcurrido 90 años del Grito de Córdova, y seguros de que otra es nuestra misión histórica, no podemos desaprovechar la oportunidad que se nos brinda al conmemorar este homenaje, la de sacar invalorables lecciones de un pasado glorioso que nos enorgullece, para precisamente superar los retos de esta “hora americana”. (1) Deodoro Roca fue el encargado de redactar el texto del Manifiesto de Córdoba, que apareció el 21 de junio de 1918. (2)Hipólito Yrigoyen en la Argentina, Augusto B. Leguía en el Perú. (3)Al respecto Julio V. González señala: “La Nueva Generación viene a levantar el espíritu y continuar la obra planteada por la generación de La Asociación de Mayo, y por intermedio de ella -sin repetirla ni copiarla- a interpretar, por segunda vez en más de un siglo, el ideal revolucionario de Mayo”. Los miembros más destacados de la generación de Mayo la constituyen: Domingo F.

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“Las muchedumbres se emocionan y se apasionan ante aquella teoría que constituye una meta próxima, una meta probable; ante aquella doctrina que se basa en la posibilidad; ante aquella doctrina que no es sino la revelación de una realidad en marcha, de una nueva realidad en camino.” José Carlos Mariátegui.

Sarmiento, Juan B. Alberdi, Esteban Echeverría. (4)Entre ellos: Rodó, Ugarte, Ingenieros, Torres, Vasconcelos y García Calderón. (5)Al respecto el manifiesto liminar de Córdoba reza en el encabezado: “…A los hombres libres de Sudamérica” (6)Entre ellos destacan: Alfredo Palacios, Gabriel del Mazo, Alberto Palcos, Julio V. Gonzáles, Aníbal Ponce, Héctor Ripa Alberdi; entre otros. (7)Durante el Primer Congreso Internacional de Estudiantes (1921), celebrado en México, la juventud latinoamericana declara en su primera resolución: “La juventud universitaria proclama que luchará por el advenimiento de una nueva humanidad…” (8)Aquí conviene precisar que la vanguardia estudiantil de la Plata es una fracción del movimiento estudiantil por la Reforma Universitaria. Por tanto, no expresan el sentir de todo el movimiento. La orientación general que adopta la reforma universitaria por esta fecha, se ve cristalizada en la organización de las “Alianzas”, que tuviera una influencia a nivel continental. Posteriormente, se definiría en la organización partidaria de la pequeña burguesía. Si comparamos, todo ello contrasta con los albores de este proceso. Inicialmente, los jóvenes reformistas compartirían los mismos ideales de humanidad del proletariado, siendo acaudillados por estos bajo la influencia del anarcosindicalismo. Posteriormente, cuando el movimiento obrero como consecuencia de la lucha de clases, se orienta hacia posiciones más netas y definidas, dejará la juventud reformista de compartir los objetivos de la dirección proletaria. Sin embargo, cabe destacar que de las filas del movimiento estudiantil por la Reforma Universitaria, emergieron grandes leaders representativos de la clase obrera, como Julio Antonio Mella en Cuba y como Aníbal Ponce en la Argentina, por mencionar dos casos.

ORGANIZACIÓN

POLÉMICA SOBRE EL FRENTE ÚNICO PROLETARIO (I) Jaime Lastra La emancipación de la clase obrera no sólo será obra de ella misma, sino que a su vez está llamada a emancipar a toda la sociedad.

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l tema del frente único sigue siendo altamente polémico. Lo ha sido desde el comienzo mismo del socialismo, aunque no precisamente con ese denominativo. En sus comienzos fue respecto a las políticas de alianzas y respecto de los compromisos posibles y favorables al proletariado en su larga lucha por lograr su emancipación. Así fue como en el Manifiesto del Partido Comunista, examinando el progresivo desarrollo de la realización del programa revolucionario, Marx y Engels anotaron: “Una vez que en el curso del desarrollo hayan desaparecido las diferencias de clase y se haya concentrado toda la producción en manos de los individuos asociados, el Poder público perderá su carácter político. El Poder político, hablando propiamente, es la violencia organizada de una clase para la opresión de otra. Si en la lucha contra la burguesía el proletariado se constituye indefectiblemente como clase; si mediante la revolución se convierte en clase dominante y, en cuanto clase dominante, suprime por la fuerza las viejas relaciones de producción, suprime al mismo tiempo que estas relaciones de producción las condiciones para la existencia del antagonismo de clase y las clases en general y, por tanto, su propia dominación como clase.” 1 Aquí aparece la colosal tarea revolucionaria que la historia le tiene asignado al proletariado: emancipar a toda la sociedad. Esta idea fundamental de la doctrina socialista fue la creación heroica de Carlos Marx, sobre la base de toda la experiencia de la lucha de clases. Por eso, Federico Engels, su más confiable, leal y colaborador compañero en esta creación de la doctrina del proletariado, precisó al respecto: “…y que ahora esta lucha ha llegado a una fase en que la clase explotada y oprimida (el proletariado) no puede ya emanciparse de la clase que la explota y oprime (la burguesía), sin emancipar, al mismo tiempo y para siempre, a toda la sociedad entera de la explotación, la opresión y las luchas de clases…” 2 En el glorioso Manifiesto Comunista dejaron establecidas algunas orientaciones para la estrategia y táctica del proletariado: “Los comunistas luchan por alcanzar los objetivos e intereses inmediatos de la clase obrera; pero al mismo tiempo defienden también, dentro del movimiento actual, el porvenir del movimiento” 3 “…los comunistas apoyan por doquier todo movimiento revolucionario contra el estado de cosas social y político existente.” 4 “…los comunistas trabajan en todas partes por la unión y el acuerdo entre los partidos democráticos de todos los países.” 5

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ORGANIZACIÓN

“Mi actitud, desde mi incorporación a esta vanguardia, ha sido siempre la de un fautor convencido, la de un propagandista fervoroso del frente único.” José Carlos Mariátegui.

Como se puede apreciar, ya desde esos tiempos se debatía el tema del frente único del proletariado, aunque con la denominación de alianzas y compromisos. Y para entender cómo, tanto en ese período como en nuestro período actual, se defendía el principio de independencia política del proletariado, cualesquiera fueran las circunstancias en que se establecía la alianza respectiva, veamos uno de los ejemplos que mostraron Marx y Engels: “En Alemania, el Partido Comunista lucha de acuerdo a la burguesía, en tanto que ésta actúa revolucionariamente contra la monarquía absoluta, la propiedad territorial feudal y la pequeña burguesía reaccionaria.” “Pero jamás, en ningún momento, se olvida este partido de inculcar a los obreros la más clara conciencia del antagonismo hostil que existe entre la burguesía y el proletariado, a fin de que los obreros alemanes sepan convertir de inmediato las condiciones sociales y políticas que forzosamente ha de traer consigo la dominación burguesa en otras tantas armas contra la burguesía, a fin de que tan pronto sean derrocadas las clases reaccionarias en Alemania, comience inmediatamente la lucha contra la burguesía.” 6 Ahí tenemos, por ejemplo, la acción concreta y común entre dos clases. Tenemos también al enemigo común para ambas clases. Y la unidad es relativa y temporal. Lo permanente es la misión por un nuevo orden social, donde el obstáculo principal será la burguesía, y por ello, durante todo el proceso de las alianzas o compromisos que establece el proletariado, éste no pierde de vista su deber estratégico de derrocar el dominio de la burguesía. Y los hechos históricos, posterior a esta previsión de Marx y Engels, vinieron a corroborar lo justo de sus orientaciones. Así pues, el tema del frente único proletario estará siempre en debate porque es parte de la realización estratégica del proletariado. Y tiene que ver con su conducta política de saber unir a todas las fuerzas susceptibles de ser unidas en la empresa de construir un mundo nuevo. Y como en muchos otros casos, aquí la clave es la lucha de clases y la toma de posición proletaria. Mantenerse en ella, firme en los principios, con gran capacidad de flexibilidad, tanto en los momentos de avance como en los de retroceso. Y como en todos los aspectos de la doctrina y de la praxis del proletariado, desde el mismo seno de la clase proletaria, también surgen desviaciones al respecto del frente único proletario, tanto en su interpretación como en su aplicación. En forma general, la desviación de derecha privilegia la unión menoscabando el liderato del proletariado, y la desviación izquierdista pretende lograr el liderato mediante una actitud sectaria, exclusivista y discriminatoria. Ambas desviaciones no toman en cuenta la realidad concreta y su conexión con el porvenir del movimiento obrero y social. No toman en cuenta la relación dialéctica existente entre estos ambos aspectos. Saber actuar la unidad del pueblo siempre será en beneficio del interés histórico del proletariado, como clase llamada a

emanciparse al mismo tiempo que emancipa para siempre a toda la sociedad. Por eso, la síntesis de la experiencia respecto al frente único proletario fue que la desviación de derecha toma la actitud de “unión sin lucha” o la política de “puertas abiertas”, mientras que la desviación de izquierda toma la otra actitud de “lucha sin unión” o la política de “puertas cerradas”. Ambas actitudes son nocivas para el cambio social. El proletariado ha demostrado que la política de frente único proletario es una política correcta, que se expresa en la actitud solidaria y el espíritu constructivo de la lucha por el socialismo de parte del proletariado, en su actitud de “unidad-lucha-unidad” y en su política de saber unir a todas las fuerzas susceptibles de ser unidas bajo un programa concreto y común. Y esto lo debe de hacer de manera sincera y genuina. En este capítulo, hemos querido recordar el hecho de que desde la fundación misma del movimiento socialista o comunista, los mismos fundadores no sólo comprendieron el papel altamente revolucionario y emancipador del proletariado, sino que brindaron las orientaciones estratégicas y tácticas de cómo poder cumplir esta misión de clase. Actitud que mantuvieron de manera consecuente hasta el final de sus vidas, tanto en sus escritos como en su propia praxis. La política solidaria y el espíritu constructivo del frente único proletario se expresó en las políticas de alianzas y de los compromisos políticos, y si acaso no se utilizó el nombre de frente único proletario, la experiencia del movimiento por emancipar a la sociedad entera, liderado por el proletariado, nos ha dejado hasta hoy numerosas lecciones de cómo saber unir a todas las fuerzas susceptibles de ser unidas en las diferentes etapas de este movimiento emancipador. Por ello, no debemos olvidar que el frente único proletario es una herramienta de emancipación en manos del proletariado. O una de las varitas mágicas del cambio social. 06 de mayo del 2008

NOTAS 1 Manifiesto Comunista, Capítulo II, Pág. 49. Editorial Grijalbo S.A. México, 1970. 2 Manifiesto Comunista, Prefacio a la edición alemana de 1872, Pág. 7. Editorial Grijalbo S.A. México, 1970. 3 Manifiesto Comunista, Capítulo IV, Pág. 63. Editorial Grijalbo S.A. México, 1970. 4 Ídem. Pág. 65. 5 Ídem. 6 Ídem. Pág. 64.


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