Mes de mariategui

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PRESENTACION 1

La Universidad Socialista del Perú “José Carlos Mariátegui”, con esta publicación, quiere rendir homenaje al 80º aniversario de la creación heroica del Amauta Mariátegui. Como se sabe, el año 1928 apareció el libro de José Carlos, “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad peruana”, en la primera semana del mes de noviembre (lo más probable). Y también, en ese mismo año, un 7 de octubre, Mariátegui fundaba el Partido Socialista, partido proletario. A 80 años de recordar este gran acontecimiento, realizamos, también por el 114º aniversario del nacimiento del Amauta (14 de junio: 1894-2008), el “MES DE MARIÁTEGUI”, donde organizamos tres fechas de Conversatorios sobre la rica experiencia de Mariátegui en su lucha por el socialismo. De este evento hemos transcrito las exposiciones y mediante una edición periodística la entregamos para beneficio de todos cuanto aman la justicia y la libertad, valores que en el socialismo se plasmaran plenamente. Advertimos que en algunas intervenciones de expositores (caso de Raimundo Prado, Miguel Aragón, Ricardo Oliveros y Jimmy Mendoza) pudiera haber algunas inexactitudes en datos, especialmente de nombres por ellos citados, pues, lamentablemente, no recibimos sus observaciones al texto editado por nuestro equipo editorial. No obstante, por la importancia del tema tratado y por la motivación de la fecha, nos hemos visto obligados a compartir con el público estas interesantes conversaciones. Toda crítica y observación queda pues para ser atendida y corregida. Debemos garantizar sí que nos hemos basado en la fuente grabada de las distintas intervenciones. Con lo que el margen de error se reduce. Aprendamos con sencillez y humildad, pero bien esmerados en trabajar por el cambio social que reclama el progreso de nuestro país. 07 de octubre 2008. Comité Editorial USP-JCM

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En el primer tiraje de 15 ejemplares (fotocopia con espiral) omitimos colocar el texto corregido de la intervención del compañero Domingo Suarez, cosa que se ha corregido. Asimismo, el contenido de la misma presentación ha sido corregido porque en la anterior se consignaba erróneamente que el mes de octubre se había publicado el libro de los siete Ensayos, cuando en verdad ha tenido que haber sido en la primera semana de noviembre, como se ha consignado esta vez.

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Conversatorio 10 de junio 2008 / USP-JCM

MES DE MARIATEGUI 14 de junio 2008

114º ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL AMAUTA

“Concurrir

a la creación

del socialismo

peruano”

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Conversatorio 10 de junio 2008 / USP-JCM

“Concurrir a la creación del socialismo peruano” Con este título, tomado de lo escrito por Mariátegui en su famosa e histórica “Advertencia”, usada por él como prologo de su perdurable libro “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana”, publicamos las Conclusiones del CONVERSATORIO “Mes de Mariátegui”, del día martes 10 de junio 2008, organizado por la Universidad Socialista del Perú “José Carlos Mariátegui”, con motivo de conmemorar los 114º años de su nacimiento. En el referido Conversatorio se abordaron dos temas. Inicialmente, se habían planteado un tema por Conversatorio, pero luego se decidió tratarlos en un solo Conversatorio por ser temas afines. Las pequeñas introducciones a cada tema las damos a conocer como preámbulo del contenido del Conversatorio. 1) “El trabajo de Mariátegui y su generación por el socialismo” Es necesario conocer de forma sistemática cómo JCM trabajó por el socialismo, junto a sus compañeros de lucha, aprovechando adecuadamente el factor generacional. Esto nos dará mejor luz de orientación en nuestra lucha actual. La importancia de unir la teoría con la práctica social, la fusión de las ideas socialistas con el movimiento obrero y popular. Conocer cómo la generación socialista de Mariátegui se vinculó al movimiento popular, especialmente obrero. 2) “El método de Mariátegui en la Universidad Popular Manuel González Prada” Somos una institución (Universidad Socialista) que construye teoría de cambio social y la difunde. Por ello, es imprescindible unir criterios para nuestro mejor desempeño como Universidad Popular. Conocer el método que Mariátegui utilizó en la UPMGP nos resultará muy provechoso, no sólo para nuestra institución, sino también para beneficio del movimiento popular. *******

Charles Jaime Lastra Domínguez Estamos indagando, estudiando y reflexionando la obra de Mariátegui en este mes de junio, que hemos denominado “Mes de Mariátegui” por el 114º aniversario de su nacimiento. El propósito de este Conversatorio es sacar lecciones de la valiosa experiencia de la generación de Mariátegui a fin de mejorar y potenciar nuestro actual trabajo en el campo del movimiento intelectual, así como en la experiencia concreta de la Universidad Socialista. Guillermo Yucra empezará la conversación, el compañero Jimmy Mendoza, que ya está por llegar, continuará la exposición, y luego todos los presentes tendremos la oportunidad de participar. 3


Guillermo Yucra Buenas noches compañeros, como ha indicado el compañero Jaime Lastra, estamos en el marco del “Mes de Mariátegui” y estar aquí, en el “Rincón Rojo” del Amauta, es para mí un gran honor. Queremos motivar una cultura de diálogo entre los revolucionarios y socialistas, que fue uno de los grandes aportes de Mariátegui, en la época que le tocó vivir. Siempre estuvo impulsando la polémica de ideas, el debate, siempre. Por ejemplo, tuvo claro que el desarrollo de una actividad política tiene mayor ventaja cuando se usan medios de difusión y propaganda, comprendió también que en la acción de la lucha misma, y en todo momento, se tiene que mantener contacto con los grupos sociales, como efectivamente él lo mantuvo con el movimiento social de esa época: estudiantil, proletario, campesino e indígena, que estaban en efervescencia por ese periodo, muy peculiar por el cambio de patrones estructurales de dominación que se operaban en el país. Estamos hablando del año 1920, donde el imperialismo norteamericano empezaba a desplazar al imperialismo británico, donde existía un movimiento anarquista con una fuerte presencia cultural a nivel de círculos estudiantiles, de círculos de estudios obreros, de las bibliotecas que organizaban y de la organización de los trabajadores; estamos hablando de un movimiento de trabajadores anarcosindicalistas muy organizado en todo Lima, principalmente en AteVitarte. En este contexto fue que le tocó vivir a Mariátegui. En todo este proceso, en la etapa que se le denomina como su “edad de piedra” incursiona en el periodismo, en 1911 ingresa al diario la “Prensa”; en 1914 empieza a escribir, realiza sus primeros pininos. Y de ahí contacta con los círculos anarquistas, las influencias de los obreros anarcosindicalistas; vive en carne y hueso el drama real en que vive la clase obrera. En 1918 está la experiencia de la revista “Nuestra Época”, que a pesar de ser de corta duración y tras haber sido vetada por el Gbno. de José Pardo, deja su primera honda huella. A partir de esa experiencia, se orienta resueltamente hacia el socialismo. Podemos ver a un Mariátegui que está en una búsqueda constante, está en contacto con el Comité de Propaganda Socialista, que estaba integrado por algunos obreros anarcos sindicalistas, intelectuales del periodismo, que de un modo u otro confluían en este Comité. Y la lucha por las reivindicaciones del movimiento obrero estaba a la orden del día. Se constituye un Comité Pro-Abaratamiento de las Subsistencias, para organizar la lucha contra el considerable aumento de los precios de los alimentos. El Comité de Propaganda Socialista buscaba tener una presencia en el movimiento obrero para darle una dirección. Son los primeros intentos de Mariátegui para lograr una mayor organización del movimiento obrero; estamos hablando de 1918, luego viene la represión, después viene la experiencia del periódico “La Razón” en el año 1919, que es una etapa interesantísima para la política y el periodismo en el Perú. Podrán revisar los editoriales y darse cuenta de lo bastante incisivos que eran contra la clase dominante y el gobierno de turno que lo representaba. Luego viene la represión militar y policial de esa época por parte del gobierno, lo que provoca la deportación encubierta de Mariátegui a Europa. Ahí adquiere una gran experiencia. A su regreso ya tiene una posición neta y definida en el campo del Socialismo. Marxista convicto y confeso. Se orienta ya como un fautor convencido para concurrir a la heroica creación del socialismo peruano. Esa era su enérgica ambición. Ya en 1923, tenía la idea clara de orientar al movimiento popular, que necesariamente tiene que ver con la construcción política, la construcción del partido, y sabe que es necesario e imprescindible articular al movimiento obrero, a través de una política de frente único. Y esta política de 4


claro entendimiento de las relaciones entre frente y partido, se verán cristalizadas posteriormente, cuando se funda en 1928 el Partido Socialista y, en 1929, cuando se funda la CGTP, la primera Central Sindical del Perú. En realidad hay un largo camino que Mariátegui despliega desde su arribo de Europa al país en 1923. Es por ello que empieza a articular al movimiento popular en sus distintas vertientes: estudiantil, obrera, campesina. Paralelamente inicia, desarrolla y consolida la unificación de la vanguardia también, que la comienza a unificar mediante la aplicación de una política de frente único. El tema de hoy, Mariátegui su generación y su lucha por el socialismo tiene un aspecto importante que es de la comprensión de esta dinámica y de esta interrelación que existe entre frente y partido. Él comprende bien esta dinámica, sabe armonizar estos dos aspectos del marxismo, que no son antagónicos entre sí. Él tiene una comprensión cabal de estos dos aspectos y sus relaciones. Podemos ver cómo dentro de lo que se refiere a la tarea de propaganda de las ideas socialistas, Mariátegui es el iniciador en el Perú, incluso en América como señala Antonio Melis, al considerarlo como el primer marxista de América. Hacer la difusión de las ideas socialistas no era fácil en ese momento. No había un clima propicio para la difusión y propaganda de las ideas socialistas. Por el contrario, se hallaba un medio bastante hostil. Los obreros organizados se encontraban influidos por las ideas anarquistas que ofrecían una fuerte resistencia a las ideas marxistas. Cuenta Guillermo Rouillón, en su libro “La Creación Heroica”, que cuando Mariátegui disertaba sus Conferencias era pifiado por el sector más radical de los anarquistas. Se trataba entonces de una intensa lucha; contraste de ideas que Mariátegui tenía que librar en esos momentos. También se vincula al movimiento estudiantil a través de un grupo de estudiantes que él anima a organizarse en el “Grupo Vanguardia Roja”. Su principal forjador va ha ser Moisés Arroyo Posadas. Se va a constituir así en la Universidad San Marcos, el primer grupo estudiantil con una neta y definida orientación socialista. Fue un verdadero núcleo revolucionario, que comenzará haciendo frente a las ideas de reforma universitaria que tenían gran acogida entre los estudiantes. Moisés Arroyo Posadas cumple un papel clave como gestor y organizador de este grupo estudiantil. Posteriormente, Moisés Arroyo Posadas, debido a esta práctica y aprendizaje adquiere una mayor experiencia que lo sitúa posteriormente a convertirse en el principal organizador del movimiento campesino en la sierra central. En toda esta labor desplegada por Moisés Arroyo Posadas se ve reflejado el permanente vínculo que sostenía con Mariátegui. Otro aspecto es la construcción teórica, Mariátegui tenía claro que para la fundación del partido era necesario contar con un Programa, pero un programa no surge en abstracto, sino que es producto de un análisis de la realidad peruana, de los hechos concretos, del momento que le toca vivir a Mariátegui. Para eso Mariátegui realiza una labor teórica y producto de ello son los “7 Ensayos de Interpretación de la Realidad Peruana” donde analiza, desde un punto de vista doctrinal, los diversos aspectos de nuestra realidad. Para lograrlo Mariátegui realizó un trabajo sistemático, primero de unificación de la vanguardia a través de la revista “Amauta”. Vemos ahí como Mariátegui a partir de la lucha de ideas y la polémica va a empezar a perfilar sus propias ideas. Otra experiencia de criba de la vanguardia va a ser la creación de un Ateneo de Estudios Económicos, Sociales y Educacionales, que tomando como base criterios definidamente marxistas, la empieza a plantear y articular desde su arribo al Perú en 1923. Esta labor teórica requiere de una vanguardia intelectual, la que Mariátegui logra unificar a través de este instrumento de lucha, de gran eco y trascendencia peruana, 5


latinoamericana y mundial como lo fue la Revista Amauta. Mariátegui sabía reconocer las diferencias, las capacidades, el talento y los aportes de cada uno de los que lograba congregar y unir para la causa del socialismo. Tomaba muy en cuenta el factor humano. Lo cual lo hacía poseedor de un acertado método y estilo de trabajo en el campo político y cultural. Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Ricardo Martínez de la Torre, César Vallejo, Moisés Arroyo Posadas, Alcides Spelucín, María Wiesse, entre otros, figuran entre sus principales y más cercanos colaboradores. Asimismo, en este histórico “Rincón Rojo” lo visitaban no solo intelectuales, sino también obreros. Existe el testimonio de un obrero, Eliseo…, que provenía de las filas del anarcosindicalismo. Él se había propuesto visitar a Mariátegui y provocarlo de alguna manera. Había ido con ropa sucia como van todos los obreros después de salir del trabajo. Al llegar a la casa de Mariátegui, este lo invita a sentarse junto a otros obreros más que también estaban de visita. Y seguidamente les empezó a platicar de los temas de actualidad. Grande fue la sorpresa de Eliseo…. al percatarse que Mariátegui ni se inmutó porque este se había sentado con los pantalones sucios en su fino sillón. Se dio cuenta Eliseo, que no se trataba del intelectual presumido que mira por encima del hombro a los trabajadores, sino que constató la sencillez de un gran hombre. Jaime Lastra Jimmy ha llegado en el tiempo preciso, pues le toca su turno de exponer; sin embargo, para darle un poco de aliento, vamos a continuar con el Conversatorio con mi intervención en este importante tema: “Mariátegui y su generación por el socialismo” y “El método de Mariátegui en la Universidad Manuel González Prada”. Son dos temas muy importantes de los cuales debemos sacar lecciones. El primer tema nos sugiere que la obra de movilizar, organizar, y desarrollar el estudio de una realidad, si bien puede encontrar en una persona el líder, la fuerza principal no significa de que solamente una persona sea suficiente para hacerlo, que no se requiera la concurrencia de otros, o que los demás no cuentan o que no debemos interesarnos por que ellos participen. La experiencia de Mariátegui demuestra más bien que el individuo no es nada si no está vinculado o asociado a otros espíritus y voluntades. Comprendió que la historia es producto de la generación humana, fuerza social, que generación tras generación van modificando las estructuras sociales y las formas de vida. En nuestra familia nos damos cuenta de este detalle, pues nuestro abuelo no es igual que nuestro padre; nosotros, que somos hijos, tampoco somos iguales a nuestro padre, mucho menos somos iguales al abuelo; y tampoco nuestros hijos son iguales a sus antecesores; siempre, en el devenir generacional, no es el individuo solo el que lo puede hacer todo, sino que requiere necesariamente la cooperación de otros, porque el hombre es un ser social. Esta es la primera lección que hay que sacar de la experiencia de Mariátegui. Muchas veces pareciera que se endiosa a Mariátegui, como si él hubiera logrado todo lo que hizo actuando solo, y no es así. Ocurre que valoramos su papel de líder, de fundador, de iniciador, lo que está bien, pero eso no nos debe llevar a creer que el individuo solo lo hace todo sin la cooperación de los demás. Tenemos que saber cuál ha sido su relación con los demás compañeros que lo secundaron y siguieron, de cómo sabía hacer trabajo conjunto. Por ejemplo, si decimos que tenemos que valorar al compañero Pablo Iparraguirre, aquí presente, sería natural que nos emplazaran ¿cuál ha sido el papel y la contribución de Pablo Iparraguirre? Las personas tienen el reconocimiento por su obra y 6


aportes comprobados y reconocidos, no por el simple enunciado de su buen nombre. Valoramos en el individuo lo que el individuo concentra de esa fuerza social. Por eso, suele decirse que el individuo a veces es pueril y ridículo, porque está desconectado de esa fuerza social, que son las masas, el pueblo. El individuo que cumple su función no puede dejar de estar presente, tiene que accionar, tiene que hacer, pero él no puede hacerlo todo, necesita de sus contemporáneos, necesita de sus compañeros. Todos los que estamos aquí, hemos venido porque nos interesa transformar nuestro país, nos interesa cambiar la injustita, en la cual viven millones de personas, por una sociedad con justicia y solidaridad; por eso estamos aquí. Y hemos venido a aprender de la experiencia de Mariátegui, a sacar lecciones que nos sirvan en nuestra práctica de hoy, en el cumplimiento de nuestras tareas del presente. Lo que logró Mariátegui no lo hizo solo. Sería absurdo pensar que bastaba que moviera en dedo para que las cosas sucedieran tal y como él podría haberlo deseado. Sería idealismo creer en el “Mesías”. La obra de Mariátegui no fue una obra exclusiva, sino que lo hizo con la fuerza de su generación, y en ello pudo sobresalir por su capacidad; ejerció el liderazgo por su genialidad y perseverancia, porque cumplía lo que decía, porque logró confiabilidad entre sus compañeros de lucha. Mariátegui trabajó por el socialismo y no por una ambición personal, como se observa, muy a menudo, en otras personas líderes. La vida y obra de Mariátegui, como él solía decir, constituían un mismo y único proceso, el de luchar por el socialismo en el Perú. Y al propugnar el socialismo en el Perú, naturalmente también estaba contribuyendo con la construcción de una civilización socialista a nivel mundial. Si creemos que una sola persona puede hacer la historia vamos a caer en prácticas de dictadorcillos y autoritarios, creyendo que nosotros tenemos la última palabra y que los demás compañeros no saben nada, y no se les respeta. Incluso tenemos que hacer avanzar a los compañeros que opinan en contra de nosotros. Es un reto, como esa fabula cristiana que dice que hay que preocuparse por el borrego que está afuera, por más que tengamos al 99% dentro del corral. Debemos ir tras el que está afuera y ganarlo a la causa. Tenemos también que saber manejar la contradicción con nuestros detractores y con los que todavía no nos comprenden. Eso ha resaltado Guillermo, cuando nos decía que Mariátegui valoraba bien el factor humano. Comprendía a las personas, no les exigía perfección, y tampoco él se creía perfecto; todos somos humanos, con limitaciones, errores y dificultades. Mariátegui no es un Dios, puesto que se amarraba los zapatos y hacía sus necesidades tan igual como nosotros, pero por su práctica revolucionaria consecuente constituye todo un ejemplo a seguir… Yasser Gomes - Una acotación… Jaime Lastra - ¡Muy bien! Si, por favor…

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Yasser Gomes Un caso es el de Haya de la Torre, que destacaba como caudillo, lo cual criticó Mariátegui, porque, efectivamente, Haya practicaba el caudillismo, que busca intereses personales y de capilla mediante el uso electorero; en cambio, Mariátegui trabajaba por forjar organización que era lo principal… Jaime Lastra ¡Muy bien! Buena comparación. Haya de la Torre también perteneció a la generación de Mariátegui, pero Haya no se orientó por el socialismo, dos líderes que representaban intereses contrapuestos. Mariátegui representa el interés del proletariado; Haya representaba el interés de la pequeña burguesía en ese momento, porque ahora su ideario y seguidores sirven directamente al interés de la gran burguesía y del imperialismo. Dos clases que no se entienden por tener intereses contrapuestos. Pero, el proletariado debe de saber ganarse a esa pequeña burguesía, porque si no se la gana el proletariado no se emancipa… y esto es un buen punto planteado por Yasser. Sobre el método de Mariátegui en la Universidad Manuel González Prada aportaré algunos datos. La UPMGP resultó de un acuerdo del Congreso de la Federación de Estudiantes del Perú en 1919. Y para 1921, ya estaba implementada, respondía a la influencia del pensamiento liberal radical y a la influencia anarquista, pues ambas la promovían y le daban sustento. Fue producto del vínculo del movimiento estudiantil con el movimiento obrero que estaba en auge. La reforma universitaria en el Perú, al influjo de la reforma universitaria de Córdova, que se extendió por toda América, como ha hecho alusión Guillermo, fue la levadura espiritual para iniciar las Universidades Populares. Mariátegui encontró toda esa trama organizativa y la metodología liberal y anarquista en marcha, y sobre esa base tuvo que trabajar. Incluso, para ser admitido como profesor tuvo que aceptar la condición de asistir primero como alumno a 10 clases, como mandaba el Reglamento de la UP. Y luego pudo hacer uso de la tribuna de la Universidad Popular para difundir las ideas marxistas, sembrar gérmenes de renovación y conciencia clasista. Otro aspecto es la propaganda mediante la Universidad Popular, que tenía su revista, fundada por Haya De La Torre, antes que Mariátegui sea parte. ¿Cómo se llamaba esa revista? (“Amauta”, “Claridad” responden desde el público). “Amauta” viene después, la revista de la UP era “Claridad”, cuyo director era Víctor Raúl Haya de La Torre, luego asumió la dirección José Carlos Mariátegui, debido a circunstancias represivas que provocaron la deportación de Haya. Mariátegui aprovecha esta ocasión y pone a la revista “Claridad” al servicio del socialismo, dándole un giro cualitativo que cuando lo dirigía Haya. Mariátegui expone 16 Conferencias en la UP en cada quincena. La UP tiene una duración de 1921 hasta 1927. Durante su actividad la UP es reprimida porque el régimen explotador ve en ella un serio peligro. Es como a la Universidad Socialista, que la han pretendido estigmatizar con fines de preparar la opinión pública para luego reprimirla, como en esos años lo hicieron con “Claridad”; sin embargo, Mariátegui y sus compañeros resistieron y combatieron, así nosotros también seguimos cumpliendo nuestra labor de proselitismo en favor de las ideas socialistas.

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Bueno, estos son algunos datos y reflexiones que nos deben de servir como ejemplo referencial en nuestro trabajo actual, que me he permitido recordar y plantear como quien le daba un tiempo de adaptación al compañero Jimmy quien ya está listo para exponer. Jimmy Mendoza Buenas noches compañeros, disculpen la tardanza. Hay un tema que es sobre el papel que juega Mariátegui en la lucha por la construcción del socialismo. Su trabajo no es individual, como ya se ha reconocido, sino que es un trabajo colectivo, pero con la particularidad de que ese trabajo colectivo sin una persona como Mariátegui, con esa capacidad de interpretación, de asimilación de ideas y de síntesis, no hubiera podido concluir o aterrizar en la investigación de la realidad peruana como lograron hacerlo; y a la vez Mariátegui sin ese colectivo, sin ese grupo de propagandistas, de los compañeros que le traían la información (recordemos que él estuvo enfermo y casi inmovilizado), no hubiera podido nutrirse de la rica realidad peruana y poder escribir como lo supo hacer. Escritos que luego lo publicaba en la revista “Claridad” y lo exponían en la UP. Esto tiene que ver con la importancia del papel del individuo en la historia, como bien explica George Plejanov en su libro “El papel del individuo en la historia”. Mariátegui juega un papel importante en la historia del Perú. Sobre todo en la incorporación de la ideas marxistas en el Perú. Va a convertirse en uno de los destacados intelectuales de su generación, pero tiene una particularidad; Mariátegui no nace de la espontaneidad, no se reclama el dirigente de la generación de esa época, sino que recoge lo que había, básicamente de la generación de González Prada, que contenía las inquietudes de renovación, pero tenía el defecto de carecer de un método y análisis científico, pero es lo que había como lo más avanzado, por lo que Mariátegui lo rescata. Supo comprender lo que pasaba en el Perú. El movimiento anarco sindicalista era hegemónico y las ideas socialistas no estaban incorporadas en el país, y con Mariátegui se inicia el trabajo por la construcción del socialismo en el Perú. Trabajo que lo hace de manera planificada. Participa en la UP, pese a que el anarcosindicalismo tenía la hegemonía y se resistía a las ideas socialistas. Pero, él supo trabajar en ese medio, no fue un dogmático que se aísla, que se separa; no renegó de los anarcosindicalistas ni los estigmatizó; más bien se dedicó a ganarlos. Y realmente logra su propósito, pues al momento de fundar el Partido Socialista entre sus filas participan obreros ex anarquistas ganados a la causa del socialismo. Mariátegui sabía trabajar, su método era de solidaridad, de cooperar sin inhibirse de manifestar sus ideas, defender su posición y trabajar por su propio credo. Mariátegui respetaba la organización, respetaba la tribuna, respetaba las ideas de los demás, pero no dejaba de manifestar su posición y sus ideas. Es como ahora, la Universidad Socialista nos invita a exponer; los organizadores no nos indican lo que vamos a decir, bien o mal, sino que venimos a exponer nuestras ideas de manera libre y a debatirlas y esclarecerlas entre todos. Así hizo Mariátegui en la UP, que luego, toda esa producción, le va a servir para su libro “7 Ensayos…” Además, sugiere una mejor organización para la investigación, como las secciones de trabajo de sociología, economía, etc. Y él empieza su trabajo analizando la realidad peruana que lo plasma en varios artículos, donde él nos plantea tesis de suma importancia, como la que el Perú es una nación en formación. Mariátegui realiza una crítica de la realidad y realiza propaganda mediante documentos y revistas. Mariátegui no desaprovechaba la tribuna de la UP, por ejemplo, en una fecha de su conferencia no pudo asistir por encontrarse enfermo, pero envió su ponencia sobre el “1º de mayo”, que era el tema que correspondía en esa 9


oportunidad. Es así como se produjo “1º de mayo y el frente único”, artículo que está en su libro “Ideología y Política”· Mariátegui supo trabajar, cooperar y ser dirigente, sin tener un cargo. ¿Cómo dirigía y trabajaba Mariátegui en la Universidad Popular sin tener un cargo? Exponía como profesor, siendo alumno y participando con humildad y sencillez. Nunca se ufanaba de haber estado en Europa, de haber conocido a personajes, de haber participado en el Congreso del Partido Comunista italiano o por haber asistido a cursos. Supo trabajar y ganar el espacio, tal es así que en un momento determinado él ocupa la dirección de “Claridad” dándole una orientación clasista y socialista. ¿Cuáles son los aportes que Mariátegui hizo dentro de su generación? En primer lugar, se planteó trabajar por el socialismo en el Perú. Y para ello adhirió a las ideas de Marx, Engels y Lenin. Todo su trabajo lo hacía en forma disciplinada, trazándose metas y objetivos, tal es así que en la correspondencia que mantenía con periodistas y otros personajes él planteaba que estaba trabajando un libro sobre la realidad peruana y otro libro sobre tesis de ideología y política en el Perú. Trabaja un programa de manera disciplinada, que por limitaciones de salud y problemas económicos no marchaba a la velocidad que él deseaba, pero hacía todo el esfuerzo posible. Y todo el objetivo trazado y toda la labor que realizaba, conjuntamente con sus compañeros, lo encaminaba al trabajo de la organización del Partido, fue bien claro al decir: “crítica de las ideas y preparación de la organización”; él criticaba las ideas de la burguesía porque ésta no podía cumplir un rol de desarrollo para el país, y contraponía sus ideas socialistas a las ideas burguesas. De esa forma analizaba la realidad y planteaba soluciones; al mismo tiempo cumplía la labor de organizar. Su método de trabajo fue criticar y organizar; y podemos ver como organizó la Federación de Yanaconas, la CGTP, el Partido Socialista. Mariátegui no fue un simple intelectual, un simple, teórico, sino que fue un dirigente revolucionario, uno de los más grandes dirigentes revolucionarios que ha tenido no solo nuestro país, sino también América. Hasta ahora no ha habido alguien que lo haya superado en ese sentido. Tiene ciertas particularidades en el trabajo, ¿por qué digo esto? Porque Mariátegui se definía de no ser un imparcial, sino un elemento parcializado, decía que habían ideas correctas e ideas incorrectas, ideas buenas e ideas malas, entonces, él tenía claro el objetivo, tenía claro de que no podía perder el tiempo que no podía perder espacio; sin embargo, él recogía aportes de intelectuales que no venían de las filas del socialismo, entonces, en ese sentido Mariátegui tenía un método que podía abarcar el investigar a Nietzsche, Sorel, a tantos intelectuales que le puedan ayudar en desarrollar una teoría en el Perú. En ese sentido es un creador, sabia recoger los aportes de intelectuales que no necesariamente eran socialistas, que las podía utilizar, como el caso de Sorel, donde toma la teoría del mito. Si bien es cierto que esto ha sido bastante cuestionado y despertado polémica, la teoría del mito de Mariátegui está bien planteada para la realidad peruana, especialmente para el pasado histórico y la tradición mitológica y religiosa de los incas y pre incas, hablando de las comunidades y del Ayllu. Mariátegui asimiló el método marxista en Europa y lo supo aplicar bien en el Perú, en todos los aspectos y niveles; analizó la realidad peruana conforme el método marxista y trabajó con los sectores no socialistas pero que no eran enemigos del socialismo en ese momento, y que él los influenciaba para ganarlos al campo del socialismo, lo que requería de mucho trabajo colectivo y gran voluntad de cooperación. Pero no era un “ultrademocrático”, pues desarrollaba crítica a las ideas y no propugnaba una amalgama de posiciones ni el confusionismo ideológico. Manejaba las contradicciones en el interior del movimiento sabiendo trabajar en unidad y lucha, que es un buen método empleado por 10


Mariátegui. Es el caso de la revista “Amauta” que fue la criba de la vanguardia de la revolución, revista que contribuyó a separar la paja del grano. Y eso sucedió, efectivamente, porque Mariátegui trabajó vinculado al sector obrero, estudiantil, campesino e intelectual, rescatando lo mejor y más avanzado de estos movimientos para su trabajo de preparación de la organización. ¿Cuáles son las particularidades de su trabajo? Primero, sabía utilizar la tribuna; segundo, sabía que el anarcosindicalismo era hegemónico y que tenía que hacer trabajo con ellos porque estaban vinculados a la masas, y eso es lo que él buscaba también. Si hacemos un paralelo con la realidad actual, vemos que la CGTP está dirigida por un partido muy criticado y carente de confianza, y cuando plantea una movilización o un Paro hay gente que no asiste y se limita a criticar, porque arguyen que ese Paro no es correcto porque es revisionista, porque es el oportunismo quien lo dirige y convoca. Utilizan de argumento lo que sea con tal de no participar en esa medida de lucha. Pero, si bien es cierto que se tiene que hacer el deslinde crítico, también se tiene que participar, porque una cosa es la dirigencia y otra es la masa, el sector obrero que no tiene la posibilidad de tener las facilidades de educarse, ilustrarse o tener acceso a la cultura. Justamente por eso es que nace la UP, ante lo cual Mariátegui hace una comparación de la UP con las Universidades de París y de Milán, hace un análisis como en Europa estos centros de capacitación no eran una simple extensión de las universidades, sino que eran centros de autoeducación de la masa obrera, donde estudiaban la realidad, la cuestión económica, la cuestión cultural, la cuestión política de su tiempo. Y Mariátegui se propone que eso sea también la labor de la UP Manuel González Prada; le imprime esa política. Recordemos que Mariátegui deslindaba con el espíritu universitario oficial, pues se declaro hasta antiuniversitario en ese sentido; lo que quiere es que la UP desarrolle cursos de una cultura revolucionaria. Él es consciente que la cultura es el mayor gendarme que tiene la reacción. Es relativamente fácil tomar el poder político que cambiar la mentalidad de la gente. Todo su trabajo es una permanente vinculación a la masa, quería que las masas conozcan las ideas, que se organicen, que tengan una orientación, tener un ideal del cual abrazarse e ir más allá de las puras reivindicaciones salariales del momento, que trascienda históricamente. Mariátegui se va a dedicar a eso, empleando todo su tiempo, prácticamente su vida, para servir a esta empresa revolucionaria. Con Mariátegui nacen las ideas socialistas propiamente dichas, pero no nacen aisladamente, sino que reciben la influencia de la revolución rusa, él mismo declara que con la revolución rusa ha empezado la revolución social, empieza una nueva etapa histórica en el mundo. Se adhiere a ello y lo aplica en nuestro país de acuerdo a las condiciones concretas. Y su trabajo que va a producir desde el año 1923 al año 1930 va a ser un trabajo orientado a estudiar el problema de la tierra, el problema del indio, el problema de la raza, el problema de la instrucción pública, el factor religioso y cultural en el Perú, el proceso de la literatura peruana. Se dedica a estudiar la realidad, y eso es lo que vemos en su obra escrita, obra que no utiliza el estilo de cliché, muy acostumbrado a usarse en nuestra izquierda. Su objeto es estudiar la realidad y desentrañar los problemas. Y todo esto no es exclusivo de Mariátegui, sino que cuenta con el respaldo de un movimiento y la fuerza de una generación, donde él sobresale por su capacidad y genialidad. Pedro Quintana Mariátegui tiene esa “Chispa creativa”, que no es calco ni copia. Esta es una cualidad que debemos aprender de Mariátegui. No es como el estilo y método de algunos 11


compañeros de nuestra izquierda que copian los clichés de Mao y los aplican mecánicamente, así como si fuera un dogma que no cambia a través de los tiempos. Esta es una característica en Mariátegui que descubrimos en su obra y en su vida, en su pensamiento y en su análisis. Mariátegui cumple lo que Marx señaló en la Tesis sobre Feuerbach, de que los filósofos se han preocupado solamente de interpretar el mundo; es decir, estudiar y especular para tener conocimiento, pero de lo que se trata es de hacer todo eso para transformar el mundo. Allí está la piedra de toque para entender a Mariátegui, porque a pesar de sus limitaciones físicas y de salud, de haber muerto muy joven (34) tiene el gran mérito de ser el pionero en la creación de los instrumentos fundamentales para un proceso revolucionario. La unidad, que es el mensaje marxista que dice uníos todos. Lamentablemente hoy en día da lástima nuestro movimiento porque está dividido en diferentes corrientes, grupos, círculos de socialistas, marxistas, realmente están totalmente divididos, y que en la época del 80 y el 90 realmente dieron lástima de no haber tenido la altura de Mariátegui de haber forjado una verdadera unidad por un ideal realmente revolucionario. Es por eso que al desarmar esa unidad mariateguista de todos estos grupos es que ahora los sectores reaccionarios que se visten con piel de cordero, pero que en el fondo son lobos rapaces, como el gobierno actual, por ejemplo, se viste de izquierda y revolucionario, cuando en la práctica es realmente todo lo contrario. Sería bueno conmemorar estos 114º años del nacimiento del Amauta, de que todos los peruanos que queremos un Perú Nuevo, que queremos un progreso realmente a favor de las masas oprimidas, hagamos, como se está haciendo muy bien esta Universidad Socialista, el acto de aplicar la vigencia del pensamiento de Mariátegui, porque mucho de su pensamiento sigue vigente, sobre todo su método. Es necesario resaltar ¿cuáles son los rasgos originales en Mariátegui que lo distinguen de otros marxistas? Daniel (Estudiante Sanmarquino) Es necesario que aprendamos del trabajo fundamental de Mariátegui para poder mejorar nuestro trabajo, en mi caso el trabajo estudiantil. Los que estamos por el cambio revolucionario siempre buscamos la unidad, pero cómo conseguimos esa unidad, porque para ponernos de acuerdo entre revolucionarios existen diversas trabas; se dicen yo soy marxista, marxista-leninistas, etc. y no se encuentra la unidad. Uno de los principales problemas que no nos deja avanzar en el trabajo ya sea barrial, sindical, estudiantil es esa falta de encontrar la unidad. Sobre este tema quisiera que abordemos. Aristóteles García Este mes de junio es motivo para recordar a un hombre de combate con una posición socialista en nuestro país, como lo es Mariátegui. Yo quiero aportar acerca de cómo Carlos Marx respecto a la Comuna de París va a sacar tres aspectos importantes, uno de ellas es la dictadura del proletariado, que la clase obrera la aplica, aunque en esa experiencia de la Comuna duro poco tiempo y la aplicó débilmente, lo que fue la causa de la caída de esta Comuna. Lección que Carlos Marx utiliza para enriquecer su teoría. Otro aspecto es que predominó la ideología liberal, y la ideología del proletariado no había impactado, entonces Marx dice que el proletariado no estaba concientizado con la ideología del proletariado. Un tercer aspecto es que el proletariado, el pueblo no tenía una organización de la vanguardia, no existía una organización de ese tipo; había si un frente, pero no la organización política necesaria.

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Por eso, va a plantear que se organice el partido socialista, va a tener importancia el partido, la vanguardia. Carlos Marx pone atención al recomendar la necesidad de contar con la ideología del proletariado. Esa enseñanza la toma Mariátegui para aplicarla en el Perú. Por eso se va a preocupar en formar el partido de la vanguardia, y también va a preocuparse de realizar investigaciones científicas, sin calco ni copia, para establecer una teoría dentro del marxismo. Todo eso lo va a dar a la clase proletaria de ese tiempo, lo que va a ser valioso hoy en día, porque Mariátegui va a cuestionar la sociedad vieja para construir la sociedad nueva por medio de la revolución, por medio del alzamiento armado, que lleva a organizar el ejército del proletariado. Si no hay eso seguirán las clases oprimidas y explotadas dentro de la injusticia impuesta por las clases dominantes. Mariátegui aplicó el método dialéctico, que está en contra de las posiciones dogmáticas, sectarias que se han dado y estamos aún viendo en nuestro país. Nosotros debemos pugnar por unirnos en hechos concretos y también ver la vanguardia que es una necesidad, porque al no haberla la derecha está haciendo lo que quiere. Bonifacio Flores Mariátegui ha sido claro, el cambio tiene que ser mediante una revolución social. Se habla de la fundación del partido socialista, entonces, ¿quién fundó el Partido Comunista en el Perú? Todos queremos que el Perú cambie, pero lamentablemente hay muchos oportunistas y reaccionarios que confunden. Mariátegui fundó la CGTP, pero hoy quién dirige esa central. Tenemos que ver la dirección, si es correcta o no. De esa manera debemos avanzar. Bryan Serrano De mi parte quiero resaltar el estilo y el método que utilizó Mariátegui. Es importante subrayar la concepción que tuvo del trabajo a largo plazo, prolongado. El objetivo de cambiar el país no es una tarea fácil y que objetivamente no se puede cumplir en breve tiempo, uno o dos años, sino en varios años. Mariátegui comprende muy bien este aspecto. Requiere de un trabajo ordenado, sistematizado, planificado; se refleja en el curso de la vida de Mariátegui. Pese a sufrir su enfermedad que casi lo lleva a perder la vida en 1924, él no se doblegó y avanzó con mayor seguridad y optimismo. Estando en condición de inválido, al perder una pierna, asume la responsabilidad de organizar el movimiento socialista, de dirigirlo, de construir la organización socialista. Es una lección importante que debemos asimilar. Otro aspecto es el trabajo con los intelectuales. Concibe bien el papel de los intelectuales que deben de contribuir al cambio social. Por su función, deben aportar a crear una cultura nueva, vinculándose a los obreros y campesinos. Eso lo pudo trabajar en la experiencia de la UP González Prada. Debemos aplicar esta positiva experiencia en el momento actual, como lo hace la Universidad Socialista, que toma el referente de la UP. Ruth Jiménez Por qué, si el Perú ha tenido a Mariátegui, un gran socialista, el movimiento de izquierda en el Perú es tan débil, y por qué no se ha podido, hasta la fecha, generar un líder de la talla de Mariátegui. Generalmente los líderes de la izquierda han provenido de la burguesía o pequeña burguesía, que al final llegaban a ocupar un cargo político y abandonaban a las agrupaciones que representaban, al punto que la izquierda no logra un 13


porcentaje electoral importante ¿Es un problema social, cultural, de falta de ideología (aunque se tiene a Mariátegui), es a falta de identidad, a qué se debe? Compañero 1 Actualmente el movimiento nacionalista tiene como candidato a Ollanta Humala, pero los de izquierda y socialistas no pueden lanzar un candidato o líder reconocido. A qué se debe, por qué no se genera ese tipo de liderazgo. Pablo Iparraguirre El Partido Socialista, luego Partido Comunista, ha pasado un proceso lleno de traiciones, pocos son los que se han mantenido firmes y consecuentes en la posición revolucionaria. Mucho se habla de Mariátegui en una celebración, como en esta Universidad que lleva su nombre. Y muchos partidos de izquierda llevan el nombre de Mariátegui, pero no cumplen su pensamiento. Y eso son temas que no lo tocamos. Llamamos a la unidad, pero en la práctica somos bomberos de la revolución. Estamos luchando, pero calculando qué beneficio personal se puede conseguir. No sentimos en carne propia la necesidad de una transformación social. Cómo vamos a sentir la necesidad de los obreros y campesinos si no asumimos la posición de ellos. Más allá de hablar de formar alianzas con los que se llenan la boca de Mariátegui, debemos hacer el trabajo entre los campesinos y obreros y allí trabajar por la verdadera unidad del pueblo. Y de allí sacar los cuadros políticos que se preocupen en la transformación social, con convencimiento y consecuencia. Se acerca un proceso electoral, y muchos ya se alistan utilizando el nombre del pueblo para poder ocupar un espacio allí y sacar beneficio personal. Por diferentes medios el capitalismo nos mete por los ojos, por las orejas, con la televisión, radio y periódicos; nos bombardea sus ideas. Si vemos la experiencia de Mariátegui se resalta cómo él supo trabajar, pero sé que es un trabajo muy difícil, pero no imposible. Jaime Lastra Son temas importantes y de actualidad los que han planteado los compañeros. Solo les pido que comprendamos que son cuatro conversatorios, y en este, que es el inicio, son dos temas que estamos abordando para sacar las lecciones correspondientes y nos sirvan para mejorar nuestro trabajo. Estamos desarrollando “Mariátegui y su generación en la lucha por el socialismo”, y “Mariátegui y su método en la UP Manuel González Prada”. Entiendo que existe deseo de saber las respuestas a una serie de preguntas que se han planteado hoy, y no son preguntas de fácil solución. Es muy natural pretender que se resuelvan las dudas que tenemos en unas cuantas respuestas, pero centraremos la solución con lo que tenga que ver con el tema de hoy, lo demás quedará en agenda, para continuar en la búsqueda de respuestas en el Conversatorio que tratará de esos temas por resolver. De mi parte comentaría que respecto al pensamiento de Mariátegui, somos un mendigo sentado en un banco de oro; no sabemos aprovechar este rico pensamiento que en verdad es un rico tesoro. No sabemos asimilar las lecciones que han sido comprobadas como válidas por la misma práctica social. Por ejemplo, en cuanto al método, yo siempre escuche, desde que conocí la palabra socialismo, algo así como un slogan en el movimiento marxista de que “el marxismo no es un dogma, sino una guía para la acción”. 14


Y luego, revisando a Mariátegui, encontré que él defendía el dogma, pero como una doctrina del cambio histórico. Si hubiera sido Mariátegui una persona que a todo decía “si señor”, entonces, no hubiese comprendido la esencia de la doctrina marxista, porque repetir es lo más fácil, lo revolucionario es tener un sentido crítico. Marx se quejaba de aquellos discípulos que tomaban su doctrina para petrificarla. Justamente, Engels decía que muchos discípulos que leían la doctrina marxista lo hacían de una manera distorsionada. Si en vida de los mismos maestros existieron los distorsionadores (porque detractores siempre los ha habido, desde el momento de la fundación de la doctrina marxista), luego de muertos los fundadores con tanta mayor frecuencia aparecen los que la distorsionan. Eso llevó a decir a Mao que existen camaradas que tienen su marxismo, pero también su liberalismo, donde el liberalismo es para ellos y el marxismo es para los demás. Conocen el marxismo, pero practican el liberalismo. Es una enfermedad muy especial opinaba Mao, que no era exclusiva de China, sino que se había presentado también en vida de Marx y Engels. Por eso, los fundadores también se quejaban de ese tipo de discípulos. Si quiere que las masas confíen en usted, entonces, primero confíe usted en la masa. Empiece primero a ser consecuente con lo que dice. Si usted dice algo y asume un compromiso, entonces, debe de llevarlo hasta el final. Así empieza el método, es sencillo, pero no fácil de cumplirlo; difícil de asumir. Nos comprometemos a estar puntual, a las seis, pero en el camino, cuando estoy llegando tarde voy inventando un pretexto para justificarme (que no hubo carro, que hubo mucho tráfico, etc.) y no asumimos autocríticamente que uno debe prevenir todo eso para llegar puntual y cumplir su compromiso. ¡Así de simple! Pero, cómo poder hacer liderazgo si nosotros mismos no combatimos nuestra taras, nuestros defectos. Se empieza por ahí. Los burgueses positivistas dicen en son de burla, por tamaña “consecuencia”: ¡que tales revolucionarios son estos! Muchos compañeros adultos dicen que su hijo no se mete en política, que basta ya con ellos. Incluso critican que en otras familias todos se dedican a la política, en el sentido revolucionario, cuando en realidad es algo que se debe de emular. Conocemos a varios con esta mentalidad; y se precian de ser revolucionarios consecuentes. Son defectos y taras que se dan en el pensamiento y eso se traduce en las actitudes. Mariátegui defendía el dogma y decía que nada como el dogma para garantizar la fecundidad de la doctrina. En este caso, Mariátegui entendía el dogma como una doctrina dialéctica, como doctrina del cambio histórico. En cambio, Lenin, criticaba el dogma escolástico, que petrificaba la idea marxista y por ello decía que el marxismo no es un dogma, sino una guía para la acción. Este es un ejemplo genial de Mariátegui de reinventar o recrear la idea del dogma; así, el marxismo es entendido por Mariátegui tanto como doctrina y como método. El dogma o doctrina es como la necesaria brújula y el método es su aplicación creadora. Necesitamos ceñirnos a determinados principios, pero al mismo tiempo requerimos alimentar y nutrir estos principios con la práctica social. ¿Podemos decir que Mariátegui es antimarxista por rescatar esta relación entre doctrina y método, el dogma como fecundidad del espíritu revolucionario? ¡No! Mariátegui es dialéctico, es materialista dialéctico. Es el caso también de la teoría del mito, elevada por Mariátegui, como lo señaló Jimmy. El mito es la fuerza que llena el yo profundo de las masas y las mueve hacía una meta determinada, las que la motiva a realizar la historia; luego vendrán los historiadores a 15


escribirla. No es que primero los historiadores escriben la historia y luego las masas la realizan. Son las masas quienes hacen la historia. Por ello tenemos que estar vinculados permanentemente con ellas. Y eso hizo Mariátegui, que simpatizó con el socialismo desde muy joven porque tenía una posición proletaria, aunque todavía le faltaba tomar conciencia y tener la formación marxista que la tuvo después. Su condición de venir de una familia pobre que tenía a la madre como único soporte familiar. Mariátegui no termino tercer grado de primaria, tenía diversas limitaciones materiales y de salud también. Pero, supo asumir su jornada sin cobardía. Y ocurre que a veces alguien tiene dolor de cabeza o un resfrío y ya no viene a la reunión. Con esa debilidad no se puede hacer una gran empresa histórica. No se puede crear algo con esa actitud. Tiene que haber disciplina y sacrificio, se tiene que saber renunciar a cosas secundarias para atender las principales. Pero, como humanos nacidos en esta vieja sociedad llevamos su sello de vicios y limitaciones de diferente índole, que nos amilana, nos infunde pereza mental para no estudiar intensamente, nos rendimos al simple cansancio y no nos damos fuerza para seguir. Sin vencer esa actitud no podemos avanzar, tenemos que tomar la actitud revolucionaria, de exigirnos primero a nosotros antes de exigir a los demás. Antes de criticar la tentación de otros, guárdese usted de cometer tentación alguna. Se tiene que asumir ese tipo de moral. Por eso Mariátegui hablaba de forjar al hombre pensante y operante, con una nueva ética, con una nueva moral. Pero ocurre que algunos “marxistas” creen que la ética y la moral no van con ellos porque son materialistas. Pero una enseñanza de Mariátegui es que jamás nos hemos sentido rabiosamente idealistas cuando más hemos puesto nuestros pies en la materia. El valor de la moral no se desdice del reconocimiento de que somos producto de la materia altamente evolucionada. Somos una materia pensante, razonamos ¿qué otro ser viviente razona? Solamente el ser humano; en el universo conocido no existe otro ser viviente con esta cualidad. Mariátegui planteó la dialéctica como la auto exigencia del individuo. Uno tiene que exigirse. Un caso en su lucha, que le afecto gravemente su salud que casi le cuesta la vida, le llevó a decir, en una frase bien concreta, que con un buen reposo habría ya curado del todo, pero que ni su pobreza ni su inquietud revolucionaria se lo consintieron. El tenía que cumplir bien su jornada, tenía que cumplir con su destino, que no era otro que el de concurrir al socialismo peruano. Por eso generó la teoría que ahora nos sirve en la lucha por nuestra emancipación. Ese fue su compromiso de fe, tenemos, también, que asumir una profesión de fe. Mariátegui decía que tener fe es tener meta y que no tener meta es patinar en el mismo sitio. Hay que aprender del pensamiento de Mariátegui, él se dio por entero. A mi me parece que algunas preguntas planteadas aquí la podemos ir resolviendo si comprendemos qué filosofía asumió Mariátegui, cuál fue el método que encarnó en su conciencia. Su ejemplo de vida heroica de no temer a morir en el intento. Tanta es la energía que dejó, que sin haber tenido el tiempo, para influenciar a sus hijos, éstos, con ayuda de su viuda Anita Chiappe, pudieron trabajar duro para publicar los tomos de su obra escrita que ahora conocemos y de mantener actualizado respecto de todo aquello que se escribe en torno de su pensamiento. Ni siquiera sus seguidores pudieron hacer lo que su familia realizó. Al contrario, se conoce que ocultaron su obra y negaron el valor marxista de las mismas, muy pocos defendieron su pensamiento. Desde su muerte (1930) pasaron 30 años para que se le reconozca su posición marxista, pero una vez reconocido, los detractores y tergiversadores dijeron que ya no está vigente su pensamiento. Tuvieron que pasar 20 años más para que todos acepten la vigencia fundamental de su pensamiento. Ahora vivimos los años de su

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correcta valoración. Se tienen diferentes percepciones acerca de su pensamiento y de su camino al socialismo dejado por él. Pero es la nueva generación que está preparada en mejores condiciones ideológicas y espirituales de superar las etapas de sectarismo y hegemonismo. Yo si creo que ya existen líderes y están haciendo su labor en los espacios comunes del frente único (Coordinadora Popular Primero de Mayo, Periódico 1º de mayo y la Universidad Socialista) así como en otros espacios de masas y de círculos y partidos. Son los jóvenes los llamados a reivindicar a Mariátegui. Solo una correcta acción intergeneracional podrá ayudar a que este proceso de realice lo mejor y antes posible. Existe una fuerte resistencia todavía a que se abra paso esta alternativa, pero de seguro que se abrirá paso. En Huaycán ocurrió algo de esta resistencia negativa, al oponerse a que los jóvenes y mujeres participen de las elecciones al Consejo Ejecutivo Central de la organización comunal, pero en el Congreso del pueblo de Huaycán resultó elegido un equipo de jóvenes donde su Secretario General es un joven que tiene 22 años. Es un luchador social al igual que los demás directivos. Ahora depende su rumbo y formación según la vanguardia en Huaycán cumpla su deber de crear conciencia de clase. Guillermo Yucra Hay muchas inquietudes e interrogantes de los compañeros acerca del estilo y método de trabajo de Mariátegui, qué aportó Mariátegui en su lucha por el Socialismo. ¿Cuál es el aspecto fundamental? Pedro manifiesta que es su cualidad de creador. Ciertamente, esa capacidad de creación de Mariátegui se basa en una auto exigencia, a pesar de todas las adversidades que tuvo. En una entrevista que le hiciera Ángela Ramos, esta joven periodista le pregunta ¿cuál es tú más alto ideal? Mariátegui responde que su más alto ideal es aspirar al más alto ideal. Esta respuesta revela una fuerza moral enorme, esa profundidad humana que poseía Mariátegui para poder superar todas las adversidades que le acaecieron. Y allí radica creo yo, ese convencimiento que tiene de sí mismo, la fe y la esperanza que tuvo en sus compañeros de su generación, que como hombres que son, pueden ser capaces de autosuperarse a sí mismos y organizarse para un proyecto socialista. Su comprensión del papel del factor humano es clave. Una condición que abre la posibilidad para la lucha y organización por el Socialismo. Esta valoración y reconocimiento de los aportes de sus compañeros de generación, fue una de las condiciones que propició la cristalización histórica del Partido Socialista. Hay otros factores más por supuesto, pero este factor es muy preciado para Mariátegui, que lo ve y lo analiza adecuadamente, y por eso obtiene sus frutos. El factor humano relacionado al aspecto de la cultura. Mariátegui, parafraseando a Lenin dice que es muy fácil tomar el poder, como decía Jimmy, pero que arrebatarle la cultura a la clase dominante, es mucho más complicado. Porque la toma del poder no significa una conquista automática de su cultura. La cultura es el reducto final de la burguesía, ya que como señala Mariátegui, ella es el “mayor gendarme de la reacción”. Y ¿cómo contrarrestar eso? Creando una cultura revolucionaria. Lo que no es ajeno al dogma creador, como bien ha señalado Jaime. No se trata de un dogma petrificante, paralizante, estéril, sino que es en realidad el dogma movilizador. Son aspectos importantes que hay que tener en cuenta. Por ejemplo, esa gran fe en la revolución, fe en el proletariado, que también está en Marx, cuando analiza la Comuna de París, como recordaba Aristóteles. Marx veía al comienzo de la Comuna, que ésta no podría tener un final feliz por todos los riesgos que le deparaba al proletariado; advertía sobre esto y llamaba a que no se de un proceso revolucionario apresurado en la 17


Francia de aquella época, pero una vez que estalló e irrumpió el proceso revolucionario, Marx fue el primero en defender la causa de los proletarios parisinos; es decir, la fuerza moral que tiene Marx es la misma entereza moral que también tuvo Mariátegui. Otro aspecto del aporte de Mariátegui, que toca Bryan, es el estilo y el método de trabajo, que no concibe la lucha por el socialismo en tiempo corto, sino como un proceso prolongado. Si no se ve así, entonces luego viene el desaliento ante cualquier fracaso o dificultad. Mariátegui afirma que sólo un trabajo prolongado deja huella. Conversando con el compañero Ricardo Oliveros, él llamaba la atención sobre este aspecto; comentaba que Mariátegui veía en un libro acerca de la “Teoría de los planes vitales” –no me acuerdo de que autor- cómo un hombre se podía trazar planes a corto, mediano y largo plazo para su propia vida. Este aspecto lo asimiló Mariátegui y lo supo recrear aplicándolo al proyecto político y cultural. Otro aspecto que comentaba Oliveros es que Mariátegui fue un sicólogo social; es decir, que sabía ver el movimiento y sabía captar el sentir de las masas. La otra idea fundamental de Mariátegui es su valoración acerca del pioneer, que también señalaba Oliveros en los seminarios de “Psicología Dialéctica” que organizó la Universidad Socialista. El pioneer como el ejemplo concreto del espíritu emprendedor, el espíritu de aventura. Que puede ser posible la empresa socialista, solamente si estamos llanos a correr con los riesgos que trae consigo. Son aspectos que resalto y subrayo en lo relacionado al estilo y método de trabajo proletario de Mariátegui. Jimmy Mendoza En realidad, hay preguntas e ideas planteadas hoy aquí que rebasan los temas del mismo Conversatorio. Son más candentes y requieren de respuesta por exigencia del público participante. Y en verdad superan los esquemas de exposición traídos aquí. Y algo parecido ocurría también en la actividad de Mariátegui. El se planteaba un esquema para trabajar, pero según evolucionaba su trabajo, se iba adaptando y se iba acomodando a la realidad, según la capacidad y según las condiciones que en ese momento tenía. Hasta cierto momento podríamos decir que Mariátegui es contradictorio; pero es así, nada es estático, todo cambia, nada perdura para siempre. Igual con las tesis de Mariátegui, no van a perdurar para siempre, porque la realidad cambia. Hay tesis que ya han caducado y hay tesis que siguen vigentes, y eso se tiene que contrastar con la realidad. ¿Y cómo lo hacemos? Analizando la realidad actual. En la época de Mariátegui, cuando él nos planteó el problema indígena, el problema de la tierra, (un problema aún no resuelto y las condiciones han cambiado), la masa indígena era las 4/5 partes, o sea el 80% de la población, la mayoría quechua-hablante; entonces, ¿cómo Mariátegui podía hacer un trabajo de educación del marxismo con una masa ignorante, analfabeta? Ahí está la creación de Mariátegui, que apeló al mito religioso, a la cultura de la masa indígena; entonces, a través de la cultura, a través del desarrollo del mito, Mariátegui podía hacer el trabajo de la UP. Eso es un aporte de Mariátegui; no lo vamos a encontrar en ningún otro marxista tal y como él lo ha desarrollado, recogiendo el aporte de Sorel, que no era marxista; pero lo aplica a la realidad, a las condiciones concretas en que le tocó trabajar, es una persona creadora que se sabe ubicar en su momento en su tiempo, y sabe qué herramientas tiene y cómo usarlas para transformar la realidad. Justamente, ese tipo de prácticas y ese tipo de trabajo aplicado por Mariátegui es el que se abandonó a su muerte. Por ejemplo, Eudocio Ravinez se radicaliza, se “campesiniza” en la forma, pero, en los hechos, abandonó el estilo y método de trabajo de Mariátegui; tanto así que el partido se ve en abandono, casi pulverizado. Martínez de la Torre hace otro tanto, pues pone el movimiento obrero organizado al servicio de la burguesía. Abandonaron el principio de 18


Mariátegui, abandonaron el camino de Mariátegui y escondieron su pensamiento. El movimiento socialista no ha podido recuperar, hasta ahora, ese estilo y método de Mariátegui. Fueron muchos años donde toda una generación ocultó a Mariátegui, se la pasó escondiéndose de Mariátegui y escondiendo a Mariátegui. Luego viene la ruptura, la división del partido en varios grupos, que también vemos hoy en la existencia de varios grupos: “Patria Roja”, “Sendero Luminoso”, “Unidad”, “Bandera Roja” entre otros grupos más. Una división que viene desde la década de 1960 y de 1970. ¿Podemos hablar entonces de una unidad de un frente unido y lograrlo? Es un trabajo arduo, bien difícil. Pero es un trabajo que se tiene que hacer. Los que en ese momento criticaban a los dirigentes políticos de esa época de atornillarse en el cargo, ahora son ellos los que se atornillan al cargo; repiten la historia siendo inconsecuentes. Se aferran fuertemente a sus cargos y al control de las organizaciones donde tienen predominancia, como en el caso del SUTEP, FEP, CGTP. No se ve cuadros jóvenes en ninguno de los partidos, y si los hubiera, siguen a pie juntillas lo que dicen los dirigentes viejos. Y es peor aún, porque algunos partidos se han convertido en clanes familiares, donde sus parientes ocupan los principales cargos y jefaturas. Es un problema muy serio este mal que no deja que la juventud asuma su rol de dirigir el proceso de cambio. Esto sucede en todas las organizaciones, grandes y pequeñas. También en el sector estudiantil se presenta igual situación. Vemos la FEP, por ejemplo, donde los dirigentes llegaron a tener 40 años y que ni siquiera tenían vinculo con la universidad, o estudiaban pero no se matriculaban, esa es la práctica que se utiliza. En cambio, Mariátegui nunca utilizó esa práctica, jamás se afanó por algún cargo, y ni mucho menos querría atornillarse en él para tener el control desde arriba o burocráticamente. Su práctica era participar democráticamente y mediante eso influenciaba y dirigía, porque sí sabía vincularse y orientar al pueblo. Los trabajadores lo invitaban para que dicte charlas en el Callao, Vitarte, la UP Manuel González Prada. Incluso lo estudiantes lo proponen para que sea Catedrático en la Universidad San Marcos, pero el Rector de ese tiempo de opuso. Hoy en día tenemos una gran falencia en vincularnos con las masas, pero eso tiene que cambiar. Yo pienso en que la unidad se va a dar en el momento en que un sector pueda insurgir creativamente, planteando soluciones concretas a los problemas actuales, con una forma de trabajo y organización que remueva los cimientos de todos esos partidos y organizaciones, y que haga que la juventud y los cuadros honestos se vinculen a esos sectores y que traten de primar la unidad. No creo que sean los Comités Centrales los que impulsen este trabajo, pues sólo los 7 de Octubre actúan de pura formalidad y hablan de “unidad” en la fecha de celebración del aniversario de la fundación del partido. Incluso, hasta emiten sendos comunicados conjuntos, pero luego todo queda en el papel. Se andan peleando por los cupos de los sindicatos porque muchos de ellos viven del sindicato. Existen estas prácticas erróneas dentro de las organizaciones políticas y populares que deben ser superadas y vencidas. Ahora, ¿cuáles son los instrumentos fundamentales de Mariátegui? Cuando analiza la realidad, él nos da el punto clave al decir que el Perú es una nación en formación y, sobre esta constatación muy importante, él se plantea construir la nueva sociedad peruana, que en su proyecto lo llamaría el “Perú Integral”. Si bien es cierto que el concepto de nación tiene su origen en el pensamiento burgués y es una realidad del capitalismo, como una forma de organización de la sociedad a través del estado-nación, Mariátegui nos hace este planteamiento porque afirma que con la conquista se interrumpió un proceso de desarrollo natural, que se vivía con el Tahuantinsuyo, y la historia del Perú 19


se dividió en dos. El colonialismo español nos trajo la influencia de la cultura occidental que se mezcló con la cultura andina. Y esta experiencia tuvo su historia, aparte de la historia de los pueblos indígenas que conservaban sus tradiciones y cultura, pero que se mantenían dispersos. Hasta ahora vemos cómo existen diversas formas de bailes, comidas, vestimentas, idiomas, arte, etc. entre las diversas culturas que coexisten en el país. No podemos hablar de la “Nación Peruana”, somos una unidad de varias naciones, somos un país multinacional. Mariátegui se da cuenta de esta realidad y hace una comparación con China, por ejemplo, y dice que el chino se siente chino; el peruano, en cambio, no se siente peruano, porque en el caso de la gente de la sierra se siente más de su nación-particular; y los de la costa se identifican con la cultura accidental. Ante esto Mariátegui nos plantea el Perú integral, y nos plantea también cómo trabajar frente al misticismo de la masa indígena, y para ello nos aporta su teoría del mito. Estas son tesis fundamentales de Mariátegui. Denominó “nuestro mayor problema histórico” al dualismo histórico, problema nacional generado por la conquista. Y “problema primario del Perú” a la explotación de la masa campesina indígena. Y estas tesis, Mariátegui las extrajo de la realidad peruana misma, supo comprender y asimiló muy bien el método marxista, que implica realizar el análisis concreto de la realidad concreta, y sobre esa base levantar teoría. Esta es el alma viva del marxismo. Mariátegui no usó mecánicamente las tesis de Marx, Engels y Lenin; y dicho sea de paso que él no conoció todas las obras de Marx, Engels y Lenin, ya que cuando viajó a Europa no se había publicado las Obras Completas de Marx y Engels, y muchas de las obras editadas por separado y no en compendio, que ya estaban impresas en Europa, no estaban traducidas al castellano. Así, con las pocas obras que pudo conocer de la doctrina marxista, Mariátegui conoció lo fundamental y la aplicó con creatividad a nuestra realidad y con esa base proyectó su plan de acción y programa revolucionario. Supo construir organización a través de la política de frente único, fue consciente de cumplir la tarea de organizar a la clase revolucionaria, porque si no está organizada cómo podemos dirigir un proceso revolucionario, ¿solamente organizando a la vanguardia? ¡No! ¿La vanguardia a quién dirige? Dirige a una clase. Mariátegui, por eso, se tomó el trabajo de organizar a la clase, organizó sindicatos, educó a la masa obrera a través de los seminarios y de las secciones de investigación, de las conferencias de las exposiciones de la publicación de revistas y periódicos. Mariátegui empleó un método y estilo de trabajo de organización de la clase proletaria y nos plantea algo singular acerca de la teoría del partido de la clase proletaria, dentro del concepto clásico de los maestros del marxismo, sobre todo Lenin, en el sentido que Mariátegui nos plantea la organización de obreros y campesinos con carácter netamente clasista. Rescata al campesinado, pero siempre que adhiera al marxismo. La masa mayoritaria eran los campesinos y se tiene que abarcarlos. Ya se dijo que realizó trabajo en frente único con los anarcosindicalistas a pesar de que tenía discrepancias con ellos, así como trabajó con otros sectores en el proyecto del APRA como frente o alianza, pero en el momento que había que definir los campos en defensa de los intereses del proletariado, él definió y deslindó los campos de manera resuelta en favor del proletariado. Y siguió trabajando por el cambio. Mariátegui nunca se desesperó por quién dirigía este u otro sindicato, y jamás se propuso hacer sindicatos paralelos, como vemos ahora, porque tienen el criterio errado de que si ellos no lo dirigen, entonces deben de formar otro sindicato que si puedan dirigirlo, sin importarles causar divisionismo. No se entiende que se debe de trabajar en los sindicatos ya existentes, corregir sus desviaciones si los hubiese y solo crear sindicatos 20


nuevos donde no existan. Pero ahora no se cumple con lo enseñado por Mariátegui. Muchos hablan de Mariátegui, pero pocos lo conocen; él mismo decía acerca del marxismo, que muchos hablan de marxismo pero muy pocos lo conocen y, sobre todo, no lo comprenden. Algunos valoran a Mariátegui tan solo como “el fundador” del socialismo, pero para mí es mucho más que eso, su pensamiento es guía de la revolución. Sobre esta base dejada por él debemos continuar su labor, pues están vigentes sus tesis de solución a los grandes problemas del país. El problema de la tierra no se ha resuelto. Hoy son más de cinco millones de peruanos que activan en las Comunidades Campesinas y se les pretende arrebatar sus tierras comunales con el Decreto Legislativo 1015 a favor de las grandes transnacionales imperialistas. Se trata de un 20% de población del Perú. Merecen la solidaridad nuestra y tenemos que aportar en una solución. Para eso tenemos la enseñanza de Mariátegui, que nos ha dejado la tesis de que el ayllu tiene que ser la célula del nuevo Estado, porque conserva esos hábitos de trabajo comunitario y mantiene la propiedad colectiva de la tierra, que son dos elementos claves para el nuevo orden social. Tenemos que estudiar y releer a Mariátegui, asimilar su pensamiento y seguir su camino.

Jaime Lastra Bueno, hemos culminado el presente Conversatorio. Los esperamos el 17 de junio que sigue con el tema de la prensa popular. Agradecemos vuestra asistencia y empeño. Recomendamos tres materiales: 1) “Aplicar el método marxista de conocimiento y definición de los problemas del Perú”. Folleto que contiene la recopilación de varios artículos de Mariátegui en relación al trabajo de investigación e interpretación e la realidad peruana. 2) “Cinco Conferencias inéditas de Mariátegui” 3) “Introducción a Claridad” 4) “Mariátegui y su creación heroica” Estos materiales pueden solicitarlos al teléfono 991018134 o al E-mail: jaild2@hotmail.com

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Conversatorio 17 de junio 2008 / USP-JCM

MES DE MARIATEGUI 14 de junio 2008

114º ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL AMAUTA

“El estilo de trabajo

de Mariátegui

en la prensa popular”

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Conversatorio 17 de junio 2008 / USP-JCM “El estilo de trabajo de Mariátegui en la prensa popular” En el mes de junio, que hemos denominado el “Mes de Mariátegui” al conmemorarse los 114º aniversario de su nacimiento, recordamos también que este año en el mes de junio se cumple el 90º aniversario de la revista “Nuestra Época”, a la cual también va dedicado este Conversatorio, más aún por tratarse de un tema relativo a la prensa popular. En nuestro país tenemos diversas prensas, de todo carácter y de diversas formas. Ahora último, incluso, se ha constituido una Coordinadora Nacional de Prensa y Medios Alternativos. Se viene trabajando un medio de prensa común y conjunto, de tiraje mensual, que es el periódico “1º de mayo”. Y también estamos publicando el Boletín de la Universidad Socialista. Todo esto, sin duda, son avances. Sin embargo, es necesario conocer cómo Mariátegui utilizó el correcto estilo y método de trabajo de desarrollar prensa. Y cómo supo aprovechar las diferentes formas posibles de acceder a los medios de comunicación oficiales, aún en fuertes y complicados momentos de la lucha social y política. ********

Bryan Serrano El 0bjetivo del presente Conversatorio es sintetizar las lecciones que sobre el trabajo de prensa encontramos en Mariátegui. La Universidad Socialista del Perú JCM luego editará las diversas ponencias a fin de divulgarlo entre el pueblo. De este modo, rendiremos mejor homenaje a Mariátegui en su 114º aniversario de su nacimiento. Inician este Conversatorio los compañeros Yasser Gomes, Jaime Lastra y Miguel Aragón, luego todos los asistentes podemos intervenir. Se sabe que Mariátegui fue periodista de profesión y que dependía de esa ocupación en su sustento económico y material, que se eleva a una posición de intelectual revolucionario y marxista, con un espíritu de partido. Que funda la revista “Nuestra Época”, el periódico “La Razón”, la revista “Amauta” y el periódico “Labor”. Y que también escribe en diversos medios. ¿Cómo sacar lecciones de toda esta valiosa experiencia y utilizarla en nuestro actual qué hacer? Eso trataremos de lograr en este Conversatorio. Yasser Gomes Cuando José Carlos Mariátegui hace el análisis de la prensa y de cómo se pueden propagar las ideas socialistas, la divide en: Prensa de Partido y Prensa de Información. Mariátegui propone desarrollar la prensa de información, porque con ella se llega a mayor cantidad de gente, por la diversidad del contenido temático e ideológico que se ofrece. En

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cambio, una prensa de doctrina tiene un público reducido, porque este sólo incluye a militantes o simpatizantes de un movimiento o partido político. Incluso llega a plantear la necesidad de constituir una prensa de tipo industrial. Atendiendo la velocidad en que se producen los acontecimientos y la rapidez en que debe de funcionar la comunicación. Según Mariátegui, una Prensa de Información permite un campo de acción más amplio que una Prensa de Doctrina. Un gran ejemplo de esto, son las mismas publicaciones que dirigió José Carlos Mariátegui, como las revistas Claridad (prensa de la Universidad Popular Manuel Gonzáles Prada) y Amauta, en las que aglutinó a las tendencias anarco-sindicalistas, libertarias e indigenistas, a obreros, estudiantes e intelectuales. Llegó a un público amplio y logró influenciar con sus ideas socialistas. La burguesía maneja a la perfección –gracias al poder político y económico que detenta— esta técnica de Prensa de Información. Lo vemos a diario, en los periódicos que cuelgan de los quioscos y en los programas televisivos. Porque estas empresas periodísticas, se presentan como neutrales. Cuando realmente desinforman a la población y les crean hábitos de consumo y costumbres ajenas a nuestra realidad. Que provocan, en la gente –que tiene un bajo nivel educativo— una motivación de satisfacer sus necesidades económicas, incluso, aceptando cualquier tipo de trabajo, aunque este sea esclavizante. Al mismo tiempo, estos medios de la burguesía, los entretienen, levantando noticias intrascendentes como los chismes de farándula o notas policiales. Así parametran y manipulan eficazmente a las masas, para que estas, se alejen de la realidad y se olviden de las razones económicas y políticas que afectan su vida. En la actualidad, esta amplitud de aglutinar y publicar a diversas tendencias políticas en Perú, lo hacen el Periódico 1ro de Mayo y la Revista Mariátegui. Pero estos esfuerzos deben trabajar para convertirse en un proyecto más ambicioso, tomando la idea del Amauta, de construir una prensa industrial. Además de utilizar y aprovechar las nuevas tecnologías de la información –como las visuales—, para influenciar en la población y lograr que esta, se adhiera al socialismo. Jaime Lastra Lo que se ha señalado, prensa de doctrina y prensa de información, constituye uno de los valiosos aportes de Mariátegui, que –dicho sea de paso- tenía en el periodismo su profesión y también su medio de subsistencia. Y sobre este último aspecto voy a detenerme antes de abordar el primer aspecto fundamental. Para Mariátegui escribir era procurarse no solo la satisfacción moral de exponer sus ideas, sino también satisfacer su hambre. Es algo real, Mariátegui no podía tener ingresos económicos si no cumplía con su trabajo. Como le ocurre a cualquier obrero, si no va a trabajar a la fábrica, pierde el día y no le pagan. Aparte de la vocación, hay aquí también auto obligación por necesidad material. Veámoslo en experiencia nuestra. Para publicar nuestro Boletín nos damos tareas, pero éstas no se cumplen tal y conforme, puesto que, primero, no somos de profesión periodistas y, segundo, tampoco dependemos de esta labor para sobrevivir, porque tenemos otra ocupación. Y esto se expresa en que los artículos se entregan tarde y con el agravante de estar mal redactados. En el caso de Mariátegui es diferente, porque de niño trabajó en los talleres gráficos y de joven trabajó como redactor. Y no fue fácil para él hacer todo esto, pues tuvo que esforzarse bastante y demostrar capacidad para obtenerlo. Esta es una característica a tomar en cuenta. Lo otro es que 24


Mariátegui reconoció que él se había elevado del diarismo a la doctrina, o sea, no se quedó en ese mundo del oficio puro y simple del periodismo. Era consciente que la vida como periodista, como vemos en la mayoría de periodistas, los aleja de proyectos mayores porque escribir al día a día no es lo mismo que escribir ensayos y productos más elaborados que implican construir teoría. Hay un pasaje de sus escritos donde mostrando su disconformidad con esa labor agobiante del diarista, Mariátegui dijo que si no lo gobernase esa atmosfera podría tener mejores condiciones para escribir lo que su propósito y deseo le dictaban. El diarismo, donde por fuerza tenía que sobrevivir, no le permitía escribir temas más de su gusto o como él quisiera. Vemos que existe un conflicto en Mariátegui, conoce muy bien su profesión pero no está a gusto con la forma de someter su pluma a la fuerza del diarismo que lo limitaba abrumadoramente. Siente que con esa forma jamás cumplirá su ideal, y, por eso, no se siente a gusto. Él va madurando su escape y encuentra que el periodismo, la prensa que además de ser su medio de subsistencia, también podría ser su principal arma de lucha, una herramienta que le permita forjarse a si mismo y luego forjar un contingente de su generación y de preparar una elite capacitada y resuelta en conducir los destinos de las masas. Por esta razón, en toda su actividad de trabajo en el periodismo (La Prensa, El Turf, Lulú, Variedades, El Tiempo, Le Monde, Nuestra Sierra, Mundial, etc.) y en sus propios proyectos de prensa (Claridad, Nuestra Época, La razón, Amauta, Labor) jamás practicó un periodismo vulgar, ni aún en sus momentos de escribir temas del Hipódromo o policiales. Nunca rebajó su pluma a un nivel planfetario y vulgar. En cambio, cada vez que maduraba, su pluma se elevaba a nivel de construir teoría y de servir a una doctrina. Este proceso de elevarse a la doctrina se cumple con más celeridad cuando Mariátegui experimenta en Europa nuevas situaciones. No solo completa su formación marxista, sino que mejora su destreza con la pluma y mejora sus dotes de organizador en el campo editorial. No se olvide que Mariátegui en Europa continúa su labor de periodista, no tiene otra forma de subsistencia. Pero ya no está esclavizado a escribir para el día a día, porque sus entregas las tiene que hacer semanales, quincenales o mensuales, según sea el caso. Además no olvidemos que Mariátegui supo dar buen uso al subsidio de la Beca con la que fue deportado. Se dedica al estudio, a la investigación y pule mejor su arma de la crítica. En el Perú Mariátegui ya había mostrado su simpatía por el socialismo desde temprana edad y demostrado también a los 24 años su decisión de orientarse resueltamente al socialismo. En Europa se encuentra con una situación revolucionaria que influye en su acelerada maduración y formación marxista; Mariátegui se encuentra en su elemento. Conoce a personajes de alto vuelo teórico y político, también líderes de partido con talento de realizadores y organizadores. Se nutre de la experiencia europea en prensa moderna. Comprende el importante papel organizador que tiene la prensa desde el mismo momento en que crea opinión pública favorable y que dirige de hecho la acción política, en tanto actúa como centro ideológico. Mariátegui da un salto en Europa, por eso cuando regresa al Perú él es el individuo que está mejor preparado que cualquier otro en el terreno del periodismo, en el terreno de la literatura, en el terreno ideológico y en el terreno político. Y esta fue su base para realizar el trabajo que le correspondió. Miguel Aragón ha remitido por Internet un trabajo de 33 páginas acerca de la Difusión de los “7 Ensayos…”, que tienen defectos de redacción, tIpeo y de concordancia debido a que es el borrador de un trabajo de investigación que lleva a cabo el compañero, del cual yo me he valido para aprovechar los datos que allí aparecen para completar mi tesis de que, comparando la experiencia de José Carlos con otras experiencias 25


revolucionarias de otras latitudes, Mariátegui cumplió en realizar la tarea de dos generaciones en una sola. Y es más, lo pudo hacer en un breve tiempo. Este es el hecho histórico que marca el estilo de Mariátegui en las diferentes acciones por él realizadas: “Amauta”, “Labor”, el frente único, el partido, etc. Es un estilo peculiar, así como lo tuvieron Marx, Lenin, Mao, un estilo específico marcado por las condiciones históricas particulares que les correspondió vivir. Ahora sí, veamos el aspecto fundamental entre la relación de prensa de doctrina o de partido y prensa de información o de masas. En el caso de la revolución rusa, la experiencia de “Iskra” y de otros medios que allí produjeron no es lo mismo de lo acontecido en Perú con la labor de prensa de Mariátegui. “Iskra” era un medio definidamente más de partido, es decir, tenía más ese peso. En cambio, cuando Mariátegui funda “Amauta” no lo hace como medio de un grupo o partido. “Amauta” representa el movimiento de una vanguardia que está en un proceso de definición. Y esto se debía a que, antes de Mariátegui, nadie se había encargado de difundir las ideas marxistas. Mariátegui cumplió esa función, pero a su vez, necesariamente dadas las condiciones, estaba también preparando la organización, tanto de frente como de la vanguardia. ¡Dos tareas en una! Lenin, por ejemplo, fue antecedido por un Alexorld, Plejanov, etc. que se habían encargado de difundir el marxismo en Rusia; incluso, el movimiento anarquista ruso había traducido, me parece, “El Capital” de alemán a ruso. Hubo una década de difusión de literatura marxista. Le correspondió a Lenin entrar directamente al tema de la organización de la vanguardia, porque la generación anterior había cumplido la tarea de propagar las ideas marxistas. Mariátegui cumple dos tareas en una, y en un período bastante breve, de 12 años (1918 – 1930), en circunstancias de tener una salud delicada y en riesgo constante de perder la vida. A esta limitación se le sumaba otra: Mariátegui no provenía de una familia burguesa, sino de una familia pobre sin la tutela del padre y con la sola madre que lucha por sobrevivir con sus hijos; él no provenía de la intelectualidad burguesa como sí fue el caso de Marx, Engels y Lenin por ejemplo. Fácil es comprobar las ventajas y desventajas de una y otra condición social. El conjunto de estas circunstancias explican por qué el estilo de Mariátegui en la prensa fue de la forma que conocemos. De cómo supo manejar correctamente la relación entre prensa de doctrina y prensa de información. Esta relación es indivisible, en el sentido que tanto en ambos tipos de prensa se expresa la unidad y lucha entre doctrina-información o partido-masas. La dialéctica enseña que “uno se divide en dos”, pero en realidad es metafórico, pues los dos aspectos de la unidad son inseparables y solo nos sirve para resaltar la existencia de dos aspectos unidos en una relación dialéctica. Por ejemplo, “Labor” cumplió con ser una prensa de información, una prensa de masas, pero eso no significaba que no tuviera ideología o no propagara una doctrina, sino que su diseño adoptaba la forma que era más accesible a las masas. Y en el caso de “Amauta” cumplió con ser una prensa de doctrina, pero eso no significaba que no pudiera ser difundido entre las masas o que su finalidad no sea servir a las masas, sino que su diseño adoptaba la forma que correspondía a la comprensión y nivel de la vanguardia. La prensa de doctrina también informa y la prensa de información también difunde doctrina. Solo que cuidando sus espacios y niveles.

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Mariátegui llega a plantear, incluso, que una prensa dirigida a un vasto público, aunque tienda a asimilarse a una prensa de tipo industrial, sería mucho más eficaz en manos de una vanguardia capacitada, que sabría utilizarla como un arma revolucionaria. Una prensa de este nivel requiere tener una planta gráfica y una organización empresarial, mediana por lo menos, que permita la publicación diaria de la prensa, en forma permanente. Y para que se pueda sostener esa prensa de gran circulación su producción tiene que ser masiva, por lo tanto, también tiene que tener un mercado que consuma su producción. Y sí tu prensa tiene un contenido que solo le interesa a un pequeño grupo y no atiende el gusto masivo, entonces, en una semana fracasa tu empresa. Nadie va a consumir tu producción. Toda prensa industrial está destinada al consumo masivo, y para que el consumo masivo se produzca, el tratamiento que se le da a las páginas de esa prensa tiene que ser a favor del interés más general. Pero esto no anula que a través del medio se ofrezca e influya una ideología. Pero la ideología no va por delante, sino que va diseminada y diluida entre todas las líneas escritas y las imágenes. Debemos tener en cuenta que el público masivo es inculto políticamente y no tiene una formación ideológica firme. Vemos como la burguesía sí sabe utilizar esta prensa industrial para alienar y embaucar a las masas, tiene un arte magnifico de manipular la opinión pública, sus mensajes ideológicos son subliminales, como en los avisos comerciales, crean una necesidad de lo artificial para crear consumo, de esa forma aplican los mensajes doctrinarios reaccionarios y mantienen la dominación ideológica, que son verdaderas cadenas invisibles que aprisionan y controlan la mente de las masas. Podemos decir que cuanto más perfecta sea la forma subliminal del mensaje más efectivo será el veneno de su contenido. Mariátegui se refiere a esto cuando señala: “…una prensa industrial que mientras se titula prensa de información y, por ende, neutral, en realidad es la más eficaz e insidiosa propagandista de las ideas y los hechos conservadores y la más irresponsable mistificadora de las ideas y hechos revolucionarios”. (Ideología y Política. Pág. 176). Entrar a este terreno de la prensa de gran circulación, obviamente puede llevar a una asimilación al tipo de prensa industrial; trae el riesgo de corromperse ante la inmensa presión de los diversos factores: económicos, social, político e ideológico. Este riesgo es un hecho, pero puede evitarse si quien hace uso de esta prensa es una vanguardia sólida y consecuente. Mariátegui aconseja a vencer todo temor y a trabajar este tipo de prensa de gran circulación; él lo estuvo impulsando, primero con la Editorial Claridad en 1924 (que no prosperó por razones de que cayó gravemente enfermo y por la dura represión), luego a través de “Labor” mediante la Editorial Amauta (que justo en su apogeo lo sorprendió la muerte). Así, Mariátegui advirtió sobre la necesidad y el riesgo de este proyecto: “Hace absoluta falta, por esto, dar vida a periódicos de información, dirigidos a un público muy vasto, que asuman la defensa de la civilidad y del orden nuevo, que denuncien implacablemente la reacción y sus métodos y que agrupen, en una labor metódica, al mayor número de escritores y artistas avanzados. Estos periódicos son susceptibles de adaptación progresiva al tipo industrial, si el criterio administrativo se impone al criterio docente, y de desviación reformista, si los absorbe gradualmente la corriente democrática, con sus resquemores y prejuicios antirrevolucionarios. Pero, de toda suerte, constituyen una empresa que es necesario acometer, sin preocuparse excesivamente de sus riesgos”. (Idem). Por su praxis, creemos que Mariátegui también hubiera desempeñado una buena labor en este terreno de la prensa de gran circulación, pues representaba a un núcleo que ofrecía las garantías bajo su liderazgo. Muy diferente es cuando se trata de un grupo de 27


simples empresarios, cuyo único interés es el lucro (éstos necesariamente se alinean con la ideología burguesa) y se proponen ubicarse en una buena posición dentro del sistema actual. Otros empresarios pueden acercarse a ciertos sectores de izquierda, como es el caso del diario “La Primera”, y hacer una política de oposición, apostar por tal o cual candidato con el fin de hacerse de poder, pero sin cuestionar el sistema. El caso de la experiencia europea, del período de inicios del siglo XX, en el manejo de la prensa de información de gran circulación es también asimilable. Los partidos comunistas de Alemania, Francia e Italia producían tirajes arriba de los 100 mil ejemplares. Detrás de esta empresa estaba el partido del proletariado que sabía manejar ese escenario. Mariátegui había asimilado esa experiencia y lo aplicó en el intento en el Perú. Pero no solo eso, sino que trajo el estilo moderno de edición. En “Amauta” se deja notar esta influencia, donde ejerce un periodismo ágil, ameno, diverso, con una diagramación que rompe esquemas, por ejemplo, algunas carátulas de “Amauta” su título no se ubica en un solo lugar (comúnmente se coloca en la parte superior), hay números de la revista “Amauta” en que el titulo aparece en la parte inferior, al centro y hasta artísticamente en el chullo de un indio que va en la portada. Este aporte de Mariátegui de diferenciar prensa de doctrina y prensa de información es muy importante para nosotros, a fin de que podamos saber usar ese estilo en nuestro medio. Es bien difícil porque siempre hay la tendencia al planfeto, al estilo agitativo, Siempre se tiene la costumbre de marcar el territorio, como los perritos que salen de casa y marcan con su orina su espacio. Los que aplican el estilo de cliché también marcan su territorio. Y mucho más difícil es cuando queremos construir una prensa común y de frente único. Los diversos grupos o tendencias quieren expresar su sello, la fuerza de la costumbre nos lleva al sectarismo, enfermedad que nos lleva a rechazar la cooperación de los intelectuales que no tienen igual opinión, pero que se inscriben dentro de la lucha por el cambio social. Y esa práctica errada de la política de cliché arruina proyectos de prensa que podrían muy bien servir al proletariado. Mariátegui observa este detalle y sugiere aprender de la experiencia de la revista “Monde”: “La presencia de Henri Barbuse, revolucionario honrado, de gran corazón e inteligencia, en la dirección de “Monde”, es una garantía de que esta revista, no obstante la liberalidad que se permite en la elección de sus colaboradores, sabrá mantenerse en su línea inicial (…) “Monde” no admite que la literatura proletaria sea una palabra vana. Tiene sus puntos de vista propios. Pero esto no le impide desear y provocar un debate exhaustivo, consultando la más variadas opiniones. Sólo así es dable a un periódico interesar a grandes sectores de público”. (Idem. Pág. 177) Mariátegui reconoció el espíritu de frente único de “Monde” al decir: “…carácter no sectario, no partidista de este periódico” (Idem) ¿Cómo podemos aprovechar esta experiencia de Mariátegui en nuestra labor de propaganda hoy? Por ejemplo, se ha constituido la Coordinadora Nacional de Prensa Popular y Medios Alternativos, es un buen paso que se ha dado, pero cómo vamos a continuar. Esto tiene sus desafíos. El sectarismo todavía se manifiesta de diversos modos. Yo recuerdo que en el 2001 se acometió la tarea de un Gran Frente Cultural que podía tener tres comisiones de trabajo: La de artistas y literatos, la de los educadores e investigadores y la de los comunicadores y propagandistas. Estuvimos avanzando, pero existía mucha resistencia, los métodos y estilos sectarios eran bastante fuertes. Era bien 28


complicado y poco prometedor sentarnos a conversar en un ambiente de confianza y de debate alturado. Se llegó a constituir el CODAL (Coordinadora de Arte y Literatura) y la Comisión de Educación e Investigación. No se puedo lograr la de los medios de prensa. Esto está para presentar balance, porque con todo fue una experiencia que nos ha dejado importantes lecciones. Nosotros intervinimos mediante la revista “Polémica” que cumplió una labor bastante positiva, igual que otros compañeros e instituciones. Creo que en el espacio de la CNPPyMA debemos de introducir este estilo y método de Mariátegui para que los compañeros puedan mejorar su trabajo y la calidad de su producción periodística. Una experiencia más cercana es la del periódico “1º de Mayo” que en los momentos de su fundación hubo este espíritu sectario en muchas mentes. Si analizamos sus números del 1 al 6 veremos como ha sido su evolución en este aspecto, de las contradicciones que aún presenta, las deficiencias que todavía mantiene y de los saltos positivos conseguidos. Hay condiciones para desarrollar un trabajo coordinado y en cooperación. Yasser Gomes Jaime hablaba de este tipo de prensa de información, quería comentar una experiencia que hubo en Bolivia sobre una Prensa de Información dirigida para apoyar a las luchas populares, quiero poner como ejemplo al periódico boliviano El Juguete Rabioso, que se publicaba de manera quincenal. Era dirigido por el peruano Walter Chávez, quien vive como refugiado por las Naciones Unidas en La Paz desde 1992, cuando llegó desde Perú acusado injustamente de ser dirigente del MRTA, con el cargo de haber cobrado cupos en secuestros a importantes empresarios. Chávez se dedicó al periodismo, trabajó en diarios bolivianos de gran circulación. Un día cuando se quedó sin trabajo y gracias a la indemnización recibida, se junta con otros reconocidos periodistas como Pablo Stefanoni o intelectuales como el hoy Vicepresidente Álvaro García Linera para lanzar El Juguete Rabioso, que se convertiría en los primeros años del siglo XXI en una herramienta político-periodística de la lucha de los movimientos sociales contra el neoliberalismo. En defensa de los recursos naturales como el agua, el gas, los derechos laborales de los obreros, las reivindicaciones indígenas y que luego se traerían abajo varios gobiernos. Además tuvo –implícitamente– un carácter electoral porque apoyó la candidatura del actual presidente indígena Evo Morales. Entonces, fue un proyecto donde confluyó lo empresarial con lo político. Walter Chávez y sus asociados fundaron la Editorial Malatesta con la que publicaban El Juguete Rabioso, editaban la versión boliviana de Le Monde Diplomatique y diversas publicaciones. Se apostó por acompañar –con la divulgación de las ideas– al combativo movimiento social. El Juguete... estaba dirigido a la clase media y al proletariado, que en el caso de Bolivia, tiene un nivel avanzado en lo ideológico y organizativo. Como sucedía en Perú hace veinte años. En estos tiempos de fundamentalismo neoliberal, esta experiencia editorialperiodística boliviana tiene muchas similitudes –guardando las distancias— con la de inicios del siglo veinte en que Mariátegui y la Editorial Amauta eran la vanguardia en Perú. Es una muestra de que construir una prensa de tipo industrial anti hegemónica, es posible. Siempre que se tenga claro las particularidades culturales, económicas y políticas en la cual se va a emprender esta empresa. 29


Miguel Aragón Este es un cuadro cronológico de la actividad periodística de Mariátegui. En una carta que Mariátegui escribe a fines del año 1928 a Eudocio Ravines le dice que se ha elevado del periodismo a la doctrina, donde reconoce que su actividad ha sido el periodismo, pero que no se quedó ahí, sino que se elevó a la doctrina; o sea, al trabajo teórico. ¿Cómo ha sido ese proceso de maduración? A la edad de 17 años Mariátegui comienza a escribir en “La Prensa” y en “La Prensa” Mariátegui se va 1916. El Diario “La Prensa” de ese tiempo era similar a lo que hoy es “El Comercio”. En ese tiempo existían estos dos periódicos. “La Prensa” tenía ese nivel., que defendía los intereses de la clase dominante, en esa época, cuya tendencia era civilista, que eran los representantes de la vieja aristocracia. En ese medio se prensa se inicia Mariátegui. Y era un periódico moderno, más que “El Comercio”. El director de “La Prensa” era Cisneros, que lo mantenía en innovación, crea una escuela ya allí Mariátegui aprende periodismo, en la práctica. En 1916 Mariátegui renuncia a “La Prensa” y pasa a trabajar en “El Tiempo” que es un periódico nuevo, o sea Mariátegui trabaja en ese medio desde el comienzo. Era un periódico de oposición, periódico de la burguesía radical, que se enfrentaba al gobierno, pero no cuestionaba el capitalismo, era más o menos lo que era “La República” en el periodo que lo dirigió Mohome (padre). O lo que es ahora “La Primera”, un periódico de izquierda, de oposición. Esa actitud de Mariátegui representaba su decisión de participar más activamente en la vida política. Entra a trabajar con César Falcón y otra gente radical como Humberto del Águila y Félix del Valle. El año 18 ese grupo, que era muy unido, que ya siente simpatías por el socialismo, deciden crear su propia prensa y fundan “Nuestra Época”, aquí he traído el símil de los dos números de esta revista (la muestra a los asistentes) de la que solo salen dos números, el 1º sale el 22 de junio de 1918, que en este mes se cumplen 90 años de aniversario. Es la primera prensa socialista en nuestro país. La Universidad Socialista debe de pronunciarse sobre este aniversario. Mariátegui lo va a recordar mucho en su artículo “Antecedentes y Desarrollo de la Acción Clasista” (Ideología y Política, Pág. 96), así como en su ensayo “El Proceso de la Literatura” (“7 Ensayos…” Pág. 229), donde resalta lo que significó “Nuestra Época” en la historia del socialismo peruano. Aparte del editorial de “Nuestra Época”, escrito por Mariátegui y César falcón, Mariátegui escribe dos artículos muy interesantes, el primero titulado “Malas Tendencias: El deber del Ejército y el deber del Estado”, que es un cuestionamiento a uno de los componentes principales del aparato del Estado, que es el Ejército. Y en el segundo número escribe “Temas del día, la reorganización de los grupos políticos”, que es el cuestionamiento al otro aspecto del aparato del Estado, el aparato burocrático, al aspecto político, a la burocracia política del estado. Para estos dos documentos Mariátegui todavía tenía formación marxista, no tenía a la mano documentación marxista, pero se orientaba hacia el marxismo. El mismo dijo nauseado de política criolla me orienté resueltamente hacia el socialismo, o sea ya era socialista, sin tener formación marxista, pero sin tener formación teórica marxista, mero por su método de análisis Mariátegui ya maneja la dialéctica, y maneja el materialismo, eso hay que tenerlo en cuenta, o sea por sus propios medios llegó a un marxismo elemental, en el manejo del análisis de las clases , la lucha de clases, el método dialéctico en la cuestión histórico. Hay ideas bien fundamentales, una de ellas, por ejemplo, que los partidos no son eternos, dice. Hace un balance de los 4 partidos que había en esa época. El civilista, el constitucional de Avelino Cáceres, el democrático de Nicolás de Piérola y el Partido Liberal. Los mismos que estaban en crisis, y se proponían reorganizarse. Mariátegui dice no es cuestión de reorganizarse, los partidos no son eternos, cumplida su misión deben de desaparecer, y el resultado fue que esos partidos 30


desaparecieron. En el futuro van a desparecer el APRA. AP, UN, etc. Ahora solo están superviviendo en su agonía. Ya cumplieron su función, ya no pueden continuar. Si esta tesis de Mariátegui es válida para los partidos burgueses, debemos ver si es valida también para los partidos revolucionarios. Yo pienso que sí, porque el desarrollo dialéctico de los partidos revolucionarios es mucho más intenso que los partidos burgueses, esa es la idea central en este documento, esa revista fue clausurada, le cerraron las imprentas y se quedaron sin tener donde imprimir. Al año siguiente Mariátegui y Falcón publican “La Razón”. Hay números en la Biblioteca Nacional, no ha sido reproducida. “La Razón” se publicaba a diario cuyo tiraje era más de 10 mil ejemplares, algo que ningún periódico que se reclama socialista ha logrado alcanzar esa meta. Se publica justo cuando se está terminando la I G.M. y triunfa la revolución rusa. Era un momento candente y América se encontraba en un momento de convulsión. Los burgueses venían reemplazando a los señores feudales, y se venían poniendo gobiernos radicales, en Chile el gobierno de Alessandre, en Argentina el gobierno de Irigoyen y en el Perú Leguía, que fue un gobierno de izquierda, que ganó las elecciones y después dio golpe de estado, después de ganar las elecciones y antes de juramentar, y contó con el apoyo del pueblo. Y la gente de izquierda de ese entonces se subió al carro de Leguía, la mayoría de la gente que trabaja al lado de Mariátegui se pasó a poyar a Leguía, y gente que parecía muy consecuente, caso de Antonio Encinas, que llegó a ser diputado por Leguía e Hildebrando Castro Castro, la gente de izquierda apoyaban a Leguía, porque Leguía se enfrentó al candidato civilista Aspillaga, un terrateniente, de la vieja escuela, mientras que Leguía venía con careta nueva y carisma moderno. Se presentaba como burgués y que planteaba la renovación del país, se reclamaba un gobierno revolucionario, así como se declaró Velasco, así como los gobiernos de Chávez, de Evo Morales y de Correa. Así comenzó el gobierno de Leguía, hecho que no hay que olvidar. Eso es lo que estaba ocurriendo en el Perú y América. “La Razón” fue clausurada y Mariátegui y Falcón fueron deportados, en todo este tipo de experiencia la represión responde con la clausura, en este caso además fue con la deportación. En Europa, como dijo Jaime, Mariátegui ya no escribe a diario, sino a la semana y al mes, lo que le permite pasar de la información periodística al análisis y comentarios, escritos que son especies de ensayos que luego serían agrupados en “Carta de Italia”, que es entre el año 20 y 22. Jaime ha hecho mención que la asimilación de la experiencia europea para Mariátegui ha sido fundamental. Porque Italia y Europa era una zona mayor desarrollada que el Perú. Lima, que era un pueblito prácticamente, que no podía compararse con Europa, entonces Italia, esa ciudad moderna le cambia la visión a Mariátegui, como él lo dice, que en Europa descubrió América, que en Europa llegó a percibir mejor los problemas del Perú. El año 23 regresa con un proyecto, viene con tres tareas. Primero para constituir el partido de clase del proletariado, eso fue un acuerdo que se tomó en Europa entre Falcón, Machiavelo y Cox, en segundo lugar vino con el objetivo de fundar una revista, medio propagandístico, y el tercero para difundir las ideas clasistas y sembrar gérmenes de renovación. En su correspondencia Mariátegui da a conocer que contaba con dinero, que tenía un respaldo económico; no solo se había preocupado de prepararse teóricamente, sino de prepararse materialmente, de establecer relaciones con gente que le financien la prensa. Incluso hay una carta de Mariátegui, ya en el Perú, dirigida al Director de “El Tiempo” para comprarle este periódico, uno de los medios más importantes del país; es como si ahora, en vez de estar publicando “1º de Mayo” quisiéramos comprar el periódico “La república”. Y si Mariátegui escribió esa carta es porque tenía los recursos disponibles, había logrado resolver ese problema. Es algo que tenemos que investigar y 31


averiguar que paso después, por qué no se concretizó esa compra. Pero al no resultar eso él continúa con su proyecto de fundar una revista. Luego Mariátegui anuncia que pronto saldrá la revista “Vanguardia”, hay aviso contratado en varios medios de la época, tengo el que salió en el Nº 4 de “Claridad” que dice “Vanguardia, revista semanal de renovación ideológica, voz de los nuevos tiempos, directores José Carlos Mariátegui y Félix del Valle. Aparecerá próximamente. En el año 1923, cuando regresa al Perú, Mariátegui se integra a “Claridad”, que estaba dirigido por Haya de La Torre, era director y promotor de “Claridad”. Aquí les presento el facsímil de “Claridad” reproducido por la Familia de Mariátegui, todos los números de esta revista (muestra cada una de las portadas de la revista “Claridad”). Mariátegui comienza a escribir en “Claridad” desde su primer número; y es más, es la persona que más escribe en “Claridad”, Ricardo Portocarrero, quien hace el prólogo de la reproducción de “Claridad”, dice, según el índice que publica, que Mariátegui solo escribió 5 artículos, pero lo que pasa es que hay artículos que no tienen firma de autor, y si los analizamos con detenimiento podemos descubrir que es la pluma de Mariátegui, porque es inconfundible, yo he llegado a descubrir 22 documentos de Mariátegui, quien era el que tenía mayor experiencia, los demás eran estudiantes, pero Mariátegui tenía experiencia propia aquí en el Perú y de los 3 años en Europa, y los documentos más contundentes son de Mariátegui. “Claridad pasa por dos etapas, la primera dirigida por Haya de La Torre que publica los 3 primeros números, el 4º número lo dirige Mariátegui; la segunda etapa es desde el 5º número donde Mariátegui aparece como su director ya se expresan los cambios, radical en su orientación. Se expresó hasta en la forma de definirse “Claridad”. Los primeros números sale con el lema: ¡“Claridad”, órgano de la juventud libre del Perú!, pero a partir de la dirección de Mariátegui, su lema cambia por ¡”Claridad”, órgano de de la Federación Obrera Local de Lima y de la Juventud Libre del Perú!; es decir, la revista logró el respaldo de la Federación Obrera Local de Lima, La orientación de la revista, bajo el liderazgo de Mariátegui, es socialista. Esta situación se da por la circunstancia que en esos días Haya de La Torre es arrestado y deportado y Mariátegui asume la conducción. El trabajo ideológico de la revista es sostenido por estas dos tendencias. Vemos que aquí también reprimen a Mariátegui, antes lo habían deportado y en ese momento lo tienen preso. En el año 1924, por el mes de setiembre, Mariátegui comienza a escribir en la revista “Variedades”, que es una revista burguesa, moderna, leguiísta, representaba al sector moderno de la clase dominante peruana; era el tipo de revista como “Caretas”, revista frívola; la revista “Mundial” lo era mucho más todavía. “Mundial” era una revista gráfica que trabajaba imágenes y fotos, pero fotos de la particular vida social de la clase dominante, como ahora lo hace “El Comercio” o parecido a la revista “Cosas”. Junto a toda esa masa abundante de propaganda burguesa en estas revistas burguesas aparecen los artículos de Mariátegui. Eso tenemos que aprender, utilizar la prensa burguesa para difundir nuestras ideas; indudablemente, que los artículos de Mariátegui destacan por su calidad de contenido y redacción, por el buen dominio del idioma y la calidad del trabajo intelectual. Por eso, acogían a Mariátegui. Pero, observando esta práctica de Mariátegui nos revela algo fundamental: Mariátegui “trabaja conforme a un plan”. Cuando entró al periódico “El Tiempo” en 1916, y al cumplir un año de trabajo en ese medio, escribe el artículo “Un año”, donde hace un balance de su experiencia periodística en “El Tiempo”. En el año 1918, escribe un artículo “Aniversario”, que refleja como Mariátegui hacía siempre un balance de su actividad, que planifica su trabajo. Cuando aprovecha escribir en las revistas “Variedades” y “Mundial” se traza planes de trabajo. En la revista 32


“Variedades” divulga sus artículos en la columna “Figuras y Aspectos de la Vida Mundial”, donde aparecen sus opiniones sobre la realidad mundial. Y en la revista “Mundial” utiliza varias columnas, pero luego escribe en una columna fija, denominada “Peruanicemos el Perú”, dónde aparecen sus escritos sobre la realidad nacional. Esta columna estaba preparada para otro escritor, pero la tomó Mariátegui. ¿Dónde se encuentra toda esta información? Está en este libro (enseña el ejemplar de Guillermo Rouillón, la “Biobibliografía de Mariátegui”), que es el más valioso que se haya escrito sobre Mariátegui, y que no le damos la debida atención. Aquí están anotados, en forma de fichas, todo lo que ha escrito Mariátegui. En el año 1984, junto con otros compañeros, hicimos un trabajo bien sencillo pero trabajoso, que consistía en separar los artículos escritos por Mariátegui en “Variedades” de los que escribió en “Mundial”, con sus respectivos cuadros sinópticos, allí se ve claramente como es que Mariátegui desarrolla su Plan de Trabajo (este trabajo, de más de 40 hojas cuadriculadas, lo hicimos en forma manual, porque en ese tiempo no existía la hoja de cálculo, que nos habría permitido más ventajas; en una próxima oportunidad se lo presentaré). Es una característica muy importante en Mariátegui trabajar según plan. Al ver el orden de los artículos escritos en “Variedades”, tan solo ese orden, nos bastaría para entender cómo Mariátegui maneja la dialéctica y cómo maneja la lucha de clases. El primer artículo se titula “Mussolini y el fascismo”, el segundo artículo lo titulo “Lloyd Lord” y el tercer artículo “Lenin”. Mariátegui sostiene que Mussolini representa a la reacción, Lloyd Lord representa a la reforma y Lenin representa a la revolución. En base a tres personajes, Mariátegui hace el análisis de la situación mundial. Expone las clases en lucha: el proletariado, cuyo su máximo representante es Lenin; la burguesía, cuyo representante es Lloyd Lord; y, la pequeña burguesía reaccionaria y contrarrevolucionaria, que está representada por Mussolini. Lean estos tres artículos juntos y tendrán un panorama de todos los demás artículos sobre el panorama mundial, que están basados en la idea contenida en estos tres artículos. Lo mismo encontramos, si revisamos los artículos escritos en “Mundial”, respecto al panorama nacional, de que Mariátegui trabajaba según plan. Desde el año 1924 hasta 1930, utilizó Mariátegui estos dos medios de la burguesía, en donde escribía semanalmente. Encontré, buscando entre los vendedores de libros, un ejemplar de la revista “Mundial”, donde hay un artículo de Mariátegui que no aparece en las obras completas, que se llama “La libertad y el dogma”. A partir de 1926 Mariátegui comienza a publicar la revista “Amauta”. En la correspondencia de Mariátegui se puede notar que la aparición de “Amauta” ha sido toda una lucha tenaz y todo un proceso que viene desde 1924, con la intención de editar la revista “Vanguardia”. Mariátegui tenía un objetivo y un plan definido. Aquí tengo la reproducción de la colección de la revista “Amauta”, que hiciera la familia de Mariátegui. Observen la calidad de la edición y el estilo moderno de la prensa que desarrollaba Mariátegui (muestra la colección una por una) Una revista pulcra, bien editada, bien precisa, previo a ésta había publicado un boletín que se llamó “Libros y Revistas”, con lo cual va preparando el camino para publicar “Amauta”. Los que han editado esta colección han cometido un error, han omitido todas las contratapas de los originales, donde aparecían los avisos comerciales o notas de información de tipo comercial. Incluso, faltan avisos que anunciaban la publicación de libros, hecho que indica el compromiso de quienes sabían de esa publicación. Pero estas fallas son aspectos secundarios de toda esta gran labor editorial desarrollada por la familia de Mariátegui, que es una gran contribución al socialismo peruano. Debemos reconocer a los hijos de Mariátegui y a su gran compañera, Anita Chiappe, así como a los intelectuales que les ayudaron en la recopilación y con los prólogos por mesta gran tarea cumplida. “Amauta” es el modelo de prensa de doctrina en nuestro país. 33


He traído el periódico “Labor”, que también lo han reproducido, salió entre el año 1928 y el año 1929, en formato tabloide grande, pocas paginas, pero de un alto contenido, que se difundía en Lima y América. Era de gran circulación. ¿Qué más hizo Mariátegui?, bueno, colaboraba con revistas en el extranjero. ¿Qué más se propuso?, publicar un periódico el “Ayllu” dirigida a la población indígena (así como “Labor” estaba dirigida al proletariado) pero se quedó solo en proyecto. Esta necesidad de un medio para la masa campesina se vislumbra cuando “Ayllu” empieza saliendo como una sección en “Labor”. Todo esto son informaciones que uno se las va encontrando y tenemos que ponernos a estudiar….

Jaime Lastra Disculpa Miguel, una pregunta, en el facsímil que tienes de “Nuestra Época”, ¿está una nota escrita por Mariátegui donde comunica que dejará de usar el seudónimo Juan Croniqueur? Si está, la podrías leer, por favor. Miguel Aragón Sí, si está, y dice: “Nuestro compañero José Carlos Mariátegui ha renunciado totalmente a su seudónimo de Juan Croniqueur, bajo el cual es conocido, y a resuelto pedir perdón a Dios y al público por los muchos pecados que, escribiendo con ese seudónimo, ha cometido” (Revista “Nuestra Época”) Jaime Lastra Entonces, es verídica la referencia. María Wisse lo refiere en su ensayo acerca de la Biografía de Mariátegui. Me pareció importante porque si lo relacionamos con el hecho de asumir la orientación socialista por Mariátegui, cuando dice, que en el año 1918, se orientó resueltamente al socialismo, nauseado de esa porquería de política criolla (política burguesa), vamos a ver que Mariátegui guarda consecuencia entre contenido y forma, con ese seudónimo, de Juan Croniqueur vivió su etapa, digamos, no socialista, y al empezar la nueva etapa, al contenido socialista debía corresponder un nuevo nombre al escritor, que fue José Carlos Mariátegui, que no es exactamente su nombre de pila. Y es este nuevo seudónimo-nombre que usará en toda su creación heroica. Miguel Aragón Todo esto es cronología, datos importantes por cierto, pero merecen de nuestro análisis y también de nuestra interpretación. Sabemos que la historia no comienza con nosotros. Hay investigadores que han avanzado este trabajo, pero no está concluido y tenemos que seguir y reforzar ese trabajo, pero rescatando lo avanzado, comenzando por Guillermo Rouillón, tomando su trabajo de Biobibliografía de Mariátegui, que tiene dos partes, una que, más o menos la mitad del libro, está dedicado a libros escritos por Mariátegui, con 1600 fichas. La segunda parte son artículos publicados sobre Mariátegui, 34


entre 1930 a 1961, se ha recopilado todo lo que se ha escrito sobre Mariátegui (muy pocos en vida de Mariátegui); es un fichero que sirve de buena fuente para escribir la historia del socialismo peruano, allí tenemos escritos diversos para saber de qué manera se expresaron quienes lo apoyaron lealmente, quienes lo apoyaron oportunistamente y quienes lo combatieron. Alberto Tauro, contemporáneo de Rouillón, realiza el trabajo de recopilar los escritos juveniles de Mariátegui, y lo hace junto con José Carlos Mariátegui Chiappe. Toda esa producción de Mariátegui hasta1918, son 8 tomos. Tiene el trabajo del fichado de la revista “Amauta”, Otro trabajo suyo es el prólogo de la presentación de la colección de la revista “Nuestra Época”, que incluye un apéndice que contiene documentos sobre la detención que fuera objeto Mariátegui. Genaro Carnero, más joven que Rouillón, escribió “La Acción Escrita, José Carlos Mariátegui Periodista”, hace más de 40 años, cuando no se tenía estas ediciones facsimilares ni la información con que ahora contamos. Un aporte venciendo serias dificultades. Juan Gargurevich, “La Razón del joven Mariátegui”. Hasta ahora no se ha reproducido en facsímil los ejemplares del periódico “La Razón”, pero Juan Gargurevich hizo ese trabajo de recopilación, buscando la fuente en la Biblioteca, y gracias a su empeño pudo conocer, comentar y entregarnos una interpretación acerca de la experiencia de Mariátegui. Winston Orrillo, los escritos juveniles de Mariátegui…. (No se completó la idea durante la exposición. Líneas arriba se dice que Alberto Tauro recopiló los escritos juveniles. Nota editorial) Ramón García, poco más de 70 años de edad, trata el tema en dos revistas, una es “Punto de Vista”, año 1982, donde se publica su artículo “Amauta y la Prensa Proletaria”, que es una reseña histórica acerca del problema de la legalidad, y otro artículo publicado es “Prensa de Información y prensa de doctrina”; y después, en la revista “Polémica”, año 2002, se publica su articulo que se llama "Amauta y el periodismo socialista”, en el cual analiza las influencias en el trabajo de propaganda de Mariátegui. Este artículo de Ramón García se publicó primero en un libro, que con motivo del 80º (verificar esta fecha. Parece que ha sido menor. Nota editorial) aniversario de la revista “Amauta”, recopiló artículos de varios autores. Este libro solo lo he podido ver y hojear; no lo pude comprar porque era una edición de lujo que costaba 40 dólares. Por eso, el que haya salido en la revista “Polémica” ha permitido que este artículo se conozca más. En el año 2005 funcionó la Cátedra Socialista José Carlos Mariátegui, que viene a ser el antecedente inmediato de la Universidad Socialista JCM bajo la conducción del compañero Guillermo Yucra. Paralelo a la Cátedra Socialista JCM se desarrolla un trabajo de investigación muy modesto, pocos compañeros participaron, pero pudimos recopilar textos sobre Mariátegui escritos por el propio Mariátegui, y alistamos el Folleto “Mariátegui sobre Mariátegui”, que lo publicamos en fotocopias de manera limitada. En esta tarea encontré una contradicción, pues el mismo Mariátegui se había confesado ser un autor poco autobiográfico, pero en esos artículos recopilados se puede apreciar como Mariátegui es un autor que escribe bastante relacionado a su labor, por eso, más bien, creo

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que no hay autor más autobiográfico que Mariátegui, que narra etapas de su vida y de su trabajo. Son alrededor de 10 artículos recopilados. Preparamos otro folleto que no lo pudimos publicar “Mariátegui y el periodismo”, que es una recopilación de artículos de Mariátegui sobre el trabajo de prensa. Todos estos trabajos son un avance, pero no terminan esta tarea de investigación. Y requiere que se le preste atención y se le acometa seriamente. No podemos decir que está concluido. Cada generación tiene la obligación y la responsabilidad de fijar su posición. La actual generación cuenta con el apoyo de Internet, lo que no han tenido las generaciones pasadas, las condiciones de trabajo van cambiando, y el estilo de trabajo en la prensa también En Internet se logra mayor velocidad, pero no llega a reemplazar a la prensa escrita, el Internet no llega al público común, sino solo al intelectual y al estudiante. El trabajador de fábrica no usa el Internet, solo de vez en cuando, porque no está habituado ni capacitado (el uso de Internet requiere mínima preparación). El trabajador sigue esperando su revista, su periódico. Tal vez cambie esta situación en el futuro, pero ahora tenemos que saber cubrir esas necesidades. Y toda la experiencia dejada por las generaciones anteriores nos debe de ser útiles. Tenemos que estudiarlas bien.

Mariátegui desarrolla sus ideas de prensa en base a la experiencia europea y en base a la experiencia peruana. En primer lugar, en “Cartas de Italia” hay un texto que es clave para entender el trabajo de prensa, de propaganda. Mariátegui vivía del periodismo es cierto, pero él combina su trabajo de su supervivencia con su lucha por el socialismo, En Italia tiene la oportunidad de conocer más sobre su profesión y realiza una síntesis en el articulo “La prensa italiana”, donde dice: “En Italia, como en toda Europa, la prensa está divida en dos grupos únicos: prensa burguesa y prensa revolucionaria. No existe en la actualidad prensa apolítica. Todo diario pertenece necesariamente a uno u otro grupo. Los grandes diarios informativos son los principales órganos de la prensa antirevolucionaria. Parecen destinados exclusivamente a la información; pero su información no es ni puede ser objetiva. Es eminentemente antirrevolucionaria, esencialmente conservadora. Y tiene que ser así. Un gran diario informativo es una empresa industrial. Es una fuerte inversión capitalista. Sus intereses son por consiguiente, los de las clases conservadoras.” Conforme con esto, todos los periódicos son políticos, pero hay prensa reaccionaria y prensa revolucionaria. La prensa burguesa y la prensa proletaria. Al analizar la prensa reaccionaria señala dos tipos: hay una prensa de clase, que es informativa; y otra, prensa de partido, que es de oposición. Y aquí Mariátegui pone ejemplo de Italia, en el pasaje que hemos leído antes. Esto vinculémoslo a nuestra situación actual. En la prensa reaccionaria peruana ¿cuál es la prensa de clase, informativa, que aparenta estar por encima de las clases? “El Comercio” por ejemplo, que intenta representar a toda la clase dominante, no se mete en líos menudos, y “Gestión”, que también se ubica en ese plano, aunque es un medio más especializado en empresas. En cambio, “La República” y “El Correo” son la prensa de oposición (de partido). El primero representa al sector “populista” de la burguesía y el segundo al sector “neoliberal” de la burguesía, que atacan a mengano y fulano. Entre ellos se insultan y se dan la mano a la vez, cada uno cumple su función.

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Respecto de la prensa revolucionaria Mariátegui señala que también hay dos tipos: prensa de doctrina y prensa de información. Desarrolla esta idea en un artículo que lo publica dos veces, primero en “Monde” en año 1926 coincidiendo con la publicación de “Amauta”, y luego en 1928, en el Nº2 de “Labor”, con el mismo título “Prensa de doctrina y prensa de información”, con la diferencia que en “Labor” aparece aumentada, precisamente, la última parte donde explica el experimento de “Amauta” y de “Labor” (Ideología y Política Pág. 177). Ya no voy a entrar más en detalle sobre esto porque los compañeros Yasser y Jaime ya han explicado ampliamente este aspecto. Esta teoría de prensa revolucionaria se materializa en el Perú en los medios de “Amauta” y “Labor”. Pero “Amauta”, en vida de Mariátegui, pasa por dos etapas, porque hay una tercera, que es la etapa después de la muerte de Mariátegui. Apenas aparece “Amauta” se define como la voz de un movimiento y de una generación y no de un grupo sectario. Esto es clave porque hay una diferencia fundamental y sustantiva decir que no es voz de un grupo, sino la voz de un movimiento, y además indicar que es la voz de una generación. Esto es importante, “Amauta” tiene fuerza porque representa a la generación en acción en esos momentos. Yo les recomiendo que lean el artículo de Mariátegui sobre Manuel González Prada en “7 Ensayos…”. Ahí trata de una manera genial esto de las generaciones, o sea toma una posición respecto a la generación anterior a él, si no entendemos la cuestión de la generación no vamos a entender la cuestión de la organización, por eso él dice que es labor de un movimiento y de una generación; es decir, de su generación. Pero eso fue “Amauta” en sus 16 primeros números, durante dos primeros años; pero, a partir del Nº 17 donde se publica “Aniversario y balance”, “Amauta” se declara socialista, ¿Qué significaba esto? Por que antes, siendo socialista no se había declarado socialista, sino se declaro que era la voz de un movimiento. Pero ahora si se declara socialista, porque ya se cumplió el proceso de decantación, de separar la “paja del grano” y “Labor” es el complemento de “Amauta”, cumpliendo función de una prensa de información. Hay que diferenciar dos posiciones, Desde los orígenes del socialismo peruano hay estas dos posiciones: La posición protestataria, de oposición al gobierno por reformas, y la posición contestataria, que es por el cambio social, no contra el gobierno, sino contra la clase dominante. Cómo notamos esta situación; muy simple, viendo simplemente los gráficos (fotos) que se publicaban. Si revisamos las páginas de “Nuestra Época”, “Claridad” (bajo la dirección de Mariátegui), “Amauta” y “Labor” NO vamos a encontrar en ellas las fotos de presidentes, ministros de gobierno o ministro de economía, que siempre son los que aparecen en los diversos medios. Uno lee estas páginas y no se entera quien es el Presidente del Perú. A Mariátegui no le interesaba, lo despreciaba. Todo político burgués quiere aparecer en la prensa, contrata a periodistas con ese fin. Si yo, por ejemplo, quiero meterme a la política burguesa ¿qué hago? Contrato a unos periodistas y les digo que me ataquen y me insulten, y contrato a otros periodistas para que me defiendan y elogien; de esa manera aparezco todos los días en la prensa, me hago “famoso”; eso lo podemos comprobar en la guerra Alan-Olivera, donde se atacaban entre ellos para aparecer en la prensa. Hay mucha gente de izquierda que quiere seguir por ese camino. No se entiende que el blanco no es el gobierno, sino la lucha contra el sistema, contra el Estado. Esa es la diferencia entre la posición protestataria y la posición contestataria. Los primeros centran en ataques personales, los segundos en lucha de clases. La prensa que desarrolló Mariátegui fue una prensa contestataria. En esto debemos incidir siempre. Mariátegui se ajustó a las condiciones objetivas de la sociedad peruana para desarrollar su trabajo. Nuestra sociedad es una sociedad semicolonial, y si en el campo de 37


la reacción la clase dominantes es una clase servil al imperialismo, en el campo del socialismo se vive la imitación al extranjero, sobre todo a las experiencias Rusa, China y de Cuba; en especial la rusa y la china. Se lee el “¿Qué hacer?” de Lenin y se imita su trabajo de “Iskra”. Pero no somos conscientes que esa experiencia se da en un país de monarquía absolutista, Rusia no era una República, el zarismo era lo peor de la monarquía. Allí no existía Constitución, no existía Congreso que dictaba leyes, no había libertad política; allí no podríamos hacer los que hacemos en estos Conversatorios; ahora hacemos propaganda en Internet y directamente, pero eso no se podía hacer en Rusia, porque existía una reacción absoluta, que censuraba, reprimía y asesinaba. Pero aquí tenemos leyes y avances, aunque formales, que nos sirven para ejercer nuestras actividades. En la china de Mao la situación era parecida, allí no existía Constitución, no había elecciones, no habían derechos. Por eso, tanto en Rusia como en China el trabajo adoptó su correspondiente particularidad. Pero nosotros queremos imitarlos, simplemente. Mariátegui supo observar estas diferencias y actuó conforme a las particularidades nacionales de ese momento. En el caso peruano la lucha era por reivindicar la libertad política, que ya estaba consagrada en las leyes. Mariátegui comprendió esto y desarrolló su trabajo reivindicando el derecho del proletariado a ejercer su libertad política. Supo hacer un verdadero trabajo abierto y legal. Estas son algunas ideas que he tratado de compartir con ustedes. Jaime Lastra Las condiciones objetivas también pueden ser cambiadas a favor de la labor socialista. Por ejemplo, la experiencia de Mariátegui, cuando se le prohibió publicar “Amauta”, no se quedó con los brazos cruzados, sino que hizo planes para salir de Perú y encontrar mejor clima en otro país, incluso ya había conversado con amigos suyos para poder hacer la publicación de “Amauta” en Buenos Aires, Argentina. Así también actuaron los bolcheviques con la publicación de “Iskra”, lo imprimían en el extranjero ante la imposibilidad de hacerlo en la misma Rusia zarista. Era imposible tener una imprenta allí, y recurrieron, por eso, al extranjero, y luego, lo introducían a su país de manera clandestina, porque hacerlo legalmente era imposible por la naturaleza y carácter de su periódico revolucionario y del régimen autocrático allí imperante. Mariátegui que no vivió en una monarquía absolutista, sino bajo condiciones de una democracia burguesa formal, por lo mismo que no era una democracia que permitía hacer un trabajo revolucionario a cien por ciento, como bien se ha notado en la exposición de Miguel que nos habló de clausura tras clausura, detención más detención y deportaciones incluso, pese a todo eso Mariátegui se mantenía firme, reivindicando el derecho a la libertad de información y de prensa que existían en el formal estado de derecho burgués. Y lo podía hacer era porque contaba con un soporte y apoyo social, ya que si no lo hubiese tenido, tampoco podría haber ejercido esa reivindicación del derecho de libertad de prensa. Si no hubiese tenido una fuerte vinculación con los intelectuales, con los obreros con los campesinos, con los estudiantes, no habría podido hacerlo. No habría podido resistir todos esos embates que se le presentaron en ese periodo de 1918 hasta 1930. Pudo resistir momentos de prisión hasta en peores momentos, estando su salud quebrantada, no pudieron aprisionarlo en el Frontón, sino lo detuvieron preso y vigilado en una clínica; justamente porque tenía fuerte respaldo del pueblo peruano. Esto demuestra que no hay imposible para un revolucionario, cuando se propone metas definidas, claras y justas, sea cualquiera las condiciones en que tenga que cumplir su función de vanguardia. 38


Ahora, si tienes condiciones políticas que te permiten hacer un trabajo abierto y legal, de “purito” gusto no te vas a clandestinizar, por el simple motivo de asemejarte a otra experiencia dada en condiciones opuestas, no es así, obviamente. El trabajo del mismo Marx y Engels pudieron hacerlo tanto en el ambiente legal como clandestino, sabiendo usar las condiciones objetivas que enfrentaban, y si hacían el uso legal no lo hacían con el criterio de amoldarse al régimen, sino por la estrategia de saber usar las ventajas posibles. Lamentablemente en nuestro país, aparte de Mariátegui, no hubo ese manejo; empezando por los partidos políticos de izquierda que no se atrevían a usar el trabajo abierto y legal, y se obligaban a realizar un trabajo clandestino exclusivamente. Razones que debemos investigar y profundizar, pero a mi criterio me parece que tomaban el modelo ruso y no valoraban en su justa medida la experiencia de Mariátegui. Por eso alguien dijo, parafraseando al científico Antonio Raymondi, que somos un mendigo sentado en un banco de oro respecto al pensamiento de Mariátegui y su experiencia. No sabemos aprovechar toda esa riqueza de lecciones dejadas por Mariátegui. Y este es el sentido de estos conversatorios en el “Mes de Mariátegui”: sacar lecciones de su legado y aprovecharlo grandemente para el cumplimiento de nuestra gestión actual, porque hay muchas deformaciones de las enseñanzas del Amauta así como también hay implantaciones de experiencias foráneas a nuestra realidad. Esta es la importancia de estos eventos. Hay un elemento que quiero subrayar. La labor de Mariátegui fue hecho en un período breve y que asumiendo tareas de dos generaciones en una. Tuvo que difundir las ideas marxistas y a la misma vez tuvo que organizar a la vanguardia y a los elementos más avanzados del pueblo en un frente. Si analizamos, por ejemplo, las dos etapas de “Amauta”, por poner un caso; la primera etapa del Nº01 al Nº09, de setiembre de 1926 a mayo de 1927, en esta primera etapa Mariátegui no funda una revista de doctrina tipo partido, sino empieza a publicar “Amauta” con la intención de acercar a lo más avanzado que había en el país, de su generación; acercarlos a las ideas socialistas marxistas, pero eso no podía hacerlo con un criterio sectarizado, partidarizado. Por eso, Mariátegui, analizando la experiencia de “Monde”, cuyo director es Henri Barbuse, observa que al momento de empezar a publicar esta revista, el sector radical lo critica de pretender juntar perro, pericote y gato en “Monde”, porque como indica Mariátegui, en esta revista de información participan en su Comité Directivo intelectuales de una talla reconocida mundialmente como Albert Einsten, Gorki, Upton Sinclair, Manuel Ugarte, Unamuno, León Bazalguette, M. Morhardt y León Werth; intelectuales de diferente factura, corriente o idea. Y Mariátegui resalta una condición importante cuando dice “La presencia de Henri Barbuse, revolucionario honrado, de gran corazón e inteligencia en la dirección de “Monde”, es una garantía [¡una garantía! Nota editorial] de que esta revista, no obstante la liberalidad que se permite en la elección de sus colaboradores, sabrá mantenerse en su línea inicial” (Ideología y Política Pág. 177). O sea, una línea que si bien no era una línea marxista, doctrinal, realmente estaba a la vanguardia del pensamiento de renovación, revolucionario. Y en “Defensa del Marxismo” Mariátegui trata este aspecto de la libertad de pensamiento, cuando observa que muchos intelectuales son reacios en asimilar el marxismo o en aceptar la dirección del marxismo, porque temen perder su capacidad de su libertad de espíritu, de pensamiento; entonces Mariátegui crítica este temor, comenta que los intelectuales que no dan el paso de convertirse en intelectuales revolucionarios y en intelectuales de partido, porque ser un intelectual revolucionario no significa necesariamente ser un intelectual de partido, de doctrina. Opina que no dan ese salto porque quieren que las masas sigan las propuestas vertidas de su libre albedrío intelectual; 39


pero, como las masas no le siguen a ellos y, más bien, siguen las ideas socialistas marxistas, estos intelectuales se ven desencantados, agravando su conflicto espiritual interno. Los pocos intelectuales que dan el paso a una condición de intelectuales revolucionarios, aunque no a ser intelectuales de partido, son valorados por Mariátegui; y por eso aprecia la experiencia de “Monde”. Cuando inicia la experiencia de “Amauta”, no encontró intelectuales definidos en el socialismo marxista (el único que estaba definido era él); eran intelectuales sensibles, cultos, democráticos, patrióticos, pero carecían de esa definición. La tarea fue entonces acercar a estos intelectuales en un espacio donde ellos cooperen, coordinen y que mancomunadamente resuelvan sus limitaciones y venzan sus conflictos emocionales y políticos. Pero él, así como le reconoció en Barbuse, se sentía la garantía de poder manejar todo eso y evitar que “Amauta” perdiera su línea inicial. Mariátegui elogia una encuesta que hizo “Monde” y señala: “La encuesta que Monde” ha abierto sobre literatura proletaria, suscitando un extenso debate internacional, debe la amplitud que desde el primer momento ha alcanzado, al carácter no sectario, no partidista de este periódico”. (Idem). Si bien Barbuse no se propuso crear un partido, y la situación de Europa, en particular de Francia, eran otras que del Perú, Mariátegui la toma y lo aplica como una experiencia positiva en el proyecto de “Amauta”, en su primera etapa, para acercar a ese contingente, para ayudar a los intelectuales a definirse, no obligándolos, no para imponerles una doctrina, ningún tipo de jefatura, ningún tipo de pensamiento. Por eso es que cuando César falcón le reclama a Mariátegui de estar demorando mucho la fundación del partido, le responde que ha fundado la revista “Amauta” no para imponer un criterio, sino para ayudar en la definición, que la gente conscientemente abrace una idea y la defienda con su vida, no por cuestión de carnetización. Esta es la diferencia con quienes pretendían fundar una revista doctrinaria tipo partido. Y que estaba condicionado porque Mariátegui cumplía dos tareas en una; estaba introduciendo las ideas marxistas, desde su posición definida y partidaria que él tenía, a elementos que todavía estaban en proceso de definición, que si bien la iban conociendo no la asimilaban y todavía no tomaban definición. Es como nos ocurre a nosotros en el trabajo con los intelectuales en el Perú de hoy. Cuando le planteamos e invitamos a estos compañeros por qué no cruzan la raya (ya conocen del socialismo marxista), no dan ese paso de convertirse en intelectuales revolucionarios, y solamente se limitan a discutir; se reúnen y debaten de todo tema, pero no dan ese paso de compromiso de asumir responsabilidades de escribir disciplinadamente en los medios populares, dictar cátedras, charlas, etc. Ese paso falta dar, por eso que se resisten a mantener sus espacios de participación restringida, a seguir chapoteando en su libre albedrío de intelectual. A mi me parece que Mariátegui se ve condicionado por esa tarea. Miguel no lo enfoca de ese modo, por eso lo subrayo. El cumplimiento de las tareas de dos generaciones en una ha condicionado el estilo y el método de Mariátegui. Porque si la tarea de difundir las ideas marxistas en el Perú hubiese sido cumplida por una generación anterior, entonces Mariátegui se hubiera dedicado a la tarea de organización directamente. Pero al no ser así, Mariátegui abordó las dos tareas simultáneamente, cumpliéndolas heroicamente con su generación, aunque en breve tiempo debido a su temprana muerte. Esto por un lado. Por otra parte, Mariátegui aclara otro tema de capital importancia. Dice que los intelectuales, en tanto intelectuales deben contentarse (es decir, que al hacerlo no deben sentirse mal ni frustrados); deben contentarse –dice– con la tarea de dar información ilustración y sentido crítico, porque cuando el intelectual, en tanto intelectual, quiere cumplir las tareas de índole partidario y doctrinal malogra el trabajo, tanto el de su 40


individualidad como el trabajo colectivo. Es como si se pusiera a hacer el trabajo de zapatero y le sale todo mal. Se deforma su función y provocará estilo y métodos incorrectos en la conducción del movimiento social. Por eso, Mariátegui diferencia la función intelectual de la función doctrinal, o sea, la función política partidaria que le corresponde a la vanguardia ideológica y política, que cumple funciones doctrinales, es decir de dirección y de conducción y no el trabajo pura y exclusivamente intelectual. Pero al revés, cuando el político se entromete en el trabajo intelectual, igualmente lo malogran todo. Actúan erróneamente creyendo que si ellos mismos no realizan la labor intelectual, entonces no vale cualquier otro trabajo intelectual. Viene la censura de las ideas, la imposición y el atrofio de la libertad de creación intelectual por el aparato partidario. Mariátegui comprendió este problema y por eso aplicó el estilo y método marxista de saber nutrirse del movimiento intelectual en general, sean o no marxistas. Supo conversar con ellos y asimilar lo necesario y positivo para el propósito socialista. Así como hoy estamos asimilando los datos que nos brinda Miguel, ¿cuántos años de investigación nos ha ahorrado el saber nutrirnos con estos conocimientos? Mínimo 10 años; es como tomarse un comprimido que ayuda a nuestra salud. Entonces, debemos aprender de la labor de un intelectual, en este caso, el de Miguel, no de cualquier intelectual, sino de un compañero que se adhiere al marxismo. Pienso que hay que ver los dos aspectos, cuando los intelectuales han pretendido suplantar la labor doctrinal hemos tendido problemas, han malogrado todo; y cuando los políticos, los que tienen que asumir la labor doctrinal, han querido suplantar la labor de los intelectuales también lo han malogrado todo. Por eso, en relación a esto, les cuento una anécdota, un compañero, muy estimado por mí, que es bastante estudioso e inteligente, hace ya más de 17 años, me comentaba que iba a producir un trabajo semejante a los que Lenin hizo al escribir “El desarrollo del capitalismo en Rusia”, pero hasta la fecha no tengo noticias siquiera de la introducción de ese trabajo. Esto se debe a la actitud de un excesivo y negativo celo respecto del trabajo intelectual no marxista, con lo que dejamos de aprovechar y asimilar las posibles innovaciones en el campo científico e intelectual. No se comprende que tanto Marx, Lenin. Mao y todo marxista consecuente en el materialismo dialéctico militante, supieron aprovechar y dar continuidad a lo más avanzado del pensamiento humano, a favor de la revolución, a favor del socialismo y a favor del comunismo. Bryan Serrano Con la exposición del compañero Miguel, al presentarnos estos papelógrafos con el orden de los años sobre la actividad periodística de Mariátegui vemos mejor esa experiencia tan valiosa. Y resalta, para sorpresa nuestra, como en tan pocos años ha cumplido tan importante labor. Son 7 años desde su llegada de Europa hasta que fallece (1923-1930), y 12 años si tomamos como referencia de inicio el año 1918, cuando él mismo declara que desde esa fecha se orientó resueltamente hacia el socialismo. Y esta experiencia de trabajo debe ser tomada y "aterrizada" para con la práctica nuestra; o sea, aplicándola a las condiciones de nuestra realidad. Es una gran lección y un estímulo conocer toda esta labor monumental de Mariátegui. Voy comprendiendo mejor la relación que existe entre la prensa de información y la prensa de doctrina; en un primer momento tenía una comprensión mecánica de esto. Esto es un tema central en la labor de prensa. Es muy útil saber que la prensa de información aborda aspectos doctrinarios también, y que la prensa de doctrina también aborda aspectos 41


de información; cada cual en el estilo apropiado y tomando en cuenta el público al cual está dirigido. De hecho, estos dos instrumentos tienen un carácter de clase y responden a una doctrina, pero la defienden y difunden bajo diferente forma. Y ahí se tiene la práctica de “Amauta” y de “Labor”. Incluso, la experiencia de la primera tuvo una primera etapa que promovió un proceso de definición antes que empezar ya como revista de un grupo definido. Cumplido ese proceso inicia la etapa de propaganda bajo una doctrina definida. Estas experiencias y lecciones que asimilemos nos ayudarán mucho en el trabajo de publicar el Boletín de la Universidad Socialista y en todo el trabajo editorial que pretendemos realizar. No me queda totalmente claro respecto al trabajo de Mariátegui en relación al trabajo empresarial para esta labor. Se observa sí que Mariátegui abordó ese tema para producir “Amauta” y “Labor”. El aspecto organizativo-empresarial en nuestro trabajo, eso nos falta o está bastante débil. Es importante mantener la tradición de recordar estos hitos en la prensa impulsada por el socialismo, como los 90 años que cumple este año la fundación de la revista “Nuestra Época”. Guillermo Yucra Tomando el hilo de lo que expuso Bryan, creo que Mariátegui puso énfasis en el trabajo colectivo del aspecto empresarial, que se nota, en su primer intento, en el impulso que él da al proyecto de la editorial Claridad en 1923. Se ve cómo este proyecto involucra al movimiento social activo de esa época. Se consigna dentro del Directorio de la editorial Claridad un representante del estudiantado, un representante de la clase obrera y un representante del campesinado. Este carácter colectivo en los proyectos de revistas y periódicos siempre lo tuvo en mente Mariátegui. Además que aprovecha para bien los avances organizativos del movimiento obrero y popular de ese momento. Luego viene el proyecto de la editorial Amauta, que desconozco las características particulares que habrá tenido como empresa, pero se nota el carácter colectivo que le imprimió Mariátegui. Se aprecia como hacía constantes llamados a los contingentes del pueblo a cancelar las cuotas para la prensa popular y a mantener el periódico de la clase. Dos aspectos importantes a tener en cuenta para la continuidad de un proyecto editorial son la base económica y el carácter colectivo de la empresa. El hecho que Mariátegui logra articular su profesión de periodista y su función doctrinal me ha impresionado bastante. Podemos apreciar esta relación de su profesión con la política en su estilo de saber comunicar el marxismo, tanto en la interpretación de la realidad como en la acción para transformarla. Conocía muy bien la limitación de la prensa oficial, que se queda en “crónicas de sucesos”. Mariátegui eleva su estilo y método periodístico a “una crónica de ideas”. En esa época la prensa no tenía la competencia que hoy tiene del mundo audiovisual y la herramienta del Internet. Comprendemos la importancia que tuvo el estilo de la “crónica de ideas” y no simplemente reducirse a una “crónica de sucesos”, cuando la prensa cumplía un papel de comunicación prioritario al 100%. En nuestra realidad actual esta situación se ha profundizado mucho más, sino veamos cualquier revista o periódico oficial cualquiera, son una simple “crónica de sucesos”. Mariátegui relaciona este método de realizar una “crónica de ideas” con la función de la interpretación al decir, por ejemplo, que el dato, las estadísticas son 42


simplemente el dato y que lo importante es elevarse a la interpretación, pero una interpretación para la transformación. Este punto de la interpretación es importantísimo y vital, porque tiene que ver con la labor y la función de los intelectuales que vienen de todas las canteras, y no solamente del campo del socialismo. Los intelectuales son los que cumplen fundamentalmente con la tarea de la interpretación. Y ciertamente Mariátegui, como lo ha señalado Jaime Lastra, cumplió varias tareas. No solo la difusión de las ideas socialistas en un medio hostil donde predominada el anarcosindicalismo, con el cuál debía lidiar teórica e ideológicamente, sino ocuparse también de la organización de la vanguardia, que lo hace nucleando a la intelectualidad de vanguardia, en el cual “Amauta” cumple un rol decisivo. Pero no solo centraliza a lo mejor de la intelectualidad revolucionaria, sino que lo hace también con la vanguardia obrera, ganando a los mejores líderes para la causa del socialismo, a los obreros intelectuales, porque la clase obrera también nos entrega intelectuales obreros, que vienen de la clase obrera, que son los obreros más avanzados. Mariátegui los convoca a un trabajo común y unitario y en la lucha contra el enemigo común los ayuda a avanzar en la comprensión y adhesión al socialismo, e igualmente los ayuda avanzar en su organización, los organiza de hecho; caso concreto la CGTP que se plasma gracias al trabajo de propaganda de “Labor” y “Amauta”. Luis Anamaría Mi saludo a todos los compañeros, es positiva esta conversación y muy importante el tema que hoy tratamos. Hay diversos aspectos que abordar, pero yo quisiera plantear el ¿qué hacemos ahora, qué estamos haciendo? La burguesía todos los días embauca e influye con su ideología al pueblo, y nosotros cómo estamos respondiendo a todo eso. Tenemos que estar al día de sus influencias y rebatirlas como corresponde. Pero en esto estamos débiles. No es suficiente lo que tenemos como armas para enfrentar este ataque permanente de la burguesía. Participo del Blog del Socialismo Peruano, y allí centralizamos los aportes de varios compañeros que dan la batalla a las ideas burguesas, pero resulta también insuficiente y tiene muchas limitaciones. Visitan el Blog 300 personas promedio al día; es un medio que debemos aprovecharlo mejor. Nos plantea mayores exigencias. Y es una cuestión colectiva no de una sola persona. Los compañeros deben de participar enviando sus escritos. Tenemos que dar respuesta y combate a las ideas burguesas desde el punto de vista socialista. Eso tenemos que hacer. No he tenido la suerte de haber conocido a compañeros como ustedes antes, pero ustedes, jóvenes, tienen esa suerte de conocerse hoy, y sé que sacarán provecho positivo de esto. Juntemos nuestras fuerzas, aún si es pequeña, para tratar de cumplir nuestro deber. Si Mariátegui, con solo 34 años, realizó toda esa rica experiencia, nosotros debemos hacer honor a ello y esforzarnos más. Desgraciadamente, por mi trabajo dependiente de una empresa, no he podido estar tempraneo y me he perdido la mayor parte de las exposiciones. Pero leyendo el papelógrafo me imagino lo sustancioso de las diversas intervenciones, y me queda esperar la publicación del material de este Conversatorio. Una preocupación mía es que estamos cerca de la celebración del 80º aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui y no se siente un trabajo colectivo que pueda

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garantizarlo. En la vida todo tiene un costo, y creo que debemos de priorizar este asunto a fin de conmemorar como se debe esta fecha de un gran acontecimiento. Domingo Suárez

¿Cuántos periodistas que simpatizan con el socialismo, no promueven la actividad del periodismo socialista, o simplemente se han pasado a trabajar para la prensa burguesa? No creo que sea, porque hayan dejado de identificarse con el socialismo. Sino, posiblemente, por razones económicas. A este factor económico se suma otro hecho de carácter conceptual. La falta de claridad sobre el papel del periodismo político en general, y del periodismo socialista en particular. Ahora que se trata del tema del estilo de trabajo de Mariátegui en la prensa popular, es necesario aprender de las enseñanzas de nuestro Amauta tanto de su concepto teórico, como de su trabajo periodístico práctico. En lo teórico señala “No existe en la actualidad prensa apolítica” “Todos los periódicos tienen filiación. Todos los periódicos son sectarios. Todos los periódicos son políticos” Y en el terreno práctico, tan luego que regresó al Perú, le ofrecieron el cargo de Director del Diario Expreso, la que pudo haber aceptado si hubiera tenido sólo el interés de resolver su situación económica. Pero no. Conforme a esta enseñanza, la tarea actual, es que todos los grupos socialistas que hacen trabajo periodístico se unan para dar vida a un periódico o una revista de alcance nacional. En las que se realicen, en la primera, una publicación, frenteunitaria, y otra publicación, doctrinaria; no hay que confundir esos dos niveles. Y de esta manera mantener vigente el Periodismo Socialista Peruano. ¡El Camino de Mariátegui!

Miguel Aragón Con las intervenciones de Yasser, Jaime y la mía, no se ha agotado el tema tan vasto y rico sobre la labor de Mariátegui en la prensa; solamente lo hemos planteado y avanzado un tanto. Tenemos que sacar el material del Conversatorio y seguir opinando y sistematizando nuestras experiencias. Debemos programar reuniones una vez al mes para profundizar más y saber aplicar estas enseñanzas, por ejemplo el saber utilizar todos lo medios de prensa existentes, sean buenos o malos, burgueses o proletarios; saber redactar nuestros escritos y ponernos a utilizar todos estos medios. Hay una serie de hechos concretos que motivan nuestra inteligencia, pero nos falta organización, que tiene que ver con la coordinación y cooperación. Y con mayor razón debemos hacer con los medios de prensas populares y alternativas como “1º de Mayo”, “Boletín” de la Universidad Socialista, etc. Tenemos que presentar un análisis de conjunto es cierto, pero debemos empezar por las cosas concretas y ligarnos a los diferentes medios escritos, radiales y de Tv. Después de 1930 se publicó “Hoz y Martillo” que dirigía Eudocio Ravinez. Comparando esto con “Amauta”, empezando por la presentación, esto es un pasquín y no una revista. Pero en su editorial decía que éste era el periódico con el cual soñó Mariátegui y que no pudo ver. ¡Que tal absurdo! Si eso es una basura comparada con “Amauta”. Es una prueba de cómo descendió la prensa luego de la muerte de Mariátegui, a qué nivel llegó, dejando de lado sus enseñanzas.

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En la década del 40 apareció “Democracia y Trabajo”, que la dirigía Ricardo Martínez de la Torre, que se publicaba en la Casa de Gobierno del presidente Manuel Prado, quien les facilitaba esa publicación “democrática”. Tampoco, obviamente, pudo superar el estilo y método de prensa de Mariátegui, al empezar su labor ligado y dependiente del gobierno de turno. En la década del 50 apareció “Unidad”, en el 60 “Bandera Roja” versión uno, en el 70 “Bandera Roja” versión dos, después “Patria Roja” y todas las otras formas de expresión de grupos y sectas políticas. Más adelante aparecieron la revista “Centenario”, la revista “Polémica”, el periódico “1º de Mayo”, el Boletín de la Universidad, etc. Sobre todo esto tenemos que investigar y saber interpretar para tener una visión de conjunto de la experiencia para proyectarnos hacía adelante, asimilando lo positivo y desechando lo negativo. Yo vengo avanzando en este trabajo, pero es un trabajo colectivo. Luis Anamaría ha hecho mención a un tema importante, que es el debate contra las ideas burguesas. Y este año se celebra el 80º aniversario de la Creación Heroica de Mariátegui, hay un Comité, con plata y todo, que pretende asumir esta celebración, que ya han sacado boletines difundiendo diversas opiniones. En su Comité Directivo hay un tal Martel que es un detractor de Mariátegui. Miguel Coaguila es discípulo de Martel. Se están preparando para denigrar la obra de Mariátegui. Nos espera un gran debate de ideas. La burguesía se organiza, nosotros también tenemos que organizarnos. Ellos tienen plata pero nosotros tenemos capacidad y talento, tenemos ideas. Prepararnos para un intenso debate ideológico. Y en la medida que combatimos a los enemigos de la clase trabajadora va a disminuir las pugnas entre nosotros. Nosotros discutimos hirientemente entre nosotros pero no le contestamos a la clase enemiga, a la clase dominante, pero entre compañeros estamos peleándonos. El año pasado yo quise romper esa situación entre nosotros y escribí un artículo sobre la fecha de fundación del APRA, con el claro propósito de provocar un debate con los apristas, esperando que me respondan en carga montón y si me atacaban, esperaba también que compañeros de nuestras filas saldrían a defenderme; de ese modo las pugnas entre nosotros pasarían a segundo plano ante la lucha contra los adversarios, pero los apristas callaron la boca (solo un tal Valdivia dijo algo, pero ahí quedó) y no “mordieron el anzuelo” como se dice. Y nuestras pugnas continuaron, cuando en verdad debemos unirnos para debatir contra las ideas burguesas. Cuando aparecen Coaguila y otros difundiendo ideas denigrantes del socialismo debemos salir al frente y contestarles. Y si un enemigo ataca a Guillermo, a Jaime o a otro compañero, nosotros debemos salir en apoyo y defender las ideas socialistas. No nos vamos a quedar sentados tranquilos como si nada pasara. No es cuestión de que tengamos aparato, sino que es un espíritu de acción conjunta ante un problema concreto. Frente a las ideas erróneas debemos pronunciarnos, frente a las ideas reaccionarias debemos combatirlas saliéndoles al frente.

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Conversatorio 24 de junio 2008 / USP-JCM

MES DE MARIATEGUI 14 de junio 2008

114º ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL AMAUTA

“La cultura

es el mayor Gendarme

del viejo sistema”

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Conversatorio 24 de junio 2008 / USP-JCM “La Cultura es el mayor gendarme del viejo régimen” Con este título, cuya frase la utilizó Mariátegui en su artículo “Las Universidades populares”, publicado en “Bohemia Azul” Nº 3 en octubre de 1923 y reproducido luego en “Claridad” Nº 4 en enero de 1924, publicamos las conclusiones del CONVERSATORIO del Martes 24 de junio organizado por la Universidad Socialista del Perú “José Carlos Mariátegui”, con motivo del “Mes de Mariátegui” por la celebración de los 114º años de su nacimiento. Inicialmente, se habían planteado dos temas para dos conversatorios, pero luego se decidió tratarlos en un solo Conversatorio por ser temas afines. Los dos temas y sus pequeñas introducciones las damos a conocer como preámbulo del contenido del Conversatorio. 1) “Mariátegui: Su trabajo teórico y su vínculo con el movimiento intelectual” Todos somos consientes que sin una teoría de cambio social, tampoco puede tener éxito la sola voluntad de cambiar nuestro país. Sabemos también que la labor teórica de un partido, como tal, y la labor teórica del movimiento intelectual, en tanto movimiento intelectual, no son iguales ni cumplen igual función. Un partido, por fuerza de la necesidad de ser vanguardia tiene como centro cumplir una función doctrinal. En cambio, el movimiento intelectual debe conformarse con una función educadora, investigativa, promotora del saber y de popularizar las ideas. Y sobre esta base debe contribuir en elevar la conciencia del pueblo. Por ello, conviene conocer la experiencia de cómo Mariátegui realizó su gran trabajo teórico, aprovechando el rico manantial de los intelectuales en general y en particular de los intelectuales revolucionarios, aunque alguno de ellos no fueron marxistas. Ahora que estamos prontos a implementar las Secciones de Trabajo de investigación, a definir un Plan de Investigación, mucho provecho nos ha de facilitar conocer esa práctica de JCM. 2) “Mariátegui: Su trabajo en el arte y la literatura” El movimiento artístico y literario constituye una importante arma en la lucha por un nuevo orden social. Por ello, conocer cómo Mariátegui se vinculó a los artistas y literatos constituye una buena forma de mejorar y potenciar el movimiento de arte y literatura revolucionarios que tiene lugar en nuestro país. *******

Raimundo Prado Redondez Hay la creencia de que en el pensamiento marxista peruano, incluyendo a Mariátegui, no existe una posición teórica sobre la naturaleza del trabajo intelectual. Y no solo en el marxismo peruano, sino en el movimiento marxista en general. Una de las 47


razones, me parece que es la poca divulgación de ciertos capítulos de El Capital de Marx. Por ejemplo, en el VI capítulo del tomo I, Marx habla del trabajo productivo y del trabajo no productivo. Este planteamiento de Marx choca un poco con el sentido ordinario de éstos conceptos. Marx llega a sostener que un mismo trabajo puede ser productivo o no productivo, tratándose del trabajo intelectual. Y expone dos ejemplos, el de un escritor y el de una cantante. En cuanto al escritor dice, si el autor de la novela escribió por el simple gusto de escribir y mientras la objetivación de este trabajo solo termina allí, entonces, ese trabajo no es un “trabajo productivo”. Pero desde el momento que aparece un editor y se reproduce la novela para su comercialización, entonces, este trabajo es tan productivo como el trabajo de producir zapatos o de telas. Y para hacer más claro aún su posición, Marx se refiere a la cantante, que puede cantar tan bello como un gorrión, pero mientras el proceso de trabajo termine allí, ese trabajo no es un “trabajo productivo”; pero, si aparece un empresario que la hace cantar para comercializar su talento, entonces, ese trabajo se convierte en “trabajo productivo” como cualquier otro trabajo que produce productos destinados al cambio. Marx es bastante preciso al dejarse entender que el plus valor no solo es generado por el trabajo físico, manual, sino también por el trabajo intelectual. Esta tesis es sumamente importante, pero hasta hoy el ignorar esta tesis, que se percibe a nivel mundial, hace que sea “normal” que unos marxistas de Frankfot trataran de llenar este “vacio” dejado por Marx, en el sentido de afirmar que Marx “no dijo” que el trabajo intelectual produzca plus valor. Este error pasó con la mayoría de los críticos de Frankfot. Pero en América Latina un destacado escritor, Ludovico Silva, escribió un libro muy interesante, “la Plusvalía Ideológica”. Este intelectual marxista, venezolano, creía estar llenando un “vacio” dejado por Marx, creía que Marx no había hecho nada al respecto. Gracias a José Aricó, que llegó a tener acceso a los archivos de Marx y a diversos manuscritos y le dio una nueva visión a la estructuración de “El Capital”, donde sí aparece esta tesis de Marx. Pero, en la edición francesa de “El Capital” también ya aparecía esa tesis, o mejor dicho, aparecía ese texto en el Capítulo “La historia del plusvalor”. Bueno, es importante saber en que medida Mariátegui tenía algunas ideas sobre esto. Hay dos textos “La Universidad Popular” y “Los intelectuales y la revolución”, donde da un tratamiento acerca de los intelectuales, la distinción que hace de ellos según su compromiso social, diversas formas y clases (no digo que formen una clase social), sino que Mariátegui distingue diversidad de formas; señala por ejemplo, a los intelectuales de vanguardia, intelectuales que están a tono con el proceso de cambio en una sociedad. Gramsci hablaba de “intelectuales orgánicos”, pero también se habla de “intelectuales de panteón”. Mariátegui es un ejemplo de saber tratar a los intelectuales, su relación con el intelectual John Mackay, teólogo escocés, que estuvo fuertemente influenciado por Mariátegui, que pronunció un discurso en Cajamarca, en los años 20. Era amiguísimo de Mariátegui. Debo subrayar un aspecto, fundamentalmente el intelectual tiene compromiso con la cultura. En Mariátegui el tema de la cultura pasa a primer plano. Plantea la necesidad del “asalto” de la cultura en función de las necesidades históricas del proletariado. Mariátegui conocía también los trabajos en este terreno, de Rosa Luxemburgo. Yo he leído la carta de Rosa Luxemburgo a Franz Merihng, con motivo de su cumpleaños, carta que me causó mucha emoción, donde dice que no importa que los intelectuales, que en otro momento se aproximaron al proletariado, ahora hayan vuelto a los lugares de donde salieron con tal que nos haya quedado Franz Merihng. Franz Merihng era un intelectual de mucha valía que 48


estuvo al servicio del proletariado. Y define esta función cultural del socialismo, que no solo consiste en un problema de “cuchillo y tenedor”, es un movimiento de cultura, de una posición soberana del mundo y del hombre; este aspecto vale la pena repensarlo, pues sin esta fuerza cultural es muy difícil pensar en la transformación de la sociedad. Miguel Aragón JCM se inicia muy joven como trabajador manual, trabaja como alcanza rejones en “La Prensa”, pero muy pronto pasa a ser un trabajador intelectual, un periodista; podemos decir entonces que Mariátegui por profesión y vocación fue un trabajador intelectual. Comentando las inquietudes intelectuales de Edwin Elmore, un liberal a carta cabal, muy amigo de Mariátegui, cuya opinión decía que debía “agitarse a los intelectuales”, Mariátegui le hace una observación, señalando que antes de agitar a los intelectuales hay que agitar a las masas; hace un cuestionamiento a los que propugnan agitar a los intelectuales. Mariátegui se declara un “agitador intelectual”, nunca se declaró teórico ni ideólogo. Se definió como político y en particular como “agitador intelectual”. No hay que confundir agitador de intelectuales con “agitador intelectual”, autodefinición propia de Mariátegui. En los años posteriores a la constitución del PSP, después de 1928, en la fase de organización, va a surgir una desviación en el trato de los intelectuales. Desviación que propone la “proletarización” de los intelectuales, con la que Mariátegui nunca estuvo de acuerdo. Mariátegui le asigna un papel a los intelectuales, dice que los artistas y los técnicos son más valiosos para la revolución mientas más artistas y técnicos se mantengan. Y esto se expresó en su práctica diaria, Mariátegui nunca intentó forzar a sus compañeros intelectuales para que se integraran al trabajo político partidario, sino que va a promover sus inquietudes propias para que cada intelectual se desarrolle en su campo, sea técnico, profesional, periodismo, educación, literario, etc., e indudablemente, acogía a quienes voluntariamente decidían integrarse al partido, pero no era un requisito para trabajar con ellos. Muy diferente va a ser la política sectaria de Ravines que forzaba a los intelectuales para que hagan trabajo partidario y, en la práctica, esta desviación, va a romper el trabajo del partido en el frente intelectual. En setiembre de 1926, casi simultáneamente de publicar “Amauta”, Mariátegui publica un artículo en la revista “Monde”, revista en francés, sobre cómo hacer propaganda a través de la revista. Vuelve a publicar ese artículo en “Labor” bajo el título “Prensa de Doctrina y Prensa de Información”, con el mismo contenido, pero le agrega el tema de la experiencia de “Labor” como prensa de información. Mariátegui señala la diferencia entre el trabajo partidario y el trabajo intelectual. La definición de la línea doctrinal es función del partido, y que la función de los intelectuales, en tanto intelectuales, que tienen cumplir, es aportar elementos de información, de crítica y de investigación. Con esto es suficiente la labor de los intelectuales, no habría que exigirles más. No es poca cosa toda esa labor de los intelectuales. El militante orgánico de un Partido no tiene el tiempo ni la disponibilidad para hacerlo y se tiene que apoyar en el trabajo de los intelectuales. Retomando lo dicho por Raimundo, me parece muy importante su mención a esa parte “desconocida” de la tesis de Marx, el capítulo VI de El Capital, que no he tenido la oportunidad de leerlo completo, sino algunos extractos a través de algunas buenas recopilaciones. Efectivamente, ahí habla de “trabajo productivo” y “trabajo no productivo”. Hay una expresión clara de Marx para dar sustento a esta tesis, el capitalismo no se caracteriza por la producción de mercancías, sino por la producción de capital. Es el 49


caso de la cantante y del escritor que no son productores de mercancías, pero en la medida que se comercializa su producción intelectual sí está produciendo capital. En una empresa que produce calzado, vestido, etc. además de los trabajadores que realizan el trabajo manual, junto con ellos, hay otros trabajadores que no participan directamente en el trabajo manual, que son los técnicos, los científicos, empleados y el personal administrativo sin los cuales no funcionaría completamente la fábrica; ese sector no hace trabajo manual pero el producto terminado, que luego se comercializa y que genera plusvalía, incluye también el trabajo de estos trabajadores. Marx incluye también a los maestros que trabajan en las escuelas, que forman a los trabajadores que participan en el trabajo productivo. La clave está en entender que el capitalismo no se caracteriza por producir mercancías, sino por producir capital. Opino que la carta de Rosa Luxemburgo a Franz Merhing debe publicarse por el USP-JCM como contribución porque es muy importante. Yo puedo facilitar una fotocopia para su reproducción. Ricardo oliveros Lenin habla de actividades económicamente rentables que debe desarrollar el partido. Por ejemplo, se refiere incluso a que se puede crear una revista especializada en datos económicos del movimiento obrero, que forme parte de las actividades rentables del partido. Obviamente esta concepción implica que un núcleo clave del partido debe ser de revolucionarios profesionales. Los revolucionarios profesionales se dedican “25 horas del día” a la revolución. Ese maravilloso “fanatismo” de Lenin es algo que no se debe perder. Realmente me impresionó, es un texto breve pero su planteamiento hecho allí es muy enfático. Muchos hablan de Mariátegui, no sé si bien o mal, se saben citas de memoria, pero no saben que un aspecto no estudiado de Mariátegui es que fue empresario, hizo empresa. Incluso le reconstruyen libros inexistentes y todo, pero olvidan que fue empresario. Es más, dio un impulso a esa actitud empresarial. Producir empresa, eso si no me equivoco lo dijo Raimundo, me parece genial, está en la “Historia de la Teoría de la plusvalía”, allí se habla de todo eso. Mariátegui, justamente, no solo fue empresario, sino todo un estratega de gerencia social. Las ONGs, la Universidad La Católica tienen un carísimo programa para formar “Gerentes Sociales”; la última ley del gobierno aprista tiene que ver con formar gerentes sociales para trabajar en la administración pública. Este tema es bien interesante, porque Mao plantea que el cuadro deba ser “rojo y experto”, no solo “rojo”(es decir, comunista). Exagerando la nota, puede haber rojo tarado y ocasiona un descalabro total. Incluso, Mao dice que se debe de aprender de los burgueses. Ahí hay una cuestión provocativa, en el mejor sentido, pare beneficio de los actores de una revolución. Para mí, Mariátegui era empresario y un pionero en gerencia social. Incluso, cuando habla de la apología del aventurero, en referencia a Colón, al cual admiraba, dice Pioneer de Pioneer, o sea, pionero de pioneros. Si no, que me digan cuánto cuesta hacer una revista “Amauta”, “La Razón”, “Claridad”, “Labor”, ¿cuánto cuesta?, y ¿por qué no se hace? Justamente hay una especie de izquierda que tiene un espíritu de negación del aspecto empresarial y gerencial que implica toda empresa cultural; los de Fráncfort hablaron claramente de industria cultural. Tiene que haber el movimiento creativo, no creativo, realista, surrealista, todas las tendencias, pero esa industria cultural implica gerencia y empresa. Estar haciendo simples “folletitos”, simples “cartitas” es una especie 50


de desvalorización del propio esfuerzo. Entonces, Mariátegui fue un pionner de pionner y pudo liderar un proyecto empresarial y gerenciar socialmente un proyecto cultural. Estas palabras se las habían apropiado, obviamente, los capitalistas y los trabajadores se habían negado esta función. Con lo cual se había abandonado la tesis de Lenin acerca de las funciones económicamente rentables del partido, que permite a los profesionales del partido realizar actividades empresariales rentables como fundar revistas científicas de buena calidad en datos objetivos y que se posesionen bien, evitando la persecución política, porque no se debe de mezclar las cosas, dedicarse a realizar trabajos de investigación, que deben ser tan valiosos que puedan posesionarse de manera rentable, como por ejemplo producir libros que se vendan bien, etc.. Este es un aspecto clave que se ha olvidado al estudiar a Mariátegui, que teniendo el escenario de “Amauta” Mariátegui ya puede convocar a los demás, ahí están, también la calidad humana y la calidad creativa que obviamente tenía Mariátegui. Es como invitar a escribir. Un ejemplo parecido y práctico, puedo decir “ven a mi casa esta navidad” porque garantizo la casa y la comida que tengo para compartir. Los invito y los trato bien, tengo una metodología de grupos y de relaciones interpersonales que construye; eso hacía Mariátegui con los intelectuales. Es interesante, por ejemplo, cuando hace su apología del progreso en la carta a Alberto Hidalgo, todas las críticas las hace desde los afectos, gran capacidad de convocatoria, de comunicar, de contagiar el entusiasmo, de distribuir tareas, etc., pero ya hay casa y ya hay comida en esta navidad. Porque hay capacidad empresarial y capacidad de gerenciar. Si no los hubiera qué podrías compartir. Por eso, “Amauta”, al morir Mariátegui, sigue unos pocos números más y muere, no se mantiene, porque no se sabe realizar empresa ni sabemos gerenciar, aparte de las desviaciones que se manifestaron contrarias a la línea de Mariátegui. Yo también leí el libro de Ludovico Silva, que es bien impresionante, porque él cuestionó el “modelo de la casa”, eso de primer piso, infraestructura, superestructura, todo eso. En ese contexto, en el libro “El estilo literario de Marx”, es impresionante porque yo pensaba que tenía que dominar los conceptos, y me hacía un problema cuando se me escapaban los “modelos teóricos”, pensaba que no estaba trabajando bien los conceptos. Pero en “El estilo literario de Marx” hay un contrapunto entre perceptos y conceptos, que yo lo he traducido en que los perceptos son una especie de nociones metafóricas de un tremendo potencial de desarrollo y que pueden ser leídos con una hermenéutica distinta en diferentes épocas con una actualidad permanente, por ejemplo, el concepto de Mariátegui, que yo estoy trabajando, en el comentario que hace sobre el libro de Roman Rolland, que se llama, libro tónico, libro tóxico. Es impresionante, porque no son conceptos científicos, pero es una noción tan valiosa, una noción metafórica de tanta riqueza que uno lo ve y lo siente, o sea, libro tónico sirve para potenciar y recuperar la salud (el tónico); libro tóxico te enferma o te mata. Me sorprendió, porque asocie la observación de Ludovico Silva con esto. Por ejemplo, en comprensión lectora, unos se tonifican otros se intoxican. Y puede ser con diferente material, por ejemplo, circula un libro sobre “Educación Sexual Integral”, cuya metodología me parece atroz. Ahí preguntan ¿Masturbarse hace daño a la salud? Y se tiene que elegir la respuesta entre dos opciones: Mito o realidad. Todas las preguntas son de esa forma. Al terminar con la encuesta los alumnos van a concluir que todos los mitos son falsos, por lógica, porque la tendencia de ese libro es que todo lo que es cierto y científico es realidad. ¡Qué infamia! porque con eso están liquidando toda la concepción de Mariátegui sobre el hombre y el mito, de que la fuerza de los revolucionarios no está en su ciencia sino en su fe. Hay cosas complicadas en Mariátegui, que hay que explicarlas bien para entender, pero que son verdaderamente apasionantes. En cambio, históricamente, nos 51


dice el psicólogo Federico Walon, que el mito es la primera ciencia y los ritos son las primeras técnicas, y hay que entender todo eso, y cómo se mantiene; entonces, la teoría atribuida o no, sacada, cambiada, desarrollada, modificada, recreada de los mitos revolucionarios de Sorel por Mariátegui, por ejemplo, ahí, en una parte, de manera infame, lo liquidan, y en contrapunto con la televisión. Dicen, mito feudal quiere decir mentiras. Entonces, este trabajo de conceptualización es interesante. No voy a discutir si Mariátegui es teórico o no en función de lo que él dice de sí. Mariátegui sí es un teórico, en el sentido de lo que dice Piaget, que sostiene que hay personas que al escribir teorizan, no se puede escribir sin pensar, al escribir se está pensando y produciendo un conocimiento que se amplifica, en ese sentido, mínimamente hay un activo proceso de teorización en cada escrito. Mariátegui ve un libro e inmediatamente está su reseña y su comentario. Mariátegui está en constante proceso de teorización con su escritura. En el libro “Invitación a la Vida Heroica”, antología de Flores Galindo y Portocarrero, dicen que son más de 3 mil los artículos de Mariátegui. O sea, es un incesante proceso de teorización, muy impresionante. Una avidez cultural enorme, pues la empresa del socialismo es un trabajo cultural. Podemos contar lo escrito por Mariátegui, donde más del 70% son temas de cultura. Y ahí hay un proceso de teorización que no se detiene. Un libro que me está quitando el sueño, es el de Henri de Man, escrito en 1945, posterior al libro del mismo autor que analiza Mariátegui en “Defensa del Marxismo”. Si Mariátegui hubiese estado vivo lo hubiese inmediatamente comentado y salía el II tomo de Defensa del marxismo. Definitivamente así lo creo. He leído el libro “El Marxismo de Mariátegui” de Raimundo Prado, pero ahí no hay ninguna mención sobre psicología. Eso me parece impresionante. Hay una tarea que realizar en ese sentido. Algo se ha empezado en la Universidad Socialista con las Conferencias realizadas de “Sicología Dialéctica”, que tuve que asumir y que me he propuesto acometer. En su libro Raimundo Prado menciona que Mariátegui habló de Freud, pero Mariátegui nunca habló de Freud. Lo que pasa es que ha utilizado conceptos freeudianos o psicoanalistas en la critica del reformismo Belga, por ejemplo. Vigosky es uno de los que lidera una reforma de la psicología al impacto creador de la revolución bolchevique, en la década del 20, llamada década prodigiosa para muchos intelectuales, por ejemplo, Bacchi, Vigosky, Einstein, Serguei, Lunarchasky, Lukcas. Toda esta década ha sido prodigiosa en términos de obras innovadoras con visión dialéctica y óptica revolucionaria. Vigosky hace sus manifiestos sicológicos coincidentemente en 1928, su obra también es perseguida y satanizada, incluso hasta 1972 no fue publicada en la URSS, porque no utilizaba citas y por “pensar libremente”. Murió también a los 38 años, y cuando han vuelto abrir sus obras es como el caso de Mariátegui, que también lo hacen a fines de la década del 50, cuyos 20 Tomos que se publicaban en serie de edición popular, hasta se han dado en dos grandes tomos en la edición “Mariátegui Total”. Casi existe un paralelo entre ambos personajes. Con diversidad de ensayos, la misma metodología, pues su pensamiento se concreta mediante sus escritos. Igual que Mariátegui, en Vigosky su proceso de teorización es mediante sus escritos, y así va armando también sus libros. De esa forma van saliendo los productos, lo que Vogosky llamaba los “proyectos necesarios”.

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Compañero asistente La tesis de que toda formación económico social lleva en su seno el germen de otra me llevó a pensar (pero lo deje ahí) cómo podríamos hacer para crear empresa dentro de este régimen. Podríamos apoyarnos en el Ayni o la minka. Eso quería saber, acerca de esta posibilidad. Moderador No olvidemos que el centro de este conversatorio es sacar lecciones de cómo Mariátegui empleó el método de trabajo con los intelectuales y los artistas. Y esa lección como lo empleamos en la actualidad. Jaime Lastra Es bastante difícil (pero no imposible) que entre los intelectuales se aperture una cooperación. Y si observamos una suerte de laboratorio entre los intelectuales es porque existe una paga de por medio. Caso ad honorem es muy difícil. Los intelectuales tienden a ser individualistas. Esto sucede incluso en el mismo campo socialista. Solamente cuando hay una participación electoral, debido a que se persigue un interés material, entonces allí se juntan para la elaboración de los planes de gobierno a proponer en la campaña. En el caso de los intelectuales de vanguardia también se expresa ese individualismo, porque ocurre que cada uno quiere ser el descubridor de tal o cual tema. No se aborda una solución colectiva. Incluso, en el tiempo de Mariátegui, se conoce que su propuesta de Formar una especia de Ateneo o programa de estudios socio-económicos no tuvo la acogida necesaria, al cabo que él mismo tuvo que asimilar el conocimiento intelectual usando el método de la consulta y el diálogo polémico o no polémico. Claro, que en un nivel de intelectuales más orgánicos, de filiación doctrinal, sí se puede llevar adelante un trabajo de cooperación en la investigación y de la crítica porque se han superado esos prejuicios. Pero, a mi percepción, esto marcha muy lento en la situación actual que afrontamos. Generalmente, el intelectual tiende a ser un libre pensador, que temeroso de verse constreñido por una adhesión doctrinal reclama su derecho a dejar en absoluta libertad su pensamiento. Pero esto mismo, que parece un lastre, en verdad, puede ser mejor orientado a fin de producir conocimientos a favor de una doctrina. Pero esto requiere de un liderazgo, como el de Mariátegui. Y cuando él dice que no es un intelectual no lo hace en el sentido de menospreciar el trabajo intelectual, sino que se está ubicando en una función determinada. Está afinando su función, como “intelectual líder” puesto que la investigación se debe a la misión revolucionaria. Y esto le ha permitido favorecerse de todo el movimiento intelectual más avanzado de su tiempo. Mariátegui es un intelectual doctrinal, un intelectual de vanguardia que cumple disciplinadamente su labor de agitación del cambio, de elevar la conciencia de las masas para ese cambio. Justamente, hay un pasaje escrito por Mariátegui que dice que los intelectuales, en tanto intelectuales, deben contentarse con aportar elementos de crítica, de información y de investigación, que esclarezcan los hechos y eleven la conciencia. Y deben “contentarse” con esa misión, desde esa posición en tanto intelectuales. No pretender invadir el fuero de la función doctrinal. Y viceversa, los hombres de vanguardia no deben confundir su misión de aportar la función doctrinal con la de suplantar la labor de los intelectuales. Cuando esta sana relación se rompe, entonces vienen, cualquiera sea su forma, las desviaciones al 53


interior del movimiento. Mariátegui comprendió y manejo acertadamente esta relación. Promovía la misión del intelectual. Él no se negaba a si mismo realizar el trabajo intelectual, puesto que investigaba, estudiaba, sistematizaba, sintetizaba. Pero su función era de liderar el movimiento y de hacer que éste se encamine al objetivo socialista. Por eso que él diferencia de la función doctrinal de la función intelectual. En esto tenemos una buena referencia y lección para el momento actual, ¿qué hacer con el movimiento intelectual de hoy? Se encuentra reducido en las universidades públicas y privadas, en las ONGs, y no hay un espacio como lo fue la Universidad Popular Manuel González Prada. Hoy existen Foros, Talleres, Círculos, etc. que actúan dispersos, sin una planificación común que motive a los intelectuales a cooperar entre ellos y vincularse con el movimiento social. Y eso es lo que debemos promover hasta que en algún momento se produzca ese encuentro entre la función doctrinal y la función intelectual. ¿En qué momento ocurrirá, quién lo liderará? Eso por ahora no se puede dilucidar, pero estemos seguros que se producirá. Por ahora, el espacio de la Universidad socialista JCM sirve a ese deseo. Esto es un tema que debemos abordarlo continuamente. Guillermo Yucra Después de vivir su etapa formación ideológica y política en Europa, y ya estando en el Perú desde 1923, Mariátegui concibe fundamentalmente la tarea de concurrir a la creación heroica del Socialismo. Por ello se propone la tarea de forjar la construcción de un Partido y de una vanguardia para la Revolución Socialista en el Perú. Tal como él lo planteaba y considerando la realidad de su época supo comprender que este proyecto no se podía cristalizar de forma de un momento a otro, sino que requería de un largo proceso. La tarea inmediata que se imponía en esas circunstancias, era la de difundir y propagandizar las ideas del socialismo que hasta ese momento no se había producido. Esto convence a Mariátegui de organizar su proyecto político socialista, poniendo especial énfasis en el aspecto cultural. Ciertamente ya se había consolidado una sólida organización colectiva de los obreros de arraigo anarcosindicalista. Es conocido que tenían una fuerte presencia cultural que la irradiaban a través de los centros de estudios, bibliotecas y diarios que tenían a bien implementar y desarrollar. Mariátegui se vale de esos medios y de esos instrumentos de educación popular para difundir y propagandizar el ideario del socialismo. Llama la atención ese aspecto empresarial que le imprime al trabajo cultural. La experiencia de la revista “Claridad” es un ejemplo de cómo Mariátegui propone organizar formas colectivas a través de ese proyecto editorial, haciéndola reposar en la fuerza colectiva de las organizaciones populares. En el proyecto de “Claridad” había varias tendencias y participación de varios sectores de la sociedad: líderes del movimiento obrero, campesino y estudiantil. Esta es una característica importante que Mariátegui toma en cuenta para impulsar la empresa editorial como instrumento de lucha, de difusión y propaganda de las ideas socialistas que reposa en el carácter colectivo de esta empresa. Otro tema que me llama la atención es cómo Mariátegui pudo concertar a las inteligencias más avanzadas de esa época, pero a su vez todavía no orientadas resueltamente al campo socialista. Mariátegui las va convocando y congregando. Este trabajo del frente cultural en el movimiento socialista, que se cristaliza con la revista “Amauta”, no se circunscribe solamente a Lima, sino que se proyecta a escala latinoamericana y mundial. Sus contactos e intercambios a nivel de redes intelectuales tanto nacionales como internacionales, nos constatan este aserto.

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Otro tema más que me interesa, esta vez a modo de reflexión y pregunta. Mariátegui manifestaba que a un revolucionario no solo le basta con predicar la revolución, sino que hay que organizarla. Cómo entonces, Mariátegui predicaba y organizaba a las fuerzas de la inteligencia con el objetivo de contribuir al fortalecimiento del movimiento socialista. No puede haber un renacer de nuevas ideas si no están en lucha constante con las viejas ideas. Ricardo Oliveros Fredy Bee dirigió el programa “Hambre Cero” en el gobierno de Lula, él habla de “glocalización”, lo global a través de lo local, o lo local sin olvidar lo global; como una especie de respuesta a la globalización neoliberal. En el caso de Mariátegui, sabía inglés, francés, alemán e italiano y tenía nivel cultural. Y en esa época no había Internet y los avances que tenemos ahora, pero Mariátegui está actualizado y les puede hablar en un mismo nivel, y tiene una capacidad de selección y maneja idiomas. Fredy Bee también sostiene algo impresionante respecto a la caída de los socialismos reales, dice que el capitalismo gana temporalmente porque ha privatizado los bienes materiales, pero han socializado los bienes culturales; en cambio, dice que el socialismo real ha hecho al revés, ha socializado los bienes materiales, pero ha privatizado los bienes ideales. Por la simetría, incluso, de los opuestos, tiene una cosa pegajosa que valdría ver, y esto ya es mi lectura, ¿por qué los capitalistas liberan los bienes ideales? Lo hacen con fines de alienación de las masas, te mandan programas de televisión masivos, o sea, liberan, pero con fines de alienación y de meternos las ideas que ellos promueven como clase dominante, pero se ven obligados a socializar. Por ejemplo, en la década del 70 apareció un libro titulado de “Invasores a invadidos” donde aparecen una chozas de esteras que tienen una TV, ya le están dando ideología burguesa a pesar de haber hecho una protesta por el derecho a la vivienda. En cambio, los socialistas, sobre todo que me parece que debemos discutir, de la fase Stalinista, comienzan a prohibir la libre expresión del pensamiento, entonces la privatizan. El que no menciona citas de Marx, Engels, Lenin, Mao ya se fregó porque sale acusado. Por ejemplo, Vigostky fue acusado fuerbachiano de la línea deboriniana. Podemos revisar también de cuántas cosas acusaron a Mariátegui; las acusaciones son similares. Pero vemos que privatizaron las ideas, no puedes pensar de una manera diferente al “aparato”. Y Vigostky es un socialista no domesticado. Mariátegui lo es también, marxista creativo no domesticado. Pero aquí cabe una lectura, y esto lo digo provocativamente, porque hay un juego de las dos cosas. La idea de Frai Reds me hace ver el por qué se discute de muchas cosas inútiles; por ejemplo, se ponen a debatir de cuantas veces Mariátegui usó la palabra marxismo-leninismo, cuando en el Programa del Partido Socialista dice marxismo-leninismo, marxista-leninista, entonces ya está claro. Pero se discute tanto, como si se divirtieran con eso; es el caso de Miguel Aragón y Eduardo Ibarra, por ejemplo. Estuve revisando las obras “Mariátegui Total”, por ejemplo ahí hay un operativo ideológico bien interesante. Los hijos de Mariátegui hacen una buena gerencia de la obra de su padre. Cuando les conviene (acepto el término en sus dos acepciones, tanto positiva como negativa) cambian a los personajes de las introducciones de las obras de Mariátegui, por ejemplo, la introducción a “Defensa del Marxismo”, en su edición popular, lo hace Jorge Falcón, pero en “Mariátegui Total” ya no aparece esa introducción, sino otra, donde ya no se mencionan, como en la primera, los nombres de Stalin y de Mao. Lenin corre 55


peligro porque es incomodo para ciertas gentes, Marx es presentado como pensador abierto. Este hecho es bien interesante, porque en la sicología del pensamiento, si se puede explotar esta idea, de la década del setenta, uno lee a Jorge Falcón y encuentra China, la revolución de la rosa y el arroz, Mao está vigente, es indiscutible, es el sol rojo del oriente, etc., todas las versiones habidas, lo que quieran, incluso los ex marxistas de las décadas del 90 y del 2000, que están ahora desmarcados totalmente, que están “liberados” de todo. ¡Pero en los 70 eran los controladores! Uno de ellos es Manuel Dammet, por ejemplo, un controlador de los 70 ahora es un descontrolado del 2000. No estoy en contra de él, pues tiene derecho a cambiar, solo menciono el hecho, nada más. El tema es como los hijos de Mariátegui se han desmarcado, y cuántos prólogos han promovido según su conveniencia. Ese folleto de los “Intelectuales y la revolución” circuló en la década del 70, pero ha habido un cambio de la hermenéutica marxista, es decir, de las claves de lecturas por décadas. Cómo leían a Mariátegui en el 70 que parecía el paralelo o el espejo de Mao para algunos, sobre todo para Abimael Guzmán, y cómo leían a Mariátegui en el 80 y en el 90. Parece que hay modelos de hermenéutica marxista. Parece que Merhing es uno de los premiados, es el que hace la introducción a “Mariátegui Total”, donde en cierta forma, si uno lee bien (no es que descalifique, sino que se observa el hecho) pasan al olvido las interpretaciones que habían en los otros prólogos de las obras de Mariátegui. Es un ejercicio mental que estoy haciendo, en tanto que estoy recién leyendo y descubriendo, no tengo todavía conclusiones, pero leo los prólogos de los 20 tomos de la Colección de Obras Completas de Mariátegui (edición popular) y el que aparece en la colección “Mariátegui Total” y se ve la diferencia, ya se desmarcaron de Stalin, Mao puede ser, pero ni lo mencionan; es más, la mención contra Stalin es explicita, entonces nos aparece otro Mariátegui en claves de lectura. Es bien interesante este caso, yo he estado revisando, es un manejo probablemente para las ideas, bien provocativa y los intelectuales no le están dando eco. Por ejemplo, según Anibal Quijano, el aporte central de Mariátegui sería la construcción de una racionalidad alternativa; esto me parece una idea bien provocativa, sugerente y productiva; realmente productiva (me parece, digo), pero nadie le hace eco y ahí queda pues. Por eso, me parece central lo dicho por Raimundo Prado de comprender y profundizar en la naturaleza del trabajo intelectual para ver las soluciones que pueden tener los intelectuales revolucionarios en el siglo XXI, porque esto es bien complicado. Por ejemplo, Kung plantea en las “Estructuras de las revoluciones” lo de los paradigmas, luego vienen las críticas y todo eso; y tiene un epilogo posterior donde se rectifica, en cierta forma, profundizando en el asunto y plantea que el concepto de “matrices disciplinarias” sería más exacto que el concepto “paradigmas”, pero en el mismo Kung, el concepto de “matrices disciplinarias”, al margen del debate, es un concepto que se pierde, se diluye; además, no es aceptado por la comunidad académica, pero “paradigmas” si lo usan, interpretándolo bien o mal, pero todo el mundo se quedó con el concepto “paradigmas”; “matrices disciplinarias” quedó en nada. Y siendo un planteamiento del mismo Kung. En Mariátegui hay unas ideas que, no sé por qué, ocasionan tanto pleito y hay otras ideas descansando el sueño de los justos, siendo ideas del propio Mariátegui. Una vez conversando con César Lévano, me sugirió que en mi condición de psicólogo, podría contribuir sobre este tema, porque a su parecer Mariátegui fue un sicólogo social y me refirió que él tenía el libro “Para la crítica materialista histórica del sicoanálisis”, edición francesa (que pena –me dijo- que usted no sepa francés, y despertó en mi el interés de poder lograr una traducción y conocer su contenido, porque yo he leído solamente extractos en castellano en un libro de …. Lértora) Hay en eso una idea bien interesante, 56


que dice que Mariátegui era un sicólogo social. Y no es que se refiera a tal o cual uso del sicoanálisis para la crítica del reformismo Belga Henri De Man que utiliza el sicoanálisis, sino que de manera tácita, lo ha promovido algo así su hijo Javier Mariátegui, que en cierta intelectualidad media postmoderna, Mariátegui aceptaba el sicoanálisis críticamente, dulzón, bien informado, pero casi todos los intelectuales están con el sicoanálisis. En cambio, César Vallejo es enfático en deslindar con el método irracional del sicoanálisis. Mariátegui que es el político aparece más tolerante en ideas, y César Vallejo que es el artista, el intelectual no político directamente, es el más enfático. Lenin hace un deslinde con la ideología burguesa del sicoanálisis, Stalin persigue y, obviamente, ordena la expulsión de Williams Reich; ocurre todo un movimiento en contra de la ideología burguesa, reaccionaria del sicoanálisis. Sacan a todos los sicoanalistas de los partidos, Williams Reich salió premiado porque es expulsado por los sicoanalistas por ser marxista, y por los marxistas por ser sicoanalista; y Williams Reich escribió Materialismo Dialéctico y Sicoanálisis, pero de ambos lados lo expulsaron. Ocurría entonces un énfasis terrible; en cambio, Mainor Eisneiber escribe un libro “Neurosis y lucha de clases”, qué dice: con Marx contra la ideología burguesa del sicoanálisis, la antropología burguesa del sicoanálisis; el segundo capítulo es con Freud contra la sociología vulgar del marxismo. Y trata de equilibrar la cosa porque dice que hay cosas de las que hay que nutrirse. Y eso lo ha hecho 70 años después de que Mariátegui escribiera respecto de eso en “Defensa del marxismo”. El que no cumple el programa de estudios sociales que diseña Mariátegui es Honorio Delgado, en palabras de Mariátegui Honorio Delgado sería el más preparado, el más idóneo para hacer el trabajo de la sicología del indio o el estudio sicológico del alma indígena, obviamente ese tema nunca lo desarrolló Honorio Delgado, y que tuvo lugares eminentes en la revista Amauta, publicando sus trabajos, traducciones, artículos como sicoanálisis de los ojos, etc. Mas bien, los siquiatras comunistas de argentina, por ejemplo, Gregorio Berman, decía que Honorio Delgado cumplía una función reaccionaria en todos los Congresos de siquiatría latinoamericanos; esta cuestión ha quedado así, me parece que nadie lo ha tocado, de ahí que todos los intelectuales, especialmente los literatos, ven en el sicoanálisis como un aspecto de creatividad.

Jaime Lastra Existe un fragmento de Mariátegui donde para motivar a los intelectuales a vincularse al pueblo y a su movimiento por el cambio social. En ese fragmento fundamenta el por qué se debe acometer la tarea del trabajo cultural como un asunto también muy primordial. Dice: “El proletariado emprende, afanoso, la conquista de la cultura. Las últimas experiencias históricas le han enseñado el valor social y político de la ciencia y de4 sus creaciones. La burguesía es fuerte y opresora no solo porque detenta el capital sino también porque detenta la cultura. La cultura es uno de sus principales, uno de sus sustantivos instrumentos de dominio. El capital es expropiable violentamente. La cultura no. Y en manos de la burguesía, la cultura es una arma eminentemente política, una arma reaccionaria, una arma contrarrevolucionaria. La cultura es el mayor gendarme del viejo régimen”. Mariátegui es consecuente con este juicio suyo acerca de la cultura. Llegado de Europa está más consciente de su deber y de su labor. Encuentra en el Perú una trama 57


construida por los anarquistas, que habían avanzado en el terreno sindical y también en el área cultural, especialmente en el aspecto cultural existían importantes avances: hojas de agitación, la revista “Claridad”, la Universidad Popular Manuel González Prada, eventos continuos de veladas culturales. Y él se introduce en esa trama de la forma más sensata, sin generar problemas de sectarismo, estableciendo las relaciones adecuadas con los obreros, estudiantes y los intelectuales. Llega a ejercer liderazgo en la Universidad popular, a dirigir la revista “Claridad”, a recibir el reconocimiento del movimiento de vanguardia. Incluso, mediante un trabajo perseverante y sin espíritu sectario logra ganar para el socialismo a obreros anarquistas de importante influencia, a intelectuales y a estudiantes; utilizando para eso una política persuasiva y afectiva, sin ningún tipo de obligatoriedad que no sea la propia conciencia y voluntad de los asimilados a la causa proletaria. Esta práctica es la que no vemos entre nuestros compañeros intelectuales. Predomina una actitud exclusivista entre los intelectuales, que en definitiva es sectarismo. Cada quien está más preocupado en hacer o sacar su libro –que no es una cosa mala- pero, al mismo tiempo, no se trabaja la coordinación y la cooperación en la obra colectiva, que más bien, facilitaría el progreso de la iniciativa de la individualidad. Un caso ejemplar de lo que digo es el estilo en el debate que se da entre compañeros afines, que llegan al extremo de usar epítetos, un tono áspero tratando de “picar” al otro, preocupándose tan solo por su “imagen”, de no quedar mal en la cartelera virtual. Se llega a instalar una forma totalmente inapropiada en el debate que se asemeja a los litigios judiciales. Dicen, por ejemplo, “Mi criticado”, “superficiales”, etc. estilo que se parece mucho a las frases que se usan en los pleitos que se ventilan en los fueros de la justicia burguesa: “mi defendido”, “mi querellado”, “el inculpado”, “el susodicho”, etc.. La diferencia con el socialismo salta a la vista. La burguesía destruye la persona humana a favor del individualismo. El socialismo tiene un espíritu constructivo que favorece el colectivismo. Trata la enfermedad para salvar al paciente. Y lo hace con profunda vocación, incluso venciendo la resistencia del paciente, todavía inconsciente de su mal y de luchar por su recuperación. La burguesía, en cambio, -como se comprueba a diario- no solo destruye la humanidad, sino también se ha convertido en una amenaza contra el mismo planeta. ¡Qué diferente el estilo marxista de Mariátegui! –que le había permitió avanzar hasta lograr el liderato del movimiento- que es una verdadera enseñanza con ejemplo vivido, experimentado y demostrado su valiosa utilidad. Aquí todavía hacemos todo lo contrario a lo enseñado por Mariátegui: que nos debemos gastar nuestras energías ni nuestro tiempo en herirnos mutuamente ni excomulgarnos por nuestras querellas dogmáticas. Más al contrario deberíamos poner mucha más atención, esfuerzo e inversión en nuestra causa común, en nuestra lucha común contra el enemigo común. Si aplicáramos esta sola enseñanza podríamos avanzar a pasos de zancos; muchas dificultades se vendrían abajo; nuestras limitaciones se convertirían en nada y nuestros errores podrían ser mejor tratados y resueltos de la mejor forma y oportunamente. Es necesario diferenciar la calidad del debate entre amigos y contra el enemigo. Obviamente que se entiende que son totalmente diferentes, pero ocurre que se comete el error de entrecruzar esas fronteras. Aplicar y esmerarse por un correcto estilo en el debate no es incurrir en conciliación, como la costumbre de las puyas polémicas promovidas por el individualismo huachafo, que todavía nos acompañará por buen tiempo, pretenda presentarla como conciliación. Mariátegui ha demostrado con su propia vida que si bien no debemos caer en la tolerancia falaz de las ideas –en tanto existen ideas buenas y malas; ideas revolucionarias y 58


reaccionarias- y de luchar con toda nuestras fuerzas metiendo toda nuestra sangre en nuestras ideas, debemos tener bien presente que el socialismo no se nutre de evocaciones dolientes o coléricas y de que entre hombres con una posición neta y definida es posible entenderse y comprenderse a fin de llevar unidos una lucha por el cambio social, actuando con una común voluntad y pasión renovadora. La participación de los intelectuales es imprescindible para el cambio social. Y no solo para difundir cultura, sino también para crear la cultura revolucionaria. Es importante que se aborde más acerca del papel de los intelectuales en este proceso de cambio. Por ejemplo, Mariátegui plantea que los intelectuales, en tanto intelectuales, tienen la función de aportar elementos de critica e información, más no de línea doctrinal. Y que la línea doctrinal es responsabilidad de los intelectuales de vanguardia, que a su vez no deben atrofiar ni interferir el trabajo de los intelectuales. Se ha visto que en la experiencia de los procesos revolucionarios, cuando los “intelectuales” pretenden desplazar a los “políticos”, y a su vez, éstos desplazan a aquellos, se producen tropiezos y fracasos en la buena marcha de construir un nuevo orden social, el socialismo. Yo invito al compañero Raimundo Prado que desarrolle más ese aspecto de la clasificación de los intelectuales, porque lo ha mencionado demasiado corto. Así como a todos ustedes también. Ricardo oliveros Una cosa breve nomás, existe un libro, “Teoría materialista de la cultura”…que tiene que ver con lo planteado por el profesor Raimundo Prado y los datos que nos ha dado. Anibal Ponce tiene un libro “Humanismo y la revolución” hay un texto clave, “Deberes de la inteligencia”, donde dice “Gerencia de la Universidad Socialista”. Si se publica miles de eso en un folleto sería una función cumplida, porque mucho se habla y sueña –que no está mal- pero lo difícil es hacer las cosas. Falta actitud emprendedora, por ejemplo, ese folleto de “Los intelectuales y la Revolución” yo lo he leído hace 30 años; son como piezas de arqueología que se descubren y se leen. Lo que se necesita es que se actúe su divulgación masiva, de por ejemplo, por el mes de Mariátegui sacar 1,000 folletos y difundirlos. Si se hace esto se avanza. Mariátegui operó de esa forma. No sé como lo armaba, pero eso debemos averiguarlo para asimilarlo a nuestras tareas en el campo intelectual. Compañero 2 Respecto de lo que se está conversando, creo que el tiempo que vivimos no es igual a lo de tiempos atrás. Antes se comía mejor y el proletariado tenía mayor interés en leer y por la cultura. Ahora no mes así. No hay una preocupación ni siquiera por su alimentación. En Lima unos pocos controlan a la gran mayoría. Las personas no compran siquiera un diario de 50 céntimos porque no le alcanza. Mientras los escuchaba me formulaba una pregunta. Había una revista “Faceta” que decía “Los deberes de los intelectuales”. Yo soy cajamarquino y tengo en Lima ya 40 años. Y cuando he participado siempre veía que se hablaba y hablaba y mucho se soñaba. Mucho sueño nos puede dar pesadillas y tanto hablar podemos hablar tonterías. La cosa es hacer, pero cómo hacerlo. Eso es la cuestión. Primero, que empresa no se hace hablando, sino haciendo, trabajando. 59


El pensamiento de Mariátegui nos dura hasta ahora. Pero no se ha aplicado, y ¿por qué no se ha aplicado? No es porque sea malo, sino simplemente por que no se lo aplica. Ni los gobernantes ni la izquierda. Más les ha interesado la parte material de sus intereses personales o de grupo. Veamos a quien defienden los intelectuales, por ejemplo el abogado, por lo general a quién defiende ¿al pueblo? ¡No! Defiende a los poderosos a los millonarios, esos delincuentes. La mayoría de intelectuales esta al servicio de los explotadores y no del pueblo, de los trabajadores. Me siento bastante satisfecho con este conversatorio, porque aprendo. Mi pregunta es ¿Qué se puede hacer con los grandes hombres que han dejado cimiento para que las futuras generaciones continúen puedan cambiar al mundo? ¿quién cambia al mundo? Mucho escuchamos del futuro, pero ¿Dónde está el paradero del futuro. Y cada día está peor las cosas, entonces como los intelectuales cumplen su función. Ahora somos pocos los asistentes, yo soy nuevo, de casualidad pase por aquí, parece que el espíritu de Mariátegui me ha jalado. Me interesa porque no hay cosa más importante en el ser humano que la cultura. Pero ¿cómo está nuestra cultura? En las casas ya no hay las pequeñas bibliotecas, como antes si las había. Los padres cogían un libro y lo leían, pero ahora la familia se intoxica con la Televisión, la radio y los periódicos. Entonces, ¿cómo cambiamos la cultura señores? ¿Qué se puede hacer? Yo pienso que se va a lo peor porque ¡no hay cambio!, incluso en la alimentación. Ahora se come comida chatarra, el hombre está mal alimentado y vive poco tiempo. Si vemos los microbuses, los pasajeros vienen durmiendo, totalmente cansados. Mi pregunta es ¿cómo cambiamos? Raimundo Prado Creo que Brecht decía que hay más humanismo en un caldo de carne que en las cosas más maravillosas. No sé si soy intelectual, soy de procedencia campesina, sé lo que es la lógica urbana hostil. ¡Cuesta! por supuesto, aprender a vivir o sobrevivir en donde las pocas relaciones de solidaridad que había se ha debilitado. Claro que hay familias que luchan dramáticamente, todos los días, para sobrevivir. Y si alguien de ellos enferma es mucho peor. Pero lo que decía el amigo, en la entraña misma de esta cosa horrorosa también se está gestando respuesta, que aún no está a nuestro alcance. Yo no conocía el trabajo de Fredy Portocarrero, que trabaja en la universidad donde se forman los economistas, la universidad del pacífico, que tiene un apoyo financiero importantísimo, esta haciendo un trabajo muy bueno. Se viene preparando alternativas no solo a nivel de Perú, sino a nivel de Latinoamérica. Yo no sabía, incluso están formando una federación de empresas. Son una variedad increíble de empresas que no podemos calificar que están marcadas por la lógica de supervivencia. Algunas, incluso han tenido ya cierto éxito. En EE.UU…..en su libro creo que era “La Economía de Acceso”, llega a decir que en el año 2050 se presentarán otras formas de organización, y de hecho ahora hay. Son las personas que sufren y obligadas por las circunstancias abren respuestas, y probablemente allí brota la racionalidad. Eso lo señaló un filósofo más obtuso, Hegel, de que la racionalidad brota de la experiencia, en el trabajo mismo. Y en esto rescato lo que dijo Ricardo Oliveros, la capacidad organizativa es fundamental; no solo para utilizarla en las empresas con claro contenido económico sino también en empresas culturales. Pero sabemos que toda empresa cultural también se objetiva en cosas, útiles, etc. Puede tratarse de arte, en el plano espiritual, pero eso se plasma en un charanguito, una guitarra y toda suerte de 60


instrumentos y eso se vende, se compra y se convierte en un medio de tráfico. Podemos aprender bastante, habría que leer ya con fines mucho más utilitario, más práctico como señalaba Guillermo, por ejemplo, la organización de los anarquistas. Yo tuve la suerte de trabajar con los anarquistas, lamentablemente solo dos meses, cuando recién había egresado de la universidad, pero la tentación académica me jaló. Allí les vi como tenían una excelente biblioteca, en el Callao; como llevaban su libro de actas, donde registraban sus actividades; además, tenían la lista de todos los compañeros y mantenían una relación de fraternidad. Esos detalles y el aspecto sicológico tienen mucho que ver. Ahora creo que la sicología lamentablemente está ausente. Una anécdota importante de ellos era que cuando cumplía años un compañero todos le visitaban. Sus lazos fraternales eran muy sólidos. Hoy nos cruzamos en la calle y entre nosotros somos indiferentes, no nos importa la vida y la situación del compañero. Estamos más preocupados por nuestra sobrevivencia diaria, y no descubrimos que organizados colectivamente se resuelve mejor. Incluso podemos obtener ganancias y reinvertirlas en nuestras actividades. Les cuento que hace años atrás, Javier Diez Canseco me comento que unos sindicatos mineros tenían posibilidades de financiar la edición de hasta diez libros cada año. Pero sin esperar cosas grandes, podemos utilizar la política del tendero, de ganar aunque centavos por cada venta, pero en la velocidad del movimiento comercial está las utilidades, que podrían financiar nuestras tareas. Con la sola imaginación no vamos a obtener nada. Cuidarnos si del otro extremo de abandonar los ideales por la tentación de la fortuna que se pueda obtener. Claro que eso ha pasado y muchos se han acomodado y renegado, conozco camaradas que ahora son banqueros. Han hecho negocios y renunciaron a sus ideas. Pero yo creo que si se pueden utilizar aquellos elementos, asumiendo correr los riesgos. Lo importante es entender que debemos construir organizaciones que promuevan relaciones amables, que no es cosa de conciliación, sino que se dé buen trato. Las críticas no van a desaparecer, de ninguna manera. Pero a quien no le gusta una reunión amigable. En Mariátegui es admirable su tacto para tratar esta relación. Cuando Gustavo Valcárcel le solicitó para que presentará su libro “Tempestad en los Andes” éste escribió el prologo con mucho cariño, donde comenta su libro señalando críticas debidamente asimilables por Valcárcel, que no se sintió maltratado porque son críticas que no te dañan. No sé que hubiera podido hacer Mariátegui en esta época de Internet. Pero si estoy seguro que hubiese aplicado su capacidad extraordinaria para articular un trabajo colectivo y de mantener la organización. Mariátegui daba un trato preferencial a los intelectuales. Esta capacidad de Mariátegui es un don, no se si se puede cultivar, pero es admirable de quien lo tenga. Entre los intelectuales hay quienes se consideran “intocables” pero que son brillantes en su campo; frente a ellos se tiene que tener un buen tacto en relacionarse a fin de poder aprovechar sus conocimientos. Y Mariátegui tenía ese tacto extraordinario. No es sencillo realizar ese trato con los intelectuales altamente sensibilizados con su sabiduría. Hay una anécdota con el escritor arequipeño, ……, cuando el secretario de una célula comunista de Arequipa quería “cuadrarlo”, él se molestó y le dijo que en primer lugar para hablar conmigo tienes primero que aprender el castellano. Esta es una reacción típica del orgullo de intelectual. Por eso, debemos aprender del estilo y tacto de Mariátegui en el trato con la intelectualidad, debemos estudiarlo bien. (De aquí siguen 2 minutos de grabación ininteligible. Se ha transcrito lo audible.) Lamentablemente, en el medio nuestro los trabajos que podríamos considerarlos como netamente teóricos son mal vistos por la mayoría de la gente y dicen para qué sirve. Pero vemos en Mariátegui que si se preocupa de ese tipo de trabajo, de analizar los 61


conceptos, cuál es el referente de qué habla, a propósito de una palabra que pareciera que es familiar, pero no es así. A mí me ha dejado pensando un planteamiento de Mariátegui en “Defensa del Marxismo”, a propósito de los intelectuales, habla de la vigencia y actualidad de las ideas marxistas. Simplemente señala pero no detalla ni comenta al respecto. Hay una especie de disco duro, la “idea” es un aspecto trascendente en él. La importancia de las ideas filosóficas, científicas o culturales, utilizadas por Marx mismo, luego por los marxistas más creativos. No tengo acabado mi análisis, solo tengo una hipótesis de trabajo. No tengo todavía suficiente claridad a este respecto. El hombre pleno. El hombre total…… Plasmar tu vocación… Cómo compaginar con el pensamiento científico… En la Ideología Alemana aparece un Marx que podríamos calificar como romántico… Reino de la necesidad al reino de la libertad… Yo sacaría en claro de esta reunión, la necesidad de desarrollar este aspecto, la capacidad de organización. Así como se ha organizado esta universidad socialista, puede ser una magnífica oportunidad para hacer cosas prácticas. Yo he visto como efectivamente hay hambre de conocimiento. Hace algunos años un poco empujados por los alumnos, organizamos la Olimpiadas de Filosofía que nos dio oportunidad de viajar y contactarnos con profesores diversos y seleccionamos los mejores escritos en relación a un determinado tópico. Créanme con que gratitud nos recibían profesores de colegios, los adolescentes. Pero por razones económicas hemos dejado esa actividad. Pero si tenemos una buena capacidad Editorial allí podríamos demostrar nuestra capacidad organizativa.

Miguel Aragón Quiero comentar lo leído por Jaime, la cultura es el mayor gendarme del viejo orden social. Eso debemos tener claro, la cultura burguesa es uno de los blancos contra lo cual tenemos que luchar y para ello tenemos que hacer lo que al comienzo Raimundo Prado nos ha hecho conocer lo que ya tienen y encausarle las condiciones para que transmitan y desarrollen y profundicen su inquietud ese puede ser la contraparte de que la cultura es el gran gendarme del viejo orden social esto no solo es un trabajo de ideas, sino es un trabajo material, es un trabajo práctico, lo que ha subrayado Ricardo cuando dice que en China decían que el comunista tiene que ser rojo y calificado, o sea tiene que ser efectivo, no es cuestión de llenar de banderas de ideas si no puedes materializarlas no puedes plasmarlas, tiene que tener una ideología práctica y allí ya se menciona la gerencia y allí justamente como últimamente estoy leyendo la biografía de Marx Y Engels para profundizar en este debate acerca si es comunista, leninistas, marxista, estoy profundizando. Ahí brota el sentido práctico que tenía Engels en los negocios, que fue un gran empresario. Yo estimo que si en esa época hubiera existido ADEX, entonces Engels hubiera sido presidente de ADEX Engels era un hombre eminentemente práctico, pero no lo hacía para que con las ganancias satisfaga su necesidad exclusivamente personal, sino que era consciente de que Marx necesitaba apoyo para continuar la labor conjunta, que Marx sin otros medios no podría hacerlo. Si Marx priorizaba la lucha por la subsistencia, haciendo como lo hacemos la mayoría de nosotros, probablemente no habría terminado El Capital y no habría aportado todo lo que no ha dejado. Engels fue consciente de eso. 62


Respecto de lo dicho por Ricardo, de la labor empresarial, Mariátegui. Su primer intento fue con la Editorial Claridad, que por la represión del gobierno en1924 y por las vicisitudes de su enfermedad se interrumpió. Su segundo intento fue la Editorial Minerva, que si funciona porque utiliza las condiciones existentes en que su Hermano tenía una imprenta en Huacho, acuerdan con él y lo traen a Lima y Mariátegui le da impulso y la transforma radicalmente. Fue una ardua labor de tipo empresarial que aprovecha los recursos disponibles, captándolas en acciones, como aparece en las actas de la editoras Amauta (Copia publicada en la última edición de “La creación heroica” de Guillermo Rouillón, que ha publicado Arminda Picón, su viuda.) Posteriormente, ser tiene otra experiencia muy valiosa, que debemos rescatarla, que es la de Cox, cuando a fines de la década del 50 lanza la famosa campaña del Festival del libro peruano, que en edición de libros populares tenía un tiraje de 50 mil ejemplares por libro, Fue todo un acontecimiento cultural, lima se inundó de libros, fue una experiencia que se anticipó, y coincidió en la voluntad editorial, a la publicación de las Obras completas de Mariátegui. Primero fue Cox y luego la familia Mariátegui, que también fue todo un acontecimiento cultural. Luego un caso más modesto, algo personal, con este folleto “Los intelectuales y la revolución”, que fue publicado por mi persona y Eduardo Ibarra. Conocí a Ibarra el segundo trimestre de 1971, y lo conocí en el penal del Sexto. Recuerdo que meses antes el general Velasco dio una amnistía a los presos políticos y prácticamente la colonia de presos políticos desapareció. Todos salieron en libertad (presos del FIR, ELN,etc); solo quedó un preso, el estudiante sanmarquino Pedro Durand. Luego hubo otros presos que llegaron, entre ellos Ibarra y yo, que fuimos detenidos por distintos motivos, entonces comenzó a formarse una nueva colonia de presos políticos en el Sexto. Estuve varios meses, pero cuando salí en libertad me fui a trabajar al interior del país por dos años y pude hacerme de un ahorro de dinero importante, y cuando regresé a Lima lo busqué a Eduardo, quien ya estaba activando en el Centro Intelectual Mariátegui y me invita a participar, me presenta a otros compañeros (Ramón García, Alberto Palomino, Ricardo Melgar, etc.) En esos dos años que estuve en Huancavelica había revisado toda la bibliografía de Mariátegui escrita por Rouillón, ficha por ficha y los comparaba con los tomos de las Obras Completas de Mariátegui, con la curiosidad si en aquellos tomos estaba todo lo que Guillermo Rouillón había anotado, pero me di con la sorpresa de que Rouillón había anotado más artículos escritos por Mariátegui de las que aparecían en los Tomos. En base a eso armo este folleto “Los Intelectuales y la revolución”, pero como no tenía experiencia editorial, le comenté a Eduardo de mi proyecto; él sí tenía experiencia editorial, porque había publicado poemarios y folletos a imprenta. Fuimos a la conocida imprenta “Asencios”, que tenía una simpatía por el socialismo y allí imprimimos el folleto con un tiraje de 5 mil ejemplares, invirtiendo todos mis ahorros. Cuando recuperamos parte del capital invertido, éste nos sirvió para publicar el libro “Chen Po-ta, Mao Tse-tung y la Revolución China”, que lo hicimos en la imprenta de la familia Mariátegui, porque Eduardo conocía a José Carlos Mariátegui (hijo), quien dirigía la imprenta. Cooperábamos bien con Eduardo, quien aportaba el sentido práctico de la edición, mientras que yo aportaba con los materiales. Pero justo cuando sale el libro, coincide con la campaña de desenmascaramiento de Lin pio en China, y como Chen Po-ta era uno de los partidarios de Lin piao, entonces nos vimos limitados a no distribuirlos y se estancó la venta. Esto es una aberración comercial, porque un comerciante no puede determinarse por cuestiones subjetivas, sino que debe de emprender cabalmente su negocio. Pero así estaba de grave nuestro prejuicio. Allí dejo de circular el Capital acumulado, que demuestra que nos faltaba ese sentido práctico, 63


emprendedor, de generar empresa en el sentido que facilite la labor de propaganda socialista. Tenemos que tener más sentido práctico, porque, por ejemplo para publicar el Boletín de la Universidad Socialista se padece mucho porque predomina el método artesanal de trabajo. Este aspecto nos falta desarrollar para que las ideas puedan plasmarse en organización. Si no desarrollamos el lado práctico de nuestra actividad simplemente vamos a seguir en las nubes. Las ideas pueden ser muy buenas y bonitas, pero se truncan porque no se plasman en realidad por carencia de capacidad organizativa. Estos conversatorios deben difundirse ampliamente. Ricardo, hace dos años, en Foro Centenario, recomendó un libro “El 18 Brumario” de Carlos Marx. Yo le seguí y recomiendo también que o hagan. Es un libro de mucha importancia que no lo tomamos en cuenta en nuestra formación y en el debate. Respecto a que Mariátegui es un sicólogo social, como le ha comentado César Lévano a Ricardo oliveros, creo que hay tres textos de Mariátegui donde él cumple esta función. Primero, “El alma matinal y otras estaciones del hombre de hoy”; segundo, “El proceso de la literatura” que el séptimo ensayo del libro “Los 7 Ensayos...”; y el tercero, “Invitación a la vida heroica”. Sobre este último libro de Mariategui tengo material escrito a mano y se puede crear equipo para poder continuar el estudio sobre este tema. Hoy la tarea es organizar a todo nivel. La realidad demuestra que el pueblo está dispuesto a luchar, pero los dirigentes están a la cola, rezagados. Falta captar y percibir lo que quiere la población. Alfredo Persico Puntualizar sobre la importancia que da la burguesía a la cultura, a nivel mundial. Y frente a ello qué respuesta política le damos los que queremos una revolución. Después de la II G.M. todo el esfuerzo que realiza la UNESCO para desarrollar las políticas culturales. Aparte de los derechos de autor, comenzó a ver cómo se podía vivir o convivir con el otro, construye el “diálogo cultural” que es el eje fundamental de esa política reaccionaria. Lo otro se viene a desarrollar en la década del 70 conferencias regionales que terminan en una conferencia mundial que se va a dar en …México donde se da toda una discusión sobre la cultura, acerca del paradigma del pensamiento humano, una cultura en contraposición al modelo neoliberal tal cual. Esto es interesantísimo porque comienza el proceso de lucha cultural. La pregunta es como la izquierda pueda crear cultura revolucionaria, como la Universidad Popular del tiempo de Mariátegui, que las definió como creadoras de cultura revolucionarios y no como escuelas nocturnas para obreros. En este folleto “Los intelectuales y la Revolución” Mariátegui subraya que la cultura no es expropiable por la fuerza. Por eso yo me preguntaba la importancia de crear una política cultural de parte de la izquierda, que nosotros podíamos cultivar una cultura de clase. Por ejemplo cultivar experiencia de clase, producir cultura revolucionaria. Creo que allí está el meollo del asunto. Puede ser tipo revista “Claridad”, pero también está la hoja 64


diaria para los obreros; es decir, insertarse en la clase obrera en su cotidianeidad, Cómo hacemos que la clase sea participe de la producción de conocimiento desde su propia experiencia de clase. De ahí la importancia de trabajar un política cultural en la respuesta revolucionaria. Luis Anamaría Hay un ejemplo de generar recursos económicos a la vez que cumplimos las tareas de propaganda. Es el caso de los Blogs en el Internet. Algunos de ellos le cobran a Google. Estoy averiguando este particular, que de ser posible nos podría servir de sostenimiento. En el Blog del Socialismo Peruano tenemos más de 4 mil visitantes, a razón de 300 por día. Pronto estaremos estableciendo un Foro Socialismo Peruano, que tendría más ventajas que el Blog. Para todo esto tenemos que sumar fuerzas y no perder tiempo en discusiones entre nosotros, sino debemos debatir con las ideas reaccionarias que se difunden. Por ejemplo hay intelectuales del lado burgués que atacan a Vallejo, a Georgette, a Mariátegui, y todos debemos salir en defensa. Tenemos también que opinar sobre la cultura actual. Opinar quien son en los literatos que tienen una visión cosmopolita ahora, quienes tienen una visión nacionalista, quiénes desarrollan la cultura nacional, etc. Tenemos que saber usar la tecnología para realizar nuestra propaganda y para estar debidamente organizados.

“No queremos, ciertamente, que el socialismo sea en América calco y copia. Debe ser creación heroica. Tenemos que dar vida, con nuestra propia realidad, en nuestro propio lenguaje, al socialismo indo-americano. He aquí una misión digna de una generación nueva” J.C.M.

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