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LA CARTA Querida Amazonia

Mujer: mentora de la compasión

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Esquila Misional es una revista de los Misioneros Combonianos

Nació el 15 de marzo de 1831 en Limone sul Garda, al norte de Italia. Sus padres fueron Luis Comboni y Dominga Pace.

A los 12 años de edad ingresó al Instituto del siervo de Dios Nicolás Mazza, y a los 17 prometió consagrar su vida a las misiones.

El 31 de diciembre de 1854, Daniel Comboni fue ordenado sacerdote en Trento, Italia. Tres años después, él y cinco compañeros más partieron hacia las misiones de África.

El 15 de septiembre de 1864, Comboni tuvo la inspiración de su Plan para la Regeneración de África, o sea: «salvar África con África».

Fue un gran luchador contra la esclavitud en África y se dedicó a la promoción humana y a la animación misionera de la Iglesia para

trabajar en la evangelización de ese continente.

El 1 de junio de 1867 fundó a los Misioneros Combonianos, y en 1872, a las Misioneras Combonianas.

Fue consagrado obispo el 12 de agosto de 1877, y se le confió el inmenso vicariato apostólico de África Central.

Daniel Comboni murió el 10 de octubre de 1881 en Jartum, Sudán, a los 50 años de edad. Fue proclamado santo por san Juan Pablo II el 5 de octubre de 2003. Su obra es testimoniada por sus misioneros e imitada por muchas personas comprometidas a vivir el Evangelio.

QUERIDA AMAZONIA EXHORTACIÓN ECOLÓGICA, PROFÉTICA Y MISIONERA

P. Jorge GARCÍA, mccj

La exhortación apostólica postsidonal Querida Amazonia , resultado del Sínodo para la Amazonia, ha sido uno de los documentos pontificios más esperados de las últimas décadas. Los motivos son obvios. Se trata de la reserva natural más extensa e importante del planeta. Por desgracia es también un ecosistema amenazado por la devastación producida por la voracidad de personas y grupos sin escrúpulos que ponen en riesgo el equilibrio del planeta tierra.

La riqueza más grande de la Amazonia, como bien sabemos, son los grupos humanos que viven al margen de una «civilización» que ha hecho del consumismo y del capital un dios. Esta cultura de muerte sobrevive gracias a la sobreexplotación de los recursos naturales y el despojo de los bienes de los legítimos dueños.

Por lo que se refiere al Sínodo, antes, durante y después de su realización, hubo gran expectativa y muchas elucubraciones. Por desgracia la atención se concentró sobre el tema de la ordenación de hombres casados, personas de probada virtud para la atención pastoral de los pueblos amazónicos más marginados y la supresión del celibato.

Un resultado importante emanado de la reflexión, el estudio y la búsqueda de líneas pastorales que acompañaron la realización del Sínodo, es la producción de dos grandes textos: el Documento Final, de los padres sinodales y la exhortación apostólica del Papa. Ésta fue firmada el 2 de febrero pasado y publicada 10 días después.

Su impacto mediático fue inmediato. Al momento, tanto en el ámbito eclesial, como teológico, social, político y económico, se han escrito numerosos artículos, ensayos y análisis, y seguramente, muy pronto empezarán a aparecer números monográficos de revistas y libros. La exhortación, titulada Querida Amazonia, pasará a la historia del magisterio de la Iglesia. El motivo es que se trata de un documento profético que propone líneas pastorales que van a inspirar la misión de la Iglesia sobre el cuidado de nuestra casa común.

Por lo pronto, quienes habían centrado su atención sobre el tema de la ordenación de varones casados y la abolición del celibato, se han quedado con un palmo en las narices.

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